Sin duda que una de las obras más importantes de Avempace es la Carta del Adiós después de su gran obra El Régimen del Solitario. Pero no nos confundamos, el Abu Bakr que se habla en este título no es nada más que el mismo Avempace. En consecuencia, debemos tomar esta obra como una continuación de su Carta del Adiós. Una obra pequeña, pero que merece examen. Veamos de qué trata.
Referencias:
(1) Lo que sigue de todo el pasaje tiene una interpretación muy oscura
Discurso de Abu Bakr (Avempace) que sigue a la Carta del Adiós
Avempace se propone hacer un compendio de lo hablado en la Carta del Adiós.
El alma y sus facultades
En primer lugar nos dice que lo que es del cuerpo o es una sustancia de él o un accidente, y la sustancia de ese cuerpo bien se trata de una forma o de una materia.
Para demostrar esto, Avempace nos hace la siguiente proposición:
- Sea AB un cuerpo determinado
- Sea A la forma y B la materia
- Sea AB algún elemento sublunar (tierra, agua, aire o fuego)
- Si A estuviera sin B, entonces B tendría forma, lo cual no puede ser
- En consecuencia, la forma de las cosas no pueden ser cosas sueltas
- Nutritiva
- Crecimiento
- Generativa
Las potencias
Las clases de potencias son dos a saber:
- Corporales: se mueven, mueven y son movidas
- Espirituales: no se mueven, mueven y no son movidas
Por supuesto, debido a las características de las potencias espirituales, estas son más fuertes y anteriores que las corporales de acuerdo con su naturaleza.
El movimiento humano
Este es un movimiento que procede de una idea verdadera o falsa. Por eso, el cuerpo humano necesita moverse primero por medio de la imaginación y luego de las demás potencias espirituales restantes.
Estas potencias espirituales no existen separadas; de lo contrario, se seguirían dos absurdos:
- Serían cuerpos: si fueran cuerpos se tendrían que unir con otro cuerpo lo cual es absurdo porque ya son cuerpos.
- Serían formas: si fueran formas entonces cada cuerpo tendría un alma determinada, pero a la vez sería indeterminada por el número infinito de estas
Esta obra no solo tiene el propósito de explicar la Carta del Adiós, sino que también reúne los conceptos vistos en otras obras como El Régimen del Solitario, Sobre el alma y el Libro de la Generación y Corrupción. podemos tomar como síntesis que Avempace sigue la doctrina aristotélica del alma, y en parte explica algunos elementos que en Aristóteles siempre han sido algo oscuros. Un perfecto complemento para entender la obra de Avempace.
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