domingo, 21 de febrero de 2016

Marco Tulio Cicerón - In Verres (Contra Verres) (70 a. C.).

El pueblo siciliano había acusado al tirano Gayo Verres de Sicilia. Este tirano se hizo con las magistraturas más prestigiosas por medio de sobornos; de hecho, se volvió pretor de la isla. Los sicilianos sufrieron mucho con este gobernador, incluso más que cuando se produjo la Primera Guerra Púnica. Se saquearon los hogares, se elevaban los impuestos y se cancelaban contratos injustamente. No obstante, el pueblo siciliano tuvo la ayuda del más grande orador de toda Roma en su fase final de República: Marco Tulio Cicerón. Este se encargó de defender al pueblo y ganar el juicio contra Verres.

Definiciones:

(1) Modio: equivale a 8,75 litros.
(2) Sestercios: antigua moneda romana que equivale a un cuarto de un denario. 
(3) Recusación: impedir de manera legítima el acto de un tribunal o juez.
(4) Legatus: general del ejército romano. 


Referencias:

(1) Cobro injustificado que un funcionario público hace en provecho propio. 
(2) Para ver el concepto de liberta y los cargos públicos, véase el apunte del Imperio Romano.
(3) Ciudad ubicada al nordeste de Sicilia. Seguramente fue al primer lugar que llegó Verres.
(4) Antigua ciudad de Sicilia ubicada al norte de la isla. 


IN VERREM
(CONTRA VERRES) 

Sección I: Contra Quinto Cecilio


Contexto

Sicilia tiene graves problemas sociales y económicos gracias a la mala administración del tirano Verres. El pueblo siciliano pide la ayuda de Marco Tulio Cicerón para denunciar al tirano, y el tirano se apoya en la figura de Quinto Cecilio para no caer en desgracia. Ahora, los jueces deben decidir si es Cicerón o Quinto quien acusará a Verres de los delitos cometidos, pero obviamente, Quinto como acusador está más a favor de Verres.

Discurso contra Quinto Cecilio

Este será uno de los primeros ataques que Cicerón lanzará contra un gobernador de una provincia. Previamente, Cicerón sólo había defendido en materia penal a personajes como Quinto y Roscio, y de hecho pidió al pueblo siciliano que eligiera a otro acusador como Quinto Cecilio. 

Cicerón nos cuenta en esta parte que el pueblo siciliano le pidió en más de una ocasión que los ayudara contra Verres. Además, Cicerón ya había sido cuestor en esa provincia el año 75 a.C., pero las mismas fechorías que ocurrían en Sicilia, también ocurrieron en Acaya, Asia, Cilicia y en Roma. 

Verres es acusado de concusión(1) por el pueblo siciliano, pero veámoslo más en detalle. 

Pueblo siciliano


  • Acusan a Gayo Verres de saquear y vaciar las casas de los ciudadanos, además de expoliar los templos.
  • Ordenó la provisión de trigo para su granero y estando el modio(1) a dos sestercios(2), Verres le exigió a los agricultores doce sestercios por cada modio. 

Cicerón quiere dejar en claro que fue elegido por el pueblo siciliano y que tiene como testigos a los mismos jueces de que es así, porque eso es precisamente lo que Quinto quería dejar en evidencia, que nadie lo había llamado (cosa que era falsa). 

Razones de porqué Cecilio no puede ser acusador

Por otro lado, Cicerón nos dice que el pueblo conocía a los dos: a Quinto y  Cicerón, pero prefirieron a Cicerón por sobre Quinto, quien también estaba disponible. Cuando se habla de Verres, la intuición de nuestro filósofos nos revela que el tirano lo conoce muy bien y por eso lo confronta con Quinto. 

El pueblo siciliano no quiere la defensa de Quinto porque sospechaban que éste quería sacarlos de Sicilia, para que no volvieran a molestar. En segundo lugar, la amistad de Verres y Quinto es totalmente innegable, si hasta sus familiares son amigos. 

En cuanto a la acusación de los granos de trigo, para Quinto le sería imposible defender al pueblo, pues él hizo lo mismo tiempo atras. Incluso, Cicerón menciona que hasta podría haber sido cómplice de Verres. 

''Tú, por el contrario, ni siquiera le echarás en cara lo que hizo él, no sea que aparezcas, en alguna parte, como cómplice''.

De todas formas, Verres no está desprovisto de personas que lo puedan ayudar en el juicio. Se nombran a personajes como Lucio Apuleyo y a Alieno en el banco de los abogados. 

Controversia con Agonis de Lilibeo

Agonis de Lilibeo era una liberta(2) que antiguamente era esclava del templo de Venus en Sicilia. En todo caso, Agonis logró convertirse en una rica propietaria, y un día decidió que todos sus bienes pertenecerían al templo de Venus. El pretor de ese tiempo que era Quinto registra el hecho sin problemas. Sin embargo, Verres llega a Sicilia y desaprueba el hecho queriendo devolver todos los bienes a la mujer, pero quien había hecho esto no era Verres sino que Quinto Mucio. Es decir, Verres se adjudicó la labor que había hecho Quinto Mucio, de hecho, Verres se quedó con todos los bienes de Agonis.


Primera sesión 


Cicerón le gana por lejos a Quinto quien no tiene más que aceptar que el orador conduzca al pueblo contra Verres. No se puede perder más tiempo y Cicerón envía a su hijo Tulio a recoger todas las pruebas escritas en contra de Verres. La idea es que se haga con los mismo pretores y gobernadores para que el tirano no alcance a poner a otros, y así dilatar el proceso. 

También planeó que, antes de que el hijo de Cicerón investigara toda Sicilia, enviar a un investigador proveniente de Acaya que lo haga en menor tiempo que él. Esto haría retrasar el proceso de Cicerón contra Verres. 

Injusticia con el pueblo

La injusticia en Roma es evidente, pues el más rico sin importar que sea culpable y cometa crímenes puede salir libre de polvo y paja. El pueblo siciliano está descontento con esto y le echa la culpa a los jueces, Cicerón da la oportunidad a los jueces de recobrar la confianza en el pueblo y condenar a Verres por sus actos. 

Tanto es así, que los mismos adherentes a Verres confían en que tienen comprado al Senado y otras autoridades de la isla. En cambio, Cicerón se apoya en las pruebas objetivas de los hechos. 

Los planes de Verres

Cuando Verres volvió a Roma en el año 70 a. C., se aseguró de no entrar en juicio y utilizó todo el dinero que tenía a mano, es decir, recusó(3) el juicio. El pueblo siciliano notó estas acciones y condenaban con palabras al tirano. Cuando llegaron los comicios consulares (elecciones de cónsul), Verres comenzó a utilizar más dinero del que había empleado anteriormente.   

Por otro lado, cuando Quinto Hortensio Hórtalo apenas había salido cónsul de Roma, le aseguró a Verres que no sería condenado, de hecho sería absuelto por sus crímenes. 


''Te informo que has quedado absuelto en los comicios consulares de hoy''

Era una situación indignante, pues Verres no quedaría absuelto por un tribunal especializado, sino que por los votos del comicio que estaban a favor de Quinto Hortensio. 

Además, Cicerón se había postulado a cónsul del a misma ciudad con mucho esfuerzo, pero el dinero de Verres para consolidarse en ese cargo fue mucho más poderoso que la sinceridad de Cicerón. Sin embargo, es inevitable que Quinto Hortensio se haga con el consulado, así como Cicerón será el edil de Sicilia.  

Volviendo al juicio contra Verres, esta es ''la'' oportunidad para los jueces de demostrar que un hombre absolutamente culpable, y adinerado pueda ser juzgado como cualquier ciudadano. 

En resumen, la acusación de Cicerón queda verbalmente registrada de esta manera. 


  • Declaramos que Gayo Verres, además de haber cometido muchas arbitrariedades y muchas crueldades contra ciudadanos romanos y aliados y muchos sacrilegios contra los dioses y los hombres, se ha llevado ilegalmente de Sicilia cuarenta millones de sestercios. Os presentaremos esto con testimonios, documentos privados y registros públicos de forma tan manifiesta que quedaréis convencidos de que, aunque hubiésemos tenido tiempo y días disponibles, para hablar a nuestra comodidad, no habría sido, con todo, necesario en ningún modo un discurso largo. He dicho.

Aquí termina la primera sesión del discurso de Cicerón, ahora veamos la segunda parte. 


Segunda sesión

Primer discurso

La acusación de Cicerón es clara y precisa, pero Verres no se aparecerá para dar la cara. De acuerdo al filósofo, sería un descaro que se presente a excusarse de los delitos frente al pueblo siciliano y por eso no se encuentra.

Cicerón no sólo pide que se les restituya los bienes a quienes Verres robo, sino que también expiar los sacrilegios que cometió en los templos religiosos de Sicilia. 


''En verdad hemos traído ante vuestro tribunal, no a un ladrón, sino a un saqueador, no a un adúltero, sino a un salteador del pudor, no a un sacrílego, sino a un enemigo de lo sagrado y de todo lo que sea religión, no a un asesino profesional, sino al más cruel carnicero de ciudadanos y aliados; de forma que, a mi parecer, no ha habido, desde que los hombres pueden recordar, otro reo de tales características a quien hubiera que condenar''.

La presencia de Cicerón, más que por el dinero o las ganas de destruir al tirano Verres en el juicio, representa la amistad y la lealtad hacia el pueblo siciliano. 

Traición a Cayo Carbón

Durante la guerra civil que se sostuvo entre Mario y Sila, Verres era el cuestor del cónsul Cayo Carbón, quien estaba contento con la cuestura de Verres. No obstante, Carbón tuvo que dar toda clase de elogios al futuro tirano. 

Un día, Verres viajó a la Galia con el dinero que reunió como cuestor (dinero que le pertenecía al pueblo). Cuando se hacían las cuentas y se vio que no había dinero, el pueblo culpó a Carbón de haber robado el dinero. Junto con otros problemas que tenía, Carbón se suicidó. 

Era la oportunidad perfecta para Verres de descartarse. Cuando se encontró a salvo dijo lo siguiente:


''Cayo Carbón fue un mal ciudadano,un cónsul deshonesto y un hombre sedicioso''

Cicerón denuncia este hecho diciendo que encima de ser un crimen, tuvo una falta de lealtad y consideración a quien le confió el dinero de la ciudad. 

Traición a Cayo Dolabela y robo de especies 
El día que Sila fue gobernador de Roma, Gneo Dolabella era convocado a cónsul el año 81 a. C. Este puso a Verres como su legatus(4) y como tal, Verres podía cometer una de sus peores fechorías: el robo de arte. 


  • Saqueó las estatuas del templo de Apolo en Grecia
  • Robó una gran cantidad de oro del templo de Minerva
  • Robó cuadros y especies de Acaya
  • Robó otras estatuas de Quíos, Eritras y Halicarnaso. 
  • Saqueó el templo de Juno en Samos. 
  • Saqueó el templo de Diana en Perga. 

No sólo eso, Cicerón aseguraba que Verres tenías las obras de arte en su propia casa. 

Segundo discurso

En este discurso, Cicerón se enfoca directamente a la acusación, en efecto, anteriormente sólo habíamos visto los antecedentes de cada delito cometido por Verres.  

Después de una larga alabanza a los valores y hazañas del pueblo siciliano, Cicerón comienza a nombrar las cosas que experimentaba el pueblo en ese tiempo. Todos querían que Verres fuera sucedido rápidamente por Lucio Metelo, quien fue el próximo pretor de la isla. Si bien Cicerón elogió el gobierno de Lucio, éste último defendió a Verres en contra del pueblo siciliano, al igual que sus sucesores.

Traición a Dión de Halesa

La primera vez que Verres llegó a Sicilia, éste escribió una carta desde Messina(3) a Halesa(4), para llamar a su presencia a Dion de Halesa. Dion había recibido una cuantiosa herencia de su padre, con la única condición de que debía instalar unas estatuas en el foro a favor de Venus Ericina. Sin embargo, Verres sobornó a un siciliano para que demandase a Dion por la herencia, y obligó a éste último a pagarle 25 sestercios además de cederle una raza de caballos fina. En todo caso,Quinto Hortensio ya estaba enterado de estas injusticias. 

Derecho de los sicilianos

En ese tiempo los sicilianos se regían por la lex Rupilia (ley Rupilia), una ley provincial de Sicilia hecha por el cónsul romano Publio Rupilio. 

La ley consistía en que el conflicto que un particular tenía con el pueblo, o que el pueblo tenía con el particular debía ser mediado por un senador. Si un romano reclama de un siciliano, entonces se asigna un juez siciliano; si un siciliano de un romano, entonces se asigna un juez romano. 

Todo este sistema judicial que venía de la lex Rupilia fue alterado, modificado y finalmente arrebatado a los ciudadanos sicilianos por Verres. En efecto, en esa época existía lo que hoy se entiende como ius Verrinum (derecho de Verres) que en realidad servía como ius nouum (derecho nuevo), para hacer y deshacer las leyes. 

Conocido es el caso de Heraclio de Siracusa quien era un sacerdote del templo de Júpiter, que esperaba una herencia recibida después del sorteo de los litigios. Verres, llamado por la cuantiosa herencia que recibiría este siracusano, intervino en las leyes modificando la ley rupilia con ayuda de unos jueces y dejándose la herencia para él. Ante la gran imposición de Verres y sus jueces, Herión, quien podía haber sido millonario con la herencia, huyó de Siracusa con toda su pobreza. Verres y sus jueces decidieron condenarlo por no presentarse al juicio. 


Tercer discurso

Este discurso tiene que ver fundamentalmente con el tópico del trigo. El trigo para los sicilianos es el alimento que no solo les sirve para vivir, sino que también para sustentarse económicamente. 

Como vimos en la primera sesión, Verres se aprovechó nefastamente del diezmo que se le exigía al pueblo siciliano en trigo. Verres modificó ese diezmo y dictó el precio a su manera. 


Conclusión

Estas son una de las cuantas acusaciones a Verres por parte de Cicerón y el pueblo siciliano. Debo pedir disculpas porque probablemente, el análisis no deja apreciar bien la retórica que utiliza Cicerón en sus discursos o textos. Este fue uno de los cuantos juicios que Cicerón ganó por mucho, hay que considerar que Verres tenía todas las desventajas de ganar, pero también es cierto que nadie quería enfrentarse en un juicio con él. Recordemos que Cicerón no sólo acabó con este tirano, sino que también ganó un juicio contra el gobernador Sila unos años antes. Tenemos en este discurso a un orador difícil de derrotar. 

sábado, 20 de febrero de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Roscio Comoedo (Defensa de Roscio el cómico) (75 a.C.).

Ubicada entre las obras de juventud, Marco Tulio Cicerón nos muestra la defensa a uno de los comediantes más importantes de la Antigua Roma. Hoy veremos un caso donde el conflicto de propiedad y deuda se hace discutible por unos momentos, cuando la repartición y los contratos no son claros. Aún vemos a un Cicerón un tanto jóven, pero no exento de lucidez e inteligencia para resolver un caso aún más difícil que el anterior. Todo indica que este caso es un vivo ejemplo del derecho privado de aquellos años. Veamos otra de las defensas protagonizadas por este magnífico orador.

Referencias:

(1) La estipulación era un contrato verbal en presencia de testigos. 

PRO ROSCIO COMOEDO
(DEFENSA DE ROSCIO EL CÓMICO)




Contexto

El famoso comediante Quinto Roscio había sido contratado por Gayo Fanio Querea, para que le enseñara a un esclavo de éste último llamado Panurgo el arte de la comedia. Cuando el esclavo alcanzara sus habilidades al máximo en esta disciplina, Roscio y Fanio se repartirían las ganancias que produjera su esclavo. 

Lamentablemente, Panurgo apareció asesinado por un tal Flavio de las Traquinias. Roscio llegó a un acuerdo con Flavio de 100.000 sestercios, pero que fueron equivalentes en propiedad. También dio una cantidad de dinero a Fanio por las molestias de la instrucción, siempre y cuando consiguiera más dinero de parte de Flavio. 

Fanio obtuvo 100.000 sestercios de Flavio, pero no se lo informó a Roscio. Años más tarde, Fanio le reclama a Roscio la mitad del valor de la tierra que consiguió con Flavio, ya que todo eso fue un acuerdo entre los tres. Flavio ya había muerto para ese entonces. 

Estructura del juicio:

Juez: Gayo Pisón

Acusador: Gayo Fanio Querea
Abogado de Quinto Roscio: Marco Tulio Cicerón

Evidencias

Las evidencias que provee Gayo Fanio son el libro de cuentas donde se llevaba registrado el negocio. Sin embargo, esta no es prueba suficiente, pues los documentos pueden fácilmente ser falsificados. Y si fuera así, Roscio también podría presentar un libro en el cual aparezcan faltas a los compromisos. 

Además, los 100.000 sestercios pedidos por Fanio no se encuentra en su libro de cuenta, sino más bien en sus borradores; lo que Cicerón considera una insensatez. Por otro lado, ¿Por qué Fanio dejó pasar cuatro años para reclamarle a Roscio los 100.00 sestercios? Cicerón exclama al juez que no considere como una prueba fehaciente el borrador de Fanio. 

Por otra parte, Fanio está cobrando 100.000 sestercios, pero la verdad es que la mitad de las propiedades equivaldría solamente a 50.000 sestercios. Luego de que se le aclarara esto, pide que le dinero se deje a arbitraje del juez., lo cual le hace perder credibilidad. 

Finalmente, la evidencia del libro (como borrador) queda totalmente invalidada. ¿Cómo pudieron establecer el trato? sólo por estipulación(1); en otras palabras, de manera verbal. Sin embargo, no hay testigos que digan que la deuda fue estipulada. 

Defensa

Para empezar la defensa, Cicerón compara la vida del demandante y el acusado. La vida y el carácter de Fanio es similar a un individuo que personifica Roscio en una comedia llamada ''El embustero'', de Plauto. Lo que busca Cicerón es comprar este personaje malvado y siniestro de la comedia, con la personalidad de Fanio. 

Además, ¿qué motivos podría tener Roscio para apoderarse de 50.000 sestercios si en realidad era rico y tenía un buen pasar? Por otro lado, Fanio debió acusar a Roscio por medio del arbiter pro socio quien es el árbitro apropiado para el caso. A su favor, Fanio indica que no quería que el pleito llegara a mayores, pero de todas maneras está perjudicando a Roscio. 

Conclusión

Es un discurso bastante corto y de fácil manejo para Cicerón debido a las inconsistencias que comete el acusador. Cabe destacar que este es uno de los discursos de Cicerón que no han sido recuperados por completo; es decir, solo se rescataron partes de él y no su totalidad; de hecho, la parte final no se ha encontrado. Este discurso formaría parte de lo que contemporáneamente conoceríamos como ''derecho privado'', que al parecer tiene sus diferencias después de más de 2000 años de antigüedad. 

viernes, 19 de febrero de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Roscio Amerina (Defensa de Roscio de Amerina) (80 a. C.).

Tiempos álgidos azotan Roma en la época del 80 a. C., de hecho faltarán sólo algunos años para que Sila entre en Roma y tome el control por completo. Ahora bien, éste será un caso mucho más controversial que el anterior, pues aquí hablaremos de un asesinato perpetrado por un ciudadano romano: específicamente ''parricidio''. Cicerón deberá desplegar todas sus técnicas retóricas y persuasivas para mostrar la verdad, y convencer a los jueces de que el crimen no fue cometido por su defendido. Esta vez no se defenderá a un ciudadano romano ordinario, sino más bien a uno de los más ricos y acaudalados aristócratas de Roma. Bastará la sola habilidad de Cicerón para trascender en la historia como el orador y abogado más grande de la humanidad.

Definición:

(1) Cui bono est: significa en latín ''¿Quién sale beneficiado?
      Cui prodest: significa en latín ''¿Quién se aprovecha?

(2) Probabile ex vita: pruebas sacadas de la propia vida.



Referencias:

(1) Es la actual Amelia, ciudad ubicada en la provincia de Terni.
(2) Moneda romana antigua que equivalía a dos ases y medio. 
(3) Un principio del derecho romano donde se hacían pesquisas a quienes salían beneficiados en el asesinato de una persona. 
(4) Excluir, prohibir o desterrar a una persona legalmente por motivos políticos. Si se aparecía como proscrito en la lista de Sila, dicha persona podría ser legalmente asesinada. 

Pro Roscio Amerino
(Defensa de Roscio de Ameria)


Contexto

Sexto Roscio de Ameria(1) era un rico aristócrata de la sociedad romana. Tenía su finca al cuidado de su hijo de 40 años que también se llamaba Sexto Roscio, pero lamentablemente no llevaban una relación muy amistosa. 

Una noche, Sexto padre venía llegando de una cena y lo mataron. La noticia de la muerte no llegó a Sexto hijo directamente, sino más bien a un enemigo suyo llamado Capitón. Luego de cuatro días la noticia pasó a manos de Lucio Cornelio Crisógono, que era el liberto favorito de Sila. Cuando Crisógono se enteró de la muerte quiso aprovecharse de la situación y quedarse con la herencia; primero convenció a Sila de proscribir a Sexto Roscio padre para que sus riquezas pasaran a manos del Estado. 

Las riquezas fueron subastadas y Crisógono las compró a un precio menor de las que valían. Sexto hijo fue echado de su propia finca que encima le pertenecía como heredero. Sin embargo, el caso todavía no estaba cerrado y Crisógono pensó en culpar a Sexto hijo de la muerte de Sexto padre, lo cual sería muy fácil pues Crisógono era el favorito de Sila y nadie querría defender a Roscio en contra del gobernador de la República Romana

Estructura del juicio:

Presidente de tribunal: Marco Fanio

Testigos: Tito Roscio Magno y Tito Roscio Capitón

Acusador de Sexto Roscio: Gayo Erucio (comprado por Crisógono)
Abogado de Sexto Roscio: Marco Tulio Cicerón



Presentación de la defensa

Cicerón pone en claro su poca experiencia frente a los oradores que están en el juicio defendiendo a los secuaces de Sila. Como dijimos en el contexto, nadie se atrevía a defender a Sexto por la influencia que Sila tenía en los jueces y demases; además, Cicerón no perdía nada con defender a Sexto Roscio. 

Antecedentes

Las tierras de Sexto Roscio padre se estimaban en seis millones de sestercios(2), pero Lucio Cornelio Crisógono la compró a sólo dos mil a Lucio Sila.

Los acusadores (o el acusador) del crimen del padre de Sexto sale beneficiado, mientras que el acusado que es el único que se defiende sale perjudicado. El procedimiento que está queriendo nombrar Cicerón aquí es el cui bono est y el cui prodest(1)(3). 


''Para resolver este problema debemos enfocarnos en quién se beneficia con este asesinato''



Los sucesos

Como habíamos dicho Sexto Roscio padre era un rico e influyente aristócrata de la ciudad de Ameria. Tenía relaciones personales con los Metelos, los Servilios y los Escipiones, que de hecho fue lo único que le pudo dejar a su hijo, ya que fue despojado de sus bienes. 

Se sabía que Sexto Roscio tenía algunos enemigos llamados Tito Roscio Capitón y Tito Roscio Magno. El primero era un gladiador (más bien asesino a sueldo) y el otro un espadachín que era aprendiz del primero. El primero en llevar la noticia a Ameria es Mario Glaucia, quien era un liberto de Tito Roscio. Sin embargo, la noticia no es llevada al hijo de Sexto Roscio padre, sino más bien a Tito Capitón, quien era otro enemigo de Sexto Roscio padre. Finalmente la noticia llega a Crisógono en el campamento de Lucio Sila. 

El plan contra Sexto Roscio

En la lista de proscritos de Sila(5) no figuraba el nombre de Sexto Roscio padre, pero cuando Crisógono se enteró de la herencia, inmediatamente puso el nombre de Sexto Roscio hijo en el nombre de los proscritos. En fin, Crisógono, Capitón y Magno se repartieron la herencia y despojaron a Roscio hijo de esos bienes. 

Tiempo después Tito Roscio (no se sabe cual), quien a su vez era procurador de Crisógono va a Amerina y despoja a Sexto Roscio de todos su bienes y propiedades. El pueblo de Amerina se enteró y se lamentó de aquella noticia al ver a Sexto Roscio hijo como un pobre, y ver a Tito Roscio enriquecerse con los bienes del padre del otro. 

No obstante, bajo el decreto de los decuriones, Crisógono no pudo arrebatarle los bienes; por lo tanto, al estar Sexto Roscio padre proscrito no quedaba más que arrebatarle todos los bienes al hijo. Al atender esto, Sexto Roscio hijo se refugió en Roma en la casa de Cecilia, hermana de Nepote con la que Sexto Roscio padre tenía una relación. Finalmente, como Crisógono no pudo obtener todos los bienes de buena forma, tuvo que basarse en una acusación fatal: Sexto Roscio hijo cometió parricidio a Sexto Roscio padre. 

Seguramente, la efervescencia del momento hace que Cicerón hable como si él fuera el acusado hablando en primera persona. La frase de Cicerón para concluir con los sucesos es definitiva y aclaratoria:

''Acusáis a Sexto Roscio. ¿Por qué? Porque se os escapó de entre las manos, porque no se dejó matar''

Pasemos ahora a las razones que demuestran que Roscio es inocente. 


Refutaciones y demostraciones

La acusación formal la hace Erucio, pero la influencia en el juicio la tiene el mismo Crisógono como liberto de Sila. La acusación es principalmente parricidio. 

Cicerón comienza con la técnica retórica llamada probabile ex vita(2), el cual consta de sacar pruebas que refuten la acción cometida por el acusado; es decir, si Sexto Roscio ha tenido siempre una conducta irreprochable ¿cómo es que asesinó a su padre? El argumento descarta el asesinato a través de su conducta irreprochable. 

Acusaciones de Erucio y Refutaciones de Cicerón:

Erucio era un abogado muy conocido y querido en la República romana, mientras que Cicerón aun no se había distinguido lo suficiente. Veamos algunas de las refutaciones que le hizo Cicerón a Erucio.

  • Las acusaciones dicen que Sexto Roscio hijo a lo único que se ha dedicado es a cuidar sus tierras.

    R: ¿Para qué iba a matar a su padre si a lo único que se dedicaba era a la tierra y no tenía deudas?

  • Sexto Roscio hijo no era apreciado por su padre; ahí hay un motivo para matarlo.

    R: Cicerón argumenta que no hay pruebas fuertes para demostrar esto. Sólo era un rumor.
    Además, si el hijo tenía una conducta irreprochable ¿qué vicio pudo inducirlo a matar a su padre? ¿por qué su padre lo odiaba siendo que era un hijo ejemplar? 

  • La herencia es un castigo que el padre le impuso al hijo como castigo a dedicarse para siempre al campo. Ahí se representa el odio del padre.

    R: Es risible decir que tal herencia sea un castigo, pues los hombres de bien se ocupan de trabajar y labrar el campo. Más que un castigo es un beneficio. El cultivo y el trabajo de campo es algo connatural del hombre. 

  • El tiempo en que fue muerto Sexto Roscio padre hubieron muchos asesinatos que resultaron impunes. Sexto Roscio hijo fue uno de esos asesinos.

    R: Sexto Roscio hijo no se encontraba en Roma en ese momento, y como los mismos acusadores dicen, ''siempre se encontraba en el campo''. En todo caso, era más probable que Ttio Roscio matara a Sexto Roscio padre, o que el mismo Gayo Erucio. 


Naturalmente, antes de estas refutaciones que hacía Cicerón, Erucio se mostraba muy confiado, pues Crisógono le había asegurado que nadie se presentaría a la defensa y mucho menos lo pondría en contradicción. 

Por otro lado, el desorden psicológico (no hablaban en estos términos) que originaría la culpa de un parricidio, evidenciaría una conducta igual al hombre más ruin de todos o sino a un loco, características que Sexto Roscio hijo no tenía en absoluto. 

Una de las cosas más curiosas es que, Cicerón al indagar el origen del parricidio nos dice que cuando a Solón le preguntaron porque no estableció un castigo para los que mataban a los padres, este dijo ''no creo que alguien haga eso''. Para los griegos, suponer que alguien podría matar a su padre era impensable. Sin embargo, para los romanos sí estaba considerado un delito, y el o la que lo hiciera era azotado con un látigo y amarrado en un saco de cuero con una gallina, un mono, un perro o una serpiente; eran arrojados al río Tíber.



Culpabilidad de los acusadores

Una de las partes más insólitas del suceso es que Mario Glaucia le llevara la noticia a un enemigo de Sexto Roscio padre, y no directamente al hijo. ¿Por qué se e informó a los Titos Roscios y no a Sexto Roscio hijo? De acuerdo a la defensa de Cicerón, fueron los mismos Capitón y Magno los que enviaron a Glaucia a investigar, y también los mismos que mandaron a informar a Crisógono. 

¿Cómo deducir esto? Crisógono y los Roscios pensaban repartirse las fincas de Sexto Roscio padre. Posteriormente, Crisógono y sus secuaces pudieron repartirse los bienes y venderlos, puesto que cuando alguien es proscrito sus bienes pueden ser vendidos. La controversia care cuando Cicerón se pregunta si la venta de los bienes fueron hechos conforme a la ley; es decir, si se vendieron después de un juicio justo, o si se hicieron fuera de la ley; sin considerar el juicio (Ley Porcia). 

Como fue hecho fuera de la ley, Crisógono y sus secuaces fueron acusados de corrupción y Marco Tulio Cicerón gana el juicio en defender a Sexto Roscio. Nunca se supo más de Crisógono ni de sus secuaces. Erucio siguió con su carrera de abogado fiscal. 

Conclusión

Esta es una de las tantas injusticias que se dieron en Roma, pero no una que sea ajena a nuestra realidad contemporánea, pues aún hay casos de corrupción entre las personas de la ciudad y el campo. También cabe la injusticia cuando surgen los problemas políticos que son los momentos propicios para ejercer la corrupción, con el propósito de aprovecharse de la situación de conflicto. Este puede ser uno de los primeros casos donde se presenta el principio ''Cui bono'' (quién se beneficia), donde se considera culpable a quien obtiene provecho del asesinato.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Quinctio (Defensa de Quincio) (81 a. C.).

Situémonos en la república de Sila en el año 81 a. C., donde la proscripción de ciudadanos se hacían cada vez más frecuentes en Sicilia. En ese mismo año, Gayo Quincio se decidía a explotar unas propiedades con Sexto Nevio; sin embargo, Gayo Quincio muere y deja sus tierras en herencia a Publio Quincio. El heredero de estas tierras tuvo algunos problemas para recibirlas por parte de Sexto Nevio, e inmediatamente se ayuda con el abogado Marco Junio, pero este lo rechaza por una misión política que debe hacer en otro lugar. A falta de abogado Quincio recurre al gran orador Marco Tulio Cicerón que en ese tiempo sólo contaba con 25 años de edad, y sin ninguna preparación o defensa previa realizada. Veamos como defiende el orador más grande de la antigüedad.

Referencias:

(1) Para ver la conquista del poder entre Mario y Sila, véase el Imperio Romano
(2) Lo cual constituía una de las peores humillaciones en la Antigua Roma. 

PRO QUINCTIO 
(DEFENSA DE QUINCIO)

Estructura del juicio

Publio Quincio quiere recibir las tierras que heredó de su hermano Gayo Quincio, pero Sexto Nevio se lo impide. Veamos primero a los participantes del juicio que se encuentran 

Encargados del caso:
  • Pretor: Gneo Cornelio Dolabela
  • Juez: Gayo Aquilio
  • Asesores del juez: Quintilio Varo, Claudio Marcelo y Lucilio Balbo.

Abogados defensores:


Este es el contexto más o menos del juicio que se llevó a cabo para determinar la propiedad de Quincio, nombrada en la introducción.

Desventajas contra Nevio

Las dificultades que están presentes en el juicio son evidentes. Cicerón no tiene la experiencia necesaria frente a Hortensio que tiene una trayectoria muy grande en esos tiempos. La ausencia de Marco Junio como el real abogado que iba a representar a Quincio era la gran ventaja que tenía, pues era un abogado dedicado a estas causas mucho más que Cicerón

La estrategia para defender a Quincio es mostrar a Sexto Nevio no como un contrincante de Quincio (que en realidad sí se ve así), sino como alguien a quien no se le debe nada.  Además, Cicerón alega que el pretor fue tal vez desconsiderado con poner frente a Hortensio alguien con tan poca experiencia. Finalmente, se ruega por una equidad en el tribunal en nombre de la justicia. 

Los sucesos

La situación se describe como la siguiente. 

El hermano de Publio Quincio era Gayo Quincio, quien se había asociado con Sexto Nevio. Este Sexto era un hombre libre que heredó algún dinero de su padre, y que según el relato de Cicerón, se dedica solamente a vulgaridades. 


De todas maneras, Gayo Quincio y Sexto Nevio tenían un trato en el cual compartían una propiedad de ganadería y otras cosas, específicamente en la Galia. La muerte de Gayo Quincio es repentina y el mismísimo testamento dice que Publio recibirá como herencia la propiedad. 

Publio y Sexto

Cuando muere su hermano Gayo Quincio, Publio se dirige a la Galia y se hace amigo del mismo Sexto Nevio. Ninguno de los dos mencionaba la propiedad y la herencia. 

Publio Quincio decide un día determinado subastar su propiedad de Galia Narbonense (que además era de carácter personal), pero Sexto lo persuade de que no lo haga y que mejor se quedara en Roma. 

Gayo Quincio tenía que pagar primero a Gayo Escápula, que era su acreedor y por sentencia del juez Gayo Aquilio, Quincio determinará cuánto se le daría a sus hijos. Sin embargo, Nevio retuvo el dinero de Quincio tratando de que no lo consiguiera y dividir la herencia que en realidad le pertenecía a Quincio.

La defensa

Cicerón está decidido a dividir su defensa, tal cual lo hace Hortensio en las suyas. 

Se propone defender 3 puntos específicamente:

  1. No hay razón para que Sexto pida los bienes de Quincio.
  2. No puede poseer el bien por edicto
  3. Nunca poseyó los bienes de Quincio (parte perdida en los escritos). 

Para demostrar el primer puntoCicerón dice que Quincio no le debe nada a Sexto; por lo tanto, no hay razón para demandar por los bienes. De hecho, si Quincio tuviera algo que deber, Sexto tuvo 2 años para cobrarle lo debido y no lo hizo. Por lo que hace suponer que no tenía ninguna deuda. De hecho, es el mismo pretor Gayo Aquilio (quien ahora es juez del caso), el que decretó que la herencia le pertenece a Quincio. 


Cabe destacar que cuando Quincio debía presentarse ante el pretor para recibir los bienes. Sexto nos dice que Quincio no se presentó y por eso él retuvo sus bienes, en otras palabras, Quincio no compareció ante el pretor por los bienes. Sin embargo, Quincio no estaba en Roma porque tuvo que ir a Galia junto con Lucio Albio, por lo que se entendía que no podría comparecer en Roma; no obstante, Sexto lo acusó de no comparecer deliberadamente y se quiso apropiar de lso bienes de Quincio. 

En el segundo punto, Nevio no puede demostrar que le pertenecen los bienes por edicto, pues para que los pueda tener, en primer lugar Quincio no debería haber tenido defensa en el caso, pero sí la tenía. La tenía de parte de su procurador Alfeno quien era contrario a que Nevio recibiera la herencia. 

No obstante, a este punto, el abogado de Nevio podría decir eventualmente que su cliente se veía en desventaja porque Alfeno, como pretor de ese tiempo era partidario de Mario quien al mismo tiempo gobernaba en ese tiempo, mientras que Nevio era partidario de Sila(1).  Sin embargo, Cicerón objeta a Nevio que de su parte estaban Hortensio (su propio abogado) y Filipo quienes pertenecían a la aristocracia gobernadora de Roma. 

Exhortación a los jueces

Esta parte del discurso tiene que ver con disuadir a los jueces, a que consideren a Quincio como un hombre humilde que tiene más valores que cosas materiales. 

Quincio tuvo una conducta irreprochable incluso cuando supo de la injusticia que se cometió sobre él. Cicerón apela a toda la buena disposición y comportamiento que Quincio a representado en el caso. 

''Es una ruina ser despojado de los bienes que merece, pero mucho más lo es cuando un pariente lo hace con injusticia''

Sería un hecho muy injusto que Quincio perdiera sus propiedades y bienes heredados de su hermano, y ver que Nevio se apodere injustamente de ellos. Además, sin aquellos bienes Quincio no podría tener los recursos suficientes para casar a su hija(2). 

Conclusión

Este fue uno de los primeros casos que Cicerón tuvo que defender, lamentablemente, no conocemos los casos anteriores en los que se presentó, pero sin duda que debieron ser mejores. El caso terminó favorablemente para Cicerón y Quincio. Era innegable la injusticia que tuvieron contra Quincio, aunque algunas fuentes aseguran que el orador exageró en algunas cosas como la de no poder casar a su hija. De todos modos, pensemos que eran tiempos más difíciles donde los plebeyos casi no tenían oportunidades en la vida. La maner en que Cicerón defiende a Quincio, tal vez la aprendió de La Retórica de Aristóteles, pues se nota que se esforzó mucho para cambiar la disposición del jurado (como buen retórico debe hacer). 

martes, 16 de febrero de 2016

Marco Tulio Cicerón (106 a. C. - 43 a. C.) - Vida y obra.

Retrato de Marco Tulio Cicerón


Escritor, orador, político, senador, retórico, profesor, filósofo, abogado y cónsul. Pareciera ser que hablamos de un polímata más que de un filósofo simplemente. Así es, estamos hablando de Marco Tulio Cicerón, una de las figuras más destacadas de Roma, sobre todo en su época republicana. Nos adentraremos en el mundo del sentido común y la razón, alejándonos de los mitos y la religión a través de la rigurosidad y minuciosidad racional de este filósofo. Marco Tulio Cicerón no fue un filósofo que se alejaba de la sociedad para observar; al contrario, se mezclaba en ella y la ayudaba a través de la política. Llegó a convertirse en Senador de la República de Roma y escribió prolíficamente sobre los políticos de su tiempo y sus acciones. Veamos  una de las mentes más brillantes de Roma en estos apuntes. 

Referencias:

(1) Padre de Cneo Pompeyo Magno y formó parte del primer triunvirato de la República Romana.
(2) Para conocer las magistraturas o el cursus honorum véase Imperio Romano.


MARCUS TULLIUS CICERO



Infancia y juventud

Marco Tulio Cicerón nace en el seno de una familia rica de la provincia de Arpino, al sudeste de Roma. Su madre se llamaba Helvia y su padre tenía su mismo nombre Marco Tulio Cicerón. El hermano de Cicerón se llamaba Quinto Tulio Cicerón quien además se casaría con Pomponia (en un matrimonio arreglado por su hermano), que a su vez era la hermana del mejor amigo de Cicerón, Ático.  

Era muy aficionado a la poesía, pues ya tenía poemas dedicados a Poncio Glauco en tetrámetros. Cuando cumplió 16 años, el padre de Cicerón lo envío a completar su formación escolar a Roma, en la escuela de Filón. Hizo el servicio militar en el año 89 a. C. bajo la conducción de Pompeyo Estrabón(1) y en ese mismo año recibió su toga viril. Desde pequeño siempre mostró grandes habilidades para el estudio.

Educación

Estudió filosofía a manos de Fedro (140 a. C. - 70 a. C.), el epicúreo; Diodoto (60 a. C. - ????), el estoico; Filón de larisa (160 a. C. - 80 a. C.), el académico. Como vemos, Cicerón pudo ahondar en tres escuelas filosóficas diferentes. En términos de formación legal, Cicerón recibió la instrucción de Quinto Mucio Escévola (el augur) y cuando éste murió su maestro fue Quinto Mucio Escévola (el pontífice). 


Se sabe que Diodoto vivió en casa de Cicerón casi toda su vida enseñándole matemáticas y lógica. En sus últimos años padeció de ceguera, aunque seguía estudiando y aprendiendo de filosofía. Murió en el año 59 a. C. en casa de Cicerón.

Hijos

Su hijo menor nació el año 64 a.C. tenía el mismo nombre que él: Marco Tulio Cicerón, llamado también Cicerón el joven. Obviamente, Cicerón esperaba que su hijo fuera tan filósofo como él, pero para mala fortuna de Cicerón, su hijo se convirtió en cónsul y miembro del ejército de Roma.

Su hija se llamaba Tulia Cicerón quien nació el año 78 a.C. de la mano de su madre Terencia (esposa de su primer matrimonio). Aunque fue un matrimonio por conveniencia, Ciceró sufrió mucho la muerte de su hija en el año 48 a.C. 

Carrera legislativa

A los 25 años tuvo su primer caso donde defendió a Publio Quincio quien recibió el perdón, gracias a la magnífica elocuencia del discurso de Cicerón. Luego, en el año 80 o 79 a. C., Cicerón defendió a Sexto Roscio que era culpado de parricidio por un ciudadano favorito de Sila, Crisógono; gobernador de la República Romana. Nadie quiso defenderlo en un principio, pues era acusado por Crisógono quien era el favorito de Sila, pero Cicerón quiso defenderlo y consiguió ganar la defensa. Este éxito logró ubicarlo como cuestor en las magistraturas de Sicilia en el año 75 a. C.(2). En ese mismo año, Cicerón logra ganar otra juicio defendiendo a Quinto Roscio, uno de los comediantes más grande de esos tiempos. 

Sin embargo, antes de dirigirse a Sicilia, Cicerón, por miedo de que Sila quisiera tomar represalias contra él, viajó a Grecia alegando motivos de salud para encontrarse con el rey Antíoco de Ascalón en Atenas. Se identificó con la filosofía estoica y conoció a su amigo de toda la vida Ático, con quien mantendría una correspondencia. Cuando escuchó que Sila había muerto, Cicerón se dirigió directamente a Roma y comenzó un nuevo juicio esta vez acusando al tirano Verres por parte del pueblo siciliano. Al ganarlo, años más tarde Cicerón conseguiría uno de los cargos más importantes, la pretura. 

Antes de obtener la pretura, en el año 69 a.C., Cicerón defiende a Marco Fonteyo, quien sería un político romano culpado por los galos de concusión. Luego en el mismo año defendería a Aulo Cecina con un éxito impecable. 

Ascenso al poder

Como pretor en el año 66 a. C., Cicerón defendió a Aulo Cluencio en un caso de homicidio, y el mismo año pronunció un discurso contra Cátulo y en favor de los optimates (el partido conservador de Roma). Apoyó a Pompeyo en su lucha contra Mitrídates rey del Ponto, defendiendo la Ley Manilia que permitía a Pompeyo hacerse cargo de la guerra contra dicho rey. 

Catilina y el primer triunvirato

Ya antes de su polémico y exitoso escrito ''Catilinarias'', Cicerón, al postularse para cónsul el año 64 a. C. acusa a Catilina sobre algunos delitos cometidos en África y Roma. Toda esta información está registrada en In Toga Candida recuperada por Quinto Asconio Pediano.

En el año 63 a. C., Pompeyo, Cicerón y el partido optimate necesitaban ganar contra Lucio Catilina; un político aristócrata que pertenecía al partido popular y promovía medidas muy populistas para ser elegido como cónsul de Roma. Ese mismo año, su hermano Quinto Tulio Cicerón le manda una carta con el siguiente consejo:

''La gente, naturalmente, prefiere que se le mienta a que no se le preste ayuda''

Cicerón gana exitósamente frente a Lucio Catilina en las urnas para postularse a cónsul, y también cuando Catilina quiso conspirar para ganar el poder por la fuerza, puesto que Cicerón intuyó inteligentemente la conjura e hizo su escrito ''Catilinarias'' que tuvo un éxito increíble. Posteriormente, Cicerón mandó a asesinar a varios secuaces de Catilina, entre ellos Cetego. Entre aquellas Catilinarias, Cicerón no dejó su trabajo de abogado pues en esos intertextos también pudo defender a Publio Cornelio Sila y a Lucio Murena, ambos cónsules y amigos del orador. 

Julio César, quien apoyó a Catilina inicialmente junto con Craso, quiere gobernar pidiendo ayuda a los hombres más influyentes de Roma.  Cicerón no lo apoya debido al carácter militar que tenía César; sin embargo, a pesar de no tener el apoyo del filósofo, el lugarteniente Julio César crea el triunvirato (gobierno de tres). César lo invita a unirse a gobernar dentro del triunvirato, pero Cicerón lo rechaza por ser un gobierno inconstitucional. 

Controversias

Exilio de Cicerón

Publio Clodio era un político romano que era el más férreo rival de Cicerón. En el año 58 a. C., Clodio lo acusó de asesinar ciudadanos romanos cuando el filósofo era cónsul, específicamente cuando mandó a ejecutar a los secuaces de Catilina. Al verse en éste peligro, Cicerón recurrió a la ayuda de Pompeyo, el cual no pudo ayudarlo. Debido a esto Cicerón, por consejo de Pisón, huyó de Roma, mientras todos sus bienes fueron confiscados y subastados.

Apenas Clodio supo que Cicerón se fue, éste anunció el destierro del filósofo y que además nadie podía darle hogar a más de 12 millas de Italia. Cicerón se dirigió a Brindis y luego a Dirraquio. Cuando se encontraba allí, Clodio quemó su quinta y su casa, y edificó un templo que pasó a llamarse Libertad. La esposa de Cicerón huyó a la casa de sus parientes, pero sufrió la violencia eylel ataque constante de las bandas Clodianas. 

Regreso de Cicerón

Clodio comenzó a culpar a Pompeyo por algunas acciones cometidas en el ejército, y además por el apoyo que antes le tenía a Cicerón. Esto hará que Pompeyo se arrepienta y pida a Cicerón que vuelva a Roma. A los 16 meses Cicerón pudo volver a Roma, recibiéndolo el mismo Pompeyo, quien inmediatamente mandó a reconstruir su casa. 

''Mi corazón está alegre, más alegre que incluso en mis días de gloria, pero mi bolsillo está triste''

Clodio, antes de que llegara el filósofo, alcanzó a robar al hermano de Cicerón e incendiar su casa. A todas estas desgracias, el amigo de Cicerón, Ático, lo ayudó en todo lo que necesitaba. 

Este regreso no estuvo exento de críticas para la republica, pues Cicerón seguía con sus objeciones a algunas gestiones del consulado romano. Ejemplo de esto son los escritos De Haruspicum Responsis en el año 57 a. C. y De provinciis consularibus en el año 56 a. C.


Conflictos políticos

Cicerón intenta persuadir a Pompeyo para que se aleje de Julio César, pero sus acciones son infructuosas. De hecho, Pompeyo se une a César más que nunca, y Cicerón se ve obligado a aceptar defensas jurídicas que no quiere. Cicerón prácticamente abandonaría la vida pública en Roma por dedicarse a dichas defensas. 

En el año 52 a. C, Clodio murió tras pelear con la banda de Milón en las calles de Roma. Lamentablemente, Cicerón no pudo defender bien a Milón y perdió el caso. 

La lucha por el poder Pompeyo/César


Luego de esto, Pompeyo y César comenzaron a pelear por el poder de la República. Los dos querían obtener la aprobación de Cicerón, pero éste trató de mantenerse lo más alejado posible de la política. En el fondo, Cicerón estaba muy de acuerdo con Pompeyo, pero al invadir César Roma en el año 49 a. C., Cicerón huyó de Roma inmediatamente. Pompeyo muere a manos de Julio César tiempo después.

Julio César estaba desesperado porque necesitaba la aprobación de un senador para justificar su dictadura, y trató de convencer a Cicerón. Este finalmente accede a trabajar con César, esperando que vuelvan los antiguos valores de la república. En el año 45 a. C., la hija de Cicerón, Tulia, muere y esto le produce una gran pena que plasmara en sus escritos. 

Muerte del César

Trabajar en Roma le significó un período prolífico en escritura, pero también difícil pues el 15 de marzo del año 44 a. C., Julio César muere a manos del Senado de Roma. Cicerón se puso a favor de Cayo Octavio (el hijo adoptivo de Julio César), para poner al Senado en contra de Marco Antonio.

¿Por qué contra Marco Antonio? Porque este quería inmediatamente hacerse cargo del poder para ser el único gobernador. Aunque a Cicerón no le gustó el régimen de Julio César, el filósofo asegura que un régimen con Octavio sería mucho mejor que con Marco Antonio. 

Filípicas

Imitando al libro de Demóstenes ''Filípicas'', Cicerón arremete con el mismo título contra la imagen de Marco Antonio, esperando tener el mismo éxito que tuvo con Catilinarias. Lamentablemente, Cayo Octavio se une con Marco Antonio y con Marco Emilio Lépido para formar el segundo triunvirato. Sus filípicas no tuvieron efecto alguno.

Muerte

Cicerón se entera en la costa de Lacio de que hay una orden de asesinato contra él. Se esperaba que escapara así como lo hizo con Sila, pero no lo hizo; al contrario, aceptó su destino. Octavio no quiso ayudarlo y dejó que Marco Antonio proscribiera al orador, y que un soldado fuera a asesinarlo. Sus últimas palabras fueron. 

''Acércate soldado, no hay nada correcto en lo que estás haciendo, pero, al menos, córtame la cabeza correctamente''

Su cabeza y sus manos fueron expuestas en el foro para humillarlo y dejar constancia de que estaba muerto. Su hermano y su sobrino sufrieron el mismo destino, el único que sobrevivió fue su hijo Marco Tulio. 



Personalidad de Marco Tulio Cicerón

Era un intelectual que se caracterizaba por su arrogancia, ingenio, pero también por su timidez a la hora de hablar en público. Con la rama filosófica que se caracterizó más fue con el estoicismo; una filosofía que considera el bien como el alcance de la sabiduría y el dominio del alma. 

Pero no solo sabía del estoicismo, sino que también del epicureismo y de la escuela de los peripatéticos. De hecho, Cicerón consideraba que los textos de Aristóteles eran un ''río de oro del conocimiento''. El punto más álgido donde Cicerón se muestra estoico es luego de la muerte de su hija Tulia, sostenía una idea de la muerte muy similar a Séneca: la muerte como algo natural e inevitable. Por lo demás, Cicerón en una de sus últimas obras deja claro que sí cree en la existencia de los dioses. 

El escepticismo y la cautela que retrataban al orador, le servían mucho para su profesión de abogado que le dieron muchos éxitos en su carrera. Aunque también dijo:

''Si la responsabilidad de los jueces es siempre buscar la verdad en los juicios, la de los abogados es presentar argumentos sobre lo probable, incluso si no se corresponde exactamente con la verdad''.

De todas formas, fue uno de los mejores abogados de su época con una sabiduría e inteligencia envidiables. 



Obras de Marco Tulio Cicerón

No son pocas las obras de Cicerón, pues fue un escritor muy prolífico. Sus obras comprenden la oratoria, los discursos, la filosofía, la religión y la retórica. 

Discursos:

  • Pro Quinctio (Defensa de Quincio): Un discurso pronunciado con el motivo de defender a Publio Quincio de unas propiedades que le iban a ser arrebatadas (81 a. C.). 


  • In Verrem (contra Verrinas): Una serie de discursos en contra de Cayo Verrinas que era un gobernador de Sicilia, en el cual Cicerón fue su acusador (70 a. C.). 







  • In Catilinam (contra Catilina): Un discurso hecho en contra de Catilina, quien conspiraba para alcanzar el consulado de la república (63 a. C.).





  • De Domo Sua (Sobre su casa): discurso pronunciado en favor de los que recuperaron su casa y contra los que lo alejaron de ella (57 a.C.).









  • Philippicae (Filípicas): 14 discursos hechos en contra de Marco Antonio para que Octavio tomará las riendas de la república (44 a. C.).


Tratados:

  • Topica (Topicos): libro dedicado a Cayo Trebacio, jurista romano que pidió a Cicerón que le enseñara sobre lógica aristotélica (46 a.C.). 



Conclusión


La vida de Marco Tulio Cicerón no estuvo exenta de éxitos y glorias en su trabajo. Logró ganar el juicio en contra del propio gobernador de la república en ese momento (Sila), y desenmascaró las conspiraciones de Catilina. Sin embargo, las ambiciones políticas de sus enemigos pudieron más que sus escritos y terminó siendo asesinado por los mismos. Su muerte corresponde a la determinación estoica, que al mismo tiempo será el precedente con el cual se alineará Séneca y otros maestros de la escuela estoica. Me parece que la fuerte confianza que tuvo Marco Tulio Cicerón en sí mismo, lo llevó a creer que podía detener el poder militar y político de sus enemigos. Esta es una lección que muchos aprenderán, aunque otros igualmente lo intentarán.