La tolerancia al dolor no es un tema que sólo respecta a la antigüedad, sino que atañe fuertemente a los tiempos modernos. ¿Tenemos tolerancia al dolor? quizás en cierto grado, siempre hay un límite que se sobrepasa y nos daña inevitablemente. Los estoicos tenían una interesante teoría frente al dolor, pues este había que evitarlo porque dependía de nosotros sentirnos miserables o infelices. El dolor es parte de la naturaleza y por eso no representa ningún mal; éste dependería totalmente de nosotros.
Referencia:
(1) En el libro VII de Las Leyes, Platón nos hablaba sobre la importancia de hacer que los jóvenes probaran el vino para que experimentaran el disgusto; y así entrenarlos para otros sabores amargos.
(2) Referida en el primer libro de las Cuestiones Tusculanas.
Tusculanaes Quaestiones
LIBRO II: TOLERANCIA AL DOLOR
El dolor como concepto
Cicerón y Bruto se ponen a discutir sobre temas filosóficos. El orador le permite que se hable del tema que Bruto quiera, y éste elige el dolor.
Primeramente, Bruto nos dice que el mayor de los males es el dolor, pero Cicerón al preguntarle si lo es más que la deshonra,Bruto se arrepiente más no sin decir que el dolor sigue siendo un mal (no el más malo de todos).
Veamos la teoría de algunos filósofos sobre el dolor:
Aristipo de Cirene: el dolor es el mayor de los males.
Zenón de Citio: el dolor no es un mal.
Veamos la teoría de algunos filósofos sobre el dolor:
Aristipo de Cirene: el dolor es el mayor de los males.
Zenón de Citio: el dolor no es un mal.
Ya habíamos visto que para algunos otros el dolor era el mayor de los malos como para Epicuro.
El hábito supera el dolor
De hecho, Epicuro se preguntaba ¿qué haría el sabio cuando se le ocasiona dolor? ¿Acaso se alegraría? Cicerón responde que sería ridículo, al contrario, el sabio tendría que soportar el dolor. De hecho, el dolor dependería de nosotros puesto que de la naturaleza no proviene el mal; por lo tanto, el mal (el dolor solo dependería de nosotros).
Sin embargo, para el mismo Cicerón el mayor de los malos es la misma vergüenza (o deshonor). En efecto, hay quienes son capaces de resistir el dolor por evitar la vergüenza. Tal como lo decía Platón, el dolor físico puede soportarse a través del hábito; es decir, preparar el cuerpo para las cosas(1).
Razón y dolor
Básicamente, Cicerón sigue con la doctrina platónica pero esta vez desde el enfoque del alma con el cuerpo. El alma manda el cuerpo y por lo tanto, la razón también lo manda. Si el alma logra controlar el cuerpo, entonces, esta parte buena que es la racional controlará a la parte del alma dominada por la ira; así se evitaran pasar vergüenzas y se soportará cualquier dolor.
Para lograr que el alma logre esa tensión estoica(2), la única forma es el esfuerzo y el diálogo interior que debe llevar el hombre consigo mismo. El deber es otra cosa importante en la tensión del alma, si es que se quiere que el dolor no afecte al ser humano. En fin, todos los dolores que luego se transforman en gloria son tolerables.
El hábito supera el dolor
De hecho, Epicuro se preguntaba ¿qué haría el sabio cuando se le ocasiona dolor? ¿Acaso se alegraría? Cicerón responde que sería ridículo, al contrario, el sabio tendría que soportar el dolor. De hecho, el dolor dependería de nosotros puesto que de la naturaleza no proviene el mal; por lo tanto, el mal (el dolor solo dependería de nosotros).
Sin embargo, para el mismo Cicerón el mayor de los malos es la misma vergüenza (o deshonor). En efecto, hay quienes son capaces de resistir el dolor por evitar la vergüenza. Tal como lo decía Platón, el dolor físico puede soportarse a través del hábito; es decir, preparar el cuerpo para las cosas(1).
Razón y dolor
Básicamente, Cicerón sigue con la doctrina platónica pero esta vez desde el enfoque del alma con el cuerpo. El alma manda el cuerpo y por lo tanto, la razón también lo manda. Si el alma logra controlar el cuerpo, entonces, esta parte buena que es la racional controlará a la parte del alma dominada por la ira; así se evitaran pasar vergüenzas y se soportará cualquier dolor.
Para lograr que el alma logre esa tensión estoica(2), la única forma es el esfuerzo y el diálogo interior que debe llevar el hombre consigo mismo. El deber es otra cosa importante en la tensión del alma, si es que se quiere que el dolor no afecte al ser humano. En fin, todos los dolores que luego se transforman en gloria son tolerables.
Conclusión
Por cierto, una posición muy estoica la que adopta Cicerón en cuanto al dolor. Es aquí donde vemos al orador servirse de las teorías y propósitos de la escuela estoica, porque por otro lado, cualquier cosa que signifique defender la teoría estoica significa al mismo tiempo despreciar el epicureísmo. Vemos también por otro lado la influencia platónica en su planteamiento sobre el alma, que también quedó clara en el libro anterior. Al parecer ya vamos articulando el esquema filosófico del orador.
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