¿Es el mundo eterno? Photo on <a href="https://foter.com/re5/b1e81f">Foter.com</a> |
Referencias:
(1) Siguiendo la lógica aristotélica donde el movimiento es tiempo.
De aeternitate mundi
Supuestos del mundo
Hay que suponer, desde una perspectiva católica, que el mundo tuvo un comienzo en el tiempo. Es imposible que algo haya existido siempre y que sin embargo, Dios no lo haya podido crear. Otros dicen que lo que siempre ha existido puede haber sido creado por Dios lo que es un absurdo, pues lo que siempre ha existido no puede llegar a ser creado.
Un argumento para defender esta última postura es la creación de los ángeles, es decir, un ángel no puede ser creado por una materia como el ser humano. Un ángel no tiene una sustancia, pero tampoco puede decirse que siempre ha existido pues fue hecho por Dios. Pero los ángeles no tienen materia ¿cómo fueron creados? es ahí donde se tiene que diferenciar entre ''ser hecho'' y ''ser causado''. Por lo tanto, los ángeles no pudieron existir siempre.
También se dice que aquellas cosas que son creadas y siempre han existido no es una contradicción, y si así fuera, esto no tendría ningún problema ya que Dios podría hacer cosas contradictorias. Santo Tomás de Aquino no tiene ningún problema en aceptar que Dios pueda crear cosas contradictorias, pero no es el caso.
Argumentos de la creación de Dios
El argumento de la eternidad del mundo tiene que ver entonces con dos cosas básicas a saber:
- Si algo que siempre ha existido puede ser creado por Dios
- Si algo que siempre ha existido no puede ser creado por Dios
En primer lugar, no es necesario que Dios preceda a una cosa que siempre ha existido para que haya sido creado (aunque esto repugne a primera vista).
Como dijimos anteriormente, Dios no necesita la materia para crear sino que ''causa'' aquellas creaturas que quisiere crear. Dios no crea las cosas por movimiento, es decir, no las crea a causa del tiempo(1) sino que las crea instantáneamente. Por esto mismo, no es necesario que Dios preceda en el tiempo a una cosa para causarla.
Un argumento parecido nos da San Anselmo de Canterbury en su Monologion cap. 8. Recordemos que en este libro San Anselmo nos habla de la creación de la nada a través de la causa; por ejemplo, un hombre que está triste no está triste a causa de nada; en efecto, esa tristeza no se crea con materia sino que es causada por algo.
Una de las razones, quizás la más difícil, sea rebatir la eternidad de las almas. Claro, se dice que las almas son infinitas y son el elemento que sobrevive al cuerpo. Sin embargo, esto no es así porque las almas fueron creadas por Dios y estaban en el mundo. Antes de que el hombre fuera cuerpo, era alma, por lo tanto, como fue creado no puede decirse que es eterno. O al menos, es eterno en el tiempo, pero no coeterno con Dios.
No obstante, la demostración de que el mundo sea coeterno con Dios no es posible. Es decir, Santo Tomás de Aquino no puede asegurarnos ni afirmarnos que verdaderamente el mundo existió eternamente con pruebas filosóficas, ni con argumentos filosóficos que se puedan refutar. Lo único que queda es afirmar con fe que el mundo ha sido creado por Dios.
Finalmente, la creación del mundo por Dios solo se puede tomar desde un argumento religioso y no desde uno filosófico demostrable.
Conclusión
Después de estas razones, Santo Tomás de Aquino nos admite con humildad la imposibilidad de usar la filosofía como medio para confirmar la fe cristiana. En efecto, el talante de esta cuestión no es difícil de responder incluso para el más docto de su tiempo. Al parecer, si debemos tomar algún camino para confirmar la eternidad del mundo, entonces debemos situarnos o en el lado religioso o en el lado filosófico donde incluso aún se disputa la creación de nuestro mundo.
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