Concepto de humildad en los filósofos medievales
La humildad es una abyección voluntaria con frecuencia relacionada con la religión. Es siempre recurrente que veamos la humildad con una visión positiva de suficiencia con respecto a pocas cosas, o más bien a las necesarias. Sin embargo, en la religión se veía como el reflejo miserable y pecaminoso del hombre, considerada su condición primera. También veremos que tiene que ver con la encarnación del verbo y consecuentemente la salvación del hombre.
San Pablo
En la biblia podemos encontrar la primea definición dehumildad con la mano de San Pablo en Filipenses.
''Ausencia del espíritu de competencia y vanagloria''
(Filipenses II)
Si bien esto pudiera parecerse a la virtud de magnanimidad de Aristóteles, el problema es que en términos aristótelicos, la humildad con esta definición sería una carencia y no un justo medio.
Bernardo de Claraval
El mismo Bernardo de Claraval da una definición de humildad.
''La humildad es la virtud por la cual el hombre, con verdadero reconocimiento de sí, se tiene a sí mismo por vil''
Es en Bernardo donde vemos la declaración de la humildad como una virtud de reconocerse como vil, miserable.
San Agustín de Hipona
Para el santo de Hipona la humildad consiste en la via humilitatis, que es la encarnación del verbo para la redención de los hombres. Esto quiere decir que el verbo (Jesús) se hizo carne para que los hombres se salvaran.
Santo Tomás de Aquino
El aquinate también la consideraba una virtud diciendo
''Atempera y frena el ánimo para que no tienda sin medida hacia las cosas más altas''
Como podemos ver, la definición de Tomás de Aquino se aleja enormemente de la visión de Bernardo y de San Agustín, y se acerca mucho más al concepto de magnanimidad de Aristóteles. De hecho, para el aquinate la magnanimidad y la humildad coinciden con la recta razón. La humildad reprime la acción para que no caiga en exceso y la magnanimidad empuja al hombre ser mejor.
Conclusión
En conclusión, bajo el concepto de humildad tenemos muchas acepciones dependiendo de los filósofos que tomemos en cuenta. Me parece que el concepto de magnanimidad de Aristóteles se acerca mucho más a la humildad, a partir de lo que vemos en la práctica. En ese sentido, reuniendo la definición de Santo Tomás y la de San Pablo se puede formar una definición perfecta.
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