miércoles, 18 de mayo de 2022

Al-Kindi - Sobre la causa del agente próximo de generación y corrupción

¿Es Dios directamente responsable de todas las acciones? ¿hay una causa posterior a Dios que es responsable de las acciones? estas preguntas son las que se plantea Al-Kindi en el presente texto que averiguaremos. Evidentemente, Dios es la primera fuente como intelecto, nada mas hay antes de él, pero ¿Qué ocurre con la causa más próxima entre él y nosotros? Nuestro filósofo islámico se preocupará de responder a estas preguntas sobre la responsabilidad de las acciones, del mundo, y de qué o quién sería la causa próxima de generación y corrupción en nuestro mundo. Veamos.

Sobre la causa del agente próximo de generación y corrupción

Los movimientos

Para comenzar, Al-Kindi nos aclara que Dios es el primer proveedor; provee a los agentes con agentes, y a las creaciones con creaciones. Todos estos agentes y creaciones posteriores tienen movimiento y este se puede dar de distintas formas:

  • Locomoción: el centro de una cosa cambia de lugar
  • Crecimiento: cuando los limites de un cuerpo suman una nueva cantidad de la que antes no tenía
  • Disminución: lo contrario al crecimiento
  • Transformación: cuando el estado de algo cambia (por ejemplo, un hombre que en principio está sano, enferma)
  • Generación y corrupción: cuando algo cambia de esencia (por ejemplo, que el vino se convierta en sangre)

Todo tipo de movimiento puede serlo por esencia o por accidente:

  • Esencia: el movimiento causado por la esencia de algo (por ejemplo, la vida que es alterada en un ser vivo)
  • Accidente: el movimiento no causado por la esencia de algo (por ejemplo, la vida que es alterada en un ser vivo, pero su corporeidad no cambia)

Todo lo generado y corrompido es en cierto modo materia; por lo tanto, la materia sería la causa de todo aquello que se genera y todo aquello que se corrompe. De lo contrario, si la materia no fuera la causa de esto, entonces toda la materialidad sería ingenerada e incorrupta.

Los agentes

La causa final, en términos aristotélicos, es la que mueve a un agente. Si no existe una causa final, entonces tampoco existiría un agente, y lo mismo se deriva en viceversa. Por otro lado, el agente puede ser próximo o remoto, y para entender estos dos tipos de agentes Al-Kindi nos ofrece un ejemplo.

  • Un arquero dispara una flecha y mata a un animal. El arquero en este sentido sería el agente remoto y la flecha sería el agente próximo.

Ahora bien, el primer agente remoto es Dios pero ¿de dónde viene este agente próximo? en primer lugar debemos determinar si proviene de los cuatro elementos o no. Simplemente, y en primer lugar, la causa de este agente remoto no puede ser múltiple porque toda causa eficiente tiene un solo agente.

Entonces, el agente próximo debe estar más allá del mundo sublunar y debe mover los demás objetos. Por lo tanto, si los cuatro elementos son movidos por algo más, este algo más tendría que ser un quinto elemento: el éter. Es este el que mueve a todos los elementos sublunares y por lo tanto, el más importante agente próximo de los seres. El quinto elemento (quintaesencia o éter) se encuentra tanto en las estrellas como en los planetas. 

El movimiento de los planetas afecta todos los elementos del mundo sublunar, incluyendo a las personas. Bajo la línea del ecuador todas las personas son negras como quemadas por algo, además de tener el pelo crespo, mientras que en el norte es todo lo contrario. Estos últimos son de rasgos pequeños en la cara además de ser muy pensadores e investigadores. Todos estos rasgos y características son dados principalmente por los movimientos de los planetas. 

Por esto, Al-Kindi nos dice que estos seres (cuerpos celestes) no solo son causa de nuestro movimiento sino que también de nuestra existencia, es decir, son nuestras causas. Esto lo prueba el movimiento del sol que es el más visible de todos y el que a su vez da vida a todo en la tierra. Así es que por el movimiento de los planetas, la vida surge en el territorio. Por ejemplo, tenemos que la vida en el norte es más frondosa que la vida en el sur (o debajo del ecuador). 

De hecho, el sol está a una distancia tan apropiada que de estar más lejos de lo que está, todo el planeta quedaría congelado y si estuviera cerca el planeta se quemaría en exceso. Por eso, el sol es el responsable de nuestra vida, y de la flora y la fauna existente, además de las estaciones del año. Cualquier cambio que involucre al sol cambiaría nuestra vida significativamente. 

Todo el orden de nuestro mundo depende del movimiento del sol. 

Pero la luna también tiene una función importante, porque determinadas cosas suceden en las distintas fases de la luna. Por ejemplo, no es común que cuando haya luna llena llueva, y por el contrario, cuando haya luna nueva sí llueva. 

Por otro lado, la luna también es responsable de la generación y la corrupción de los seres, a causa de que su luz es propicia para que se generen ciertos seres en la humedad de la noche, dependiendo de las fases de la luna porque estas dan una cantidad de luz determinada. 

De los movimientos del zodiaco pueden determinarse muchas cosas como el paso de los días, el clima de ciertas localidades y el crecimiento de la flora y la fauna. 

Todo este orden fue realizado bajo la voluntad del creador. 

Conclusión

Como podemos ver, Al-Kindi toma no solo la influencia de Aristóteles sino que todo el ideario de la Edad Media con respecto a la astrología y la astronomía de su tiempo. Ya antes de la Edad Media existía la discusión de si el hombre estaría influenciado por los astros, o en realidad es Dios directamente quien realiza esta labor, Al-Kindi nos dice de este modo que es Dios quien directamente ordena el mundo, pero que la causa próxima tiene una influencia en nosotros. 

sábado, 14 de mayo de 2022

Al-Kindi - Dos textos sobre el color



Podemos ver en nuestro filósofo analizado que tiene una curiosidad impresionante. Hemos hablado tanto de lo inteligible, de lo sensible de una manera abierta y precisa. Seguimos analizando aquellas cosas que son sensible y esta vez, el color ¿Cómo entendemos los colores? es una pregunta difícil de contestar porque ciertamente conocemos su existencia, pero no su causa. En primer lugar, Al-Kindi trata de ver cómo es que se formó el color y el fenómeno de aquello que es transparente, este primer tema versa principalmente sobre el color y los elementos, mientras que el segundo versará sobre el color azul del cielo.

Referencia:

(1) Esta idea la extrae de ''Meteorológicos'' de Aristóteles donde se explica el ciclo del agua.

DOS TEXTOS SOBRE EL COLOR

La tierra tiene color

Al-Kindi nos dice que el fenómeno del color surge de los cuatro elementos porque estos son los constituyentes de cada cosa que está cometida a generación y corrupción. 

Antes de proseguir con este examen, Al-Kindi se hace las siguientes preguntas:

¿Qué es un elemento?

Es un cuerpo homeomérico el cual, como un todo, es individual y constante y se mueve a través de la naturaleza. 

  • El fuego es un elemento caliente y seco 
  • El aire es caliente y húmedo
  • El agua es fría y húmeda
  • La tierra es fría y seca

Entre todos estos elementos, Al-Kindi nos dice que los primeros tres son transparentes: el fuego, el aire y el agua, mientras que el cuarto no lo sería. Por transparente, Al-Kindi quiere decir aquello por lo que la vista puede ver objetos visibles por medio de un intermediario. En este caso, pareciera ser que la tierra tiene un intermediario que impide a la vista ver objetos. Esa así que la transparencia no tiene color, y en consecuencia, los elementos transparentes no tienen color. 

Por lo tanto, lo que da color a toda la naturaleza es el elemento tierra y si algún objeto tiene esta obstrucción de visualización es debido a que dentro de él tiene elemento de tierra. El color se daría por la no transparencia del objeto, y, en las mismas palabras, por cuanto elemento tierra tiene. 

Sin embargo, podría pensarse que en el fuego sí hay efectivamente color como el naranja, el rojo, el blanco e incluso el verde, pero esto se debe a que el elemento se junta con el objeto y juntos forman un color, es decir, es debido al objeto que el fuego toma cierto color. 

En conclusión, todos los colores de la naturaleza se deben al elemento tierra y a las partículas terrosas del mismo.  

El color del cielo

Para determinar el color del cielo, Al-Kindi comienza con ciertos supuestos. Existen lugares que reciben la luz del sol y otros que no. Los lugares iluminados son claros y tienen cierto calor, mientras que los lugares que son abordados por la sombra son fríos. 

Por cierto, la luz no puede atravesar aquellas cosas que están compuestas del elemento tierra, pero sí puede atravesar las demás. 

No obstante ¿Cómo es que el cielo tiene color si no hay tierra en él? Al-Kindi responde que efectivamente el aire tiene tierra(1), debido a los vapores que emanan del agua (pues estos tienen tierra) que finalmente quedan en el cielo y permanecen en el aire. El color azul se entiende por el reflejo de la luz del sol y las partículas de tierra que están en el aire. En todo caso, este color no es el natural pues en verdad es nuestra visión la que hacer que veamos el cielo de ese color. 


Conclusión

Dos textos enormemente interesantes con respecto al color, con una explicación propia del tiempo de la Edad Media donde todo se explicaba con los cuatro elementos. Es verdad, en todo caso, que en parte vemos el cielo azul por un fenómeno visual y biológico que tenemos en el ojo, pero quizás la explicación de la tierra tenga que tener un poco más de desarrollo. Con todo, fue una explicación convincente en su tiempo, pero traerá varios problemas a teorías visuales que veremos más adelante. 

viernes, 13 de mayo de 2022

Al-Kindi - Sobre la quididad del dormir y el sueño

 


Estas son actividades de lo más importantes para todos los seres humanos, pues no podemos concebir nuestra vida sin ellas. Para Al-Kindi, uno de los primeros hombres que hablo de los sueños y sus interpretaciones fue Aristóteles, pero lo que veremos hoy no es simplemente una recolección de pensamientos griegos, sino que más bien, veremos la combinación de la cultura griega y el pensamiento islámico con respecto a los sueños. Veamos cómo nos sorprende este filósofo. 

Referencia:

(1) Parece que se refiere a un texto de Platón llamado ''Sobre el alma'' que es considerado apócrifo



SOBRE LA QUIDIDAD DEL DORMIR Y EL SUEÑO


Primera parte: el dormir

El dormir y el sueño son más propios del alma que del cuerpo. Dos de las facultades más importantes del alma son el intelecto y la sensación. Entre la sensación y el intelecto hay muchas facultades que finalmente completan el cuerpo humano. Cuando se conocen estas facultades, entonces pueden entenderse tanto el sueño como el dormir. 

El dormir y las formas

Desde que se dice la palabra dormir, esto significa que ninguna de las funciones sensibles del cuerpo está trabajando. Cuando se duerme, lo único que trabaja es el intelecto. 

El sueño, por otro lado, es perteneciente a la facultad imaginativa, que en otras palabras, es aquella facultad que permite percibir las formas individuales de las cosas sin materia. Esto es a lo que los griegos llamaron ''Fantasía''. Por otro lado, la facultad imaginativa extrae la forma de la materia sea que el ser este durmiendo o despierto. 

Para Al-Kindi, cuando el ser humano utiliza sus sentidos mientras está despierto, las cosas en las que estaba pensando comienzan a aparecer. Cuando comienza a pensar más y utilizar sus sentidos en menor frecuencia, a la vez comienza a ver mucho mejor las formas que están en las cosas. Cuando alguien se abstrae demasiado es capaz de no tomar en cuenta el entorno que hasta incluso ignora que le están hablando o incluso tocando. De hecho, en esos momentos se le puede estar mostrando algo en frente suyo sin ser capaz de verlo, cuando está totalmente abstraído. Al-Kindi nos dice que esto ocurre muy seguido en las personas común y corrientes, pero en aquellas que son de la elite esto no ocurre porque son más educadas y pueden ver las formas sin abstraerse de los sentidos. 

Cuando la persona llega a estos altos grados de abstracción puede llegar a quedarse dormida, y es ahí donde la facultad imaginativa trabaja en su máximo nivel. Esto es porque el hombre comienza a ver las formas sin un intermediario que en este caso sería la materia.

Sensaciones

Las sensaciones se encuentran en los órganos secundarios:

  1. Ojo
  2. Oído interno y externo
  3. Nariz interna y externa
  4. Lengua
  5. Paladar
  6. Úvula
  7. Nervios táctiles

Cuando la corrupción entra en el cerebro, las facultades también se corrompen, y conjuntamente también se corrompen los sentidos. Como se puede apreciar, la facultad imaginativa es superior a las sensaciones, es decir, la facultad imaginativa ve las cosas con más claridad que la sensación, incluso cuando está corrompida. Debemos considerar además, que la facultad imaginativa, no tiene intermediarios.

La facultad imaginativa percibe las cosas que la sensación no percibe en absoluto, porque esta es capaz de componer formas y la sensación no puede crear formas. En efecto, la vista nunca podrá hacer posible que un hombre tenga cuernos o tenga plumas, o cualquier cosa que no corresponda naturalmente a un ser. 

Sin embargo, el pensamiento no nos previene de imaginar a un hombre con alas o con cuernos, pero esto es porque la facultad imaginativa utiliza la sensación a su favor. 

Segunda parte: los sueños

Causas remotas

Al-Kindi define a los sueños de la siguiente forma:

''Los sueños son los usos del pensamiento del alma cuando ésta ha cesado de usar los sentidos''

En base a esto, Al-Kindi se hace las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué vemos cosas antes de que tomen lugar?
  • ¿Por qué vemos cosas que nos muestran sus contrarios?
  • ¿Por qué no vemos su explicación?

Platón nos dijo que el alma es la almacenadora de las sensaciones y el intelecto, y Aristóteles estuvo de acuerdo con esta característica(1)

Para Platón, el alma puede percibir perfectamente lo inteligible y lo sensible sin problemas. Ahora en el alma el sujeto y el objeto son lo mismo porque cuando el alma percibe las sensaciones, percibe su esencia primeramente. En consecuencia, el alma es una fuente de conocimientos de todo aquello que existe. 

Así, mientras el alma está más alejada de aquella que le impide ver las formas por sí sola, entonces más perfecta será y podrá ver aquellas cosas que puede prevenir en el futuro; está más allá de la materialidad y por lo tanto, más cerca de lo inteligible. 

El alma trabaja con simbolismos, no señala las cosas tal cual sino que siempre trabaja con simbolismos. Por ejemplo, que alguien vuele de un lugar a otro, significa que viajará de un lugar a otro (no que volará). Sin embargo, estos símbolos no siempre coinciden con la realidad, pero esto es solo porque los órganos de la persona son muy débiles y por eso no se puede recibir este ''poder del alma'' que es el simbolismo. 

Generalmente, estos hombres que tienen ''malos'' simbolismos tienen malas opiniones de ellos y en consecuencia erran en sus predicciones. A estos hombres se les llama ''propensos al error''; quienes soñaban con que un hombre se volvía rico, y en realidad se vuelve pobre. Este hecho se reportó por Hamza ibn Nazir.

De ahí que se distinga entre sueños y sueños confusos.

Causas próximas

De acuerdo con las causas del sueño, Al-Kindi nos dice que esta se debe a que el cerebro entra en contacto con el frío y la humedad. El cerebro se afloja y consecuentemente comienzan a entrar y salir las emociones del cuerpo. Posteriormente, el alma se desprende de los sentidos y comienza a funcionar solamente el intelecto. 

La razón de porque el cerebro se pone frío y húmedo es porque todo el calor se va hacia el centro del cuerpo, de hecho, en las horas de sueño las extremidades quedan frías también. Luego, todo el vapor que sale del centro va al cerebro y este se humedece. 

El calor en nuestro cuerpo mientras dormimos se acentúa cuando se estudia y se reflexiona, pues ya se ve que los tipos de personas que se dedican al estudio tienen menos movimientos cuando duermen. En cambio, aquellas que no, siempre se mueven y no tienen sus extremidades tan frías como las primeras.  

Otra razón del calor de nuestro cuerpo mientras dormimos es que al momento de dormir el cuerpo comienza a calentar los alimentos del cuerpo por la digestión. Los cuerpos deben humedecerse porque de lo contrario se secan y mueren. Es por eso que el insomnio se da porque existe mucha resequedad en el cuerpo, su solución sería humedecerlo hasta que el cuerpo, por medio del vapor, humedezca todas sus partes. 

Dios lo ha hecho así porque parece ser que el tiempo de vigilia no es suficiente para procesar todos los alimentos en el cuerpo. 


Conclusión


Sin salirse de la temática de los sueños con la visión de los griegos, Al-Kindi muestra la necesaria actividad de los sueños y cómo esta tiene un componente próximo y otro remoto. Como podemos ver, el componente próximo tiene su relación con el cuerpo, con su biología, mientras que el componente remoto tiene su relación con el intelecto y la metafísica. Aunque las actividades biológicas respecto al sueño quizás no son precisas, este podría ser el parecer general de todos los hombres de la época.

miércoles, 4 de mayo de 2022

Al-Kindi - Sobre el alma

En diversas obras de Al-Kindi se ha hablado del alma extensamente, pero nada como este texto en específico que dedica exclusivamente al alma y sus fenómenos. No es raro que podamos encontrar elementos semejantes de los otros escritos, pues cada vez más va uniendo todos los rasgos que se han desarrollado. Aunque pareciera que a todas luces Al-Kindi se enfocaría en la perspectiva aristotélica del alma, pero en verdad su visión es bastante más platónica y pitagórica. Veamos que nos trae este interesante filósofo. 

Referencias:

(1) No se sabe nada sobre esta historia, Richard Walzer propone que puede estar en el texto perdido de Eudemos de Aristóteles.

SOBRE EL ALMA

Visión platónica

Al-Kindi comienza mostrando la superioridad del alma con respecto al cuerpo desde la mirada platónica. El alma previene todas aquellas concupiscencias que el cuerpo le transmite a través de los sentidos, el alma es la encargada de manejar las pasiones. Al-Kindi nos dice que no es el alma la que se ''enoja'' sino que es la facultad apetitiva la que realiza esta función de enojo; por lo tanto, una cosa es el alma y otra cosa es la facultad apetitiva, la que está dentro de la primera. 

El alma está totalmente separada del cuerpo. Los testimonios de los filósofos platónicos e incluso anteriores a Platón, demuestran que es posible separar estas dos cosas. Existen hombres que son capaces de no dejarse llevar por los estímulos sensoriales y optar por las cosas referentes al alma. De hecho, los hombres naturalmente tratan de ser menos dependientes de las cosas sensibles, quieren parecerse siempre más a Dios. Y aunque esto no lo pueden alcanzar jamás, la verdad es que el acercamiento a él puede verse demostrado en ciertos hombres que dejan totalmente las cosas materiales, a pesar de que su alma sigue atada a este mundo. No se dejan engañar por la facultad apetitiva del alma. 

El hombre puede alcanzar esta apariencia de divinidad del creador cuando se deja guiar por su alma y no por su cuerpo. 

Tal como Platón, Al-Kindi cree que hay un mundo inteligible donde habitan las almas, pero no todas las almas van ahí a tiempo pues algunas quedan en el mundo sensible, que también lo llama ''el mal''. 

Visión pitagórica

Los pitagóricos no difieren mucho del concepto de alma con Platón, aunque agregan un aspecto material al alma. El alma se va ''puliendo'' cada vez que el hombre deja las cosas materiales, finalmente, el alma se pule por completo como si fuera un espejo, una vez que se separa del cuerpo. Mientras el alma esté más pulida, mejor conoce las cosas. 

No solo eso, aquellos hombres que tienen más pulida el alma, son aquellos que mejor se encuentran en la vida material; sus sueños y sus energías son mejores que aquellos hombres que se dedican a la vida sensible, quienes están más cansados y son más torpes. Esta satisfacción que da el estar más cerca del alma, o de pulirla más, supera a todos los otros placeres materiales. 

Ascenso del alma

Cuando el alma está separada del cuerpo, esta buscara al creador y lo hará a través de las esferas. Una vez haya alcanzado todas las esferas esta viajara hacia los últimos lugares del mundo y encontrará al creador, podrá mirar las cosas que el admita pero con más limitación que ÉL. 

Mención a Aristóteles

Es curioso, pero Al-Kindi sobre Aristóteles solo nos ofrece una historia que de acuerdo con el filósofo probaría el conocimiento del alma y la separación de esta con el cuerpo. Existía un rey que tenía dificultades respiratorias. Este hombre, ya a punto de fallecer, pudo predecir todo el tiempo de vida de los presentes, además de predecir un eclipse lunar. Esto porque el hombre, como ya estaba por morir, su alma comenzó a acercarse al mundo inteligible, a comprender cosas más allá de lo sensible(1).

Aseveraciones sobre el alma

Aristóteles dice que el alma es una sustancia simple que actúa a través de los cuerpos de forma unitaria. Platón dice que tanto el alma como el cuerpo están separados físicamente, pero que el alma comanda al cuerpo. Se podría pensar que estas aseveraciones sobre el alma de los dos filósofos son contradictorias, pero en realidad no lo son. 

En efecto, en ambos pensadores se dice una misma cosa, que el alma actúa sobre el cuerpo. Se dice de Platón que el alma estaría en un lugar inteligible lejos del cuerpo, y que si esto es así, entonces los planetas, como se mueven, tendrían alma. Sin embargo, esto no es así, pues lo que quería decir Platón es que los planetas son comandados por el alma del mundo para realizar ese movimiento. 


Conclusión

Al fin tenemos una visión del alma de Al-Kindi, aunque en verdad yo creo que no es más que una mirada platónica a la misma. Vemos como está usando la fuerza de la costumbre cuando se justifica que el alma existe por aquellos hombres que, al tener ciertas conductas correspondientes al alma, dejan en evidencia que existe un bien superior que se quiere ser conseguido. 

lunes, 2 de mayo de 2022

Al-Kindi - Sustancias incorpóreas

 


No hay duda que para Al-Kindi existen las sustancias incorpóreas y que dentro de ellas se encuentra el concepto del alma sin duda. Sin embargo, hay dudas y una categorización para el alma, pues existen ciertas y determinadas cuestiones relativas a ella como su incorporeidad y si esta es un género o es una especie dentro del árbol porfiriano. Veamos de que trata este muy breve texto. 


SUSTANCIAS INCORPÓREAS

En primer lugar, Al-Kindi resuelve si en el mundo natural existen las sustancias incorpóreas y su respuesta es que sí, pues las dimensiones de las cosas ya confirman que existen ciertas cosas inteligibles; por ejemplo, la altura, ancho y lo profundo. De estas sustancias se derivan muchas otras más, pero aparte de ellas existen unas que son totalmente independientes de la materia, pues las tres dimensiones mencionadas tienen su evidencia en las cosas. Estas últimas también están caracterizadas por todas las categorías aristotélicas, sin embargo, entre ellas hay dos categorizaciones muy importantes:

Univocidad: las que dan nombre y definición a la cosa

Equivocidad: las que no dan nombre ni definición a la cosa. Esto porque en efecto, la equivocidad no da un nombre claro ni tampoco una definición clara, en consecuencia, no puede dar una sola caracterización.

Los cuerpos vivientes deben tener su vida en los incorporales de tres formas:

  • Esencialmente: si es separada de la cosa, la cosa se destruye
  • Accidentalmente: si es separada de la cosa, el accidente se destruye

Si la vida es esecial en la cosa, entonces una vez separada de la misma, la cosa se destruye. Sin embargo, por más que éste elemento esencial haya sido separado su corporalidad sigue existiendo. Esto quiere decir que la vida está accidentalmente en el cuerpo y no esencialmente en el cuerpo. 

Ahora, la quididad de la vida en el cuerpo es el alma, y en cuanto a esto, tenemos que ver si el alma es una esencia o en realidad es un accidente. Las cosas son diferentes ya sea en esencia o solo por nombre. Para Al-Kindi, aquello que es diferente o extraño a la naturaleza de una cosa es un accidente. La sustancia es aquello que subsiste por sí mismo. El alma entraría en esta categoría, es decir, dentro de la sustancia. 

Así, el alma es una sustancia porque persiste por sí misma luego del a muerte del cuerpo y luego no sería un cuerpo. De aquí también se deriva que existen sustancias corporales e incorporales.

Los géneros son sustancias, pero veamos si las especies son corporales o incorporales. Supongamos que la especie es corporal, entonces si es corporal todas sus especies también serán corporales, en consecuencia, el individuo también sería corporal. Pero las especies son una, pero los individuos son muchos. Ahora si la especie es común a todas y también es corporal, entonces tenemos que decidir si la especie es un todo o una parte.

Contra de que las especies sean un todo: se debe comprender que la especie tiene muchas diferencias. La palabra ''hombre'' designa a muchos hombres; es compuesta de animal, racional y mortal. Por lo tanto, como está llena de partes y partes que no son iguales, entonces no puede ser un todo. 

Contra de que las especies sean una parte: pero si es una parte y como la especie está en cada uno de los individuos, entonces la parte sería infinita. La infinitud de estas partes se entenderían en potencia, es decir son potencialmente infinitas. 

Sin embargo, es imposible que sean potencialmente infinitas porque la composición no puede tener potencialidad en ella porque ya está en acto y no obstante es infinita porque está en todos los individuos. Esta es una contradicción imposible.

Esto lleva a pensar, entonces, que la especie es en verdad una sustancia y no un cuerpo.

Como conclusión, existen sustancias incorporales divididas tanto en sustancias como en especies. El alma sería una especie de la cosa viva. 


Conclusión

Ciertas novedades se pueden advertir en el tratamiento de algunos conceptos tratados por Al-Kindi, como tratar al accidente como algo que no pertenece a la naturaleza de un objeto. Podría decirse que sí en el sentido de que ''pertenece'' de manera indirecta a una cosa determinada. También es interesante conocer que para Al-Kindi, existen más sustancias incorporales, y ahí tenemos el género y la especie.

viernes, 29 de abril de 2022

Al-Kindi - Sobre el recuerdo

 


Dentro de la filosofía musulmana el tema de la memoria es uno de los más recurridos por estos pensadores. Ya tenemos los antecedentes desde Platón de que en realidad, aprender es recordar pero ¿es realmente así? recordemos que Platón establecía que el conocimiento ya está en nosotros y basta recordarlo, pero para Aristóteles es todo lo contrario, nada tenemos en el entendimiento hasta que ingresa por los sentidos. Hasta ahora, San Agustín de Hipona nos decía que en todos los seres existía una verdad, por eso es que existen. Como vamos a ver, Al-Kindi considerará todos estos antecedentes y nos dará su postura con respecto al recuerdo. 


SOBRE EL RECUERDO

En primer lugar, Al-Kindi nos dará las primeras formas de abordar este tema. Rompiendo con el estilo tradicional que ya hemos visto, el modo de realizarlo será por medio de preguntas y respuestas. A este respecto se comienza con dos preguntas fundamentales:

Con respecto al alma:

  1. ¿Recuerda el alma el mundo inteligible?
  2. ¿Recuerda el alma las cosas del mundo sensible en el mundo inteligible?

Sin embargo, a estas dos preguntas Al-Kindi contesta escuetamente, sobre todo la primera. 

Contestando a la primera pregunta, Al-Kindi nos dice que es efectivo que el alma recuerda el mundo inteligible. 

En cuanto a la segunda pregunta, el filósofo nos dice que el alma recuerda las cosas del mundo inteligible, pero no a través de un órgano sensorial. Hay órganos que ciertamente parecen tener una memoria, pero el alma recuerda cosas que no se encuentran en los órganos debido a su naturaleza inteligible. 

Pruebas del recuerdo

Ahondando más en esta pregunta, Al-Kindi ofrece pruebas para demostrar su respuesta. Las cosas inteligibles no necesitan lugar, materia, espacio, tiempo o cosas sensibles para existir. No conocemos nada fuera de nosotros, solo recordamos dentro de nosotros las cosas que nos fueron dejadas al comenzar nuestra existencia. Cuando se recuerda algo, a este proceso llamamos ''aprendizaje'', pero la gente no nota este proceso porque básicamente recuerda aquello que aprendió remotamente; no recuerdan el lugar ni qué causó ese recuerdo. Solo recordamos aquello que se nos presenta una vez se concibe el cuerpo. 

Al-Kindi realiza una distinción entre aprendizaje y recuerdo, puesto que el aprendizaje sería aprehender una estructura nueva en el conocimiento, mientras que recordar sería rememorar aquello que ya se sabía pero se olvidó. Por eso la gente dice ''aprendizaje'' porque como lo inteligible no tiene lugar ni espacio ni tiempo, entonces es algo nuevo. 

Otras pruebas que nos ofrece Al-Kindi es que uno sabe cómo aprende, lo que aprende, y qué es aquello que aprendió. Si uno supiera las cosas sin saber qué son, entonces no se ha aprendido aquello que es, sino que solo se tiene un recuerdo de ella. 

Por ejemplo, se sabe que lo plano viene de la planitud; sin embargo, no sabemos qué es la planitud porque no podemos comprender este concepto a través de la sensibilidad sino que a través de lo inteligible. Por lo tanto, cuando conocemos lo inteligible, no hay intermediario, solo lo sensible tiene intermediarios para ser conocido. 

El pensamiento, lo pensante y lo pensado son una misma cosa, puesto que el sujeto es el acto mismo de pensar. Si se pudiera diferenciar el pensamiento, el pensante y lo pensado, entonces estos tres tendrían lugar, espacio, tiempo y todas las características de una cosa sensible. 

En cuanto al alma y al intelecto se dice que estas dos son incorpóreas. El intelecto es una sustancia y el alma es su sustancia, además de ser una forma del intelecto. El intelecto no difiere de la forma, así como ''ser vivo'' no se diferencia de ''hombre'', a menos que se hable de otro ser vivo, pero en la sustancia no difieren. Si separáramos estos dos conceptos, es decir, los diferenciamos en su esencia ¿Cómo es que el hombre se diferencia de ser vivo mientras está viviendo? Lo mismo ocurre con el alma y el intelecto no son diferenciados en esencia. 

Ahora bien, se puede decir que hombre y ser vivo se diferencian por accidentes como decir ''racional'' o ''mortal'', pero la verdad es que estas diferencias son esenciales para distinguir un animal de otro, por lo tanto, sigue siendo la diferencia esencial lo que realmente diferencia. 

En conclusión, los objetos del intelecto no tienen intermediarios y por lo tanto no se aprenden, se recuerdan. 

Conclusión

Sencillamente revelador esto que nos trae Al-Kindi. En cuanto al recuerdo y el aprendizaje nos habíamos visto otros argumentos que los de Platón, Aristóteles y San Agustín, hasta ahora que tenemos a Al-Kindi quien parece estar más conforme con la doctrina platónica respecto a cómo adquirimos conocimiento. Si el aprendizaje es aprehender algo nuevo, entonces lo que verdaderamente hacemos es recordar porque la intelección no es algo que recojamos nuevamente, sino que simplemente se recuerda. 

martes, 26 de abril de 2022

Al-Kindi - Sobre el intelecto

 


El concepto de intelecto puede ser uno de los más interesantes dentro de la filosofía islámica, pues como emos visto en otras entradas es distinto del concepto de intelecto en la filosofía griega. Es más, el mismo Al.Kindi nos hablará de tipos de intelecto, y presumiblemente, más de aquellos contabilizados por los griegos. A pesar de ser un gran seguidor de Aristóteles, Al-Kindi no seguirá del todo al estagirita, sobre todo en su visión epistemológica. Veamos lo que nos trae este interesante texto

Referencias:

(1) Sin embargo, en su obra ''Sobre la primera filosofía'' nos decía que el alma en efecto tiene divisibilidad

(2) Sentido interno de acuerdo con Aristóteles. 


SOBRE EL INTELECTO


Al-Kindi comienza este texto aludiendo a que el concepto de intelecto es efectivamente heredado de los filósofos griegos como Platón y Aristóteles.

Para comenzar, Al-Kindi nos habla de lo que Aristóteles entendía por intelecto. El intelecto es de cuatro tipos:

  1. Intelecto en acto
  2. Intelecto en potencia
  3. Intelecto del alma (que viene de la potencia al acto)
  4. Intelecto secundario

Para Aristóteles, este enlaza el intelecto a la sensación diciendo que éste último está más cerca a la verdad, porque todo aquello referente a los sentidos es verdadero. 

Luego dice que hay dos formas; una material y sujeta a la sensación, y las otras que no son materiales y están sujetas al intelecto. La forma de la materia es susceptible de sensación, porque si no lo fuera entonces no estaría sujeta a la sensación. Cuando el alma la adquiere, entonces la forma está en el alma, pero esta solo la tiene porque esta potencialmente en el alma, y cuando está en el alma, entonces se puede decir que la forma queda en acto en el alma. Sin embargo, no está en el alma así como un cuerpo se encuentra en otro cuerpo, sino que está en ella indivisiblemente, porque el alma y la forma son indivisibles(1).

Sin embargo, la facultad sensitiva no es otra que la del alma, pero no se entiende como si estuviera en un cuerpo, sino que es la misma alma la que siente. La forma, que no es material, está unida con el alma. La forma no tiene materia ni fantasía(2) y a esto Al-Kindi llama intelecto. Cuando el intelecto entra en contacto con el alma, el alma queda en acto, se actualiza y deja de estar en potencia. 

Pero este intelecto no solo actualiza el alma sino que todas aquellas cosas que le sean superiores o inferiores. En consecuencia, ya tenemos al menos dos intelectos; uno que es separado de alma que es el Primer Intelecto, y el segundo que es aquel que está dentro del alma y en potencia. 

Hay un tercer intelecto que Al-Kindi nos mencionaba que es aquel que hace que una cosa pase de la potencia al acto, por ejemplo, que un escritor escriba. El intelecto secundario, por su parte, es aquel que crea por mandato del alma, pero por medio de otra cosa; por ejemplo, cuando se crea una artesanía. 

Así, los dos últimos intelectos se complementan entre sí, porque mientras en el tercero esta en potencia del alma, el cuarto ya comienza a llevar la idea a cabo y por lo tanto estar en acto. 


Conclusión

Me sorprende mucho que Al Kindi diga que Aristóteles dijo que existían cuatro tipos de intelecto, cuando en verdad lo que se sabe es que eran dos, aunque tampoco se dice explícitamente por parte del filósofo. El tema del intelecto siempre fue de dificultad y confusión, pero ahora Al-Kindi nos divide el intelecto en más de ellos. Quizás, es posible que estos intelectos se puedan subsumir en otros.