lunes, 26 de junio de 2017

San Agustín de Hipona - La ciudad de Dios (Libro XII: Naturaleza de los ángeles y de los hombres) (413).

¿Qué puede haber más interesante que conocer la existencia de los ángeles y la creación de los hombres? En este libro abordaremos la creación de los seres divinos como son los ángeles, hasta los más irracionales como lo sería un animal o incluso un objeto que carece de animación o movimiento. En todo caso ¿para qué hizo Dios los ángeles? Bien pudiera decir cualquier persona usando el sentido común  si Dios es todopoderoso ¿por qué necesitó de ángeles? El sentido de la creación de seres divinos y mortales tiene un propósito, y aquí nos acercaremos a la explicación del mismo.

Referencias:

(1) Usando el vocablo aristotélico, causa eficiente es la causa que crea o que es responsable del suceso.

LA CIUDAD DE DIOS

LIBRO XII: LOS ÁNGELES Y LA CREACIÓN DE LOS HOMBRES


Naturalezas y voluntades

Todos los ángeles fueron creados por Dios y algunos fueron buenos y otros malos,obviamente, los buenos estaban de lado de Dios y los malos separados de él. 

Ningún ser puede denominarse fuera de la presencia de Dios, es por eso que decimos que, o están en Dios o están separados de Dios. Por eso, del mismo modo se puede decir que a Dios no se le opone ninguna esencia o ser, porque él es el creador de todo en el mundo; todo existe gracias a Dios.

Entonces ¿acaso no existen los enemigos de Dios? Dios no tiene enemigos por naturaleza, sino que los tiene por voluntad. Es decir, todo el que no está con Dios es por su voluntad, sin hacerle ningún daño a Dios pues se lo hace a sí mismo. De ahí que San Agustín diga:

''Nadie sufre por sus defectos naturales, sino que por sus voluntades''

Esta idea se ha mantenido durante toda la obra de San Agustín. Podríamos decir que es su doctrina moral y filosófica por sobre todo lo demás.

Naturaleza de los seres irracionales

Todas las obras de Dios son buenas desde la más inanimada hasta la más divina. Si son todas las cosas divinas son todas buenas porque Dios no hace nada malo. 

Así como todas las naturalezas son buenas, si caen en el vicio tienen la oportunidad de ser buenas de nuevo dependiendo de su voluntad. Así, todos los seres son buenos al fin y al cabo. 

Voluntad mala y voluntad buena

Tenemos entonces a los ángeles buenos y a los ángeles malos, siendo estos últimos contrarios a Dios en la voluntad. ¿Y por qué lso ángeles tomaron tal decisión? lo único que lleva en contra al hombre o a cualquier con Dios es la soberbia. 

Sin embargo, podríamos seguir preguntando ¿qué lleva al hombre a tener soberbia? podemos contestar la voluntad, pero y luego ¿de dónde salió esa voluntad? si no sale del ser entonces tendríamos que decir que la voluntad primera (por la que se comete la soberbia) no es la primera voluntad.

Ahora, definitivamente, esta voluntad si existe porque la voluntad primera no puede surgir de la nada. ¿De qué forma será esta voluntad de la voluntad? ¿será mala o buena? Si esta voluntad primera lleva a pecar al hombre, entonces es de una naturaleza inferior a un ser bueno, sin embargo, sólo por el hecho de existir tendríamos que decir que a pesar de ser inferior es buena. 

El lío de todo lo precedente será decir ¿cómo es que una voluntad buena va a ser causante de la voluntad mala (que es la soberbia)? no olvidemos que la voluntad sigue siendo un concepto de decisión, es decir, ya se sabe lo que es bueno, sólo me resta elegir. 

No obstante, se puede seguir pensando cuál es la causa de la mala voluntad y es aquí cuando San Agustín llama a sus lectores a no busca la causa eficiente(1) de la mala voluntad, porque esta voluntad no es eficiente sino que deficiente. Nada bueno puede provenir de ella y por eso más vale olvidarla.

La creación de los hombres


San Agustín voltea nuevamente su mirada hacia Apuleyo, el neoplatónico. Este decía (al igual que muchos griegos) que el hombre era infinito, que nunca existió un comienzo para él, pues el hombre no viene de nada más que del hombre. 

Lo que no se sabe es la cantidad de años que estuvieron antes de los egipcios, pues los griegos tenían su propia manera de contar los años al igual que los egipcios. Estos últimos, muchas veces establecían su conteo de años en meses, pero los griegos tenían un conteo muy similar a los del Imperio Romano, y aún más parecido al de las S.E.

Otros dicen que no sólo hay infinitos hombres, sino que hay más hombres en otros mundos aparte de éste. Aunque este mundo se destruya estarán otros hombres que seguirán con sus vidas en otros mundos. Otros dicen que todo lo que hicimos hoy se hizo en otro tiempo, pero esto va mucho más en contra de la doctrina cristiana, pues Cristo murió una vez. 

Los años sin crear al hombre y a los ángeles

La discusión de por qué Dios no hizo al hombre antes de haberlo hecho ya se solucionó en otro libro. No obstante, surge una pregunta inquietante a San Agustín:


''Aparte del hombre ¿de qué más es Señor el Señor?''

Agustín admite que no puede contestar esta pregunta del todo, pues la misma biblia dice:

''¿Qué hombre conoce el designio de Dios? ¿Quien comprende lo que Dios quiere? Los pensamientos de los mortales son mezquinos y nuestros razonamientos son falibles; porque el cuerpo mortal es el lastre del alma, y la tierra terrestre abruma la mente pensativa''
(Sabiduría 9:13-15)

La humildad que representa Agustín obliga a que la pregunta de si Dios era Señor de otras cosas aparte de las que conocemos, permanezca oscura. 

Por lo menos, en el caso de los ángeles existe aún una discusión, pues si estos fueron creados junto con la luz y con el tiempo, entonces tenemos que decir que los ángeles fueron creados en todo tiempo, lo cual los hacen coeternos con Dios. Pero dijimos que nada es coeterno a Dios, pues él es el creador de todos los seres. ¿Cómo podemos solucionar esto?

Si los ángeles han existido siempre, deben existir en el tiempo porque ninguna criatura nació sin tiempo, pues no podemos decir que hubo hombre cuando no hubo hombre alguno y no podemos decir que había tiempo cuando no había. El tiempo si  fue creado por Dios, y de ahí que también fueron creados los ángeles. 

Pareciera ser que la gran pregunta que se hizo San Agustín de que si habían otras criaturas que el Señor señoreaba quedaría respondida, aunque no se tiene una respuesta específica.

Las almas de los hombres

Los filósofos de antaño ya decían que una vez muerto el cuerpo el alma volvía a un lugar donde alcanzaría la máxima sabiduría. Añadían también que esta alma volvería a la tierra con todos los conocimientos que tenía de su otra vida, pero con la desventaja de olvidarlos todos. 

Para lo griegos, el ciclo de la vida era pasar continuamente de felicidad (mundo de las ideas) a miseria (mundo sensible), por lo que aseguraban que esta era la inmortalidad del alma. 

Sin embargo, todas estas ideas no van a favor de la visión cristiana de la vida. En efecto, una vez que se va al cielo no se vuelve a la tierra, pues el alma estará viviendo eternamente con Dios. 

Finalmente, los platónicos también sostienen que si bien el alma fue creada por Dios, el cuerpo fue creado por los ángeles, pero esto no es así en el relato cristiano donde al hombre se le hizo desde la materia. La mujer proviene del hombre y por este motivo los dos deben permanecer en perfecta unión.

Conclusión

Podríamos decir que este es un recuento del concepto de Tiempo en Agustín que a su vez se desarrolló en el libro de Las Confesiones, específicamente en el libro XI. También debemos ver la crítica al ciclo de vida de Platón donde el alma pareciera ser que viaja constantemente del cielo a la tierra. Un nuevo paradigma se posiciona en cuanto a la metafísica, que va de la mano con Cristo y la biblia. Aún quedan misterios que resolver y algunos enigmas que incluso hasta ahora sobreviven, pero veamos qué nos dice el Doctor de la Gracia en lo sucesivo.  

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