jueves, 11 de marzo de 2021

La Virtù


La Virtù

Muchos sostienen que la palabra ''virtù'' proviene de la palabra en latín ''virtus'' y esta a su vez se traduce en español como ''virtud''. Sin embargo, esta virtù de la que habla Nicolás Maquiavelo no es la virtud cristiana que todos conocen. Tanto para el pensamiento griego como para el pensamiento medieval, podemos ver que la virtud engloba los siguientes conceptos.

Virtud:

  1. Castidad
  2. Templanza
  3. Caridad
  4. Paciencia
  5. Benevolencia
  6. Concordia
  7. Humildad
  8. Diligencia
  9. Justicia
  10. Disposición a realizar el bien

En cambio, la virtù de Maquiavelo comprende otros conceptos que difieren de los anteriores:

Virtù:

  1. Orgullo
  2. Habilidad
  3. Astucia
  4. Fortaleza
  5. Valentía
  6. Crueldad
  7. Vigor
  8. Osadía
  9. Dureza
  10. Disposición a hacer el mal (si es necesario)
Por cierto, las virtudes y la virtù señaladas no son correlativas, aunque sí hay muchas que son contrarias a las virtudes morales que expusimos anteriormente. 

En El Príncipe, la palabra virtù es repetida 60 veces sin ser definida formalmente. Si bien ya entendemos que estas son las características que debe tener el príncipe, Maquiavelo también nos dice que el gobernador debe servirse de la suerte, es decir, no todo es la virtù, no es infalible, también se necesita suerte (o fortuna). En efecto, la fortuna es la diosa que rige nuestro destino y de la que uno no se puede librar. Sin embargo, el mismo Maquiavelo nos decía que podía llegar a ''domar'' a esta diosa. 

¿Cómo es posible domarla? Maquiavelo nos dice que debe ser por medio de la virtù. Claro, la diosa favorece aquellos hombres que tienen valor, audacia, orgullo. Estas son las cosas por la que la diosa fortuna se ve atraída y seducida, por supuesto, la diosa no deja de ser mujer y la virilidad del hombre solo se da con la virtù.

Ahora ¿por qué no sirven las virtudes cristianas? sirven siempre que cumplan el objetivo de la Razón de Estado, es decir, las virtudes, cualquiera que estas sean, deben servir exclusivamente al Estado, de lo contrario, son inútiles porque de acuerdo al florentino, las virtudes cristianas llevan a la inacción del príncipe y por lo tanto, de ser afectado por el primer golpe del enemigo. 

Las virtudes cristianas detienen al príncipe al tener que evaluar los conceptos de justicia, de igualdad, de bondad, pero mientras elucubra en estos el enemigo no dudará en propinar el primer golpe. En cambio, la virtù lleva inmediatamente a un accionar reactivo que pone en ventaja al príncipe que ataca. 

Conclusión

Vemos por primera vez las descripciones de un príncipe totalmente contrario a lo que se ha visto en la Edad Media. Con Nicolás Maquiavelo vemos que el Renacimiento realmente es un período de grandes cambios centrados en el hombre. Vemos el surgimiento del pragmatismo político y ver al hombre en su estado natural, el hombre cómo es y no cómo debería ser. 

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