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miércoles, 21 de diciembre de 2022

Juan Escoto Erígena - Vida y obra (810 - 877)



Juan Escoto Erígena es uno de esos filósofos del cual se sabe muy poco, casi nada más bien, pero que por sus obras nos hemos enterado de ciertos datos biográficos. Podemos saber por el nombre que es irlandés (de ahí su apellido ''Escoto''), pero mucho más quizás sea escaso decir. Sin embargo, debemos tener en cuenta que incluso antes de la época de Juan Escoto Erígena, los irlandeses ya habían contribuido enormemente en varias áreas del saber. No sería Escoto Erígena el último de ellos. Veamos su historia



JUAN ESCOTO ERÍGENA


VIDA Y OBRA

Antecedentes

Nombre

Ya podemos saber por el nombre que Juan Escoto Erígena era irlandés, pues los Escotos eran irlandeses. ''Erígena'' es el apodo que el mismo construyó con las palabras ''eri'' que en gaélico significa ''Irlanda'' y el sufijo ''gena'' que significa ''generado'', en consecuencia, Erígena significa ''Nacido en Irlanda''. 

En Francia

Nadie sabe las verdaderas razones de porqué Erígena viajó a Francia, pero se puede deducir que fue por las constantes invasiones de los vikingos a Irlanda, o bien podría haber sido porque los monjes preferían viajar como misioneros al continente.

Se sabe que su actividad de escritor la realizó en Francia durante el reinado de Carlos el Calvo, hijo de Ludovico y sobrino de Carlomagno entre el 840 y el 877 , justo el año en que muere Carlos el Calvo.

Se hizo conocido cuando participó en un debate sobre la predestinación  en el año 851, por lo que podemos deducir que Erígena ya era un intelectual asentado en la corte de Carlos el Calvo. Por lo tanto, Erígena gozaba de enorme soporte del emperador, y varios trabajos le fueron encargados, sobre todo de traducción donde tuvo que trabajar los textos del Pseudo Dionisio y de Máximo el Confesor. 

No es de extrañar entonces, que toda la información que tenemos sobre Escoto Erígena se acabase cuando fallece Carlos el Calvo. Sin embargo, en todo caso, luego de los ardientes debates y toda la controversia que causaron sus ideas, es muy probable que ya no siguiera en Francia desempeñando su actividad. 

Erígena se sentaba a la mesa con el soberano, quien le tenía un gran respeto y admiración, quien además lo tenía como maestro y nunca le contradecía. Se dedico a trabajar como maestro en la escuela palatino, de ahí que le dijeran ''maestro palatino''. No era una escuela como la conocemos ahora con un lugar específico en un territorio, sino que se desplazaba a los castillos o palacios de las dependencias del rey.

El trabajo de maestro para Erígena fue fundamental para construir su visión filosófica de la verdad, de acuerdo a la tradición que había en la antigüedad. De ahí que una de las obras más importantes de Erígena sea Periphyseon que consiste formalmente en un diálogo entre un maestro y su discípulo.

Luego de estar en Francia y de sospechar las injurias que se hacían sobre su obra, Erìgena decide retirarse de Francia para instalarse en Inglaterra en la corte de Alfredo el Grande, quién estaba a cargo del reino desde 871 específicamente en Wessex. Fue un rey que tuvo mucha consideración por la cultura y las letras por lo que bien podríamos decir que era una especie de mecenas, además de haber realizado el mismo la traducción de obras filosóficas al inglés antiguo. 

Debates

Juan Escoto Erígena era conocido como el ''controversialista''. En efecto, en los años del filósofo los teólogos enfrentaban variados debates sobre conceptos difíciles de comprender. Uno de ellos, siendo el más controversial, era el de concebir a Dios como una trinidad divina. Otros debates fueron la realidad fìsica de la eucaristía, la sede del alma humana, la espiritualidad de los cuerpos resucitados, la división de Dios, nacimiento virginal de Dios y la predestinación. 

Temas de debate:

  • Trinidad
  • Realidad física de la eucaristía
  • Sede del alma humana
  • Espiritualidad de los cuerpos resucitados
  • División de Dios
  • Nacimiento virginal de Dios
  • Predestinación

Los nombres más recurridos en tiempos de Escoto sobre aquellos intelectuales que debatían estos temas eran los siguientes:

  • Rabano Mauro
  • Alcuino de York
  • Godescalco
  • Pascasio Radberto
  • Ratramno
  • Lupus Servatus
  • Hincmaro de Reims

Si bien todos estos nombres son desconocidos en general, la verdad es que conformaron un cuerpo de intelectuales muy relevantes en los tiempos carolingios. 

Sin embargo, Erígena se pronunció en solo tres de estas controversias teniendo solo en nuestros tiempos la obra relativa a la predestinación. Muchas obras le fueron atribuidas a Erígena y por eso se desconfió tanto de su ortodoxia en temas religiosos. Erígena se vio implicado en este debate de la predestinación el año 851, seguramente por pedido de Carlos el Calvo como se puede deducir de su dedicatoria en el Tratado sobre la Predestinación. Esto originó el quiebre de la Iglesia de Francia. 

Lo controversial del pensamiento de Erígena era que Dios no predestina al hombre ni al pecado ni a la muerte ni al pecado. En efecto, esto tendría grandes consecuencias contra él como se sabe el problema que tuvo con Hincmaro de Reims quien lo interpeló por esta idea. De ahí que Erígena y Hincmaro tuvieran un quiebre y se atacaran mutuamente. Le atribuyeron un epitafio fúnebre para el arzobispo:

''Aquí yace Hincmaro, ladrón, sumamente avaro. Cumplió una única acción noble: murió''

Como podemos ver, todas estas han sido las anécdotas recogidas por Guillermo Malmesbury, un monje benedictino.

Labor como traductor

Era evidente que Erígena sabía griego antiguo, pero nadie sabe cómo es que lo pudo aprender. Esto porque en Irlanda no era creíble que pudiera darse el estudio del griego clásico. Puede ser que cierta influencia pudo llegar a la isla, pero tampoco se sabe concerteza. En fin, Erígena toma el trabajo y el oficio de un helenista experto. 

Por otro lado, cabe destacar que es gracias a Erígena que tenemos el manual de Macrobio con respecto a los verbos griegos, además de que establece las diferencias con los verbos latinos. Es más, el propio Erígena creó poemas en lengua griega, dirigidos mayormente a Carlos el Calvo. Será muy recurrente ver en sus textos el uso de léxico griego, y que, en relación a esto, pudo traducir numerosas obras de los padre de la iglesia (período de la Patrística) como por ejemplo, Dioniso Aeropaguita, Gregorio de Nisa y Máximo el Confesor., por mencionar algunos. 

En un determinado momento, a Juan Escoto Erígena le es encargado traducir el Corpus Aeropagítico, ya que la versión de Hilduino, siendo la primera, era muy complicada de entender. En esa traducción, Hilduino creó la leyenda de que Dionisio era un misionero que predicó el evangelio en Francia. Sin embargo, los eclesiásticos solo lo conocían como un discípulo de san Pablo y por lo tanto obispo de Atenas. 

Erígena aprovechó la historia de Hilduino y los conocimientos de los eclesiásticos. Aenalteció la figura de Dionisio diciendo que era obispo de Atenas y mártir de París. Hoy se sabe que las obras de Dionisio Areopaguita se habían escrito el siglo VI en la época de Justiniano, Constantinopla. Por eso es que se habla de este Dionisio como el Pseudo Dionisio.

Luego, Carlos el Calvo le pidió hacer una traducción a la obra ''Problemas de Máximo el Confesor'', por la cual ya estaba siendo criticado. En efecto, muchos pensaban que Erígena no tenía realmente las características para realizar las traducciones de semejantes obras. Tanto fue el eco de estas obras que Nicolás I de Roma quiso leerlas y en consecuencia, Erígena preparó una versión mejorada de su Dionisio. 

Una vez que la obra llegó a Roma, Nicolás pidió a Anastasio el Bibliotecario para que hiciera una revisión del mismo. Lo que dijo es revelador:

''¿Cómo es posible que un bárbaro que vive en los confines de la tierra haya podido realizar semejante traducción?''

Con todo, Anastasio devolvió el texto a Roma sorprendido y con algunas notas y observaciones para el Erígena. 

Pensamiento


Erígena se vio influido tanto por la filosofía de los Padres de la Iglesia (Patrística) y la filosofía griega. En consecuencia, el conocimiento de Erígena era altísimo en ambas disciplinas que absorbían interés de los medievales. Con esta obra ya se hablaba de ''Síntesis Universal'' por lo integrador de su pensamiento. 

La figura de Juan

Específicamente, los libros teológicos de Escoto Erígena tienen que ver con el Evangelio de Juan (Homilía sobre el prólogo del Evangelio de Juan  y el Comentario al propio Evangelio de Juan. Podemos ver entonces como Erígena tenía una particular predilección por el Evangelio de Juan, seguramente por la alta carga teológica que se presenta en dicho evangelio como por ejemplo, la Santísima Trinidad, el Logos, el Verbo, entre otras cosas. 

En efecto, el grado de contemplación que tuvo Juan con respecto al Verbo es significativo. De acuerdo a Erígena, Juan fue perfectamente purificado y deificado, de ahí que el mismo filósofo nos diga que Juan estaba más allá del hombre.

Relación filosofía y religión

Por otor lado, Erígena trató, como muchos otros filósofos anteriores, de conciliar la religión y la filosofía. Los Padres de Iglesia trataron de realizar esta conciliación, a veces con éxito, y otras veces aumentando la brecha entre las dos disciplinas. Sin embargo, Erígena introduce un concepto importante en su obra conocida como la verdad lógica, de parte de la filosofía; y la verdad suprema, de mano de la religión. La primera se alcanza a través de la razón y la segunda no puede alcanzarse, si no es por medio de la revelación. Estas revelaciones tienen que ver con la teofanía que Dios presenta a los hombres. En consecuencia, cuando se busca la verdad se debe mirar a Dios que es la verdad en sí misma, pero también el hombre tendría acceso a la verdad pero de manera parcial. 

¿Cómo alcanzar este conocimiento de verdad parcial? por medio de las artes liberales, el hombre no puede prescindir de estas artes: son eternas y connaturales con él. Así lo dice el mismo Erígena:

''No existe ninguna Sagrada Escritura que prescinda de las reglas de las disciplinas liberales''

Dios creó la estructura del mundo, pero para entenderla debemos usar las artes liberales, y la madre de todas las artes liberales es la dialéctica, pues ahí sabremos como se dividen los seres en géneros y especies. En verdad, todas las artes describen el cosmos desde su propia perspectiva, de ahí la gran importancia. Ahora bien, entendiendo que la aritmética, la geometría, la astronomía y la música describen el mundo en su conjunto, la retórica y la gramática  son convenciones propias del hombre que ayudan a la expresión de estas otras artes por medio de la dialéctica. 

Dialéctica


Como la dialéctica es el gran elemento que permitirá al hombre guiar su conocimiento de lo particular a lo general. La dialéctica no es formada artificialmente por el hombre, sino que es natural en él. Es el proceso en el que se puede dividir los géneros y las especies. Así mismo, cuando se mira una criatura o una cosa, mediante la dialéctica el individuo se pregunta de dónde vienen las cosas, comienza a dividir e investigar llegando al género último. 

Teología negativa

Con respecto al conocimiento a Dios, Erígena trata de concebirlo por la vía negativa, es decir, tratar de definir a Dios por lo que no es que por lo que es. En efecto, de este modo se haría más fácil comprender a Dios porque decir ''Dios es amor'' sería reducirlo a un solo ser con una sola característica. En cambio, cuando se dice ''Dios no es amor'' se quiere decir que no solamente es eso, sino que mucho más. Sin embargo, Erígena no nos dice que Dios no-sea, sino que nos dice que ''Dios es'', pero no ''lo que Dios es''. 

Es más, para el Erígena, Dios no tiene conocimiento sobre sí mismo, sino más bien un ''aconocimiento''. Ahora bien, teniendo esto en cuenta, podría decirse al Erígena que el hombre no tiene el conocimiento de Dios y por lo tanto debe quedarse agnóstico frente al mismo. Sin embargo, Erígena nos habla de otro concepto que fundado en la teoría catafáctica. Esto quiere decir que Dios solamente puede ser conocido mediante su revelación. ¿Dónde estaría la prueba catafáctica de Dios? en la Biblia y en la creación. 

Con todo, hay aún otro conocimiento en donde el hombre puede conocer lo divino. Este es el conocimiento de los hombres deificados, o sea, aquellos que son llevados al conocimiento divino por Dios. De ahí que Erígena tenga tanto interés en el Evangelio de Juan, pues él mismo es su prototipo. 

En consecuencia, tenemos tres clases de conocimientos que el Erígena nos ha presentado. En primer lugar la dialéctica, luego la sapiencia que es donde se conocen las cosas en la unidad supertemporal de Dios, y finalmente la Hiperteología o no conocimiento, que es el que supera los límites de la razón  y el intelecto. 

Predestinación y Libre albedrío

Uno de los aportes más significativos, pero también bastante criticado, fue el de la predestinación, un tema muy potente en el Erígena. Este comenzó con la idea agustiniana de la predestinación donde se barajan dos opciones: el hombre tiene libre albedrío o Dios elige para él la salvación o la perdición. A esta última se le llamará ''doble predestinación'', que es un concepto que no tiene un camino pacífico. La predestinación negaría la gracia y menguaría el libre albedrío del hombre. 

La situación es difícil porque se trata de equilibrar el libre albedrío y la predestinación del hombre antes y después del pecado de Adán. Para Erígena, antes de Adán el hombre podía pecar pero no quería caer en la miseria, luego, después de Adán, el hombre perdió la fuerza del libre albedrío que solo puede recuperar por gracia. Por lo tanto, la predestinación es una salvación que el hombre puede decidir si inicia o no. De no hacerlo, los dones de la gracia quedarán latentes, en potencia; en cambio, si lo hace, entonces la gracia se hará actual. 


Personalidad

Debemos pensar que Erígena estaba en un ambiente de confianza en la Corte del Rey Carlos el Calvo, y por lo tanto se podía dar ciertos momentos de relajo. Uno de ellos lo podemos presenciar en las anécdotas que se cuentan.

Las anécdotas de Escoto Erígena son múltiples, pero interesantes. Una vez se le preguntó cuál era la diferencia entre un escoto (irlandés) y un zote (estúpido en latín), pues estas palabras suenan muy similares en latín: Scottus y sottus respectivamente. Escoto respondió: ''una mesa de diferencia'', porque justamente estaba el soberano con el y los cortesanos separados por una mesa. 

No obstante, además de tener muy buen humor, era un hombre de mucha reflexión e introspección, pues muchas de sus loas las hacía a través de su poesía. Estos poemas eran dedicados en su mayoría al rey Carlos, pero a también a la esposa de este último de quien inspiraba gran afecto. 

Muerte

Con respecto a la muerte de Juan Escoto Erígena los datos son ambiguos y confusos. Si bien se sitúa en el año 877, nadie podría confirmarlo verazmente. De hecho, se dice que sus estudiantes loa habrían apuñalado hasta la muerte con estiletes. Sin embargo, esta versión puede ser equívoca, aunque es la más aceptada, dejando en duda con una confusión de nombres. 

Obra

Como todos los filósofos que hemos visto, sus obras son muchas y pocas conocidas o traducidas. Por efectos prácticos y de alcance, solo analizaremos las dos disponibles:

  • Periphyseon
  • Tratado sobre la predestinación

En todo caso, estas son las más grandes obras del Erígena, por lo que se puede prescindir de aquellas que no llegaron a nuestras manos. 

Conclusión

Una de las cosas que me interesa muchísimo de Juan Escoto Erígena es que explica muchas de las cosas de san Agustín de Hipona, además de ocupar algunos de sus conceptos. Claves serán su concepción de la naturaleza, del libre albedrío y la predestinación, además de explicar el fenómeno trinitario que hemos abordado tanto. Realmente es un filósofo muy interesante. 


viernes, 6 de julio de 2018

San Anselmo de Canterbury - De Concordia (Segunda controversia: Predestinación y libre albedrío).

Hemos resuelto la duda sobre la presciencia y el libre albedrío del cual hablaba San Anselmo de Canterbury en el capítulo precedente. Ahora nos falta hablar sobre la predestinación que está en la concepción cristiana donde Dios no solo conoce sino que guía el destino del hombre. Sin embargo, ¿cómo podemos hablar de un destino determinado si por otro lado tenemos el libre albedrío? Parece ser que es un problema que se puede solucionar con la información entregada anteriormente, pero veamos más en detalle en esta breve parte. 

De Concordia



Segunda Controversia: Predestinación y libre albedrío

Es de vital importancia ver el capítulo anterior para comprender cómo Anselmo resuelve el problema de la Predestinación y el Libre Albedrío. Dejo el link aquí para que revisen.

Conceptos y problemas generales

La Predestinación sería aquello que es igual a la predeterminación. En otras palabras es aquello que está determinado a ocurrir, y por supuesto, esta predeterminación la hace Dios. Si esto es así, entonces tanto las buenas acciones como las malas acciones están obligadas a pasar y por lo tanto no habría libre albedrío. En cambio, si solo fueran a ocurrir buenas acciones, entonces el libre albedrío estaría relacionado solo con el mal lo que es completamente absurdo. 

Por esto, pareciera ser cada vez más que a medida que existe la Predestinación no existe el Libre Albedrío y viceversa. 

Conciliación de los conceptos

Anselmo nos dice que los conceptos de Predestinación y Libre Albedrío se unen cuando se dice que las acciones del Libre Albedrío están predestinadas a ejecutarse. No obstante, debemos reconocer muy bien cuando las cosas pasan por necesidad o por voluntad.

Recordemos que todo aquello que ocurre por necesidad no tiene otra opción de ser de otra manera; por ejemplo, que el sol salga por el este y se esconda en el oeste. Por otro lado, tenemos acciones que se hacen por voluntad; por ejemplo, cuando un hombre golpea a otro. Esto último no ocurre por necesidad pues el hombre puede evitar el golpear a otro, es solo una cosa de voluntad.

Por lo tanto, debemos decir que el Libre Albedrío subyace en la voluntad del hombre, mientras que la Predestinación es simplemente aquel conocimiento que se tiene de aquella voluntad que ocurrió en la realidad. 

Conclusión

Esta podría haber sido la solución más fácil que un cristiano puede dar al problema del Libre Albedrío. Sin embargo, amigos míos, esto no queda aquí pues aún falta un último capítulo que habla sobre este tema, y por consiguiente terminaríamos los libros y el análisis de San Anselmo de Canterbury. Si ya discutimos la Presciencia y la Predestinación, entonces finalmente nos quedaría analizar el Libre Albedrío con la Gracia.