jueves, 23 de junio de 2022

Al-Kindi - Los dichos de Sócrates


Sócrates fue uno de los más grandes filósofos de la historia de la filosofía, sino el primero. Muchas anécdotas existen alrededor del filósofo, pero muchas de ellas parecen no ser verdaderas. en la presente obra, al-Kindi nos cuenta sobre 39 anécdotas breves atribuidas a Sócrates, muchas de ellas quizás nos generen suspicacias porque, a veces, se refiere a Sócrates como dentro de un barril. pero nosotros sabemos por nuestros estudios de la filosofía helenística, que es muy probable que esa anécdota sea más atribuida a Diógenes de Sinope (o Diógenes, el perro) que a Sócrates. veamos las distintas anécdotas que nos cuenta al-Kindi.


LOS DICHOS DE SÓCRATES

Timeo dijo una vez a Sócrates

Timeo: ¿Por qué no pones toda tu sabiduría en libros para nosotros?’’

Sócrates: Oh, Timeo. ¿Cuánto confías en las pieles de los animales muertos, y cuán severo condenas a las sustancias libres e inmortales? ¿cómo puedes obtener conocimiento de la fuente de la ignorancia cuando tú desesperas de obtenerla del intelecto mismo?

Timeo: si me dictaras un libro sobre la unidad viviría al lado tuyo

Sócrates: esta ya es inmortal antes de que Sócrates existiera, no hay necesidad para la piel de animales.

 

Un hombre opulento le dijo a Sócrates:

Hombre opulento: ¡que pobre eres!

Sócrates: si tú supieras lo que la pobreza estarías tan ocupado lamentándote por ti mismo más que lamentándote por Sócrates

 

Un noble paso y dijo:

Noble: oye, qué feo eres tú

Sócrates: Si no fueras un espejo oxidado entonces la belleza de mi imagen se reflejaría en ti

 

Un discípulo le dijo:

Discípulo: maestro, ¿por qué no vemos signos de dolor en ti?

Sócrates: yo no tengo nada por lo cual pueda perder, si lo tuviera estaría triste

 

Un hombre cualquiera

Hombre: ¿ este es Sócrates? ¿el abogado de Atenas?

Sócrates: un atuendo nuevo no enseña leyes


Un rey

Rey: qué es lo que necesitas Sócrates?

Sócrates: necesito que te apartes porque me estás bloqueando el sol


Dijo Sócrates:

Sócrates: la vida es mejor que la muerte. sí ser entregado de la muerte a la vida salva bueno, pero ser entregado de la vida a la muerte es algo malo, entonces la muerte es mejor que la vida.


Le dijo su esposa:

Esposa: cómo puedo no llorar cuando te están condenando a muerte injustamente

Sócrates: prefieres que me condenen a muerte porque cometí injusticia

 

Un rey

Rey: sócrates encuentras falta para con nosotros decir que crear ídolos no es bueno para algunas personas? para quien es bueno y para quién no?

Sócrates: no son buenos para Sócrates, pero si son buenos para el rey

Rey: como?

Sócrats: porque ellos no son buenos para el filósofo, pero son buenos para aquellos que no son filósofos

Rey: como?

Sócrates: porque alguien que tiene el verdadero conocimiento de dios y sabe lo que lo hará contento, no tienen necesidad de estar lejos de las cosas malas, porque el ahiere a lo que es obligatorio. pero alguien que no le gusta esto necesita alejarse de lo malo, en este caso el miedo a fabricar ídolos.

Con un discípulo:

Discìpulo: maestro, que quisiera usted quisiéramos con su cuerpo cuando esté muerto

Sócrates: eso será preocupación de la persona que necesita el espacio, porque tendrá que retirar el cuerpo del lugar.


Con otro discípulo

Sócrates: qué estás haciendo?

Discìpulo: estoy deleitándome con el bello cuerpo de Hiparquia

Sóctraes: no hagas eso. no mires aquello que es aparente, sino que mira aquello que es inherente a la persona.

 

Otros dichos

 

''Desdeñan la muerte porque en su aguja yace el miedo a ella''

''Aquellos que nos siguen el rastro de las matemáticas no llegarán al objetivo de las cosas buenas porque no alcanzarán el fin de la filosofía''

''Hay 2 tipos de muerte: la muerte natural y la muerte voluntaria. para aquellos que mueren voluntariamente, la muerte natural es vida''

''Si dejas que tus posesiones sean pocas, tus desventuras serán pocas las posesiones son una fuente de tristeza, no adquieras tristezas''

''La justicia protege al alma del daño''

''La sabiduría es la escalera ascendente, quién falta de ella falta de cercanía al creador''

''Los prisioneros de la muerte rompen sus cadenas con sabiduría''

''Cuando estés saludable come de todo, pero cuando estás enfermo niega te todo''

''El creador le dio al hombre dos orejas, pero una lengua, de este modo el hombre debería escuchar más y hablar menos''

''Puedes contentar a todos, menos a los que tienen envidia, ellos lo destruyen todo''

Sócrates se acerca a una mujer bien vestida y le dice: ‘’no creo que vayas a la ciudad para verla, sino que para que ella te vea a ti’’

''Tristes aquellos que se alegran más porque están libres de tribulaciones y juicios, que cuando otros lo están''

''Vergüenza por aquellos que son sabios pero que se ponen tristes cuando pierden la plata y el oro''

''La ira se cura con silencio''

''El confort del sabio es encontrar la verdad, pero la del sabio encontrar la falsedad''

''La estabilidad de las cosas yace en la justicia, y en la justicia yace su destrucción, porque el hombre justo es aquel que no comete injusticia''


Conclusión


Como se han podido dar cuenta, las anécdotas que al-Kindi nos muestra en estas líneas pueden ser fácilmente atribuibles a otros filósofos, sobre todo las más notorias como sería la de Diógenes el Perro. Sin embargo, por supuesto que hay también algunas que coinciden con las historias de siempre y con las mismas obras, como aquellas que tienen que ver con la justicia. Vemos que es posible que los escritos de Sócrates y otros textos pudiesen haber llegado a manos de al-Kindi con otra información. 

sábado, 18 de junio de 2022

Concepto de melancolía en la filosofía griega



 Concepto de melancolía en la filosofía griega

En la literatura griega en general siempre se ha hablado de la virtud como uno de los objetivos más preciados de alcanzar. Pero ¿qué hay de la tristeza o la melancolía? ¿qué quiere decir melancólico? En la entrada de hoy veremos este concepto en su etimología y en su estudio. 

Etimología

Melancolía viene de dos palabras griegas: μέλας, que significa ''negro''; y χολή, que significa bilis. Es decir, esta palabra se relacionaba con el concepto de humores y su teoría llamada ''Cuatro humores'' la cual indicaba que el sistema biológico del hombre se componía de cuatro tipos de ''fluidos'' (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) con sus propias características. La melancolía era descrita como ''exceso de bilis negra'', además de otras enfermedades como el cáncer.

Esto se descubrió a partir de que los médicos de la antigua Grecia revisaban los cadáveres que quedaban después de la guerra, y daban cuenta de que estos tenían mucha bilis negra en su interior. 

Hipócrates

El padre de la medicina, Hipócrates, fue uno de los primeros en identificar la melancolía en su libro de ''Aforismos''. En otras partes del corpus hipocrático se decía que si la tristeza y el miedo se prolongaban en el tiempo, entonces esto degeneraba en melancolía. Podríamos decir que la tristeza es el concepto general y la melancolía sería una especie de tristeza. 

De hecho, en el libro de las epidemias nos dice que el cansancio del alma proviene de que el alma piensa... este esfuerzo mental produce graves enfermedades la cual la melancolía es la peor. 

Aristóteles

El estagirita acordaba con Hipócrates sobre la descripción de la melancolía como ''exceso de bilis negra'', pero agregando que la causa de este puede ser por un problema digestivo o por los cambios de calor y frío en el cuerpo. 

Sin embargo, de acuerdo al filósofo la melancolía no sería del todo mala, pues los hombres melancólicos tienden a realizar grandes obras de excelencia. El punto de inflexión entre la conducta buena y  triste es justamente el exceso de bilis negra. En este último caso, la persona se encontrará en un estado permanente de tristeza y no prolongado como diría Hipócrates. 

Toda esta teoría aristotélica de la melancolía se presenta en un texto atribuido al filósofo llamado ''Problemata''.


Conclusión

Aunque la teoría de los cuatro humores ya es una teoría que ha quedado refutada, la verdad es que esta sirvió como discurso y explicación a una época donde no estaban los medios para explicarse dichos fenómenos. La autoridad de Hipócrates y Aristóteles eran incuestionables y en efecto así lo fueron hasta el siglo XIX donde la mayoría de sus observaciones quedarían refutadas o descartadas por la ciencia moderna. 


Al-Kindi - Sobre la disipación de la tristeza

Es uno de los tratados más grandes de al-Kindi con respecto a la tristeza. Podríamos decir que es una combinación entre la filosofía griega y la cultura islámica. En este blog no hemos tratado el tema de la tristeza de forma exclusiva, aunque sí hemos visto sentimientos o emociones negativas en ciertas obras; nada como lo que veremos ahora en todo caso. Al-Kindi se propone investigar qué es la tristeza, pero aún más importante, cómo hacer que esta desaparezca o, como dice el título de la obra, ''se disipe''. Veamos qué nos trae el filósofo ésta vez. 


Referencias:

(1) Podría haber sido el Domus Aurea o el Domus Transitoriam


SOBRE LA DISIPACIÓN DE LA TRISTEZA


Definición y características de la tristeza

Todo dolor que no tiene causa es incurable. Por ende, para empezar a hablar sobre la tristeza (huzn) debemos definirla para luego ver si podemos encontrar una cura a la misma. Al-Kindi define la tristeza del siguiente modo:

''Es un dolor síquico ocurrido por la pérdida de aquel que pierde lo que amaba o la frustración de no conseguir lo que se buscaba''

Al-Kindi se pregunta ¿es posible que podamos evitar estas dos causas de la tristeza? en primer lugar es imposible porque no siempre se puede tener lo que uno quiere. Como todo en este mundo es pasajero y mutable, no debemos amar las cosas con el objeto o el propósito de tenerlas por siempre. 

Pero esto no solo se aplica a las cosas materiales sino que también a las relaciones entre humanos. Así, hay pena cuando se espera que alguien obedezca o atienda algún asunto y no realiza ninguna de estas acciones. 

Sin embargo, no podemos esperar de lo natural aquello que no es natural. Si esperamos de algo corruptible que sea incorruptible, esperaremos algo en vano. En consecuencia, nuestros pensamientos deben estar dirigidos a aquellas cosas que están a nuestro alcance y no deberíamos entristecernos por las cosas transitorias, o que demandan objetos inalcanzables para nosotros. De hecho, si una persona está triste por estos bienes transitorios, realmente su pena nunca desaparecerá

Para al-Kindi, la felicidad y la tristeza pertenecen a la categoría lógica del tercer excluido, o estamos felices o estamos tristes, pero no hay categorías intermedias ni superpuestas. 

Las personas y la tristeza

Existen muchas personas que disfrutando de ciertos bienes aseguran que perdiéndolos se pondrían muy tristes. No solo los bienes entran en esta categoría sino que también ciertos comportamientos. Existen algunos hombres que, con su comportamiento, quieren asemejarse a las mujeres y actúan igual que ellas. Aseguran que quienes no actúan como ellos se pierden grandes deleites y diversiones; una forma de felicidad. 

Por lo tanto, cuando estas personas se ven privados de los bienes y de los comportamientos que ellos ven como buenos se entristecen. Es preciso destacar que estas personas obtienen la felicidad de aquellas cosas que no están en la naturaleza, es decir, quieren aquello que es contrario a la naturaleza: la permanencia de los bienes y los comportamientos que no corresponden a su propia naturaleza. 

Los hábitos y el alma

Como la tristeza es más bien un problema del alma y no del cuerpo, esta debe erradicarse por medio del hábito. Estos hábitos deben partir desde las cosas más pequeñas hasta las cosas más grandes. Cuando el hábito se hace superior a las costumbres que no son naturales, es posible resguardarse de la pérdida de las cosas y de aquellos hábitos no conformes con la naturaleza. El hábito, entonces, sería la cura para estos dos problemas anteriormente mencionados. 

La tristeza

La tristeza puede dividirse en dos partes:

  • Tristeza por nosotros
  • Tristeza por alguien más


El remedio para la primera tendría que hacerse aquello que no nos cause tristeza. Si nosotros queremos aquello que nos causa tristeza, o nos puede causar tristeza, entonces estamos queriendo aquello que no queremos; que a su vez es propio de la gente que no tiene intelecto. 

El préstamo y la envidia

Por otro lado, si estamos tristes por alguien más, tenemos que distinguir si...

  • Podemos repeler esa tristeza
  • No podemos repeler esa tristeza

En el primer caso, es obvio que tenemos que escoger repeler esa tristeza si está en nuestro poder; por otro lado, si no podemos repeler esa tristeza, es decir, no podemos elegir, entonces tendremos que esperar hasta que el hecho ocurra para estar tristes. En este segundo caso no hay que anticiparse a los hechos que ocurran, pues se estaría incurriendo en hacerse un daño voluntario. 

Al-Kindi nos dice que lamentarse o ponerse triste antes de que los hechos ocurran es de hecho una malignidad, porque pudiendo estar felices o aliviados, preferimos, voluntariamente, porque no hay razones para estar mal, hacernos daño a nosotros mismos. En otras palabras, como dice el filósofo, estaríamos siendo injustos con nosotros mismos. 

La pena se da por una no naturalidad, por una posesión y posición que ya no se tiene. ¿Por qué la palabra ''posición''? imaginemos que a una persona le roban dinero. Hay personas que se ponen tristes porque le roban dinero, mientras que otras no se entristecen en absoluto ¿por qué algunas se ponen tristes? porque ellas han querido, voluntariamente, poner la tristeza en ese lugar. Y esta persona que pone voluntariamente la tristeza en sí mismo, es en efecto una persona sin intelecto. 

En cuanto a la pena por alguien más, la persona no debiera envidiar nada de la otra. Desear el mal es propio de una persona que en realidad ''es el mal''. No es propio de una persona de bien desear las cosas del otro por medio de la envidia, al contrario, se debería desear todo bien. Las cosas de este mundo son prestadas por Dios y es él quien da y quita para dársela a alguien más, si es que esa es su voluntad. 

En este último caso, se podría pensar que Dios nos quita las cosas para dárselas a nuestros enemigos; y en consecuencia, se diría que Dios nos está haciendo un mal. Sin embargo, se debe tener en cuenta que es Él quien presta las cosas; las cosas que poseemos en verdad no son nuestras sino que de Él. 

Debemos cuidar de no ser desagradecidos con Dios, pues si pensamos que nuestras cosas nos pertenecen, en realidad estamos siendo desagradecidos con Él. También se entendería desagradecido aquel que ha devuelto a alguien lo que le habían prestado primeramente. 

Anécdotas de otros hombres

Ahora, el filósofo nos cuenta algunas historias de hombres que no han tenido la tristeza de perder sus bienes. 

Sócrates

Una vez se le preguntó a Sócrates:

-¿Por qué nunca estás triste?

- Porque no tengo cosas de las qué entristecerme si las perdiera


Nerón

A Nerón le fue regalada una cúpula(1) y el día que le fue obsequiada hubo muchos invitados, entre ellos, un filósofo. Nerón le preguntó

- ¿Qué te parece?

- Muestra una carencia de la cual incurres y un infortunio que debes saber...

- ¿Cuál?

- Si lo perdieras, te desesperarías porque no encontrarías otro igual y siempre lo extrañaras. Si alguien te privara de él, una gran pena caerá sobre ti. 

En efecto, más tarde, así fue. Nerón trató de reconstruirla y tener una similar pero falló. No la pudo recuperar hasta el resto de sus días. 

Sócrates

Una vez Sócrates fue perseguido por unos difamadores y tuvieron un diálogo. Sócrates estaba en un barril y comienzan a conversar.

- No debemos tener cosas por las que después estemos tristes

- ¿Qué pasaría si tu barril fuera destruido en mil pedazos?

- En efecto, podría destruirse, pero el lugar seguiría intacto



Personas que toman un barco para llegar a su destino.

El capitán del barco lleva a unas personas a su hogar, pero antes de llevarlas a su hogar hace una parada. El capitán los lleva a una isla para un propósito u otro, arroja el ancla, Y todos bajan para ver el lugar, otros se quedan en el barco, mientras que otros admiran la naturaleza fuera de este. Luego, todo vuelve a sus lugares en el barco, algunos han recogido conchas, piedras, frutas y flores. Vuelven cargado de cosas, los sirvientes cargados de piedras conchas y flores de la tierra, las cuales perecerán y cambiarán de un estado a otro, mientras que las frutas cambiarán a un estado de putrefacción; que luego, no se distinguirán una de otras. Los lugares que ocuparán en el barco se volverán incómodos porque ya no tendrán el mismo espacio. Otros se quedarán recolectando especies y no escucharán el llamado del capitán del barco, y se quedarán afuera sufriendo.

De acuerdo al filósofo, este es un símil que representa el mundo real y el otro mundo lleno de distracciones y cosas materiales. Así, las cosas materiales ocupan un lugar en nuestra vida y nos hacen preocuparnos por ellas, y si las perdemos nos ponemos tristes. Si las personas hubiesen seguido el camino directo a su tierra natal, sin bajarse del barco para recolectar bienes materiales, no estarían tristes porque no habría nada que perder. De acuerdo al filósofo si no hay nada que perder entonces es algo bueno y no tendríamos por qué odiar aquello que es bueno.

Entonces el filósofo vuelve nuevamente a la idea de que lo natural es aquello que es bueno. muchos dicen que la muerte no es buena porque nos priva de la vida, pero la muerte es la condición para que exista un ser humano y no se puede estar triste por algo que es natural.

Conclusión

De lo desprendido para al-Kindi, podemos montar su enorme influencia por los filósofos griegos sobre todo por Sócrates y los estoicos. En efecto, la ataraxia estoica nos revela que no es posible estar tristes o eufóricos si nos mantenemos en la razón. si todo se da por naturaleza, entonces no habría tristeza o algún hecho por el cual estár triste. Claro, cómo sabemos que todas las cosas de este mundo son transitorias, no tendría sentido entristecernos porque ya no estarán con nosotros o porque perecerán. Nosotros ya lo sabemos de antemano. Ese es el mensaje de al-Kindi y finalmente, es decir, mantenerse en lo natural y evitar aquello que no lo es.

viernes, 17 de junio de 2022

Al-Kindi - Sobre los rayos

 


En el presente tratado al-Kindi nos habla sobre los rayos. Sin embargo, se dice que este tratado, en realidad, es sólo atribuido al filósofo ya que originalmente el texto está escrito en latín así que su originalidad está en discusión todavía. como el título sugiere, este texto se trata sobre los rayos y en general, cómo es que cuestiones remotas pueden afectarnos sin estar en contacto con nosotros. En efecto, los rayos son invisibles pero podemos percibirlos además de que pueden entrar en contacto con otros objetos, Y el filósofo se propone ver cómo es que estos rayos tienen una influencia en nosotros. La estructura del texto es diferente, se menciona en capítulos explícitamente por lo que ahí podemos ver la diferencia con sus obras anteriores. No obstante, muchos se acuerdan en que esta es una verdadera obra de al-Kindi.

SOBRE LOS RAYOS

Capítulo uno: el origen de la idea

Todos los hombres que perciben objeto de sensación tienen alguna forma aprendida. esto es porque ellos las aprenden a través del ejercicio de la razón y son percibidas por la sensación correspondiente. la razón y la sensación concuerdan, y excluyen aquellas cosas que no pertenezcan al objeto. esto lo hacen por una regla de unidad que cada hombre tiene consigo (unitas regitiva).

El acto del entendimiento mental por el intelecto es llamado universal después de que las cosas son aprendidas de este modo es decir, por el intelecto universal. De acuerdo con la naturaleza de la forma que es aprendida, y el modo en cual esta es aprendida, uno puede dividir este entendimiento mental en 5 tipos: género, especie, diferencia, esencia, y accidente.

Sin embargo, algunos particulares o universales, o alguna condición que es aprendido en el pensamiento no tienen objetos similares de sensación, en otras palabras, cuando el intelecto y la sensación no coinciden, entonces tal noción queda vacía en él intelecto humano. En efecto ciertos universales y sus condiciones son formados a través de la razón pero no mostradas por la sensación. Por ejemplo, el calor que emite el fuego se puede razonar, pero no se puede entender a través de los sentidos.

Por este modo, el hombre puede entender primeramente lo particular y después el intelecto porque para incorporar los objetos que forman parte de un mismo género tendrá que razonarlo. el hombre no entiende los grupos de cosas por medio de los sentidos. En consecuencia, el hombre estudia cada objeto que está sometido a los sentidos y luego puede formar un grupo de ellos a través del intelecto.

Así la habilidad de la raza humana es formar un universal a partir de las cosas particulares percibidas a través de la sensación e instancias individuales, porque es imposible percibir a todos los individuos de una vez. Por lo tanto, las condiciones de todas las cosas son primeramente conocidas a través de los sentidos; por ejemplo, el tipo, el tamaño, el acto, la adaptación, y cómo ellos se relacionan con otros sujetos.

Con todo, algunos hombres son más o menos hábiles para percibir a través de la sensación o la razón. Esto se debe a las habilidades individuales que tienen ellos para entender las cosas de la sensación o la razón en gran o menor medida. Si tuviéramos que poner como ejemplo de aquellos hombres que captan en mayor medida la sensación y la razón, estos serían los antiguos padres. Estos hombres tenían, de acuerdo al filósofo, un ''deseo sagrado'' que los movía a conocer; y por lo tanto, podían conocer aquellas cosas que se encontraban ocultas en la realidad.

El deseo sagrado de conocer unido con la moral los llevaba a nunca cesar de conocer las cosas de la realidad. 

Segundo capítulo: sobre los rayos de las estrellas

Cada estrella tiene su propia naturaleza y condición impresa, entre otras cosas, tienen la característica de emitir rayos. Debido a  esta individualidad, cada estrella tiene su propio rayo; son diferentes en todas ellas. Tampoco tendrán la misma posición ni los mismos efectos. 

Así, el efecto de los rayos que produce el sol son diferentes a los que produce cualquier otra estrella. Existe una diferencia entre los múltiples cuerpos celestes a propósito de sus rayos emitidos. Sin embargo, todas estas diferencias confluyen en una armonía llamada ''Armonía del cielo'', que solo sería el conocimiento de este mundo sensible, pero el que conoce las condiciones de esta armonía del cielo, conocería el pasado, el presente y el futuro. quien comprende la armonía del cielo, sucesivamente comprenderá la armonía universal. 

Tercer capítulo: sobre los rayos de los elementos

El mundo de los elementos es la imagen del mundo de las estrellas. de este modo cada cosa contiene la anterior la apariencia de la última. Es obvio que cada cosa en este mundo sea sustancia o accidente produce rayos por sí solo como las estrellas.

Esto puede ser establecido por la sensación en ciertos casos: el fuego, por ejemplo, transmite rayos de calor de manera adyacente a los lugares y la tierra transmite rayos de frío. Estos rayos se emiten en todas direcciones y a su modo propio. estos rayos afectan a las cosas de forma diferente cada una.

La diferencia de la distancia entre una cosa y los rayos que produce la otra cosa establecerá distintos efectos.

Cuando los rayos caen sobre un objeto, esto se mejoran; pero, cuando se dividen sobre un objeto estos disminuyen, se vuelven más débiles. Todos estos efectos, son tantos, que es muy difícil determinar todos los distintos efectos que producen en una cosa. A veces, estos efectos no son perfectamente visibles a través de los sentidos, y otras veces se vuelven mucho más claros.

Cuarto Capítulo: Sobre la posibilidad

El hombre adquiere su conocimiento y su confianza cuando interactúa con las cosas. Así es como el hombre forma sus deseos y voluntades y elige aquello que le es más conveniente. Como el conocimiento procede de la sensación y todo lo que tiene que ver con la sensación no es adquisición completa, es natural que el hombre no conozca algunas cosas. 

Ahora bien, cuando el hombre tiene un conocimiento sustancial de las cosas y puede conocer aquellas cosas escondidas, entonces conocerías las causas de todas ellas. Según al-Kindi, los filósofos son los que llegan a este tipo de conocimiento, pero aún así no lo conocen todo. 

Estos conocimientos que incluso quedarían vedados a los filósofos, son relativos y contingentes. En consecuencia, es en ese momento que los hombres comienzan a pensar en la posibilidad de que las cosas pasen; en efecto, el hombre observa que unas cosas pasan bajo ciertas circunstancias y otras cosas pasan bajo otras circunstancias distintas. 

Sin embargo, hay hechos más probables que otros y algunos son imposibles. Los filósofos saben que hay cosas que son imposibles que ocurran y por eso no son afectados por los sentimientos de esperar que ocurra algo que es imposible. Por tanto, mientras sepamos la posibilidad de una cosa, la esperaremos más o menos dependiendo de la naturaleza de su probabilidad. 

Se podría decir entonces que los rayos de los elementos determinan nuestra voluntad, y que cada uno de ellos determina la voluntad de otro como ya se vio en las obras anteriores. No obstante, ya hemos observado que el movimiento de los astros, y por lo tanto de los elementos, no es autónomo y proviene directamente de Dios. Si buscamos la causa elemental de las cosas, entonces estaremos ante un problema físico, pero si buscamos las causas celestiales de los elementos entramos en un problema metafísico. 

Quinto Capítulo: Sobre las cosas que traen el efecto del movimiento

Todas las cosas que existen en acto en algo realizan consigo algún tipo de movimiento. El hombre imita el movimiento del mundo porque tiene un microcosmo dentro de él; en otras palabras, el hombre se asemeja al mundo. El movimiento del hombre proviene de la imaginación primeramente, pues esta la que forma una imagen deseable en el hombre por la cual discernirá si realizará una acción o no. 

En cierto modo, así como los rayos de los cuerpos influencian a otros cuerpos, los rayos de la imaginación inician el movimiento en el hombre. Es más, dice el filósofo, cuando el hombre concibe un cuerpo en su imaginación, este se vuelve real; a esto lo llama ''el espíritu de la imaginación''. Pero el deseo que se encuentra en el hombre debe ser fuerte para que pueda producir algún movimiento y crear por medio de la imaginación.

En consecuencia, tenemos tres conceptos dentro del hombre que producen movimiento en él; por un lado, tenemos la imaginación; luego, el deseo; y finalmente, la confianza (fides).

Con todo ¿cómo se materializa aquello que fue concebido en el espíritu? al-Kindi nos dice que se materializa por medio de los discursos de la boca y las acciones de la mano. Por eso es que la oración tiene un efecto en quien la pronuncia y hacia qué o quien va dirigida. En todo caso, sería necesario combinar las palabras con otro tipo de actos (como se verá más adelante). 


Conclusión

Como podemos ver, este no solo fue un texto físico y metafísico del orden de las cosas. Si bien fue una explicación de cómo se entienden los rayos de los elementos, también nos presentó una compleja construcción del entendimiento humano con respecto a la posibilidad y la imaginación. Ciertamente, es uno de los textos más interesantes y de los que más se duda su autenticidad, aunque en cierto modo concuerda con los textos vistos anteriormente.

domingo, 12 de junio de 2022

Al-Kindi - Porqué la atmósfera más alta es fría

Uno de los problemas de la física antigua es determinar los diferentes niveles de la atmósfera. ya Aristóteles había adelantado algo, y sus comentadores lo complementarían apoyando su tesis y refutando las en parte. Al-Kindi, en este tratado físico, nos trata de resolver una pregunta fundamental que es por qué la atmósfera más alta es fría. Cómo podemos saber esta es otra de las epístolas de al-Kindi, Pero lo particular de esta es que no solamente resuelve un problema físico sino que también resuelve un problema filosófico que tiene que ver con la infinitud de los números. Veamos que nos trae esta vez al Kindi

PORQUÉ LA ATMOSFERA MÁS ALTA ES FRÍA

La primera pregunta que se hace al-Kindi es porque los vapores se congelan en la atmósfera y por qué el agua tiene una naturaleza caliente y húmeda cuando se eleva en el aire (por la evaporación). Bien puede entenderse que el aire se calienta por el movimiento de las esferas celestes y que el calor que no alcanza la superficie de la tierra venga desde arriba a través del movimiento de las esferas. El filósofo, Aristóteles, ya decía que los vapores no se alzan más allá de 16 estadios de la superficie de la tierra. ¿Será esto posible?

La segunda pregunta es la siguiente: cuando vemos claro el clima en alguna parte de la tierra y vemos que no hay nubes, ya sea en el horizonte ya sea en el zenit, ¿es posible que podamos saber con exactitud la posición de las nubes?

La tercera pregunta tiene que ver con lo siguiente: dado que los números son infinitos ¿es posible que los objetos numerables sean infinitos también?

Al-Kindi nos dice que, aunque estas preguntas son pequeñas y fáciles de contestar para aquellos que poseen el conocimiento natural de las cosas, estas serían difíciles para aquellos que no persiguen las ciencias naturales, y también para aquellos que no conocen estos principios. Ejemplo será difícil para aquel que no entiende la filosofía natural decir que la causa del calor aquí con nosotros en este mundo en lo produce el movimiento de las esferas celestes, incluso teniendo que decir que el movimiento de la esfera es más frío de aquello que está lejos, y en efecto, esto suena contradictorio.

Al-Kindi, sostiene que no hay nadie más ignorante que aquel que ha mirado los libros de los filósofos antiguos, se ha dedicado a estos, y ardientemente ha encontrado la verdad sobre estas cosas, pero sin saber el prerrequisito de estas materias en el verdadero orden (tartib), y sin concluir la investigación.

Para los hombres analfabetos estos no podrán aprender leyendo los libros en la escuela (maglis), sin saber ambos lenguajes; el de los libros que quiere leer, y el lenguaje particular y el uso de fonemas que pueda conocer este lector. Pero sí tiene la habilidad de entender los fonemas y construir oraciones es posible que él pueda entender algo; de lo contrario, al no entender o estar falto de estas habilidades no hay esperanza para que él pueda leer e informarse de ellas. la humanidad no puede comprender el conocimiento potencialmente infinito y no hay modo de aprender la forma de cada palabra.

Y lo mismo resultará para los hombres de ciencia, claro, estos hombres tendrán que empezar desde los cimientos iniciales para llegar a una ciencia más compleja. Finalmente, tenemos otro tipo de hombre, que es aquel que quieren alcanzar las verdades por medio de la ayuda de dios, en este caso podríamos nombrar a los profetas.

 

Considerando las cuestiones, al-Kindi se propone analizar el número de los elementos que están en las primeras cualidades, y por primeras cualidades él se refiere al calor, al frío, a la humedad y a lo seco; que, a su vez, representan los elementos como la tierra, el agua, el aire y el fuego. Dos de estos poseen la gran cualidad, que es conocida principalmente como el calor. estos dos se mueven por naturaleza hacia arriba a los lugares propios, principalmente estos dos son el fuego y el aire. los dos restantes están poseídos de una menor actividad o cualidad llamada frío: estos dos elementos restantes se dirigen hacia abajo a sus lugares propios y estos son el agua y la tierra.

Comencemos por los primeros elementos. El fuego es el elemento más alto en la posición, luego tenemos el aire, luego tenemos el agua, luego la tierra que a su vez sería es más bajo y el más cercano al punto medio del universo (al-kull). está claro por este orden, que el fuego precede al aire en el movimiento elevado y la tierra precede al agua en el movimiento descendente. La sequedad, entonces, en la causa de la velocidad, mientras que la humedad es causa de la lentitud. por lo tanto, 3 de estos elementos son claramente fluidos; principalmente, el fuego, el aire y el agua.

Claramente el movimiento pasivo hace que el fuego y la tierra se intensifiquen rápidamente en sus cualidades. Así el fuego es más intensamente caliente que el aire; y la tierra más intensamente fría que el agua. La tierra es densa y tiende a no fluctuar. cuando quiera que una parte de la tierra encuentra las acciones de su opuesto en términos de calor y frío esta parte tiene un efecto más intenso en su opuesto y es más afectado por este, que algo líquido y fluctuante. La parte de la tierra está en la misma ubicación que afecta su contrario nunca es cambiante y no altera la ubicación. esto es menos capaz de hacer por su contrario en el sentido cómo lo vamos a exponer ahora.

En consecuencia, cuando la tierra es excesivamente fría, nada crece o pueden hacer. todas las veces que se viaja hacia el norte, moviéndose lejos del ecuador, encontramos que en los lugares más alejados del norte son más fríos, hasta que encontramos un punto en que, en la misma tierra, nada puede crecer y por lo tanto nada es nacido. esto pasa a 63° lejos del ecuador. Por otro lado, lo mismo pasa cuando nos dirigimos hacia el sur, llegamos a lugares tan fríos donde nada sobrevive. En consecuencia, el norte sentimos en el aire, en la superficie de la tierra, es debido simplemente al hecho de que la tierra está calentada porque los cuerpos celestes circulan sobre, sobre todo el sol. Entonces, mientras más cerca esté el sol, el aire caliente.

Esa es la razón de porque existe vapor que proviene de la superficie de la tierra y del agua. el vapor terrestre es llamado humo porque es caliente y seco. es un cuerpo hecho de tierra capaz de ser calentado. Por lo tanto, éste tiende hacia lo ígneo, y se mueve como el fuego lo hace. Luego tenemos otro tipo de vapor, que recibe su nombre de manera genérica: vapor. Su causa es la misma idea del humo, con la diferencia de que éste se mueve más lento que el humo; la causa de esta lentitud es la humedad.

Entonces, ¿por qué el aire de la atmósfera es frío?  estos dos tipos de vapores que describimos anteriormente se elevan hacia la atmósfera y llegan a un punto en que no pueden alcanzar nada más lejos. los rayos del sol no poseen la materia que afecta a estos dos vapores para continuar calentándolos en ese punto. Al-Kindi, no nos dice, o más bien, no está seguro en que altura aproximadamente ocurre este fenómeno. Pero cuando llegan a este punto, se congelan y se condensa, y ya no tienen la ayuda de los rayos del sol que en ese punto son más débiles. El tipo de vapor terrestre empuja el aire hacia abajo y así se crea el viento. El de tipo más húmedo se disuelve en agua y de ahí se produce la lluvia.

El aire que no se disuelve no es alcanzado por las partículas de tierra o agua, claro, el agua es extremadamente cercana a la tierra, considerando la densidad y es por esto que cuando está en la tierra, la tierra y el agua, calientan el aire. Por el contrario, cuando este aire es disuelto se vuelve más frío. En conclusión, es claro que no hay una distancia determinada en la cual el vapor se disuelva y se transforme en agua o en tierra. como lo hemos explicado, los rayos del sol son reflejados en proporción a cuánto la tierra es calentada y que tan cerca o lejos está de la fuente del calor producida a través del movimiento. Por lo tanto, que el aire esté frío o caliente depende de estas condiciones.

Por esto mismo es difícil explicar o establecer donde aparecen las nubes en el horizonte o donde será su real ubicación. Es más probable que las nubes se encuentren siempre hacia arriba, incluso en las montañas, pues, pues las puntas de las montañas están prevenidas del constante girar de la tierra que es el que produce calor. Con todo, no hay modo de establecer la ubicación de las nubes exactamente ni saber su destino.

Infinitud de los números

¿Existirá la posibilidad de que si los números son infinitos pueden existir cosas contables infinitas? Al-Kindi responde inmediatamente de manera negativa diciendo que esto no es cierto de ningún modo, pues los números son finitos. Esto porque los números son una combinación de unidad, una composición (tarkib). Una multiplicación de unidades que tienen distintos múltiplos, y en efecto, todos los números tienen múltiplos. si vemos los números en su individualidad diremos que del 2 se encuentran 2 unidades, del cuatro se encuentran cuatro unidades, o 2 unidades dobles. Ahora bien, los números pueden ser indefinidamente multiplicados y en ese sentido pueden ser llamados infinitos, pero cómo esta posibilidad resulta en una actualidad, entonces esta infinitud no es más que infinitud en potencia y no en acto.

Bajo este respecto, se puede pensar que las cosas contables pueden ser infinitas, pero la verdad es que, si las cosas tienen la misma naturaleza de los números, entonces tampoco son infinitas en acto, sino que potencia. porque a todo aquello que se le designa como estar en acto, está definido, y lo definido es finito. 


Conclusión

Aparte de intentar resolver los escollos de la física antigua, al-Kindi procura explicar y aclarar que la infinitud de los objetos no es posible en acto. Es importante ver cómo al-Kindi, quizás tratando de alejarse de la existencia del infinito en acto, nos dice que los números, contrario a lo que se piensa, no son infinitos, pero inmediatamente dicen que son infinitos en potencia, lo cual nos llevaría a pensar que al-Kindi entiende este concepto como aparente. Ya sabemos que en libros anteriores, al-Kindi niega la existencia del infinito en acto. ¿Será así?

jueves, 2 de junio de 2022

Al-Kindi - Sobre porqué los filósofos antiguos relacionaban las figuras geométricas con los elementos

Ciertamente, sobre el tema de las figuras geométricas que representan ciertos elementos fue tratado con Platón y Aristóteles, este último, como se sabe, refutando a su maestro. Sin embargo, lo que hace Al-Kindi en este opúsculo será tratar de explicar la relación que se hizo en un comienzo por Platón, las ideas de Aristóteles, pero también las ideas que aportaban los neopitagóricos. Veamos cómo es que nuestro filósofo hace esta relación con respecto a los antiguos.


SOBRE PORQUE LOS FILÓSOFOS ANTIGUOS RELACIONABAN LAS FIGURAS GEOMÉTRICAS CON LOS ELEMENTOS


Los sólidos platónicos

Antes de dar su opinión, Al-Kindi nos habla de las razones que tuvieron los filósofos, partiendo por Platón, de relacionar las figuras geométricas con los elementos sublunares. Para eso, vamos a recordar 

El origen de los elementos

Las 3 realidades distintas mencionadas por Timeo son: El ser, el espacio y el devenir. La nodriza del devenir es la que se quema, humedece, seca dependiendo del elemento al cual esté sujeta. Es agitada y vive en constante desequilibrio debido a la semejanza y desemejanza de los elementos entre sí. Para explicar el desequilibrio, Timeo se propone analizar el origen de los elementos.

Los 4 elementos son cuerpos y como cuerpos, todos tienen profundidad y que ésta sea rodeada por una superficie. Acorde a lo dicho por Timeo, la cara tiene una superficie hecha por triángulos. Los triángulos están hechos por un ángulo recto y dos ángulos agudos.


Al fuego le correspondería la figura geométrica compuesta de 4 triángulos equiláteros, el Tetraedro. 


El aire le correspondería la figura geométrica compuesta de 8 triángulos equiláteros, el Octaedro.


Al agua le correspondería la figura geométrica compuesta de 20 triángulos equiláteros, el Icosaedro.

A la tierra le correspondería la figura geométrica compuesta de 2 triángulos Isósceles, el Cubo.


El sólido que corresponde al límite de la tierra es el Dodecaedro.


*Es importante mencionar que tiempo más tarde, a éstos poliedros se les denominará como ''Sólidos platónicos''.

De acuerdo con la información que nos da Platón sobre las figuras geométricas, Al Kindi combina la misma con el movimiento de los elementos que es o circular o rectilíneo, ideas que sacar de Aristóteles. 

Para tomar los movimientos de cada figura geométrica sacará los siguientes calculos:

Tetraedro: 3 (los factores de 4 son 1 y 2)
Octaedro: 7 (los factores de 8 son 4, 2 y 1)

Estos dos elementos son deficientes en el sentido que la suma de sus factores es menor a la suma de sus lados, por esta razón se mueven hacia arriba. Pero de acuerdo con Al-Kindi, el fuego es más deficiente que el aire porque su división de 1/4 = 0.25 mientras que el del aire sería 1/8 = 0.125, por esto el fuego se mueve más que el aire. 

En cambio, el cubo es perfecto con sus 6 lados porque el número 6 es conocido como perfecto porque se puede dividir por 1, 2 y 3 y además la suma de estos números da como resultado 6. 

En cuanto al icosaedro que tiene 20 lados la suma de sus factores tendría que ser 1+2+3+4+5+10 que daría la suma de 22 lo que a su vez significa que es uno de los cuerpos más pesados. 

El dodecaedro es el cuerpo que se movería más rápido de todos con un numero de 12 que en su composición de factores sería 1+2+3+4+6 = 16 y su división por tres sería 0.333.

De este modo, los más cercanos al dodecaedro tienen movimiento circular y los demás tendrían movimiento recto.

Conclusión
 
Interesante ver nuevamente una teoría que represente la numerología que en este blog al menos habíamos visto ya en San Agustín de Hipona. Sin embargo, existen ciertas curiosidades con esta teoría, pues esta puede ser asidero para los atomistas en cuanto al elemento tierra, es decir, que puede existir una unidad indivisible. También da lugar a confusión que el movimiento del agua fuera recto siendo que se dijo en otra obra que es circular. En todo caso, principalmente este texto trata de explicar el porqué de los filósofos que creyeron verosímil recurrir a esta teoría. 

lunes, 30 de mayo de 2022

Al-Kindi - Sobre la naturaleza de la esfera celeste

Aristóteles nos decía en sus tratados sobre el cosmos que además de los cuatro elementos conocidos en la antigüedad y en la Edad Media, existía uno aún más noble que estos dos: el éter. Este quinto elemento (quinta esencia) se encuentra en los cuerpos celestes y es la que hace que dichos cuerpos sean indestructibles, ingenerados, ni pesados ni livianos. Sin embargo, Al-Kindi nos ofrece su propia visión del quinto elemento y la supuesta inmortalidad de estos cuerpos celestes. Veamos la interesante teoría de Al.Kindi en este opúsculo llamado ''Sobre la naturaleza de la esfera celeste''. 


SOBRE LA NATURALEZA DE LA ESFERA CELESTE

Al-Kindi comienza diciendo que la ciencia de las cosas naturales se encarga del estudio de las cosas que son capaces de movimiento, porque lo natural es aquello por lo cual Dios ha dado una causa, o la razón para la causa, de todos los movimientos y todos los reposos de la misma cosa.

El primer movimiento es de dos tipos: uno rectilíneo y uno circular. El movimiento rectilíneo tiene una subdivisión; lejos del punto medio y en dirección al punto medio. 

  • Lejos del punto medio: comienza en el punto medio y termina en el punto final
  • Dirección al punto medio: comienza en el punto final y termina en el punto medio

Por supuesto, como estos dos movimientos son contrarios en su inicio y en su final. Lo que es contrario en términos de movimiento, es contrario a su vez en la naturaleza. Por su parte la naturaleza es el inicio del movimiento y el inicio del reposo.

Así las cosas, los cuatro elementos tienen este movimiento con respecto al punto medio. El punto medio en este caso sería el centro del cosmos, y de acuerdo a Al-Kindi los elementos sublunares (aire, agua, tierra y fuego) se dirigen o se alejan del punto medio. Por ejemplo, el fuego y el aire se mueven en dirección opuesta al punto medio, mientras que el agua y la tierra se mueven con dirección al punto medio. 

En consecuencia, Al-Kindi resuelve que el cuerpo más pesado y cercano al punto medio es la tierra, le sigue el agua, el aire y finalmente el fuego siendo el cuerpo más liviano. También se concluye el que la liviandad tiene relación con el calor mientras que la pesadez tiene relación con el frío. 

Ahora bien, por todas estas razones, los filósofos antiguos creyeron que el elemento fundamental de los cuerpos celestes era el fuego. Dichos autores fueron Platón, Aristóteles, Juan Filópon entre otros. Sin embargo, estos hombres se equivocaron en estimar tal cosa, pues, verdaderamente, los cuerpos compuestos ya sea de fuego, aire, tierra o agua se detienen finalmente en un lugar, es decir, tienden havia un lugar en específico y se detienen. Pero esto no ocurre con los cuerpos celestes cuyo movimiento es eterno y circular. Por lo tanto ¿de qué están hechos los cuerpos celestes? de acuerdo con el estagirita los cuerpos celestes son creados de un quinto elemento que los hace eternos, pero Al-Kindi no responde a esta pregunta diciendo simplemente que los cuerpos celestes no se componen ni de uno de los elementos ni de los cuatro elementos en su conjunto. Esto último porque las naturalezas y movimientos de cada elemento son contrarias entre sí por lo que no podrían estar en un mismo cuerpo. 

El argumento de que los cuerpos celestes estén hechos de éter puede llevarnos a pensar que estos cuerpos son indestructibles, pero esto no es así, pues los cuerpos celestes existen por la pura voluntad de Dios. Tienen su movimiento y su existencia por Dios. 

Conclusión

Es una explicación bastante certera y complementaria a la teoría de los elementos del estagirita. Como siempre, tenemos la visión del islam con respecto a la perspectiva del filósofo de que finalmente, los planetas, al tener movimiento, al ser cosas que efectivamente existen, alguien las debió causar, alguien es responsable de su movimiento, y ese no puede ser otro que Dios.