miércoles, 3 de febrero de 2021

Francisco de Vitoria - Sobre los indios (De indis) (Primera parte) (1532)

 


Es considerada la carta magna de la libertad de los nativos, a pesar de la conocida adherencia que tenía Francisco de Vitoria con la iglesia católica. Sin duda, junto con Bartolomé de Las Casas serán los grandes defensores de los derechos de los indios. En esta relección veremos la posición firme que tiene Vitoria para con los indios, y también de qué forma enfrentaba a los intelectuales de su tiempo con tales argumentos. Veamos cómo es que realizó todo aquello. 

De Indis

PRIMERA PARTE

Francisco de Vitoria nos dice que no hay consulta moral en aquello que es lícito y honesto. Por supuesto, de ser así no podría existir ninguna duda y aún así, sería injusto dudar de todo aquello que es lícito. 

Sin embargo, ¿es lícito lo que está ocurriendo en el Nuevo Mundo? de primeras fuentes se ha sabido que se han hecho barbaridades humanas atroces, y por lo tanto, cabe duda razonable para emprender un examen a esto que llamamos ''justo''. 

Para resolver esto, Vitoria hace énfasis en que este asunto no es propio de resolver a los jueces o jurisconsultos, porque este es un asunto de derecho natural, es decir, este asunto toca resolverlo a los eclesiásticos. 

Cuestión Primera:

Antes de los españoles ¿eran estos bárbaros dueños pública y privadamente?

Existen dos tipos de argumentos:

  • Negativo: estos bárbaros son siervos y los siervos nada poseen. Esto es respaldado por Aristóteles quien dice que existen hombres que fueron hechos para mandar y otros para servir. 

  • Afirmativo: los bárbaros estaban en pública y privada posesión de sus cosas de modo pacífico.

Ante estos dos argumentos, Vitoria nos dice que de no tener estos bárbaros un territorio que les perteneciera, entonces no serían más que unos idiotas, infieles y pecadores. Cierto es que todo dominio es otorgado por potestad divina y Dios ha dado al hombre el dominio de los animales. Sin embargo, los pecadores no pueden tener un dominio, dicen los más doctos. 

Contra esta proposición negativa, Vitoria señala que

''El pecado mortal no impide el dominio civil y el dominio verdadero''

En efecto, el dominio civil es el de los hombres. Los bárbaros, ciertamente, no tiene dominio civil, pero tienen un dominio superior: el dominio que Dios les dio como natural. El dominio se funda en ser el hombre imagen y semejanza de Dios, y aunque estos bárbaros fueran pecadores mortales, el dominio no se pierde por ser pecador porque el dominio es un derecho natural. 

Ahora ¿es el dominio posible en criaturas irracionales? Vitoria contesta que no, pues los seres irracionales no tienen derechos. 

El concepto de derecho es para todos aquellos que puede padecer injuria, por lo tanto, aquella criatura que es irracional sirve para aquellas criaturas que son racionales. Podría dudarse de que los niños son faltos de racionalidad y tienen dominio. En efecto, los niños sufren injuria y en consecuencia tienen dominio, a pesar de ser ''irracionales''. Por otro lado, los amentes o idiotas también tienen un dominio porque de igual manera pueden sufrir injuria. 

En ese caso, ¿son los bárbaros o indios seres irracionales? de ninguna manera, dice Vitoria. Los bárbaros o indios tienen ciudades, matrimonios, magistrados, leyes, artesanos y mercados, elementos que no podrían de ninguna forma llevarse a cabo si no tuviesen razón. 

En conclusión, de acuerdo con el derecho natural y la potestad espiritual, el hombre racional tiene derechos de dominio tal como lo manda la naturaleza y Dios mismo quien dijo


''Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra''

(Génesis 1:26)


Conclusión

A pesar de tener convicciones profundamente católicas y sustentadoras del derecho natural, Francisco de Vitoria ve una alternativa para los indios quienes eran considerados seres inferiores por no estar bautizados ni en conocimiento del cristianismo. Claro está que así era, pero ciertamente tenían razonamientos y por lo tanto, no podrían diferenciarse de los demás. Sin embargo, pareciera ser que aunque estos textos procedían de autoridades intelectuales inigualables como Francisco de Vitoria, a los indios se les siguió considerando seres inferiores. 

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