martes, 22 de agosto de 2023

Avempace - Discurso de Abu Bakr que sigue a la Carta del Adiós

 


Sin duda que una de las obras más importantes de Avempace es la Carta del Adiós después de su gran obra El Régimen del Solitario. Pero no nos confundamos, el Abu Bakr que se habla en este título no es nada más que el mismo Avempace. En consecuencia, debemos tomar esta obra como una continuación de su Carta del Adiós. Una obra pequeña, pero que merece examen. Veamos de qué trata. 

Referencias:

(1) Lo que sigue de todo el pasaje tiene una interpretación muy oscura


Discurso de Abu Bakr (Avempace) que sigue a la Carta del Adiós

Avempace se propone hacer un compendio de lo hablado en la Carta del Adiós. 

El alma y sus facultades

En primer lugar nos dice que lo que es del cuerpo o es una sustancia de él o un accidente, y la sustancia de ese cuerpo bien se trata de una forma o de una materia. 

Para demostrar esto, Avempace nos hace la siguiente proposición:

  • Sea AB un cuerpo determinado
  • Sea A la forma y B la materia
  • Sea AB algún elemento sublunar (tierra, agua, aire o fuego)
  • Si A estuviera sin B, entonces B tendría forma, lo cual no puede ser
  • En consecuencia, la forma de las cosas no pueden ser cosas sueltas

Las formas naturales, entonces, existen como formas en materias. No es posible que las formas naturales tengan más de una forma dentro de la materia (como ha quedado demostrado con la proposición). Sin embargo, pareciera ser que el alma tiene más de una forma al moverse en distintas direcciones. 

Un ejemplo de forma natural única en la naturaleza es el aire, pues este se mueve solo hacia arriba. En cambio, el alma se mueve en múltiples direcciones y contradictorias. Así, Avempace nos dice que la naturaleza del alma es un verdadero misterio.

Sin embargo, ¿qué sucede con las plantas? estas también se mueven de distintas formas. Estas solo se mueven de forma gradual, moviéndose como sujetos animados, pero les sobreviene todo por sorpresa. Como la planta está en la tierra atada, todo lo que necesita para crecer le sobreviene de la tierra. Por lo tanto, se ve que la planta tiene una especie de potencia activa distinta a la del animal; pues ambos tienen deseos que provienen de una potencia. Con todo, su alma siempre está en otro y no puede estar sino en los cuerpos. 

Así, las plantas tienen tres clases de almas:

  1. Nutritiva
  2. Crecimiento
  3. Generativa

Con respecto a cada una de ellas, tenemos que la potencia nutritiva es ilimitada, es decir, una perfección última. Las otras dos clases no se dan siempre, quiere decir, no son ilimitadas, pues el crecimiento y la generación se detiene. Sin embargo, Avempace nos dice que en éste último punto, el caso no es siempre de ese modo. Existen ocasiones en que hombres de ochenta años aún pueden engendrar. Esto es porque en el semen está la sustancia divina que es el intelecto. Ahora bien lo que el semen da a la materia es solo el sentido común no siendo en sí mismo algo que existe independientemente. El semen sería llamado por Avempace como el espíritu del cuerpo, el primer espíritu de los cuerpos. 

Las potencias

Las clases de potencias son dos a saber:


  • Corporales: se mueven, mueven y son movidas
  • Espirituales: no se mueven, mueven y no son movidas


Por supuesto, debido a las características de las potencias espirituales, estas son más fuertes y anteriores que las corporales de acuerdo con su naturaleza. 

El movimiento humano

Este es un movimiento que procede de una idea verdadera o falsa. Por eso, el cuerpo humano necesita moverse primero por medio de la imaginación y luego de las demás potencias espirituales restantes. 

Estas potencias espirituales no existen separadas; de lo contrario, se seguirían dos absurdos:

  • Serían cuerpos: si fueran cuerpos se tendrían que unir con otro cuerpo lo cual es absurdo porque ya son cuerpos.
  • Serían formas: si fueran formas entonces cada cuerpo tendría un alma determinada, pero a la vez sería indeterminada por el número infinito de estas
Bajo este respecto, para Avempace, la teoría de la metempsícosis resulta absurda(1).

Conclusión

Esta obra no solo tiene el propósito de explicar la Carta del Adiós, sino que también reúne los conceptos vistos en otras obras como El Régimen del Solitario, Sobre el alma y el Libro de la Generación y Corrupción. podemos tomar como síntesis que Avempace sigue la doctrina aristotélica del alma, y en parte explica algunos elementos que en Aristóteles siempre han sido algo oscuros. Un perfecto complemento para entender la obra de Avempace. 

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