Este es un tópico del cual Platón se ocupaba mucho. Creo que en ninguno de sus textos deja de hablar sobre lo que es bello y lo que no lo es. Nuevamente tenemos al sofista Hipias, pero esta vez no lo tenemos hablando sobre cosas como la mentira o lo voluntario y lo involuntario, sino que de lo bello en sí mismo. El lector podrá darse cuenta de lo duro que son los personajes; Sócrates con su caracterizadora ironía y Hipias con su arrogancia. El libro comparte una similitud con Eutifrón debido a las múltiples definiciones que se intentan lograr.
Referencias:
(1) Bías de Priene fue uno de los siete sabios de la Antigua Grecia.
(2) Pitaco de Mitilene fue un general dentro de los siete sabios de la Antigua Grecia.
(3) No es más que una cuchara de palo.
Referencias:
(1) Bías de Priene fue uno de los siete sabios de la Antigua Grecia.
(2) Pitaco de Mitilene fue un general dentro de los siete sabios de la Antigua Grecia.
(3) No es más que una cuchara de palo.
Hipias
Personajes:
- Sócrates
- Hipias
Hipias llega a Atenas
Hipias llega a Atenas y se encuentra con Sócrates quien le dice que hace mucho tiempo no lo veía. Lo que pasaba es que Hipias había estado muy ocupado porque lo llamaban de otras ciudades de Grecia por asuntos de Estado y servicio público, sobre todo de Lacedemonia.
Sócrates le pregunta a Hipias por qué cree él que filósofos tan destacados como: Bias(1), Pitaco(2), Tales de Mileto o Anaxágoras, no se involucraron nunca en asunto del servicio público. Hipias responde que la debilidad de juicio en estos filósofos, los impedía de preocuparse de tales cosas, aunque Hipias prefiere más a los antiguos que a los modernos.
Lacedemonia
Ante esta respuesta, Sócrates le dice si llamar a estos filósofos ''débiles de juicio'' sería decir al mismo tiempo que los pensadores modernos (en ese tiempo los sofistas), son de mucho más raciocinio que sus predecesores. En efecto, si alguno de estos siete sabios estuviera en los tiempos de ahora, se les consideraría ridículos por haber pensado de tal manera.
No solo eso, Hipias dice a Sócrates haber ganado mucho más dinero que otros sofistas como Protágoras o Gorgias . En este caso, los modernos se hacen más ricos que los antiguos en cuanto a riquezas.
La enseñanza de Hipias
Como habíamos dicho anteriormente, Hipias había estado en Lacedemonia, pero sus enseñanzas no fueron estimadas en ese lugar. Los padres de los hijos de la ciudad no querían que se instruyeran con Hipias, Sócrates menciona que cómo podía ser posible eso siendo que Lacedemonia es una ciudad conocida por tener buenas leyes; ¿cómo es posible que no confiaran en las enseñanzas del virtuoso Hipias? (Este es el modo irónico de Sócrates).
La excusa de Hipias es que en Lacedemonia no se permite la educación extranjera. Sócrates inmediatamente pregunta si Hipias insinúa que las leyes de Lacedemonia no están bien hechas, puesto que no le permiten educación extranjera. Con esto, Hipias agrega que las leyes solo atienden al bien público, pero cuando se alejan de este obran mal.
Lo que quiere decir el Sofista es que la gente tiene la razón al promulgar las leyes de su propio país. Ahora, si ellos tienen razón, Hipias estaría diciendo que Lacedemonia obra bien al no pagarle por la educación que él imparte.
Lo bello
Pasando a otro tema, Sócrates lleva a Hipias a analizar el concepto de lo bello. Pasó una vez que a Sócrates le preguntaron qué era lo bello y él quedándose estupefacto, no pudo responder. Así, éste le pide a Hipias que le explique qué entiende él por lo que es bello, tal como si estuvieran respondiéndole al tipo que le preguntó a Sócrates.
Primera definición de Hipias
Primero que todo, Sócrates le hace a Hipias un par de preguntas para establecer que el justo se hace justo por la justicia, lo bello se hace bello mediante la belleza.
Ahora, la primera definición de Hipias sale al diálogo:
''Lo bello es una joven hermosa''
Sócrates al analizar esta definición decide ir más allá. Claro, podríamos llamar a cualquier cosa bella; una olla bella, una mula bella, una lira bella, etc. Pero claro, una olla bella sería fea comparada con una joven hermosa y una hermosa joven, sería fea frente a una hermosa diosa.
¿Cómo podemos ser consecuentes con la primera definición de Hipias, si decimos que una joven no es hermosa frente a una hermosa diosa? Lo bello entonces, no podría ser una hermosa joven.
Segunda definición de Hipias
Dado que la definición anterior no fue satisfactoria, Hipias aventura otra:
''Lo bello no es otra cosa que el oro''
Esto se entiende de la siguiente manera. Hipias cree que el oro puede embellecer cualquier cosa que esté con él. Sin embargo, Sócrates argumenta que entonces el gran escultor de la Antigua Grecia, Fidias, no hizo obras bellas, ya que todas sus esculturas fueron hechas con mármol. Siguiendo la lógica de Hipias, hubieran sido bellas con oro y no con mármol.
¿Podría Fidias mantener la misma belleza de sus obras si las hubiera esculpido con piedras? Hipias responde que sí, siempre y cuando estas cuadren en la obra. Pero, supongamos que a la olla que hablábamos antes le ponemos condimento con una cuchara de higuera(3) y otra de oro ¿con cuál será mejor? Por supuesto, con la de higuera. Esto refutaría la segunda definición de Hipias.
Tercera definición de Hipias
Para no volver a recurrir a las cosas, Hipias se refiere a las cosas un poco más abstractas.
''Es siempre una cosa muy bella el buen comportamiento, ser rico, verse honrado por los griegos, alargar mucho la vida, y en fin, recibir de su posteridad los últimos honores con la misma piedad y la magnificencia con que han sido dispensados a sus padres y a sus mayores''.
No obstante, Sócrates lo interrumpe con otra explicación. ¿Realmente es bello que a alguien se le entierre? Si es bello cuando lo entierran sus descendientes, ¿el entierro de Hércules no es bello? Además, no para todos es bello un funeral, así la tercera definición de Hipias queda refutada.
Primera definición de Sócrates
Es el turno de Sócrates intentando la siguiente definición:
''Lo bello es lo conveniente y lo decoroso''
El problema sería que lo conveniente y lo decoroso haría a las cosas bellas, pero no por eso las cosa serían bellas. La conveniencia y el decoro no son lo bello en sí mismo, en última instancia, hacen parecer a las cosas bellas. Por lo tanto, la definición de Sócrates no es la acertada.
Segunda definición de Sócrates
Viendo el error de la primera, Sócrates se aventura con otra definición:
''Lo bello es lo útil''.
Sócrates está convencido de que los ojos no son bellos cuando no ven nada, sino más bien cuando pueden ver. También pasa con todas las partes del cuerpo, cuando son útiles son bellas. Esto también se relaciona con el poder, es decir, las cosas que son capaces son útiles y bellas; las que son incapaces son inútiles y feas.
No obstante, Sócrates encuentra una nueva dificultad. ¿Qué pasaría si una acción mala o deshonrosa nos es útil? ¿tendríamos que llamarla bella? Evidentemente, no. Entonces queda descartada la segunda definición de Sócrates.
Además, que el cuerpo sea hábil, que los ojos puedan ver, ¿son realmente algo ventajoso? Pues si lo es y además que es bello, siendo así, esto produciría el bien. Sin embargo ¿Cómo podría ser la causa del bien lo ventajoso? Porque si seguimos ésta lógica, lo bello sería la causa del placer. Pero si lo bello produce al bien, entonces los dos serían contrarios , puesto que lo bello es la causa y el bien el efecto. Más razones para refutar la segunda definición de Sócrates.
Tercera definición de Sócrates
Sin duda que se ha hecho difícil la búsqueda de una definición, pero Sócrates no se rinde y expone otra definición:
''Lo bello es el placer que nos viene de la vista y del oído''.
Mas otra dificultad nos presenta esta definición. ¿Acaso los placeres de las otras partes del cuerpo no nos producen placer? Evidentemente si.
Los números
Dejando las definiciones de lado, Sócrates y Hipias se ensalzan en una discusión que trae el enojo del sofista. Nuestro filósofo nos asegura que cuando dos objetos se unen forman un conjunto; por ejemplo, cuando dos personas se enferman, esas personas tienen la enfermedad como algo en común y por lo tanto, son dos personas enfermas. Hipias nos dice que no. Nos dice que todos tenemos nuestra particularidad, a pesar de que tengamos algo en común.
Par e impar
De alguna manera podríamos decir que para Sócrates 1+1=2 mientras que para Hipias 1+1= 1 y 1. Para sacar este argumento de encima, Sócrates dice que cuando somos uno, somos un número impar, pero cuando uno se junta con otra persona, esto forma un número par.
Volviendo a las definiciones, lo bello no puede ser lo que convoca al placer de la vista y del oído, puesto que lo bello toma las cosas de manera conjunta y no de manera particular.
Cuarta definición de Hipias
Exasperado por los razonamientos de Sócrates, Hipias le comenta una nueva definición:
''Pues consiste en hablar con elocuencia en el Senado, delante de un tribunal o de un magistrado cualquiera, hasta producir la convicción y conseguir una recompensa, que no es pequeña, y sí la mayor de todas, cual es el placer de salvar su vida, su fortuna y la de sus amigos''.
Sin embargo, Sócrates no contesta nada ante la ofensiva manera en que Hipias le habla. La discusión termina sin lograr una definición, pero con un viejo proverbio; las cosas bellas son difíciles.
Conclusión
No hay dudas que el viejo proverbio pronunciado por Sócrates, las cosas bellas son difíciles, es lo más cercano a lo bello que existe. En mi opinión, el diálogo refleja toda la ironía de Sócrates como también la irascibilidad de Hipias, al no poder encontrar una definición convincente. Me recuerda también la sensación de enojo de Sócrates reflejada en el libro Ion (o de la poesía). También se puede consultar el libro y análisis de Fedro (o de la belleza).
Después de este libro nos aproximamos a los acontecimientos finales de la vida de Sócrates. Partiendo desde aquí, comienza El camino de la cicuta, el proceso más doloroso en la historia de la filosofía.