martes, 21 de noviembre de 2017

Teoría de las Ideas.

Teoría de las ideas

¿Cómo entender la teoría de las ideas de Platón? esto se entiende sólo con el famoso mito de la caverna que encontramos en su libro La República. 

En los sucesivo, veremos que estas ideas de Platón son una combinación de las ideas de otros filósofos destacados en la antigüedad: Heráclito (con su teoría del cambio, es decir, que todo está sometido al cambio) y Parménides (con su teoría del Ser y el No-ser). 

El mito de la caverna

Sócrates comienza a construir la imagen mental del mencionado mito. Aquí va la descripción:
  • Unos hombres atados con cadenas a una pared desde su infancia, y obligados a ver unas imágenes proyectadas en la pared por el fuego.
  • Por detrás de la pared hay unos hombres que transportan objetos de modo que la sombra de estos se proyectan en la pared.



Si analizamos solo esta parte de aquellos hombres, veremos que ellos al estar atados desde su infancia y al ser expuestos a las sombras, toman esta realidad como verdadera. Si tomamos la alegoría de la línea, tendríamos las imágenes como primer objeto de conocimiento.

¿Qué pasaría si se liberara a uno de los prisioneros? Naturalmente, tendría que observar los objetos que le fueron mostrados a través de las sombras, pero esta vez como son en realidad y de manera concreta, es decir, ya los puede tocar. Siguiendo con la alegoría de la línea, tendríamos el segundo nivel que son los objetos materiales.

Sin embargo, si el prisionero fuera más allá de los objetos, se encontraría inevitablemente con la luz del día. Esto naturalmente lo obligaría a volverse rápidamente a contemplar los objetos materiales, ya que la luz del día lo podría enceguecer.

Por lo tanto, el proceso que debe hacer el prisionero hasta llegar al exterior, debe ser gradual y la única forma de poder contemplar los objetos por sí mismos, sería viendo primero dichos objetos a través del reflejo de las aguas. La contemplación abstracta de los objetos a través del reflejo de las aguas, correspondería al tercer nivel, los objetos matemáticos.

Una vez que el prisionero pueda contemplar los objetos por sí mismos gracias a la luz del sol, podrá contemplar también la idea del bien. Y con esto, ya puede obtener las ideas de dicho mundo. No olvidemos que el sol que todo lo ilumina, es a la vez la idea misma del bien.

Ahora, ¿qué haría el prisionero que se ha liberado, cuando observe a sus compañeros que quedaron en el fondo de la caverna? Supuestamente, tendría que bajar a liberarlos y a mostrarles, que las cosas que ellos contemplan como sombras, no son más que imágenes que no se asemejan a la realidad. Sin embargo, los que están como prisioneros no le creerían aquella realidad e incluso lo amenazarían de muerte si es que él los suelta de ahí. Además, es más fácil permanecer en el mundo de las imágenes que en el mundo de lo inteligible.

El arduo trabajo que significa salir de la cueva, es el arduo trabajo para alcanzar la idea del bien. El proceso de pasar de la oscura caverna a la luz del exterior se llama ''obnubilación(1)'' lo mismo para el proceso que significa ir del mundo exterior a la oscura caverna.

Naturalmente, el hombre que contempla el exterior, no querrá obnubilar su alma una vez que esta puede contemplar las cosas en sí. Al contrario, querrá siempre apreciar este tipo de vida. Este es el mundo verdadero. 

Mundo sensible 

El sombrío mundo de la cueva equivale al mundo sensible en la que se encontraban los hombres. Aquí se encuentran todo tipo de cosas que estimulan los sentidos que son compuestas, divisibles e imperfectas. 

Un mundo de cambios constantes tal cual lo describía Heráclito, que sería denominado también el mundo de la materia o mundo sensible. El más bajo grado que tiene el mundo sensible es la imaginación (eikasia), mientras que el máximo grado de perfección del mundo sensible es la opinión (doxa) que nos hacemos de los objetos sensibles. 

Mundo inteligible

En este mundo existen los conceptos que sólo pueden ser alcanzados por la inteligencia. Para entrar en el mundo inteligible necesitamos la razón (danoia) que está representada por los objetos matemáticos, y luego tendremos la inteligencia (nous) que se predica de las esencias de cada objeto. El mundo inteligible también es conocido como el mundo de la forma. 

Podríamos decir que el mundo inteligible es el retrato de la teoría de Parménides con respecto a su teoría del Ser. En este mundo cada idea tiene una unidad, en contraste con el mundo sensible que es sólo pluralidad.  

Contraste entre los dos mundos

Por supuesto hay un contraste notable entre estos dos mundos, pero esto no quiere decir que quien se encuentre en el mundo sensible esté ''condenado'' a vivir en él. Siempre habrá una esperanza para aquellos que están sometidos a los sentidos, tornen a la luz del mundo inteligible para conocer el bien. 

Conclusión

Muchos podemos decir que estamos en la caverna o que estábamos en el exterior o de vuelta a la caverna, todo depende de nuestras circunstancias. Sin embargo, siempre debemos tener en cuenta que las cosas del mundo sensible tienen cierta participación con las del mundo inteligible, por lo tanto, la oportunidad de conocer el bien siempre estará en el proceso dialéctico del conocimiento. 

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