viernes, 16 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro III: Metales en general. Tratado I: La substancia de los metales).

Hemos dejado el estudio de los minerales, pero ahora tendremos que analizar los metales que tienen relación con las piedras. Si de las piedras no habíamos hablado anteriormente, de los metales no tenemos idea absoluta. Este libro no será muy distinto de los precedentes, al menos por el formato y el modo de abordar que tiene. Pareciera ser que todo lo tratado por San Alberto Magno se hace de manera deductiva a juzgar por los trabajos anteriores. Por lo tanto, veremos tanto el aspecto superficial como el particular de los metales.

Referencias:

(1) Proceso por el cual un metal se transforma en otro.
(2) Como decía Aristóteles, liquidarlos hasta llegar a una naturaleza mínima
(3) La caliza por ejemplo. 

Definición:

(1) Lixiviado: líquido que sale a partir de los restos de materiales orgánicos. Podríamos decir en términos actuales que es el líquido que sale por la acumulación de basura orgánica.


De mineralibus


LIBRO III: METALES EN GENERAL

Tratado I: La substancia de los metales


Capítulo 1: Plan del libro


Las piedras sería como la substancia de los metales, aunque su diferencia radica en que los metales son más fáciles de manipular. Por otro lado, también vemos metales que son hechos tanto por naturaleza como artificialmente, siendo estos últimos producidos por alquimia. 

Capítulo 2: El material de los metales

Los metales son endurecidos gracias al frío que hay en ellos. Esto quiere decir que, si son fríos, entonces el elemento agua debe estar en su interior. Además, cuando los metales se calienten estos pasan a ser untuosos, es decir, a obtener una característica líquida más que sólida. 

Otra característica de su material es que cuando se calienta no se adhiere a nada. Sólo puede solidificarse aún más o volverse más líquido; sin embargo, siendo que no se adhiere (porque el calor permitiría la adhesión) el metal debe estar hecho también de una capa de tierra menos preponderante que agua y fuego. 

Capítulo 3: Porqué los metales no son fusibles como las piedras

La respuesta a la interrogante del título es muy sencilla: las piedras están hechas más de tierra que de agua o fuego. 

  • Piedras: Tierra como elemento predominante.
  • Metales: Agua y fuego como elementos predominantes.

Podemos ver en este sentido que los metales tienen más humedad que las piedras. 

Capítulo 4: Las opiniones de los antiguos sobre los metales

Avicena

Aparte de estar de acuerdo con todo lo dicho aquí, Avicena dice que el mercurio y el azufre serían los materiales de todos los metales. También estaría de acuerdo con lo dicho aquí por Alberto sobre la untuosidad del metal.

Hermes

Hermes decía que los metales están hechos de todos los elementos lo cual es cierto; sin embargo, hay algunos que son más predominantes que otros.

Demócrito

En opinión de Alberto, la opinión más ridícula la tiene Demócrito quien decía que el metal estaba hecho de cal y lixiviado(1). Esto no podría ser posible ya que la cal se obtiene del calentamiento de ciertos materiales. La cal haría que el metal fuera duro como una piedra y que pudiera romperse en pedazos, lo que no es posible en el metal. Tampoco podría pasar a derretirse si estuviera hecho de cal.

Por otro lado, en cuanto al lixiviado hay muchas discrepancias porque tiene mucha más agua que tierra. Recordemos por lo dicho anteriormente que el metal tiene elemento agua y fuego más que todo, pero el lixiviado sería más bien un residuo.

Gilgil

Este mecánico español decía que los metales provenían de las cenizas. El argumento no es muy convincente, pues el mecánico decía que la ceniza podría pasar de su estado como polvo a vidrio. Esto se lograba añadiendo calor y endureciendolo con frío, al igual que se hace con el metal. 

Gigil hacía la comparación de los dos procesos y decía que el metal provenía por esta razón de las cenizas. Además, cuando las cenizas se queman setas se vuelven amarillas lo que no pasa con el metal. 


Capítulo 5: Causa eficiente de los metales

Como el frío sería una de las causas porque el metal se solidifica, muchos dicen que esta es la causa eficiente pero esto no sería así. El frío solo participaría en el proceso final para dar solidificar el metal, pero no sería el principio generador. 

Pensemos que anteriormente dijimos que el agua y el fuego eran los elementos predominantes, mientras que la tierra solo tiene una participación pequeña en la formación del metal. Como el frío no es el elemento predominante ya que participa de la etapa final, entonces sólo nos quedaría decir que es el fuego, o más bien el calor el que predomina por sobre todo. 

En base a esto, Alberto Magno describe tres procesos del metal:

  1. Los materiales indeseados son quemados por el fuego.
  2. El fuego permite que el calor forme el metal de a poco.
  3. Poco a poco se va formando el metal dependiendo de la expansión que tenga. Esta formación sólo se da por el calor natural que se genera. 

Bajo este último proceso, Alberto menciona el poder formativo que adquieren todos los objetos de este mundo que va guiando la estructura del metal, tal como un artesano construye un hacha o martillo.

Capítulo 6: La forma esencial de los metales

Muchos filósofos aseguraban que los metales eran 7 por la misma cantidad de planetas que existen. Cada uno representaba a cada planeta:

Saturno: plomo
Júpiter: estaño
Marte: hierro
Sol: oro
Venus: cobre
Mercurio: mercurio
Luna: plata

Para Alberto, el planeta tierra sería la madre de los metales mientras que el cielo sería el padre de los metales. Esto se debe a que todos ellos se dan en este mundo a través de la tierra o el agua. 


Capítulo 7: La opinión de Calístenes

Muchos alquimistas han dicho que la verdadera forma de los metales es la del oro. Si un metal no tiene la forma final del oro, entonces su forma está incompleta. No obstante, la forma del oro no solo está incompleta sino que está ''enferma'', por lo que para sanarla deben recurrir a un medicamento llamado ''elixir''. 

Calístenes era de la misma opinión, pero cuando Alberto revisó los tratados de alquimia del mismo, este no quedó conforme con los argumentos debido a que estaban basado solo en la autoridad de los anteriores. 

Avicena pareciera tener una visión un poco más racional que la de Calístenes y sus sucesores. Este decía que cada metal, cuando comienza a formarse trae finalmente su propia forma final. Esto quiere decir que la forma final depende de cómo se trate al metal; por lo tanto, el oro tiene su forma debido a que tiene que ser preparado de una forma determinada. Ahora, es poco probable que haciendo un metal X de la misma manera que se hace el oro termine siendo igual que el oro. Por lo tanto el argumento tendría una mella. 

Este elixir del cual hablan los alquimistas, sería el que induciría a los demás metales a ser como el oro. Sin embargo, nadie sabe si los mismos metales son inducidos a producirse tal como están, por lo tanto, no es prueba suficiente que este ''elixir'' sea la clave para decir que el oro sea el metal por excelencia. 

Finalmente, se debe decir que el metal puede tener diferencias tanto en lo substancial como en lo accidental. Por eso, podemos decir que los metales difieren accidentalmente, pero ¿lo serán substancialmente?

Capítulo 8: La opinión de Hermes

Hermes y otro grupo de filósofos sostienen lo contrario a Calístenes diciendo que cada metal tiene su propia particularidad. Lo que añaden es que hay algo manifiesto y oculto entre todos los metales. De hecho, estos sostienen que todos los metales tienen algo de otros metales; por ejemplo que el oro tiene en su interior plomo, y el plomo tiene oro en su interior. 

Esto se debe a que estos filósofos se basaron en la teoría de Anaxágoras, la cual decía que en todo orden de cosas existían cosas dominantes y dominadas. Del mismo modo, los metales tienen cosas dominantes y dominados. 

Sin embargo, esto no ocurre de ninguna manera. Por más que se reduzca el plomo a cenizas, el plomo jamás deja ver el supuesto oro que tiene, es decir, no ocurre así en la realidad. Quizás esto lo dijeron por ciertas relaciones que existen entre los metales; por ejemplo, con la plata y el bronce. Pero no hay razón para probar esto pues la realidad no expone algo distinto. 


Capítulo 9: Transmutación de los metales(1)

Ya decía Avicena que los metales no se pueden transmutar a otros metales como decían los alquimistas y Calístenes. Avicena nos dice que no pueden los metales ser transmutados, ya que para eso se necesitaría liquidarlos hasta llegar a su materia prima(1). 

La alquimia utiliza ciertos elementos para que el metal pueda parecer de otra forma, de hecho, el mismo Alberto dice que los alquimistas de la época bañaban con un líquido amarillo aquellos metales para que parecieran oro u otra cosa. Se decía que también este líquido era el famoso elixir. 

Por lo demás, la verdadera transmutación de metales (si es que existe) sólo la podrían hacer los astros desde sus esferas, aunque también admite que pudiera darse por ''arte''. Sea como fuere, Alberto Magno no descarta la posibilidad de la transmutación. 


Capítulo 10: Lugares donde los metales son producidos

Los lugares también son importantes para explicar las características de los metales. El mismo Alberto Magno pudo evidenciar lo importante de estos, declarando que ha visto formarse oro a partir de la arena o extraído de piedras cercanas a los mares. A continuación, Alberto menciona los dos lugares donde él ha evidenciado la formación de ciertos metales

Río Rin: oro formado en las costas
Goslar: cobre, plomo y estaño encontrados en la tierra

Por lo tanto, pareciera ser que para la formación de metales tenemos tres principios:

  1. Naturaleza
  2. Artificial
  3. Influencia de los cuerpos celestes

Este último toma las condiciones cuando por ejemplo, el sol con sus rayos afecta la tierra o la arena y cuando estas están cerca de un río se forma cierta piedra(3)

Conclusión

Muy interesante esta primera parte de los metales. Vemos que Alberto Magno lo aborda tan similarmente como abordó el tema de las piedras. Jamás creería encontrarme con algo tan curioso como la transmutación de los metales en la alquimia, pero supongo que la influencia de esta disciplina llegaba a todas las esferas intelectuales, y Alberto Magno no estaba exento. Esto no termina aquí pues aún nos faltan dos libros y dos tratados más de este mismo libro así que atentos a las próximas entregas.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro II: Piedras preciosas. Tratado III: El sello de las piedras).

Misteriosas y curiosas son las piedras en el mundo mineral. Cada una lleva una particularidad que es difícil de ignorar, pues son los retratos vivos de la historia antigua. Seguramente, no hay nada más antiguo que una piedra por lo que vale la pena investigar sus formas y otros que nos hacen pensar y reflexionar sobre nuestro pasado. San Alberto Magno no quedó exento de esto y se propuso investigarlo hasta donde más pudo. Veamos las formas y los signos que las piedras quieren significar.

De mineralibus


LIBRO II: PIEDRAS PRECIOSAS

Tratado III: El sello de las piedras


Capítulo I: Imágenes y signos

En las piedras se pueden encontrar tres tipos de imágenes:

  1. Como si estuviera dibujada con colores.
  2. Como si estuviera labrado.
  3. Como si se le hicieran incisos. 


Por supuesto,, la experiencia nos dice que ciertas cosas de las piedras no se pueden deformar o modificar. Es así que Alberto nos dice que por más que existan cosas en una piedra, siempre habrá una especie de substrato.

Este substrato corresponde a la naturaleza misma de la piedra, es decir, por más que se quiera crear una estatua, siempre habrá una naturaleza de la piedra que sea inmodificable. 

Capítulo II: Figuras hechas por naturaleza

Básicamente, para que las figuras de las piedras se formen existen dos métodos: el artificial y el natural. Muchas piedras parecieran que son hechas naturalmente pero en realidad no lo es. Las piedras más blandas pueden manipularse para lograr una forma deseada, primero moldeándola y luego petrificandola.  

La leche de cabra es la que puede moldear muchas piedras de  manera artificial. Sin embargo, las piedras no forman figuras tan estructuradas como las de los reyes u otros personajes históricos. 


Capítulo III: La escultura en las piedras

La esculturas en las piedras, si bien se dan a partir de que el hombre las moldea, también es cierto que los astros juegan un papel preponderante. De hecho, estos son los que se encargan de influenciar la voluntad de los hombres y los niños. Es el mismo Platón quien dice que los niños se dejan llevar voluntariamente por los astros. 

Capítulo IV: Cómo una imagen es del este, oeste, norte o sur

Los signos del zodiaco están divididos en cuatro grupos de tres y cada uno representa los cuatro elementos así como los cuatro puntos cardinales:

Triplicidad de la tierra: Sur. 
Triplicidad del agua: Norte
Triplicidad del fuego: Este.
Triplicidad de aire: Oeste.

Por lo tanto, todas las piedras tienen una forma distinta dependiendo de la influencia de los astros y en la tierra donde estén ubicadas. 

Capítulo V: Significado de las imágenes en las piedras

Para resumir todo lo anteriormente dicho, Alberto hace una pequeña explicación la cual pondremos en un cuadro. 



Por supuesto, cada una de estas triplicidades surte un efecto distinto en cadas personas.


  1. Aries, Leo y Sagitario: tienen efectos beneficiosos en los humanos, pues puede curar fiebres e hidropesía.
  2. Geminis, Libra y Acuario: predispone a la amistad y a la rectitud.
  3. Cáncer, Escorpión y Piscis: predispone a la mentira, la licencia, y la inconstancia.
  4. Tauro, Virgo y Capricornio: evitan los desmayos y curan las enfermedades relacionadas con el calor.

No solo los signos del zodíaco eran capaces de tener influencias en las cosas de la tierra, sino que también las constelaciones:

  1. Pegaso: ayuda a quienes están dispuestos a la batalla sobre todo montados en caballo. 
  2. Andromeda: prolonga los matrimonios y concilia aquellos matrimonios que están rotos. 
  3. Cassiopea: trae consigo el sueño y descanso a los cuerpos que han trabajado duramente. 
  4. Ofiuco: puede curar de envenenamiento y de las mordidas de animales. 
  5. Hércules: trae la victoria a todos los guerreros.
  6. Osa menor y Osa mayor: traen consigo la sabiduría y las habilidades. 
  7. Saturno: concede el incremento del poder.
  8. Júpiter: concede a los hombres lo que ellos quieran. 
  9. Hydra: trae riqueza, sabiduría y protección contra los daños. 
  10. Centauro: puede conceder salud constantemente. 
  11. Altar: puede concer amor, virginidad y castidad.
  12. Ballena (Cetus): trae prudencia y amabilidad.
  13. Nave (Argo): da seguridad en los negocios y otros asuntos.
  14. Liebre (Lepus): eficaz contra el engaño y las palabras insensatas.
  15. Orion: confiere la victoria.
  16. Aguila: preserva los honores antiguos y además confiere nuevos.  
  17. Cisne (Sygnus): capaz de curar la fiebre.
  18. Perseo: protege de las tormentas, truenos, y de la envidia. 
  19. Ciervo, cazador, can mayor y can menor: puede curar a los hombres que sufren enfermedades mentales.

Todas estas cosas influyen tanto en el poder de las piedras como en las formas que estas tienen. 

Capítulo VI: Ligaduras y suspensiones de las piedras

Este capítulo habla de la posición de las piedras con respecto de quien las utiliza; por ejemplo, si la piedra está suspendida como si fuera en un collar, esta puede tener cierto efecto en quien la porte. De hecho, hay algunas piedras que pueden atraer algunos de los elementos que existen en el mundo sublunar. 

Lo mismo con las ligaduras, es decir, cuando las piedras se atan para poder ser llevadas, o cuando se frotan con el cuerpo con la intención de sanar o generar algún efecto. 

Conclusión

Definitivamente, San Alberto Magno cree en la astrología y la influencia que provoca en ciertos cuerpos. Esto iría en contra de su casi contemporáneo filósofo Maimónides quien negaba del todo que los astros pudieran influir. Es quizás una contradicción creer en Dios y en estas cosas, pero debemos considerar que en tiempos de Alberto esto era considerado una ciencia, es decir, una ciencia natural. Lo importante de ver aquí es la intención que tiene Alberto de no dejar de lado la ciencia por el dogmatismo religioso, al contrario, lo relaciona todo. 

domingo, 11 de noviembre de 2018

Edictum de Pretiis (Edicto de precios)

Edictum de Pretiis
Edicto de precios

El edicto de precios fue un decreto por el cual el emperador romano Diocleciano fijaba los precios de una gran cantidad de productos. Los detalles y datos precisos de aquellos tiempos se han perdido, pero la poca información que quedó da para bosquejar muy bien de qué se trataba dicho edicto. 


Crisis del siglo III


Crisis militar

En el siglo III hubo una gran crisis en el Imperio Romano, ya que los múltiples pueblos extranjeros comenzaron la invasión. Todo esto se produjo luego de la muerte de Alejandro Severo en el año 235, ya que una vez muerto se descuidaron las fronteras que fueron atacadas por los godos, visigodos y alamanes. 

Recién en el año 274 el Imperio se unificó y las fronteras se volvieron más fuertes. 

Crisis económica

Bajo este período hubo también una crisis económica que afectó en gran manera al Imperio. Se produjo una hiperinflación a causa de la devaluación de la moneda (denario) que fue consecuencia del pago a los militares en esos años. 

Los emperadores anteriores a Diocleciano inflaban su propia moneda (revaluación) para dar el pago a estos militares, quienes además tenían un bono por ser leales al emperador. El denario ya había colapsado su valor para el reinado de Diocleciano, por lo que se tuvieron que adoptar otras medidas. 

Fijación de precios

La creación de monedas

Como el denario ya no tenía valor, Diocleciano creó otra moneda llamada Argenteus, y sacó de circulación al denario. El argenteus sería valorado en 100 denarios, mientras que el aureus de oro se reemplazaría por el solidus que se valoraba en 1.000 denarios.

El Edicto de Precios

Sin embargo, estas monedas no hicieron más que producir una gran inflación. En este contexto, Diocleciano quiso dar una solución a este problema promulgando el Edicto de Precios Máximos en el año 301. 

Esta norma establecería una fijación de precios en los productos (más de mil), y condenaba a aquellos mercaderes que quisieran vender sus productos a otros mercados donde los pudieran vender a precios más altos. En otras palabras, todo aquel que vendiera a un precio mayor o menor de lo estipulado por el Emperador, sería castigado con la pena de muerte. 

No obstante, la inflación no se detuvo y la demanda no se pudo satisfacer lo que dio orígen a un mercado negro, donde muchos mercaderes fueron asesinados a manos del gobierno. La escasez de productos se dio inmediatamente al tener una demanda más y más grande. 

Finalmente, el Edicto de Precios persistió hasta la reforma monetaria de Constantino I que pudo en algo aliviar la inflación. Algunos dicen que el Edicto de Diocleciano fue una de las causa de porqué el Imperio Romano se vino abajo. 

Conclusión

¿Por qué hablar de una medida económica en un blog de filosofía? porque esta medida dio una de las primeras directrices del pensamiento económico, que ya pronto veremos en las páginas de este blog. Es una norma que hasta el día de hoy ocupan gobernantes para sanar de algún modo la economía, mientras otros toman provecho de la misma en cualquier modo posible. Una medida que incluso ha llegado a servir a los más corruptos en nuestra sociedad, formando alianzas para luego vender los productos y crear monopolios.

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro II: Piedras preciosas. Tratado II: Clasificación de las piedras preciosas. Tratado II: Parte II: Piedras desde la letra P a la letra Z))

Continuamos con el conteo de las piedras preciosas esta vez desde la P hasta la Z. San Alberto Magno ha señalado los poderes y características generales de cada piedra que ha investigado. Muchos nombres nos han quedado en la actualidad, mientras que muchas otras piedras han formado parte del mito en cuanto a su orígen. Estos serán los pasos cruciales para luego hablar sobre alquimia en la Edad Media, ya que esta ciencia nunca estuvo alejada de los grandes pensadores. 

De mineralibus


LIBRO II: PIEDRAS PRECIOSAS

Tratado II: Clasificación de las piedras preciosas


Capítulo 14: Piedras que comienzan con P


Pantherus (opal): se dice que es de variados colores entre ellos negro, verde, rojo, etc. Si se lleva consigo en la mañana asegurará la victoria. 

Peranites: es una piedra de sexo femenino. Se piensa que es beneficiosa para que las mujeres queden embarazadas. También se dice que de ella se puede producir otra piedra igual.

Perithe: una piedra de color amarillo. Se dice que contrarresta la tos. Debe ser manipulada con cuidado, ya que esta puede llegar a quemar la mano. 

Prassius: es de color verde opaco. Se obtienen beneficios a la vista para quien la porte. 

Pyrophilus: se origina a partir del corazón de un hombre, es decir, luego de que un hombre está muerto y su corazón lo dejan en el fuego, entonces se da el nacimiento de esta piedra. Protege contra el veneno, además de traer la victoria. 

Capítulo 15: Piedras que comienzan con Q

Quandros: se dice que se encuentra en la frente de un buitre. Su poder radica en alejar la mala suerte, y también llena los pechos con leche. 

Quiritia: es encontrada en los nidos de las abubillas (una especie de pájaro). Se dice que revela secretos y produce alucinaciones.

Capítulo 16: Piedras que comienzan con R

Radaim: se dice que son las mismas piedras que las donadas. Se conoce por conceder deseos. 

Ramai: es una piedra de color rojo. Se dice que es bueno para la menstruación y los sangrados. 

Capítulo 17: Piedras que comienzan con S

Saphirus (zafiro): una piedra de color azul cielo. Se dice que esta piedra puede curar los abscesos, además de calentar y enfriar el cuerpo según la temperatura. También puede atraer la amistad y los buenos acuerdos.

Sarcophagus: es una piedra que come cuerpos muertos. Antiguamente se enterraban los cuerpos en ataúdes hechos con estas piedras porque los cuerpos desaparecían en tres días. 

Sagda: es una piedra de color verde. Sirve para que los tablones de los barcos sean más firmes. 

Sardinus: es una piedra de color rojo. Dicen que agudiza el ingenio y trae regocijo al alma. 

Sardonyx: otra piedra de color rojo que es parecida al onyx. Puede que esta piedra libere la pereza, además de hacer al hombre más modesto. 

Samius: es una piedra que se encuentra en la isla de Samos (Grecia). Se dice que puede retrasar el embarazo, y que puede curar la confusión. 

Silenites: es una piedra de color verde, rojo y púrpura. Un hombre podría predecir el futuro si la posiciona debajo de la lengua. 

Smaragdus: es una piedra de color verde traslúcida. La piedra hace que los hombres lleven su vida a la castidad. Esto se probó con la anécdota del Rey de Hungría (probablemente Bela IV), quien utilizó la piedra teniendo coito con su esposa. La piedra inmediatamente se destrozó en tres pedazos. 

Specularis (piedra espejo): es una piedra tan transparente como el vidrio. Puede quebrarse tan pronto como es deseado (quizás de ahí el nombre). 

Succinus: una esfera de color amarillo parecida al ámbar. Puede atraer muchas cosas naturales como la paja, hilos y hojas. También facilita los partos. 

Syrus: una piedra que tiene la capacidad de flotar cuando está hundida. Es una especie de piedra pómez. 

Capítulo 18: Piedras que comienzan con T

Topasion: debe su nombre a la isla en la que se encontró que era Topasis. Presenta cierta similitud con el oro. Si esta piedra es puesta en agua hirviendo, las burbujas de la ebullición cesarán y podrá meterse la mano para sacar la piedra. También puede curar la hemorroides. 

Turchois: es de color azúl brillante. Preserva la vista y protege de los infortunios.

Capítulo 19: Piedras que comienzan con V

Varach (sangre de dragón): es una piedra de color rojo muy fuerte. Un remedio para cualquier clase de flujo, sobre todo la sangre. 

Vernix: es una piedra de color blanco pálido proveniente de Armenia. Es un remedio perfecto para la bilis negra. También sirve para cualquier enfermedad de los vasos sanguíneos.

Virites: un color brillante como el fuego. Puede que queme la mano si se le aprieta muy fuerte. 

Capítulo 20: Piedras que comienzan con Z

Zemech (lapis lázuli): hecha de un color azúl pálido, es un perfecto remedio para la bilis negra y la fiebre. 

Zigrites: tiene el color del vidrio, es decir, transparente. Reduce el sagrado y suprime el delirio. 

Conclusión

Esta fue la segunda y última parte de la clasificación de las piedras preciosas. Realmente es interesante ver cómo cada piedra tiene su propia característica o poder como lo llama el mismo Alberto. Supongo que el poder de cada una de ellas es informado ya que el mismo Alberto lo ha experimentado, y seguramente también lo habrá leído y escuchado de otros expertos sobre piedras. Como sea que fuese, esto será un estudio mineralógico para todas las áreas, incluyendo las esotéricas. 

viernes, 9 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro II: Piedras preciosas. Tratado II: Clasificación de las piedras preciosas (Parte I: Piedras desde la letra A a la letra O).

Hemos hablado suficientemente sobre todas las características generales tanto de las piedras comunes como de las preciosas. Ahora San Alberto Magno se propone analizar todas las piedras preciosas por orden alfabético, una obra bastante difícil de llegar a hacer. En este blog haremos un resumen de todas ellas, tratando de sintetizar el modelo de cada una de ellas. Dejemos que este libro hable por sí mismo en los siguientes apuntes de filosofía. 

Referencias:

(1) Hoy sabemos que las piedras-sapo no eran extraídas de la frente del sapo. Al contrario, las ''piedras-sapo'', son los ojos de aquellos pescados prehistóricos llamados ''lepidotes''.
(2) Quizás, esta apreciación sólo pertenece a Alberto.
(3) Alberto creía en la petrificación de animales tal y como lo expuso en el tratado anterior. 

De mineralibus


LIBRO II: PIEDRAS PRECIOSAS

Tratado II: Clasificación de las piedras preciosas


Capítulo 1: Piedras que comienzan con A

Asbesto (amianto): se encuentra principalmente en Arabia y se creía que provenía salamandras venenosas. De hecho, a las fibras de asbesto las llamaron ''lana de salamandra'', ya que esta no podía extinguirse con el fuego. 

Adamas (hierro): es una piedra tan dura que no puede ser ablandada o doblada por el fuego, aunque puede ser doblada y ablandada con sangre o carne de cabra. 

Absinthe (carbón): esta piedra es enteramente negra con pintos rojos y tiene poderes similares al Adamas. Puede permanecer caliente por 7 días sin consumirse. 

Agathis (ágata): es una piedra negra con líneas blancas aunque también pueden ser amarillas como se encuentran en Creta (Grecia). Muchos árabes decían que servía tanto para saciar la sed y para los venenos. Un poder místico que tiene es que protege contra la adversidad. 

Almandino: no hay mención a algún poder especial que tenga. Sólo que es roja y es tan brillante como un sardo. 

Amatista: es una piedra de color púrpura que contraataca el alcoholismo, aleja los malos pensamientos, mantiene despierto y da claridad al pensamiento. 

Andromanda (piedra de origen desconocido): sólo Plinio el Viejo fue quien habló de esta piedra atribuyéndole poderes magnéticos más que todo. Es de color plata y puede disminuir la ira.   


Capítulo 2: Piedras que comienzan con B

Balagius: se dice que tiene los mismos poderes que el Asbesto y que además este sería su parte femenina. 

Borax (no tiene nada que ver con lo que hoy conocemos como compuesto químico): más conocida como la ''piedra-sapo'', el borax es de color verde con blanco. Se dice que si se traga puede curar la inmundicia y los excrementos. También se pensaba que era un antídoto contra el veneno de ranas, y que esta era extraída desde la frente de una rana(1)

Berilo: es una piedra de color transparente, clara y pálida. Se puede ver como esta contiene agua en su interior(2). Se dice que puede dar la victoria en disputas y en guerras contra otros enemigos. Es también útil contra la pereza y las dolencias del hígado, y los herreros dicen que puede unir a una pareja en matrimonio. 

Capítulo 3: Piedras que comienzan con C

Carbunculus (rubí): una piedra roja oscura muy llamativa y comparable en valor con el oro. Su poder tiene que ver con la dispersión del veneno.

Calcedonia: es una piedra gris o también puede ser negra, y en cuanto a sus poderes esta puede ser útil contra las ilusiones y la melancolía.

Calcafano: una piedra negra que es capaz de curar la ronquera y aclarar la garganta.

Ceraunius (piedra de trueno): una piedra de color azul aunque a veces son de color negro en otros países. Es capaz de llamar a las nubes ya los truenos.

Celidonius: tiene dos colores básicamente: unas pueden ser negras y las otras rojizas. Estas dos piedras provienen del estómago de una golondrina. Sus poderes pueden curar la epilepsia y la demencia.

Celontes: es una piedra de color púrpura y se encuentra generalmente dentro de los moluscos. Se dice que si se pone por debajo de la lengua, la persona será capaz de ver el futuro. No es afectada por el fuego.

Cegolites: es una piedra negra capaz de disolver las piedras que se encuentren en la vejiga o en el riñón

Coral: es una piedra blanca cuyo poder consta de sanar el sangrado. También es buena contra la epilepsia, y es capaz de apresurar o poner fin a un negocio. 

Cornalina: es una piedra roja que como poder tiene la capacidad de detener el sangrado (especial el de la menstruación). 

Crisoprasa: Generalmente es de color verde y no tiene ningún poder en especial, aunque como es rara, es muy valiosa entre los coleccionistas. 

Crisólito: también es de color verde,aunque un poco más pálida que la piedra anterior. El polvo de esta puede curar el asma y otras dolencias relacionadas con la respiración. Puede alejar la estupidez y llamar a la sabiduría.

Cristal de roca (cuarzo): se piensa que fueron formadas por el frío, aunque también por medio de la tierra. Esta puede llenar los senos con leche.

Chryselectrum (ambar amarillo): tiene un característico color amarillo con café. Dicen que es inflamable y que sucesivamente en el fuego puede desaparecer. Es capaz de curar las úlceras, y también reduce la fiebre.

Chrysopagion: puede brillar en la oscuridad o al menos eso es lo que Alberto parece percibir. 


Capítulo 4: Piedras que comienzan con D

Diamante: el diamante tal y como lo conocemos hoy. Se dice que podía curar la fiebre y expeler el veneno. 

Diacodos: una piedra blanca similar al Berilo. Es capaz de invocar a los fantasmas, aunque también se dice que si toca un cadáver esta pierde su fuerza. Por eso dicen que esta piedra teme a la muerte. 

Dyonysia: es una piedra negra con puntos rojos. Expele un olor muy similar al vino (por eso su nombre) y sus humos pueden emborrachar a cualquiera que lo respire.

Draconites (piedras de serpiente): se dice que fueron extraídas de la cabeza de una serpiente. Se dice que expele el veneno y que también puede dar la victoria en una batalla.

Capítulo 5: Piedras que comienzan con E

Echites (aetites o piedra del águila): Alberto dice que es la mejor de las gemas. Tiene un color rojo oscuro y se dice que las águilas posicionan estas piedras entre sus huevos. Se dice que previene el aborto y fortalece a las embarazadas.

Eliotropia (Heliotropo, piedra de sangre): tiene un color rojo y puede ocasionar neblina si se le acerca al agua. 

Ematites (Hematites): tiene el color del hierro más algunas líneas rojas. Sirve para mejorar el flujo de líquidos en la vejiga y la menstruación. 

Epistitres: una piedra de color rojo encontrada en ciertos ríos. Su poder reside en alejar la sedición. También aleja a los pájaros de los cultivos, las tormentas y las nubes. 

Etindros: tienen el mismo color del cristal. Sirve para los dolores de cabeza y la fiebre.

Exacolitus: es una piedra que tiene varios colores. Sirve contra los cólicos y dolores de intestino. 

Exacontalitus: tiene aproximadamente 60 colores. Tiene la capacidad de hacer temblar el ojo de los hombres. 


Capítulo 6: Piedras que comienzan con F

Falcones (arsénicos): generalmente son amarillas y rojas. Esta piedra puede quemar todos los metales violentamente. Puede volverse negra si se quema directamente, pero si se quema en el aire esta se vuelve blanca (conocido hoy como arsénico blanco). 

Filacteria: tiene el mismo poder de los crisolitos. 

Capítulo 7: Piedras que comienzan con G

Gagates (azabache): una piedra de color negro que sirve para curar la hidropesía y dolores de estómago. 

Gagatrónica: esta tiene el color de una cabra blanca. Quien la usa tiene la victoria asegurada de acuerdo con Avicena

Gelosia (piedra de granizo): Una piedra con la misma fuerza de una Adamas. Tiene la característica de no ser consumida por el fuego por el frío que contiene. Sus poros no dejan que pueda ni siquiera calentarse. 

Galaricides: dicen que tiene sabor a leche y que su jugo puede distorsionar la mente. También facilita los nacimientos.

Gecolitus: tiene un color negro y puede expeler piedras del riñón y la vejiga. 

Gerachidem: también tiene un color negro. Para probar si es genuina, un hombre debe tenerla en la mano mientras debe ponerse miel, y exponerse a avispas y zancudos. Si estas lo tocan, entonces la piedra no es genuina. Por otro lado, su poder puede conferir juicios de opinión y buenos pensamientos a quien la posee. 

Granatus (granate): es una piedra roja transparente. Dicen que encanta el corazón y disipa la pena. 


Capítulo 8: Piedras que comienzan con H, I y J

Hiena: su nombre deriva del animal con el mismo nombre porque son tomados de una llena cuando esta se convierte en piedra(3). Si se pone debajo de la lengua puede dar poderes adivinatorios. 

Hyacinthus: los hay de dos tipos: uno azul agua y otro rojo agua, por lo que el elemento agua es el que predomina en esta piedra. Si se lleva en la mano se dice que la persona tendrá un buen viaje, y siempre será bienvenida por donde vaya. También puede ocasionar el sueño. 

Iris (piedra arcoíris): es hexagonal y similar a un diamante. En determinada forma, esta piedra es capaz de mostrar un arcoíris. 

Iscustos: es parecida al asbesto. Puede alejar los fantasmas y las ilusiones. Sirve como remedio para los dolores de ojo. 

Judaicus Lapis (piedra judía): tiene las mismas características del cegolites. 

Jaspis: piedra de múltiples colores (10 aproximadamente). Puede reducir el sangrado y la menstruación.

Capítulo 9: Piedras que comienzan con K

Kacabre: es lo mismo que los gagates, aunque se dice que kacabre es mejor. En la opinión de Alberto estas dos piedras no tienen ninguna diferencia entre sí. 

Kabrates: es similar al cristal. Se dice que da elocuencia y gracia. Es capaz de remediar la hidropesía. 

Kacamon: frecuentemente es blanca. Se dice que tiene un poder desconocido.

Capítulo 10: Piedras que comienzan con L

Ligurius (lince): es una piedra formada de la orina del lince. Es bueno para los dolores de estómago como la diarrea. 

Lippares: se dice que es protectora de las bestias. Ni los perros ni los cazadores pueden acercarse a las bestias salvajes en presencia de esta piedra. 

Capítulo 11: Piedras que comienzan con M

Magnes: tiene el color del hierro. su poder radica en al atracción metálica de hierro

Magnesia: una piedra negra usada por los manipuladores de vidrio. Es manejable una vez que se le proporciona fuego. 

Marcasita: una piedra que puede tomar el color de cualquier otra. Si se expone al fuego puede reducirse a cenizas.

Margarita: es una especie de perlas que viene de ciertos moluscos. El mismo Alberto encontraría algunas en su boca luego de comerlos. Sirve para la ictericia y la diarrea. 

Medius: existen dos variedades: negra y verde. Tiene un poder contra la penumbra en los ojos, y los problemas de hígado. 

Melochites: es una piedra de color verde oscuro. Puede proteger a quien la porte y además puede proteger las cunas de los bebés. 

Memphites: se caracteriza por ser tan caliente como el fuego. Puede cauterizar las heridas si se utiliza de manera correcta. 

Capítulo 12: Piedras que comienzan con N

Nitrum: es una piedra pálida y transparente. Sirve como remedio para la ictericia, y también puede ser útil como sal. 

Nicomar: es una piedra muy helada que hasta puede conservar a los cadáveres. Puede dar la victoria y también mantener las amistades. 

Nusae: similar a la piedra-sapo. Si las dos piedras están en contacto, estas pueden quemar la mano de cualquiera. 

Capítulo 13: Piedras que comienzan con O

Onyx: se dice que es una piedra de color negro. Puede inducir pena, miedo y pesadillas. También incrementa la saliva en los niños. 

Onycha: se dice que es igual al onyx, pero esta piedra es más parecido al color que tienen las uñas humanas. Esta piedra se puede poner en el ojo sin siquiera sentirla. 

Ophthalmus: el color no está muy claro, pero es variado. Quien porte esta piedra podrá curarse de todos los males que aquejan a un ojo. 

Oristes: es de tres tipos: negro y redondo; verde con puntos blancos; color hierro. Quien porte esta piedra estará protegido contra la mala suerte, y de las mordeduras de reptiles. 

Orphanus: su color es el mismo que el del vino. Se dice que puede preservar el honor real. 

Conclusión

Tenemos aquí la primera parte del tratado que realmente no se nos hizo tan larga. Hay mucha información extraída de otras fuentes como Plinio el Viejo, Aristóteles, Avicena y un tal Hermes. Todos estos hombres contribuyeron al estudio de la mineralogía, y esta es la clasificación más representativa de aquello. Aún nos faltan el resto de las piedras hasta la letra Z, tarea cuyo desarrollo no será corto de hacer.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro II: Piedras preciosas. Tratado I: El poder de las piedras).

Comenzamos a adentrarnos en un ámbito más específico en la obra de San Alberto Magno, pues el análisis de las piedras preciosas conlleva también la clasificación de estas que no es una labor menor; todo lo contrario, es una delas pocas clasificaciones de piedras preciosas de la antigüedad. La pregunta que rodea el primer tratado de este libro es central: ¿Tienen las piedras un poder o influencia sobre las cosas? Eso es justamente lo que San Alberto Magno tratará de resolver.

Referencias:

(1) San Alberto Magno, al igual que Maimónides no está de acuerdo con el ocasionalismo árabe.

De mineralibus


LIBRO II: PIEDRAS PRECIOSAS

Tratado I: El poder de las piedras

Capítulo 1: La causa del poder de las piedras


Muchos filósofos decían que las piedras tenían ciertos poderes,mientras que muchos otros negaban la existencia de dichos poderes diciendo que sólo lo vivo puede tener poder. Sin embargo, la prueba más concluyente de que sí existe poder en ellas está en los imanes. Pero no solo en este sino que también en la Adamantina que no se deja atraer por el imán a pesar de estar hecha de cierto metal. También se dice que los zafiros podían curar los abscesos. 

Otros filósofos como Demócrito aseguraban que las piedras tenían alma, ya que estos poderes solo se podían explicar como acciones del alma. Otros aseguraban que Dios estaba en ellas, así como también está en todas y cada una delas partes del mundo. No obstante, esto es absurdo porque de ser así Dios tendría que pasar del acto a la potencia, de la materia a la forma, etc(1)

Se dice que incluso las partes de animales sirven para la curación de algunas dolencias. Las piedras también lo tienen, aunque muchas de esas propiedades no son desconocidas. La causa de estos poderes se da por la combinación de elementos que estas llevan en su interior. 

Como diría Juan de Damasco:

''No hay una sola cosa, animal o planta en la cual el creador no haya dotado de energía, que no satisfaga las necesidades del hombre''
(Juan de Damasco, Exposición de la fe Ortodoxa)

Aquí terminamos con las diferentes explicaciones sobre la causa de los poderes en las piedras

Capítulo 2: Opiniones de los filósofos sobre el poder de las piedras

Veamos algunas teorías de antiguos filósofos además de la crítica de Alberto Magno

Alejandro de Afrodisias

El gran comentador de Aristóteles nos decía que el poder de las piedras viene de los elementos, pero no sería correcto reducir sus poderes a los elementos. De hecho, las piedras necesitan de una causa eficiente, de alguien que las mueva para que demuestren su verdadero poder, en otras palabras, sus poderes son generadas por un agente externo.

Platónicos y Neoplatónicos

Para Platón, las piedras preciosas contenían poder dentro de su interior, ya que para este filósofo todas las cosas parten desde sus ideas y después se configuran en cuerpos. Estos no están de acuerdo con lo dicho por los Peripatéticos porque estos decían que el poder de las piedras provenía de los elementos. Si esto fuera así, entonces las piedras tendrían un solo poder y eso no es correcto. 

Por lo tanto, las piedras para estos tendrían un poder substancial o principal en sí mismas. 

Hermes

Este filósofo nos decía que el poder de las piedras era causado por los astros, de hecho, decía que las mismas piedras eran estrellas del mundo sublunar. Cada planeta tiene su propia piedra que la representa según Hermes:

Estrellas mayores: Amantina
Estrellas menores: Zafiro
Sol y Marte: Ruby
Luna: Amatista

De esta manera, la influencia de los astros en las piedras es evidente por el color y el poder que tiene cada una de estas piedras. 

Avicena

Todo lo que es creado, dice Avicena, está en la mente de quien crea. Así, si los cuerpos celestiales son capaces de influir en las piedras, entonces estos son capaces de moverlas o utilizarlas a su voluntad. Ahora ¿cómo es posible que estas puedan moverlas? la única explicación sería a decir a través de la imaginación.  


Capítulo 3: Refutación a las teorías anteriores

Realmente, la opinión de Afrodisias sobre las piedras no es correcta, pues las piedras no tienen un poder limitado a sus elementos. Sus poderes parecieran ser mucho más que la combinación de ellos, ya que estos son más maravillosos. Basta decir que el poder del imán no podría venir de ninguno de los elementos sublunares. 

La opinión de Platón es insatisfactoria en el sentido de que las piedras no contienen un substrato en su interior. Esto se puede observar una vez que son destruidas porque luego de esto, en ellas no se puede observar nada que quede como substrato. 

La opinión de Hermes es mucho más coherente que todas las teorías,ya que como vimos en algunos libros anteriores las piedras sí son influenciadas por los astros. Sin embargo, la explicación es insuficiente para entender el verdadero poder de las piedras, pues muchas otras cosas están involucradas. Por otro lado, también hay que ver que las estrellas tienen  un poder desconocido todavía, por lo tanto, no podemos saber cuánta es dicha influencia. 

Lo dicho por Avicena no parece para nada probable, ya que al dar imaginación al cuerpo celeste, también se le debería dar razón y los únicos que la tienen son los hombres.

Capítulo 4: La verdadera causa del poder en las piedras preciosas

Con el único que Alberto Magno podría concordar es con Constantino el Africano. Este filósofo nos hablaba de que en las piedras existía un principio de virtud que en realidad sería una forma específica de sus constituyentes. En otras palabras, la forma de la piedra sería su verdadero poder y no la materia de la que está constituida. Lo que hay que observar es la función del piedra y no sus elementos. 

Por supuesto.dependiendo de cada piedra, algunas serán más potentes y otras menos potentes. 


Conclusión

Con esto damos término al primer tratado sobre las piedras preciosas y sus características generales. Aún nos llaman la atención estas pequeñas maravillas que nos asombran con sus colores y sus características. Desde un lado más esotérico o místico, pareciera ser que las piedras tienen un poder oculto que nos hace apreciarlas desde muchas perspectivas. Podría llegar a decir que no por nada mucha gente las utiliza como accesorios para llevarlas consigo. 

lunes, 5 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro I: Minerales. Tratado II: Propiedades accidentales de las piedras).

Anteriormente habíamos comenzado con las propiedades, además de ver este principio ''mineralizador'' que ya lo venía tratando el mismo Avicena. Hoy tenemos algo ligeramente distinto, pues el estudio de las piedras se dará ahora desde un ámbito superficial, es decir, sobre aquello que nos parece ver en ellas como lo colores, la dureza, lo blando de ellas, etc. Veamos esta segunda parte del tratado II de los minerales que se está volviendo cada vez más interesante.

Referencias:

(1) Existe un lago en Tanzania llamado Natron. En este lago se encuentran algunas especies como si estuvieran petrificadas, pero en realidad no lo están. Todo esto se debe a un proceso similar al de momificación por el carbonato de sodio existente en aquel río, lo que da la apariencia de petrificación. 

De mineralibus


LIBRO I: MINERALES

Tratado II: Propiedades accidentales de las piedras

Capítulo 1: Propiedades espontáneas de las piedras


Las piedras pueden producirse a través de la mezcla de material, sobre todo cuando dicho material está seco. El proceso final de una piedra es cuando el vapor se va de aquella, pues este igual tiene algo de lìquido que es necesario para que la piedra se forme. 

Capítulo 2: Los diferentes colores de las piedras

Diversos colores

Para Alberto, el color blanco es el que proporciona la transparencia de ciertas piedras; por ejemplo, la nieve llega a ser transparente por la misma blancura que emite. 

Otras piedras como el cristal o el berilo se acercan màs a las propiedades del agua que a las de la tierra, además de tener las propiedades del aire. El diamante por su parte tiene más propiedad de tierra, ya que esta puede cortar hasta el más duro acero. En esta categoría también cae el zafiro debido a su característico azul transparente. 

Colores opacos

Las piedras de color opaco son siempre de tendencia del elemento tierra. Estas pueden ser manipuladas y pulidas, pero nunca cortadas. Además, en estas también hay una incidencia del fuego para su final conformación. 

Capítulo III: Causa de colores en las piedras que no son transparentes. 

Las piedras que en realidad no tienen color llamativo son los guijarros, sílex y las tobas calcáreas. El color de aquellas se debe a causas similares que hemos nombrado anteriormente, sin embargo, algunas piedras pequeñas son rojas y brillantes cuando son mezcladas o  manipuladas con metal. 

Luego, Alberto sugiere las siguientes combinaciones de piedras a partir de su formación por los elementos:

Negro: Tierra con mucha Agua
Gris: Tierra opaca y mucha Agua
Verde: Mucha Agua mezclada con vapor
Blanca: Tierra mezclada con espuma de Agua

A este último tipo de piedras son las que pertenece la piedra pómez y la toba.


Capítulo IV: La diferencia de dureza en las piedras

Todos sabemos que las piedras tienen ciertas durezas y que estas van variando de una en otra. Pareciera ser que ciertas piedras no se rompen con nada, mientras que si se chocan a sí mismas se puede producir fuego. 

Por otro lado, tenemos piedras que son capaces de cortarse por el viento, o por los rayos del sol una vez expuestas en la intemperie. 

La razón para decir que unas son más duras que otras es muy simple. Las piedras más duras tienen su principio en la sequedad, pues esta es la que consolida su solidez, mientras que las menos duras tienen su principio en la evaporación, es decir, si bien son de tierra es el vapor la que las vuelve más blandas; como por ejemplo, cuando se disuelve la tiza. La humedad de estas últimas se separa una vez que se las soba con algún otro material, en cambio, las piedras como los guijarros no tienen una separación de la humedad, esta está con ellos. 

Capítulo V: Fisuras en las piedras

Las piedras que contienen pueden tener fisuras son aquellas que tienen ''poros'', es decir, pequeños huecos vacíos. Estas fisuras se hacen de manera irregular, al igual como ocurre en la madera la cual también suele tener pequeños huecos. 

Ahora, no es que las piedras sean totalmente fisurales, pues muchas son difíciles de cortar o gastar. De hecho, muchas de ellas se pueden fisurar bastante, pero llegan a un tope donde ya no se puede más. 

Capítulo VI: Causa de la porosidad

La causa de la porosidad en las piedras es bastante simple. Esto se debe a que en el proceso de formación el agua no se mezcló completamente con la tierra. Es por esto también que dichas piedras porosas pueden flotar, ya que al no completarse la mezcla el aire queda circulando por los poros. 

Capítulo VII: Piedras encontradas en las costas

Hay piedras que son encontradas usualmente en las costas y además de que estas piedras siempre son pequeñas. Por otro lado, estas piedras están dispersas por todos lados, y otras muchas veces se les ve ordenadas como si se las hubiera puesto ahí artificialmente. 

Esto último se debe a que en las costas hay cal viva. Esto hace que las piedras contengan un calor en su interior, además de los rayos del sol que refuerzan el calor y la humedad de las costas. Una vez que están calientes, luego se secan y quedan ahí ordenadas. 

Capítulo VIII: Ciertas piedras que tienen figuras de animales

Es sorprendente que algunas piedras tengan figuras de animales. Avicena decía que esto se debía a la petrificación de los animales, es decir, cuando los animales se convertían en piedra(1)

Avicena lo veía muy natural, pues si las piedras se forman de la tierra y el agua, entonces de los animales (que contienen tierra y agua) perfectamente se podrían convertir en piedra.

Conclusión

Este tratado nos puede recordar a tres filósofos: Aristóteles, Anaxímenes y Avicena. Realmente es algo difícil tener la observación tan analítica para estudiar el fenómeno de las piedras. Sin embargo, siempre lo superficial será más fácil de entender, en el sentido de que es visible para todos. Todo aquello de una piedra es visible y por lo tanto estudiable, quizás el problema esté en la teoría de todas estas cosas donde el mismísimo Alberto Magno falló.