sábado, 11 de diciembre de 2021

Porfirio - Isagoge


Uno de los textos fundamentales para comprender de lógica nos la trae el gran filósofo y lógico neoplatonista y discípulo de Plotino, Porfirio. La obra presente en este blog ''Isagoge'' es de tanta sustancia lógica que fue considerada por filósofos posteriores, es decir, por filósofos de la Edad Media que se dedicaron a estudiarla profundamente. Si bien es una introducción a las categorías de Aristóteles, la obra en sí es perfecta para explicar los conceptos claves de la misma obra aristotélica, que luego servirá para explicar algunas otras obras de Boecio. 

Referencias:

(1) Esto calza perfecto con el principio del derecho ''Lo accesorio sigue la suerte de lo principal''

(2) Esta también podría relacionarse con el principio del derecho ''el género no perece'' (Genus nunquam perit)


ISAGOGE


Predicables

La primera línea de Porfirio nos da una advertencia:

''Omitiré hablar sobre si el género y la especie subsisten en la naturaleza o son meras concepciones, si son corpóreas o incorpóreas, si están separadas o son sensibles, porque ese trabajo sería más extenso y de una profunda investigación''

Dejando esto en claro, el filósofo comienza a hablar sobre los predicables. 

Antes de entrar al contenido hay que saber qué significa la palabra predicable. Predicable es todo aquello que puede ser afirmado o establecido. En este sentido existen cinco predicables de acuerdo a Porfirio.

  1. Género
  2. Especie
  3. Diferencia
  4. Propiedad
  5. Accidente

Estas son también llamadas las ''quinque vocis'', es decir, las ''Cinco Voces''. 

Sobre el género

Porfirio analiza primeramente el concepto de género diciendo que este es una colección de cosas que guardan relación con un cierto uno (unidad y entre sí). Por ejemplo, se habla de los Heráclidas porque proceden de Hércules, y de la multitud de esos que tienen parentesco con el mismo. 

El género también se entiende como la generación de cada uno, por ejemplo, se llaman Heráclidas aquellos que provienen de Hércules como si fuera una relación de padre e hijo. 

También se dice género a aquello que se subordina a la especie. Esto se entiende en el sentido de que el género es un cierto principio de lo que está debajo de él, pero también contiene aquello que está bajo él. 

Por lo tanto, el género tiene tres especies:


  1. Parentesco
  2. Generación
  3. Principio

Los filósofos siempre toman el género en este tercer sentido, añadiendo además que el género es aquello que se predica respecto de lo que es, de muchas cosas que difieren en la especie; por ejemplo, la palabra ''animal''. 

Tanto el género y la especie se pueden predicar respecto de muchas cosas. Sin embargo, el género no solo se hace especie de una sola cosa sino que de muchas. Por ejemplo, la palabra hombre, que es  especie, se predica de Sócrates y Platón, diferenciándose ambos por un número y no por una especie. En cambio la especie, si bien puede dividirse, no se diferencia por la especie misma sino que por el número.

Género: se diferencia por múltiples especies
Especie: se diferencia por múltiples números

Ahora bien, en el género resulta que existe la diferencia, pero en la especie solo tendríamos el accidente. Así, ''racional'' sería una diferencia en ''animal'', pero negro sería un accidente en cuanto a ''cuervo''. 


Sobre la especie

La especie se dice de la forma de cada cosa:

''Primeramente se presenta bajo especie digna de una reina''

Lo que está bajo un cierto género también se denomina especie; y así decimos que hombre es una especie de animal. Sin embargo, ambos, género y especie, se dan respecto de algo y no por sí solos. Pero también hay un tercer sentido que puede entenderse la especie, bajo el número. 

  1. Especie es lo que está bajo el género
  2. Aquello de lo que el género se predica
  3. Lo que se predica respecto de lo que es de muchos que difieren en número

En estos tres sentidos podemos entender la especie. 

Generalísimo y especialísima

Existen géneros que no pueden alcanzarse más allá de un último. Es decir, más allá de éste último género no es posible encontrar otro. La especialísima, por otro lado, es aquella por la cual no puede encontrarse otra especie más ínfima que ésta. También tenemos aquellas figuras intermedias que no son géneros generalísimos ni especies especialísimas; es decir, contienen en ellas mismas género y especie. 

Para aclarar un poco más lo dicho, Porfirio nos habla de la sustancia. Esta por sí misma es género y en ella se encuentra el cuerpo y bajo cuerpo encontramos el cuerpo animado, y bajo el cuerpo animado encontramos el animal, y bajo el animal encontramos la categoría de racional, y bajo este encontramos al hombre, y bajo al hombre encontramos a Sócrates y Platón. 




¿Por qué no podemos considerar que ''hombres'' es el género de Sócrates o Platón? simplemente porque no existe la especie ''Platón'' o una especie de ''Sócrates''. Estos dos son solamente individuos, es decir, son indivisibles por lo que no hay más división en esta especie. El género generalísimo siendo género no es especie, y la especie especialísima siendo especie no es género. 

Los 10 géneros generalísimos

Desde el Órganon de Aristóteles sabemos que existen 10 categorías

  1. Sustancia
  2. Cantidad 
  3. Cualidad
  4. Relación
  5. Lugar 
  6. Tiempo
  7. Acción
  8. Pasión 
  9. Posesión
  10. Estado

Estos diez géneros hacen que podamos encontrar las cosas en común y también las desemejanzas entre los individuos, quien Boecio considera que son infinitos. Como son infinitos, entre los individuos no hay ciencia. En efecto, entre las especies especialísimas hay una pluralidad infinita, mientras que cuando se asciende a los géneros generalísimos el procedimiento no es dividir sino que es unir

Los individuos

Entendemos individuos como aquellos que son ''indivisibles'' porque no hay especie de individuos sino que ellos son la misma especie (especialísima). Se llaman individuos porque cada propiedad que tienen ellos en su interior son únicas con respecto a otros individuos. 




Sobre la diferencia


La diferencia puede entenderse en tres sentidos:

  1. Amplio: una cosa difiere de otra siempre que se distinga de alguna manera por una alteridad, sea respecto de sí misma o de otra. Por ejemplo, Sócrates difiere de Platón por una alteridad y él mismo difiere de sí mismo cuando se dice que es joven, adulto o anciano
  2. Estricto: una cosa difiere de otra cuando una se distingue de la otra por un accidente inseparable. Por ejemplo, ojos glaucos, nariz aguileña o cicatriz permanente. 
  3. Estrictísimo: una cosa difiere de otra cuando se distingue por una diferencia específica. Por ejemplo, hombre y caballo difieren por lo ''racional''. 


En este caso, la diferencia puede ser de dos tipos:

  • Diferencias en sentido amplio y estricto hacen otro
  • Diferencia en sentido estrictísimo hacen distinto

¿Cuál es la diferencia entre estas dos diferencias? que la primera hace la división de las especies mientras que la segunda es solo una alteridad entre las especies: modos de ser o estar.

Separabilidad e inseparabilidad

Existen unas diferencias que son separables y otras son inseparables. Las diferencias separables son todas aquellas que tienen que ver con el ''estar''; estar sentado, estar parado, estar enfermo, etc. mientras que las diferencias inseparables tienen que ver con el ser; nariz aguileña, nariz chata, ser racional o ser irracional. 

Ahora bien, entre las diferencias inseparables unas se dan por sí y otras por accidente. Las primeras no admiten el más ni el menos, pero los accidentes, aunque sean inseparables, son susceptibles de más o menos. 

Por otro lado, ni los géneros ni las diferencias que dividen el género son susceptibles de más o menos. Esto porque aquellas diferencias son las que completan la definición y el ser de cada cosa. 

Posteriormente, Porfirio nos da un ejemplo de aquellas diferencias por sí de ciertos conceptos. La palabra ''animal'' tiene como diferencias lo animado y sensible, lo racional e irracional; mortal e inmortal. Lo animado y sensible son sustancias propias del animal, pero la división ya surge después, cuando hablamos de lo racional e irracional. 

Definición de diferencia

Con todo, Porfirio nos indica una definición de diferencia:

''Lo que se predica respecto de cómo es de varias cosas que se predican en la especie''

En efecto, cuando preguntamos qué es el hombre, tenemos que decir que es un animal; sin embargo, aquí no hay ninguna diferencia hasta que digamos qué especie de animal es. Por lo tanto, la pregunta ya no sería qué es el hombre sino que ''cómo'' es el hombre. ¿Cómo es el hombre? racional. 

También podemos definir la diferencia del siguiente modo:

''Lo que es capaz por naturaleza de separar lo que está bajo el mismo género''

En efecto, racional e irracional separan al hombre y al caballo que tienen un mismo género.

Otra definición que nos ofrece es la siguiente:

''Aquello por lo cual se distingue cada cosa''

Claro, hombre y animal no difieren en cuanto al género, pero una vez añadida la palabra racional, distinguimos al hombre del caballo. 

Sobre lo propio (propiedad)

Con respecto a este punto, Porfirio es muy breve y se refiere a lo propio en cuatro sentidos:

  1. Lo que conviene a una sola especie, pero no a toda. Por ejemplo, es propio del hombre ser geómetra o médico
  2. Lo que conviene a toda una especie, pero no a una sola. Por ejemplo, que el hombre sea bípedo
  3. Lo que conviene a una sola, toda y alguna vez. Por ejemplo, que el hombre envejezca
  4. Lo que conviene a una sola, toda y siempre. Por ejemplo, el hombre se ríe y aunque no se ríe siempre, tiene la capacidad de reír siempre. 
Porfirio nos dice que esta última propiedad se llama ''lo propio en sentido riguroso'' porque el caballo relincha y si es capaz de relinchar es porque es caballo. 

Sobre el accidente

La primera definición que nos da Porfirio del accidente es la siguiente:

''Lo que llega a ser y deja de ser sin la corrupción del sujeto''

Ahora bien, estos pueden dividirse en dos: aquellos separables y aquellos inseparables. Recordemos que el separable tiene que ver con el ''estar'' y el inseparable tiene que ver con el ''ser''. 




De lo común a las Cinco Voces

El género se predica de las especies, en efecto, del caballo se predica que es animal. La especie se predica de los individuos que están en ella, por ejemplo, de un caballo o un buey se predica que son individuos. De los individuos se predica lo propio como sería que los hombres son capaces de reír y también se predica de otros individuos. Los accidentes sean separables o no se predican de la especie. 

De lo común al género y a la diferencia

Lo común al género y a la diferencia es la especie. La diferencia contiene muchas especies, pero no tantas como sí contiene el género. En efecto, racional no contiene a los animales brutos, pero sí al hombre y a Dios que son especies. Por lo tanto, todo lo que está bajo el género y la diferencia permanecerá o se destruirá dependiendo de la suerte del género y la diferencia(1). 

Diferencia del género y la diferencia

Como dijimos anteriormente, el género abarca más especies que la diferencia, por ejemplo, el concepto animal abarca tanto al hombre como al caballo, pero la diferencia solo abarcaría los bípedos o a los cuadrúpedos. 

También es necesario ver que las diferencias son aquellas que dividen al género y no aquellas que completan la sustancia. El género tiene a la diferencia en sí misma, pero la tiene en potencia; en efecto, si digo animal, potencialmente se predica de éste si es racional o irracional. El género no se suprime con las diferencias, pero las diferencias sí se suprimen con el género(2).

En este sentido, el género se asemeja a la materia (remota) y a la diferencia se asemeja a la forma. 

Lo común al género y a la especie

Lo común que tienen estos dos conceptos es predicarse de muchos. También puede decirse que estos son anteriores a aquello que se predican y finalmente, género y especie son un cierto todo según el caso. 

Diferencia entre el género y la especie 

La primera diferencia es que el género contiene a las especies, mientras que la especie se predica de otras cosas. Los géneros son anteriores a las especies y completan las especies, por lo tanto, los géneros son previos por naturaleza. Si hay especie, entonces siempre hay género; por el contrario, si hay género no siempre hay especie. 

Lo común entre el género y lo propio

Lo común es que ambos siguen las especies; si es hombre es animal, si se es hombre se es capaz de reír. De ambos se pueden predicar el género, pues de que sea capaz de reír es el hombre y el hombre es un animal. 

Diferencia entre el género y lo propio

Difieren en que el género es anterior y lo propio siempre posterior. El género se predica de muchos más que de lo propio. El género nunca se predica recíprocamente, pero lo propio sí puede predicarse recíprocamente, por ejemplo, no por ser animal es es hombre ni por ser hombre es animal (porque el animal puede dividirse en racional e irracional), pero sí se es hombre por la capacidad de reír

Lo común entre el género y el accidente

Lo común que hay entre los dos es que ambos se predican de muchos. 

Diferencia entre el género y el accidente

Elementalmente, el género es anterior a la especie y los accidentes posteriores a la misma. Los que participan del género participan por igual y la participación de los accidentes siempre es de más y de menos. Los accidentes se dan primariamente en los individuos, mientras que el género y la especie son anteriores a los individuos.

Así, se establecen cuatro diferencias en el género que serían la diferencia, la especie, la propiedad y el accidente. 

Lo común entre la diferencia y la especie

Lo común entre la diferencia y la especie es que participan en sí mismas. Por ejemplo, Sócrates es tanto hombre como racional. 

Diferencia entre la diferencia y la especie

La especie siempre describe lo que una cosa es, mientras que la diferencia lo describe ''cómo es'' esto debido a su cercanía con el género. En efecto, es el género lo que lo hace subsistir. La diferencia es anterior a la especie, por ejemplo, si se suprime racional, se suprime hombre, pero si se suprime hombre no se suprime racional. Lo racional y lo mortal, que son diferencias, se unen en la hipóstasis de hombre, pero la especie no se une a otra por medio de hipóstasis.

Por lo tanto, la diferencia puede unirse a la diferencia, racional se une a mortal, pero caballo no puede unirse a mulo (sin contar con el género).

Lo común en la diferencia y en lo propio

Los que participan en ellos participan por igual; por ejemplo, los racionales son racionales por igual y los que son capaces de reírse son capaces de reírse por igual. Ambos se dan siempre y en todos, por ejemplo, aunque al bípedo se lo mutile, siempre será llamado bípedo. Lo mismo ocurre con la capacidad de reír, que se debe considerar como facultad, y no como andar siempre riendo. 

Diferencia entre la diferencia y lo propio

Lo propio se dice solamente de una única especie y la diferencia puede estar en varias. 

Lo común a la diferencia y el accidente 

De estos dos lo que se dice en común es la muchedumbre y también los accidentes inseparables. Bípedo y negro se dan en ambos. 

De las peculiaridades entre la diferencia y el accidente

Las peculiaridades de ambas se resumen en tres puntos:


  1. La diferencia contiene y no es contenida: racional contiene a hombre; los accidentes pueden contener, pero también son contenidos
  2. La diferencia no tiene gradaciones, el accidente sí
  3. La diferencia contraria no puede mezclarse, pero los accidentes contrarios sí pueden mezclarse

Lo común a la especie y a lo propio

Se predican uno del otro: si se es hombre, se es capaz de reír y si se es capaz de reír se es hombre.

Diferencia entre la especie y lo propio

Ambas difieren en que la especie puede ser género de otra especie y lo propio no puede ser género de otras especies. La especie preexiste a lo propio y lo propio sobreviene a la especie. La especie siempre se da en acto y en cambio lo propio en potencia. Por ejemplo, Sócrates está siempre en acto, pero el ser capaz de reír será siempre en potencia. 

Lo común a la especie y el accidente 

Ambos se predican de muchos y no hay mucho más que decir porque el accidente, por lo general no inhiere a lo que está.

Diferencia entre ambos

En cuanto a la especie, predicarse respecto de aquello que es especie y el accidente predicarse cómo es aquella o cómo está. Las especies se piensan antes que los accidentes, incluso si estos son inseparables, porque es preciso que exista un sujeto antes que el accidente. 

Lo común a lo propio y al accidente inseparable

Sin ellos no subsiste aquello que se observa. Sin la capacidad de reír no subsiste el hombre; por otro lado sin el negro no existiría el etíope. 

Diferencia entre ambos

Lo propio se da en solamente una especie, como ser capaz de reír. El accidente inseparable como el ser negro no solo se da solo en el etíope, sino que en el cuervo, en el carbón, en el ébano, entre otros. 


Conclusión

Ciertamente, en mi opinión, la Isagoge no es precisamente una introducción al órganon de Aristóteles. Me parece que más que una introducción es un enfoque directo a las cinco voces consideradas en el órganon, su estudio y análisis. La división de todas estas voces significa la aclaración de cómo procederán las premisas de los silogismos. Es claro, pero no cubre todo lo que verdaderamente significa el órganon. Sin duda que esta ''introducción'' nos será útil también para comprender el Tratado de la División de Boecio. 

domingo, 5 de diciembre de 2021

Boecio - Sobre la división (De divisionibus)



Sabemos que Boecio es muy conocido por su obra La Consolación de la Filosofía, libro célebre que nace entre el fin del Imperio Romano y el inicio de la Edad Media. Sin embargo, en el ámbito metafísica y lógico, la obra que vamos a emprender es de una importancia capital, sobre todo con su concepto sobre los Universales. Desde Aristóteles, en este blog no hemos escuchado ni hablado sobre la lógica y mucho menos sobre los universales, pero ya es hora de hablarlo directamente. 

Referencias:

(1) Sin embargo, Boecio indica que es sumamente difícil establecer esta diferencia porque también, este caso, podría ser oposición. 

SOBRE LA DIVISIÓN




1. Los tipos de división

Lo primero que hace Boecio es analizar la palabra división. En primer lugar, nos dice que la palabra división puede entenderse de diversos modos. 

  • Genero y especie
  • Todo y parte
  • Voz y significado

Existe una cuarta también que tiene que ver con los accidentes la cual tiene una subdivisión.

  • División del sujeto con los accidentes
  • División del sujeto en accidentes
  • División del accidente en accidentes (que es dan en un mismo sujeto)

En razón a esta clasificación, veremos una a una las divisiones que nos comenta el filósofo. 

Género y especie

¿Cómo se divide el género y la especie? en primer lugar cuando decimos: de los animales, unos son racionales y otros irracionales. Básicamente, es así como se divide el género en especies. 

Todo y parte

Esto sucede cuando el todo lo dividimos en las partes que se compone cuando decimos: de la casa, una parte es el techo y otra la pared; el hombre está constituido por alma y cuerpo. 

Voz y significado

Sucede cuando se dice perro y éste significa animal irracional, cuadrúpedo y ladrador. Ahora bien, las oraciones también pueden tener significados; por ejemplo, cuando se dice Digo que tú, hijo de
Eaco, puedes vencer a los romanos», o bien: «Digo que los
romanos pueden vencerte a ti, hijo de Eaco».

En esta parte es donde Boecio nos habla sobre la diferencia entre dos palabras:

  • Equivocidad: nombre que designa muchas cosas
  • Ambigüedad: oración que designa varias cosas

Sujeto en accidentes

Sucede cuando se dice que unos hombres son negros, otros blancos y otros de color intermedio. Boecio recalca que el ejemplo mencionado es accidente del hombre y no especies de hombre, mientras que para estos accidentes, hombre es sujeto, no género. 

División de accidentes y sujetos

Partición de accidentes en sustancias, por ejemplo, de las cosas que se anhelan, unas están en el cuerpo y otras en el alma. Lo que se anhela es accidente del alma y del cuerpo, no su género. El alma y el cuerpo no son especies ni tampoco género, son sustancias. 

División de accidentes en accidentes

Cuando se dice que entre las cosas blancas, unas son perlas, otras son leche, otras son líquidos, etc. La fluidez, la blancura y la solidez son sustancias y en este caso, el blanco ha sido separado en sólido y líquido. Sin embargo, estos accidentes podemos seguir dividiéndolos porque las cosas líquidas o solidas pueden ser blancas o negras. También, estos accidentes pueden darse en un sujeto; por ejemplo, el ébano es negro y sólido. 

2. Diferencias entre los tipos de división

Boecio se propone analiza el factor común entre todas las divisiones que pueden ser estudiadas. 

Diferencias entre la división del género y la división de la voz

La diferencia principal  es que la voz se separa en las significaciones que posee, mientras que el género no se desmiembra en significaciones, sino que en ''criaturas suyas''. El género es el todo respecto de una especie suya al ser más universal por naturaleza.

Otra interesante diferencia entre la división del género y la división de la voz es que esta última se divide en cosas distintas entre sí, las voces no tienen nada en común salvo el nombre. En cambio, el género toma tanto el nombre como su definición en el género. 

Género: necesita nombre y definición
Voz: distintas divisiones, pero el nombre las hace común

Otra diferencia es que la voz siempre pertenece al uso y costumbre de los pueblos, mientras que el género pertenece a la naturaleza. Claro, la voz perro es entendida de una manera en una comunidad y en otra, pero lo que es género es propio de la naturaleza que todos conocemos (animal, por ejemplo). 

Diferencia entre la división del género y la división del todo


La diferencia entre estas dos divisiones es que el todo se parte según la cantidad, mientras que la división del género se hace a partir de su cualidad. Por ejemplo, el género animal puede dividirse en hombre, en efecto, el hombre está formado por una cierta cualidad. 

Lo que puede ser similar es que el género es anterior a las especies y el todo es anterior a las partes. 

Pero otra diferencia es que cuando se destruye el género se destruye la especie, pero si se destruye la especie el género persiste. No es así con el todo, pues si una parte del todo se destruye, ese todo ya no será todo sino que será parte, y además si el todo se destruye por completo, las partes persistirán.

Género: si se destruye la especie perece
Todo: si se destruye la parte permanece

El género es materia para las especies. Claro, cuando el bronce se transforma en estatua, el género al recibir la diferencia se transforma en especie. En cambio, la materia de todo es la multitud de las partes.

Género: en especie tiene la diferencia
Todo: tiene sus partes

El todo es distinto de sus partes, pero el género es diferente de sus especies, es decir, la especie es de lo mismo que es el género. Sin embargo, las partes no son lo mismo que el todo (la mano no es lo mismo que es el hombre, ni la pared lo mismo que es la casa).

La diferencia entre la división de la voz y la división del todo

Estas difieren en que el todo se divide en sus partes, pero la voz no se compone de significados. La voz se divide en esas cosas que significan esa voz, y si estas perecen, lo único que nos quedaría es la voz, pero cuando el todo se divide nos queda solamente la parte. 

3. División del género

Género, especie y diferencia

Boecio define la palabra género, especie y diferencia de la siguiente manera:

''Género es lo que se predica respecto de lo que es de
muchos que difieren en la especie. La especie, por su parte, es
lo que colocamos bajo el género. La diferencia es aquello por
lo cual consideramos que una cosa dista de otra''

Además, la palabra género y diferencia responden a las siguientes preguntas:

  1. Género: responde al qué
  2. Diferencia: responde al cuál

Un ejemplo de esto podemos verlo de la siguiente manera:

  • Género: ¿qué es el hombre?
  • Género: un animal
  • Diferencia: ¿cuál animal?
  • Especie: racional

Una pregunta de género se contesta con una respuesta de género, y luego la diferencia se responde con la especie.

División y definición

El género puede dividirse tanto en especies como en diferencias. Cuando el género se divide en especie se tiene como resultado el siguiente razonamiento: ''De los animales unos son racionales y otros irracionales. La diferencia radicaría en las palabras ''racional'' e ''irracional''. Por lo tanto, verdaderamente, es la diferencia la que hace que el género se transforme en especie. Podríamos decir que el género es la materia y la diferencia es la forma. 

Si queremos llamar a la especie por su propio nombre, la división se hace en especie y no en diferencias. De esto resulta que la definición esté compuesta de varios términos. Claro, si preguntamos ¿qué es el hombre? contestaremos: animal racional mortal. 

Definición: animal racional mortal

Sin embargo, bien podríamos quitar el concepto de mortal a la definición y tener al hombre como animal racional. En este caso, la definición estaría completa con la especie ''animal racional'', no habría necesidad de hacer la diferencia con ''mortal''.

De este modo, las divisiones son similares a las definiciones, pues si las divisiones se unen consiguientemente se forman definiciones. No obstante, como las cosas pueden ser unívocas y equívocas, es preferible examinar dichas cosas, siendo las unívocas las del género y las equívocas son las de significado. Pero con todo, es mejor ver los conceptos de unívoco y equívoco y para esto nos es necesaria la definición.

Tipos de diferencias

Hay algunas diferencias que son por sí y otras por accidente. Las transitorias son por ejemplo, estar dormido, estar sentado, estar de pie o estar despierto; las estables, serían los cabellos rizados, los ojos claros, siempre y cuando estos no hayan sido afectados. 

En efecto, las transitorias tienen más cercanía con el devenir que aquellas que son estables. Estas dos diferencias pueden ser separadas por el pensamiento. Ahora bien, puede resultar que existan diferencias que no pueden ser separadas por el pensamiento; por ejemplo, que el hombre pueda aprender geometría. Aunque estas diferencias no inhieren totalmente en la sustancia, porque no por no aprender geometría el hombre dejará de ser hombre. De este modo, todas estas diferencias se ponen siempre en la definición de la especie.

Sin embargo, hay cosas que son diferentes pero que no se contraponen, por ejemplo, si decimos ''animal racional bípedo'', las palabras ''racional'' y ''bípedo'' no son en absoluto contrarias. Estas diferencias, que son aquellas que no son contrarias, son las únicas que pueden dividir al género en especie

Excurso sobre la oposición de las diferencias

Las cuatro oposiciones

Existen cuatro oposiciones:

  1. Contrarios (bien y el mal)
  2. Posesión y privación (visión y ceguera)(1)
  3. Afirmación y negación (Sócrates vive y Sócrates no vive)
  4. Relación (padre e hijo)

Establecidas estas oposiciones, será necesario ver cómo se divide el género en cada una de ellas, si es que se puede dividir. 

Contradicción expresada por afirmación y negación

Boecio nos dice que si bien la primera oposición es la contradicción, esta debe ser establecida en cuanto afirmación y negación. Esta oposición en particular no produce ninguna especie; por ejemplo, si dijera hombre y caballo, ciertamente las dos son especies. Sin embargo, si lo vemos desde el sentido de la afirmación y la negación; por ejemplo, hombre y no-hombre, el no-hombre no es ninguna especie. Esto es porque toda especie necesariamente constituye un ser. 

Por lo tanto, la división del género no se puede dar por la negación. 

No obstante, cuando se necesita componer la especie se tiene que recurrir a una negación. Pero este procedimiento se debe hacer mediante un nombre simple; por ejemplo, de los números impares, unos son los primos, otros son los no primos. 

En consecuencia, cuando la especie no se entiende mediante una sola palabra simple, entonces se deberá recurrir a la negación. De este modo, cuando procedemos a dividir el concepto, es mejor siempre partir por la palabra simple, si es que tiene, de lo contrario, comenzar con la negación. En todo caso, Boecio nos dice que el proceso de dividir el género en negación es más lento que con una palabra simple. 

Boecio nos dice que siempre es mejor proceder con lo afirmativo y luego con lo negativo. Igualmente, será mejor comenzar a hablar sobre las cosas que son definidas y luego de las indefinidas. Si queremos conocer aquellas cosas que son indefinidas, será mejor siempre hacerlo por medio de aquellas cosas que son definidas. Hay que hacer, por lo tanto, la definición partiendo desde lo afirmativo y no desde lo negativo, e incluso explicar lo negativo a través de lo afirmativo. 

Posesión y privación

Esta oposición es semejante a la anterior. En efecto, la privación niega de algún modo la posesión, aunque difieren porque la negación puede darse siempre y la privación solo puede darse cuando primeramente hubo posesión. La privación no solo priva sino que también dispone aquello que privó; por ejemplo, la ceguera no solo priva de la luz al ojo sino que el ciego se ve afectado también por esta privación. 

Por otro lado, la posesión se asemeja con la afirmación y la privación con la negación. Sin embargo, hay casos en que la privación se expresa de modo afirmativo. 

Huérfano
Ciego
Viudo

Y otras veces con una partícula de negación que en este caso sería ''in'' o ''des''.

Infinito
Desigual

Boecio nos dice que de todas maneras y al igual que el caso anterior, debemos poner la posesión primero y luego la privación. 

Contrarios

Ahora Boecio se propone investigar si la oposición a los contrarios es del mismo tipo que el de la privación y de la posesión. Esto lo dice a propósito de un ejemplo en cuanto al color blanco y negro. ¿Son estos dos colores efectivamente opuestos? Boecio deja esta discusión para después para enfocarse en la división del género. 

Es común que se dividan los géneros en aquellas cosas que son contrarias, se piensa que el género es contrario a la especie. En efecto, todo lo que es contrario tiene una diferencia, y la dificultad de ellos es que no todos tienen una dualidad, unos tienen un término medio. Por ejemplo, tenemos el blanco y el negro y aquello que no es ni blanco ni negro.

Toda división se hace con dos términos. Claro, cuando se dice que de los animales unos son racionales y otros irracionales, lógicamente estamos dividiendo el género. La denominación ''animal racional'' es justamente la que calza con la de hombre. Por lo tanto, digamos que animal racional es ''A''. De la A podemos distinguir que hay mortales e inmortales. Cuando queremos decir la definición de hombre, diremos que A es mortal. Por lo tanto, tendremos dos formas de decir una misma cosa.

Hombre:

  • Animal racional mortal
  • A mortal

De este modo, toda división tiene que necesariamente ser dicotómica. 

Relativas

Recordemos que estas divisiones tienen que ver con las relaciones entre padre e hijo; señor, siervo; doble, mitad; sensible, sentido. Si se observan bien, podemos ver que ninguna de ellas tiene una diferencia fundamental, por el contrario, tienen similitud es la fundamental porque sin ella no podrían existir. 

Sin embargo, toda división del género debe hacerse de modo tal que el género se excluya, es decir, no puede estar dividido en partes relativas, sino que en partes fundamentales. En cambio, en la relación sigue existiendo el género y por lo tanto sería una división relativa. 

Oposiciones adecuadas para dividir

Cuatro son entonces las oposiciones que existen, y ahora Boecio nos explica aquellas que son adecuadas para dividir. 

  • Afirmación y negación: cuando sea necesario
  • Relación: se excluye la división (no hay una división necsaria)
  • Posesión y privación: se toman
  • Contrarios: se toman

Esta son finalmente, las divisiones correctas que se deben realizar y su conveniencia.

División del género en especies o diferencias

Viendo las distintas divisiones del género ¿en qué se dividen al final del día ¿en especie o en diferencias? Boecio nos da la definición de división:

''Distribución del género en las especies próximas''

En una primera instancia, podríamos decir que la especie siempre podrá ser la división del género, pero existen ocasiones en que no puede hacerse esta división ya que existen algunas especies que son innominadas (aquellas que no se entienden por palabras simples). Por otro lado, los géneros también tienen clasificaciones:

Sustancia: primer género
Cuerpo: segundo género
Animal: tercer género

Por lo tanto, en el caso de que no exista una especie con nombre simple, entonces los géneros deberán ser divididos por diferencias y no por especies. Sin embargo, la diferencia debe realizarse según el género que posee; por ejemplo, la sustancia se divide en corpórea o incorpórea, pero no en animada o inanimada, pues esta diferencia es la del cuerpo.

Convertibilidad de la división

Es necesario que la definición no sea escasa ni superflua. De este modo, la convertibilidad de la división será más clara y podrá ser convertible consigo misma. Por ejemplo, una conversión de la división puede formarse del siguiente modo: 

''La virtud es la mejor posesión del espíritu'' y a la inversa ''la mejor posesión del espíritu es la virtud''.

Los géneros se dividen de variadas maneras

Como podemos inferir, la división del género puede darse de muchas maneras, un círculo en semicírculos; los números, en pares e impares.; los triángulos en equilateros, etc.

De alguna forma, el género es la unión de muchas especies que muestra la concordancia sustancial entre ellas. El género sería el unificador de las especies

Excurso sobre la división de las especies

Por medio de la división del género podemos encontrar la definición. En efecto, al dividir el género y encontrar las especies, podemos definir correctamente los seres. Por eso es necesario estudiar la definición en sí misma.

De lo que no hay definición

¿Hay algo de lo que no puede haber definición? los seres superiores no tienen definición porque no los puede abarcar un género, o en otras palabras, no existen géneros superiores. Esto también ocurriría con los seres más inferiores, los individuos, estos ya carecen de diferencias específicas. 

No hay definición en:

  1. Los seres superiores
  2. Los individuos

En cambio, aquellas cosas intermedias que tienen tanto género como especie pueden caer dentro de la definición. 

Regla de la definición

Las instrucciones para dividir el género son las siguientes:

  1. Tomar el género
  2. Dividir las diferencias del género
  3. Añadir la diferencia al género
  4. Ver si esa diferencia unida al género puede ser igual que la especie que se ha propuesto circunscribir con la definición

Si la especie es menor, entonces la diferencia que se añadió al género se pone a la vez como género, y la dividimos en sus otras diferencias, y luego juntamos todas estas diferencias con el género superior. Si se igualó la especie, entonces se alcanzó la definición d la especie. 

Todas las diferencias se deben juntar y si estas más el género son iguales a la especie que se define, entonces ahí encontraremos la definición. 

La definición de nombre

Para explicar este de mejor manera, Boecio recurre a usar un ejemplo con la palabra nombre. Esta palabra pareciera tener muchas especies a las que el mismo filósofo llama ''individuos''. Define nombre  de la siguiente manera: el género de la voz. 

Una voz que se divide en unas con significado y otras no. La voz significativa no tiene nada que ver con el nombre, pues es el nombre el que significa. El procedimiento es, por tanto, tomar la diferencia que sería ''significativa'' y la une al género para que finalmente quede así: ''voz significativa''. Ahora se procede a comprobar si el género y la especie coinciden en el nombre, es decir, si ''voz'' y ''significativa'' constituyen un nombre. 

No obstante, Boecio llega a la conclusión de que no, pues un una voz puede ser significativa y no ser un nombre. En efecto, ciertas voces como las interjecciones, las cuales expresan dolor y otras pasiones. 

Luego, esta voz significativa puede dividirse en dos: aquellas que son impuestas por el hombre y aquellas que son por naturaleza. Sin embargo, esta última no tiene nada que ver con el nombre, mientras que la voz creada por el hombre sí tiene vínculo con el nombre. Después, se une la diferencia ''significativa'', ''por imposición'' al género voz y se define:

''Nombres es una voz significativa por imposición''

No obstante, Boecio nos dice que esto no equivale a la definición de nombre. Esto porque los verbos también son voces significativas por convención y no son nombres. 

En consecuencia, Boecio procede a dividir la diferencia de ''por imposición'' encontrándose con dos divisiones: imposición por tiempo y sin tiempo. Como podemos saber, los nombres son los que no tienen tiempo mientras los verbos son los que sí tienen tiempo. Por lo tanto, la definición cambia estableciéndola así:

''Nombre es una voz significativa por imposición sin tiempo''

Pero a Boecio sigue pareciéndole que esta no es en absoluto una definición correcta de nombre. Esto porque la definición dada es más bien un conjunto de nombres y no un nombre, lo cual ya no se vuelve nombre sino que oración. 

Ahora, Boecio se propone dividir la palabra ''sin tiempo'' para encontrar que se divide en ''significar algo por separado'' y ''significar algo en conjunto''. Obviamente, Boecio se inclina por la primera y la definición quedaría así:

''Nombre es voz significativa por convención sin tiempo, que
no tiene ninguna parte que signifique por separado e independientemente''

Veamos la razón de cada separación:

Voz: separación del nombre de otros sonidos
Significativa: separación de aquellos nombres no significativos
Imposición: separación de las voces por naturaleza
Sin tiempo: separación de los verbos
No significan nada por separado: separación de la oración

En esta última hay que aclarar que la oración sí tiene sentido cuando se la separa y analiza palabra por palabra, en cambio, el nombre debe estar dentro de una oración. 

El género como todo y parte

El género es un todo en la división, pero una parte en la definición, porque la definición es la unión de las partes en un todo. La división del género, en todo caso, es muy similar a la del género; por ejemplo, la palabra ''animal'' que es un género, a su vez es el todo de la palabra ''hombre''. Ahora bien, puede haber más de un género en una sola palabra; por ejemplo, los géneros animal, mortal y racional, pueden reunirse en la palabra ''hombre''. 

Las diferencias también son todos y las divisiones que resultan de ellas en especies son partes. En la división, tanto el género como la diferencia son partes y si la especie es definida, la especie es el todo. 

4 La División del Todo

Vamos ahora con la más importante división después de la del género: la del todo. 

Tipos de todo

Existen varios tipos de todo

  1. Continuo: como una línea
  2. No continuo: el pueblo o un rebaño
  3. Universal: hombre, caballo, etc.

En este último, estos son todos respecto de sus partes, y de ahí que se considere que el hombre es tanto un todo como una parte si se pone en el pueblo. Por otro lado, también hay un todo en cuanto a  las facultades del alma, por ejemplo, la facultad de saber, la facultad de vegetar, etc. 

Divisiones del todo continuo

La división del todo continuo no es de gran complejidad, Boecio nos pone el ejemplo del cuerpo del hombre que puede dividirse en partes semejantes (huesos y carne) y desemejantes (manos y pies).

Sin embargo, no toda división ocurre en el acto sino en el alma y la razón. 

  • División en acto: el vino mezclado con agua
  • División en razón: el vino y el agua (esto porque una vez mezcladas no puede separarse)

La división también puede darse tanto en la materia como en la forma. 

Divisiones del todo discontinuo y el universal
Divisiones del todo potestativo

Cuando se habla del todo potestativo se refiere a las capacidades que tiene el alma. En efecto, unas capacidades están en el animal y otras en las plantas. La que está en los animales una es racional y otra es sensible. En estas divisiones el alma no es género sino más bien el todo, pero no respecto de la cantidad sino que de la capacidad o algún poder. Esto porque dichas capacidades están en la sustancia del alma, sin embargo, cada alma tiene sus propias facultades, por lo que no podríamos llamar al alma como un género, sino que como un todo. 

5 La División de la voz

La división de la voz se hace de tres maneras

Esta puede dividirse en varias significaciones, pero fundamental mente tres:

  1. Equívoca
  2. Ambigua
  3. Modo

Ejemplo de las primeras dos podría ser la palabra ''perro'' tanto como especie de animal o una persona que ha traicionado a otra. 

El modo es distinto pues sus significaciones dependen de la modalidad en que se entiende. En efecto, la palabra infinito puede entenderse desde la medida, la pluralidad o la especie. 

  • Medida: el mundo es infinito
  • Pluralidad: el cuerpo puede dividirse infinitamente
  • Especie: figuras infinitas (el círculo)

Veamos las dos principales en detalle.

Resolución de la equivocidad y la ambigüedad

En cuanto al equívoco, siempre será procedente realizar una división tal que lleguemos hasta una definición exacta (como se hizo anteriormente). En cuanto a la ambigüedad, esta puede darse en el latín de dos maneras:

''Hominem comedere panem''
(el hombre come pan)

En latín puede leerse al revés y sintácticamente podría hacerse, pero semánticamente es aborrecible. Claro, el pan no tiene la calidad de comer al hombre, por lo tanto, ocurre el proceso de desambiguación cuando damos cuenta de las propiedades de cada palabra. 

Por otro lado, el equívoco siempre se da en una parte solamente de la oración, mientras que la ambigüedad se da con la oración completa. Ahora bien, esta equivocidad puede dividirse aún más, pues podemos decir: ''hommo vivit'' (el hombre vive) que puede referirse tanto a un hombre verdadero como pintado. Para legar a la verdad se debe dividir este hombre como animal racional y decir:

''El animal racional mortal vive'': verdadero
''La similitud del animal racional mortal vive'': falso

El significado también cambia si se le añaden partículas más pequeñas como artículos o adverbios. 

Las ambigüedades también pueden dividirse para alcanzar una aclaración a través de la adición o la disminución. Por ejemplo, 

  • ''audio graecos vicisse troianos'': oigo griegos venciendo troyanos
  • ''audio quod graecos vicisse troianos'': oigo que los griegos vencieron a los troyanos

Por lo tanto, la división de la voz difiere de la voz en género en que la primera debe dividirse entre dos elementos que pueden subdividirse. 

6 División de los accidentes


Un ejemplo de división puede considerarse cuando se hace una diferenciación directamente opuesta: un cuerpo blanco y un cuerpo negro. Por lo tanto, la división de los accidentes son verdaderos contrarios unos con otro, se debe tener cuidado de dividir y no encontrar contrarios, pues ahí se estaría dividiendo más bien el género. 

Conclusión

En la conclusión que escribe Boecio, este nos dice que el proceso de división no es propio de él sino que ya otros filósofos como los peripatéticos ya lo habían intentando. Luego de dividir los distintos tipos de palabras,é se hace esta división? básicamente como un tema importantísimo de la época, un tema que no fue abordado del todo en el Órganon de Aristóteles, pero de profunda importancia porque se propone analizar si la división de estos conceptos es secundum se (según ella misma) o per accidents.

jueves, 18 de noviembre de 2021

Boecio - La Consolación de la Filosofía (Libro V)

 

Estamos frente al último libro de la Consolación de la Filosofía, la cual ha sido una obra realmente reveladora. Ya sabemos que Boecio ha sido una síntesis entre San Agustín de Hipona y Plotino, pero también existen ciertos elementos originales del mismo Boecio. En este libro veremos la relación entre dos importantísimos conceptos que serán la omnipresencia y la libertad de la voluntad humana, conceptos que de alguna manera ya se han visto anteriormente aunque aquí lo veremos de manera más directa y explícita por parte de Filosofía y Boecio. 


LA CONSOLACIÓN DE LA FILOSOFÍA


LIBRO V

El azar no existe

Esta aseveración tan tremenda es muy fácil de deducir para Boecio. Claro, si el mundo funciona bajo un orden, entonces nada ocurre por una casualidad o por azar. ¿Qué lugar puede tener el azar si todo está bajo un orden? ninguno, y nada puede venir de la nada. 

¿Es entonces imposible referirse al azar? Boecio le plantea el caso de que alguien, con el propósito de cosechar encuentra un tesoro. En ese caso, el concepto de azar tampoco podría ser aplicado, ya que el entierro de ese tesoro provino de una causa; una persona enterró sus tesoros ahí. Por lo tanto, si el azar es un conjunto de causas, ciertamente procede bajo un orden. 

Filosofía, de todos modos, nos da una definición del azar:

''Es un acontecimiento imprevisto que un conjunto de causas concurrentes hacen entrar en la cadena de hechos realizados con determinado plan''

En consecuencia, hay un orden efectivo e inflexible del universo donde el azar no tiene cabida. 

Libre albedrío

Lo que se debe analizar ahora es si existiendo el orden de la providencia, es posible que exista el libre albedrío. Filosofía contesta rápidamente:

''Existe el libre albedrío; ya que un ser dotado de razón no puede carecer de él''

El que está dotado de razón, tiene la habilidad para elegir, por lo tanto, la existencia del libre albedrío es clara. Sin embargo, a la hora de elegir no todos tienen la misma libertad. Esto es porque las sustancias superiores tienen una facultad más alta y muy superior a la del ser humano. Las almas serán siempre más libres a medida que se acerquen a la divinidad y menos libres cuando se dirijan al cuerpo. Quien más se acerque al cuerpo, se acercará más a la ignorancia y por lo tanto, se aleja no solo de lo divino sino que también de la razón. Seguirá teniendo un atisbo de libertad, pero será casi nulo, será ''presa de su propia libertad'' en el sentido de que será una libertad muy limitada. 

Presencia de Dios y libre albedrío

Claramente hay un problema entre relacionar la presencia de Dios y el libre albedrío. En efecto, la presencia de Dios acabaría con el concepto del libre albedrío, al conocer Dios todo lo que pasará sin importar las elecciones del hombre. Si esto no fuera así, Dios sería incapaz de saber el futuro y eso no sería posible si aceptamos que es omnipotente y omnipresente. 

Por otro lado, Filosofía explica a Boecio que los acontecimientos futuros no suceden porque se hayan previstos. Una cosa es la previsión y otra cosa es lo que sucede, en el primer caso se prevé aquello que va a suceder y en el segundo caso, sucede. ¿Cuáles son las cosas que suceden? todas aquellas cosas que son probables o son ciencia de que ocurrirán. Por lo tanto, la verdad es un concepto fundamental en el libre albedrío, pues todo aquello que está conforme con la razón pasará y aquello que no, no tendrá existencia en el futuro. Por lo tanto, la Providencia, cuyo ejercicio es racional y divino, lo sabe todo. 

Entonces, sería efectivo que la razón es causa y condición de la libertad.


Acontecimientos previstos

Se presentan algunos problemas en la doctrina de Boecio. Uno es que si la providencia lo sabe todo previamente, entonces no existe libertad para el ser humano y todo estaría sujeto a la necesidad. No tendría sentido el rezar, la esperanza, ninguna comunicación con respecto a Dios. 

Para responder a esto, Filosofía nos dice que no es lo mismo la necesariedad de los hechos con la presencia divina. La misma Filosofía nos da un ejemplo; imaginemos que unos hombres se preparan para combatir ¿por qué se preparan? ¿qué sentido tiene que se preparen si todo está previsto? en efecto, se preparan porque saben que no todo es necesario. Sin embargo, entonces el resultado es incierto ¿es esto posible? Sí, la Providencia puede prever lo necesario, lo no necesario, lo previsto y lo imprevisto. 

Ahora bien, el conocimiento de las cosas futuras, no da necesariedad a lo que está pasando, al igual que la pura presencia de la divinidad tampoco confiere necesidad a las cosas futuras. Las cosas de la naturaleza tienen su propia necesidad; por ejemplo, que todos los hombres sean mortales. Por otro lado, hay una necesariedad de condición, por ejemplo, que el hombre, bajo ciertas condiciones, muera.

Por lo tanto, la Providencia tiene un conocimiento de los acontecimientos futuros porque en definitiva está en todos los tiempos, para él todos los tiempos son presentes. El hombre podrá saber más el futuro mientras más se acerque a Dios a través de la razón, mientras que se alejará más si se dirige hacia la carne. En consecuencia, se tiene una armonía entre la omnipresencia de Dios y el libre albedrío. 

Conclusión

Sin duda que este es otro modo de ver el libre albedrío de acuerdo con Boecio. El conocimiento de los hechos futuros es imprescindible para entender cómo es que la Providencia lo conoce todo anteriormente. La armonía de estos dos conceptos será clave para el desarrollo del libre albedrío tanto en Santo Tomás de Aquimo como en Leibniz. Tengamos estos textos en consideración para que las lecturas futuras nos sean más claras y entendibles.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Boecio - La Consolación de la Filosofía (Libro IV)

Una vez que ya se han explicado los bienes corporales, no corporales, el bien en sí mismo, la felicidad y Dios, es hora de explicar qué es el mal y cómo es que éste tiene una relación con el bien. ¿Existe una armonía entre el bien y el mal? es un tema interesante  que se ha tratado concluir, pero siempre existen algunas diferencias. Pero esto no es el único tópico, además veremos otro tema interesante que versa sobre el hado. Veamos este interesantísimo tema con nuestro filósofo dicotómico entre dos épocas. 


Referencias:

(1) Podríamos citar la gran frase del cándido de Voltaire '''Este es el mejor de los mundos posibles''. 


LA CONSOLACIÓN DE LA FILOSOFÍA


LIBRO IV

Elementos del bien y la situación del mal

Lo primero que se realizará será la diferenciación entre el bien y el mal. Filosofía nos dice que el bien se relaciona con el poder, mientras que el mal con la debilidad. Para realizar una actividad, el ser humano necesita dos cosas: voluntad y poder. Si uno de estos dos elementos fallara, ninguno se llevaría a cabo. En efecto, si no se lleva a cabo la voluntad, no se realizaría acto alguno y si no existiere un poder (o facultad) entonces la voluntad sería inútil. 

El hombre tiene por necesidad buscar la felicidad. La felicidad, como dijimos en libros anteriores, es el bien. Ahora, tanto el bueno como el malo buscan el bien, claro, el malo no busca el mal, busca algo que le de provecho y el mal por esencia no lo es. 

Sin embargo, solamente los buenos pueden alcanzar el bien porque el bueno se hace bueno por el bien, no por el mal. En conclusión, el malo no alcanza el bien porque falta de uno de los elementos: el poder. 

Por otro lado, los buenos alcanzan el bien por medio de la virtud, y los malos consiguen el bien por medio de las pasiones. Pero este modo no es el apropiado para alcanzar el bien y por lo tanto, Filosofía nos dice que este medio para alcanzar es inapropiado. Filosofía nos da un ejemplo que mostraremos a continuación:


Bien a alcanzar: el caminar

Hombre bueno: camina con los pies

Hombre malo: camina con las manos


Vemos en estos ejemplos que el hombre bueno alcanza el bien con los medios apropiados, pero el hombre malo lo alcanza con los medios inapropiados. Por tanto, el hombre malo alcanza el mal pero lo hace de manera deficiente dejando el bien a medida que pase el tiempo.  


Los malvados no existen

Filosofía nos dice que los malvados no existen. 

''Parecerá absurdo afirmar que no existen los malos, cuando en realidad son los más numerosos; y sin embargo, así es, no existen''

”No niego que los malvados sean malvados; digo pura y simplemente que no existen''

En ese sentido, lo que quiere decir Filosofía es que no existe un ser absolutamente malvado, pues todo para existir necesita de un bien en al menos un grado. El absolutamente malvado sería absolutamente nada y por eso mismo no existiría. 

Ahora bien, Boecio le dice que algunos ''malvados'' sí tienen poder, sí tienen fuerza, es decir, los ''malvados'' tienen el poder o facultad para realizar el mal. 

''Pueden hacer el mal; mas de ello serían incapaces si hubieran conservado la facultad de hacer el bien''


Esto quiere decir que el que puede hacer el bien puede hacerlo todo. En consecuencia, quien está del lado del bien está en una mejor posición de aquel que está del lado del mal. Es en esta parte del libro que Filosofía cita una frase de Platón:

''Sólo los sabios pueden hacer lo que quieren; los malvados podrán satisfacer sus gustos, pero nunca llegarán a cumplir sus verdaderos deseos''

Como solo los sabios pueden hacer lo que quieren y por lo tanto tienen voluntad y poder, quedarán los malos en una frustración que no podrán soportar. En ese caso, como los sabios están más con el bien que con el mal, entonces están más cerca de Dios mientras que los malos estarán lejos; se asemejarán a las bestias. 


Los malvados son más dichosos si sufren el castigo

Los malos al ser castigados participan de un bien que es la mitigación del hecho ocurrido. En cambio, si esquivan la pena acumularán más faltas y serán aún más desdichados. Y si estos no alcanzan a ser castigados por la ley humana serán castigados por la ley eterna. En fin, el malvado no tiene escapatoria de un castigo, por lo tanto, como es desdichado, es preciso tener compasión con ellos y no odio. 

La suerte

Parece ser que la suerte a veces beneficia tanto a los buenos como a los malos, algo que pareciera ser un factor común entre los dos. ¿Cómo se explica esto? Filosofía nos dice que esta es una de las cosas más fecundas en el mundo. 

Para empezar, Filosofía establece la diferencia entre Providencia y Destino. 

Providenciaes la razón divina en sí misma, que residiendo en el supremo principio universal, todo lo dispone.

Destinoinherente a todos los seres mudables, regula sus manifestaciones y es el nexo por el cual la Providencia relaciona todas las cosas, situándolas en su propio lugar.


''Cosas ambas, Providencia y Destino, que aun siendo diversas, se relacionan mutuamente, porque el orden del Destino depende de la simplicidad de la Providencia''

En este sentido, la Providencia siempre estará por encima de la destinación e incluso del mismo Destino. La Providencia tiene todo en ella y por lo tanto conoce lo que pasará, todo se enmarca dentro del orden de Dios. 

''Con lo que echarás de ver que aun cuando vosotros no alcancéis a entender este orden universal y os parezca ver en todo la confusión y el desorden, sin embargo, todos los seres ocupan su lugar propio y para todos hay una norma que los dirige al bien''


El bien no se desvía de su principio y no es dañado o tocado por el mal, en efecto, tanto el bueno como el malvado tienen como objetivo el bien, con la diferencia de que el bueno lo alcanza y el malo no. 

La Providencia siempre tiene un plan para cada uno de nosotros, a algunos tendrá un plan determinado y a otros otro tipo de planes. Todo esto con el objeto de que se conozcan a sí mismos. 

''La Providencia los conduce a todos a través de diferentes pruebas hasta que lleguen a conocerse a sí mismos''

En efecto, aquellos que son probados a realizar ciertas acciones, conocen una características que antes no tenían. Por ejemplo, hay personas tímidas que han logrado adquirir la virtud, cobardes que de pronto cobran valentía.

Puede ser que algunos hombres malos justamente sufran infortunios y las personas no destacan este hecho porque se lo merecen, pero estos infortunios son para enmendarlos, para que cambien su conducta. 

Toda fortuna es buena siempre 

La fortuna siempre proviene de la virtud. En efecto, la fortuna tiene por objeto premiar a los buenos y castigar o enmendar a los malos. Por lo tanto, la fortuna es justa o al menos útil y así, la fortuna, cualquiera que esta sea es buena(1)



Conclusión

Cada vez más vemos una interesante integración de los contenidos de los libros de San Agustín de Hipona con respecto al bien. EL mal no tiene una cabida sino es respecto al bien y por lo tanto, Boecio insiste en que su existencia en verdad no es tal, sería un ente parasitario que depende completamente de bien. Es interesante ver, y quizás algo que le faltó a Agustín precisar, que Boecio sostenga que los malvados no existen. Es decir, que el concepto del bien como imperio se aplique a las personas en cuanto a ''buenos y malos''.