miércoles, 9 de diciembre de 2020

Erasmo de Róterdam - Sobre el libre albedrío (1524)

 


El concepto de Libre albedrío ha sido postulado desde San Agustín de Hipona como un término innegable e irrefutable. Es así que Erasmo de Róterdam reivindica el texto del santo de Hipona en contra de las pretensiones del texto de Martín Lutero, el cual niega que exista un libre albedrío. En verdad el tema de la libertad es apasionante para los pensadores, y mucho más para aquellos que lo afirman desde la fe cristiana. Este será el último texto que analizaremos de Erasmo de Róterdam.

Referencias:

(1) Para ver la refutación siga esta entrada


Vocabulario:

(1) Preciencia: tener la ciencia o conocimiento de un hecho o cosa.


El Libre Albedrío

Prefacio

En las primeras líneas del texto, Erasmo de Róterdam quiere calmar los ánimos con respecto a la disputa reciente entre él y Martín Lutero. Se dice que Martín Lutero es aún más grande que el propio Erasmo, pero nuestro filósofo no quiere refutarlo en cuanto a su persona o a su obra en general, sino más bien refutar a una materia específica: el libre albedrío. El mismo Erasmo hacía la comparación entre una mosca con un elefante. 

Lo dicho por Martín Lutero pertenece a su obra ''En defensa de todos los artículos de Martín Lutero, equivocadamente condenados en la bula papal (1521)'', donde se discute un artículo que hablaba sobre el libre albedrío. 

Erasmo aclara también que nunca juró lealtad a Lutero, pero tampoco le tiene total aversión, de hecho, hasta siente simpatía por su contendor. 

Por lo demás, el tema del libre albedrío es otro de aquellos temas difíciles de resolver y de los cuales solo se han dado interpretaciones. Ejemplo de estos son el misterio de la Trinidad o la Virgen como madre de Dios. Pero ¿qué se ha logrado con estas discusiones? ciertamente en ellas existe una verdad, pero no tienen una concreción en la realidad. 

En este punto, Erasmo cita el siguiente versículo de Pablo:

''¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!''

(Romanos 11:33)

Erasmo nos dice que muchas de las cosas que no sabemos nos están reservadas para cuando contemplemos la gloria del Señor con toda claridad. 

El filósofo señala que hay discusiones que son intelectuales, y que esas pertenecen a los entendidos, y otras que son del vulgo, pero que no deben ser mostradas a ellos para no causar conmoción. Es lícito decir la verdad, pero no conviene la verdad a cualquiera ni en cualquier momento ni de cualquier modo. En este sentido, Erasmo pone el ejemplo de las enfermedades; existen enfermedades que es mejor padecer que extirpar; por ejemplo, en cuanto a la lepra y su solución que, de acuerdo a una creencia popular, se quita por la sangre de niños degollados. 

Para esto, Erasmo da otro ejemplo. Wycliff decía que el libre albedrío no existía y que todo sucede por necesidad. Luego, Lutero divulga esta idea al mundo.

Decía Lutero:

''Todo cuanto hacemos, lo hacemos no por libre albedrío, sino por mera necesidad''

¿Es esta acción necesaria? Ninguna, de hecho, es absolutamente pernicioso, pues la mente mortal es estúpida y carnal, e interpretan todo con blasfemia.

De este modo, Erasmo nos dice que si un hombre ya se encuentra en el camino de la piedad, es mejor que siga encaminándose en él olvidándose de aquellas cosas que quedaron atrás. Por otro lado, tanto la confesión como la satisfacción, que son cosas que, de acuerdo con Lutero, no están en las Sagradas Escrituras (Erasmo no está de acuerdo con esto) no sería prudente hacerlas saber al vulgo, pues si se ponen en duda, los criminales no tendrían instituciones que al menos frenaran sus acciones; en otras palabras, tanto la confesión como la satisfacción los cohíben de hacer aquellas cosas. Ahora bien, si en un sínodo o concilio se ha llegado a una resolución incorrecta, no sería bueno hacerlo público porque se daría ocasión de menoscabar a los santos Padres. 

Hay que reconocer el dictamen de Dios por buena o mala que sea la situación, pues Dios es absolutamente justo, aunque pensemos que nuestras situaciones son injustas. 



Primera parte: Estado de la cuestión

En primer lugar, lo primero que dice Erasmo es que Lutero no acepta ninguna autoridad ni ningún escritor excepto las escrituras canónicas, lo que en realidad, de acuerdo con Erasmo, viene muy bien porque lo considera como un ''recorte'' en la tarea de refutar el libre albedrío. 

Sin embargo, de todos modos Erasmo nos dice que tengamos presentes a los grandes autores que han hablado sobre le libre albedrío. 

Por ejemplo:

  • Orígenes
  • Basilio
  • Crisóstomo
  • Cirilo
  • Juan Damasceno
  • Teofilacto
  • Tertuliano
  • Cipriano
  • Harnobio
  • Hilario
  • Ambrosio
  • Jerónimo
  • Agustín
  • Santo Tomás de Aquino
  • Juan Duns Escoto
  • Durando 
  • Capreolo
  • Gabriel
  • Egidio

Todos estos hombres han reafirmado la realidad del libre albedrío poniendo distintas posiciones y características. Sin embargo, concuerdan en que es una realidad.

Mani y Wycliff

Recordemos que Mani es el creador de la secta de los ''maniqueos'' (de ahí su nombre) y este autor no creía en el libre albedrío. En efecto, Mani decía que el bien se debe a Dios y el mal al Diablo, por lo que el hombre no tendría libre albedrío sino que las obras son de Dios. Erasmo nos dice que esta teoría ya fue refutada por San Agustín de Hipona(1).

Wycliff por su parte nos dice que las obras dependen a una necesidad porque son proyectadas al futuro. Sin embargo, ¿para qué sirven entonces los rezos y las oraciones?

Ahora bien, Erasmo de Róterdam no pretende que el libre albedrío se establezca por mayoría, sino que más bien por los mejores argumentos. 

Se dice que las Sagradas Escrituras son muy claras en sus respectos y que por lo tanto no necesitan interpretación, pero ¿cómo es entonces que muchos hombres no están claros sobre las Sagradas Escrituras? Pareciera ser entonces que las Sagrada Escrituras no son muy claras y por lo tanto, requieren de interpretación. Es por esto que al interpretar, muchos hombres creen tener la verdad y se la imponen a otros como verdaderos profetas. 

Por esto, no es probable que la interpretación de las Sagradas Escrituras, hayan sido dadas a cualquiera, sino que a solamente a algunas almas ordenadas que el Espíritu Santo ha designado.

Pablo decía:

''¿Acaso buscáis una prueba de que Cristo vive en mi?''

(2 Corintios 13:3)

A los santos no se les creyó hasta que produjeron milagros junto con la doctrina. En estos tiempos, de acuerdo a Erasmo, todos se creen poseedores del Espíritu Santo. Todos los santos fueron creídos por sus obras y no por plantear paradojas como lo hacen aquellos que atacan el Libre Albedrío que no son capaces de curar a un caballo cojo. 

Cuando a estos se les pide la verdadera interpretación de las escrituras contestan: por medio del Espíritu Santo. ¿Cómo comprobar que tienen al Espíritu Santo? ellos dicen que por medio de la fe, no por sus obras. Si es les piden milagros, esto dicen que los milagros cesaron hace tiempo y en consecuencia no son necesarios con la claridad de las Escrituras. Sin embargo, estos dicen también que muchos varones intelectuales encuentran oscuras dichas escrituras. 

Finalmente, ¿cómo se podrá saber que una persona tiene el Espíritu Santo y que luego llegue otra diciendo que también lo tiene? ¿a quién podremos creer si el Espíritu Santo podría hacer errar a cualquiera?

Sin embargo, parece muy difícil que el Espíritu Santo no haya enviado una señal si el libre albedrío fuera un error grave en la cristiandad. 


Segunda parte: a favor del libre albedrío

De acuerdo con Erasmo de Róterdam el libre albedrío se ve claramente en las Sagradas Escrituras. Es por eso que se propone empezar desde el Antiguo al Nuevo Testamento para analizar el concepto del libre albedrío. 

Antiguo Testamento

En el texto Eclesiásticos podemos ver uno de los primeros ejemplos de libre albedrío. 

''En el principio Dios hizo al hombre y lo dejó en manos de su propia decisión''

(Eclesiásticos 15:14)


Es en este sentido, podemos ver que el primer hombre, Adán, fue hecho con voluntad para discernir entre el mal y el bien. Su voluntad era recta y libre, así como también la de los ángeles que optaron por retirarse con lucifer. 

Sin embargo, podemos ver que esta voluntad se vio corrompida por su excesivo amor a su esposa, así como también Eva que se vio seducida por el planteamiento de la serpiente. Luego de todos estos sucesos, ambos volvieron al camino correcto, libre con el señor. 

Esta fuerza del alma, ya provenga de la inteligencia o de la razón, es oscurecida por el pecado cuando el hombre hace el mal, pero no vencida. 

Erasmo nos dice que con el pecado no somos libres, pero cuando tenemos la gracia sí somos libres. Por lo tanto, la gracia mitiga el pecado hasta hacerlo desaparecer, pero hay algunos que aún con esto, no tienen la gracia. Pero si bien no tienen la gracia, estos tienen la voluntad para volver a ser libres. En efecto, el hombre tiene una lux nativa que lo guía y lo endereza por el camino.

''Haz que la luz de tu rostro resplandezca sobre nosotros''

(Salmo 4:6)

En este sentido, aparecen tres leyes según Erasmo

Ley de la naturaleza: en la mente de todos. En efecto, tanto los escitas como los griegos tenían principios muy similares a los de los evangelios; por ejemplo, no hacer lo que no quieres que te hagan. Los filósofos que sin la luz de la fe, sin el instrumento de las Sagradas Escrituras, conocieron la virtud de la vida sempiterna y la divinidad de Dios. Sin embargo, esto no era suficiente para conseguir la salvación, es decir, necesitaron de la Gracia para ser salvos. 

Ley de las obras: la que ordena el castigo y el perdón

Ley de la fe: enseña que hasta las cosas aún más imposibles se pueden realizar. 

Si la voluntad no hubiese sido libre, entonces el pecado deja de ser pecado, pues si yo hice algo con una intención pura, entonces no he pecado. 

El pasaje del Eclesiástico no solo sirve de ejemplo para comprender el libre albedrío de Adán, sino que también el del resto de los hombres. Sin embargo, el pecado ha sido más poderoso que la mantención del bien, pues el hombre en su libre albedrío está más inclinado al mal. 

Por otro lado, hombres como Pelagio decían que no hacía falta que el hombre que cometiera pecado se bautizara nuevamente después de obtenida la gracia de la sanación, pues su mismo libre albedrío lo llevaría a conducirse nuevamente por el bien. De alguna manera, Erasmo entiende que cuando se hace el bien es cuando se usa el libre albedrío. En efecto, esto también lo sostiene San Agustín de Hipona 

El libre albedrío fue dado para vivir rectamente, no para pecar. ¿Pero cómo? ¿Acaso no es debido a la libertad del libre albedrío que podemos pecar? No, el libre albedrío no fue hecho para que el hombre pueda pecar; fue dado para hacer el bien porque de otro modo ¿cómo podría castigarse a un hombre por pecar si el libre albedrío le da esa capacidad? por lo tanto, el libre albedrío se ha hecho para hacer el bien. 

Cuando un hombre peca Dios le dice: 

''¿Por qué no usaste del libre albedrío para hacer el bien?''

Por otro lado, sin el libre albedrío ¿cómo sería el hombre capaz de obrar bien? Sin el libre albedrío no habría obra buena ni mala en el mundo, pues la voluntad es lo que hace el bien y el mal. 

Por otro lado, Juan Duns Escoto nos hablaba sobre la importancia del libre albedrío incluso antes de bautizarse, o recibir la gracia. De acuerdo con el filósofo, el hombre es capaz de realizar buenas obras a voluntad, incluso cuando no tiene la gracia.

A este respecto, entonces existen cuatro tipos de gracia, por las cuales el hombre hace una buena obra:

  1. Gracia dada por naturaleza: también llamada ''influjo natural''. Por un lado hay quienes dicen que esta si bien es una gracia, no da la vida eterna. Por el otro, hay quienes dicen que Dios en su infinita misericordia, sí la otorga pues es una preparación para la gracia divina.
  2. Gracia particular: también llamada gracia operante, dada por Dios a aquel pecador arrepentido para que tenga la disposición a enmendar su pecado.
  3. Gracia cooperante: aquella gracia que hace efectiva la voluntad de aquel pecador para que se sane.

En este sentido, vemos que la gracia que se supone se algo dado por Dios, es en verdad algo que depende también de nuestra voluntad. Sin embargo, hay quienes dicen que la gracia guía el camino del hombre y por lo tanto, no existiría el libre albedrío de ninguna manera. 

Luego de esto, Erasmo menciona una serie de versículos que establecen sin duda el libre albedrío

¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él
(Génesis 4:6)

''Puse ante tu rostro el camino de la vida y el camino de la muerte. Elige lo que es bueno y avanza por él''
(Deuteronomio 30:19)

''Si queréis preguntar, preguntad: convertíos y venid''
(Isaías 21:12)

''Este mandamiento que yo te prescribo no está por encima de ti ni está lejos del cielo...''
(Deuteronomio 30:11-14)

''No quiero la muerte del pecador, convertíos y volved''

(Ezequiel 33:11)

Con respecto a este pasaje, Erasmo se pregunta "¿Deplora acaso el justo Señor la muerte de su pueblo, muerte de la cual él mismo es el autor?" Dios no quiere la muerte (pecado), pero si el hombre muere de todos modos, entonces se entiende que esto estaba en nuestra voluntad. Esta oración no tendría sentido si el hombre estuviera forzado por hacer lo bueno o lo malo. 

La necesidad luterana haría inútil todas las promesas, amenazas, demandas, reprensiones, súplicas, bendiciones y maldiciones, tantísimos mandamientos forzosamente quedarán invalidados si nadie tiene la capacidad de guardar lo que se mandó.

Por supuesto, Erasmo nombra otros versículos que indican la libertad que se le da al hombre para elegir su propio destino. 

Nuevo Testamento

Erasmo nuevamente comienza con un versículo de la biblia para respaldar el libre albedrío, esta vez en el Nuevo Testamento.

¡Jerusalén, Jerusalén! que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados. Cuantas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de las alas y no quisiste

(Mateo 23:37)

Erasmo nos dice con esto que el mismo Jesús dice: ''y no quisiste'' es decir, la voluntad de Jerusalén no era en absoluto forzada ni producto de un sino, sino que fue su propia elección ser así.

Existen otros en donde se expresa la voluntad de los hombres:

''Si quieres entrar en la vida, observa los mandamientos''
(Mateo 19:17)

''Si me amáis, cumplid mis mandamientos''
(Mateo 5:22)

''Si permanecéis en mí, mis palabras también permanecerán en vosotros''
(Mateo 19:21)

En efecto, la conjunción ''si'' es inútil si aquí no se hablara de voluntad. Dicha conjunción representa en sí misma una opción entre dos cosas. 

Por otro lado, no solo se expresa en la biblia que los hombres tienen voluntad, sino que también se les exhorta a realizar el bien, en efecto, si no tuvieran voluntad sería inútil exhortarlos a alguna cosa. 

''Venid a mi los que están agobiados''
(Marcos 8:15)

En todo caso, se debe añadir que no solo las exhortaciones serían inútiles sino que también serían inútiles los sermones. 

''Por sus frutos los conoceréis''
(Mateo 23:33)

Por necesidad, y entiéndase necesidad por aquello que es imposible hacer de otra manera, no sería posible que al hombre se le reprochara por las acciones que hace. Es por la tenencia de su libre albedrío que se puede objetar las malas conductas. Por necesidad no podría objetarse nada. 

Los frutos son las obras y las llama nuestras, pero si fueran realizadas por necesidad estas no podrían ser nuestras. También se dice:

"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"
(Lucas 23:24)

¿Cómo excusarlos si no tuviesen la voluntad de hacer lo contrario de lo que están haciendo?

Por otro lado, también se dice:

"Les dio potestad de ser hechos hijos de Dios"

(Juan 1:12)

Erasmo la describe diciendo "¿Cómo se les da a ellos la potestad de ser hijos de Dios, si no existe ninguna libertad de nuestra voluntad?"

Nada se establece por la necesidad, ni siquiera Dios pues ya decía la Carta de Santiago:

''Dios no tienta a nadie, sino que cada uno es tentado, cuando es arrancado y seducido por su concupiscencia, cuando da a luz, genera el pecado''
(Carta de Santiago 1:13-15)



Sin embargo, a pesar de que estos numerosos pasajes lo demuestran, Martín Lutero no cree en el concepto del libre albedrío.

Tercera parte: Argumentación en contra del libre albedrío

Por supuesto, existen argumentos en contra del libre albedrío y estos se basan en versículos bíblicos. 

''El señor endureció el corazón del Faraón, quien no los escuchó''
(Éxodo 9:12)

''Por esto te puse aquí, a fin de que yo muestre en ti mi fuerza y se hable de mi nombre en toda la tierra''
(???)

''Me compadeceré de quien me compadezco y tendré piedad de quien tengo piedad. En efecto, no depende de los que quieren, o los que se esfuerzan, sino de la misericordia de Dios''
(Éxodo 33:17)

En cuanto al primer pasaje, pareciera ser que el destino está determinado por Dios, pero la verdad es que, de acuerdo con Erasmo, esto solo sería una influencia en el corazón del faraón, es decir, Dios solamente influye cuando el hombre teniendo la oportunidad de arrepentirse no se arrepiente. Por lo tanto, la influencia de Dios realmente quedaría en la voluntad del hombre.

Otro pasaje que sugiere la inexistencia del libre albedrío es Isaías:

''¿Por qué nos hiciste errar Señor fuera de tus caminos y endureciste nuestro corazón a fin de que no te temiéramos?''
(Isaías 63:17)

Sin embargo, el mismo argumento se puede esbozar, es decir, que Dios influye en las decisiones de otros mientras estos no se arrepientan. En otras palabras, si alguien insiste en su mal actuar, entonces será castigado severamente. Por lo tanto, nuevamente se ve el libre albedrío, es decir, el hombre tiene la oportunidad de no insistir en su mal actuar. 

Conocimiento de Dios

La presciencia(1) de los hombres no es un concepto que pueda decirnos que no existe el libre albedrío. Quizás es más difícil cuando este concepto se aplica a Dios, en efecto, para Dios presciencia y querer son lo mismo. 

De hecho, pareciera haber una necesidad en nuestra voluntad la cual es dada por Dios. 

''¿Quien se resiste a su voluntad, si se compadece del que quiere, si endurece a quien quiere?''
(Carta a los romanos 9:19)


A continuación, Erasmo nos dice: "Sin embargo, Pablo no resuelve esta cuestión, sino que dice en son de reproche al que así arguye: Oh hombre, ¿quién eres tú para que alterques con Dios ?"

Sin embargo, si un rey mortal hiciera lo que quisiese, entonces lo tendríamos a él como un verdadero Dios. En el caso del faraón (que es el mismo caso de esta cita) estuvo bien que Dios lo hiciera perecer, pero no fue por Dios que el faraón actuara de modo impío.

Erasmo lo ejemplifica con un siervo y su amo:

  • El amo sabe que el siervo va a pecar
  • Deja que peque para luego reprenderlo
  • El amo sabía que el siervo se dejaría llevar por sus emociones y por eso deja todo a su decisión
  • Sin embargo, bien el siervo podría haberse abstenido de su comportamiento

Por otro lado, también debemos hablar de estos milagros que son hechos excepcionales contra la naturaleza de lo que normalmente conocemos. A estas voluntades extraordinarias, o milagros, nadie puede resistirse. Sin embargo, a la voluntad significada, es decir, aquella voluntad de Dios que es conocida para el hombre, el hombre se resiste a menudo. 

Dios entrega a aquellos que tienen malos pensamientos, entrega a aquellos que vuelcan su voluntad al mal, pero si estos son capaces de cambiar sus actitudes, Dios les tiende una mano. No es por necesidad que los hombres cometan el mal, sino que más bien por su propia voluntad. 

Ahora bien, no toda necesidad excluye la libre voluntad: puede ocurrir a la manera como Dios Padre engendra al Hijo por necesidad, y no obstante lo engendra espontánea y libremente, por cuanto no obra por coacción. Otro ejemplo es la infalible presciencia de Dios,  en que Judas necesariamente tenía que llegar a ser traidor; y no obstante, Judas pudo cambiar su voluntad. ¿Y qué pasa si hubiese cambiado su voluntad? nada, pues Dios ya habría sabido eso de antemano. 

Para probar la necesidad también se cita este pasaje:

''El mayor servirá al menor''
(Génesis 25:23)

Ciertamente, este pasaje no tiene que ver con la salvación. Dios puede querer que el hombre sea libre o esclavo, pero eso no quiere decir que deba ser excluido de la salvación.


Amor de Dios

Hay otros pasajes referentes al odio y al amor que sugieren la inexistencia del libre albedrío:

''Preferí a Jacob, pero tuve odio por Esaú''
(Malaquías capítulo 1)

Erasmo dice que se necesita superar el tenor literal de las palabras y ver que el odio de Dios aquí fue temporal y no eterno. Por lo tanto, este odio o amor que tiene Dios por el hombre no incide en nada en el libre albedrío, porque como dijimos en la voluntad del hombre esta realizar las conductas reprochables y dignas de reconocimiento. El amor y odio de Dios procede siempre de causas justas

Con tal lenguaje figurado se obtiene como resultado que este testimonio no es concluyente para probar la existencia de una necesidad, sino que sirve más bien para reprimir la arrogancia de los judíos.

Sin embargo, también odia a los que no han nacido porque sabe de antemano que actuarán de un modo digno de odio. Siguiendo con lo mismo, este es el caso de los judíos quienes fueron cortados merecidamente del olivo a causa de su incredulidad, y los gentiles fueron injertados merecidamente a causa de su fe, conforme al testimonio de Pablo; y a los cortados les infunde la esperanza de ser nuevamente injertados, a los injertados en cambio el temor de ser cortados.

Otra de los versículos que prueba la existencia del Libro Albedrío son los siguientes:

"Dice acaso el barro al que lo labra: ¿qué haces?"
(Isaías 45:9)

"Como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en la mano mía"
(Jeremías 18:6)

De acuerdo con Erasmo, estos textos tienen más fuerza en Pablo que en los profetas, pues es el mismo Pablo quien los interpreta: ¿O no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honorable y otro para uso ordinario? En este caso, lo que los profetas aducen es una cuestión temporal, pero Pablo es quien da la connotación de eterna salvación.

Existe un planteamiento de Orígenes que tal vez sea problemático:


''Les cambiaré el corazón de piedra y les pondré un corazón de carne''

(Ezequiel 36:26)

Esto pareciera sugerir en gran medida que es una necesariedad, que Dios está actuando necesariamente y no está dando paso al libre albedrío. 

Erasmo nos dice que un corazón indócil es un corazón que es persistente en la malicia, y es por eso que el maestro, en este caso Dios, no está coaccionando sino que está ayudando al hombre a que no persista en esa conducta. Ya dependerá de él si persiste en él o no. 

Crítica en la interpretación y los argumentos de Martín Lutero

Los interpretes de las Sagradas Escrituras no son del beneplácito de aquellos que critican el libre albedrío. De hecho, puede verse en sus declaraciones que estos no aceptan ni siquiera las interpretaciones de los padres de la iglesia, a menos que estas ideas comulguen con las suyas. Ahí es entonces que ellos mismos deben aceptar el libre albedrío:

''Extiende tu mano hacia lo que deseas''

(Eclesiásticos 15:16)


Por otro lado, Martín Lutero arguye algunos versículos que sugieren enormemente la existencia del libre albedrío.

''Mi espíritu no permanecerá eternamente en el ser humano, puesto que es carne''

(Génesis 6:3)

"No permanecerá mi espíritu en el hombre, porque éste es carne"

(Génesis 9:3)


Este dicho de la carne en Génesis no se refiere a la carne como deseo, sino que más bien como enfermedad de la naturaleza proclive al pecado. Además, esto no es una generalización porque si bien el hombre es carne, bien puede acercarse más a la divinidad por medio de la virtud cristiana. Por lo demás, Noé se exceptúa de aquellos hombres de carne. También se refiere con espíritu a la indignación.

Un versículo que pudiera ser prueba de la necesidad es el siguiente:

"Yo sé, oh Señor, que el hombre no es dueño de su camino, ni nadie es dueño de decidir cómo ha de andar y cómo ordenar sus pasos"

(Jeremías 10:23)

Pero de acuerdo con Erasmo, este versículo, más que al libre albedrío, se refiere a la buena o mala suerte del hombre. En consecuencia, esto dependería de que el hombre se acerque más a Dios para mejorar su suerte.

Si quieres aplicar esto a toda costa al libre albedrío, cualquiera admitirá que sin la gracia de Dios nadie puede mantener derecho el curso de su vida; sin embargo, esto no quita que sigamos insistiendo en la medida de nuestras fuerzas, porque oramos diariamente: 'Dirige, Señor, Dios mío, mi camino ante tu presencia'; quien solicita ayuda, no cesa en su esfuerzo.

Otro pasaje interesante es el siguiente:

''Cosa del hombre es disponer el corazón, cosa de Dios, empero, gobernar la lengua"

(Proverbios 16:1)

Esto se refiere a los eventos que pueden y no pueden suceder, sin ser necesaria la pérdida de la salvación eterna. Pero sería imposible preparar o disponer el corazón cuando todo es por necesidad, no tendría sentido.


Como Lutero siempre habla de que el libre albedrío solo puede inclinarse a lo malo, sus versículos en que se fundamenta esta idea son los siguientes:

"El intento y el pensamiento del corazón humano están inclinados hacia lo malo desde su juventud"
(Génesis 8:21)

"Todo el pensar del corazón humano continuamente
está dirigido hacia lo malo"
(Génesis 6:5)

La inclinación hacia lo malo, que se halla en la mayoría de los hombres, no quita del todo la libertad del albedrío, sobre todo cuando está con la Gracia.

En todo caso, si solo hubiese necesidad ¿por qué al hombre se le da la opción de hacer penitencia y arrepentirse? Parece existir, entonces, un Libreo Albedrío.

También se habla sobre el siguiente pasaje:

''Donde abunda el pecado, sobreabundó la Gracia''

(Romanos 5:20)

Aun cuando por media de la ley, el pecado abunde, y donde abunda el pecado, abunde también la gracia, sin embargo, de esto no sigue que el hombre, secundado por la ayuda de Dios, no haya podido disponerse de antemano mediante obras moralmente buenas para merecer el favor divino, aun antes de que la gracia lo hiciera aceptable.


Luego, siguiendo son Isaías:

''Toda carne es hierba y toda su gloria como flor de la hierba. Secóse la hierba y marchitóse la flor de la hierba, porque el espíritu del Señor sopló en ella"

(Isaías 40:6)

Aquí se corrobora el concepto de Jerónimo cuando este hablaba sobre cómo el espíritu quiere significar indignación. 

Otra de las interpretaciones de Lutero se refiere a la influencia de Dios.

''Como las divisiones de las aguas, así está el corazón del rey en la mano del señor, lo inclinará a donde deseare''

(Proverbios 20:1)

Erasmo nos dice claramente que inclinar no es forzar a que un hombre haga o deje de hacer algo. Sin embargo, esto no cambia nada en que el hombre pueda decidir igualmente si sigue aquella inclinación o no. 

Otro de los argumentos que arguye Martín Lutero que se encuentra en el Evangelio de Juan.

''Sin mi nada podéis hacer''

(Evangelio de Juan 15:5)

Sin embargo, Erasmo justamente dice que eso es así, sin Cristo no se puede hacer nada, en el sentido que jamás podría alcanzarse el fruto evangélico si el no quisiera estar con Cristo. Por lo tanto, nuevamente tenemos el libre albedrío porque bien el hombre podría no estar con Cristo. 

Erasmo aclara que el concepto de ''nada'' quiere decir de poco interés o inútil. Esto daría chance para decir que algo se puede hacer, si es que es poco lo que se puede hacer, entendiendo que ''nada'' es poco. En efecto, de una persona que no consigue lo que quiere conseguir por lo común se dice que 'no acierta en nada'; y no obstante, es frecuente ver que el que se empeña en alguna cosa, poco a poco va progresando.

Otro versículo importante que sugiere la eliminación del libre albedrío es el siguiente.

''No sois vosotros los que habláis, sino el espíritu de vuestro padre el que habla en vosotros''

(Mateo 10:20)

No obstante, más que obligar o forzar, la verdad es que este versículo tiene un efecto liberatorio ya que no debemos preocuparnos si verdaderamente estamos hablando bien la hora de predicar, justamente porque cada vez que se habla de las cosas divinas, es el espíritu quien habla y no el hombre. 

Comprensión de las sagradas escrituras

Erasmo nos ofrece algunas recomendaciones para interpretar las Sagradas Escrituras. 

  1. Examinar acerca de qué se trata el pasaje a trabajar
  2. Extraer de las parábolas y ejemplos aquello que es pertinente al fin propuesto

Por lo tanto, antes de ver un versículo de la biblia, la verdad es que es importantísimo conocer el contexto de dicha parábola, y no sacar su significado fuera de contexto. 

Discusión de argumentos de Lutero y otros autores

Los argumentos tanto de Lutero como de otros autores eliminan el libre albedrío, pero de ser así entonces no habría mérito para que las personas buenas vayan al cielo y las malas al infierno. Si esto es así, entonces sería más que comprensible que una persona mala dijera ''¿por qué me castigan si hago algo que no depende de mi?'' y en ese caso, el hombre que comete pecado podría seguir cometiéndolos porque estaría ciertamente obligado por necesidad de su naturaleza a hacerlos. Erasmo asegura que si el libre albedrío desapareciera, entonces los conceptos de justicia y misericordia serían inútiles. En efecto, no habría que comparecer a nadie ni hacer justicia a nadie porque todo está planeado por necesidad. 

Erasmo nos trata de explicar el libre albedrío con una parábola.

  • El libre albedrío es como la visión. Nos fue dada para ver y para no ver lo que nosotros queramos. Pero si fuéramos ciegos, no podríamos ver tengamos los ojos cerrados o no. 

Lo que quiere decir Erasmo, es que si de alguna manera no tuviéramos libre albedrío no tendríamos opción de abrir los ojos.

Por otro lado, también esta el factor de si obramos por necesidad a través de Dios, entonces Dios sería el autor de las obras malas como buenas; por lo tanto, si esto es así, se caería en un error, pues todo lo que hace Dios es bueno. 

En segundo lugar, por Lutero y por aquellos que guardan celo a las Sagradas Escrituras y sus preceptos, dicen que el hombre no ha hecho más que pecar, a pesar de conocer el bien. Pretenden que el hombre sea totalmente perfecto, pero por otro lado dicen que hacer lo que piden las Sagradas Escrituras es imposible por lo que caen en una contradicción. 

Visión del futuro 

Erasmo teme que esta discusión tanto del libre albedrío como de otros temas, sea en realidad una excusa para aumentar el auge político que está teniendo el movimiento reformista. Por eso, Erasmo llama a la calma y al apaciguamiento de las fuerzas que de ser accionadas llevarán inmediatamente a la catástrofe evangélica. 

Conclusión

Son realmente loables y comprensible los argumentos que Erasmo de Róterdam atribuye al libre albedrío. De no estar este concepto no habría mérito alguno y por lo tanto, todos harían el mal a sus anchas. La necesidad que imponen los reformistas no parece adecuada a los ojos de Erasmo, pero el mismo filósofo hace un llamado a no beligerar más con estos conceptos y tener por fin la tan anhelada paz dentro de la religión cristiana.

sábado, 5 de diciembre de 2020

Útero errante


Útero errante

Platón

Este tema del útero errante nace a propósito de los textos de Platón, específicamente en el Timeo. 

Cuando Sócrates habla sobre la reencarnación, este dice en el diálogo que quien obre correctamente reencarnará en un hombre, mientras que el que obre incorrectamente reencarnará en una mujer, y si siendo mujer no obra correctamente reencarnará en un animal

Bajo este concepto, para Sócrates el alma de las mujeres tendría cierta similitud con la de los animales. De hecho, Sócrates dice que las mujeres tienen la misma cólera que ellos cuando habla sobre el ''útero errante'', que hoy en día llamaríamos ''histeria''. 

Este concepto consistía en que una vez que el hombre y la mujer tenían relaciones sexuales, en ese mismo acto se produce un fruto. 

Cuando se deja pasar mucho tiempo sin procrear, las mujeres se ponen ansiosas y sienten que su útero anda errante por el cuerpo, dando una obstrucción de la respiración provocando enfermedades. La única solución a esto, es la procreación del hombre y la mujer; así se acaba dicha enfermedad.

Actualidad

Si bien esta enfermedad se consideró válida por mucho tiempo, la verdad es que la histeria como diagnóstico médico ya no es válida. En realidad, se dice que esta enfermedad nunca existió y por otro lado se dijo que los tratamientos psicológicos sostenidos durante los siglos, han hecho desaparecer dicha enfermedad. 

Ahora se considera más como un trastorno de conversión o trastorno disociativo, donde el paciente básicamente convierte su trastorno mental en uno físico; no puede mover partes específicas de su cuerpo o usar sus sentidos de modo normal. Por lo demás, este no sería aplicable exclusivamente a las mujeres sino que también a los hombres. Tampoco se comprobó la relación que supuestamente tendría con el útero. 

Por lo tanto, la palabra ''histeria'' se tomaría hoy en día como un término antiguo y más bien peyorativo, que significa una ''falta de control temporal sobre las mente o la emoción''.

Conclusión

Es común que a la gente se le llame ''histérica'' por falta de actividad sexual u otro aspecto psicológico. Sin embargo, y a los ojos de la ciencia esta creencia se vuelve absurda y no tiene sentido seguir discutiendo su validez. Este es otro de los ejemplos en que el paso del mito al logos es visible, dándose esta vez en el texto Timeo de Platón para ser luego descartado por la ciencia psicológica. 


jueves, 26 de noviembre de 2020

La Magia en la filosofía

 


La magia es la práctica de creencias, rituales y / o acciones que se dice controlan y manipulan, ya sean naturales o sobrenaturales. Por lo general, la magia se clasifica como independiente tanto de la religión como de la ciencia, debido a sus diversas creencias y prácticas. Los individuos que se dedican a prácticas mágicas se conocen como magos o brujas.Aunque las connotaciones han variado de positivas a negativas en ocasiones a lo largo de la historia, la magia "sigue teniendo un importante papel religioso y medicinal en muchas culturas en la actualidad". Veamos cómo se relaciona la magia con la filosofía en los siguientes apuntes

La Magia en la filosofía

Antigua Grecia

En la antigua Grecia, el mago en realidad era considerado un charlatán, cuyas prácticas eran engañosas, falsas y hasta incluso peligrosas. Ser acusado de magia entre los griegos era un insulto de acuerdo con el historiador Richard Gordon. De hecho, en términos militares, los griegos mencionan despectivamente a los persas como ''magos''.

Considerados magos

Tanto Orfeo como Pitágoras fueron considerados magos, Orfeo a causa delk manejo que tenía con su instrumento musical que encantaba a todos, y a Pitágoras por una serie de sucesos; se dice que se lo vio dos veces en un lugar distinto a la misma hora, un río que lo saludaba diciéndole ''¡hola! Pitágoras'' y morder una serpiente venenosa hasta la muerte. 

Hipócrates

Hipócrates, el padre de la medicina, tuvo que lidiar con charlatanes que daban consejos sobre ciertas medicinas y de hecho, sobre ciertas enfermedades como la epilepsia la que era considerada como una enfermedad sagrada. Para Hipócrates, las recomendaciones de los arúspices y magos carecían de sentido y por lo tanto las consideraba falsas. 

Platón

Platón no gustaba de todo aquello que era aparente, por lo tanto, podemos deducir directamente que Platón no estaría de acuerdo con los trucos o la magia. De hecho, cuando se habla en la República si existe algún hombre que puede hacer algo que un ciudadano de la república no puede hacer, sin importar que cosas sean se le debe rechazar. 

Antigua Roma

Para los romanos la magia se consideraba del mismo modo que como lo concibieron los griegos. Sin embargo, los romanos pusieron más énfasis en el concepto judicial de la magia, la cual estaba prohibida y era considerada un crimen. 

Para los romanos, la magia provenía de las enseñanzas del este sobre todo de la figura de Zoroastro. El mismo Jesús era considerado un mago debido a los milagros relatados en la biblia, y de hecho, algunos historiadores dirían que Jesús era hijo de un mago. 

San Agustín de Hipona

Para San Agustín de Hipona, la magia no solo era algo inaceptable en la sociedad, sino que también era práctica del diablo. Por lo tanto, la magia en realidad está vinculada con el paganismo. Ambos, la magia y el paganismo, estaban considerados dentro del concepto de superstición.


Edad Media

Si ya en Roma estaba prohibida, con mucha razón en la Edad Media donde la supremacía política, social y cultural era totalmente religiosa. Esto se justificaba con el mismo Deuteronomio 18:9

Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.

(Deuteronomio 18:9)


La reacción islámica hacia la magia no condenó la magia en general y distinguió entre magia que puede curar enfermedades y posesiones, y hechicería. Por lo tanto, el primero es un regalo especial de Dios, mientras que el segundo se logra con la ayuda de genios y demonios. Ibn al-Nadim sostiene que los exorcistas obtienen su poder por su obediencia a Dios, mientras que los hechiceros complacen a los demonios con actos de desobediencia y sacrificios y ellos a cambio le hacen un favor. 

 

Renacimiento

Dentro del Renacimiento, dos hombres hablaron sobre la magia: Marsilio Ficino y Giovanni Pico della Mirandola. Para ellos, la magia era una transformación de la naturaleza, que no tenía relación con la idea que tenía la cristiandad sobre la magia demoníaca. Las ideas de estos dos filósofos repercutieron en muchos otros filósofos más, entre ellos el gran Giordano Bruno. 

Sin embargo, en el oeste la idea de la magia aún era conservadora y por lo tanto se consideraba prohibida. Aun más, en estos tiempos el auge de la ciencia hizo que se escogieran mucho más las cosas relativas a la misma; por ejemplo, en vez de la alquimia se preferirá la química; en vez de la astrología se preferirá la astronomía. 

Modernidad


En el siglo XIX, los intelectuales europeos ya no veían la práctica de la magia a través del marco del pecado y en su lugar consideraban las prácticas y creencias mágicas como "un modo aberrante de pensamiento antitético a la lógica cultural dominante - un signo de deterioro psicológico y un marcador de raza o inferioridad cultural".

A medida que las élites educadas en las sociedades occidentales rechazaron cada vez más la eficacia de las prácticas mágicas, los sistemas legales dejaron de amenazar a los practicantes de actividades mágicas con castigos por los crímenes de diabolismo y brujería, y en su lugar los amenazaron con la acusación de que estaban defraudando a las personas prometiendo proporcionarles cosas que no cumplieron.

Esta expansión del poder colonial europeo en todo el mundo influyó en cómo los académicos llegarían a enmarcar el concepto de magia. En el siglo XIX, varios eruditos adoptaron el concepto tradicional y negativo de la magia. 

Que eligieran hacerlo no era inevitable, ya que podrían haber seguido el ejemplo adoptado por destacados esoteristas activos en ese momento como Helena Blavatsky, que había elegido usar el término y el concepto de magia en un sentido positivo. Varios escritores también usaron el concepto de magia para criticar la religión argumentando que esta última aún mostraba muchos de los rasgos negativos de la primera. 

Un ejemplo de esto fue el periodista estadounidense H. L. Mencken en su polémica obra de 1930 Tratado sobre los dioses; trató de criticar la religión comparándola con la magia, argumentando que la división entre las dos estaba fuera de lugar. El concepto de magia también fue adoptado por los teóricos en el nuevo campo de la psicología, donde a menudo se usaba como sinónimo de superstición, aunque este último término resultó más común en los primeros textos psicológicos. 

Conclusión

Interesante es el concepto de magia, pero como podemos ver en la mayor parte de la historia ha sido rechazada inevitablemente. Por supuesto, desde Platón que se considera algo aparente, pero debe aceptarse que siempre llama mucho la atención, y en cierto modo, el espectáculo tiene un fuerte apoyo a estas cosas que son aparentes. Sin duda, disfrutar de estas apariencias hacen que nuestra vida sea más llevadera.  

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Erasmo de Róterdam - De la Urbanidad en las Maneras de los Niños (1530)


Lo que vamos a ver es un excelente manual de hace más de 500 años sobre los modales y las costumbres que los niños debieran tener en sociedad y frente a los adultos. Está dedicado a Enrique de Borgoña, hijo de Adolfo, príncipe de Veer. Este libro junto con ''El Elogio a la Locura'' fueron los libros más exitosos que tuvo Erasmo de Róterdam a lo largo de su vida; de hecho, el libro que vamos a ver ahora fue inmediatamente traducido a múltiples lenguajes, fenómeno que solo pocas obras tenían el privilegio en aquella época. Vamos a ver qué cosas nos pueden servir incluso para nuestros tiempos contemporáneos en cuanto a la conducta de los niños. 

De la Urbanidad en las Maneras de los Niños

Capítulo I: Las maneras en ciertos hombres

En primer lugar, los niños ya a tierna edad deben aprender las artes liberales:

Trivium: retórica, gramática y dialéctica

Quadrivium: aritmética, geometría, álgebra y música

Sin embargo, existe un orden aún más amplio en la educación de un niño. De ahí que tengamos la siguiente prelación:


  1. Piedad
  2. Artes Liberales
  3. Deberes y oficios de la vida
  4. Urbanidad de las maneras

Esta última arte es la más descuidada en hombres que, si bien son cultos en muchas lecturas, se olvidan de las buenas costumbres y preceptos que deben tener en sociedad. De acuerdo con el mismo Erasmo, esta es la parte ''más grosera'' de la filosofía. Ahora, los hombres que poseen todas estas cualidades, sin duda que son los mejores. 

En el caso de los niños, es mucho mejor que estos tengan compostura, mucho más a aquellos que son nobles. 


Capítulo II: Partes del cuerpo

Ojos de los niños

Por sobre todo, los niños deben tener los ojos de una manera especial, para Erasmo, deben tener ojos plácidos, pudorosos y llenos de compostura. Todas las demás posturas se excluyen.

  1. Torvos: demuestra ferocidad
  2. Maliciosos: desvergüenza
  3. Errantes y volvedizos: demencia
  4. Bizqueantes: suspicaces y maquinadores de trampas
  5. Desmesuradamente abiertos: estupidez
  6. Insinuadores y habladores: impudicia

Erasmo de Róterdam considera muy importantes los ojos, pues estos son las puertas del alma. 

En cuanto a las cejas, estas deben estar distendidas y no contraídas. Tampoco deben estar estiradas hacia arriba, pues esto es señal de arrogancia. Nunca se debe arrugar la frente que es símbolo de vejez. 

La nariz

Otra parte que se debe tener en total cuidado. Libre de mucosidad, purulencia y otros fluidos. El mismo Sócrates era tachado de tener un mal cuidado de su nariz. 

Limpiarse la mucosidad con la propia ropa, con el antebrazo o con el codo es de pueblerino, así como tampoco es mejor hacerlo con la propia mano. La idea siempre es recoger todo el excremento de la nariz con un pañuelo.

Espirar con la nariz es una de las peores señales de modales, además de ser un antecedente de cólera. Tampoco es buena idea arrugar la nariz, pues eso es para burlones y mofadores. 

Si el estornudo proviene de repente, entonces el cuerpo debe dirigirse al lado contrario de la persona. Se debe devolver el ''salud'' a aquellos que lo han pronunciado y finalmente pedir perdón o dar las gracias. No es correcto reprimir el estornudo que es un acto natural, de acuerdo con Erasmo, quien reprime un estornudo rinde más tributo a la urbanidad que a su propia salud (lo cual es equivocado). 

Boca

Los labios de la boca deben estar ligeramente tocándose, no deben estar abiertos ni cerrados. Si proviene un bostezo que será imposible de refrenar, entonces se debe tapa la boca ya sea con un pañuelo o con la mano, y luego signare la cruz.

Reírse de todo es de tontuelos, reírse de nada es de estúpidos y reírse de lo obsceno es de perversos. Los relinchos y carcajadas son cosas extremadamente indecorosas. Una risa incontrolable debe cubrirse ya sea con la boca o con la mano. 

Si usted ríe por alguna causa no manifiesta, es decoroso explicar el porqué de la risa, pero si usted no considera necesario la revelación de aquello, entonces invente el motivo. No vayan a pensar los demás que se ríe de ellos. 

Es muy importante también cuidarse los dientes, en el sentido de que no deben blanquearse con polvillos, pues esto es de muchachas. Si algo ha quedado en sus dientes, no puede quitárselo ni con las manos, ni con la servilleta, ni con las uñas sino más bien con un huesillo que se separan de las patas de los gallos o gallinas. Luego se debe enjuagar la boca. 

Cabeza

Rascarse la cabeza es muy poco decente. El cabello no debe cubrir la frente, pero tampoco debe caer a la altura de los hombros, además de que estos últimos deben estar en igual equilibrio. En los niños suele ser muy natural tener una irregularidad en los hombros. 

Miembros

Toda retención ya sea de los miembros o del vientre agrava la salud. No hay que arriesgar la salud por tener decencia. Retírese cuanto antes una vez que tenga una situación como ella, y sino, disimúlelo con una tos. Para todos los efectos debería permitírsele, en le caso de que no pudiera retirarse, tener la ventosidad pues es mucho más peligroso retenerla. 

Capítulo III: Modos en la mesa

Poner las piernas de un modo apartado o separado es de fanfarrones, así como también colgar una rodilla con la otra como lo hacen en su mayoría las señoritas. Tampoco se debe jugar con las piernas ni tampoco jugar con las manos. 

Capítulo VI: Vestimenta

La vestimenta es el cuerpo del cuerpo de acuerdo con Erasmo de Róterdam. Una de las cosas innecesarias en las vestimentas son las transparencias porque, en efecto, la vestimenta tiene la lógica de cubrir el cuerpo y no de descubrirlo. Por lo mismo, acuchillar el vestido o los ropajes es de dementes. 

A los niños les sienta bien usar ropa de modo descuidado, y esta es permitida en tanto no llegue a la inmundicia, por ejemplo, los mocos en la ropa, o teñir la ropa con tinta de orina. 

Si los padres han dado al niño una vestimenta muy elegante y de muy buen gusto, no es bueno que los niños luzcan estas de modo engreído. Como dice el mismo Erasmo: que te admiren como si tu no supieras que van bien vestido. 

Capítulo V: Las maneras en el templo

Cada vez que se entre a un templo y se vea la enseña de una cruz, entonces se debe doblar las rodillas moderadamente, haciendo saludo a Cristo y a los Santos. Esto también se debe hacer cuando la cruz se vea en le exterior, es decir, esta acción hay que realizarla cada vez que se vea una cruz. 

La conducta dentro de los templos debe ser de silencio y oración, no de conversaciones de cualquier tipo, como algunos hacen simulando a los peripatéticos. 

Cuando se recite el evangelio ponte en pie y escucha religiosamente. Luego cuando se inicie la canción se debe postrarse de hinojos. Quien esté farfullando cosas al oído a la persona que está a su lado, simplemente no cree en su corazón que Cristo esté en ese lugar. 

Capítulo VI: Los convites

Antes de entrar a cualquier convite los niños deben lavarse las manos, además de tener cortadas las uñas. Tanto el vientre como la vejiga deben estar descargados, para que luego no se vayan a parar. Tampoco se debe estar triste en la mesa, esto porque el propósito es no entristecer a nadie más.

No debes ocupar un puesto de honor en la mesa, sino que más bien ofrecérselo a otro gustosamente, y si alguien te ha invitado a tomarlo, entonces recházalo amablemente. 

Una vez sentado, las manos deben estar en la mesa de forma separada. Se debe estar sentado, equilibrado y erguido. La servilleta debe estar en el hombro izquierdo, a la derecha téngase la copa y a la izquierda el pan. El pan debe cortarse con tenedor y cuchillo. Los tragos deben tomarse a partir del segundo plato, y si es que hay postre, ahí también podrá servirse. Debe devolverse el salud cuando se clama en la mesa. La comida que queda en los dedos por tomar algún alimento, debe limpiarse con una servilleta. 

Si le ofrecen al niño un bocado que ya no es posible degustar por estar satisfecho, entonces diga: ''gracias'' señalando negativamente. Ahora si el convite insiste, entonces el niño debe decir que se siente mal, o que ya no tiene falta de nada más. 

Tampoco es bien vista la tragantonería, es decir, acabar la comida como si se fueran a ir a la cárcel. Si se retira de la mesa, levante su plato, llévelo a la cocina, pero después vuelva a la mesa sirviéndose lo que haga falta o de lo contrario, quédese de pie en la mesa a la espera que se le ordene ayudar con algo. 

Capítulo VII: Sobre los encuentros

Cuando los niños se encuentren con personas mayores de edad deben saludarlos y mostrarse la cabeza. Como dijo Salomón ''Hay que ponerse de pie ante las canas''. Mucho más se respeta y se reconoce a los padres y preceptores de los niños. Con estas personas los niños deben hablar respetuosa y brevemente para no ser impertinentes. Al hablar no sea precipitoso, sino que se debe ser lento y desahogado. Cuando se refiere a alguien, es bueno señalar su título y luego el nombre de la persona, doctor, licenciado, profesor, etc. 

Si el niño escuchara algo que considera falso, no debe decir ''eso no es cierto'' sino que debe decirse ''A mi me lo habían contado de otro modo, cierto fulano''.

Capítulo VIII: Sobre el juego

En los juegos desechase la porfía y la trampas, por lo tanto en la victoria ajena se debe ser humilde y acogedor, sin reclamar nada. 

Capítulo IX: Sobre el dormitorio

En el dormitorio se debe ser cuidadoso en cuanto a la vestimenta. No porque se esté en la propia habitación no se deben mantener las costumbres. Siempre se debe cubrir aquellas partes que son llamadas a cubrir en el cuerpo, a menos que estemos en el baño. Antes que se recueste el cuerpo se deben realizar las oraciones correspondientes, hincado la lado de la cama. 

Conclusión

Un curioso manual de educación donde se mantiene la buena costumbre y el decoro. Recordemos que el concepto de decoro pasa por Aristóteles, luego por Marco Tulio Cicerón, y posteriormente por todos los filósofos cristianos quienes son finalmente los que establecen qué es decoros y qué no. Con Erasmo de Róterdam, podemos ver inmediatamente que el decoro está vinculado directamente con ser religioso. Curioso es también que muchas de las costumbres que menciona Erasmo, son realizadas hoy en día. 

lunes, 16 de noviembre de 2020

Erasmo de Róterdam - Educación del Príncipe Cristiano (1516)

Una obra dedicada a Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, de quien Erasmo de Róterdam tomó posición cuando surgía la reforma protestante. Este tipo de textos tiene pertenecen a un género literario que en este caso se llamaría ''espejo de príncipes'', el cual era muy recurrido en aquellos tiempos; sin embargo, esto ya podíamos verlo en Santo Tomás de Aquino con su texto ''La monarquía'' que también era una recomendación al rey de de Chipre. El nombre parecer sugerir una similitud con ''El Príncipe'' de Nicolás Maquiavelo, pero ya veremos que es bastante distinto. 


Educación del Príncipe Cristiano

Capítulo I: Nacimiento y educación del príncipe cristiano

Por supuesto, el buen príncipe debe ser educado así desde niño, pues la mejor oportunidad de educar a uno es justamente aquella cuando no sabe que va a ser príncipe. Es por eso que Erasmo recomienda aquellos cuentos que trabajan con el recurso literario del ''símil''.

Debe castigar sin injuriar y alabar sin adular, es decir, debe tener un equilibrio básico en su accionar. Además, no debe guiarse por la fortuna que tenga, sino más bien por la sabiduría, la integridad y la rectitud. Una de las cosas necesarias para ser un príncipe es ser cristiano y por lo tanto, ser un filósofo; en efecto, para Erasmo ser cristiano y ser filósofo es lo mismo. 

Más que obedecer al emperador del país, el príncipe debe obedecer al único emperador del mundo: Cristo. El príncipe bueno es la viva imagen de Dios, y este debe vivir de acuerdo con la razón y no de la experiencia. Debe considerar las características de Dios:

  • Poder
  • Sabiduría
  • Bondad

Debe educarse en estas tres características lo que más pueda, pero además debe tener estas tres en el caso de ser mandatario:

  • Diligente
  • Bueno 
  • Sabio

Erasmo nos dice que estas son las formas que justamente Aristóteles nos había hablado en su Política; el tirano es contrario a todas estas características porque éste busca su propio provecho, mientras que el príncipe busca el de la República. 


Derecho del príncipe

El príncipe debe mandar tal cual como el alma manda al cuerpo. En este sentido, el pueblo le debe al príncipe el respeto, el tributo, el acatamiento y el honor. A contrario sensu, el príncipe le debe al pueblo ser bueno y vigilante. 


Capítulo II: Cómo el príncipe evita la adulación

En la educación del príncipe, la nodriza siempre se tiene que abstener de adulaciones a cualquier tipo de gente. En su casa no debe haber retratos ni títulos porque estos forman la adulación en sí. 

Existen ciertas lecturas recomendadas a los príncipes para no caer en la adulación:

  1. Primeras lecturas: Proverbios de Salomón, Eclesiásticos y Sabiduría
  2. Segundas lecturas: los evangelios
  3. Terceras lecturas: Apotegmas de Plutarco, Séneca, pasajes de La Política de Aristóteles y Los Deberes de Cicerón

En todo caso, estas son las lecturas principales y primeras que debiera tener todo príncipe.

Capítulo III: El arte de la paz

El príncipe debe conocer el territorio de su jurisdicción y para aquello debe ser estudioso de la geografía y de la historia. Cuando reciba el gobierno, éste debe entregarlo de mejor manera de cómo lo recibió, sin considerar el gobierno anterior y cualquiera que sea su sucesor. No debe viajar de manera prolongada a muchos países y tampoco que sean muy lejanos. 

Capítulo IV: Sobre los impuestos

Deben evitarse las exacciones excesivas. De acuerdo con Erasmo de Róterdam, los peores casos de sedición se dieron con la política fiscal desorbitada.

Capítulo V: Beneficencia del príncipe

Básicamente, la beneficencia del príncipe es aquella que no acarrea perjuicio ni injusticia a nadie.

Capítulo VI: Promulgación de leyes

El príncipe no debe promulgar muchas leyes, sino que pocas y que estas pocas sean eficientes. También, estas leyes no solo deben castigar a los delincuentes, sino que también premiar a aquellos ciudadanos por su buena conducta.

Capítulo VII: Magistratura y cargos públicos

El príncipe debe exigir la misma integridad que él tiene a todos sus funcionarios, o al menos, una integridad muy parecida a la suya. En todo caso, si el príncipe no es el más justo, de nada servirá exigirle a los funcionarios que sean como él. 

Capítulo VIII: Pactos

Entre los príncipes buenos siempre hay un pacto implícito, una amistad inquebrantable que no es necesario poner por escrito. Bajo este principio, se presume del príncipe que este debe conocer toda la idiosincrasia del pueblo. 

Capítulo IX: El Príncipe y el matrimonio

El príncipe puede casarse con una mujer de su reino o del reino más próximo. Sin embargo, puede que con estos intereses se aumenten los intereses del príncipe pero no los del pueblo. 

Capítulo X: Tiempos de paz

El príncipe no debe ser alguien que duerma ni siquiera en tiempos de paz, debe ser alguien siempre atento y vigilante. Existen veces que el príncipe nada mejor puede hacer con el reino que le tocó en suerte, pero debe entregarlo a su sucesor de la mejor manera posible. 

Capítulo XI: Declaración de Guerra

Si no hay otra opción, entonces el príncipe debe procurar que exista un mínimo daño a los suyos, además del mínimo derramamiento de sangre posible. 

Conclusión

Sin duda que es un texto corto y de fácil lectura, con la intención de que cualquier pudiera entenderlo. Desde el comienzo ya podemos ver que este libro es la antítesis del libro de Nicolás Maquiavelo llamado también del mismo modo. Aquí vemos un príncipe más bien benevolente y preocupado por su gente. En efecto, se busca el ideal que todo gobernante debe tener en un período difícil de guerras y disensiones. Si ya vimos cómo se debiera comportar el príncipe, ahora nos toca ver a los niños...