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sábado, 24 de octubre de 2020

Nicolas de Cusa y Ramon Llull - Sistema de votación



El sistema de votación de Nicolás de Cusa y Ramón Llul


Antecedentes de la antigua Grecia

Los sistemas de votación se remontan a muchísimos años atrás. Podemos ver sus primeros vestigios ya en los griegos con la regla de la mayoría, es decir, aquello que tenga mayor votación es la mejor opción frente aquello que no tiene la mayoría. 

Sin embargo, ¿qué ocurriría donde existiera más de un candidato y empataran? al menos los griegos no tenían estos problemas porque todo se reducía a un voto cerrado: sí o no. Posteriormente, en la antigua Grecia se comenzó a considerar la votación de candidatos particulares. Tampoco habían problemas con el empate porque los griegos eran de muchas convicciones al elegir a un candidato. 

Los casos de empate eran muy raros, pero sí hubo un caso que registra Plinio, el Joven. En el caso de tres personas que se candidatearan, Plinio propuso que primero dos se enfrentaran en votaciones y el que ganara se tenía que enfrentar con el tercero. Esta puede ser una de las primeras opiniones con respecto a una estrategia de voto. 

En Atenas, la democracia era directa, lo que significaba que los ciudadanos participaban personalmente en las decisiones políticas sin intermediarios ni representantes. Sin embargo, es importante destacar que solo los hombres libres nacidos de padres atenienses eran considerados ciudadanos, excluyendo a mujeres, esclavos y metecos (extranjeros residentes) de cualquier derecho político.

El principal órgano de gobierno era la Ekklesía o Asamblea Popular, donde todos los ciudadanos podían participar. Esta asamblea tenía la responsabilidad de decidir sobre leyes y políticas públicas, tomar decisiones sobre la guerra y la paz y elegir a ciertos magistrados y funcionarios. Las reuniones de la Ekklesía se convocaban regularmente, a veces varias veces al mes, y las decisiones se tomaban mediante votaciones que podían ser a mano alzada para decisiones generales o mediante voto secreto en casos sensibles o para proteger la privacidad del votante.

Complementando la Ekklesía estaba la Boulé, o Consejo de los 500, compuesta por ciudadanos mayores de 30 años seleccionados anualmente por sorteo, con 50 representantes de cada una de las 10 tribus atenienses. La Boulé tenía la función de preparar la agenda y las propuestas para la Ekklesía, supervisar a los magistrados y administrar los asuntos cotidianos del gobierno. El uso del sorteo en su composición buscaba prevenir la corrupción y garantizar la igualdad de oportunidades entre los ciudadanos, evitando que el poder se concentrara en manos de unos pocos.

Los magistrados y funcionarios públicos desempeñaban roles cruciales en la administración de la ciudad-estado. Algunos cargos, como los estrategos o generales militares, eran elegidos por votación directa debido a la necesidad de experiencia y habilidades específicas. Sin embargo, la mayoría de los cargos administrativos y judiciales se asignaban por sorteo. La duración de estos cargos era generalmente de un año para evitar la acumulación de poder y asegurar la rotación de ciudadanos en funciones públicas.

Un aspecto notable del sistema político ateniense era el ostracismo, un procedimiento mediante el cual los ciudadanos podían exiliar a una persona que consideraban una amenaza para la ciudad. Este proceso se realizaba una vez al año, y los ciudadanos escribían el nombre de la persona en un fragmento de cerámica llamado óstracon. Si una persona recibía al menos 6,000 votos, era exiliada por 10 años. El objetivo del ostracismo era evitar la tiranía y proteger la democracia ateniense de individuos con demasiado poder o influencia.

Los tribunales populares, o Heliea, eran otra institución clave en el sistema ateniense, integrados por hasta 6,000 ciudadanos seleccionados por sorteo anualmente. Los jurados en casos específicos podían variar entre 201 y 1,501 miembros. Estos tribunales tenían la responsabilidad de resolver disputas legales y actuar como control del poder de los magistrados. Los jurados emitían sus veredictos mediante discos de bronce sólidos o huecos para indicar culpabilidad o inocencia, lo que garantizaba un grado de anonimato y reducían la posibilidad de influencias externas.

Los métodos de votación en la Antigua Grecia variaban según el contexto y la importancia de la decisión a tomar. La votación a mano alzada era común en la Ekklesía para decisiones generales, permitiendo un método rápido y visible. Sin embargo, en asuntos más delicados o para proteger la privacidad del votante, se utilizaba el voto secreto, empleando piedras blancas y negras o piezas de cerámica marcadas. Las decisiones generalmente se tomaban por mayoría simple de los votos presentes.

La participación y el debate público eran elementos fundamentales en la sociedad ateniense. La habilidad para hablar en público era altamente valorada, y los ciudadanos a menudo contrataban a sofistas para mejorar sus habilidades retóricas. Se esperaba que los ciudadanos estuvieran informados y participaran activamente en los debates y decisiones políticas, promoviendo un sentido de responsabilidad cívica y compromiso con el bienestar de la polis.

A pesar de sus innovaciones, el sistema democrático ateniense tenía limitaciones significativas. La exclusión de mujeres, esclavos y extranjeros significaba que una gran parte de la población no tenía voz en el gobierno. Además, la participación política requería tiempo libre y recursos, favoreciendo a los ciudadanos más acomodados que podían permitirse dedicar tiempo a la política en lugar de trabajar. También existía el riesgo de que demagogos o oradores persuasivos influenciaran desproporcionadamente la opinión pública, manipulando las decisiones de la asamblea.

Es importante destacar que otras ciudades-estado griegas tenían sistemas políticos diferentes. Por ejemplo, Esparta tenía un sistema oligárquico con dos reyes y un consejo de ancianos llamado Gerousia. La Apella era una asamblea de ciudadanos espartanos que votaban por aclamación, pero con menos poder que la Ekklesía ateniense. Cada polis griega tenía variaciones en su sistema político, desde oligarquías hasta tiranías y diferentes formas de democracia, reflejando la diversidad política de la época.

En conclusión, las votaciones en la Antigua Grecia fueron un experimento pionero en participación ciudadana y autogobierno. Aunque el sistema era limitado y excluía a gran parte de la población, sentó las bases para conceptos modernos de democracia y procesos electorales. La combinación de elecciones, sorteo y participación directa buscaba distribuir el poder y evitar la corrupción, promoviendo un sentido de responsabilidad cívica entre los ciudadanos. Historiadores como Heródoto y Tucídides documentaron aspectos políticos y sociales de Grecia, mientras que filósofos como Aristóteles analizaron y describieron las constituciones de diversas ciudades-estado griegas en obras como "La Política".

Ramón Llull (1232 - 1315)

Ramón Llull fue un filósofo, poeta, teólogo y beato muy interesado por el sistema de votación. El filósofo quiso llevar un sistema de votación dentro de la iglesia, sobre todo en las órdenes monásticas. Una frase favorita entre los hombres de la iglesia era la siguiente:

''Maior et senior pars''

¿De qué versaba esta fórmula? básicamente, los candidatos no eran elegidos por mayoría de votos, sino más bien por el ''peso'' de los votos. Este peso era más grande cuando el voto era realizado por una alta autoridad moral, pura y juiciosa, mientras que los que tenían menos autoridad menos peso tenían. Por lo tanto, tenemos una primera parte que es la maior pars, que se trata sobre el voto mayoritario y senior pars que versa sobre la calidad del voto.

Este sistema terminó entre el papado de 1378 y 1417 cuando fueron tres los postulantes a papa. Llull ya había propuesto un sistema mayoritario como en la antigua Grecia, sin embargo, divide el maior pars y el senior pars de una forma muy ingeniosa.

Para expresarlo, Llull utiliza un diálogo ficticio de una hermana que propone un sistema de votación para elegir a una abadesa. Veámoslo.


Primera parte de la elección:

Existen 20 hermanas, pero las que tienen derecho a votar son las madres superioras. Entre esas 20 se deben elegir 7 pues este número es divino. Se preguntará secretamente a las 20 hermanas cuál creen ellas que debería ser candidata a abadesa del convento. Las hermanas que hayan ganado la mayoría de votos formarán el grupo de 7 que elegirá a la nueva abadesa.

Segunda parte

Las 7 hermanas deben ponerse de acuerdo para elegir un número y nombres para la elección. Deben comparar los nombres de acuerdo a las siguientes condiciones:

  1. Quien conoce mejor a Dios
  2. Quien conoce mejor las virtudes
  3. Quien conoce y odia más los vicios
  4. Quien es la persona más adecuada

Luego, cada una de las 7 electoras podrá escoger a una persona para estar en el número de aquellas que será elegida, y cada electora debe estar incluida en el número. 

Por ejemplo: si las elegidas de las 7 electoras son 9 entre las 20 hermanas, las 7 electoras deberán dividirse en dos grupos:

Primer grupo: 2 electoras
Segundo grupo: 5 electoras

Las del grupo de 5 deben decidir cuál de las del grupo de 2 deben ser elegidas y poner su nombre por escrito de aquella que ha ganado más votos. Después la hermana ganadora debe compararse con las electoras del grupo de 5 y las ganadora reemplaza a la que ha sido vencida en el grupo. 

Este procedimiento debe repetirse con todas las otras candidatas hasta alcanzar una victoria. Si ocurre un empate en última instancia, entonces deberá resolverse con las 4 condiciones antes mencionadas. Piensen algo, si las elegidas son 9 entonces habrán 36 enfrentamientos (9 x 8 = 72 / 2 = 36). 

Por lo tanto, el sistema de votación de Ramón Llull consiste en un enfrentamiento de pares consecutivo, hasta alcanzar a aquel que tenga más votos. 

Nicolás de Cusa

El sistema de Ramón Llull no se ocupó, como podemos suponer, inmediatamente después de que su escrito fue publicado. Pero hubo un filósofo que puso especial atención a este sistema de votación, y este fue Nicolás de Cusa quien vio en los escritos de Llull, un modo para votar al próximo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. 

Pasos a seguir:

Electores:

  1. Elegir a aquellos que se consideran dignos para el cargo de elector (cualidades internas y externas)
  2. Los electores deben conseguir que un notario escriba, en hojas de papel exactamente del mismo tamaño, los nombres de los candidatos
  3. Un candidato debiera tener un número y debe ser nombrado en una tira de papel. Por ejemplo: Candidato 1, Candidato 2, Candidato 3, etc.
  4. Luego, 10 personas con alta integridad y estimación deben ser escogidas de entre todas las personas de Alemania
  5. Cada uno de los electores debe recibir los nombres de los candidatos
  6. Luego, deben elegir aquellos candidatos que tengan menos valor según su consciencia
  7. Posteriormente, el elector deberá llegar por el procedimiento anterior a aquel candidato que considere mejor

Votos

  1. Los electores ponen a sus candidatos dentro de una bolsa vacía
  2. Cuando todos los electores hayan puesto a sus candidatos en la bolsa vacía, se procederá a llamar al sacerdote y a un contador
  3. El sacerdote sacará un candidato de la bolsa diciendo el nombre del candidato, mientras que el contador irá registrando en un papel la cantidad de votos realizados
  4. Quien tenga más votos será el nuevo emperador

En efecto, este sistema de votación es uno de los más conocidos y el que evitará los votos estratégicos y la corrupción de aquel tiempo. 

Conclusión

Podemos ver claramente que el sistema de Ramón Llull y el de Nicolás de Cusa son diferentes en cuanto a su aplicación. El de Llull iba dirigido a la elección dentro de una iglesia, mientras que el del cusano era un sistema de elección política. No sería sorpresa que varios siglos después dos o tres siglos después, Nicolas de Condorcet creara un sistema similar al de estos dos filósofos; sistema que es el usado actualmente en política.