jueves, 20 de julio de 2023

Avempace - El Régimen del Solitario

 


Ahogado en un contexto de vergüenza e ignominia, Avempace sueña con un régimen político y social perfecto que supere la vida licenciosa de sus autoridades políticas. Es muy probable que Avempace viera como modelo de salvación a los almorávides para acabar con el Reino de las Taifas. Siguiendo las líneas de Aristóteles y al-Farabi, Avempace trata de aliviar su descontento con esta gran obra que con la que inicia su período político, siguiendo a su ''Carta del Adiós''  y su ''Tratado de la unión del intelecto con el hombre''. Veamos qué nos trae Avempace.

Referencias:

(1) Al parecer nadie sabe quién es Abu Sakir ni esa obra que menciona Avempace

(2) La palabra empleada no designa a las adivinaciones o visiones porque no pertenecen al sistema racional que quiere construir

(3) No se sabe a qué potencias se refiere

(4) Califa abasí que reinó del 775 al 778 

(5) Se trata de un poeta cortesano y bufón de la corte de los califas al-Mansur



EL RÉGIMEN DEL SOLITARIO


Capítulo I: Sobre el significado de ''Régimen''

En la lengua árabe, la palabra régimen se dice en muchos sentidos, pero el más conocido, según Avempace es el siguiente:

''La ordenación de unos actos con vistas a un fin propuesto''

Avempace refuerza la idea diciendo que no es un único acto, sino que son múltiples actos, lo que lo diferencia de un simple acto con un fin propuesto. 

El régimen se da a veces en potencia y otras veces en acto, y en este sentido, la ordenación de dicho régimen cuando está en potencia es la reflexión. Cuando se está en reflexión, se sabe que el régimen es algo propio del ser humano y no de los animales. 

Luego de tratarlo en potencia, el concepto se divide en general y en particular. 


  • General: se predica de todas las acciones del hombre, sean cuales fueren: oficios manuales o profesionales. Sin embargo, Avempace nos dice que se emplea más en este último sentido. 
  • Particular: régimen político

De aquí existe otra división con respecto al particular:

  • Noble: dedicado a la ordenación de la ciudad y de la casa (orden doméstico)
  • Perfecto: régimen de Dios

Luego tenemos otra división:

  • Absoluto: régimen político
  • Restringido: régimen de la casa


Estos últimos se dividen en Correcto y Equivocado:

El régimen correcto y las ciudades imperfectas

Ya Platón en La República había dejado claro lo que era el régimen correcto y cual el régimen vicioso. De acuerdo con Avempace, Platón ya había dejado en claro también la relación entre la casa y el Estado, pero algunos estudiosos de la obra no creen que esto sea correcto. 

Una casa correcta es aquella donde no cabe añadir nada nuevo. En efecto, Platón pensaba en la perfección de una cosa, de modo tal que añadiendo una cosa más esa cosa se vuelve imperfecta. Esta imperfección nace del artificio y no es parte de la naturaleza. 

En todo caso, hablar sobre el régimen de la casa es inútil salvo que se refiera a lo que ocurre en un determinado momento, como es lo que se expone en los libros sobre educación (adab) que escribieron los literatos y que llaman psicológicos (nafsanniya), tales como el libro de Kalila y Dimna como el de Los sabios árabes que contienen consejos palaciegos. Pero todas estas cosas, como se dijo anteriormente, pertenecen a cosas específicas, en situaciones específicas. 

La ciudad perfecta es aquella donde no está presente ni la medicina ni la jurisprudencia. Platón diría algo similar, que en las ciudades imperfectas necesitan médicos y jueces. Esto se debe a que en aquellas ciudades perfectas, el amor une mutuamente a los habitantes y en consecuencia, estos no discuten en absoluto. Si surge la discordia, entonces necesariamente tendrá que intervenir un tercero, en este caso, el juez. Por otro lado, los ciudadanos que no conocen la medicina son aquellos que abandonan el ejercicio y consumen alimentos nocivos para la salud. 

Toda opinión que sea hecha por alguien que no haya vivido dentro de la ciudad será falsa. Ahora bien, de acuerdo a Avempace, la naturaleza de lo falso no puede conocerse de forma definitiva, de modo que la única forma de conocer la falsedad es cuando se pretenden fines distintos al de la ciudad. Todo esto fue tratado en el Libro de las Astucias de Abu Sakir(1).

En una ciudad perfecta no será posible encontrar opiniones o acciones distintas a la de la ciudad respectiva. En cambio, en todos los regímenes imperfectos (tiranía, timocracia, oligarquía y democracia) siempre hay opiniones distintas. 

De esto se desprende que todo lo que venga de afuera de la ciudad será falso. Sin embargo, hay casos que en la misma ciudad se producen doctrinas que nunca habían estado antes en la ciudad, o bien se producen doctrinas falsas en la ciudad. A esto se le llama ''brotes'', es decir, aquellos que piensan algo distinto de la ciudad. Este nombre se entiende porque estos brotes hacen nacer nuevas ideas en los sembrados, ahora bien, en aquellas ciudades imperfectas donde estos brotes se dan más a menudo, los brotes hacen que se vuelvan más perfectas.

Con respecto a las ciudades perfectas y su existencia, Avempace nos dice que el único registro que tenemos de aquellas ciudades son las que nos cuenta al-Farabi, con respecto a los antiguos pueblos persas. Para Avempace, en su tiempo histórico solamente están las cuatro ciudades imperfectas. 

Los ciudadanos

Las tres clases de ciudadanos que existen en las ciudades imperfectas son los siguientes:

  • Brotes
  • Jueces
  • Médicos


Hay un tipo de hombre que es el hombre feliz. Esta felicidad solamente se obtiene aislándose, y en consecuencia el único régimen correcto será el del hombre aislado (de la sociedad), ya sea que fueran uno o más mientras estén aislados de la umma. Los sufíes los llamaban ''extranjeros'' (guraba). En consecuencia, hay dos tipos de extranjeros:

  • Brotes (extranjero en sentido negativo)
  • Extranjeros por los sufíes (extranjero en sentido positivo)

Estos son extranjeros en sus ideas porque se han marchado con sus pensamientos a otros niveles de vida, que son para ellos como sus patrias.

Por esta razón, Avempace decide estudiar a este hombre de forma especial porque no es natural. En efecto, como dice Aristóteles ''el hombre es un animal político'', es decir, un animal gregario, que necesita vivir en comunidad con los demás. ¿Por qué este hombre no?


Capítulo II: Sobre las acciones humanas

Todos los seres vivos tienen algo en común con los cuerpos inorgánicos. Así el hombre tiene algo en común con los animales irracionales. También existe algo común entre el ser vivo y el cuerpo inorgánico, como lo son los elementos de los que están compuestos. Con los cuerpos meramente vivientes, es decir, las plantas, los seres vivos tiene en común el crecimiento.

Por esto, el hombre esta compelido a caer en las mismas características de los seres que están compuestos de los elementos, vale decir, caer, elevarse, encogerse, y asustarse. En este último punto, Avempace dice que hay cosas que son propias de las plantas como encogerse que sería algo involuntario, así como en el hombre es involuntario el asustarse. 

Los actos que pertenecen al hombre por naturaleza son aquellos que realiza voluntariamente. Esta voluntad nace de la reflexión. También existen en él, afecciones pasivas intelectuales como inspiraciones y revelaciones. Las afecciones pasivas no intelectuales son parte de los animales irracionales, cuyas características también son compartidas por el hombre. 

Existen acciones que solo se pretenden a un fin en específico y que accidentalmente produce otros fines. Por ejemplo, un animal podría comer ciruelas y satisfacer su hambre, pero al mismo tiempo estas ciruelas lo curan de una enfermedad. En el primer caso tenemos el fin que se quería alcanzar, pero el segundo es accidental en un animal racional. De esta forma se distingue el acto bestial del humano:

  • Acto bestial: precede en el alma únicamente por afección anímica
  • Acto humano: aquel que va precedido de algo a lo cual obliga a la reflexión en el agente, tanto si le sigue o le precede una afección anímica.

Bajo este respecto, Avempace nos habla de que existe un ''motor'' en el alma humana que realiza estos actos. 

Son pocos los actos bestiales que realiza el hombre, pues incluso en los actos bestiales, inexorablemente, el hombre piensa en cómo los hará. La reflexión de sus actos es una característica natural del hombre, además, cuando los actos están guiados por la rectitud, entonces estos actos merecen ser llamados divinos más que humanos. Por eso es que el hombre debe ser educado en las virtudes morales. 

Capítulo III: Estudio de las formas espirituales

Artículo primero

En la lengua de los árabes, se llama espíritu a lo mismo que se dice alma. Los filósofos también lo utilizan en sentido homónimo, aunque a veces también se refiere al calor natural de los cuerpos orgánicos. De esto, los médicos también dicen que el espíritu tiene ciertas características; por ejemplo, que se divide en tres: natural, sensitivo y motor. También llaman espíritu natural, espíritu nutritivo porque dentro de su ciencia llaman a la naturaleza ''alma nutritiva''.

Así, alma y espíritu son dos cosas distintas en cuanto a su elocución, pero tienen el mismo objeto. En efecto, la forma de la palabra espíritu no es árabe, porque pertenece al género de lo irregular de acuerdo con los gramáticos. Según ellos, esta palabra debería decirse ruhi. Los filósofos emplean varias palabras de forma irregular como por ejemplo, corporalidad (yusmaniyya) o anímico (nafsaniyya) pues estas palabras son en verdad extranjeras. 

Cuando la sustancia está más alejada de la corporalidad, más merece llamarse espíritu. Por esta razón es que los filósofos dicen que la sustancia más pura es el intelecto agente y los cuerpos celestes.

Las formas espirituales son de varias clases:

  1. Las formas de los cuerpos celestes
  2. Intelecto agente e intelecto adquirido
  3. Inteligibles materiales
  4. Contenidos (los que se encuentran en las potencias del alma)

La primera y la segunda son absoluta forma, pero las terceras ya están relacionadas con la materia: son la materia que queda en la facultad racional cuando la relación particular y la cosa individual ha cesado de existir. 

La segunda forma perfecciona a los inteligibles materiales, o bien los produce como hace el intelecto agente. 

La cuarta forma es un intermedio entre los inteligibles materiales y las formas espirituales. 

Las formas espirituales universales solo tienen relación con el hombre que las concibe, mientras que las formas espirituales particulares tienen dos relaciones: una particular con el objeto sensible y otra universal con los sujetos que las perciben. Se da el ejemplo de la forma del monte Uhud, que tiene una forma espiritual particular para aquel que lo ha percibido y una relación universal con cada persona que lo ha contemplado. Esta forma queda en el particular, incluso cuando ya no la tenga de frente. 


Artículo segundo

Las cosas que se juzgan como existentes en un ser cualquiera pueden ser: 

  • Verdaderas o falsas, 
  • Por esencia o por accidente, 
  • Ciertas u opinables.

Las formas espirituales, el hombre las ve, ciertas veces, como verdaderas o falsas, porque los sentidos nos engañan. Las mejores formas espirituales son las verdaderas y las que han pasado por el sentido común, pero aquellas que no han pasado por el sentido común quedan en la imaginación y por lo tanto, son falsas. 

Ahora bien, hay cosas que no han pasado por el sentido común y no tienen un nombre con qué designarlas. En ocasiones provienen del intelecto agente, como cuando una persona puede saber las cosas futuras que aún están en potencia(2). Solo existen en individuos aislados y en raras ocasiones.

Es muy difícil que se pueda formar un régimen con este tipo de hombres y por eso no formaran parte de este tratado. Se les asimila a los llamados ''inspirados'' como lo fue Umar ibn al-Jatab. Sin embargo, existen dos tipos de inspirados, aquellos que se nombró en un principio y aquellos que son como Umar. La distinción radica en que los primeros consideran como condición previa la suposición de una de las partes opuestas, lo cual sucede en todos los seres humanos. A este se colocan en primer lugar la parte falsa de una proposición y emiten opiniones sobre ambas partes, sin ningún argumento. Al otro inspirado, en cambio, le surge el tema verdadero, sin que se le presente antes su contrario simultáneamente, sin que la memoria se lo recuerde y sin que desee conocer científicamente aquello mediante el pensamiento o los argumentos, pues para él aquello no es en absoluto un término contradictorio.

Sin embargo, lo normal es un intermedio, es decir, el de la opinión mezclada de verdadero y falso, siendo la mejor situación aquellos que tienen una opinión verdadera y por otro lado, quienes tengan una mezcla. La peor situación es cuando se cree una opinión errónea creyendo que solo se da en muy pocas ocasiones, a estos se les llama inverosímil. 

El predicado de las formas falsas es imposible que exista realmente. Hay dos casos que se presentan bajo este respecto en los árabes:

  1. Zarqa al-Yamama
  2. Ta'abat Serran

Era una poetisa y un poeta respectivamente que imaginaban cosas en la época de la arabia preislámica. Esto también se da en los cristianos con la imagen de los santos, que se supone murieron, resucitaron, fueron quemados y volvieron a vivir.

No obstante, puede ser que el predicado de las formas falsas sea real, como es el caso de que Zayd sea gramático, sea que no lo es ahora o no lo sea después, pero con todo, es posible que lo sea. Esto porque la gramática es posible en cualquier individuo, aun cuando este no quiera.

Luego tenemos los predicados ciertos de formas espirituales particulares, que son aquellas que se encuentran en las formas corporales y por eso se perciben con los sentidos externos. Estás deben pasar inevitablemente por el sentido común.

A continuación tenemos las formas espirituales del sentido común, las cuales no pueden ser una sola sino muchas para que sean verdad. Esto sucede porque no se han reunido las tres potencias(3) que confeccionan las formas espirituales, tal como estaban en su ser corporal. Cuando se juntan las tres potencias hacen su aparición las formas espirituales, como si se las sintiese con los sentidos externos.

Los sufíes dicen que este es el fin ultimo del hombre:

''Que Dios se una a ti... Te conceda la reunión''

Los sufíes son incapaces de lograr las formas espirituales puras, porque cuando están separadas las potencias son falsas, pero cuando están unidas son verdaderas. Esta unión de potencias para los sufíes consiste en la felicidad última del hombre.

Esta es la razón por la que al-Ghazali dijo:

''Sea lo que sea que me ocurrió ya no me acuerdo''


Para los sufíes, el logro de la felicidad última no se consigue con estudio, sino con una entrega total y siempre recordando a Dios, porque cuando así se obra, así se reúnen las tres potencias. Pero para Avempace esto es materia opinable. Y aunque este fuera el verdadero régimen del solitario, esto haría que todo intelecto fuera inútil y siendo de esta manera, su existencia no tendría sentido. 

En fin, sería muy largo mencionar todas las falsedades que existen en una ciudad, y este tratado tiene por fin hablar sobre el régimen verdadero. La mayoría de las ciudades prefiere tener una felicidad política y no una felicidad eterna que es la felicidad de la otra vida.


Artículo tercero

Ahora, Avempace propone hablar sobre las proposiciones retóricas pasivas. Estas son conformadas por la imaginación, que es propia del alma animal, es decir, son todas las pasiones que recibe el alma de forma pasiva.


La forma de todo cuerpo generable tiene tres niveles de existencia

  1. Forma espiritual general
  2. Forma espiritual particular
  3. Forma corporal

La forma espiritual particular tiene tres niveles:

  1. Contenido de la forma: existe en la facultad de la memoria
  2. Impresión: facultad imaginativa
  3. Especie: sentido común

Estas son las tres facultades espirituales. 

Podríamos enumerar las facultades completamente así:

  1. Facultad reflexiva
  2. Facultades espirituales (ya mencionadas)
  3. Facultad sensitiva
  4. Facultad generativa
  5. Facultad nutritiva
  6. Facultad elementativa (los cuatro elementos)

La quinta y la sexta no tienen nada que ver con el animal, pues la nutrición (y todo lo que deriva de ella) junto con los elementos son parte de la naturaleza y no del animal. Podría decirse que la cuarta también es de la naturaleza, pero en verdad esta facultad tiene como principio la libertad, es decir, depende del hombre más que de la naturaleza. La tercera y la segunda están en la misma categoría de libertad. 

Sin embargo, la primera facultad que sería la afirmación y la libre aprehensión que se realizan en ella son necesarias, pues si fuesen no libres no daríamos nuestro consentimiento a aquello que nos disgusta. Así, el orden y la armonía son propios de la facultad racional en virtud del fin.

Artículo cuarto

Con respecto a las acciones del hombre, existen aquellas que se hacen con total libertad, y en consecuencia puede abstenerse de ellas cuando quiera. Otras acciones son aquellas que se hacen en libertad, pero tiene un fin distinto por el que se hacen; por ejemplo, se navega pero con el objeto de comerciar, se cultiva con el objeto de alimentarse. En estas acciones intervienen tanto la facultad racional como la irracional. En tercer lugar, tenemos las acciones por las cuales el hombre inicia una acción, pero luego otro motor se encarga de seguir la acción. Por ejemplo, cuando el hombre ha vertido el semen en el útero. 

Así tenemos tres clases de acciones:

  1. Género
  2. Capacidades profesionales
  3. Artes naturales y necesarias

De esta última nacen las ciencias como la medicina, la biología, la química, entre otras.

Artículo quinto

De las formas espirituales, hay unas que forman ciertos estados y otras que no los producen. Las que no lo producen son las que se dan separadas de toda sensibilidad, como en el caso de una especie que no se conocía antes. Por ejemplo, un hombre que ve por primera vez un elefante, y la impresión y visión del elefante la tendrá como una huella en su alma como especie (no como forma espiritual del elefante).

Esta huella también se manifiesta de otras formas, como, por ejemplo,  cuando un ladrón entra a una casa y el temor que deja en el morador es una huella que aparecerá siempre que se vea a un ladrón.

Hay otras formas espirituales que dejan un estado en el alma. Estas pueden ser varias:

  1. Estado natural: parentesco
  2. Estado natural de carencia: defectos y enfermedades
  3. Estado natural de perfección: pueden ser corporales; por ejemplo, bella figura o proporción de los miembros; pueden ser anímicos, todas las virtudes. 

Luego tenemos la clase de formas espirituales que son adquiridas:

  1. Las Artes
  2. Capacidades profesionales
  3. Maneras de conducirse
  4. Capacidades reflexivas

También existen las formas espirituales relativas al linaje como las excelentes y viles. Esto puede beneficiar o arruinar dependiendo del contexto. De la misma forma, los hombres que se acercan a las formas espirituales más nobles serán hombre más nobles, pero los que se acercan a la corporalidad serán menos nobles. 

Entre los menos nobles están aquellos que se dejan llevar por el sentido común o por la corporalidad, siendo estos últimos los peores. Sin embargo, existen hombres cuyas opiniones avalan a estos tipos, porque en verdad, en alguna medida, tienen una forma espiritual noble que hace que lo peor de ellos se oculte. Avempace aprovecha de decir explícitamente que esta concurrencia de personas se da en el Reino de las Taifas, lugar donde exactamente se encuentra y del cual es critico. A estos individuos se les llamaba ''cortesanos'' y a su manera de vivir ''pomposa''. 

Por otro lado, tenemos a aquellos que se sirven de la imaginación en las formas espirituales e intentan provocar un impacto en los demás, como por ejemplo, aquellos hombres que se muestran con armas en tiempos de paz.

Luego tenemos aquellas formas espirituales de la imaginación que intentan producir placer, a través de las muestras de cariño y de piedad. Aquí también pertenecen las bromas, contar bellas historias y la poesía. Otras acciones de este grupo son las que intentan alcanzar la perfección a través de las virtudes intelectuales (ciencias del intelecto) y las virtudes morales que Avempace señala como las siguientes:

  • Liberalidad
  • Coraje
  • Amabilidad
  • Buen trato social
  • Bondad
  • Cariño
  • Fidelidad

Con estas se pretende producir en el alma del otro, una sumisión de la cual se sigue luego un respeto y otras cosas buenas que son solamente externas. En todo caso, a veces estas acciones se hacen sin interés más que el de perfeccionar la forma espiritual. Ahora bien, estos actos se hacen muchas veces cuando hay conocimiento de ellos, porque cuando no lo hay se hace de manera torpe y descuidada, o bien no se hace por miedo a cometer errores. 

Estos actos que son realizados de modo sincero no tienen nombre, pero sí tienen nombre aquellos que no son realizados de modo sinceros y se llama hipocresía. 

Al primer grupo es a los que Dios premia pues dice el hadiz:

''El que hubiera emigrado hacia Dios, su emigración estará en Dios; pero el que hubiere emigrado hacia el mundo para conseguirlo, o hacia una mujer para casarse con ella, su emigración estará en aquello hacia lo que se encaminó''

Otro hadiz dice:

''Las acciones son según las intenciones y a cada hombre le corresponde según lo que ha pretendido''

Otra de las grandes formas espirituales y la más esperada entre los hombres es aquella que tiene que ver con la perfección de la memoria. Entre los árabes, esta es la más ansiada. En efecto, la forma espiritual que reside en la memoria permanece más tiempo que otras formas. Los actos humanos de la memoria se basan en la verdad, pero también es cierto que aquellos hombres que no tienen memoria pueden alcanzar la verdad, pues esto se puede alcanzar mediante la conjunción de las tres potencias: sentido común, fantasía y razón.


Artículo sexto

Hay hombres que dominan solo las formas espirituales materiales, estos son los más viles, otros en donde predominan las formas espirituales más refinadas, y finalmente, aquellos en que ambas formas se dan, distinguiéndose en mayor o menor grado.

Entre aquellos con una forma espiritual más refinada se encuentran:

  • Uways al-Qarani
  • Ibrahim ibn Adham

Los que tienen las características mixtas son los más comunes, pero a veces pueden ser muy viles, pues, pueden realizar cosas muy espirituales, pero a condición de que les dejen hacer cosas materiales sin restricción. Otro vil es aquel que realiza actos viles cuando no le impiden llevar a cabo actos espirituales, es decir, no está obligado a realizarlos. Avempace los grafica en un poema:

''Renunciaron a escapar cuando las lanzas estaban en sus gargantas''

Por otro lado, tenemos a quienes sí les importa la dimensión espiritual y son capaces de soportar la desnudez y el hambre para alcanzar sus fines espirituales.

Artículo séptimo

Hay quienes realizan acciones dignas de elogio, pero esperando una recompensa material a cambio, sin embargo, hay quienes hacen estas acciones sin esperar nada a cambio.

Hay veces que estas acciones son concedidas por Dios directamente o a través de otro hombre que es llamado benefactor. 

Artículo octavo

Las formas espirituales naturales, unas son por accidente y se conducen a la manera de las formas necesarias, en las cuales no tienen libertad de elección quien posee las formas espirituales; por ejemplo, la nobleza de los padres. Otras son esenciales, de las cuales unas son comunes a hombres y animales, y otras son solamente humanas. 

Entre las comunes están aquellas como el amor de un padre hacia su hijo, porque aman las formas espirituales del hijo. Si el hijo se alejara de los padres, estos, con el tiempo dejarán de amarlo y lo olvidarán. Puede que lo confundan con otro, si es así, amaran sus formas espirituales, pero si el amor fuera corporal, entonces no olvidarían y no querrían a otro más que a su hijo. 

Artículo noveno

Ahora se habla sobre las formas espirituales particulares en su relación con las universales. La relación que estas pueden tener son sensaciones o imaginaciones. 

El hombre se va moviendo con estas formas desde la infancia donde solo operaría el alma nutritiva; luego avanza hasta la adolescencia, donde opera el alma animal; luego se avanza hasta la época de reflexión; finalmente, llegamos a la etapa de ancianidad. Todas estas etapas tienen los elementos para pasar a la otra, por eso no es conveniente que los elementos se mezclen, por ejemplo, que un anciano se comporte como un niño. 

Suele pasar que algunos niños actúan como si fueran adultos, dando consejos y haciendo comentarios que no corresponden a su edad. Esto se debe a un defecto proveniente de su entorno, como cuando vive en una familia de abolengo. 

Artículo décimo

Los fines a los que se debe responsabilizar al solitario son tres:

  1. Forma corporal
  2. Espiritual corporal
  3. Espiritual universal

Para alcanzar los fines deberá usar la reflexión, la investigación, la deducción y en suma, el pensamiento. Esto porque sino piensas serán como animales y no participarán en absoluto de la humanidad más que en lo corporal. Incluso aunque el hombre se proponga por medio del pensamiento una acción animal, será animalizado y no humanizado. Estos hombres, no puede construir una ciudad; esto es una acción que solo compete al solitario. 

En los animales irracionales también se dan algunas formas espirituales particulares, por ejemplo, en el león se puede dar la timidez, la vanidad en el pavo real, la astucia del zorro, las caricias del perro, etc. Estas formas son propias de la especie de cada animal, pero en el hombre esto puede darse por libre elección.

También, en cuanto a los animales irracionales, las formas espirituales morales o perfecciones intelectuales pueden ser encontradas en ellos; por ejemplo, el coraje y la timidez en el león. Sin embargo, el humano tiene las suyas propias. El buen consejo, el juicio recto y la opinión verdadera son formas espirituales que no están en los animales irracionales. 

Entre las formas espirituales y las formas materiales, han de preferirse aquellas que son espirituales, pues estas perpetúan el estado del hombre, le alargan más la vida mientras que las otras la limitan. 

Artículo decimoprimero

Ya sabemos que quienes se acercan a las formas espirituales son más beneficiados en la vida con respecto a quienes prefieren las formas materiales. Sin embargo, hay quienes llegan al extremo de sacrificar toda su forma material para alcanzar lo divino de las formas espirituales. En este respecto, Avempace da algunos nombres de personas que han preferido la muerte en las guerras:

  • Ta'abat Sarran: ''He aquí nuestro destino: o la esclavitud con beneficio o derramar la sangre. Para el hombre libre es mejor la muerte''
  • Al-Marwani: ''La ignominia del vivir y la repugnancia de la muerte. Las dos cosas me parecen insoportables y duras. Pero si es inevitable elegir una u otra, viajar hacia la muerte es un viaje precioso''
  • Al-Ziba: ''Por mis propias manos y no por las tuyas''


Entre ellos, Avempace nombra a una Reina de Egipto y a ciertos héroes nombrados por Aristóteles. Avempace dice esta situación particular es propia de algunas circunstancias en las que la muerte es preferible a la vida y entonces elegir libremente la muerte por encima de la vida es un acto humano.

Existen otros hombres de un alma noble que son capaces de sacrificar todo por otros. No cuidan su forma material por conservar la forma espiritual, por ejemplo aquellos que se abstienen de comer. El temperamento filosófico debiera tener estas características porque de otra forma sería un ser material o, como lo llama Avempace, un filósofo falso. 

Ahora bien, esto no quiere decir que el filósofo no pueda servirse de la corporalidad, pues deberá tomar aquello que le sirva de forma suficiente sin descuidar la espiritualidad. El hombre que lo hace de este modo adquiere sabiduría y se hace un ser necesario y divino. Este es el régimen del solitario. Existen veces en que el solitario tiene estas características sin necesariamente vivir en una ciudad perfecta. 

Avempace nos hablará ahora sobre las formas llamadas ''fantasmas'' ejercidas por la facultad de la imaginación. Estas se captan de tres clases:

  1. La facultad con que se captan las formas corporales. Se trata del sentido externo y de sus partes que se corresponden a las distintas formas del cuerpo. Estos cuerpos poseedores de semejantes facultades son los miembros del cuerpo natural, a saber, los cinco sentidos. Las percepciones resultantes en ellos son formas espirituales y constituyen el primer grado de espiritualidad
  2. La facultad que capta las formas espirituales que se llaman fantasmas y que se graban en el sentido común
  3. Las facultades que son comunes al hombre y al animal son las siguientes: la primera es decir, la sensibilidad externa es común a todos los animales, salvo que a veces se piensa que está aislada de las otras potencias en algunos animales, como es el caso de la mosca y del gusano. Cómo sea esto ya lo dijimos en el libro Sobre el alma. La segunda a saber, el sentido común es evidente por su naturaleza, que no puede estar desconectada de la primera puesto que sólo existe gracias a ella. La tercera o sea la imaginación pertenece al animal dotado de movimiento dirigido a un fin determinado material, ya que el logro de las cosas materiales únicamente se consigue mediante esta facultad

Volviendo a los animales irracionales, estos también tienen unas formas perfectas que son comunes al hombre. Estos animales son las abejas, las hormigas y las arañas, pues estos realizan ciertas acciones que podríamos llamar como ''trabajo'', o de cierto modo, especiales para ellos. Esto tendría que llamar la atención nuestra y decir que seguramente, estos animales tienen imaginación. Pero la imaginación necesita de los sentidos externos ¿o es que estas actividades vienen por naturaleza? ¿o de la nada?

Esto es imposible. La imaginación no puede trabajar sin la materialidad de los fantasmas. Son las sensaciones las que mueven la facultad imaginativa.

Artículo decimosegundo

El sentido general de la forma espiritual particular es de cuatro
clases.

  1. La forma espiritual más conocida de todas es la de los sentidos externos, lo cual es evidente por sí mismo (interviene en la imaginación)
  2. La segunda es la naturaleza, pues el sediento encuentra en sí mismo la forma espiritual del agua, el hambriento la del manjar y así en los demás casos
  3. El pensamiento, como es el caso de la forma espiritual deducida mediante el pensamiento y la reflexión
  4. La cuarta es el Intelecto Agente y es como la forma deducida pero sin el pensamiento ni la reflexión

Avempace hablara ahora de cada una de estas en específico.


Artículo decimotercero

Las formas espirituales que tienen relación con los sentidos externos pueden ser esenciales o accidentales. Esenciales son, por ejemplo, 1as formas de los objetos sensibles. Accidentales, las que acontecen en el sueño o en las situaciones en que se dice que se trae un recuerdo de algo a la memoria o en el hecho de venirle a uno algo a las mientes, como es el caso de que se vea a un hombre montado en un caballo, luego se vea sólo al caballo y, por fin, se recuerde a propósito de ese caballo visto a aquel hombre que lo montaba.

El llorar ante las casas en que uno ha habitado y el entristecerse ante las huellas del pasado pertenecen a esta clase de formas.

Las que provienen de la naturaleza pueden ser también por accidente
o por esencia. La forma que es por esencia es la particular del cuerpo concreto, como ya hemos dicho, pues el que tiene sed no desea aquella agua determinada por sí misma, sino que únicamente ansia lo que pertenece a la especie deseada. Por eso pensaba Galeno que los animales percibían las especies. Por el contrario, si surge una forma espiritual particular, será por accidente. La forma que se da por accidente será, por ejemplo, la del hombre sediento al que le viene a la cabeza el recuerdo de algo que le gustó en una copa de agua o la del hambriento a cuyas mientes viene la forma del alimento que recuerda haber comido antes. Por tanto, la naturaleza no produce esencialmente sino la forma espiritual verdadera y conveniente.

Artículo decimocuarto

Hay formas espirituales que únicamente aparecen en el pensamiento o en el intelecto agente. Las del pensamiento pueden ser verdaderas o falsas, siendo estas últimas las más frecuentes. Es importante que se de cuenta de que las cosas son falsas, por ejemplo, pretender hablar con los muertos. Si el hombre habla con los muertos y sabe que esto es falso, se está engañando. 

Con respecto al intelecto agente. todo lo que procede de él es verdadero. Por cierto, estas formas no provienen del cuerpo ni tampoco de las abstracciones. Están entre las formas particulares y los inteligibles, en efecto, participan de lo particular porque están en la potencia en que se convierten en particulares, y se hacen universales porque esta potencia recibe y adquiere del intelecto la universalidad. 

La procedencia de estas formas es la naturaleza, pues tanto el hombre como los animales participan de ella. Los animales como las hormigas y las abejas están aún más cerca de este intelecto, además de las formas espirituales sensibles, y la intermedia que ya hemos descrito. El animal noble y sagaz es aquel que tiene formas espirituales particulares en situación más o menos parecida a la de las formas intermedias. situación más o menos parecida a la de las formas intermedias. Tal ocurre en los animales que logran de modo
intencional las cosas, como es el zorro, el oso, aquellos que son astutos y el hombre que tiene facultad discrecional. 

Por eso el hombre noble tiene los ojos móviles y las pupilas húmedas como si fuesen de agua; en cambio, el necio y estúpido tiene los ojos como inertes y con poca movilidad. Y es que el estado de las formas que hay en la imaginación se percibe a través de la manera de mirar. Por eso, todo aquel que se comporta de una manera natural, cuando le llega a la mente una determinada forma espiritual, le viene unida al aspecto visible que tiene cuando la mira fijamente.

Debido a las muchas cualidades espirituales que tienen las formas sensibles en el hombre superior, éste mueve mucho los ojos y fija la vista, como si mirara detenidamente una cosa tras otra, pues el mirar fijamente con atención equivale a traer al espíritu estas cualidades espirituales. Por eso el hombre superior mueve mucho la mirada, sin repetirla, mientras que el estúpido la tiene quieta y el precipitado la mueve también mucho repitiéndola con rapidez.

Artículo decimoquinto

No se deben poner como fines ni las formas espirituales particulares ni las intermedias, ya que éstas, en su mayor parte, se dan naturalmente o, en general, están llevadas a cabo sin voluntad libre.

De entre ellas, las que son laudables y aquello por lo que se las supone loables son las hechas voluntariamente y entran dentro de estas tres clases: 

  1. Primera las que están en la corporalidad o la benefician, como es, por ejemplo, la agricultura y cosas parecidas. 
  2. Segunda las que se encuentran en las formas espirituales particulares, como son las distintas clases de las otras artes.
  3. Tercera las que se hallan en los inteligibles, como son las diversas artes de las matemáticas, la poesía y otras semejantes. Estas formas no son fines sino que mediante ellas se logran otras cosas, de las cuales son causa.

Por eso, cuando existe un hombre virtuoso, por ejemplo al-Mahdí(4), y otro vicioso, como el poeta Abü Duláma(5) particular de cada uno de los dos está en el otro. Ahora bien, toda forma espiritual mueve al cuerpo en que está. Por consiguiente, la forma del poeta Abü Duláma moverá a al-Mahdi al regocijo y a la risa, mientras que la forma de al-Mahdí moverá al poeta Abu Duláma a la seriedad. 

Por tanto resulta claro que el solitario, dada su índole, no debe acompañarse de los hombres materiales ni de los que tienen un fin espiritual mezclado con materialidad ni aun de los que no tienen por fin lo espiritual absoluto, sino que está en la obligación de rodearse de la gente de ciencia.

Por esa razón el solitario está obligado en algunas sociedades a apartarse por completo de la gente, en cuanto le sea posible, y no mezclarse con ellos sino en las cosas necesarias.

Debe el solitario alejarlos de sí, porque no son de sus especie; no se mezclará con ellos, ni dará oído a su charlatanería, para no tener necesidad de deshacer sus mentiras, perseguir con su odio a los enemigos de Dios y formular su juicio adverso contra ellos. ¿Convendría al solitario convertirse en juez de aquellos en medio de los cuales habita? Mejor, en verdad, será que se consagre a sus ejercicios del culto divino y que eche lejos de sí tan pesada carga, perfeccionándose a sí mismo y brillando para los demás como una luz.

Debe relacionarse con los hombres de edad madura que se distingan por su buen juicio, su ciencia, su inteligencia y en general por sus virtudes intelectuales, como hombres ya formados, no con jóvenes inexpertos.

La pregunta relevante es si esto ¿Está en contradicción con lo que se dijo en la ciencia política, o con lo que se demostró en la ciencia natural? Allí, en efecto, se hizo evidente que el hombre es social por naturaleza y en la ciencia política quedó patente que todo aislamiento es malo.

Sin embargo, esto es así únicamente por esencia, pero accidentalmente el aislarse puede ser bueno, como ocurre en muchas cosas que se dan en la naturaleza. 

Por ejemplo: el pan y la carne son cosas que naturalmente alimentan y son útiles, mientras que el opio y la coloquíntida son venenos mortales. Sin embargo, se dan a veces en el cuerpo estados no naturales, en los cuales ambas cosas, es decir, el opio y la coloquíntida benefician y se deben emplear, mientras que los alimentos naturales que hemos dicho perjudican, siendo necesario evitarlos. No obstante, estas situaciones constituyen forzosamente enfermedades que están al margen de la naturaleza, siendo los venenos útiles en pocas ocasiones y por accidente, mientras que los alimentos son beneficiosos la mayoría de las veces y de modo esencial.

Así pues, la relación que aquellas situaciones de los venenos y alimentos guardan con los cuerpos es la misma que la que existe entre los modos de vida social y el alma. Del mismo modo que se piensa que la salud es una, en contraposición con las enfermedades que son muchas, y que sólo la salud es lo natural para el cuerpo, mientras que las múltiples enfermedades son extrañas a la naturaleza, así también la sociedad perfecta es lo único que es natural para el alma, siendo contraria a las demás sociedades las cuales son múltiples, y lo múltiple es ajeno al alma.

Artículo decimosexto

Una de las cosas que exige la forma de vida del solitario es el indagar cómo conviene que sea la ciencia de las formas espirituales de las cuales éstas las intermedias son una parte, resulta que debería tratar también de todo esto el que quisiera incluir en esta ciencia una manera práctica de vivir. A pesar de lo cual, todo ello aparece únicamente como cosa tácita, al tratar de las ciencias que merecen ser elegidas por su esencia. Y como solitario, en propiedad, únicamente es quien va tras las ciencias teóricas y este ir tras las ciencias teóricas es de tan excelso valor, resulta que el estudio de estas formas intermedias, a pesar de lo que hemos dicho, será de utilidad, de modo accidental, para una parte del fin buscado por el solitario.

Artículo decimoséptimo

Los actos humanos que puede realizar el solitario son de tres clases:

  • Corporal
  • Espiritual
  • Universal o (inteligible)

Con respecto a esta última Los inteligibles abarcan todas las especies de las substancias. Y como el hombre es una de las esas especies substanciales, el inteligible propio del hombre será la forma de lo universal, a saber, la forma espiritual más excelente de entre todas las formas espirituales.

Sin embargo, el inteligible no dice relación con cada uno de los hombres, como ocurre en las formas espirituales particulares, y tampoco se parece a los cuerpos móviles. Por ejemplo, supongamos que la forma de Zayd estuvo en el alma de ‘Amr con la cualidad de vileza y que después se convirtió en la misma alma de ‘Amr en la cualidad de virtud y de grandeza de alma: entonces se le habrá producido una cualidad y le habrá desaparecido otra, en cuyo caso se parecerá a los cuerpos móviles aunque realmente no sea móvil. 

Pero esto no es como lo que ocurriría necesariamente a la forma de Zayd cuando pensase ‘Amr que Zayd era vil y luego cambiase de opinión creyendo que era un hombre digno, pues en tal situación Zayd habría cambiado solamente en la opinión de ‘Amr. En cambio, en el primer caso, Zayd se había presentado con la forma material de vileza, resultando así que ‘Amr tenía la forma espiritual particular de Zayd con esa mala cualidad; pero, al mudarse luego Zayd convirtiéndose realmente en honrado, se le cambió a ‘Amr en consecuencia la forma espiritual particular que tenía de Zayd en ese otro estado nuevo, de virtud, perdiendo el primero de vileza.

Por tanto, estas formas espirituales consiguen del ser material las diversas cualidades. No ocurre lo mismo con las formas espirituales inteligibles. 

En efecto, si Zayd es noble y ‘Amr innoble, el inteligible de ambos sería descrito como noble y como innoble a la vez, lo cual es imposible. Si alguien es noble y otro innoble y la nobleza está en otro distinto de Zayd y la villanía se encuentra en otro diferente a ‘Amr, entonces es esto posible porque la naturaleza de esta especie admite recibir ambos contrarios simultáneamente, siempre y cuando la recepción de los dos sea o en momentos distintos o en sujetos diferentes. En efecto, los predicados de las proposiciones cuyo sujeto es algo universal, o son necesarios a todo individuo de aquel sujeto universal o son parciales y, en ese caso, también pertenecen a algunos individuos comprendidos en el sujeto universal de la proposición. Pero estas proposiciones universales, no cambian por acción del hombre, solo dependen de él las formas individuales.

Veamos ahora la forma del hombre con las maneras de ser. Es patente que el inteligible no se encuentra más que en el hombre exclusivamente. Es evidente también que el sujeto de la especie hombre, en cuanto que este sujeto es descrito con la cualidad de hombre, es su sujeto en la medida en que está dotado de existencia y de una manera de ser humana.

Pero esto es contrario a lo que ocurre con la forma particular, pues si ‘Amr tiene la forma particular de Zayd, la tiene en la medida en que es una forma representativa de algo que existe en Zayd, no en cuanto que está descrito Zayd con aquella forma como ocurre en el caso de las formas inteligibles universales, porque de otra forma, entonces tendríamos el alma de Zayd en 'Amr.

Por ejemplo: si se habla del universal de elefante, su sujeto será un elefante en el cual ha dejado su huella el género. Del mismo modo, el sujeto de hombre que es cualificado con este universal será uno de los individuos del universal de hombre.

Por esto, la forma del hombre se asemeja a la de las esferas celestes, pues al igual que ellas el hombre puede conocerse a sí mismo. 

Por último, así como todos los seres tienen algo intermedio en ellos, el hombre también debiese tener algo intermedio que compartiría tanto con los seres eternos (las esferas celestes) y los temporales (los animales). Sin embargo, decir que el hombre es eterno puede repugnar, pero se debe analizar esto. 

El fin hacia el cual debe tender el solitario que desea la inmortalidad no está, en modo alguno, en relación con la materia. Razón por la cual se dirige al verdadero fin donde incluso desaparece esa relación universal de que hemos hablado. Allí, en efecto, la forma está completamente despojada de corporeidad y no es ya ni un solo instante forma material; pues el solitario percibe las formas aisladamente y en sí mismas, sin que hayan sido abstraídas de unas materias. De esta forma, el intelecto en acto del hombre se va acercando al Intelecto Agente. 

Conclusión

Esta obra es realmente una obra maestra. Hasta ahora siempre habíamos hablado de lo importante que el ser humano reconociera su postura de animal político, pero aquí Avempace nos recomienda lo contrario, aunque, vale decir, esta teoría no es incompatible con el ser gregario del estagirita, pues de todas formas el solitario debe relacionarse de forma suficiente con los demás. Lo importante es que el individuo, al estar alejado por un tiempo, reflexione y comprenda su situación y luego volver a la ciudad y relacionarse con los demás. 

sábado, 8 de julio de 2023

Martín Lutero - A toda la clerecía reunida en Augsburgo para la dieta del año 1530 (1530)

 


Nuevamente, ante un grupo de personas, Martín Lutero se apersona para difundir su doctrina esta vez en la clerecía reunida en Augsburgo; clérigos y obispos. Si bien se critica la institución de la Iglesia Católica, de todas maneras, Lutero está dispuesto a hacer algunas concesiones a los obispos con tal que lo dejen predicar libremente el evangelio. Como ya nos tiene acostumbrados, el estilo de este escrito es agresivo, implacable, la situación en que se encuentra lo amerita así. Vamos a ver.


Referencias:

(1) Autorización eclesiástica para permitir a una persona o grupo de personas quedar exentas de cumplir con deberes eclesiásticos



A toda la clerecía reunida en Augsburgo para la dieta del año 1530

Lutero comienza su exhortación a la situación actual que ya es insostenible. Nos dice que seguramente él no es la persona idónea para resolverlo, pero acepta las críticas. En todo caso, también nos dice que su necedad puede parecer tosca, pero hay veces que los necios han logrado más que los sabios, pues los sabios, a veces, se hunden en su sabiduría. No se humillan y es ahí donde comienzan las atrocidades. 

''Dios resiste a los soberbios y da gracias a los humildes''
(1 Pedro 5:5)

Bajo esta premisa, Lutero le insiste a la clerecía a no caer en la soberbia de la sabiduría y mirar los conflictos recientes: son dos.

  • Sitio de Viena
  • Revuelta de los campesinos

Muchas cosas se objetaban a Lutero, sobre todo el conflicto religioso presente hoy; pero, del mismo modo, algunos agradecían a Lutero que se dirigiera en contra del papa y sus rigurosidades. Una de las cosas que más se agradecieron, por parte de los obispos, fue que los monjes dejaran los hábitos, todo gracias a la doctrina de Lutero. Cuando el número de monjes en los monasterios bajó considerablemente, nadie se quejó, los obispos estaban agradecidos y no querían que más monjes volvieran a dichos monasterios. 

Indulgencias

A continuación, Lutero hace una síntesis de las indulgencias y sus efectos:

1. Vendían las indulgencias como gracia divina que perdona los pecados, por lo cual se negaban y se blasfemaban la sangre y la muerte de Cristo junto con el Espíritu Santo y el Evangelio.

2. Con ello rescataban engañosamente almas del purgatorio lo que constituía un insulto para la Divina Majestad misma. En cambio, producía muchísimo dinero.

3. Con ello hicieron del Papa un dios en el cielo capaz de dar órdenes a los ángeles de llevar al cielo las almas de los peregrinos que morían en el viaje a Roma.

4. Frente a las indulgencias, en las iglesias tuvo que callar el Evangelio que, no obstante, es la única indulgencia verdadera.

5. Engañaban a todo el mundo con enormes sumas de dinero y lo expoliaban con avaricia y mentiras desvergonzadas bajo el pretexto de guerrear contra los turcos.

6. Suspendían siempre las letras de indulgencias antiguas a favor de las nuevas y anulaban las indulgencias anteriores en las iglesias a causa de las nuevas, jugando con los años de jubileo según sus necesidades de dinero. ¡Naturalmente, contra los turcos!

7. Y la superchería del año de jubileo es mera ficción y una mentira fanfarrona para destruir la fe en Cristo y el cotidiano año de jubileo de Cristo. No obstante, con ello han seducido innumerables miles de almas y las han estafado ignominiosamente induciéndolas para ir a Roma, donde fueron despojadas de su dinero y de sus bienes, siendo perdidos todo el trabajo y los gastos.

8. En las indulgencias vendían buenas obras de toda la cristiandad, además de la absolución como algo especial, la cual el Evangelio daba antes y sigue dando siempre gratuitamente a todo el mundo, alejando seductoramente de esta manera las conciencias del Evangelio y de Cristo hacia obras humanas.

9. Enaltecían las indulgencias más que a todas las buenas obras de la caridad.

10. Los méritos de los santos, en cuanto ellos no los necesitaban para sí, los atribuían al tesoro de las indulgencias, como si el sufrimiento de Cristo no bastara para la remisión de todos los pecados, corrompiendo una vez más la fe en Cristo.

11. Finalmente ensalzaban las indulgencias, tanto que llegaban a enseñar que, si alguien hubiese cohabitado con la Madre de Dios, se le perdonaría por medio de las mismas.

12. Enseñaban además que, cuando la moneda suena en el fondo del arca, el alma vuela al cielo.

13. No era menester sentir contrición ni dolor para obtener indulgencia, siendo ahora suficiente depositar el dinero.

14. Se decía que San Pedro no podía conceder gracia mayor que la representada por las indulgencias.

15. ¿Qué se ha hecho ahora del inmenso dinero, de los tesoros y de los bienes que desde hace tiempo se han robado y adquirido tan ignominiosamente por medio de las indulgencias?


Antes de que Lutero predicara su doctrina, las indulgencias no eran un tema controversial. Lutero acusa a los clérigos de haberse aprovechado de ganar dinero con las indulgencias, pero también reprocha a aquellos que han guardado silencio con respecto a ellas. 


Las Breves de Dispensas(1)

Hubo breves de dispensas donde el Papa vendía el permiso a vender mantequilla, queso, leche y huevos, y autorizaba a escuchar misa en casa, a casarse en grados prohibidos y a elegir confesores que absolvieran de penas y culpas tantas veces como se quisiera. 

Todas estas cosas se hicieron por dinero, como si Dios no hubiese dado todas estas cosas de modo gratuito. Además, toda la clerecía aceptó esto de buen modo. 


Confesión

Es una de las instituciones que más aborrece Lutero. Las personas cargan con una angustia, una tortura o castigo enumerando todos los pecados. Con la confesión se ha perturbado la tranquilidad y la paz de todas las almas.


Penitencia

Si bien la confesión era una institución aborrecible, la penitencia sería la peor de todas: el infierno mismo. Esta se sostiene solamente por las obras y no por la fe, pero esto no es muy diferente de los turcos (musulmanes), paganos o judíos. No hay plena fe. Todo se relaciona con las obras en cuanto a la penitencia, pero nada por la fe. 

A continuación, Lutero se referirá a los vicios que surgieron de la penitencia. 


Misa comprable y la misa privada

Así como lo dice el título, se han vendido y comprado misas por ocho céntimos, seis céntimos, etc. En fin, si no había dinero, no había misas. Las misas tienen el propósito de ser comunes; la idea de comulgar. 

En los albores del cristianismo, los primeros cristianos observaban la Ley Antigua llevando toda clase de frutos al altar, tal como mandaba Moisés a los judíos. Por esta razón, mucho tiempo después esta misa fue llamada ''sacrificio'', luego se le llamó ''comulgar''. 

De acuerdo con Lutero, las misas comprables parecen volver al concepto de sacrificio. Se llaman comprables por las siguientes razones:


  1. Venta de cartas de la hermandad
  2. Venta de vigilias
  3. Venta de aniversario
  4. Venta de misas difuntos 

Con respecto a estas últimas se inventaron las misas áureas, que eran misas votivas en beneficio de los difuntos, además de las cinco misas que se realizan en navidad. Todas estas, de acuerdo con Lutero, son innovaciones que ha hecho la Iglesia que no tienen nada que ver con las Sagradas Escrituras.

Estas innovaciones fueron llevadas a cabo por los doctores católicos de la universidades. De acuerdo al testimonio de Lutero, estos decían:

''Qué biblia ni qué biblia''

''La Biblia es un libro de herejes. Hay que leer a los doctores. En ellos se encuentran las cosas''

Lutero dice que estas palabras fueron verdad, él se crio entre ellos. Esto permitiría aún más las innovaciones, puesto que dichos doctores son hombres que pueden cambiar de parecer. El mismo Santo Tomás de Aquino dijo que hacerse monje es lo mismo que ser bautizado; esto no se toma como innovación. 


La Excomunión

Con respecto a la excomunión, Lutero considera que la excommunicatio major que es aquella excomunión para autoridades seculares es un gran mal, pero una gran ventaja para el papa. Así, los Papas destronaban emperadores y príncipes, pasando ellos por autoridades seculares. Muchas personas han sido condenadas y anatemizadas con la excomunión.

Sin embargo, los únicos que nunca han sido condenados por simonía con la excomunión son los obispos, el Papa y otras autoridades eclesiásticas; las condenaciones solo van para aquellos a quienes convienen. 


Las dos formas del sacramento

Lutero nos dice que la comunión de una especie es una de las innovaciones más escandalosas de la Iglesia. Es una innovación que no aparece en las Sagradas Escrituras y tampoco se sostiene con la Palabra de Dios, aunque sí, la Palabra de Dios puede ser modificada mientras se mantenga en la Palabra de Dios.

Junto con la comunión luego tenemos el celibato que también sería una innovación de la Iglesia. El celibato, es la prohibición del matrimonio, lo que significa el rechazo a una mujer. Sin embargo, Dios quiere todo lo contrario: que se contraiga matrimonio con ellas y se viva en el amor conyugal.

Los cánones católicos prohíben tener a una mujer si se quiere servir a Dios, pero entonces, si esto es así, ¿qué sentido tiene el sexto mandamiento cuando dice ''No cometerás adulterio''? Parece ser que este precepto no equivaldría a ser universal, pues a los que se prohíbe tener matrimonio no les haría sentido que se les prohíba el matrimonio también.

Pero eso no es todo. Aquellos sacerdotes que se casaban se les ahorcaban, ahogaban, apuñalaban o desterraban. Estas normas, de acuerdo a Lutero, son solo por la sed de sangre que tienen aquellos que prescriben estas leyes. 

Esta es una novedad de los canónigos pues ni los turcos ni lo judíos ni los paganos tienen una norma tal que dispusiese a matar a otro por casarse. 


Concesiones

Teniendo en cuenta todas estas atrocidades cometidas por la Iglesia y teniendo a toda la clerecía en frente, Lutero les pide lo siguiente:


  1. Ceder el oficio de predicar
  2. No se pedirá sueldo ni remuneración. Pide Lutero que se le dispense de ser predicador
  3. Dejar a la clerecía seguir siendo los que son
  4. Reimplantar el poder jurídico episcopal, mientras los luteranos predican el Evangelio

Aparte de estas convenciones, Lutero nos dice que sería largo tratar más artículos, pero nos dejará algunas interrogantes que la Iglesia de Lutero sí ha desarrollado y no la católica:

  • ¿Qué es la Ley? 
  • ¿Qué es la Iglesia?
  • ¿Qué es el Evangelio? 
  • ¿Qué son las llaves? 
  • ¿Qué es el pecado? 
  • ¿Qué es un obispo?
  • ¿Qué es la gracia? 
  • ¿Qué es un diácono?
  • ¿Qué es el don del Espíritu? 
  • ¿Qué es el ministerio de la predicación?
  • ¿Qué es la verdadera penitencia? 
  • ¿Qué es la Cruz? 
  • ¿Qué es el verdadero catecismo, los Diez Mandamientos?
  • ¿Qué es la esperanza? 
  • ¿Qué es el bautismo?
  • ¿Qué es la misa? 

Entre otros artículos que nunca fueron estudiados por obispo alguno, de acuerdo con Lutero.

Conclusión

La envestida de Lutero contra la Iglesia es cada vez más aguda y no se detiene por estar la clerecía reunida. Vemos que, de todas formas, estos temas ya los ha tratado en otros escritos, aunque no con la ferocidad con lo que lo hace en este. Se dice que este es el himno del luteranismo, pero la verdad es que el texto no da ninguna directriz de cómo debería ser el luteranismo, al contrario solo nos presenta las criticas que el luteranismo tiene con respecto a la Iglesia.

martes, 4 de julio de 2023

Avicena - Metafísica de la Curación (Libro II: Sobre la Sustancia)

 


No podemos hablar de Metafísica si no hablamos de sustancia. En la Metafísica de Avicena, este concepto cobra fundamental importancia no solo por el legado de Aristóteles, sino que por el estudio propio del filósofo persa sobre la existencia y la constitución de los seres. Este es un libro corto, pero importante, pues no podremos avanzar en las otras materias sin entender lo que entiende Avicena por este concepto. 

La Metafísica de la Curación

LIBRO II: SOBRE LA SUSTANCIA

Capítulo I: Sobre hacer conocida la sustancia y sus divisiones de forma universal

Avicena dice:

''La existencia puede pertenecer a una cosa en sí misma, por ejemplo, la existencia de un humano como humano; y puede pertenecer a una cosa accidentalmente; por ejemplo, la existencia de Zayd como blanco''


Lo primario en la división de la existencia es la sustancia. Esto es porque justamente la existencia tiene dos divisiones:

  • Existente en otra cosa: subsiste y es especie en sí misma, es parte de un otro pero su separación no se lleva a cabo. También se llama existente en un sujeto. 
  • Existente que no inhiere en ninguna cosa: no es sujeto de nada. También se le llama sustancia propiamente tal

Ahora, si lo que fue referido a la primera división existe en un sujeto, entonces ese sujeto no es desprovisto de una de las siguientes descripciones:

  1. Si el sujeto es una sustancia, entonces la subsistencia del accidente sería en una sustancia
  2. Si no es una sustancia, entonces también estaría en un sujeto, en cuyo caso, la investigación vuelve al punto inicial

Es imposible regresar al infinito y en consecuencia, aquello que existe en otra cosa termina en la sustancia. De esta forma, la sustancia es anterior al accidente en cuanto a existencia. 

Los mutazilitas establecían que un accidente no podía adherir a un accidente. Pero de acuerdo a Avicena, la velocidad inhiere al movimiento, lo derecho a la línea y la forma plana a la superficie. También los accidentes son atribuidos a la unidad y la pluralidad, como se demostrará más adelante. Pero si un accidente existe en otro accidente, entonces los dos existen en una sustancia. 

Por otro lado, hay quienes señalan que una cosa puede ser sustancia y accidente con respecto a dos cosas. Esto es lo que dicen:

''Si esto es así, entonces el calor es un accidente en algo más que el fuego, pero el fuego es un accidente porque existe en sí mismo  como una parte. En otras palabras, no es posible quitar el calor al fuego y que el fuego siga siendo fuego. Por lo tanto, la existencia del calor en el fuego no es la existencia de un accidente que inhiere en él. Y si su existencia en el fuego, no es la existencia de un accidente, entonces la existencia del calor es la existencia de una sustancia''

Para Avicena, esto es un grave error. Hay una diferencia entre el receptáculo y el sujeto. El sujeto es aquello que es subsistente en sí mismo, y en términos de ser de las especies, y así se vuelve lo que causa la subsistencia en algo, pero no como una parte de este. 

Por tanto, no es extraño que una cosa exista en un receptáculo y que ese receptáculo no sea por sí mismo una especie perfectamente subsistente en acto, sino que tenga su subsistencia realizada por lo que ha venido a residir en ella por sí mismo, o con otra cosa, o con otras cosas combinadas, haciendo así al receptáculo un existente en la actualidad o volviéndolo una especie específica.

En consecuencia, hay tres formas de sustancia:

  • Sujeto: donde inhieren los accidentes en una especie y subsiste por sí mismo
  • Receptáculo: donde es recibida la especie y tiene cierta subsistencia por sí mismo
  • Forma: lo que da actualidad al sujeto

En este sentido, el receptáculo es mucho más general que el sujeto, sugiriendo que puede estar más relacionado con la materia que con la forma. Sin embargo, las cosas existen en un sujeto existen en un receptáculo, pero no puede ser el caso de modo contrario, es decir, que una cosa que este en el receptáculo esté en el sujeto. 

Capítulo II: Al determinar la sustancia corpórea y lo que se compone de ella

El cuerpo es una sustancia continua no compuesta de partes indivisibles. Es una sustancia que tiene tres dimensiones. Sin embargo, estas tres dimensiones pueden entenderse de diversas formas:

  • Longitud: a veces se dice "longitud" de una línea de cualquier manera que sea; A veces se dice "longitud" de la magnitud mayor de las dos líneas que abarcan una superficie; A veces, se dice "longitud" de las dimensiones extendidas de varias más extendidas de cualquier manera que sean, independientemente de si son líneas o no; a veces se dice "longitud" de la supuesta distancia entre la cabeza y su opuesto
  • Ancho: se dice de la superficie misma y de la magnitud menor de dos distancias, y de la dimensión que se conecta a la derecha y a la izquierda
  • Profundidad: una cosa como la dimensión que conecta dos superficies, que se denomina así cuando uno lo toma desde la parte superior, mientras se inicia desde la parte inferior, se denomina "altura". Estos, entonces, son las perspectivas populares que todos conocen

No es necesario que en cada cuerpo deba existir una línea en acto. Lo mismo sería para una esfera, la cual tampoco tiene líneas y en consecuencia no es necesario que sea un cuerpo. La finitud tampoco es necesaria en los cuerpos, pues no es difícil concebir un cuerpo infinito. Como dice el mismo Avicena:

''Quien concibe un cuerpo infinito, no concibe un no-cuerpo''

Ahora bien, tampoco es necesario que el cuerpo tenga las tres dimensiones con medidas exactamente iguales. El cuerpo puede tener distintas medidas dentro de esas tres dimensiones; por lo tanto, se entiende que las dimensiones no son la sustancia de los cuerpos sino que sus accidentes. De ahí que Avicena defina cuerpo de la siguiente manera:

''La sustancia que tiene su forma en virtud de lo que es cuyo límite son sus dimensiones, su forma y su posición, que en verdad no son subsistentes''

Sin embargo, puede ser que algunos cuerpos tengan estas características como algo necesario. 

Ejemplo de la cera

Para ejemplificar lo anteriormente dicho, Avicena nos enseña el conocido ejemplo de la cera. 

Si se tomara un pedazo de cera y se le diera una forma determinada, esta manipulación le daría una forma a la cera dentro de ciertos límites numerados como son las dimensiones. Luego, si se cambiaran las dimensiones, entonces las primeras dejarían de existir y se tendrían nuevas dimensiones. Estas pertenecerán a la categoría de la cantidad. 

Si esto pasa  aun cuerpo que tiene sus dimensiones como un necesario concomitante, esto no sería a causa de su cuerpo sino que sería por virtud de otra naturaleza que preserva su segunda perfección. Y en todo caso, estas características no difieren de otro cuerpo, pues todos los cuerpos tienen las mismas características en cuanto a sus dimensiones. 

El cuerpo y su división

En consecuencia, el cuerpo natural es una sustancia y sus dimensiones son accidentes. 

Ahora bien, es de la naturaleza del cuerpo ser dividido, pero las observaciones no están claras como para establecer esto. Eso porque alguien puede decir:

''Nada entre los cuerpos observados es un cuerpo que es puramente uno. Más bien, los cuerpos son compuestos. Los cuerpos unitarios no son percibidos por los sentidos y no puede ser divididos de ninguna manera''


Por supuesto, esta frase pertenecería a los atomistas islámicos quienes naturalmente apoyan la existencia de los átomos. Avicena nos dice que la existencia de los átomos ya fue refutada en su ''Física de la Curación'', y en consecuencia no se refiere a ella. 

Sin embargo, alguien podría decir lo siguiente:

''Sus naturalezas y sus formas son similares''

Avicena les responde que si un cuerpo se hace divisible hasta alcanzar partes indivisibles muy pequeñas potencialmente o actualmente, de ser así, estas partes serían puntos, o sea, cuerpos indivisibles y estarían gobernadas por las mismas reglas de los puntos en un cuerpo compuesto. La única forma en que esto puede ser entendido es a través de la facultad imaginativa.

En realidad, para Avicena, todo está hecho tanto de potencia como forma, es decir, adhiere a la teoría hilemórfica. No obstante, alguien puede decir: 

''El hilemorfismo también es compuesto. Es materia potencialmente y sustancia actualmente, y sin embargo está dispuesta a recibir forma'' 

Sin embargo, la materia y la sustancia están comprendidas dentro del hilemorfismo, no son cosas compuestas sino que todas se entienden juntas. 

Si la corporeidad difiere de otra corporalidad es solamente porque una cosa o es una, o es muchas, o es celeste o es terrestre. Esto es distinto de las medidas las cuales son una en sí mismas y en consecuencia, no tienen especies. Por ejemplo, no hay el número 1 no tiene especies de número 1, el número 2 no tiene especies de número 2 y así. Ahora bien, si se pregunta por la naturaleza del número 2 (dualidad) se tendrá que decir que es ''el-ser-número'' y que es propio de dicho numero. Lo mismo se dirá de la longitud cuya naturaleza es la medida. 

Si a la corporeidad se añade otra forma que la forma del hilemorfismo, sería otra cosa que sí misma y tendría que existir otra diferencia. Pero la corporeidad solo tiene una forma y no un género. Avicena nos dice que esto se explica mucho mejor en ''El Libro de la Demostración''. 

La corporeidad que se está discutiendo es en sí misma es una naturaleza realizada, cuyo tipo específico no es realizado a través de algo que se le une, de este modo, podemos imaginar, que ningún significado se une a la corporeidad, sino que solamente es corporeidad. 

En consecuencia, la corporeidad es un aspecto común a todas las cosas que tengan materia, en otras palabras, todas las corporeidades necesitan materia, no existen aquellas que no las tengan. 

Es importante que veamos la diferencia entre la corporeidad y la materia. 

La materia es la base de todas las sustancias corpóreas. La materia se convierte en sustancia mediante la forma, que es la actualización de la materia. La forma es lo que da a una sustancia sus propiedades y características específicas.

La corporeidad, por otro lado, se refiere a la presencia física y material de las cosas en el mundo. Incluye no solo la materia y la forma, sino también las propiedades y características que resultan de su interacción en el mundo físico.


Capítulo III: La materia corporal no está privada de forma

La materia corporal no puede estar desprovista de forma en acto. Lo que clarifica esto ya fue dicho anteriormente. Principalmente, que toda existencia tiene algo que subsiste y que está dispuesto a recibir otra cosa y tal existencia está compuesta de materia y forma. 

Ahora bien, la última materia (materia prima o materia remota) está desprovista de forma, pues no está compuesta de forma ni de materia (corporal). Lo que nos da como conclusión que la materia sin forma es pura potencia, pero esto solamente puede existir en la facultad estimativa. 

Si la materia corporal fuera separada de la forma corporal, entonces existiría un vacío que debiera separarlas, y así la forma tendría medida (formal) lo cual habíamos dicho que no era posible.

Ejemplo del terrón de arcilla

Ahora, Avicena nos respalda el concepto de materia por medio del ejemplo del terrón de arcilla. Nos pide primero que usemos la facultad estimativa para pensar en un terrón de arcilla. Imaginemos que se reduce gradualmente hasta ser una pequeña esfera. La pregunta que Avicena se hace es: 

''¿En qué punto un terrón de arcilla deja de ser un terrón de arcilla?''

 
La respuesta es que el terrón de arcilla nunca deja de ser terrón de arcilla y por lo tanto, su naturaleza no reside en la forma, sino que en la materia. En consecuencia, la forma nunca está separada de la materia cuando ésta última está en acto. 

Capítulo IV: Sobre poner a la forma antes de la materia en el rango de existencia

Ha sido mostrado ser cierto que la materia corporal subsiste en la actualidad solamente con la existencia de la forma. En consecuencia, la forma no existe separada de la materia.

En este sentido hay dos alternativas:

  1. Debe haber una conexión entre ellos en la categoría de relación y la quididad de una es solamente concebida como predicado con respecto a la otra
  2. No hay una conexión entre ellos en la categoría de la relación

De acuerdo con Avicena, la primera alternativa no es el caso. Esto porque muchas cosas intelectuales las aprehendemos de las formas corporales, pero se hace un gran esfuerzo para establecerlas en una materia. De la materia solo aprehendemos la disposición a recibir la forma. La disposición no necesita una conexión con algo que realmente exista.

Entonces ¿será que la conexión entre la forma y la materia sea la de causa y efecto, o es de dos cosas que existen igualmente? Una verdad es que la una no puede existir sin la otra. 

Pero veamos qué pasa cuando no son causa de la una y la otra. Estas dos oraciones y la diferencia de ellas nos guiarán.

  • La remoción es la causa de la remoción de otra cosa
  • Es inevitable que, con esta remoción, la remoción de la cosa tome lugar

Si fuera como la última, entonces no habría causa de la una con la otra y sin embargo, es inevitable que la remoción de una haga posible la remoción de la otra. 

Si esto es así, el razonamiento es el siguiente:

  • Que la remoción de una de las dos cosas removidas necesitaría la remoción de una tercera, distinta a la naturaleza de las dos
  • Que la remoción de solo una de las cosas removidas sea necesariamente removida por este tercero de tal modo que la remoción de esta tercera no ocurra. 
  • Ninguna de estas cosas tome lugar

La primer alternativa sería la correcta, la forma y la materia necesitan un mediador para que existan. Sin embargo, necesariamente una va antes que la otra. De acuerdo con Avicena nos da tres razones para decirnos que la forma va antes que la materia:

  1. La materia solo es materia porque tiene potencia para recibir y estar dispuesta a recibir. La disposición a recibir no es causa de nada y si así fuera, entonces la disposición a recibir debería existir permanentemente lo que es falso. 
  2. Es imposible que la esencia de una cosa sea la potencia, como lo es en el caso de la materia, y que esta sea la causa del acto. De hecho su causa debe volverse actual para dejar de estar en potencia. Si la materia fuera anterior a la forma, entonces necesitaría una esencia que es anterior a la forma. 
  3. Si la materia fuera anterior a la forma, entonces los seres que existen no debieran tener ninguna alteración con respecto a su materia. 

En conclusión, se llega a que la forma precede a la materia en el rango de existencia. 

Conclusión

Me parece que este libro, antes de hablar de la sustancia, creo que lo que mejor relata es la relación entre la forma y la materia. En el libro posterior y en el comienzo de este libro parece que Avicena da prioridad a la materia, pero luego vemos que esto no es así. En todo caso, sigue siendo bastante aristotélico en sus planteamientos. 

Martín de Azpilcueta - Comentario resolutorio de usuras

Esta es una de las primeras obras de Martín de Azpilcueta con respecto a la dicotomía economía y teología. El concepto de usura ya lo hemos visto desde Santo Tomás de Aquino y en consecuencia Azpilcueta lo considera en cada palabra de este tratado. Es interesante como se pueden conjugar el lado práctico de la economía y las características teóricas de la teología, que la época en que vive el filósofo es justamente heredera del escolasticismo. Veamos que nos trae el filósofo y economista con respecto a la usura. 


ADVERTENCIA: El texto está escrito en español antiguo, el cual no es fácil de entender. Esta síntesis intentará interpretar de la mejor manera el texto. 

 

Referencias:

(1) Un tipo de usura que es encubierta por otros contratos. 


COMENTARIOS RESOLUTORIOS DE USURAS

Concepto de usura

Martín de Azpilcueta comienza definiendo la figura del usurero:

''Si prestaste dinero a quien esperas más de lo que diste, sea dinero o bienes... ...eres digno de ser reprobado y no alabado''

Esto es lo mismo que Graciano nos diría en su obra ''Decretos'' donde se señala:

''Quien más de lo que ha dado, usuras quiere''

Pero más que esto, Martín corrige esta oración diciendo:

''Quien más de lo que prestó quiere más, usurario es''

Así muchos autores han podido identificar la usura ya sea con dinero o con bienes. 

Con todo, Martín Azpilcueta dice que la definición formal de glosas y doctores con respecto a la usura es la siguiente:

''Ganancia que se toma del empréstito cuyo señorío pasa en el que la recibe''

Los españoles llamaron a esto ''logro'', que viene de ''Lucrum'' en latín; en griego significa ''tocos'', que significa parto. Sin embargo, ¿por qué se le llama parto? porque lo prestado lo pare. Por otro lado, para los hebreos se llama ''bocado'' y ''mordedura'', con la cual el que presta muerde a quien se presta.

Con respecto a los empréstitos, estos pueden existir de dos clases:

  • Comodato (commodatum): el poseedor de una cosa presta esa cosa durante un tiempo determinado. Vencido el tiempo, la cosa se devolvía. 
  • Mutuo (mutum): se presta una cosa que no se debe devolver en la misma especie, sino que en otra equivalente


Ambos préstamos son graciosos (gratuitos), y la usura se ve más presente en el mutuo que en el comodato. Como el mutuo puede suceder en muchos aspectos, incluso de forma encubierta, del mismo modo, la usura también se cubre en estos tipos de contrato. Se cobra más por el tiempo en que se demora en devolver el préstamo; se excede el justo precio, e incluso se puede dar menos del justo precio si se devuelve con anterioridad; sin embargo, esto último no constituye usura.

La usura, por tanto, es logro o ganancia ilícita. Si bien la usura no es una ganancia espiritual ni cuasi-espiritual, sí la podemos ver reflejada en el Antiguo Testamento con el séptimo mandamiento ''no robarás'' y en el Nuevo Testamento con el Mateo 19 donde se habla de los ricos. 

Los granes doctores como lo sería Santo Tomás de Aquino tampoco avala la usura, diciendo que prestar sin esperar nada a cambio es bueno, pero no cuando se espera algo a cambio, sea esta espera expresa o tácita. 

Tipos de usura

Existen dos tipos de usura

  1. Usura real: usura que se toma por pacto tácito, expreso, público o secreto
  2. Usura mental: usura que se tomar sin pacto tácito, expreso, público o secreto, por sola intención principal

Se llama ''mental'' porque es un pecado interior de la voluntad sin habla y obra. Por ejemplo, también se habla de homicidio mental a la voluntad de matar sin que se siga la muerte; hurto mental a la voluntad de hurtar sin realizarlo. Real es cuando la voluntad y la obra concurren. 

Ahora bien, dentro de la usura mental hay dos divisiones:

  • Dicha
  • Voluntad de llevar la usura

En cuanto a la voluntad de llevar la usura, esta es efectivamente un pecado mental. Esta puede suceder cuando, sin pacto tácito ni expreso, se prestan 10 y se devuelven 11. De todas maneras, esta usura para que sea reparada aunque sea mental, pues de todas maneras sería un pecado. 

Usura vedada

La usura está prohibida para toda la cristiandad, aun cuando la ley civil lo permita. Esto porque la usura afectaría la conciencia del ser humano. 

En efecto, la ley civil permite la usura bajo el concepto de centésima, cuya práctica consiste en prestar por 100 meses e igualar el precio con el empréstito. Cada mes sale un porcentaje de un interés (usurario) de 1%, cada año del 12%. 

Esta práctica se realizaba por prestadores que llevaban tanto dineros como mercaderías por mar a peligro del prestador. A esto se le llamaba en la antigua Grecia ''préstamos a la gruesa ventura'', es decir, un prestamista entrega dinero a un naviero para realizar transporte marítimo, obligándose el naviero a pagar al naviero el precio del riesgo si es que ocurría un evento durante el viaje. A los otros mercaderes permitía las dos partes de la centésima, es decir, 8% al año, a los hombres comunes la mitad del empréstito anual, 6% al año.

Los hombres que se dedican a estas actividades llaman a ese porcentaje ''interés'', pero para Martín no cabe disfrazar el concepto de usura por otro. 

Cabe destacar que no todos los actos comerciales son de usura, a veces se puede prestar sin cometer usura, siempre y cuando se respete y no se consiga más de lo realmente pactado. Lo mismo ocurre en el plano de las relaciones: todo acto de virtud puede ser vicioso si tiene como fin un bien temporal. 

Desasimiento de la usura

Quien después de prestar principalmente por ganancia, conociendo su pecado, cambia su intención, y sin esperar nada a cambio por haber prestado, secundariamente espera y toma algún agradecimiento o amistad, no comete pecado de usura, pues la amistad no es algo estimable en dinero. Tampoco cometería usura el que recibe algo sin esperarlo realmente, es decir, de buena fe. 

Se comete usura cuando se sobrepasa el precio justo, pero también cuando el deudor para menos del justo precio al vendedor. 

Contrato de compañía

Azpilcueta comienza describiendo los tipos de contratos de compañía:


  1. Un compañero asegura al otro su caudal con cierta ganancia, de esta manera, el primer contrato es de compañía: uno pone dinero y el otro pone su trabajo e industria, partiendo las ganancias y las perdidas dudosas justamente
  2. Un compañero pone el trabajo, asegura el caudal al otro, por un tanto, que fuere justo, o porque tome un tanto, que fuere justo, menos de la ganancia
  3. Para quitar sospechas y enojos, uno de los compañeros le arriende la ganancia dudosa, por un precio razonable, o que tome de la ganancia verosímil y dudosa, otra menor cierta el señor del dinero.

Los dos primeros contratos no serían lícitos, de acuerdo a Azpilcueta, porque traspasan el señorío pues aquel compañero, el que hace el trabajo e industria se arriesga a no recibir lo adecuado. Puede hacer de ello lo que quiere, como si se lo hubiese prestado, tratando o dejando el trato. Si se pierde, para el compañero se pierde, y si se guarda, para el que toma se guarda.

El único contrato que no pasa el señorío del compañero es el contrato de depósito cuando se garantiza el dinero que obtendrá el otro compañero. Lo que siempre traspasa el señorío es la culpa y la tardanza. 

Intereses

De acuerdo con Martín de Azpilcueta, el interés es lo que el que presta pierde de su hacienda, o deja de ganar por prestar, o por no pagar en el plazo debido lo que prestó. De este modo, existen dos clases de intereses:

  1. Interés de daño (daño emergente): interés que surge del daño en una actividad determinada. Por ejemplo, que se manda a construir una casa, y el daño que se ocasione en esa construcción, tendrá que ser pagado con un interés
  2. Interés de ganancia (lucro cesante): ganancia que por prestar dinero deja de ganar, sobre todo si no se devuelve el pago en el tiempo concertado
Ahora bien, el comerciante puede llevar interés solo en tres casos:

  1. Interés de daño
  2. Por tardanza
  3. Empréstito con o sin fuerza

El único interés que podría temerse que no se llevara es el empréstito por fuerza, pero sí se consideraría el voluntario. Prestar con fuerza se considera un vicio, pero no prestar por amor y solidaridad. 

Por otro lado, hay que diferenciar entre usura e interés. El deudor, por no pagar lo que debe, es obligado a pagar el interés de ganancia aunque sea mayor la cantidad de las usuras permitidas. La usura es solamente el cobro excesivo por la tardanza, no por lo que se debe principalmente. En otras palabras, los intereses, dentro de sus límites, no constituirán usura. 

Las condiciones del interés

De acuerdo con algunos economistas, para que el interés se pueda llevar sin pecado se deben suceder siete condiciones. Sin embargo, Martín de Azpilcueta no está de acuerdo con ninguna de ellas

  1. Que no se huelgue tanto ganar por esta vía. Pero la verdad es que no es que se holgué de ganar por esta vía, sino más bien por lo que deja de ganar cuando se presta
  2. Lo que se recibe de interés, debe ser por medio de interés y no por usura paliada(1). Sin embargo, basta que al tiempo del empréstito, cuando se señaló el interés, la ganancia fuese verosímil, aunque después no se siguiese
  3. El haber pagado o no haber pagado sea la causa de no haber habido ganancia, a lo menos verosímil, según todos. Pero esto no procede si es que el dinero lo tenía para otras causas fortuitas.
  4. Que no sea acostumbrado a dar usura. No va al caso con respecto a al conciencia, pues en una cosa puede ser usurero y en otras no
  5. Que no reciba el interés, antes de lo que verosímilmente lo hubiera interesado, si tratara. Sobre este punto no hay objeción
  6. Que aquel que pide prestado no esté en extrema necesidad. No parece necesario porque como no es obligado a dar graciosamente de precepto, antes satisface prestándose lo necesario, a pagar cuando pudiere. No hay texto o razón que obligue a prestarle sin intereses
  7. Que aquel que presta no incurra en tener fama de usurario. Esta condición es necesaria para evitar el pecado, pero no para evitar la no restitución la cual nace de la injusticia. 
  8. (Añadida por Azpilcueta) Socorrer la necesidad de vida, salud, honra o hacienda del prójimo. No hay compulsión de fuerza pero sí de amor y caridad. Sin embargo, aunque es noble en su principio, no es necesaria
  9. (Añadida por Azpilcueta) Que no lleve el todo el interés que verosímilmente se espera, sino que solamente lo que vale la verosímil esperanza. El único detalle de este interés es que no sea llevado por cosas como el pecado y la vanidad

En consecuencia, Martín de Azpilcueta no tiene problemas con que se genere el cobro de intereses. 

Lo que no es usura

La usura no es tomar el pago por no pagar, ni tomar lo perdido por prestar, pues esto ocurre por el interés de daño. Tampoco es usura aquel dinero que es tomar por la renta de una heredad (bien inmueble), lo que se toma por interés de ganancia. De hecho, aquello de que se renta se puede percibir interés. 

Lo que sí es usura es la ganancia que los mercaderes toman por prestar a intereses los dineros, a personas que realmente no pueden pagar y ellos saben que no pueden pagar. Se comete esta usura con aquellos que no saben que pueden pagar, se les cobra pero el otro quedaría en una condición de esclavo. A esto se llama interés fingido. 

Montes de piedad

Los montes de piedad son entidades benéficas para los pobres. Martín de Azpilcueta nos señala su funcionamiento:

  • Un prelado, señor, hombre rico, o ciudad, presta dinero a los pobres por medio de prendas (bienes muebles), mientras que el pobre (prestatario) debe dejar alguna cosa en garantía por los mese que dure el empréstito

Azpilcueta nos dice que hay veces que, prestado el dinero por cierta cantidad de meses, en esos meses se cobra un interés que parece usura. 

Algunos montes de piedad están permitidos por grandes autoridades. Uno es el Papa León X en el Concilio lateranense por la bulas, cosa que sus predecesores (Sixto, Paulo, Inocencio y Julio) también habían hecho, en todo caso, esta fue la razón de aprobar los montes de piedad. 

Por otro lado, Azpilcueta nos dice que hay cierto aprovechamiento de los Montes de Piedad, pero este aprovechamiento lo realizan los pobres, lo que puede parecer injusto pero esto es solo responsabilidad de ellos.

Usura en las relaciones

No es usurario que el yerno lleve los frutos de la dote prometida que le dio el padre. El prestamista no pierde nada cuando protege a la mujer, pues esto es su obligación. La dote se da para mantenimiento de la mujer y del mantenimiento de ella. 

Censo

El censo es un derecho a recibir alguna pensión en dinero o en bienes, por un año, mes u otro tiempo. Se dudaba de que si la compra del censo constituía usura, pero Martín de Azpilcueta aclara que no porque no consiste en prestar sino que en comprar. 

Algunos dicen que en verdad se finge compra por empréstito. Pero esto no sería posible en los dos casos del censo que serían la donación, pues no hay que esperar, y en cuanto al censo en dinero, aunque puede pensarse que en un censo nuevo puede darse la usura, que sea censo por dinero no es presunción para decir inmediatamente que es usura. 


Conclusión

De acuerdo con todo lo visto, podemos inferir que Martín de Azpilcueta no vincula directamente o simplemente el cobro de intereses con la usura. La usura, ya en términos modernos, o en términos de Martín de  Azpilcueta, es el cobro excesivo de estos mismos intereses. El cobro de intereses no tiene nada de malo, pero son el exceso de cobro lo que los hace usurarios. Sin embargo ¿qué ocurre con algunos pasajes de la biblia que efectivamente nos dice que el cobro de intereses es usura? Al menos, ya parece ser normal en términos civiles, pero parece que aun en los naturales no parece. 

domingo, 2 de julio de 2023

Etimologías - Usura


Usura

En general, la usura es el cobro excesivo de intereses. Su concepción ha sido objeto de controversia, pues algunos pensadores la consideraron condenable y otros aceptable. En gran parte, la religión es una de las disciplina que nos ha hablado de la usura ampliamente, además de su condenación; pero, por otro lado, las interpretaciones de las lecturas sobre el cobro de intereses son cambiantes. En cuanto a su etimología, si bien esta palabra proviene de Roma, la verdad es que en Grecia ya se podía entender de algún modo. 

Antigua Grecia

Si bien la palabra usura es de origen latino, si entendemos que la usura es el cobro de intereses excesivo, en la antigua Grecia, efectivamente, existía el cobro de intereses. En verdad, en la antigua Grecia no era un problema el cobro de intereses fuera excesivo o no, pues no existía ninguna regulación. 

Como no podemos analizarla desde el punto de vista de la palabra ''usura'', tendremos que averiguar el concepto que da nacimiento a la usura: el interés. 

Interés en griego antiguo se dice tókos (τόκος) y significa justamente, el interés sobre el dinero prestado. Su costumbre no era para nada penalizada, al contrario, era permitida y pactada entre el prestamista y el prestatario, 

Ahora bien, existía un tipo de interés acentuado que era llamado anatocismo.

  • Ana (ανα-): nuevo
  • Tocismo (τόκος + ισμός = τοκισμός): acción de dar interés

Básicamente, este concepto significaba el cobro del interés sobre el interés. Aclaremos el anatocismo con el siguiente ejemplo:

  • Una persona presta a otra 100 pesos por un año con un interés del 10%. Es decir, esta persona tendrá que pagar a final de año la suma de 110 pesos. 
  • Ese 10% es llamado interés simple que es la ganancia aplicada al capital inicial
  • Sin embargo, si te demoras en pagar los 110 pesos (1 año y un mes), entonces se sumaran los intereses moratorios
  • Supongamos que los intereses moratorios de un mes son 10%
  • Entonces, sobre el monto de 110 se aplicará el nuevo interés del 10%, es decir un 10% más
  • En total, lo que tendría que pagar sería 121 pesos (110 + 10% de 110 = 121)

El anatocismo en la antigua Grecia era de orden convencional por lo que la institución solo concernía a las partes. 

Antigua Roma

Si en la antigua Grecia se permitía el cobro de intereses, en la antigua Roma se prohibiría de forma absoluta. En consecuencia, si el solo cobro de intereses estaría prohibido, el anatocismo no tenía cabida alguna. 

La palabra nace justamente del latín usura que deriva de la palabra usus, que quiere decir ''hacer uso'' y ura que es el sufijo que se utiliza para realizar una acción.

En todo caso, si bien el derecho romano permitía una tasa de interés del 12% anual. Sin embargo para los pensadores bíblicos como San Agustín de Hipona, el cobro de intereses era lo mismo que la usura. Esto basado en ciertos pasajes de la biblia. 

''Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no serás usurero con él, no le cobrarás intereses''

(Éxodo 22:25)


''Pero si este hombre... ...que presta dinero con usura y exige intereses: ese hombre no vivirá''

(Ezequiel 18:10-13)


''Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio''

(Lucas 6:35)


Entre otros versículos que se establecen en contra del cobro de intereses, todos, de acuerdo con los pensadores cristianos de aquel tiempo, equiparan el cobro de intereses con la usura. 

En próximas entregas veremos que a lo largo de la historia, la perspectiva de la usura cambiara notablemente. 


Conclusión

En estricto rigor, la usura está prohibida en muchos países, no me atrevería a decir que en todos, pero en muchos como Japón, Estados Unidos y Suiza las regulaciones contra la usura son muy flexibles. En el caso de Chile, la usura está regulada en el Código Penal en el artículo 472, a la hora de implementar un interés superior al 50%, al interés corriente. Parece ser que hoy en día, el cobro de interés no es necesario que constituya usura.