domingo, 28 de mayo de 2017

San Agustín de Hipona - Contra priscilianistas y origenistas (415).

Quizás, estas dos herejías son las menos conocidas por el público que no sabe mucho sobre los cismas de la Iglesia Católica. La argumentación en contra de Prisciliano es entendible, pero ¿cómo es que San Agustín de Hipona se declara en contra de las ideas de Orígenes, quien fuera padre de la Iglesia Católica y considerado uno de los teólogos más destacados de la misma? No sólo se debe atacar a los contrarios, sino que también se deben revisar los cimientos de la doctrina para seguir avanzando.

Referencias:

(1) La misma persecución que denunciaban los donatistas.

Definición:

(1) Apocatástasis: que en griego significa ''restauración'', quiere decir que todos los pecadores y no pecadores se reunirán finalmente con Dios. 


CONTRA PRISCILIANISTAS Y ORIGENISTAS


¿Quienes son los Priscilianistas?

Antecedentes

Medio siglos después del Concilio de Nicea, un obispo romano llamado Prisciliano de Ávila promovía una doctrina cristiana basada en la austeridad y estoicismo por toda Roma. Supuestamente se había acabado el arrianismo y el maniqueísmo, pero ahora surgía otra ''herejía''.


Historia del priscilianismo

El nombre de Priscilianismo proviene del nombre de su maestro llamado Prisciliano de Ávila.

Prisciliano y sus comienzos

Prisciliano nació alrededor del año 340 d. C. en Gallaecia, Hispania. Probablemente con una ascendencia aristócrata y noble, Prisciliano recibió una educación formidable en teología y filosofía. Ya en el año 370 se unía a los movimientos en favor del ascetismo, diciendo que no solamente se estudiara la biblia, sino que también los textos apócrifos. 

Su retórica persuadía a cualquiera que le escuchara, pues en ese tiempo se educó en la misma materia con Attius Delphidius, un destacado abogado y orador de Gallaecia que enseñó a Prisciliano por 5 años. En el año 375 comenzó a promover su doctrina la cual tuvo mucho éxito. En efecto, la actitud de un hombre ascético y apegado a las reglas morales más estrcitas siempre va a ser más llamativo a una audiencia.  

Prisciliano condenaba totalmente la unión que tenía la Iglesia Católica con el Estado Imperial, debido a los constantes casos de corrupción entre ellos (y el favorecimiento a la doctrina católica). Cuando sus enseñanzas empezaron a propagarse de manera rápida y sin detenimiento, el consejero de Constantino I, Osio, envió una carta al obispo de entonces llamado Hidacio. 


Conflictos y condenas

Debido a las reiteradas acusaciones de parte de los obispos católicos, el priscilianismo fue un tema a discutir en el año 380 donde tomó lugar el Concilio de Caesaraugusta (Zaragoza). Afortunadamente para el priscilianismo, dos de los obispos de prisciliano no aparecieron: Instancio y Salviano, por lo cual la condena quedó sin efecto. Luego de este sínodo Prisciliano se convirtió en obispo de Ávila y fue consagrado por Instancio y Salviano. 

Los priscilianistas intentaron por todos los medios de contactar al obispo Hidacio, pero los cristianos ortodoxos evitaron estos encuentros reuniéndose en grupos e identificando a los obispos priscilianistas. El mismo obispo Hidacio envió una carta a Ambrosio (obispo de Milán y profesor de San Agustín), convenciéndolo de condenar el priscilianismo y así se hizo.

Debido a esto, Prisciliano decidió viajar a Roma para ir directamente a hablar con el obispo que era Dámaso, pero el obispo no lo dejó porque no tenía autoridad alguna para impedirle obrar así al emperador.

El nuevo emperador y la condena definitiva

En el año 383, el gobernador de Britania, Máximo, cruzó las galias con un gran ejército decidido a derrocar a Graciano, quien era emperador de Roma. Al llegar a Roma, Máximo destronó totalmente a Graciano quien fue asesinado.

Máximo estaba a favor de la Iglesia Católica y estaba en contra de todas las herejías del período. Sin embargo, para condenar el Priscilianismo no había suficientes pruebas, por lo que el emperador crea una nueva forma de condena llamada ''maleficarum'' (brujería). Esta condena conllevaba a destruir o requisar todas las pertenencias de la secta de toda la parte occidental del Imperio. 

Prisciliano fue forzado a decir que practicaba la brujería en el año 385 bajo tortura. La verdad es que Prisciliano fue torturado y obligado a confesar de que mantenía relaciones con mujeres nocturnas ignominiosas, rezar mientras está desnudo y estudiar doctrinas obscenas. 

Finalmente, Prisciliano es decapitado junto con sus seguidores. Este podría ser el primer caso en que una justicia secular interviene en asuntos eclesiásticos. Muchos obispos de gran autoridad (San Ambrosio de Milán, Papa Siricio y Martín de Tours) estuvieron en contra de las ejecuciones a Prisciliano y sus seguidores, años después será recordado como un mártir. Cabe mencionar un hecho anecdótico donde Martín de Tours pide que no se ejecute a Prisciliano, a lo que Máximo acepta, pero luego de romper relaciones con Martín rompe su promesa. 

Doctrina de Prisciliano

¿Qué controversia o problema podría darnos la doctrina de Prisciliano? así como el pelagianismo y el donatismo, el priscilianismo estaba influenciado por el ascetismo. Los priscilianos pedían un poco más de consecuencia a la Iglesia Católica la cual no profesaba específicamente, una actitud austera y humilde. 

Disciplina priscilianista

El comportamiento que exigía el priscilianismo distaba enormemente de las doctrinas de la Iglesia. Los súbditos de Prisciliano instaban a que los cristianos abandonaran los bienes materiales y que llevaran una vida ascética en todo aspecto. Podríamos decir perfectamente que los priscilianos tenían dos miradas de la realidad, es decir, creían en un dualismo representado por el mal, que serían los bienes materiales; y el bien, que sería el espíritu. Por supuesto, esta doctrina nos recordará mucho a los antiguos enemigos de San Agustín: los maniqueos. 

La salvación del hombre, de acuerdo a los planteamientos priscilianos, consistía en liberarse en la dominación de la materia. La abstinencia al alcohol era un imperativo, así como también lo era el celibato. Estaban en contra de la esclavitud y permitían a las mujeres formar parte de la liturgia sin ningún problema, e incluso les permitía ejercer el sacerdocio. Por si esto fuera poco, los priscilianos no aceptaban la Santísima Trinidad, dogma fundamental en la Iglesia Católica.

Teoría priscilianista

Como si estuvieran influenciados por los maniqueos, los priscilianistas aseguraban que existían dos reinos donde el mal y el bien se batían el uno al otro. El mundo del bien estaba representado por Dios y el del mal por lo material, y también por los signos del Zodíaco. 

Otra de las cosas a destacar sobre los priscilianos es su teoría del alma la cual dice que están encerradas en una especie de receptáculo de Dios, para luego combatir el mal. También aseguraban que algunas partes del alma estaban representadas por algunos personajes importante de la biblia:


  1. Rubén en la cabeza
  2. Judá en el pecho
  3. Levi en el corazón
  4. Benjamín en los muslos

Luego, las partes del cuerpo también tenían sus propias denominaciones, pero esta vez con los signos del Zodíaco:

  1. Aries la cabeza
  2. Tauro en la cerviz 
  3. Géminis en los brazos
  4. Cáncer en el pecho
Por cierto, todas estas partes del cuerpo pertenecen al reino de las tinieblas donde gobierna el supuesto príncipe del mal. Todo lo sensible que existe no es obra de Dios, según Prisciliano, sino que es obra del príncipe de las tinieblas porque a él pertenece la materia. 


Su interpretación de la biblia era totalmente libre, es decir, cada quien podía interpretarla como quisiese. Esto implicaba que no podrían haber sacerdotes (para el entendimiento de las sagradas escrituras), ni eclesiásticos que las explicaran. Prisciliano se adelanta muchos siglos a las religiones protestantes que desataría Martín Lutero y que se refugiaban en las interpretaciones alternativas a las tradicionales otorgadas por la Iglesia Católica. 


Refutaciones de San Agustín a Prisciliano


A San Agustín no le fue difícil refutar la postura de Prisciliano, pues refutar a los maniqueos significa en gran parte refutar a los priscilianos. 

Los priscilianos dicen que la creación se hizo a través del principe de las tinieblas y Dios sólo hizo las almas, pero sabemos por San Agustín que la creación fue hecha por Dios. Ahora ¿cómo hizo Dios el mundo material imperfecto? así como pudo hacer las almas de la nada, Dios hizo el mundo a partir de la materia informe

Si Dios hizo el alma de la nada, tuvo que usar su voluntad para hacerlo, sin embargo, si la voluntad es algo ¿cómo pudo hacer el alma de la nada? De acuerdo con San Agustín, incluso en las creaciones humanas todo sale de la voluntad. En un comienzo, el hombre tiene una idea de algo y luego aplica su voluntad para realizar lo que va a hacer. Esto es así porque sería ridículo decir que la voluntad de Adán y Eva fueron el barro, el polvo, o el soplo divino que ciertamente son cosas. El secreto de la creación tanto divina como humana es la propia voluntad.

Más allá de esto, San Agustín no se refiere ni a la disciplina ni a las exigencias de los priscilianistas. Pareciera ser que San Agustín sólo se enfocó en la crítica tal cual como lo hizo con los maniqueos. 



¿Quien era Orígenes?

Pasemos ahora al otro grupo de doctrina. No podemos decir que realmente existían origenistas (a pesar de que el título del libro se llame así), pero sí podemos hablar de la vida del padre de la Iglesia Católica y su obra. 

Orígenes y sus comienzos

Siendo discípulo de otro gran padre de la Iglesia llamado Clemente de Alejandría, Orígenes fue uno de los más destacados cristianos de la Iglesia Católica ortodoxa. Su padre fue Leónidas de Alejandría quien lo educó en la filosofía helenística como también en la teología. De su madre no se tiene mucha información. 

Su ascetismo llegó a un punto tal que se llegó a castrar a sí mismo para mostrar que por naturaleza no podría ser tentado por las pasiones del cuerpo. Sin embargo, esta acción no sólo fue seguida por un ideal asceta sino que también fue por un mérito bíblico que aparece en el Mateo 19:12:

''Porque hay eunucos que nacieron así desde el seno de su madre, y hay eunucos que fueron hechos por los hombres, también hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por el reino de los cielos. El que pueda aceptar esto que lo acepte''
(Mateo 19:12) 

En efecto, el eunuco (la persona que se castra a sí mismo de manera temporal o permanente) es aquel que recibe el reino de los cielos si a sí mismo se hace eunuco. 

Enseñanzas y problemas

Propagó sus enseñanzas bíblicas centrándose en la exégesis de las Sagradas Escrituras. Fue admirado por muchos teólogos como lo fue Ambrosio de Alejandría entre otros que seguían su trabajo. 

Tuvo un problema con Demetrio de Alejandría quien en un momento lo apoyaba pero después se opuso rotundamente. De hecho, todas las críticas hacia Orígenes provenían de Alejandría probablemente porque Demetrio se encargaba de difamar a Orígenes. 

En las otras provincias del Imperio como Palestina, Fenicia o Arabia la reputación de Orígenes era buena. Su amigo Heraclas de Alejandría, quien luego fuera patriarca, ayudó a difundir la doctrina de Orígenes. Finalmente, Orígenes se asentó en Caesarea, Palestina, donde no tuvo problemas en publicar sus escritos exegéticos.

La persecusión

Sin embargo, en el imperio de Decio, una peligrosa peste se propagó por todo el Imperio. La peste tomó la vida de 5.000 romanos en un día cerca del año 260 d. C. Decio creyó que la plaga se debió a un tipo de magia que fue causada porque los cristianos no lo adoraban a él como a un Dios, a partir de aquí, el emperador proscribió a todos aquellos que se consideraban cristianos o eran cristianos(1)

Orígenes no huyó de la persecución y fue capturado por las autoridades, y torturado. Fue un duro acontecimiento para Orígenes quien sufría estas calamidades a sus 66 años de edad. Pasando exactamente 3 años más Orígenes muere a causa de las heridas de aquella tortura.


Doctrina de Orígenes

Orígenes era un hombre muy parecido a San Agustín; unía la filosofía más compleja con las Santas Escrituras, dando más prioridad a esta última que a la primera. 

Teoría Origenista de la realidad

Tal y como lo dijera Platón, Orígenes divide la realidad en dos definiendo a la materia como el mal y a las ideas con el bien. El hombre, al tener libre albedrío, es libre de elegir si quiere hacer el bien o quiere hacer el mal. Cada vez que va eligiendo la materia, está eligiendo hacer el mal, y cada vez que se acerca a las cosas inteligibles el bien. Esta doctrina llevara a Orígenes a no hacer diferencia entre la ética cristiana y la ética filosófica. 

Hay un mediador entre Dios y los hombres, y esta se llama razón, pues de ninguna otra forma podría comprenderse siquiera el concepto de Dios. Esta razón está subordinada a Dios, ya que ésta fue la herramienta que Dios utilizó para crear todo lo que rodea al hombre. En otras palabras, el logos creó el mundo bajo la omnipotencia de Dios. 

¿Doctrina trinitaria?

Realmente, en Orígenes no se vislumbra una teoría Trinitaria debido a que separa el poderío del Padre con el Hijo, además de distinguir al Hijo y al Espíritu Santo con Dios (lo cual rompe con el esquema trinitario).

Por otro lado, Orígenes también separa el logos de Dios, dándole total independencia fuera de Dios, pero que Dios, en cualquier caso podría ocupar. Otro problema fue el resolver si Jesús era realmente humano o divino (teoría que más tarde presidirían los pelagianos), lo cual Orígenes lo dejó como un misterio más de las Sagradas Escrituras. 

Apocatástasis(1)

¿Qué significa este término empleado por Orígenes? simplemente la idea de que todos los pecadores y no pecadores volverán a ser uno sólo con Dios. 

¿Qué consecuencias trae esta doctrina? que si los pecadores hicieron algo malo en sus vidas, entonces podrán ser buenos una vez se purifiquen, lo que llevaría a pensar que el infierno no es eterno y que el castigo es sólo una especie de panacea. En otras palabras, nadie se tendría que preocupar de ser malo, pues todos finalmente estarán con Dios. 

Refutación de San Agustín a Orígenes


San Agustín no está de acuerdo con el planteamiento de Orígenes, y sobre todo está en contra de la apocatástasis. Como dijimos anteriormente, si existiera esta apocatástasis, entonces ningún sacramento y ningún esfuerzo por ser buenos si todos irán al final con Dios. 

Además de esto, la teoría de Orígenes implica algo aún más significativo que sería decir que realmente nuestra vida tiene fin, es decir, que finalmente acabamos nuestras vidas con Dios, el cual al mismo tiempo tendría comienzo y fin. No obstante, San Agustín está en total desacuerdo con esto basándose en la biblia:


''Aquéllos irán al fuego eterno, pero los justos a la vida eterna'' 
(Mateo 25:41) 
El concepto de mérito es algo que no se puede transar en el cristianismo, ya que de otra forma no se distinguirán los buenos de los malos. Por eso también Dios otorgó al hombre el libre albedrío. En consecuencia, tanto el cielo como el infierno son eternos, y dependerá del mérito del hombre (o más bien de Dios porque toda obra buena es de Dios) y de su fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Conclusión

Quizás, puede sonar muy modernos los planteamientos de los cismas que surgieron en aquellos años. En cuanto a los priscilianistas que denunciaban la opulencia de la Iglesia Católica y su unión con las autoridades máximas del Imperio Romano, su visión de la contingencia y consecuencia cristiana es entendible, pues hoy en día se cuestiona mucho el poder de Iglesia. Esta sed de justicia que pedían tanto los donatistas como los priscilianistas se dejará ver siglos más tarde con el surgimiento de las religiones protestantes. 

viernes, 26 de mayo de 2017

San Agustín de Hipona - Contra los arrianos (418 - 428).

Las disputas contra la Iglesia Católica son inacabables y San Agustín de Hipona da la cara para ir en favor de su religión. ¿Quienes son los que ahora debe enfrentar? unos antiguos enemigos de la Iglesia, que se supone fueron vencidos en uno de los concilios más importantes de la historia del catolicismo: el Concilio de Nicea. Estos fueron los arrianos quienes no dan tregua con su ideología no-trinitaria. Veamos a los persistentes enemigos de San Agustín

CONTRA LOS ARRIANOS

¿Quienes eran los arrianos?

Antecedentes

Una vez que el Nuevo Testamento había llegado a mano de los hombres para hablar sobre la vida de Jesús, un grupo de hombres comenzaron a polemizar sobre la naturaleza de Jesús y de la Santísima Trinidad. 

La Iglesia Católica no había enfrentado un sigma tan significativo como este todavía, pues, en realidad, los arrianos fueron los primeros que tuvieron diferencias con la Iglesia. Tanto fue así que se tuvo que inaugurar un concilio para que se pudieran resolver las dudas.

Historia del arrianismo

El nombre de arrianismo proviene del mismo nombre de su creador del cual sólo tenemos su primer nombre: el sacerdote Arrio. 

Arrio y sus comienzos

Arrio fue un sacerdote asceta, presbítero y cristiano nacido en Alejandría que vivió entre los años 235 y 336. La vida del sacerdote nos queda vedada por muchos vacíos históricos y por la falta de documentación biográfica, pues cuando el arrianismo fue condenado, todo lo relacionado con esta doctrina fue eliminado. 

Lo que si se sabe es que era descendiente de los bereberes quienes eran habitantes de lo que actualmente podríamos llamar Libia. Se cree que podría haber sido discípulo de San Luciano de Antioquía, quien era un hombre cristiano, pero que en alguna parte de su vida se tomó por sospechoso de herejía. 

Concilio de Nicea

La disputa arriana no fue algo inocuo sino que en verdad fue muy problemática para la Iglesia. Ya el mismo Constantino I, que si bien estaba de lado de los cristiano, también tenía sus dudas en cuanto a la divinidad de Cristo. 

Las dudas e interrogantes eran tantas que en el año 325, el emperador Constantino I decidió convocar el primer concilio religioso de la historia: el Concilio de Nicea. 

Arrio asistió con unos 22 obispos, incluyendo a su ''caballito de batalla'' quien era el obispo Eusebio de Nicomedia para hacer frente a la polémica. El debate fue arduo, Arrio insistía en la supremacía del Padre y que el hijo había sido engendrado por él, mientras que los cristianos ortodoxos decían que eran iguales. Tanto fue así de ardiente el debate que Arrio fue golpeado en la cara por San Nicolás de Bari y en respuesta a esto, Eusebio orinó en la túnica de Nicolás de Bari.

Finalmente, la disputa se solucionó a favor de los nicenos apoyando la afirmación de que Jesús era ''homouisiano'', es decir, de la misma sustancia del Padre, con lo cual el arrianismo es condenado a la herejía y a la persecución. 

Doctrina del arrianismo

Discrepancia con Alejandro I: el Hijo es engendrado

El comienzo de la doctrina se vislumbro primeramente en un discurso que dio el Papa Alejandro I que trataba sobre la relación del Padre y el Hijo. Muchas veces se dice en la biblia que el Hijo fue engendrado por el Padre, a lo que Arrio respondió que si esto era así, entonces el Hijo no tendría una naturaleza divina. En efecto, como todos sabemos, el Hijo es el mismo Jesús quien vivió en la tierra siendo hombre de carne y hueso. 

El Papa Alejandro I, muy molesto con el pensamiento Arriano, culpaba a San Luciano de haber influenciado una doctrina herética a Arrio, pero no tenía pruebas para decir que efectivamente era así. 

Si el Hijo, Jesús, tiene una naturaleza divina, entonces ¿cómo es que fue engendrado como mortal? la única respuesta posible para Arrios sería decir que Jesús siempre fue mortal. 

Discrepancia con Orígenes: Hijo inferior al Padre

A primera vista, la teoría de Arrio parece bastante verosímil, pues en ninguna parte de la biblia se dice literalmente que existe una cierta naturaleza de Cristo. Pero si todo hijo es engendrado de un padre, entonces vale decir que el Hijo de Dios fue creado por el Padre. Por eso dice Arrio la siguiente aseveración:

''Hubo un tiempo en que el Hijo no existió''

Orígenes, quien fue uno de los primeros padres de la Iglesia, Advertía que el Hijo era inferior al Padre en muchas cosas y en otras eran iguales. Sin embargo, como tesis final, Orígenes nos dice que entre los humanos, la relación de padre e hijo se termina con la muerte; en cambio, con los seres divinos como lo serían el Padre y el Hijo, no podrían tener una relación si esta no fuera eterna. 

La molestia de Arrio con las doctrinas de Orígenes se hicieron saber a las autoridades romanas, aunque Arrio también aprovechó muchas de las diferencias que sí reconocía Orígenes para fundamentar su teoría en su autoridad, es decir, Arrio tendría como referente al mismo Orígenes padre de la Iglesia Católica. 

Además, la misma biblia reconoce (en la lectura de Arrio) que el Hijo es inferior al Padre:

''No he venido por mi cuenta, él me ha enviado''
(Juan 8:42)

Hay muchas otras donde se reconoce la superioridad del Padre frente al Hijo:

''Descendí del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió''
(Juan 6:38)

Todo esto da a pensar que la superioridad del Padre es incuestionable y puede llevarse a la relación terrenal del Padre e Hijo; es decir, el padre manda y el hijo obedece: una clara aseveración de que el Padre es muy superior al Hijo. 

Refutación de San Agustín

Padre e Hijo con coeternos

Principalmente, San Agustín refuta la teoría arriana basándose en la biblia, pues el mismo Evangelio de Juan refiriéndose a Jesús dice:

''El es el verdadero Dios y la vida eterna''
(Juan 5:20)

El punto más fuerte quizás de la controversia arriana sería decir que hubo un tiempo en que el Hijo no existía. Sin embargo, si se es cristiano y se dice ''En el principio existía el Verbo y todo fue hecho por él'', entonces se tendrá que aceptar el el Hijo (que es el mismo Verbo) ya estaba al principio de los tiempos junto con el Padre.

Los arrianos agregan que el Hijo fue creado por voluntad del Padre, pues así nace todo Hijo. Y si el Padre lo quiere, con mayor razón el Hijo es creación del Padre. Ahora, toda voluntad del Padre el Hijo la acata sin ningún pero y es verdad. Sin embargo, San Agustín se saca esta argumentación diciendo que si bien, el Hijo estaría ''sometido'' a la voluntad del Padre, entonces ¿por qué el Hijo está con el Padre en la tierra? porque así dice en la biblia:

''No estoy yo sólo, porque mi Padre está conmigo''
(Juan 16:32)

Palabras hechas y dichas por el mismo Jesús en el Evangelio de Juan. 

La naturaleza de Cristo

Deberíamos decir con el relato de San Agustín que Jesús es 100% divino y 100% humano. Divino en cuanto está con el Padre y mortal cuando bajó hasta la tierra a enseñar sus lecciones a los hombres. De ahí que en la biblia pase refiriéndose de una naturaleza a otra diciendo:

''El Padre es mayor que yo''
(Juan 14:28)

''Yo y él Padre somos uno''
(Juan 5:21)

La dualidad de Cristo no hace ninguna merma al Padre ni a su propia divinidad del Hijo, pues fue enviado como hombre, y como hombre debió sufrir. 

Podríamos decir que la crítica agustiniana hacia Arrio sería interpretar la biblia de manera literal, en contraste a como lo hace San Agustín que es de una manera más interpretativa. 

Contra Maximino

Otro de los problemas que debió enfrentar San Agustín contra los arrianos, fue contra su obispo llamado Maximino. Entre muchas de las cosas que Maximino le reprochaba a San Agustín, una de ellas era que si el Hijo era igual que el Padre, entonces los dos debieran ser idénticos lo cual no es cierto.  

Pero el planteamiento de Maximino puede caer en una inconsistencia porque bien se puede decir: Adán es igual a sus hijos, porque tanto Adán como sus hijos son humanos. Así, tanto el Padre y el Hijo son divinos. 

Arrianismo en la posteridad

Condenas y concesiones

A pesar de las argumentaciones de San Agustín y de los concilios realizados a lo largo de la historia, el arrianismo siguió resultando atractivo para emperadores, intelectuales y teólogos. De hecho, el mismo Constantino II, sucesor inmediato de Constantino I, aceptaba de buena gana el arrianismo; sin embargo, pasaron los emperadores y finalmente, Teodosio I condena definitivamente el arrianismo en el Concilio de Constantinopla. 

Actualidad

En la actualidad aún subsisten ciertos grupos que defienden el arrianismo; como por ejemplo, La Sagrada y Apostólica Iglesia del Catolicismo Arriano quienes dicen seguir la doctrina de Arrio. Esta iglesia fue canonizada el año 2006 y aún sigue vigente en Inglaterra que fue el lugar donde se creó.

Testigos de Jehová

Mucho se dice que los Testigos de Jehová son los actuales arrianos, ya que estos tampoco aceptan la Santísima Trinidad. Si bien este principio es fundamental en el arrianismo, existen diferencias fundamentales también en las costumbres y creencias que tienen las dos religiones. Por ejemplo, los Testigos de Jehová aseguran que el Hijo puede conocer al Padre totalmente, mientras que los arrianos negaban esto. 

Conclusión

Interesantísimo el cisma que tenemos en estas páginas del blog, del cual San Agustín rehusaba totalmente. Si este cisma tuvo tanta significación incluso en los tiempos modernos, ¿cómo no va a tener significación o vamos a dejarlo fuera de la discusión? Los mismo cristianos aceptaron que el problema tenía una duda razonable que era necesario discutir. Por supuesto, la discusión no queda aquí, es decir, no porque se celebre un concilio la victoria doctrinal se acaba pues veremos como más adelante siguen surgiendo más discusiones. Al parecer, las verdades se odian entre sí. 

jueves, 25 de mayo de 2017

San Agustín de Hipona - Contra los pelagianos (417 - 429).

Una cosa era el cisma donatista que ponía su mirada más bien en la consecuencia o en las actitudes de la Iglesia Católica. En el caso de los pelagianos, esta secta no aceptaba la idea del pecado original, es decir, cuestionaba las Sagradas Escrituras directamente por lo que el doctor de la gracia no podía mostrarse indiferente. ¿Qué significaba que no existiera el pecado original? que ninguna de las acciones purificadoras de la Iglesia tendría sentido; por ejemplo, el bautismo, la confesión o la catequesis. Veamos la réplica de San Agustín de Hipona a los pelagianos.

Referencias:

(1) Sólo quería dar una anécdota. Recuerdo un libro de Maya Angelou llamado ''I know why the caged bird sings'' (Sé por qué canta el pájaro enjaulado), donde la protagonista, que es la misma Maya, dice ''si quieres saber quién es realmente cristiano, basta que leas el Deuteronomio''. 

(2) No son palabras literales de San Agustín, pero si se condena a los niños sin tener ningún acto de voluntad (sólo por herencia) entonces podríamos decir que el mal en el es innato.

Definiciones:

(1) Collatio: proceso que consiste en la revisión y comparación de textos. Hoy en día la colación (que es de dónde proviene la palabra), se refiere ala descripción de un libro como la paginación, la dimensión o el material que tenga.

(2) Ascético, ascetismo: doctrina que promueve un estilo de vida austero y lejos de los placeres, es decir, un modo de vida totalmente espiritual. 

CONTRA LOS PELAGIANOS

¿Quienes eran los pelagianos?

Antecedentes

El imperio romano daba total razón al partido de Ceciliano quien fue acusado por los donatistas de traición. Todo esto fue llevado a cabo por Marcelino, quien proclamó en la conferencia de Cartago (más específicamente en la collatio(1)) que los donatistas serían condenados por su doctrina. Esto significaba un año más de paz para la Iglesia Católica y sus súbditos, pero algo más surgió a medida que avanzaba el tiempo: un nuevo cisma religioso. 

Historia de los pelagianos

Este cisma surgido principalmente en África fue llamado pelagianismo, que proviene del nombre del mismo monje que le dio vida: Pelagio. 

Pelagio y sus comienzos

Pelagio era un monje britano (muchos decían que era celta) que nació en 368 d. C. y murió en el 418 d. C. Era un hombre ascético(2) y muy estudioso de los textos bíblicos y de la filosofía en general; en otras palabras, era un teólogo y filósofo muy destacado para su tiempo. 

Al ser un hombre muy destacado, Pelagio fue admirado por muchos hombres incluyendo al mismísimo San Agustín quien lo tomaba por un ''hombre santo''. De hecho, en cuanto a datos biográficos, Pelagio y San Agustín comparten la misma lejanía que tuvieron de la centralidad del imperio; San Agustín, que vivía en Hipona; y Pelagio, que vivía en la distante Britannia. 

En el año 400 se trasladó a Roma donde gozaría de mucha popularidad, a pesar de los grandes problemas que tenía el Imperio en ese tiempo. fue alabado por los cristianos sobre todo por su escrito llamado ''Exposiciones sobre las trece epístolas de San Pablo''. Este texto inició el debate entre los hombres más prominentes de la Iglesia Católica, junto con el pensamiento que añadía Pelagio.

Doctrina de Pelagio

Moralidad religiosa

Si tuviéramos que hablar de alguien realmente consecuente en la religión, entonces Pelagio es el hombre. Estaba formado con un fuerte moralismo ascético que lo hacía influyente frente a su audiencia. Se dio el lujo de acusar a San Agustín de mucha flexibilidad en la doctrina y comportamiento cristiano. 

El objetivo de Pelagio era incorporar el ascetismo dentro del cristianismo para que estos últimos fueran igual de consecuentes que él. En cierto modo, Pelagio exigía una rigurosidad ya vista con los donatistas quienes decían que el hombre debía ser totalmente ''puro''. Por lo tanto, si para Donato los hombres debían ser puros, para Pelagio debían ser extremadamente rigurosos en su comportamiento.

De todos modos, si se lee el A.T. podremos conocer que los mandamientos y preceptos que dios da a los hombres son imperativos, es decir, su cumplimiento es definitivo. Muchos se vieron convencidos por los planteamientos pelagianos porque, aquellos que creían ser verdaderos devotos a Dios, pronto se daban cuenta que no lo eran en absoluto(1).  

Libertad del hombre

Para Pelagio, el hombre no necesitaba del bautismo ni pasar por ningún sacramento para alcanzar a Dios; el hombre podría por sí solo llegar a la santidad. Pelagio tomaba esto de los filósofos antiguos que destacaban la autonomía como parte fundamental de la sabiduría del hombre. 

Esto sonaba horrible para San Agustín porque para el obispo, nadie puede ser autónomo, pues todos los hombres dependen de Dios. Pensar en la autonomía es un acercamiento poco a poco al peor de los pecados del hombre: la soberbia. Por eso San Agustín también condenaba la doctrina platónica la cual sostenía que lo mejor del hombre era su independencia a través del mundo inteligible. Adicionalmente, para San Agustín el bautismo no significaba un camino fácil lleno de concesiones, sino que al contrario, requiere un largo camino de perfección y sabiduría donde ya no se puede cometer el mal; es decir, el bautismo significa que el hombre ya conoce el mal y si lo comete, debe ser profundamente castigado. 

La libertad del hombre (sin la necesidad de Dios) representa un peligro para la doctrina cristiana. ¿Por qué? porque esta libertad y autonomía aleja al hombre de Dios; en otras palabras, el hombre ya no necesitaría de la gracia de Dios.

Además, ¿qué significa realmente el libre albedrío? si lo vemos desde el razonamiento humano, debemos decir que es la completa libertad del hombre de hacer lo que desee. Sin embargo, si esto es así, entonces el poder de la gracia quedaría excluído. Por otro lado, si Dios hizo a todas las criaturas buenas, entonces bien podrían ser los hombres buenos por su propia voluntad y no por la gracia. Un argumento más del pelagianismo sería decir que el libre albedrío, al dar la libertad absoluta al hombre, entonces también le dio la libertad de pecar

No obstante, bastaba una simple oración de San Agustín para derribar la teoría del pelagianismo:

''Señor, danos lo que ordenas, y ordena lo que es tu voluntad''
(Confesiones, capítulo 24)

¿Qué quería decir San Agustín con esto? que todo estaba bajo la gracia de Dios. Si Dios creó el mundo, creó al hombre y todo lo que le rodea, entonces está en control de todo lo que creó. Por lo tanto, el hombre es libre de sus acciones, pero bajo la gracia de Dios. 

Predestinación

Pelagio se preguntaba comprensiblemente ¿cómo es que Dios manda al hombre a cumplir cosas que son irrealizables? En efecto, todos sus mandatos deben ser realizables. Pero para Pelagio, la visión que tenía San Agustín de Dios, es decir, de un Dios que premia y castiga no es correcta; no podríamos hablar de un Dios de amor si fuera ese el caso (de acuerdo a Pelagio).

El gran problema que puede tener la doctrina de Pelagio es poner la misericordia de Dios en la comprensión humana, ya que a Dios no se le puede determinar conceptos humanos. La justicia de Dios no puede ser pensada en términos antropológicos porque son cosas divinas, fuera del alcance de la mente del hombre. Dios es la justicia misma, y por eso no se le puede llamar injusto.  Si Pelagio acepta que Dios es divino, perfecto y bueno, entonces también acepta que es justo y por lo tanto, no puede decir que es cruel si acepta lo primero (y vaya que lo acepta).

En resumen, para Pelagio el hombre estaba predestinado a seguir o no seguir a Dios, mientras que para San Agustín el hombre estaba en Dios siguiera o no siguiera los mandatos. Además de esto, para San Agustín la predestinación era justa. 

Pecado original

Todos sabemos por cultura general que el pecado original se cometió cuando Eva persuadió a Adán a comer el fruto prohibido. Fue el primer acto de desobediencia a Dios y por esto el hombre es culpable y pecador; el resto de los hombres después de Adán tendrán que cargar con el mismo pecado. 

Ahora, ¿cómo es que la semilla del pecado se trasmitió a todos los hombres? Pelagio cree que los hombres después de Adán no tienen esa semilla del pecado, pues el pecado sólo recae en Adán por desobediente. Sin embargo, San Agustín discrepa diciendo que dicha ''trasmisión'' se hace notar en el comportamiento posterior que tienen Adán y Eva.  Recordemos que Adán y Eva se sintieron avergonzados, con miedo a causa de lo que habían hecho. Por lo tanto, la desobediencia que tuvieron se transmitió vía sexual a las siguientes generaciones, tal como si fuera una herencia. 

Pelagio dice que como no se tiene el pecado original (porque fue responsabilidad de Adán y no de los hombres siguientes), entonces el bautismo se hace innecesario al ser este considerado una especie de oportunidad de comenzar desde cero. En ese sentido, la muerte, piensa Pelagio, se debe a la naturaleza del hombre y no al pecado original. Pero San Agustín dice que si bien el bautismo nos hace ser conscientes del bien, el hombre no tiene asegurado el cielo por sólo tener el bautismo; por el contrario, necesita seguir combatiendo con las carnalidades del mundo. 

Además, recordemos que el hombre muere a partir del pecado, es decir, si no tuviera el pecado no podría morir lo cual no es cierto porque el hombre muere de todas formas. 

''Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna''
(Romanos 6:23)

Por su condición de heredero del pecado, el hombre muere de manera definitiva. Sí el hombre no llevara esta herencia, entonces viviría para siempre pues no pecaría; y como sabemos, todos los hombres mueren por más buenos que sean, por tanto, todos llevan el pecado de Adán.


Rechazo al pelagianismo

Muchas personalidades de a fines del Imperio Romano no aceptaban de ninguna manera el pelagianismo. El monje se dirigió a Palestina, Lod, Milán a presentar su teoría a distintos obispos como San Jerónimo de Estridon, Osorio, y finalmente Inocencio I quien era el mismísimo papa de la época. 

Está demás decir que San Agustín habló en contra de Pelagio, pues incluso redactó una carta junto con otros cuatro obispos donde se pedía condenar el pelagianismo. Aquí están los principios:

  1. La muerte es producto del pecado, no de la naturaleza.
  2. Dios proporciona la gracia por su voluntad y no por méritos.
  3. La gracia es proporcionada a los adultos.
  4. Dios proporciona la fuerza de voluntad para evitar pecados.
  5. Las buenas obras son gracias a Dios y no gracias al hombre.
  6. Los que creen en el Señor lo hacen por propia voluntad.
  7. El cristiano obra a través de la fe.
  8. El cristiano le da gracias a Dios con sinceridad y rectitud.
  9. La confesión de los pecados se hacen porque son ciertos, no por humildad.
  10. Los niños que mueren sin recibir bautizo son excluidos del Reino de los Cielos.
  11. Los santos piden perdón por sus pecados.
  12. Bienaventurados los que mueren en el Señor.

Quizás el punto 10 es uno de los más controversiales entre Pelagio y San Agustín

El bautismo en los niños

Para San Agustín, los niños eran culpables, es decir, cometían pecados porque muchas cosas malas que el hombre comete se hacen de manera innata(2)

La sexualidad es el recuerdo de que el hombre pecó y que los hombres siguientes que nazcan desde aquí serán pecadores también en un comienzo. Sólo podrán librarse de éste obteniendo el bautismo (y aún así tendrán que seguir luchando contra el mal). 

Para Pelagio, que los niños fueran culpables del pecado era un sin sentido además de que, en otra inspección, Pelagio descubría el antiguo maniqueísmo del cual San Agustín se había deshecho. De ahí que Pelagio lo siguiera culpando de maniqueo. 


Condena definitiva
  
Pelagio, en un último intento de salvarse de la persecución y la condena, escribió una carta al Papa Inocencio I que sería llamada ''De libre albedrío IV''. Lamentablemente, el Papa no alcanzó a leer su carta debido a que murió mucho después de que llegara. No obstante, esta carta fue recibida por el Papa Zósimo quien era el sucesor de Inocencio I. Al leer la carta, Zósimo perdonó a los pelagianos y no se les persiguió más.

San Agustín quedó indignado al ver que Pelagio no fuera condenado, a lo que inmediatamente redactó la carta de los doce principios contra el maniqueísmo. 

Pelagianismo en la posteridad

Si bien el pelagianismo fue condenado oficialmente en el año 418 d. C. por el Papa Inocencio I, a través de una carta que San Agustín y otros obispos redactaron para condenar la doctrina, las teorías del pelagianismo dieron mucha pelea a las doctrinas católicas. 

Así lo dice uno de los teólogos más connotados de la historia:

''La disputa arriana del concilio de Nicea sólo puede ser comparada con la controversia del pelagianismo''
(Adolf Harnack, ''Historia del dogma'') 

Con el gran esfuerzo mental que implicó el concilio de Nicea, es decir, determinar la naturaleza de Cristo, el pelagianismo fue una teoría que no dio tregua hasta mucho tiempo después cuando se descartó totalmente. Podríamos decir tan bien como dice Adolf Harnack que el pelagianismo fue equivalente al Concilio de Nicea.

La Iglesia Católica sigue defendiendo los doce principios que San Agustín y los doce obispos habían escrito, sin embargo, el punto 10 quedó rechazado por la Iglesia Católica, diciendo que los niños son salvos gracias a la misericordia de Dios. 

Semipelagianismo

Muchos teólogos se interesaron por la doctrina de Pelagio, sobre todo en el siglo V en figuras como San Fausto de Riez, San Vicente de Lerins y San Juan Casiano. Estos santos trataron de conciliar la filosofía de Pelagio con las doctrinas de la Iglesia Católica, pero San Agustín las vuelve a refutar sin ningún problema. Finalmente, el semipelagianismo también fue condenado en el año 529 en el Concilio de Orange. 

La teoría del semipelagianismo no rechazaba a Dios en el libre albedrío, es decir, lo aceptaba como un comienzo, como una iniciativa, pero después, el hombre era responsable de sus actos y Dios no podría intervenir. Decían los semipelagianos:

''La iniciativa de Dios comienza con la gracia, y gracias a la gracia el hombre puede por sí mismo obrar de la manera que le parezca, pero siempre por medio de la gracia''

Como vemos, los pelagianos no dejan de decir que el hombre tiene libre voluntad fuera de la voluntad de Dios; el hombre hace sus obras por mérito propio. Se rompe uno de los principios que escribía San Agustín, el cual se refería a que los méritos son de Dios y no del hombre.

La mayoría de los expertos dicen que el pelagianismo se mezcló con otras teorías y religiones que se destacaban en oriente, así como la mayoría de las herejías que condenaba la Iglesia Católica. En todo caso, en la época medieval pasó inadvertida por la Iglesia Católica, apareciendo de nuevo (o revelándose) recién en el siglo XVI.

Conclusión

Al parecer fue una de las doctrinas que dio más batalla a la Iglesia Católica. Su persistencia en el tiempo demuestra que en la historia de las religiones hay una dualidad entre divinidad y antropología. Por un lado, el hombre no es independiente si acepta una divinidad, o es independiente si acepta que las cosas son creadas por sus propios méritos. Si lo pensamos bien, esta dicotomía pertenece también a la dualidad religión/filosofía; en la religión, Dios responde las preguntas del hombre; en la filosofía, el hombre se responde las preguntas del hombre (valga la redundancia). ¿Qué piensas que es lo correcto?

Para terminar, quisiera mostrar un video sobre la controversia entre San Agustín y Pelagio por parte de la Iglesia Católica de La Serena.

https://www.youtube.com/watch?v=hSVZDJMaYrE

domingo, 21 de mayo de 2017

San Agustín de Hipona - La Trinidad (Libro XV: Conclusiones finales) (399).

Al fin llegamos al último libro sobre la Santísima Trinidad. Este será un libro que resume toda la teoría trinitaria que San Agustín de Hipona ha podido recabar hasta el momento.A esta altura ya debemos tener varias pistas de cómo se va formando la Santísima Trinidad, pero nos hace falta tener una mirada más general para comprenderla; es decir, reunir todos los datos y sacar una conclusión final de cómo puede entenderse este dogma de fe que hasta el día de hoy se discute. 

LA TRINIDAD

LIBRO XV: CONCLUSIONES FINALES

En busca de la Trinidad

¿Quien puede encontrar a la Trinidad? si nos fijamos en el animal que está por debajo del hombre, debemos decir que este sólo podría percibir la Trinidad exterior, esa que está por fuera de la esencia interior. El hombre es el único que puede comprender y encontrar la Santísima Trinidad, ya que en su interior, en su mente, está la imágen de Dios y todo lo sagrado. 

Dios ha existido desde el principio de los tiempos y seguirá viviendo. No sólo las S.E. claman su existencia, sino que también la naturaleza que rodea al hombre. Sin embargo, nada de esto es Dios, es decir, no se puede reducir a un cuerpo ni a un alma, sino que más biena una pura esencia que puede hacer todo lo imaginable (y lo inimaginable). 

Los hombres deben mendigar de Dios la sabiduría porque el hombre sólo tiene la ciencia para desarrollarse. Cuando encuentra la sabiduría está más cerca de Dios que de alguien que no lo está. 

Características de cada uno

El hombre se recuerda a sí mismo cuando sabe que es hombre, y si el hombre puede recordarse a sí mismo, con mucha mayor razón lo hará Dios. 

Vemos que el Padre es Sabiduría, así como la Sabiduría es también el mismo Hijo. Ahora, el Hijo es nacido del Padre necesariamente, aunque tiene su autonomía porque se comprende a sí mismo, se recuerda a sí mismo y se ama a sí mismo; como también lo hace el Padre y el Espíritu Santo. 

Recordemos también sustancialidad de los tres, pues esto es lo que los hace uno. Todos los hombres tienen diferencias porque sus atributos las marcan, pero quienes son sólo sustancias no pueden ser diferentes. Cómo el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son sustancias, ninguno de ellos tiene diferencia, y por eso ninguno es mejor que otro. 

Filosofía Académica

En los primeros libros de San Agustín, el santo se dedica a refutar a los académicos quienes emplean un escepticismo radical en cuanto al conocimiento. Estos postulaban que nada se puede saber realmente porque no somos poseedores absolutos de la verdad; todo lo basamos en opiniones y pareceres.

¿Podemos negar la existencia de todo lo que nos rodea? sería ridículo pues entonces tendríamos que ir con cuidado de todo. Sería un absurdo decir que no existo cuando existo, por lo tanto, la radicalidad escéptica se terminaría diciendo: ''si camino, vivo'' pues nadie puede negar de que vive. 

Más aún, lo que nos explica dónde está el conocimiento es nuestro interior, o más bien el Verbo interior. Es el único concepto que nos acerca a la Trinidad interior de la que hablaba San Agustín. Por supuesto, esta Trinidad nos revela el conocimiento de las cosas divinas, pues nosotros sólo comenzamos a entender la Trinidad exterior de las ciencias. ¿Podríamos decir que el Verbo interior es una especie de intuición de la verdad que todos los seres humanos tenemos? si ciertamente está en la mente, podríamos decir que sí, pero la verdad es que el Verbo interior es el Hijo mismo lo que va más allá de las cosas mentales, incluyendo la intuición.

Explicación del Espíritu Santo

Ahora toca hablar exclusivamente del Espíritu Santo, que no es el espíritu del Padre o del Hijo sino que de los dos simultáneamente. ¿Qué característica tiene el Espíritu Santo en la Trinidad? el lugar, es decir, el Espíritu Santo es el lugar donde se encuentran el Padre y el Hijo. Sin ese lugar no podrían ser nada y sin el Padre ni el Hijo no podría existir el lugar. 

Este Lugar no puede ser otro que el amor, en efecto, no hay nada de malo en llamar al Espíritu Santo como el amor que cubre al Padre y al Hijo (y el Espíritu Santo mismo). Así lo dice en la misma biblia:

''El que permanece en el amor, en Dios permanece y Dios en él... ...Conocemos que permanecemos en Él y Él en nosotros porque nos dio de su Espíritu'' 
(Juan 4:16)

También se dice:

''La caridad de Dios se ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado'' 
(Romanos 5:5)

Suficiente pruebas que tiene la biblia para decir que el Espíritu Santo es el mismo amor que Dios entrega a los hombres. Por cierto, Dios también es amor en el sentido figurado de la oración. 

Por otro lado, también se entiende de dos formas el amor del Espíritu Santo: su amor al prójimo que es el amor en la tierra y su amor de Dios que es en el cielo.

Conclusión

Así terminamos los quince libros sobre la Santísima Trinidad. En efecto, hemos visto mucho más que la formación de la Trinidad, ya que entre otras cosas hemos entendido el lugar del hombre en el mundo y como este puede ser mejor a través de la introspección del Verbo interior. Por supuesto, todo debe ser en orden y primeramente el hombre debe alcanzar el Verbo exterior que sería todo lo relacionado con la mente y la ciencia, para luego alcanzar la divinidad a través de la contemplación del Verbo interior. Sin duda, un tema interesante que aún puede cuestionarse o discutirse

San Agustín de Hipona - La Trinidad (Libro XIV: La sabiduría del hombre) (399).

Mucho hemos hablado de la omnipotencia de Dios y del conjunto de la Santísima Trinidad en los textos precedentes de San Agustín de Hipona. También hemos hablado de lo débil que es el hombre frente a los vicios de la carne y lo feliz que puede ser el mismo al regocijarse en ellos. Falta hablar sobre aquellos hombre tenidos por sabios que no sólo pueden identificar las cosas sensibles que le rodean, sino que también aquellas que van más allá del mundo concreto y tangible. Faltaba hablar ya sobre los hombres más virtuosos de este mundo.

Referencias:

(1) Idea que contrasta con la teoría platónica.

LA TRINIDAD

LIBRO XIV: LA SABIDURÍA DEL HOMBRE

Sabiduría de los filósofos

Ya el libro de Job decía:

''¡Mirad! la piedad es sabiduría, y abstenerse del mal, ciencia''
(Job 28:28) 

Ya sabíamos de antemano que el concepto de Sabiduría corresponde a Dios, mientras que la ciencia pertenece al hombre. ¿En qué lado quedará la filosofía? San Agustín recuerda la historia de Pitágoras, quien no se atrevió nunca a autodenominarse sabio pero sí como un amigo de la sabiduría. De ahí que se utilice la palabra ''filósofo'' que es ''amante de la sabiduría''. 

¿Por qué nunca se consideraron sabios? San Agustín dice que los filósofos intuitivamente sabían que la sabiduría era algo superior, y por supuesto, porque esta pertenece a Dios. 

Quizás los filósofos antiguos sólo pudieron ver la Trinidad de la ciencia y no pudieron alcanzar a conocer la Trinidad interior. Esto sólo se puede alcanzar con el autoconocimiento, es decir, no podemos encontrar nuestra Trinidad interior (obviamente) en el exterior pues es una tarea personal. De aquí que San Agustín siga considerando a la mente como un medio perfecto para el autoconocimiento. 

Dios y la mente del hombre

La mente del hombre guarda todos los recuerdos y conocimientos en la memoria. Pero incluso hay algo que el hombre tiene vedado en esta memoria y esto es justamente la Trinidad. Recordemos que la Trinidad interior consistía en la memoria, inteligencia y voluntad. Por ejemplo, un hombre usa su inteligencia para razonar, almacena el conocimiento en la memoria y lo pone al servicio con la voluntad

El símil del lector

Este tipo de Trinidad interior lo podremos entender a través del símil del lector que San Agustín nos ilustra a continuación. En primer instancia debemos saber que un hombre puede saber algo sin necesariamente pensar en ello. 

La mente, de acuerdo con San Agustín, tiene unos pliegues que salen a la superficie cada vez que el hombre recuerda algo. Por supuesto, estos recuerdos serán categorizados desde el más hasta el menos importante, y es así como Agustín rememora los planteamientos platónicos del conocimiento. La mente tiene sus conocimientos sobre sí misma, pero lo único que necesita para recordarlos es un estímulo que lo haga. 

Lo mismo pasa con la imagen de Dios, todos la tenemos impresa en nuestra mente y bastará recordarla a través de los sagrados sacramentos. La memoria no extrae lo que tiene del mundo exterior, bueno, hay cosas que sí, pero antes de conocer el mundo exterior ya tenía memoria de las cosas. 


Recuerdos de la Santísima Trinidad


¿Tendrá recuerdos el alma de la justicia y del bien que existen en ellas después de la muerte? San Agustín dice que en esta vida mortal lo único a lo que nos podemos aferrar para ser felices son tres de las virtudes cardinales: Prudencia, fortaleza y templanza. ¿Por qué no la justicia? simplemente porque la justicia es inmortal, nunca termina aunque estemos muertos. 

De todo podemos tener memoria porque de Dios fuimos creados, aunque tampoco nos separamos de él una vez creados pues así dijo el apóstol:

''En Él vivimos, nos movemos y somos''
(Hechos 17:27-28)

Por lo tanto, siempre estamos con él lo que significa que nuestra mente también lo está porque ésta está siempre presente. 


Recuerdo y olvido de Dios

Tal como se dijo en unos libros anteriores: ''nadie ama lo que desconoce'' y si esto es así, bien se podría decir que nadie ama lo que no recuerda. ¿Cómo recordar a Dios? sólo puede el hombre acercarse al recuerdo de Dios por medio del espíritu y abandonando las cosas materiales. Es así que se dice en la biblia:

''El que se allega al Señor se hace un espíritu con él''
(1 Colosenses 1:17) 

El alma no recuerda nada visible o corporal como pudiéramos imaginarnos nosotros en nuestros cuerpos.Esta sólo puede tener en su interior los conceptos del bien de justicia y todo lo relacionado con la Trinidad, pero no tiene imágenes vivas de los hechos del cielo o del pasado(1)

Conclusión

Muy parecida a la doctrina platónica, San Agustín difiere de sus predecesores filósofos griegos para proponer su propia postura frente a todas las herejías que hablan sobre el alma. Debemos entender este libro como el triunfo de la Sabiduría por sobre la ciencia, ya que la primera pertenece a Dios y la segunda a los hombres. ¿Qué será mejor? ¿la sabiduría que es eterna? ¿o la ciencia que tiene su límite en el conocimiento humano? Parece ser fácil elegir, aunque muchos hombres han optado muchas veces por tener ciencia antes de Sabiduría; entendiendo esta sabiduría como la divina.