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lunes, 22 de mayo de 2023

Martín de Azpilcueta Jaureguízar - Vida y obra (1492 - 1586)

 

Martín de Azpilcueta, también conocido como Doctor Navarrus, fue un destacado teólogo y economista español nacido en el año 1491 y fallecido en 1586. Azpilcueta nació en la región de Navarra, en el Reino de Navarra, que en ese entonces formaba parte de la Corona de Castilla. Azpilcueta es reconocido como uno de los principales pensadores de la Escuela de Salamanca, un grupo de estudiosos españoles que desarrollaron una serie de ideas y teorías en los campos de la economía, la ética y el derecho durante el siglo XVI. 


MARTÍN DE AZPILCUETA

VIDA Y OBRA

Infancia

Su nombre completo fue Martín de Azpilcueta y Jaureguizar nació el 13 de diciembre de 1492 en el Palacio de Barásoain, Reino de Navarra. Sus padres fueron Martín de Azpilcueta y María de Jaureguizar de quienes no se tiene mayor detalle de sus vidas, salvo que eran oriundos del valle de Baztán. Ciertas noticias tenemos de su madre quien el mismo Martín señala, aprendía a rezar en latín en los pechos de su madre.  Sus hermanos fueron Juan, Catalina, Miguel y Martín, pero solo se sabe de Martín quien heredaría la casa del mismo filósofo. Fue bautizado en la Iglesia Santa María y a la edad de 9 años recibe la tonsura: una ceremonia litúrgica de la Iglesia Católica en la cual se cortaba la coronilla del cabello, que a su vez consagraba su dedicación a Dios y su entrada en el clero. También fue pariente del santo San Francisco Javier.


Estudios

Alcalá

A los dieciséis años estudiaría filosofía en Alcalá durante los años 1503 a 1510 con los maestros Dr Sancho Carranza, tío del Cardenal y Dr Juan de Medina. Luego, continuó sus estudios en Toulouse, Francia donde cursó Derecho Canónico y Derecho Civil. Martín, de regreso a Navarra, se estableció en Roncesvalles por influencia de su amigo Francisco de Navarra. Este último lo persuadió para unirse a los Canónigos de S. Agustín, donde realizó su noviciado y emitió sus primeros votos. Aunque inicialmente se sintió cómodo, pronto enfrentó dificultades debido al estilo de gobierno del monasterio. El prior disfrutaba de todas las riquezas, dejando a los canónigos empobrecidos y con escasos recursos para los peregrinos. La situación llevó al Dr. Navarro a dejar Roncesvalles por Salamanca, pero no abandonó la orden y trabajó en reformar la situación. Introdujo la "Bula Tripartita", que dividía las ganancias del monasterio entre el hospital de peregrinos, el prior y el cabildo, lo que impulsó la prosperidad futura de Roncesvalles.

Universidad de Salamanca

A partir de 1524, Azpilcueta ocupó varias cátedras de derecho canónico en la Universidad de Salamanca. A pesar de su excelente formación, su experiencia como profesor universitario y su prestigio intelectual alcanzado en Francia, le costará hacerse con un puesto en Salamanca, pues en esta prestigiosa Universidad, la más importante del mundo en aquel momento, no se admitían títulos extranjeros. Por ello, el Navarro deberá comenzar su carrera casi de cero. 

Poco a poco, su fama como profesor lo llevó a ser reconocido por alumnos y profesores, incluso atrayendo la atención del Emperador Carlos V durante una visita a Salamanca. Ante el emperador, defendió la tesis del origen democrático del poder real, un momento que él mismo consideró memorable. Aunque tuvo que revalidar oficialmente sus títulos académicos, su reputación como profesor era tal que tenía cerca de mil alumnos que acudían a escucharlo. Logró obtener cátedras importantes y su prestigio en Salamanca rivalizaba con figuras como Francisco de Vitoria o Domingo de Soto.

Sin embargo, su reconocimiento no solo se debía a su conocimiento, sino también a su vida ejemplar, como su dedicación a servir a los enfermos en hospitales. Cuando se le pidió que se trasladara a la Universidad de Coimbra para ayudar a elevar su estatus, el claustro de Salamanca se opuso rotundamente, lo que desencadenó un enfrentamiento con las cortes española y portuguesa. A pesar de la resistencia inicial, finalmente accedió a ir a Coímbra por tres años, pero conservando su cátedra en Salamanca y recibiendo beneficios del rey portugués. Este acuerdo marcó el comienzo de su prolongada estancia en Portugal hasta su jubilación.

Fue uno de los profesores más influyentes de la conocida Escuela de Salamanca, inspirando a intelectuales como Diego de Covarrubias. 

Universidad de Coímbra

De 1538 a 1556 enseñó en la Universidad de Coímbra en Portugal, por invitación de los reyes de Portugal y España.

En aquella época, Martín Azpilcueta comenzó a interesarse por la economía. Este interés nació por la situación que pasa tanto España como Portugal debido a las Nuevas Rutas Comerciales que se habían creado, y al descubrimiento del Nuevo Mundo, y que a consecuencia de ello, ambos países prosperaron de forma importante económicamente. Escribió numerosos escritos con respecto a la teoría del valor y del dinero. 

Su fama superó incluso la que tenía en Salamanca. Además de enseñar, ocupó cargos de gobierno y representación universitaria, convirtiéndose en una figura destacada. Su influencia se extendió a la casa real portuguesa, donde asesoró a los reyes y fue confesor de la princesa doña Juana y otros miembros de la familia real.

Demostró una integridad excepcional al promover reformas en el sistema de adjudicación de cátedras y oposiciones universitarias, logrando implementar cambios exitosos que luego se adoptaron en otras universidades de España. Además de sus preocupaciones intelectuales y políticas, también cuidó de su familia, proporcionando medios de vida y apoyo educativo a sus parientes, incluso facilitando el ingreso de algunos en órdenes religiosas.

Su sobrino Juan de Azpilicueta se convirtió en jesuita y misionero en Brasil, manteniendo correspondencia con Martín y compartiendo mutuo aprecio. Martín incluso intentó que se quedara en Coímbra como profesor, con la promesa de unirse a él en una misión en Oriente después de su jubilación, aunque al final, Juan partió sin poder reunirse personalmente con él.

Del mismo modo, Martín de Azpilcueta fue confesor de la inquisición, siendo consultor de Juan III y confesor de Juana de Austria, hija de Carlos V, reina de España y princesa de Portugal. 

A la edad de 80 años fue enviado a Roma por el papa Felipe II a defender a su amigo Bartolomé Carranza, arzobispo de Toledo, acusado ante el Tribunal de la Inquisición, el cual, después de un largo proceso, lo absolvió. Parecía que lo realizado por Azpilcueta le granjearía un disgusto por parte de las autoridades eclesiásticas, pero la verdad es que no fue así. Por su humildad, integridad y sabiduría fue siempre elogiado y respetado, incluso por los papas. 

Azpilcueta muere en Roma a la edad de 94 años.


Pensamiento

Teología

Como sabemos, Martín de Azpilcueta perteneció a la Escuela de Salamanca en el período que esta se consideraba como la continuación del escolasticismo. Por lo tanto, la influencia de Martín de Azpilcueta en Salamanca fue tomista, pero algunos autores también lo circunscriben una gran influencia del agustinismo. 

Economía

Quizás, una de las contribuciones más importantes en la obra de Martín de Azpilcueta sea la de la dimensión económica. 

Martín de Azpilcueta abordó el complejo tema de los préstamos de capital con intereses en un momento en el que la Iglesia aún consideraba la usura como pecado. A lo largo de su carrera académica, desde Salamanca hasta Coímbra, se dedicó a reflexionar sobre estos temas y desarrolló tratados independientes, como el "Comentario resolutorio de cambios" y el "Comentario De usuris". En estos textos, analizó las operaciones crediticias y financieras, especialmente en el contexto del auge comercial y bancario del siglo XV en España. Propuso una teoría cuantitativa de la moneda, anticipando conceptos como la relación entre la cantidad de dinero en circulación y los precios de los bienes. Además, defendió la licitud de obtener ganancias por intereses en préstamos internacionales, argumentando que los riesgos asociados a estos intercambios justificaban tales ganancias.

Su enfoque innovador y sus contribuciones tanto a la teoría económica como a la moralidad de los préstamos con intereses le valieron un gran respeto en su época y en siglos posteriores. Se le considera una de las mayores autoridades intelectuales de la Edad Moderna, cuyas ideas influyeron en la estructuración básica del sistema científico de la moral y en la formación del pensamiento occidental durante siglos.

Uno de los fenómenos que le llamó profundamente la atención, era que la llegada de metales preciosos a España hacía que los precios de los alimentos subieran de forma significativa, produciendo a su vez una importante inflación. De hecho, Azpilcueta es el primer filósofo economista en advertir la inflación producto de la llegada de los metales preciosos a España. Este fenómeno fue la base para que Irving Fisher (1867-1947), economista estadounidense, elaborara y desarrollara la teoría cuantitativa del dinero, sobre todo desde la perspectiva macroeconómica. 

Por otro lado, señaló que el dinero, al ser una mercancía, también estaba sometido a la ley de oferta y demanda. Así, cuando el dinero es poco y demandado, su valor se encarece tal cual otros bienes en el mercado. Esto contrastaría con la visión escolástica anterior a Azpilcueta, pues en sus palabras, el dinero se veía como medida pública de las cosas vendibles. En definitiva, es la oferta y la demanda la que determinan tanto el valor del dinero como el mercado de crédito. 

También contribuyó a determinar lo que se conocía en esos tiempos como el precio justo, que si bien, en estricto rigor era el que imponían los reyes católicos en su tiempo, este podía ser excedido siempre que la justicia natural lo permitiese. Sin embargo, esta teoría no habría sido formulada directamente por él mismo, porque la verdad es que los elementos y condiciones para determinar el precio justo las había planteado Fray Rodrigo de Porto. Así, Martín de Azpilcueta pudo entender la relación que existe entre la cantidad de dinero circulante y los precios de los bienes. De hecho, mucho antes que Azpilcueta, Rodrigo de Porto publicó un libro llamado ''Manual de confesores'' en 1549. Por eso la obra de Azpilcueta agradece la labor de Rodrigo de Porto. 

 "muy reverendo y gran señor y amigo nuestro Francisco" 

 "un manual pequeño antes que compusiésemos este grande; y que por algunos justos respetos quiso que se imprimiese sin su nombre"

Otra de las contribuciones que realizaría fue el desarrollo de la tasa de interés, pues para el filósofo, un individuo prefiere un bien en el tiempo presente que en el tiempo futuro; preferencia que implica un valor por el tiempo que un individuo es privado de aquel bien.  

En nuestros tiempos, Martín de Azpilcueta es considerado un filósofo de la economía del período preclásico. 

Obras

En esta sección abordaremos cada una de las obras de Martín de Azpilcueta.


A medida que veamos las obras de Azpilcueta, las pondremos en esta sección. Es posible que algunas no aparezcan por su difícil acceso. 


Conclusión

Es lamentable que no haya más información de este filósofo, pero sin duda que aún lo poco que existe nos servirá para entender la sustancia de lo que Martín de Azpilcueta quiso aportar al mundo. Es interesante ver como Martín de Azpilcueta se hace cargo de los efectos económicos que produce al conquista de América y los efectos inflacionarios que esto necesariamente contrajo. El mundo económico ya no se verá igual que siempre, tenemos aquí un cambio de paradigma sin dudas.