Lo que vamos a ver es un excelente manual de hace más de 500 años sobre los modales y las costumbres que los niños debieran tener en sociedad y frente a los adultos. Está dedicado a Enrique de Borgoña, hijo de Adolfo, príncipe de Veer. Este libro junto con ''El Elogio a la Locura'' fueron los libros más exitosos que tuvo Erasmo de Róterdam a lo largo de su vida; de hecho, el libro que vamos a ver ahora fue inmediatamente traducido a múltiples lenguajes, fenómeno que solo pocas obras tenían el privilegio en aquella época. Vamos a ver qué cosas nos pueden servir incluso para nuestros tiempos contemporáneos en cuanto a la conducta de los niños.
- Torvos: demuestra ferocidad
- Maliciosos: desvergüenza
- Errantes y volvedizos: demencia
- Bizqueantes: suspicaces y maquinadores de trampas
- Desmesuradamente abiertos: estupidez
- Insinuadores y habladores: impudicia
Erasmo de Róterdam considera muy importantes los ojos, pues estos son las puertas del alma.
En cuanto a las cejas, estas deben estar distendidas y no contraídas. Tampoco deben estar estiradas hacia arriba, pues esto es señal de arrogancia. Nunca se debe arrugar la frente que es símbolo de vejez.
La nariz
Otra parte que se debe tener en total cuidado. Libre de mucosidad, purulencia y otros fluidos. El mismo Sócrates era tachado de tener un mal cuidado de su nariz.
Limpiarse la mucosidad con la propia ropa, con el antebrazo o con el codo es de pueblerino, así como tampoco es mejor hacerlo con la propia mano. La idea siempre es recoger todo el excremento de la nariz con un pañuelo.
Espirar con la nariz es una de las peores señales de modales, además de ser un antecedente de cólera. Tampoco es buena idea arrugar la nariz, pues eso es para burlones y mofadores.
Si el estornudo proviene de repente, entonces el cuerpo debe dirigirse al lado contrario de la persona. Se debe devolver el ''salud'' a aquellos que lo han pronunciado y finalmente pedir perdón o dar las gracias. No es correcto reprimir el estornudo que es un acto natural, de acuerdo con Erasmo, quien reprime un estornudo rinde más tributo a la urbanidad que a su propia salud (lo cual es equivocado).
Boca
Los labios de la boca deben estar ligeramente tocándose, no deben estar abiertos ni cerrados. Si proviene un bostezo que será imposible de refrenar, entonces se debe tapa la boca ya sea con un pañuelo o con la mano, y luego signare la cruz.
Reírse de todo es de tontuelos, reírse de nada es de estúpidos y reírse de lo obsceno es de perversos. Los relinchos y carcajadas son cosas extremadamente indecorosas. Una risa incontrolable debe cubrirse ya sea con la boca o con la mano.
Si usted ríe por alguna causa no manifiesta, es decoroso explicar el porqué de la risa, pero si usted no considera necesario la revelación de aquello, entonces invente el motivo. No vayan a pensar los demás que se ríe de ellos.
Es muy importante también cuidarse los dientes, en el sentido de que no deben blanquearse con polvillos, pues esto es de muchachas. Si algo ha quedado en sus dientes, no puede quitárselo ni con las manos, ni con la servilleta, ni con las uñas sino más bien con un huesillo que se separan de las patas de los gallos o gallinas. Luego se debe enjuagar la boca.
Cabeza
Rascarse la cabeza es muy poco decente. El cabello no debe cubrir la frente, pero tampoco debe caer a la altura de los hombros, además de que estos últimos deben estar en igual equilibrio. En los niños suele ser muy natural tener una irregularidad en los hombros.
Miembros
Toda retención ya sea de los miembros o del vientre agrava la salud. No hay que arriesgar la salud por tener decencia. Retírese cuanto antes una vez que tenga una situación como ella, y sino, disimúlelo con una tos. Para todos los efectos debería permitírsele, en le caso de que no pudiera retirarse, tener la ventosidad pues es mucho más peligroso retenerla.
Capítulo III: Modos en la mesa
Poner las piernas de un modo apartado o separado es de fanfarrones, así como también colgar una rodilla con la otra como lo hacen en su mayoría las señoritas. Tampoco se debe jugar con las piernas ni tampoco jugar con las manos.
Capítulo VI: Vestimenta
La vestimenta es el cuerpo del cuerpo de acuerdo con Erasmo de Róterdam. Una de las cosas innecesarias en las vestimentas son las transparencias porque, en efecto, la vestimenta tiene la lógica de cubrir el cuerpo y no de descubrirlo. Por lo mismo, acuchillar el vestido o los ropajes es de dementes.
A los niños les sienta bien usar ropa de modo descuidado, y esta es permitida en tanto no llegue a la inmundicia, por ejemplo, los mocos en la ropa, o teñir la ropa con tinta de orina.
Si los padres han dado al niño una vestimenta muy elegante y de muy buen gusto, no es bueno que los niños luzcan estas de modo engreído. Como dice el mismo Erasmo: que te admiren como si tu no supieras que van bien vestido.
Capítulo V: Las maneras en el templo
Cada vez que se entre a un templo y se vea la enseña de una cruz, entonces se debe doblar las rodillas moderadamente, haciendo saludo a Cristo y a los Santos. Esto también se debe hacer cuando la cruz se vea en le exterior, es decir, esta acción hay que realizarla cada vez que se vea una cruz.
La conducta dentro de los templos debe ser de silencio y oración, no de conversaciones de cualquier tipo, como algunos hacen simulando a los peripatéticos.
Cuando se recite el evangelio ponte en pie y escucha religiosamente. Luego cuando se inicie la canción se debe postrarse de hinojos. Quien esté farfullando cosas al oído a la persona que está a su lado, simplemente no cree en su corazón que Cristo esté en ese lugar.
Capítulo VI: Los convites
Antes de entrar a cualquier convite los niños deben lavarse las manos, además de tener cortadas las uñas. Tanto el vientre como la vejiga deben estar descargados, para que luego no se vayan a parar. Tampoco se debe estar triste en la mesa, esto porque el propósito es no entristecer a nadie más.
No debes ocupar un puesto de honor en la mesa, sino que más bien ofrecérselo a otro gustosamente, y si alguien te ha invitado a tomarlo, entonces recházalo amablemente.
Una vez sentado, las manos deben estar en la mesa de forma separada. Se debe estar sentado, equilibrado y erguido. La servilleta debe estar en el hombro izquierdo, a la derecha téngase la copa y a la izquierda el pan. El pan debe cortarse con tenedor y cuchillo. Los tragos deben tomarse a partir del segundo plato, y si es que hay postre, ahí también podrá servirse. Debe devolverse el salud cuando se clama en la mesa. La comida que queda en los dedos por tomar algún alimento, debe limpiarse con una servilleta.
Si le ofrecen al niño un bocado que ya no es posible degustar por estar satisfecho, entonces diga: ''gracias'' señalando negativamente. Ahora si el convite insiste, entonces el niño debe decir que se siente mal, o que ya no tiene falta de nada más.
Tampoco es bien vista la tragantonería, es decir, acabar la comida como si se fueran a ir a la cárcel. Si se retira de la mesa, levante su plato, llévelo a la cocina, pero después vuelva a la mesa sirviéndose lo que haga falta o de lo contrario, quédese de pie en la mesa a la espera que se le ordene ayudar con algo.
Capítulo VII: Sobre los encuentros
Cuando los niños se encuentren con personas mayores de edad deben saludarlos y mostrarse la cabeza. Como dijo Salomón ''Hay que ponerse de pie ante las canas''. Mucho más se respeta y se reconoce a los padres y preceptores de los niños. Con estas personas los niños deben hablar respetuosa y brevemente para no ser impertinentes. Al hablar no sea precipitoso, sino que se debe ser lento y desahogado. Cuando se refiere a alguien, es bueno señalar su título y luego el nombre de la persona, doctor, licenciado, profesor, etc.
Si el niño escuchara algo que considera falso, no debe decir ''eso no es cierto'' sino que debe decirse ''A mi me lo habían contado de otro modo, cierto fulano''.
Capítulo VIII: Sobre el juego
En los juegos desechase la porfía y la trampas, por lo tanto en la victoria ajena se debe ser humilde y acogedor, sin reclamar nada.
Capítulo IX: Sobre el dormitorio
En el dormitorio se debe ser cuidadoso en cuanto a la vestimenta. No porque se esté en la propia habitación no se deben mantener las costumbres. Siempre se debe cubrir aquellas partes que son llamadas a cubrir en el cuerpo, a menos que estemos en el baño. Antes que se recueste el cuerpo se deben realizar las oraciones correspondientes, hincado la lado de la cama.
Conclusión
Un curioso manual de educación donde se mantiene la buena costumbre y el decoro. Recordemos que el concepto de decoro pasa por Aristóteles, luego por Marco Tulio Cicerón, y posteriormente por todos los filósofos cristianos quienes son finalmente los que establecen qué es decoros y qué no. Con Erasmo de Róterdam, podemos ver inmediatamente que el decoro está vinculado directamente con ser religioso. Curioso es también que muchas de las costumbres que menciona Erasmo, son realizadas hoy en día.
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