miércoles, 21 de enero de 2015

Platón - Timeo (o de la cosmogonía).

Muchas posturas y teorías se han adoptado para explicar el origen del universo. Incluso, hoy es un tema de debate entre los científicos que buscan explicaciones a través de estructuras físicas que se encuentran en el universo y los religiosos que no buscan explicaciones y se contentan con el tradicional creacionismo. Ya habíamos visto en libros anteriores que el alma es inmortal, que es un principio inmóvil, que mueve al cuerpo y a los otros. Sabemos que el primer dios según la mitología griega es Caos y de ahí nacieron los demás (todo esto lo sabemos gracias a Hesíodo y su texto ''Teogonía'', pero ahora ahondaremos en algo mucho más grande como lo es, el origen del universo. A propósito, éste libro se ha vinculado directamente como la continuación de La República, al comenzar con un diálogo referente a algunos capítulos de dicho Libro.


Definiciones:

(1) Fusible: Que puede fundirse. En este caso se entiende como solidificación. Por ejemplo, el oro que es el tipo de agua más denso según Timeo, se solidifica cuando se le filtra por una piedra.

(2) Licuefacción: Proceso en que el gas se transforma en líquido. Aquí se entiende como simple reducción de un elemento.

(3) Humores: Antiguamente, se denominaba humores a todos los líquidos del cuerpo.

(4) Equidistante: Que dos puntos se encuentran a la misma distancia de un tercer punto.

(5) Tétanos: Bacteria anaerobia, es decir, que vive sin oxigeno. Se introduce a través de las heridas y genera contracciones musculares severas.

(6) Flema blanca: flema de color blanco que indica que el cuerpo sufre de una infección viral o bacteriana.

(7) Catarros: Infección ocasionada por varios tipos de virus.



Referencias:

(1) Apaturia: Fiesta dedicada a la diosa Atenea.

(2) Ciudad que se ubica en el Bajo Egipto.

(3) Neith: Diosa egipcia de la guerra y la caza.

(4) Helios: Dios griego del sol.

(5) Columnas de Hércules: Representaban el límite entre el interior y el exterior de la cuenca del mediterráneo.

(6) Esto es a lo que se denominará ''El útero errante''. Como podemos ver, la relación sexual con el hombre terminaría con esta enfermedad; enfermedad que en otras palabras se llama ''Histeria''

(7) La denominación de ''el dios'' o ''los dioses'' se relata indistintamente a lo largo de la obra.

(8) Parece ser que Platón si destina un sino a los seres humanos.





Τίμαιος


Personajes:

- Sócrates
- Timeo
- Hermócrates
- Critias



¿Resumen de La República?

Los primeros dos dialogantes son Sócrates y Timeo. Este último le pidió a Sócrates que repitiera un discurso de organización política que había hecho el día anterior. 

Una de las primeras medidas de la organización política de la que hablaba Sócrates, era de asignar a cada campesino y artesano, un trabajo apropiado con sus habilidades. Por ejemplo, a los fieros que cuiden la ciudad y a sus súbditos, que administren la justicia. 

Los guardianes de la ciudad debían ser fieros y tranquilos de modo que administren estas maneras de ser según sea la ocasión. El Libro III de La República explica mucho mejor la labor de los guardianes en la ciudad. Entre otras cosas, se abordan muchos aspectos en relación a la ciudad ideal que ya han sido abordados en La República.


El relato de Critias

Critias comienza por contar un relato muy antiguo que de hecho, pertenecía a su abuelo que también tenía el mismo nombre. En ese entonces el abuelo Critias tenía más de noventa años y el joven Critias solo diez. Se celebraban en ese tiempo las fiestas de Apaturia(1) y se hacían competencias de recitación. 

La historia de Solón en Egipto

Uno de los competidores dice que si bien Solón era sabio en todos los campos del saber, en la poesía no lo era tanto, seguramente por descuidado. Critias el abuelo intervino cuando escucho ésto y dijo que Solón podría haber superado a Homero y Hesíodo, si no hubiera dejado la poseía como una prioridad secundaria, además, si hubiera terminado el argumento que tenía en Egipto, nadie se le habría comparado en tal arte. 

Inmediatamente, todos le preguntaron al anciano Critias cual era esa historia que tuvo que pasar Solón en Egipto y Critias el abuelo se dispone a contarles la historia. 

En Egipto hubo una región llamada Saítica donde se encontraba una ciudad llamada Saís(2) que estaba protegida por la diosa Neith(3) y Atenea. Solón fue recibido con honores y agradecimientos en estas tierras, de hecho, descubrió muchas cosas que ni los griegos sabían. Solón para entablar conversación les habla sobre algunos hechos que nacieron en esa ciudad. Uno de los ancianos al escucharlo le dice que entre los griegos solamente hay niños, prácticamente no existen los viejos. Solón le pregunta a que se debe esa afirmación y el anciano le explica que ellos (los griegos) no tienen creencias antiguas transmitidas de generación en generación. Esto se debe a que en Grecia han habido muchas destrucciones por parte del fuego y del agua. 

El fuego y el agua como destructores

Un ejemplo de lo expuesto anteriormente es la historia de Faetón, hijo de Helios(4), quien tomó el carro del padre y trato de manejarlo, al no poder hacerlo, quemó toda la tierra y murió alcanzado por un rayo. Esta historia (o más bien leyenda), representa una destrucción en la tierra por parte del fuego, lo cual fue un hecho real. De este modo, todos los ciudadanos que vivían en las montañas y en  los bosques murieron sin remedio mientras que los que vivían cerca del mar se salvaron.

El Nilo salvó en muchas ocasiones a los egipcios, pero cuando los dioses tienen la intención de renovar el mundo, lanzan un diluvio interminable que mata a la gran parte de los hombres. Así, los que se salvan serían los humanos que viven en las montañas o en lugares altos.

En ésta región, explica el anciano a Solón, no hay preocupación por estos problemas, puesto que en la región nunca han sufrido este tipo de desastres, es por eso que en el bajo Egipto se conserva siempre lo más antiguo. Los egipcios siempre anotan y registran todo lo que pasa alrededor de Egipto y siempre tienen noticias de Grecia. 

La antigüedad

Lo que el anciano quiere decir, es que cuando un país sufre devastaciones, es como si empezara de nuevo debido a que se empiezan a crear fábulas de como se originaron tales desastres. En cambio, en un país donde no hay desastres, los hechos se registran con toda precisión sin la necesidad de recurrir a fábulas. Es así, que las fábulas de Solón no tengan ninguna diferencia con los relatos para niños.

Solón al escuchar todas estas explicaciones, quiso saber más sobre la antigüedad y pidió al anciano que le contara todo desde el principio. Para eso el anciano comenzará a describir las leyes de hace 8.000 años.

La Atlántida

Dichas leyes se caracterizaban por asignar a cada ciudadano, un trabajo al cual se dedicaran todo el tiempo sin hacer otro en absoluto. El anciano precisa que lo mismo se hace en Egipto. Los guerreros no se dedican a otra cosa que los asuntos de la guerra. Todas estas leyes eran disposiciones que la diosa Atenea había dado a los ciudadanos de Grecia y que los egipcios adoptaron. Los griegos superaban a todos sus enemigos cuando seguían estas disposiciones, ya que eran hijos y alumnos de los dioses.

Pero había una historia griega que los egipcios admiraban mucho más que la contada anteriormente. La historia de cómo los griegos detuvieron la marcha de un imperio que incluso habían atravesado las ''columnas de Hércules''(5) por medio de una isla. Dicha isla se llamaba ''Atlántida''. Los habitantes de esta isla quisieron esclavizar a Grecia, pero los griegos se lo impidieron y cuando estuvieron en la Atlántida, ocurrió un diluvio que sepultó la isla en agua. Esto es lo que hablo el anciano a Solón.


El relato de Timeo

Viendo la similitud de ideas entre Sócrates y las leyes de las que se hablaba hace 9.000 años, se prosigue con el relato de Timeo sobre la formación del universo. 

Lo que permanece y lo que deviene 

Timeo dice que hay que diferenciar dos cosas. Una son las cosas que permanecen por la eternidad y otras son las cosas que están sujetas a transformación. El primero solo es entendido por medio de la razón y el otro se entendido por la opinión, la sensibilidad y la transformación. Además lo que deviene lo hace por una causa y nunca por sí misma.

Cuando un artesano crea su obra inspirado por un ser inmutable, es seguro de que ese artesano creará algo bello. Si esta inspirado por algo perteneciente al mundo sensible, pues no será bello.

Timeo nos dice que el Universo fue generado, pues es sensible y tangible. Al tener estas características, debemos decir que necesariamente pertenece al mundo sensible. 

El creador del universo

Es difícil descubrir al creador del universo y además, una vez descubierto, es imposible comunicarlo. Lo otro que se debe determinar es si éste creador se basó en un modelo eterno, o generado. 
  • Si el mundo es bueno y el dios también lo es, entonces se fijó en un modelo eterno.
  • Si el mundo es malo y el dios también lo es, entonces se fijó en un modelo generado.
A todos, dice Timeo, les es obvio que el dios creador se fijó en un modelo eterno puesto que el universo es una de las cosas más bellas que se tiene en el mundo. Si es así, entonces podemos decir que éste universo es la imagen de algo.

La creación del ser vivo

El creador es bueno, dice Timeo, y en él no se alberga la mezquindad. Al no tenerla, todo será semejante a él mismo.

En un principio, el creador tomó todo lo visible y sujeto a corrupción, y lo condujo desde el desorden hasta el orden. Entre todos los seres sensibles, puso la razón en el hombre puesto que no puede poner la razón en cosas inanimadas. Este hombre será quien más se asemeje al creador y comprenderá a todos los seres del mundo en su interior. Por otro lado, es preciso destacar la existencia de sólo un universo, puesto que se tendría que crear un ser adicional y eso no seria posible, puesto que el hombre ya está emparentado con el creador.

El cuerpo del mundo 

El creador del mundo comenzó a crear este mundo a partir de crear la tierra y el fuego, es decir, empezó por las cosas sensibles. Debido a la dificultad para unir estos dos elementos, el creador puso en medio de estos dos, el agua y el aire siguiendo ésta proporción.

Fuego - Agua y aire - Tierra

El fuego y la tierra serían los extremos, el agua y el aire los que apaciguan a cada extremo. Así se consolidó el cuerpo del mundo y lo hizo de la siguiente manera:
  1. El conjunto de este ser vivo estaría conformado de partes completas.
  2. Lo hizo de tal manera que no se pueda crear uno similar.
  3. Lo creó de modo que no tenga ninguna enfermedad.
  4. Le dio una figura apropiada para que los seres vivos pudieran vivir en él.
Este mundo está sujeto a su propia corrupción. Lo generó con un movimiento circular y sin pies, se alimenta a sí mismo y nada puede salir ni entrar de él.

El alma del mundo

El alma, asegura, Timeo, no puede ser más joven que el cuerpo, puesto que el creador jamás permitiría que lo antiguo fuera dominado por lo joven. Entre el ser indivisible y divisible, el creador hizo una tercera clase de ser hecha de los dos mencionados anteriormente. A causa de la dificultad de mezclar las 3, lo hizo con violencia y después de unir los tres componentes, lo dividió en cuantas partes fuera posible. 

La división la llevo en dos potencias. A continuación, se citan las cifras:

''Primero, extrajo una parte de todo; luego, sacó una porción el doble de ésta''.

Es decir ''2'' 

''posteriormente, tomó la tercera opción, que era una vez y media la segunda y 3 veces la primera''.  

Es decir ''3'' 



En las potencias de 2 (2x2x2):


  • La cuarta era el doble de la segunda: 4
  • La sexta 8 veces la primera: 8

En las potencias de 3 (3x3x3):
  • La quinta el triple de la tercera: 9
  • La séptima 27 veces la primera: 27

La mezcla sería la siguiente: 1, 2, 3, 4, 8, 9 y 27.

Luego el creador completaría las proporciones de la siguiente manera, citada en el mismo libro. 

''Después de que entre los primeros intervalos se originaran los de tres medios(3/2), de cuatro tercios(4/3) y de nueve octavos(9/8), llenó todos los de cuatro tercios(4/3) con uno de nueve octavos(9/8) y dejó un resto en cada uno de ellos cuyos términos tenían una relación numérica de 256 a 243''
El demiurgo colocó un circulo en el exterior y en el interior, teniendo el primero la naturaleza de lo mismo y el segundo la naturaleza de lo otro. Así también se colocaron 7 círculos diferentes que rotan cada uno de manera contraria al que tiene al lado.

Finalmente, tenemos el alma del mundo, creada por los 3 tipos de elementos: la naturaleza de lo mismo, la de lo otro y la del ser. 

La creación del tiempo

Al mismo tiempo que el creador generó el mundo creó el tiempo, ya que éste no existía antes de la formación del mundo. Timeo dice que el ''es'' y el ''era'' son las únicas expresiones que participan del ser eterno e inmutable mientras que el ''será'' pertenece al movimiento cambiante y el ser inmutable, no puede cambiar, siempre se mantiene eternamente. Si bien el tiempo se hizo a la par con el universo, los dos perecerán juntos. 

La creación del tiempo supuso también la generación del sol, la luna y los planetas; consecuentemente, el girar de estos cuerpos celestes, trajo la aparición del día y la noche. El mes se produce cuando la luna, luego de recorrer toda su órbita, supera al sol. El año se produce cuando el sol completa totalmente su revolución. 

Los animales y otros seres

El demiurgo también debía de pensar en los seres que tenían que habitar la tierra y estos fueron 4.

  1. Los dioses
  2. Los alados y animales del aire
  3. Los animales acuáticos
  4. Los animales terrestres

A cada uno de ellos les corresponde uno de los cuatro elementos que se encuentran en el mundo. El fuego corresponde a los dioses, el aire a los seres alados y a los animales del aire, el agua a los animales acuáticos y la tierra a los animales terrestres.

Origen de los dioses

Timeo nos dice que en cuanto al origen de los dioses, es necesario creerle a los poetas y aceptar a los dioses e hijos de los dioses, ya que explicar de donde vienen es un asunto que es imposible llegar a conocer, está fuera de sus posibilidades. Solo se puede explicar el origen de los dioses por medio de la obra de Hesíodo, la Teogonía.

La creación del alma y el cuerpo hombre

Los dioses crearon a los hombres, pero también crearon las almas de estos. Estas fueron divididas por cada cuerpo celeste y astro que se encontrara. Luego de que estuvieran en los astros, las almas debía ser distribuidas a los animales, sobre todo, al hombre. Además, a cada hombre se le atribuiría un astro.

Esta mezcla que se suscita en el hombre, trae elementos de violencia, amor, placer, dolor, ira y temor; si alguna vez el hombre llegara a dominar estos elementos, entonces éste vivirá en justicia; pero de lo contrario, si los elementos lo dominaran a él, vivirá en injusticia.

Quien viviera correctamente, luego de morir, iría directamente al lugar donde el alma le fue atribuido su astro; de lo contrario, en la otra vida ''reencarnaría'' como mujer, si aún así no obra correctamente, se ''reencarnaría'' en un animal. 

Las mujeres tendrían cierta similitud con los animales, en el sentido de que estas son casi tan encolerizadas como los animales cuando se habla de procreación. Cuando se deja pasar mucho tiempo sin procrear, las mujeres se ponen ansiosas y sienten que su útero anda errante por el cuerpo, dando una obstrucción de la respiración provocando enfermedades. La única solución a esto, es la procreación del hombre y la mujer; así se acaba dicha enfermedad(6).

Por otro lado, son los dioses los que decidieron que las revoluciones del alma fueran encerradas en los cuerpos que a su vez eran cometidos a ''flujos y reflujos''. El cuerpo, al verse compuesto de fuego, agua, aire y tierra, hacía al cuerpo avanzar de manera desordenada y se movía en seis movimientos posibles:

  1. Arriba
  2. Abajo
  3. Adelante
  4. Atrás
  5. Izquierda  
  6. Derecha

Y cuando en uno de estos movimientos el cuerpo chocaba con otro cuerpo donde dominara el agua, o la tierra, o el fuego, o el aire, éste choque afectaba directamente al alma. De aquí se desprende el término ''percepción''. Por supuesto, este movimiento se llevaba a cabo de manera violenta entre las dos almas.

Las partes del cuerpo

¿A qué hicieron semejanza los dioses cuando crearon el cuerpo? Timeo considera algunos puntos claves para entender cómo.

  • La cabeza: Para imitar la forma circular del universo se creó la cabeza. Las partes restantes del cuerpo son sometidas al mando de la cabeza, ya que es ésta la que da ordenes al cuerpo de moverse, en otras palabras, la cabeza es la dueña del movimiento.
  • Piernas y brazos: Para que los movimientos que ordenaba la cabeza fueran posibles, los dioses consideraron que el cuerpo debía tener las extremidades.
  • Ojos: Para que el cuerpo pueda ver los dioses, le han proporcionado ojos que reciben la luz y los ataron al rostro. Es el fuego el elemento representativo de éste órgano considerando que es el fuego interior que hace coincidir la luz que proviene del exterior. Aquí es donde se encuentra la percepción de ''visión''
  • La voz: Otorgada por las musas, se preocupa más bien de regularizar las actividades del alma. Alcanzar la armonía de aquella.

Cabe destacar que es la inteligencia lo que mueve a los órganos. Precisamente, la inteligencia se encuentra en el alma y es la que organiza los movimientos del cuerpo. Otra cosa que surge de ésta reflexión, es la necesidad.

Inteligencia, Necesidad y el Receptáculo


La Necesidad está sometida a la Inteligencia en todos los sentidos. Estos son dos principios que Timeo ya ha discutido detalladamente; sin embargo, se encuentra un tercero que se había ignorado, pero que ahora se hace necesario. Este es ''ser un receptáculo para toda generación''. Para hablar de éste principio, tendríamos que hablar nuevamente de los 4 elementos mencionados anteriormente.

Los 4 elementos

El agua cuando se solidifica, se convierte en ''piedra y tierra''. Cuando se disuelve se convierte en aire y niebla. Luego cuando la niebla se condensa, vuelve a convertirse en agua.

Cada uno de los 4 elementos tiene una denominación distinta. Timeo dice que no se le puede llamar fuego simplemente ''fuego'', sino que se le debe llamar ''algo que provisionalmente tiene fuego''. Lo mismo cuanta para el agua ¿porqué? Porque estos elementos no son estables y tarde o temprano se acaban, ninguno de esos puede permanecer, más bien perecen. 

Timeo se explaya aún más con un ejemplo más claro.

  • Si alguien estuviese construyendo una figura hecha de oro y la cambiara constantemente de posición, se debería decir que la figura es oro, puesto que no se puede llamar forma a todo lo que deviene porque siempre estará en constante cambio.

De esto también se diferencian 3 formas de genero.

  1. Lo que deviene
  2. Aquello en lo que deviene
  3. Aquello a través de cuya imitación, nace lo que deviene

Timeo, de una forma comparativa, entiende que en estos 3 géneros se encuentran padre madre e hijo. El padre como ''lo que deviene''  el hijo como ''aquello en lo que deviene'' y la madre como el recipiente ''aquello a través de cuya imitación, nace lo que deviene''.


El origen de los elementos

Las 3 realidades distintas mencionadas por Timeo son: El ser, el espacio y el devenir. La nodriza del devenir es la que se quema, humedece, seca dependiendo del elemento al cual esté sujeta. Es agitada y vive en constante desequilibrio debido a la semejanza y desemejanza de los elementos entre sí. Para explicar el desequilibrio, Timeo se propone analizar el origen de los elementos.

Los 4 elementos son cuerpos y como cuerpos, todos tienen profundidad y que ésta sea rodeada por una superficie. Acorde a lo dicho por Timeo, la cara tiene una superficie hecha por triángulos. Los triángulos están hechos por un ángulo recto y dos ángulos agudos.


Al fuego le correspondería la figura geométrica compuesta de 4 triángulos equiláteros, el Tetraedro. 


El aire le correspondería la figura geométrica compuesta de 8 triángulos equiláteros, el Octaedro.


Al agua le correspondería la figura geométrica compuesta de 20 triángulos equiláteros, el Icosaedro.

A la tierra le correspondería la figura geométrica compuesta de 2 triángulos Isósceles, el Cubo.

El sólido que corresponde al límite de la tierra, es el Dodecaedro.


*Es importante mencionar que tiempo más tarde, a éstos poliedros se les denominará como ''Sólidos platónicos''.


Movimiento y reposo

Terminado lo de los poliedros, Timeo analiza estos dos conceptos, movimiento y reposo. Nada que esté en equilibrio puede estar en movimiento porque es imposible que lo que se mueva por naturaleza, al mismo tiempo no se mueva. El equilibrio solo se puede llevar a cabo en el reposo. Así, al equilibrio corresponde reposo y al desequilibrio movimiento. 

Los 4 elementos mencionados anteriormente viven en movimiento y aunque estén separados, siempre uno de ellos se convierte en el otro. El movimiento de los elementos sigue la misma revolución del universo y dado a que ésta revolución es circular, los elementos también giran circularmente y no dejan espacios vacíos. 

Los elementos y sus tipos

En los elementos existen algunas variaciones de formas y características:

  • En el fuego existe la llama que nos proporciona luz. Lo que queda después de extinguida la llama, es el fuego.
  • En el aire existe el éter que es un tipo de aire brillante y otros tipos de aire llamados niebla y oscuridad.
  • En el agua existen dos tipos: una líquida y otra fusible(1).
  • En la tierra existen dos tipos: una solida y otra pesada. La tierra participaría directamente del reposo, es decir, esta constantemente en equilibrio puesto que no puede moverse.

Cada uno de estos elementos sufre una reducción de sí mismo al transformarse. Una de estas transformaciones recibe el nombre de licuefacción(2) y a su extensión sobre la tierra se le llama flujo. En el fuego, por ejemplo, tenemos que cuando se reduce, experimentamos ''enfriamiento''. 

El agua

Este elemento es uno de los más blandos y líquidos en el mundo. Se denomina ''líquida'' por causa de su movimiento y se solidifica cuando ninguno de los otros elementos están presentes. 

Los estados del agua se componen de distintas formas:


  • Si esta agua solidificada se encuentra en el cielo, se le denomina ''granizo''.  
  • Si se encuentra sobre la superficie, se le denominará ''hielo''.
  • Si no se ha solidificado del todo y se encuentra en el cielo se le llamara ''nieve''.
  • Cuando esta directamente sobre la superficie y surge del rocío , se le llamará ''escarcha''. 
  • Cuando el agua se filtra a través de las plantas, se les llama ''humores(3)''.
  • El agua que proporciona calor al cuerpo y al alma, es el ''vino''.
  • El agua que relaja los conductos bucales y les proporciona dulzura, se les denomina ''miel''.
  • El agua que disuelve la carne es llamada ''jugo ácido''.

La tierra

También existen distintas clases de tierras:

  • Cuando a la tierra le es extraída toda su humedad gracias al fuego, se le denomina ''arcilla''.
  • Cuando queda humedad después de la exposición al fuego, la tierra se convierte en ''tierra fusible''.
  • Si la ''tierra fusible'' se enfría se transforma entonces en ''piedra negra''.


Cualidades

Una vez terminadas las explicaciones de los elementos, Timeo procede a describir las cualidades de cada elemento.

El calor:

¿Porqué el fuego es caliente?

Recordemos la figura que representa el fuego ''el tetraedro''. Este poliedro tiene sus ángulos de manera muy ''puntiaguda'' y velocidad muy alta. La rapidez y la pequeñez de sus partículas producen escisiones en todo lo que se interpone en su camino.

El frío:

Cuando una parte del cuerpo no está quemada lo suficiente, el agua lucha contra el movimiento del fuego. Las grandes partículas del agua tratan de expulsar las pequeñas (las del fuego) hacia afuera, pero al no poder hacerlo, lo único que pueden hacer es ''congelar'' esas partículas y de ahí que llamemos a éste proceso ''frío''

La dureza y la blandura:


En palabras de Timeo, todo lo que cede nuestra carne y blando es lo que cede ante nuestra carne. Todo lo que tenga una base cuadrilátera, es una figura resistente por que puede alcanzar alta densidad. En cambio lo blando cede a todo.

Lo pesado y lo liviano:

Cuando se hace fuerza a un elemento, las pequeñas partículas pueden ser levantadas fácilmente hacia arriba. A éste proceso lo denominamos ''liviano'' y al proceso contrario lo denominamos ''pesado'' (grandes partículas que no pueden ser levantadas).

Aspereza y suavidad:

La falta de homogeneidad y la dureza, forman lo que conocemos como ''aspereza''. Y la homogeneidad unida con la densidad, dan lugar a la ''suavidad''.


Sustancias móviles e inmóviles


Las sustancias que tienen movimiento pueden producir daños en el cuerpo. Así es como el fuego que provoca la separación de partículas, provoque escisiones y las sustancias más estables no provoquen separación. 

Las sustancias inmóviles del cuerpo tales como el pelo o los huesos u órganos que estén constituidos por ''tierra'', en su mayor parte son inmóviles. Las sustancias móviles se encuentran en los ojos y en los oídos debido a que poseen fuego (en el caso de los ojos) y aire (en el caso de los oídos).

Los órganos de los sentidos

La lengua 

Existen sustancias que limpian la boca de forma desmesurada y cuando se introducen en la lengua nos produce un ardor. A este efecto se le llama ''picante''. Y las sustancias con un menor grado de cualidades que limpien la boca, no nos son picantes e incluso nos resultan agradables.

Las burbujas, según Timeo, se forman a partir de la humedad ahuecada pura que se aglutina. La humedad ahuecada terrea forma las burbujas de ebullición y fermentación.

Cuando una sustancia húmeda suaviza y limpia lo que se había hecho áspero en la lengua, ésta sustancia es llamada ''dulce''.

La nariz

Acorde con lo que dice Timeo, ninguna cosa tiene un olor propio, puesto que no se puede percibir el olor de un objeto por sí mismo. El olor solamente se percibe cuando dicho objeto es fundido, humedecido o podrido.

Todos los olores son humo o niebla. Y este proceso sucede por el proceso que pasa el agua para convertirse en aire y el aire en agua.

El oído

No se puede entender la audición sin hablar de la voz. La voz es un golpe de aire que pasa a través de las orejas, luego por el cerebro y por la sangre hasta llegar al alma. Cuando la voz es rápida, esta se escucha aguda; cuando esta es lenta, se escucha más grave; y cuando es regular, es uniforme y suave.

Los colores

Serían las llamas que fluyen dentro de nuestro cuerpo, que junto con las partículas nos ayudan a percibirlos.

Las partículas que proceden de otros cuerpos y que afectan nuestra visión, son unas menores, mayores e iguales. A las iguales las denominamos ''transparentes'', las menores y las mayores son las que dilatan el rayo visual (el rayo que viene desde nosotros a través de fuego). 

El color que tiene la capacidad de dilatar el rayo visual se llamara ''blanco'' y el que hace todo lo contrario ''negro''. Cuando el rayo visual es dilatado directamente al ojo, éste hace que salgan las lagrimas.


¿Existe lo superior y lo inferior en el universo? 

Según Timeo, no es posible pensar en dos fuerzas contrarias en el universo. Así, el universo al ser esférico, tiene todo a la misma distancia como todos los lados del círculo son equidistantes(4) al centro. Con respecto al mundo se dice lo mismo porque al estar en el centro, significa al mismo tiempo que el mundo no está arriba ni abajo, sino que en el centro. Por lo tanto, el universo no tiene una región superior ni inferior.

El alma y el cuerpo mortal

Al comienzo de la creación, el dios hizo todo lo más proporcionadamente y armónicamente posible. Puso a un ser viviente que además tenía que hacer vivir a todos los seres restantes. El creador del universo, creó a los seres mortales como también a los divinos. Cuando a estos seres les formó alma, al mismo tiempo les dio cuerpos para que cubrieran sus almas. En dicha formación del ser, a éste se le otorgó un ''alma mortal'' con las siguientes características. 


  • El placer
  • La incitación al mal
  • Los dolores 
  • Las fugas de las buenas acciones
  • La temeridad
  • El temor
  • El apetito
  • La esperanza 

Toda estas cosas entremezcladas, componen lo que es llamado el alma mortal. Ésta alma mortal pertenece a las extremidades del cuerpo y así, separaron las dos almas, la inmortal está en la cabeza y la inmortal en el tórax, siendo el límite entre las dos el cuello.

Sin embargo, quisieron dividir aún más el alma mortal y dividieron el tórax en lo que se llama diafragma.  La parte del alma que es la más belicosa, fue puesta entre el cuello y el diafragma para que escuche a la razón. Entre el diafragma y el límite hacia el ombligo, se encuentra la parte apetitiva del alma.
 

Es claro que cuando la apetencia llega a niveles desmesurados, el cuerpo podría caer en enfermedades y desproporciones. para que esto o ocurriera, el dios creó una cavidad inferior donde se recibía la comida sobrante. Enrollaron los intestinos para que los alimentos, que se dispersan rápidamente por el cuerpo, no obligara al cuerpo a pedir nuevamente comida.

La médula fue el primer elemento creado del dios y también es el que le dio el origen a los huesos. La médula esta compuesta de todos los elementos (fuego, aire, agua y tierra). Ésta se encuentra tanto en el cerebro como en los propios huesos; fue distribuida por todo el cuerpo y además, cubrió ésta de una cobertura ósea. Para construir la cobertura osea, necesitó de tierra y al mezclar ésta con la médula, calentándola y poniendo en agua para que lograra su temple, se formaron los huesos. También considero que debido a esta calentura y enfriamiento de la estructura ósea podía corromper la simiente de los huesos, ideó lo que hoy llamamos como ''tendones''. Para crear los tendones, se necesitó huesos y carnes junto con calor y sin fermentación.

Luego de poner los tendones, puso la carne para la protección contra las quemaduras y los enfriamientos excesivos. Para crear la carne necesitó agua, fuego, tierra, un fermento de ácido y sal.

Los objetos de los cuales se sirve el hombre

Una vez terminada con las generalidades del cuerpo, Timeo sigue su discurso con la construcción de los objetos que pertenecen al mundo exterior. Los dioses(7), al ver que el hombre podía verse en peligro por las inclemencias del ambiente, generaron una naturaleza similar a la humana: árboles, plantas y cosas que vienen de la agricultura. Este tipo de objetos (o de naturaleza) solo tiene una de las cualidades del alma mortal, y esa es la apetitiva. Además, se diferencia del hombre por haber sido despojada de los movimientos.

Las enfermedades del cuerpo

Como el cuerpo se compone de fuego, agua, tierra y aire, el exceso de ellos en el cuerpo provocara lo que conocemos como ''enfermedades'' y estas pueden venir tanto de dentro como de fuera. 

Hay un segundo tipo de enfermedad que guarda relación con los huesos y la carne. Cuando estos están juntos se complementan entre sí, pero cuando la carne está separada de los huesos, la carne se pudre, y ésta putrefacción llega a las venas volviendo a la sangre más amarga. Las carnes que están putrefactas se ennegrecen y cuando son ingeridas por el cuerpo, éstas atacan a las partes que aún no han sido destruidas dentro del cuerpo.

Existe un tercer tipo de enfermedad que se ocasiona por el aire, la flema y la bilis. Cuando el pulmón tiene los flujos obstruidos, el aire no puede entrar a ellos, o si entra, lo hace de una manera demasiado violenta ocasionando daños en las venas. Cuando la carne se descompone, el aire generado por el cuerpo es incapaz de salir produciendo lo que se conoció como el ''tétanos(5)''. 

Cuando la flema blanca(6) se retiene es peligrosa porque produce burbujas y cuando tiene una ventilación externa, puede provocar lepra blanca y otras enfermedades relacionadas. La flema ácida provoca todas las enfermedades relacionadas con el ''catarros(7)''. 

La bilis produce todas las inflamaciones y quemaduras que se hacen en el cuerpo. Cuando ésta alcanza una salida al exterior, provoca erupciones varias, pero cuando se queda dentro, causa la mayoría de las enfermedades inflamatorias.

Las enfermedades del alma

Éste tipo de enfermedades se da por los distintos estados del cuerpo. Existen dos tipos de enfermedades del alma: la locura y la ignorancia, así como también los placeres y dolores excesivos. Una de ellas es el desenfreno sexual, que cae en la enfermedad del alma relacionada con los placeres excesivos.

La incontinencia en los placeres, según Timeo, no representa un mal intrínseco en el ser humano. Así, volvemos a la concepción de lo voluntario y lo involuntario en el Libro IX de Las Leyes donde se dice que los delitos causados por la cólera, son involuntarios. Dice Timeo, que lo malo se hace por un mal estado del cuerpo o por una educación incorrecta.

No se debe llegar a los excesos con los medicamentos y tampoco se debe utilizarlos con enfermedades que no representan un peligro. Todo animal es creado para que viva en un tiempo determinado independiente de los sufrimientos que padezca a lo largo de ésta(8)


Conclusión

Un libro que no es fácil de leer. Es un elogio a las matemáticas sobre todo cuando se hablaba del universo y las formas geométricas del universo. No deja de llamar la atención la primera referencia al Libro La República, como si éste libro fuera una continuación a dicho libro. También es de valor señalar la mención a la isla perdida que hasta el día de hoy ha generado dudas de su existencia, la Atlántida. Finalmente, Timeo es un libro para leer con mucha paciencia y con cierto sentido de las matemáticas, la influencia que éste dejó en el campo místico-geométrico, fue contundente.


sábado, 10 de enero de 2015

Platón - Ión (o de la poesía).

¿Qué podríamos esperar de éste corto diálogo si en el décimo libro de La República, Sócrates acusaba a los poetas de corromper la ciudad, puesto que la poesía era un arte imitativo que no se acercaba a la verdad? Sería muy simple que sólo nos quedáramos con la impresión del último libro de La República. Ión es un poeta rapsoda de Éfeso quien acababa de ganar un premio en los juegos de Epidauro al demostrar sus conocimientos sobre Homero. Los dos dialogantes discutirán sobre el rol que tiene el rapsoda en la poesía y la naturaleza de la poesía.

Definiciones:

(1) Rapsodistas: Recitadores de poemas homéricos.

ἰών

Personajes:

- Sócrates
- Ión

Encuentro con Ión de Éfeso

Ión venía de Epidauro donde se celebraba el concurso de los rapsodistas(1). Felizmente, Ión había ganado el primer premio en el concurso. Sócrates también se alegra por su victoria y le comenta que tiene envidia de los rapsodas debido a que éstos tienen que estudiar a los poetas como Homero e interpretarlo. Por supuesto, Ión se vanagloria de su logro y asegura que nadie sabe tanto de Homero como él.

Los expertos en el arte

Sócrates al ver la jactancia de Ión, le pregunta sobre cosas de la poesía, sobre todo, de las semejanzas que Homero tiene con Hesíodo. Ambos poetas antiguos (Homero y Hesíodo) hablaban de la adivinación. Sócrates le dice a Ión si el es capaz de decir lo que hablaban estos dos poetas antiguos sobre la adivinación, pero no cree ser capaz de explicarlo, puesto que Ión sólo se dedica a la vida de Homero, incluso, asegura que lo que Homero habla de la adivinación es mucho mejor que cualquier discurso de otros poetas.

Pero Sócrates lo interrumpe con un ejemplo: Si un grupo de personas habla sobre los números y una de ellas habla de manera excelente, una persona del grupo dirá que su discurso sobre los números fue notable. Ésta misma persona será capaz de juzgar quién hace un mal discurso del tema que se expone y además, será la persona que sea experta en números. También se puede decir lo mismo de personas que estén hablando de alimentos buenos para la salud.  Es el médico quién siempre hablará con sabiduría de estos temas. 

Así, siempre habrá una persona experta quién juzgue que se habló bien o se habló mal sobre un tema en particular. Por lo tanto, Ión, quien es un experto en la vida y obra de Homero, es el único que puede decir quién habla mal de los poetas y quién no porque al admitir que los otros poetas no hablan de la adivinación tan bien como Homero, al mismo tiempo está aceptando que conoce la obra de los demás poetas. 

¿Quién puede juzgar correctamente un arte?

Ión quien queda un tanto confuso, acepta que no puede hablar de los otros poetas tan bien como habla de Homero. Sócrates le dice que si Ión supiera de el arte de la poesía, sería capaz de juzgar y hablar correctamente de todos los demás poetas, puesto que son ellos los que desarrollan éste arte.

La inspiración divina

Sócrates agrega que lo que le pasa a Ión, más que un defecto es una inspiración divina al igual que las musas inspiran a los poetas como lo habíamos visto en libros anteriores. Hasta el momento de la inspiración divina, todo el ingenio de los poetas está vacío. Así, existen poetas que dedican ditirambos, que dedican elogios, bailes o versos épicos. Los dioses inspiran a los poetas y los poetas los interpretan; del mismo modo, los interpretes interpretan a los poetas. Finalmente Ión y los rapsodas en general serían interpretes de los interpretes.

La posesión 

La emoción que siente Ión al recitar los sucesos de la Ilíada o la Odisea, es que cuando ocurren cosas vergonzosas, rompe en llanto y cuando pasan cosas terribles y violentas, le palpita el corazón casi como si lo estuviera viendo. Esto ocurre como una suerte de posesión, ya que considerando el ejemplo anterior, los poetas estarían poseídos por los dioses para crear poesía (unos por las musas, otros por baco y así) y los interpretes están dominados por los poetas mismos (por Orfeo, por Homero, o por Hesíodo) éste último sería el caso de Ión. 

Luego, Ión habla de Homero no por inspiración del arte, sino que por inspiración divina.


El arte del rapsoda

Comienza a aparecer un poco de reticencia de parte de Ión, éste le dice a Sócrates que ni siquiera él podría creer tales argumentos. Sócrates le pide que habla de las cosas que sabe de Homero porque, naturalmente, Ión quizás no las sepa todas. No obstante, Ión asegura saber todo sobre Homero, y Sócrates lo desafía a probar las cosas que sabe de Homero. 

Sócrates trata de recordar un pasaje de la Odisea y Ión se lo recuerda de inmediato:

‘’Inclínate, le dice, bien preparado, sobre tu carro a la izquierda; al mismo tiempo con el látigo y la voz apura al caballo de la derecha, flojándole las riendas; haz que el caballo de la izquierda se aproxime a la meta, de manera que el cubo de la rueda, hecho con arte, parezca tocar en ella, y que sin embargo evite tropezarla’’.

¿Será Homero el más apto para hablar sobre los carros por sobre los expertos en conducir carros? Ión acepta que realmente no es más apto para hablar que quién conduce el carro. Lo mismo en los pasajes relacionados a la medicina (el médico sería quién puede juzgar lo que se habla sobre éste tema), o la pesca (el pescador sería quién puede juzgar lo que se habla sobre éste tema). 

Errores en la lógica de Ión

¿De que puede hablar el rapsoda entonces, si todas las cosas de las que habla Homero aluden a objetos que no convocan la rapsodia? Ión dice que el rapsoda conocerá todo lo que sale de la boca de los hombres y las mujeres, pero volvemos al mismo problema ¿Si un capitán habla de navegación, rapsoda sabrá si habla bien o mal a estos respectos? Inmediatamente, Ión reconoce que esto no es posible. No obstante, se defiende diciendo que si conoce los discursos sobre los generales, pero Sócrates le vuelve a decir a Ión que de ser así, entonces tendría que también ser un buen general de guerra. Ión acepta esta última conclusión diciendo que la rapsodia y la guerra son lo mismo. De aquí se entrama un complejo sofisma:

Lógica de Ión

  • El buen rapsodista es un buen general de ejercito.
  • El buen general de ejercito es un buen rapsodista(?).

Después de ver las premisas anteriores, Ión acepta el primero, pero rechaza el segundo. Se sigue con otras premisas:
  • Ión es el mejor rapsodista de toda Grecia.
  • Por lo tanto, Ión es el mejor general de ejercito de toda Grecia.

Sócrates se pregunta cómo es posible que el mejor general del ejercito de Grecia vaya de ciudad en ciudad y no este en el frente de batalla defendiendo el país. Ión se defiende diciendo que Grecia ya tiene quién la defienda y que no lo elegirían a él para que comande las tropas.

Finalmente, Sócrates afirma que Ión celebra a Homero por inspiración divina y no por el arte poético.


Conclusión

Me parece un diálogo un poco intransigente de parte de Sócrates. Bien me pareció el argumento de Ión al decir que se fija solamente en elaborar poemas épicos. En mi opinión creo que no hace falta ser especialista en carros para poder relatar una historia sobre carros. Claro, si se es especialista siempre va a ser mejor, pero creo que no es estrictamente necesario. En todo caso, rescato la teoría esencial de este diálogo del cual se desprende que es el experto, o la persona que está dedicada a un aspecto particular de la vida, quién puede hablar con seguridad y autoridad sobre aquellos temas.

Platón - Fedro (o de la belleza).

Volvemos con Sócrates y sus extensos diálogos después de ver los personajes en Las Leyes y Epinomis (El Ateniense, Megilo y Clinias). En mi opinión, más que ''de la belleza'' debería llamarse ''del amor'' puesto que parece que el libro gira mucho en torno a este tema. Fedro es un libro el cual más que un diálogo, contiene un extenso discurso en donde Sócrates expone toda su argumentación de la belleza. Es en éste libro donde se desarrolla el famoso Mito del carro alado donde los dos caballos se encuentran controlados por su auriga que los va conduciendo. Aquí veremos el análisis del Fedro de Platón.

Definiciones:

(1) Ingénito: No es adquirido ni engendrado.
(2) Autores de discursos jurídicos.



Referencias:


(1) Dios del viento del norte.
(2) Princesa de Atenas e hija de Erecteo.
(3) Poetisa griega que nació aproximadamente en el 650 a.C y 580 a.C.
(4) Poeta griego que nació el año 572 a.C y murió en el año 485 a.C. 
(5) Cicerón va a criticar esto en su libro ''De la adivinación''.


Φαίδρος

Personajes:

- Fedro
- Sócrates

Encuentro con Fedro


Sócrates se encuentra con Fedro y éste le cuenta que estuvo con Lisias, el hijo de de Céfalo. Fedro había escuchado el discurso de Lisias y dicho discurso estaba relacionado con el amor. El discurso decía que en el amor adolescente siempre había que favorecer a quien no ama, antes de a quien ama. 

Fedro tiene el discurso de Lisias escrito en la mano y se proponen analizarlo con Sócrates para resolver la particular conclusión a la que había llegado Lisias. Se sientan a al sombra de un gran plátano que divisó Fedro,  pero antes de comenzar con el discurso, Fedro le comenta el mito de Bórea(1) y Oritia(2).



El mito de Bórea y Oritia


Este mito trata sobre un Dios llamado Bóreas y una princesa llamada Oritia quien fue raptada por dicho Dios. Bóreas se había enamorado de Oritia y tras sus múltiples intentos fallidos de enamorarla, una vez que la vio en el río Iliso, la raptó. Con ella tuvo 4 hijos: Zetes, Calais, Quíone y Cleopatra. 

Fedro le pidió su opinión a Sócrates sobre la veracidad de éste mito y si él creía en él, pero Sócrates se mostró escéptico. De hecho, él creía firmemente que en vez de haber sido raptada por Bóreas, el viento la había precipitado a las rocas y por eso se decía que Bóreas la había raptado. Además, Sócrates dice que no dispone de tiempo para ocuparse de aquellos mitos, puesto que, como dice la inscripción del oráculo de Delfos, debe conocerse a sí mismo. 


El discurso de Fedro


Sócrates le pide a Fedro que recite el discurso de Lisias. Este es:


«Conoces todos mis sentimientos, y sabes que miro la realización de mis deseos como provechosa a ambos. No sería justo rechazar mis votos, porque no soy tu amante. Porque los amantes, desde el momento en que se ven satisfechos, se arrepienten ya de todo lo que han hecho por el objeto de su pasión. Pero los que no tienen amor no tienen jamás de qué arrepentirse, porque no es la fuerza de la pasión la que les ha movido a hacer a su amigo todo el bien que han podido, sino que han obrado libremente, juzgando que servían así a sus más caros intereses. Los amantes consideran el daño causado por su amor a sus negocios, alegan sus liberalidades, traen a cuenta las penalidades que han sufrido, y después de [269] tiempo creen haber dado pruebas positivas de su reconocimiento al objeto amado. Pero los que no están enamorados, no pueden, ni alegar los negocios que han abandonado, ni citar las penalidades sufridas, ni quejarse de las querellas que se hayan suscitado en el interior de la familia; y no pudiendo pretextar todos estos males, que no han llegado a conocer, sólo les resta aprovechar con decisión cuantas ocasiones se presenten de complacer a su amigo.

»Se alegará quizá en favor del amante, que su amor es más vivo que una amistad ordinaria, que está siempre dispuesto a decir o hacer lo que puede ser agradable a la persona que ama, y arrostrar por ella el odio de todos; pero es fácil conocer lo falaz de este elogio, puesto que, si su pasión llega a mudar de objeto, no dudará en sacrificar sus antiguos amores a los nuevos, y, si el que ama hoy se lo exige, hasta perjudicar al que amaba ayer.

»Racionalmente no se pueden conceder tan preciosos favores a un hombre atacado de un mal tan crónico, del cual ninguna persona sensata intentará curarle, porque los mismos amantes confiesan que su espíritu está enfermo y que carecen de buen sentido. Saben bien, dicen ellos, que están fuera de sí mismos y que no pueden dominarse. Y entonces si llegan a entrar en sí mismos, ¿cómo pueden aprobar las resoluciones que han tomado en un estado de delirio?

»Por otra parte, si entre tus amantes quisieses conceder la preferencia al más digno, no podrías escoger sino entre un pequeño número; por el contrario, si buscas entre todos los hombres aquel cuya amistad desees, puedes elegir entre millares, y es probable que en toda esta multitud encuentres uno que merezca tus favores.

»Si temes la opinión pública, si temes tenerte que avergonzar de tus relaciones ante tus conciudadanos, ten presente, que lo más natural es, que un amante, que [270] desea que le envidien su suerte, creyéndola envidiable, sea indiscreto por vanidad, y tenga por gloria publicar por todas partes, que no ha perdido el tiempo, ni el trabajo. Aquel que dueño de sí mismo, no se deja extraviar por el amor, preferirá la seguridad de su amistad al placer de alabarse de ella. Añade a esto, que todo el mundo conoce un amante, viéndole seguir los pasos de la persona que ama; y llegan al punto de no poder hablarse, sin que se sospeche que una relación más íntima los une ya, o va bien pronto a unirlos. Pero los que no están enamorados, pueden vivir en la mayor familiaridad, sin que jamás induzcan a sospecha; porque se sabe que son lícitas estas asociaciones, formadas amistosamente por la necesidad, para encontrar alguna distracción.

»¿Tienes algún otro motivo para temer? Piensas que las amistades son rara vez durables, y que un rompimiento, que siempre es una desgracia para ambos, te será funesto, sobre todo después del sacrificio que has hecho de lo más precioso que tienes? Si así sucede, es al amante a quien debes sobre todo temer. Un nada le enoja, y cree que lo que se hace es para perjudicarle. Así es, que quiere impedir al objeto de su amor toda relación con todos los demás, teme verse postergado por las riquezas de uno, por los talentos de otro, y siempre está en guardia contra el ascendiente de todos aquellos que tienen sobre él alguna ventaja. El te cizañará para ponerte mal con todo el mundo y reducirte a no tener un amigo; o si pretendes manejar tus intereses y ser más entendido que tu celoso amante, acabarás por un rompimiento. Pero el que no está enamorado, y que debe a la estimación que inspiran sus virtudes los favores que desea, no se cela de aquellos que viven familiarmente con su amigo; aborrecería más bien a los que huyesen de su trato, porque vería en este alejamiento una señal de desprecio, mientras que [271] aplaudiría todas aquellas relaciones, cuyas ventajas conociese. Parece natural, que dadas estas condiciones, la complacencia afiance la amistad, y que no pueda producir resentimientos. Por otro lado, la mayor parte de los amantes se enamoran de la belleza del cuerpo, antes de conocer la disposición del alma y de haber experimentado el carácter, y así no puede asegurarse si su amistad debe sobrevivir a la satisfacción de sus deseos. Los que no se ven arrastrados por el amor y están ligados por la amistad antes de obtener los mayorers favores, no podrán ver en estas complacencias un motivo de enfriamiento, sino más bien un gaje de nuevos favores para lo sucesivo.

»¿Quieres hacerte más virtuoso cada día? Fíate de mí antes que de un amante. Porque un amante alabará todas tus palabras y todas tus acciones sin curarse de la verdad ni de la bondad de ellas, ya por temor de disgustarte, ya porque la pasión le ciega; porque tales son las ilusiones del amor. El amor desgraciado se aflige, porque no excita la compasión de nadie; pero cuando es dichoso, todo le parece encantador, hasta las cosas más indiferentes. El amor es mucho menos digno de envidia que de compasión. Por el contrario, si cedes a mis votos, no me verás buscar en tu intimidad un placer efímero, sino que vigilaré por tus intereses durables, porque, libre de amor, yo seré dueño de mí mismo. No me entregaré por motivos frívolos a odios furiosos, y aun con los más graves motivos dudaré en concebir un ligero resentimiento. Seré indulgente con los daños involuntarios que se me causen, y me esforzaré en prevenir las ofensas intencionadas. Porque tales son los signos de una amistad que el tiempo no puede debilitar.

»Quizá crees tú que la amistad sin el amor es débil y flaca; y, si fuera así, seríamos indiferentes con nuestros hijos y con nuestros padres y no podríamos estar seguros de la felicidad de nuestros amigos, a quienes un dulce hábito, y no la pasión, nos liga con estrecha amistad. En fin, si es justo conceder sus favores a los que los desean con más ardor, sería preciso en todos los casos obligar, no a los más dignos, sino a los más indigentes, porque liberándolos de los males más crueles, se recibirá por recompensa el más vivo reconocimiento. Así pues, cuando quieras dar una comida, deberás convidar, no a los amigos, sino a los mendigos y a los hambrientos, porque ellos te amarán, te acompañarán a todas partes, se agolparán a tu puerta experimentando la mayor alegría, vivirán agradecidos y harán votos por tu prosperidad. Pero tú debes por el contrario favorecer, no a aquellos cuyos deseos son más violentos, sino a los que mejor te atestigüen su reconocimiento; no a los más enamorados, sino a los más dignos; no a los que sólo aspiran a explotar la flor de la juventud, sino a los que en tu vejez te hagan partícipe de todos sus bienes; no a los que se alabarán por todas partes de su triunfo, sino a los que el pudor obligue a una prudente reserva; no a los que se muestren muy solícitos pasajeramente, sino a aquellos cuya amistad, siempre igual, sólo concluirá con la muerte; no a los que, una vez satisfecha su pasión, buscarán un pretexto para aborrecerle, sino a los que, viendo desaparecer los placeres con la juventud, procuren granjearse tu estimación.

»Acuérdate, pues, de mis palabras, y considera que los amantes están expuestos a los consejos severos de sus amigos, que rechazan pasión tan funesta. Considera, también, que nadie es reprensible por no ser amante, ni se le acusa de imprudente por no serlo.

»Quizá me preguntarás, si te aconsejo que concedas tus favores a todos los que no son tus amantes; y te responderé, que tampoco un amante te aconsejará la misma complacencia para todos los que te aman. Porque favores prodigados de esta manera no tendrían el mismo derecho al reconocimiento, ni tampoco podrías ocultarlos, aunque quisieras. Es preciso que nuestra mutua relación, lejos de dañarnos, nos sea a ambos útil.

»Creo haber dicho bastante; pero si aún te queda alguna duda, si es cosa que no he resuelto todas tus objeciones, habla; yo te responderé.»



Análisis del discurso

Fedro había quedado admirado por el discurso de Lisias al igual que Sócrates. Sin embargo, aún existía algo de reticencia por parte de Sócrates a la hora de analizar el discurso. 

Crítica retórica

La repetición en reiterar siempre los mismos conceptos, daba la sensación de que a Lisias le hubiera sido difícil hablar de otro tema relacionado con el amor. Fedro no queda contento con éste análisis de Sócrates e incluso adhiere que no ha existido discurso más extenso en la antigüedad. Pero Sócrates dice a Fedro que esto no es cierto. Incluso, dice que ya han habido antiguos sabios que han hablado ya de éste tema. 

Fedro al preguntar quienes eran dichos sabios, Sócrates le nombra a Safo de Lesbos(3) y Anacreonte(4). Pero en realidad no lo recuerda bien aunque Fedro no duda que pudieron ser estos dos poetas. 


Preparación del discurso

Una vez escuchado y analizado el discurso, Fedro le propone a Sócrates pronunciar su propio discurso sobre el amor incluso ofreciéndole una estatua de los dos.

El tema que le propone Fedro es que el amante está más enfermo que el que no ama. El discurso debe ser mucho más enriquecedor que el de Lisias. No obstante, Sócrates no cree poder improvisar un discurso mejor que el de Lisias; por lo tanto, Fedro le insta a hacerlo porque de otra manera, ya no le dedicará más discursos en su nombre.

El discurso de Sócrates

Viéndose Sócrates forzado a pronunciar su discurso, comienza con una exhortación a las musas. Luego una investigación de lo que es el amor.

¿Qué es el amor?

Sócrates nos dice que el amor es un deseo y que hay dos movimientos o acciones en el amor:

  1. La Acción innata del deseo.
  2. La Acción adquirida de obtener siempre lo mejor.

Algunas veces una de estas dos acciones son predominantes, pero también hay momentos en que las dos son concordantes. Si se trata de una acción que nos lleva a la opinión de querer siempre lo mejor, esa acción la llamaremos templanza. Y la acción que lleve a los placeres se llamará intemperancia. 


La intemperancia

Este concepto se considera bajo muchos nombres. Cuando hablamos de intemperancia en el apetito, entonces a esto lo llamamos ''Glotonería''. Si la intemperancia se relaciona con la bebida... bueno ya sabemos como le llamamos a esto. Así, todo lo relacionado con la intemperancia tiene su propio concepto. Entonces el placer que es producido por el deseo de la belleza se le llama Eros (Amor). 

Los enamorados

Quien es dominado por los placeres y el deseo, se buscará alguien que sea de su agrado. El enfermo siempre quiere alguien que sea igual a él así como el enamorado no aceptará alguien que lo sobrepase o lo iguale. De hecho, hará todo lo posible para que tenga un nivel más bajo. 

Este mal lo tiene el enamorado y poniéndose celoso, aleja a su amado de otras relaciones que lo podrían engrandecer mucho más. Por lo tanto, el enamorado busca denigrar a su amado alejándolo de las cosas que podrían mejorarlo. 

El enamorado quiere ver a su amado despojado incluso de los familiares a quienes considerará como un estorbo para acometer su planes con su amado. Esto también incluye a los hijos.

Finalmente, el objetivo último del enamorado, es la saciedad del amado.


El segundo discurso de Sócrates

Después de que Fedro elogia y pide por favor que continúe el discurso, Sócrates le propone pronunciar otro discurso concerniente al mismo tema. Por otro lado, Sócrates se siente un tanto culpable por el discurso anterior a causa de que era casi igual al discurso pronunciado por Lisias; ésta era la razón de por qué Sócrates quiere pronunciar éste discurso.

La locura (Manía)

Sócrates se retracta de su discurso anterior y se propone a defender la postura del enamorado. Se podría calificar perfectamente al enamorado como un loco y al que no amó en su sano juicio, pero se debe recalcar que es la locura la que ha traído beneficios a los hombres. 


De hecho, Sócrates afirma que los antiguos consideraban la locura como algo divino, con un origen divino. La adivinación (maniké) es considerada por Sócrates como una de las artes más hermosas que han existido(5), incluso, más hermosa que la cordura que tiene su origen en los hombres.

Las enfermedades y patologías a las que estaban expuestos los griegos en la edad antigua, se han curado a través de los ritos y bailes en honor a los dioses. Estos ritos representaban una ''liberación de los males'' y aquellos eran procedentes nada más que de la locura. 

Existe otra inspiración divina que procede de las musas. Las musas despiertan una inspiración en los hombres y mujeres los cuales posteriormente, convierten esta inspiración en poesía. Sócrates dice que quien comience a hacer poesía sin la inspiración de tales musas, será un fracasado. Este es el 3er tipo de locura.

Los naturaleza y principio del alma (humana y divina)

La demostración de que el alma y la locura tiene principios divinos se basan en los siguientes enunciados:
  • Toda alma es inmortal, pues todo lo que se mueve a sí mismo, es inmortal.
  • Lo que no es movido por otro y se mueve a sí mismo, no cesa de moverse y es el principio de todo lo que se mueve.

El principio debe ser ingénito(1) puesto que si no fuera así, no podría ser principio. El principio no puede ser engendrado. Al mismo tiempo, si es ingénito debe ser imperecedero. 


El mito del carro alado
Continuación del discurso de Sócrates

El caballo y sus aurigas

Sócrates hace una comparación del alma totalmente influenciada por la cultura de sus tiempos. Describe al alma como el elemento que une a un auriga con sus caballos en un carro alado. El conductor o auriga maneja dos caballos; uno, el cual es blanco con cualidades buenas (noble, de buena estampa); el otro, un caballo negro con cualidades malas (irascible, concupiscente). La conducción de estos caballos, se hace realmente difícil en nuestras vidas.

Lo que constituye a un mortal


Como se había dicho anteriormente en el libro La República, el alma es lo que mueve al cuerpo. El alma en resumen, da vida a todo lo inanimado y recorre los cielos eternamente. El alma que pierde las alas, cae a la tierra en un cuerpo sólido y comienza a manejar un cuerpo, en cierto modo, el alma queda prisionera de un cuerpo. A este cuerpo que es manejado por un alma que cayó desde los cielos, se le llama mortal.

¿Por qué el alma cae o se eleva?

La fuerza de las alas del alma, consiste en llevar lo pesado hacia arriba. Todas las cosas buenas (lo sabio, lo bueno) del alma hacen que las alas del carro crezcan y suban mientras que las cosas malas (lo vergonzoso, lo ignominioso) hacen perecer a las alas del carro.

El alma que asciende a los cielos, es el alma que sigue sus buenas disposiciones y se acerca a la verdad. En cambio, el alma que sigue la opinión y el mundo sensible, estará obligada a caer aprisionada a un cuerpo. Una vez que se contempla la verdad, al mismo tiempo se contempla la belleza.

El amor es uno de los elementos que hacen que el alma se eleve. Es por esto que el enamorado se eleva mucho más en comparación del que no ama, puesto que no tiene amor.

División de las almas

A las dos partes del alma le habíamos dado forma de caballo y a la tercera forma de auriga. Las descripciones que se hacen del caballo blanco son las siguientes:

Caballo blanco:

  • Figura recta y erguida.
  • Cuello alto.
  • Ligeramente curvo.
  • Ojos negros.
  • Amante de la gloria.
  • Moderado.
  • Sumamente obediente.

Caballo negro:

  • Pesado.
  • Contrahecho.
  • Cuello robusto y corto.
  • Frente achatada.
  • Ojos grises.
  • Sanguíneo.
  • Compañero del exceso.
  • Soberbio.
  • Orejas peludas.
  • Sordo.
  • Desobediente.

El auriga debe coordinar la conducción de estos caballos hasta alcanzar el mundo de las ideas porque una vez que lo alcanza, verá la belleza y la verdad de este mundo. Como resumen, podríamos decir que la parte racional del alma corresponde al auriga, el alma irascible corresponde al caballo blanco y el alma concupiscible corresponde al caballo negro. Aquí termina el discurso.


''logógrafo''(2)


Fedro agradece el discurso de Sócrates y le informa que justamente, un político le había reprochado lo mismo de Sócrates a Lisias en el discurso, éste político lo trato de logógrafo. Fedro dice que son los políticos y los hombres más poderosos los que se abstienen de escribir discursos, pero Sócrates lo increpa y le dice que son precisamente los políticos y hombres poderosos los que quieren dejar discursos para la posteridad.

La estructura del discurso político, siempre se dirige a quien se va a dar el discurso ''El senado'' o ''el pueblo''. Si el político queda excluido de la logografía, estaría mal y no se sentiría bien consigo mismo. Por lo tanto, el político no podría rechazar la logografía y mucho menos esta profesión sería algo de qué avergonzarse.

¿Qué es la retórica?

Una de las cosas que Fedro dice que se necesita para escribir bien, es que no se necesita aprender lo que es justo, sino que se tiene que aprender lo que es justo a la multitud porque es ella la que juzgará. En este sentido, es la apariencia lo que persuade al público, no la verdad. Sócrates le responde que no dejen de lado esta idea, pero que se desarrolle de otra manera.

¿De que podría convencer una persona que hable de las cualidades de un asno, siendo que lo que verdad describe son las cualidades de un caballo? Pues estaría engañando a la gente y a sí mismo. Al mismo tiempo estaría conduciendo a su pueblo a una propagación de la ignorancia que finalmente terminaría en muchos problemas.

''En resumen, la retórica sería el arte de guiar a las almas a través de los discursos''.


La retórica sigue la misma lógica que el concepto en la alegoría de la caverna, sobre todo, la dicotomía opinión/conocimientos (Doxa/Nous).

El orden de la retórica

Sócrates enfatiza mucho el aspecto del orden en la retórica. No puede existir un discurso que sea desordenado, todo debe tener un orden:

  1. El preámbulo 
  2. La exposición y el testimonio 
  3. Los indicios
  4. Las probabilidades
  5. Las pruebas
  6. El suplemento de la prueba
  7. La refutación
  8. El suplemento de la refutación

La retórica y la naturaleza

Sócrates afirma que la medicina tiene el mismo proceso que la retórica. Ambos tienen que indagar en la naturaleza de un objeto; la medicina en el cuerpo; y la retórica a lo que se debe aplicar el discurso.

Lo primero que se debe investigar antes de hacer un discurso, es la naturaleza de lo que se va a aplicar en él, es decir, su naturaleza. Se tiene que indagar si esta naturaleza es uniforme como el alma, o bien, multiforme como el cuerpo. En segundo lugar investigar que produce el objeto de nuestro discurso y en tercer lugar, porque la naturaleza de éste objeto nos persuade y otras no. 


Los dioses en la locura

Existen dos tipos de locura. Una es atribuida a las enfermedades humanas y la otra a trastornos divinos (en el apartado ''el segundo discurso de Sócrates'' vimos solo 3 de ellas).

La locura que surge de la inspiración divina se divide en 4 partes:

  1. Apolo: La locura representada en la adivinación.
  2. Dioniso: La locura representada en la mística.
  3. Las musas: La locura representada en la poesía.
  4. Eros: La locura representada en el amor.
Para tener un mejor orden lo dejo así:


          
Dioses

Tipo de locuras

Apolo

Adivinación


Dioniso

Mística


Las musas


Poesía

Eros

Amor




Conclusión


Este libro tiene mucho parecido con el 4to libro de La República de Platón donde se habla de las partes del alma y también tiene un parecido con Fedón donde se habla de la inmortalidad del alma. Sin duda que podríamos dividir éste libro en dos partes: Una de la descripción del alma y la otra con la retórica (Aunque de la retórica se hablará después en el libro Gorgias de Platón). Un libro con el que vale la pena reflexionar sobre nuestra vida. Si en realidad nuestra alma fuera como un auriga con sus caballos ¿Cómo han estado llevando sus vidas?, ¿Qué caballo es el que predomina en la conducción de sus vidas?

martes, 6 de enero de 2015

Platón - Epinomis (o el filósofo).

Este libro es la continuación al libro Las Leyes, de hecho, se dice que éste libro sería el apéndice del libro las leyes. Aquí nos encontramos con los mismos personajes: Clinias, Megilo y el Ateniense. Esta vez se reúnen los 3 dialogantes para conversar algunas cosas que quedaron pendientes y desarrollar una temática que gira en torno a la vida del filósofo. Sin duda han habido muchos cuestionamientos a la existencia de éste libro, pero no deja de ser interesante todo lo que aquí se dice.

Referencias:

(1) Entiéndase esto en el contexto de la medicina antigua.

(2) También llamada ''La estrella de la mañana''.



Eπινομίς

Personajes:


- El Ateniense.

- Clinias.

- Megilo.



Contexto:

El contexto comprende a los mismos personajes del libro Las Leyes. 

La felicidad en los hombres

El Ateniense comienza diciendo que nadie puede ser realmente feliz. La vida es un estado de sufrimiento considerando incluso el principio de la vida. Ni siquiera la sabiduría se puede alcanzar puesto que esta no pertenece al hombre y éste siempre se ve angustiado por no poder alcanzarla. 


Las artes que no proveen de virtud

A muchos se los ha considerado sabios por las cosas que fueron capaces de hacer en tiempos pasados, pero que ahora parecerían ser simples artificios. 

Un ejemplo de esto es el proceso de convertir el trigo en harina. Si bien no es un mal procedimiento (e incluso fue muy útil para su época), al creador de éste método no se le podría llamar ''sabio''. Por otra parte, el Ateniense dice que a la agricultura en general no tiene nada de sabiduría, sino más bien naturalidad e inspiración divina. 

La construcción de casas, la arquitectura, el trabajo en maderas, metales, en barro o en tejidos son cosas útiles y que sirven para la sobre vivencia, pero no están vinculados necesariamente con la virtud. Nada de ésto engrandece el alma y la sabiduría, según el Ateniense.

Las artes de entretenimiento

Nada que este relacionado con el verso, la prosa o el dibujo puede estar relacionado con la sabiduría. Todas estas artes proceden de la imitación, como ya hemos visto en los libros de La República (sobre todo el Libro X ). 

Las artes en los oficios

Tenemos también el arte que proviene de la guerra, si bien este arte no pertenece al entretenimiento, fortalece el valor en los ciudadanos. En este aspecto, el arte de la guerra está vinculado de una manera mucho mejor con la valentía más que con la sabiduría.

El arte de la medicina tampoco podría estar vinculada con la sabiduría debido a que lo que se hace en medicina está relacionado con la memoria y la rutina(1). 

¿Qué ciencia nos sirve?

Antes de hablar de esa ciencia que nos provee de sabiduría, el Ateniense quiere hablar del Dios que nos la provee. A éste Dios que se refiere el Ateniense, es el Cielo. Es él quien ha dado al hombre la capacidad de pensar y de ver las cosas tal como son. Es el cielo el que vio el despertar del hombre y su evolución hasta nuestros días. Y la ciencia que lo acompaña, es indudablemente las matemáticas.

Sin el conocimiento de los números, el hombre no podría llegar a la sabiduría. Solo sería capaz de ejercer la memoria y los sentidos para lograr sus acometidos. Sin los números no se puede llegar a la razón y sin razón, no se puede llegar jamás a la sabiduría. Y finalmente, el que no puede ser sabio no puede ser feliz. 

Ninguna ciencia puede ser construida sin números. No importa su rango de utilidad, ninguna ciencia puede sostenerse por sí misma sin los números. El cielo y las matemáticas son los encargados de enseñar a los hombres las cosas del universo y de sí mismo porque gracias a la continuidad de los días y las estaciones del año, el hombre se ha visto obligado a establecer fechas y días que lo ubican en el tiempo. 


El origen de los dioses


En este apartado el Ateniense continúa refiriéndose a los ateos que habíamos comentado en el Libro X  de Las Leyes y se vuelve a recordar que el alma es anterior al cuerpo. 

Luego de tal introducción, se comienza a establecer el origen de los dioses. 

Definición del animal

La unión entre el cuerpo y el alma forma lo que todos llamamos como ''animal''. 

Los elementos y la sustancia

Existe 5 cuerpos elementales:
  1. Fuego
  2. Alma
  3. Aire
  4. Tierra
  5. Éter
Según la predominancia de cualquiera de estos elementos, se tendrá determinado animal. De aquí se desprenden algunas especies:

  • Primera especie: Referida a todos los animales que están en la tierra (incluyendo a los hombres) sean estos con muchos pies o sin ellos. Aquí predomina el cuarto elemento: La tierra.
  • Segunda especie: Referida a los animales que pueden ser producidos y ser vistos. Aquí predomina el primer elemento: El fuego.
Entrando en el análisis de esta dos, tenemos que la primera especie se mueve sin ninguna regla. La segunda especie, que es representada por la predominancia del fuego, se mueve con una armonía y orden admirable. Consideremos que lo que se mueve sin regla está desprovisto de razón, mientras que lo que se mueve con orden está provisto de razón. 

Los cuerpos celestes siempre se mueven en la misma dirección y siempre hacen las mismas cosas y se mantienen en ellas. Es por esto que a los astros también se les llama cuerpos inteligentes debido a éste movimiento que el Ateniense exclama. Estos cuerpos celestes solo tienen movimientos gracias a una fuerza más grande, esa fuerza es Dios. Dios tendría también que ser inteligente puesto que siempre tiene el mismo movimiento, nunca cambia.

Sería imposible que todos los cuerpos celestes se muevan sin un movimiento interior que los lleve a su tan exactas acciones, el elemento que las mueve es el alma.

En conclusión existen dos sustancias: 
  • Una corporal
  • y otra espiritual
La diferencia entre ellas es que el espíritu (o alma) tiene inteligencia y el cuerpo esta desprovisto de ella. El alma es la que manda y el cuerpo es el que obedece. 

Por lo tanto, de los cuerpos celestes se pueden decir dos cosas:
  1. Que son dioses y que por lo tanto hay que venerarlos como tal.
  2. O que son las imágenes de los dioses y hay que venerarlas como si fueran estatuas de dioses.
Como conclusión, la primera especie nombrada es mortal y la segunda es inmortal. 

Otro tipo de especie

Los dioses son inmortales y pueden aparecer cuando ellos lo estimen conveniente. Ellos son los que dirigen los movimientos de los astros (a no ser que los mismos astros sean dioses) y ordenan la sociedad de los hombres. Pero aún existe otra especie que es cercana a los dioses, pero que su elemento principal es el aire, estos seres son los demonios. Mientras que los dioses tienen como elemento principal y predominante el éter, los demonios tienen como elemento original y predominante, el aire. Ninguno de ellos puede ser visto (ni los dioses ni los demonios).

Ocho poderes en el cielo 

El Ateniense asegura que existen 8 poderes en el cielo y que son un conjunto de hermanos. Ellos son:

  1. El sol
  2. Luna
  3. Venus(2)
  4. Mercurio
  5. Marte
  6. Júpiter
  7. Saturno
  8. Mundo superior

Todo griego debe tener conocimiento de estos temas, así como también comprender que el clima de Grecia es uno de los más saludables al tener un clima en medio del frío del invierno y el calor del verano.



La ciencia de la astronomía

La causa de la ignorancia es la mala práctica que se hace de la virtud. Las personas que practican la virtud son las que benefician al Estado, son las que pueden enseñar a otros que son menos doctos. Y no solo están dispuestos a enseñar, sino que también a aprender.

Existe una ciencia que es la única que puede inspirar piedad en los dioses. Una ciencia que lleva intrínsecamente la disciplina de las matemáticas, ésta ciencia es la astronomía. 

La forma de estudiarla se basa en el estudio de los 8 poderes mencionados anteriormente, sobre todo los 7 que son planetas. Luego tenemos en segundo lugar la geometría que hace conmensurables a todos los objetos de la tierra y del cielo. 


Conclusión

La astronomía sería el estudio por excelencia para alcanzar la sabiduría y también para venerar a los dioses. El llamado ''apéndice'' del libro Las Leyes ha estado fuertemente cuestionado por los expertos estudiosos de la filosofía griega. Sin embargo, es innegable el contenido platónico que tiene éste libro, sea quién lo haya escrito, continuó muy bien el trabajo del filósofo. En mi opinión, un libro que reitera la importancia de las matemáticas y el sistema solar en la educación y el saber.