sábado, 6 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - Tusculanae Quaestiones (Cuestiones Tusculanas) (Libro II: Tolerancia al dolor) (45 a.C.).

La tolerancia al dolor no es un tema que sólo respecta a la antigüedad, sino que atañe fuertemente a los tiempos modernos. ¿Tenemos tolerancia al dolor? quizás en cierto grado, siempre hay un límite que se sobrepasa y nos daña inevitablemente. Los estoicos tenían una interesante teoría frente al dolor, pues este había que evitarlo porque dependía de nosotros sentirnos miserables o infelices. El dolor es parte de la naturaleza y por eso no representa ningún mal; éste dependería totalmente de nosotros. 

Referencia:

(1) En el libro VII de Las Leyes, Platón nos hablaba sobre la importancia de hacer que los jóvenes probaran el vino para que experimentaran el disgusto; y así entrenarlos para otros sabores amargos. 
(2) Referida en el primer libro de las Cuestiones Tusculanas
Tusculanaes Quaestiones


LIBRO II: TOLERANCIA AL DOLOR


El dolor como concepto

Cicerón y Bruto se ponen a discutir sobre temas filosóficos. El orador le permite que se hable del tema que Bruto quiera, y éste elige el dolor. 

Primeramente, Bruto nos dice que el mayor de los males es el dolor, pero Cicerón al preguntarle si lo es más que la deshonra,Bruto se arrepiente más no sin decir que el dolor sigue siendo un mal (no el más malo de todos). 

Veamos la teoría de algunos filósofos sobre el dolor:

Aristipo de Cirene: el dolor es el mayor de los males.
Zenón de Citio: el dolor no es un mal. 

Ya habíamos visto que para algunos otros el dolor era el mayor de los malos como para Epicuro. 

El hábito supera el dolor

De hecho, Epicuro se preguntaba ¿qué haría el sabio cuando se le ocasiona dolor? ¿Acaso se alegraría? Cicerón responde que sería ridículo, al contrario, el sabio tendría que soportar el dolor. De hecho, el dolor dependería de nosotros puesto que de la naturaleza no proviene el mal; por lo tanto, el mal (el dolor solo dependería de nosotros).

Sin embargo, para el mismo Cicerón el mayor de los malos es la misma vergüenza (o deshonor). En efecto, hay quienes son capaces de resistir el dolor por evitar la vergüenza. Tal como lo decía Platón, el dolor físico puede soportarse a través del hábito; es decir, preparar el cuerpo para las cosas(1)

Razón y dolor

Básicamente, Cicerón sigue con la doctrina platónica pero esta vez desde el enfoque del alma con el cuerpo. El alma manda el cuerpo y por lo tanto, la razón también lo manda. Si el alma logra controlar el cuerpo, entonces, esta parte buena que es la racional controlará a la parte del alma dominada por la ira; así se evitaran pasar vergüenzas y se soportará cualquier dolor. 

Para lograr que el alma logre esa tensión estoica(2), la única forma es el esfuerzo y el diálogo interior que debe llevar el hombre consigo mismo. El deber es otra cosa importante en la tensión del alma, si es que se quiere que el dolor no afecte al ser humano. En fin, todos los dolores que luego se transforman en gloria son tolerables. 


Conclusión

Por cierto, una posición muy estoica la que adopta Cicerón en cuanto al dolor. Es aquí donde vemos al orador servirse de las teorías y propósitos de la escuela estoica, porque por otro lado, cualquier cosa que signifique defender la teoría estoica significa al mismo tiempo despreciar el epicureísmo. Vemos también por otro lado la influencia platónica en su planteamiento sobre el alma, que también quedó clara en el libro anterior. Al parecer ya vamos articulando el esquema filosófico del orador. 

Marco Tulio Cicerón - Tusculanae Quaestiones (Cuestiones Tusculanas) (Libro I: Sobre el desprecio a la muerte) (45 a.C.).

Nada más deseable hay que la felicidad misma, pues ¿quién se negaría a perseguirla y obtenerla? Nadie... Aquí veremos las reflexiones más importantes del filósofo romano porque unido a la muerte de su hija Tulia, Marco Tulio Cicerón escribe una serie de obras filosóficas este año (45 a.C.). No obstante, no solo veremos cosas estrictramente reflexivas, sino que tambien un poco de la vida del orador. Es un libro complejo pero imprescindible para conocer la filosofía romana de aquellos tiempos.

Referencias:

(1) Aprender no es más que recordar.

Tusculanaes Quaestiones


LIBRO I: SOBRE EL DESPRECIO A LA MUERTE


Condenados a morir

Luego de rendir tributo a lo grandiosos que fueron los griegos en el pasado, Cicerón nos introduce al tema de la muerte en forma de diálogo con dos personajes ficticios: M (maestro) y A (adolescente). 

En base al sentido común, la muerte siempre será un mal sobre todo para quienes la esperan. Esto quiere decir también que todos somos infelices, pues todos estamos esperando la muerte; bajo esta perspectiva, no hay nadie que no sea infeliz. Incluso, ese ser que nace es infeliz porque también lo espera la muerte. 

Sin embargo, ¿será infeliz quien ya está muerto? el adolescente dice que si es infeliz, lo cual es lo más ilógico de afirmar. ¿Cómo entendemos que quien no existe es infeliz?


La muerte no es un mal alguno

El adolescente nos dice que todos somos infelices, pues todos vamos a morir y nadie que deba morir puede estar feliz. Sin embargo, el Maestro le dice que no eso no es precisamente correcto. En efecto, ¿cómo la muerte va a ser un mal si no se puede ser feliz ni infeliz? 

El maestro está dispuesto a responder al adolescente que la muerte no solo no es un mal, sino que es un bien; pero antes, el maestro hablará sobre algunas teorías sobre la muerte.

Teorías de la muerte

Existieron varias teorías sobre la muerte en la antigua Grecia, entre ellas:

Platón: la muerte es la separación del alma con el cuerpo.
Aristóteles: la muerte es la extinción del alma y el cuerpo (simultáneamente). 
Zenón de Citio: la muerte ocurre con la extinción del cuerpo y el alma (aunque el alma dura un poco más).

Estas han sido las teorías sobre la muerte, pero aún más desconocido nos es el orígen del alma. 

Teorías del orígen del alma

En este caso, las teorías sobre el orígen del alma son muy conocidas: 

Empédocles: el alma es la sangre que bombea el corazón.
Otros: el alma es el cerebro. 
Zenón de Citio: el alma era un soplo dotado de fuego.
Aristoxeno: el alma es una especie de tensión del cuerpo.
Jenócrates y Pitágoras: el alma es una unidad (número).
Aristóteles: el alma es el primer motor inmóvil.
Platón: el alma siempre existe pues es inmortal. 

Como quiera que la muerte sea, es decir, si el alma vive para siempre sin sentir dolor, o no existe en absoluto, entonces la muerte no significaría un mal alguno


La inmortalidad del alma

Lo importante para comprender la inmortalidad del alma es analizar las diferencias con el cuerpo. Si bien el alma puede sentir a través de los sentidos, esta se diferencia del cuerpo a causa de que tiene memoria como se demostró en el Menón de Platón(1). Como la memoria, dice el Maestro, no tiene que ver con el cuerpo, entonces pertenece a algo divino como sería el alma. 

Lo mismo pasaría con las cosas como la imaginación y las representaciones. El maestro al igual que Platón creen en el alma por la evidencia de estas cosas inteligibles. 

Finalmente, la muerte es considerada un bien y no un mal porque es parte de la naturaleza, de nuestro fin. 


Conclusión

Un libro servido de los libros principales de Platón: Fedón y Menon. La pregunta que se me viene a la cabeza es, si la muerte es un bien ¿para qué estamos viviendo? ya decíamos en los apuntes de Platón que la muerte parece mejor que la vida; sin embargo, ¿dónde quedarán nuestras obras póstumas y el sufrimiento de los otros? de esto nada se habla en el primer libro de esta discusión, pero no está demás pensarlo. Recordemos que los estoicos consideraban el suicidio algo natural; algo que era voluntario si se vivía una vida de esclavo. 

viernes, 5 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - Academicum Quaestiones (Cuestiones Académicas) (45 a.C.).

Faltaba un análisis a las cuestiones de la Academia, aunque no esperemos ver a un Marco Tulio Cicerón decidido por una escuela filosófica, sino que, como hemos visto, a un Cicerón que trata de reunir las mejores cosas de cada escuela en el más puro sentido ecléctico. Lamentablemente, Cicerón pierde a su hija Tulia en este mismo año y antes de escribir este libro, pues, de hecho, antes ya había escrito Consolatio y Hortensio (que son libros perdidos y que sólo nos han llegado fragmentos por otros autores). Esta inspiración hizo escribir su crítica a los académicos y a otras escuelas con las que discutía. Veamos que nos trae ahora el orador.

Referencia:

(1) Recordemos que para Platón el saber está por encima de la opinión. La opinión es un punto intermedio entre la sabiduría y la ignorancia.  

Academicum Quaestiones


LIBRO I: FILOSOFÍA PLATÓNICA

El diálogo comienza con Cicerón y un amigo suyo llamado Verrón quienes discutían sobre las cosas de la Academia. 

Una de las cosas preferidas por los académicos era abrazar la virtud, y para eso, el hombre debía considerar la naturaleza y el carácter moral. Por ejemplo, la memoria y la rapidez para aprender son cosas heredadas de la naturaleza, mientras que el ´hábito y la costumbre eran cosas morales

La idea de los académicos era reunir tanto los bienes del cuerpo como los del alma. En todo caso, si sólo se tienen los bienes del alma, es decir respetar y obtenerla virtud, siempre faltaran los bienes del cuerpo.  

Ya habíamos visto anteriormente en la obra de Platón la división de dos mundos: el sensible y el inteligible, el cual su nivel intermedio era la opinión (que a su vez no era ni sensibilidad ni inteligibilidad). 


Diferencias que Cicerón vio en la Academia

Arcesilao, uno de los fundadores de la Academia platónica modificó algunas cosas de Platón. De hecho, Arcesilao empezó a construir el escepticismo en la misma filosofía platónica. 

Este inspirador de la filosofía platónica dudaba que se pudiera conocer algo, sobre todo lo que Sócrates daba por cierto que se podía conocer (mundo inteligible). Esto quiere decir en realidad que no hay mucha diferencia entre la antigua y nueva academia de Platón. 




LIBRO II: LA ACADEMIA

Los inicios

Sabemos que la academia se formó bajo los fundamentos del pensamiento socrático. Platón recuperó toda su filosofía y logró articular los dos conceptos fundamentales de la escuela: ironía y mayéutica.

Academia antigua

Por otro lado, tenemos los notables aportes de algunos discípulos de la academia antigua como Xenócrates, Polemon, Eudoxo de Cnido o Arquitas de Tarento. Todos ellos estuvieron hasta el año 260 a.C. 

Academia media

En la etapa media de la Academia, Arcesilao fue quien la dirigió atacando fuertemente a los estoicos, principalmente a Zenón de Citio. Arcesilao decía que estos discípulos de Zenón no habían aportado nada nuevo al pensamiento. Otro Discípulo que se destacaba fuertemente era Carnéades. Esta etapa concluyó en el año 244 a.C.

Academia nueva

Carnéades entra en este período de la Academia al igual que Filón de Larisa. En la opinión de Cicerón, Filón no se destacó mucho en la Academia; de hecho, este director de la academia decía que nada se puede aprehender. Esto en base a que todas las representaciones sensibles que tenemos son falsas: lo cual niega a la vez   lo conocido y lo desconocido. 


Crítica a la Academia

De acuerdo con Cicerón, los sentidos siempre serán confiables si están sanos y vigorosos; no hay mejor juez que los propios sentidos. 

Por otra parte, ¿dónde queda la memoria?  este es un tema que Platón ha dejado aparte de los sentidos, pues nunca habló sobre la memoria vinculado con ellos. Además, son los sentidos los que nos ayudan a recordar las cosas anteriores: la vista para un lugar; el gusto para el sabor de las cosas; el tacto para saber la textura de las cosas. 

Incluso, la misma sabiduría o sapiencia tendría que servir primeramente de lso sentidos porque... ¿de qué va a hacerse imagen la sapiencia? es justamente a través de los sentidos que la mente alcanza la sabiduría. Hay algo aún más importante que esto, ¿cómo podremos distinguir lo verdadero de lo falso si no nos hacemos siquiera una noción de lo que es verdadero o falso? Sin asentimiento de los sentidos no podrá crearse experiencia ni memoria alguna. 

Representaciones falsas y verdaderas

En la Academia, los escépticos decían que muchas de las cosas que no existen pareciera ser que existen, pues el alma está inclinada a aquellas cosas. Se admitía también que eran los dioses quienes imprimían representaciones en los sueños, pero si esto es así, cuando los sueños hacen representaciones falsas ¿cómo diremos que los dioses nos dan representaciones falsas?

En efecto, Cicerón critica esta posición diciendo que nada cierto se puede extraer de los sueños porque nuestros sentidos, en ese momento, no trabajan correctamente. 

Arcesilao y el escepticismo

Arcesilao tenía un silogismo muy acertado frente a la concepción del saber y de la opinión(1)

Si alguna vez el sabio asiente una cosa, 
alguna vez tendrá que opinar.
Si el sabio nunca opina,
entonces nunca asentirá una cosa.

Sin embargo, la primera premisa no podría cumplirse del todo, pues el sabio solo sabe y no opina, obviamente, el sabio puede distinguir la sabiduría de la opinión. 


Conclusión

En un principio no había visto este libro en el corpus ciceroniano, pero sí lo está y se ubica justo después de Del supremo mal y del supremo bien. Me parece totalmente verosímil la observación de Cicerón a la teoría de la academia, pues ¿como no va a ser posible asentir sobre algo a través de los sentidos? necesitamos a los sentidos por lo menos para tener una imagen de las cosas (representaciones). De otra manera, nunca podremos avanzar en el conocimiento. 

sábado, 30 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Finibus Bonorum et Malorum (Del supremo bien y el supremo mal) (Libro V: Filosofía académica) (45 a.C.).

No contento con haber refutado el epicureísmo y el estoicismo, Marco Tulio Cicerón se enfrenta a una de las escuelas que tuvo más prestigio en la antigüedad: la Academia. Fundada por Platón alrededor del año 388 a.C., la Academia representó una de las más importantes escuelas de filosofía y ciencia en general. Rescataba por sobre todo las ideas del maestro Platón, poniendo énfasis en las matemáticas (sobre todo en geometría). ¿Qué podría criticar el orador a esta prestigiosa escuela? veámoslo en este quinto libro. 

De Finibus Bonorum et Malorum

LIBRO V: FILOSOFÍA ACADÉMICA


Prólogo

Entramos a la nueva crítica de otra escuela muy conocida: La academia. Ya no tenemos a L. Torcuato ni a Catón el viejo para hacer el diálogo, sino más bien a tres personajes importantes en la vida de Cicerón.

Marco Pupio Pisón: cónsul de Roma que tuvo ciertas disensiones con Cicerón

Tito Pomponio Ático (o simplemente Ático): amigo personal de Cicerón

Lucio Cicerón: Primo de Cicerón.


La teoría de los academicistas

Cicerón, Ático y Lucio paseaban por la Academia cuando decidieron pasar a ver a su amigo Marco Pupio Pisón. Conversan largamente sobre las cosas que tenía la Academia y sobre los grandes personajes que salieron de allí.

En un momento del diálogo, Pisón le dice a Cicerón que hable sobre su opinión de la Academia, pero Cicerón le dice que sería mejor que él (Pisón) expusiera sobre la Academia, pues Pisón sabe mucho más y ha estado más tiempo dedicada a ella. 

Sin embargo, antes de hablar sobre la escuela platónica, Pisón hablará sobre los peripatéticos para luego hablar sobre la Academia. 

Sistema educativo

El sistema educativo de los peripatéticos se maneja desde tres partes: la naturaleza, el razonamiento y la conducta.

Naturaleza: El aporte de Aristóteles a la naturaleza lo hemos visto en sus tratados de naturaleza como La Brevedad de la vida, donde se explica la alimentación y el modo de vida de los animales. Teofrasto, otro peripatético, contribuyó con el conocimiento de vida de las plantas en general. 

Razonamiento: Los memorables tratados de lógica han sido claro ejemplo de que en la escuela peripatética, el razonamiento está más presente que nunca. 

Conducta: En los libros de política pudimos ver la preferencia de Aristóteles por una vida contemplativa; es decir, esa es la forma y la conducta que se debe tener. 

La felicidad o el supremo bien


Todos buscamos siempre la felicidad y el tema no era ajeno a los peripatéticos. Hay por lo menos tres clases de búsqueda del bien (o la felicidad) a través de las distintas escuelas filosóficas: Unos optan por el placer, otros por la ausencia de dolor y otros por la búsqueda de placer aunque no se consiga

Luego de conocer suficientemente la naturaleza, el hombre se inclinará por adoptar y a entender la virtud. La clave para entender la virtud es que ésta se basta a sí misma para ser feliz; esto será finalmente una persona sabia.

La verdad es que el fin de todo hombre es vivir conforme a la naturaleza, según lo que aclaman los peripatéticos. En efecto, todos los animales se aman a sí mismos, no hay nadie que se quiera a sí mismo. Ni siquiera podemos decir que no nos queremos porque queremos otras cosas u otra gente; es decir, que nos queremos en relación a otra cosa. Por ejemplo, amamos el placer a causa de nosotros y no a nosotros a causa del placer. 

La naturaleza dual

Queda claro que la naturaleza es en parte su alma y su cuerpo, y que este último es menos importante que el alma misma. El cuerpo mismo se adapta a la naturaleza existente, todas sus partes están hechas para vivir en ella (la naturaleza). 

Por otro lado tenemos el alma la cual su parte principal es la inteligencia. Esta tiene dos géneros principales: las virtudes involuntarias (engendradas por la misma naturaleza) y las voluntarias (que son originadas por el hombre). Cuando el hombre se quiere a sí mismo conserva todas sus partes sin despreciar nada.

La inclinación por la naturaleza la podemos ver incluso desde la infancia, pues los bebés siempre necesitan movimiento. Nunca pueden estar quietos y por lo tanto el alma desea el movimiento y no lo estático. Por otra parte, los niños no sólo notan los cambios de la naturaleza, sino que también perciben la moral; por ejemplo, cuando se avergüenzan de un mal acto o de ser vencidos. 

Estas últimas cosas morales siempre se buscan en sí mismas porque la piedad, la bondad, la liberalidad, la benignidad y la cortesía.


Crítica a la escuela peripatética

Luego de terminar Pisón con su exposición sobre la teoría peripatética, Cicerón es convocado a emitir su opinión sobre lo dicho. 

Habíamos dicho que la virtud se basta a sí misma y que por lo tanto la virtud es un bien, pues ésta representa la mismísima moral; esta será una persona sabia. Sin embargo, cuando busquemos al sabio ¿cómo podemos distinguirlo? nadie puede ser más sabio que otro, pues los sabios son sabios y no ''más o menos sabios''. 

Lo que quiere decir Cicerón es que nadie puede ser un poco sabio, o muy sabio, el sabio es sabio (no más ni menos). ¿Qué pasa cuando hay dos héroes que son sabios? ¿Acaso uno lo es menos que otro? 

Por otro lado, ¿qué pasará con un mendigo? Si la pobreza es un mal, entonces ¿el mendigo nunca será feliz aunque sea sabio? Recordemos que lo dicho por los peripatéticos establecía que el hombre siempre busca lo mejor para él, pero ¿qué pasa en esa situación donde el hombre es sabio, pero a la vez mendigo?


Conclusión

No es una crítica muy extensa como lo vimos en libros anteriores, pero sí es fundamental. Al parecer Cicerón no queda contento con el planteamiento de ninguna escuela filosófica de su época (aunque se le conoce por ser más adepto a la filosofía estoica).  La escuela peripatética fue la precursora de la obra de Aristóteles, e incluso intentaron mejorarlo adaptando cosas en la misma línea que el maestro. Esta escuela termina aproximadamente en el siglo III cuando se fusiona con el neoplatonismo. 

Aquí terminamos el último libro de ''De Finibus Bonorum et Malorum''. 

miércoles, 27 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Finibus Bonorum et Malorum (Del supremo bien y del supremo mal) (Libro IV: Crítica al estoicismo) (45 a.C.).

¿Qué? ¿Acaso no era Marco Tulio Cicerón un estoico asumido al rechazar la filosofía epicúrea? pues al parecer no es así porque este libro trata sobre la crítica al estoicismo. ¿Será que a lo mejor el estoicismo no es tan idóneo como otro estilo de vida filosófico? Qué difícil será determinarlo porque se supone que el estoicismo tiene un modo de vida filosófico y moral mucho más alto que cualquier otro. ¿Qué será lo que puede criticar Cicerón? ¿Será que lo de los estoicos ya se ha propuesto, pero de diferente forma? ¿o es acaso solo una copia de otro modo de vida? Veámoslo. 

De Finibus Bonorum et Malorum

LIBRO IV: CRÍTICA A LA FILOSOFÍA ESTOICA


Las otras filosofías

Catón el viejo creía haber expuesto muy bien los componentes de los estoicos, pero Cicerón sigue con dudas y acotaciones. Las intenciones de Cicerón, no son acabar con la teoría estoica, pero sí resaltar que ciertamente esta filosofía no tiene diferencias con otras filosofías. 

En realidad, Zenón de Citio nunca cambió nada de la dialéctica, la conservó tal cual hacían los académicos y peripatéticos. Cierto asuntos los trató muy bien pero muchos también los abandonó. Un ejemplo de ellos es lo que trataron los peripatéticos como la exposición en la argumentación, la cual los estoicos no mencionaron pero si las otras cosas. 

El supremo bien para los estoicos

Conocimiento de la naturaleza

Unos de los primeros filósofos que habló sobre el supremo bien fue Polemon. Este filósofo estoico afirmaba que el supremo bien se encontraba en la naturaleza. 

Los estoicos dicen que este tipo de bien se encuentra de tres formas:


  • Vivir de acuerdo con la naturaleza
  • Vivir y observar los deberes intermedios
  • Vivir gozando de las cosas de la naturaleza


La primera está muy bien planteada, pues el sabio es quien vive con la razón y la naturaleza es la razón misma. En cuanto al segundo postulado, Cicerón no está de acuerdo con que se identifique el sabio con este dicho porque las cosas intermedias son cosas inacabadas y dignas de insensatos. Finalmente, la tercera implica que un concepto que ya habían trabajado Jenócrates y Aristóteles, ya que ellos dijeron que el hombre necesitaba servirse de las cosas naturales. 

Así, para los estoicos vivir conforme a la naturaleza es vivir conforme a la virtud. Sin embargo, ¿Cuando se deja el cuerpo? Los Estoicos rechazan los placeres del cuerpo, pero estos pertenecen a la naturaleza ¿cómo dejar los placeres si están con la naturaleza? 

¿Dejar la naturaleza?

Realmente, lo estoicos dejan de lado la naturaleza, sólo la consideran en un principio y luego ponen en primer lugar la virtud. Cicerón critica esta posición diciendo que no se debe olvidar la parte de la naturaleza, como si se tratara de la dualidad cuerpo/alma. 

Así mismo, los academicistas (alumnos de Platón) decían que los sentidos son despreciables una vez que se conoce el bien. En efecto, luego desechan las bases fundamentales que les ayudaron a conocer la virtud, lo cual no debería ser de aquella manera. 

Por otro lado, abandonar la naturaleza (que por lo demás es la única que nos indica lo que es placentero y lo que no) significaría no distinguir entre dolor y placer. Guiarse solamente por la virtud podría significar vivir una buena vida, pero no satisfactoria. En efecto, hay quienes viven conforme a la virtud, pero no necesariamente son felices. 

Disensión entre Aristón de Quíos y Zenón de Citio

Aristón de Quíos fue un filósofo estoico que finalmente se alejó de la escuela estoica prefiriendo el cinísmo. ¿Cuál fueron sus razones? básicamente que el estoicismo rechazaba la naturaleza como el bien. 

Aristón no estaba de acuerdo con reducir todo lo bueno a la moral, pues ¿acaso el cuidado de la salud, el cuidado de la familia, la administración del Estado, la ordenación de negocios o los deberes de la vida son despreciables? Para Aristón, quien adhirió a la filosofía estoica, la ausencia del dolor, de riquezas, de salud no era vivir bien en lo absoluto y los estoicos, prefieren esas ausencias por el bien de la moral. 

En palabras de Cicerón, vivir de riquezas y de hacer lo que a uno le da la gana era para Zenón de Citio ''monstruosidades'', pues, recordemos que todo esto era optar por el placer. 

Al final de esta conversación, Catón el viejo no acepta ninguna de las cosas dichas por Cicerón, pero no vemos ninguna respuesta por parte de Catón.


Conclusión

Ya vemos que Cicerón no adhiere a las conclusiones y teorías estoicas. Creo que es digno de considerar la objeción de Cicerón, pues las inclinaciones naturales son inevitables. ¿Preferirías ser infeliz pero complaciendo a tus principios morales? realmente es una difícil situación porque el pathos siempre es más fuerte, sobre todo en el tema de la familia. Cuidar de la familia será más fuerte que cumplir con la moral (digo esto en situaciones específicas). Lo que propone Cicerón es la combinación de la virtud, que es vinculada con el alma, y el cuerpo que está vinculado con la naturaleza. 

sábado, 23 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Finibus Bonorum et Malorum (Del supremo bien y del supremo mal) (Libro III: Filosofía estoica) (45 a.C.).

Hemos enfrentado la filosofía epicúrea con la filosofía estoica; no obstante valdría preguntarse ¿y qué propone el estoicismo? Algunas pistas hemos recibidos de los dos primeros libros que significaron la defensa y la crítica de la filosofía epicúrea. Claro, el epicureísmo quedó resuelto como una filosofía de poco valor moral y profundamente utilitarista. Vimos que lo contrario del epicureísmo sería considerar la moral por sí misma y no por las recompensas y beneficios que traiga. Algo por cierto difícil incluso en nuestros tiempos donde todo se hace por algo. Veamos qué nos depara Marco Tulio Cicerón en este escrito.

Referencias:

(1) Zenón de Citio fue un filósofo griego fundador de la filosofía estoica. 
(2) En efecto, el dolor y las perturbaciones no pertenecen a la naturaleza porque ésta es racional. 
(3) En este sentido, no sea un término medio comprende lo contrario a la filosofía aristotélica, la cual pone a la virtud como un término medio. 
De Finibus Bonorum et Malorum

LIBRO III: FILOSOFÍA ESTOICA


Buscando el supremo bien

Queda totalmente refutada la teoría de que el supremo bien se encuentra en el placer. Ciertamente no fue difícil rebatir la teoría epicúrea del placer, pues ni esta misma acepta la dialéctica. ¿Cómo se puede defender una teoría o un argumento si no se apoya en la dialéctica? Imposible. 

Ahora toca hablar del estoicismo y para ello, Cicerón nos cuenta un diálogo que tuvo con Marco Catón, más conocido como Catón el viejo. Éste estaba en una biblioteca rodeado de libros sobre el estoicismo, cuando Cicerón lo sorprende y se ponen a conversar. 

La filosofía de Zenón de Citio(1)

Catón el viejo le dice a Cicerón que la moral es la única virtud y por lo tanto el único bien. 

Los animales, por una inclinación natural aborrecen todo lo que pueda destruirlos. Más allá del placer y el dolor, los animales y los seres humanos elegimos lo que nos da el bien estar para seguir viviendo. La salud es primero ante todo, pues eso sería una muestra de amor a sí mismo. 

Las inclinaciones del hombre

Puesto que el hombre en sus primeros años está inclinado por los principios de la naturaleza, una vez que adquiere entendimiento y razón comienza a elegir lo que es ordenado y armonioso. Este es el bien que debe ser alabado en el hombre. 

Básicamente, el supremo bien de los estoicos puede resumirse en un silogismo aristotélico:

Todo lo que es bueno es laudable
Todo lo que es laudable es moral
Lo bueno es moral 

La moral representa una vida de alabanza por las cosas buenas y justas. Este tipo de vida desprecia totalmente el mal como también su defecto; por lo tanto, la vida estoica rechaza todo tipo de dolencias, pues estas no dependen de nosotros. En efecto, la muerte y los accidentes no depende de nosotros, sino del azar. 

La naturaleza y el dolor

Un hombre fuerte no deja que los males lo afecten. El hombre estoico no deja que el dolor lo detenga, al contrario, el estoico no considera el dolor como un mal. El enojo, la angustia, la ira son pasiones que el estoico debe evitar, pues estas no están acorde a la razón.  

De acuerdo con la filosofía estoica, los dolores y perturbaciones del alma; enojos, tristezas, deseos, antojos o placeres no pertenecen en absoluto a la naturaleza(2). Estos solo serían errores de opinión y ligerezas de juicio; por eso, el sabio estaría libre de ellas. 

La virtud de los estoicos

Se puede llegara pensar que unos son mejores que otros, más buenos que otros y más malos que otros. Tal parece que hay personas que pueden ser comparadas; es decir, ''este sabio es más sabio que este otro''. Sin embargo, las acciones no tiene gradación, de hecho, la virtud no la tiene. Para los estoicos las acciones son malas o buenas, no hay término medio(3). 

Las virtudes y vicios se encasillan en los siguientes términos griegos:

Proegménon (preferidas): referidas a virtudes que son las más elevadas o las principales. Puede ser preferidas por las siguientes razones:


  • Por sí mismas
  • Por el efecto que producen
  • Por sí mismas y por su efecto

Buena fama: muchos quisieran tener buena fama, aunque muchos estoicos dicen que no vale la pena tenerla. Por otro lado, si es preferida por sí misma cuando se quiere quedar bien con los padres y con personas decentes. 

Conveniencia: en realidad esta preferencia es intermedia, pues se quiere por su efecto y también por sí misma. El justo hará lo que conviene a él y a los demás para que exista justicia. 

Amor por la familia: no queda indiferente pues siempre hay que tener amor a la familia, independiente del efecto que produzca. Es una reacción natural, tan natural como la constitución del cuerpo. 

Amor a los dioses: este tipo de preferencia se hace por sí misma porque incluso por los que vengan después hay que desearles el bien, y que los dioses los ayuden.

Amistad: la explicación es muy parecida al libro precedente. La amistad se debe querer por sí misma y no por el beneficio que esta tenga. 



Apopróegmenon (rechazadas): referidas a los vicios más ignominiosos. 



Conclusión

Con esta extensa explicación de lo que trata el estoicismo, debemos prepararnos para la refutación inminente de Cicerón en el próximo libro. Por cierto que este modo de filosofía parece ser más prudente que el de la filosofía epicúrea, aparte de también querer ser más noble. No ve el interés a través de las cosas, sino que las ve en sí mismas. En mi opinión, es lo más acertado que podemos hacer. La vida es dura, pero somos nosotros finalmente quienes decidimos si nos afectará o no. Por otro lado, la dificultad que esto requiere es inmensa. ¿Sería usted estoico?

viernes, 22 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Finibus Bonorum et Malorum (Del supremo bien y el supremo mal) (Libro II: Crítica al epicureísmo) (45 a.C.).

En el libro I de De Finibus Bonorum et Malorum descubrimos ciertos aspectos de la teoría epicúrea, su crítica por parte de Marco Tulio Cicerón y su defensa por Lucio Torcuato. La teoría fue tan extensamente explicada que sólo queda la crítica por parte del orador para establecer la diferencia entre lso dos modos de vida irreconciliables (en ciertos aspectos): estoicismo y epicureísmo. Quizás aquí podamos responderá la pregunta ¿La sabiduría no es deseable si no es placentera? Claro, será respondida en base a la opinión de alguien que prefiere mucho más el estoicismo que el epicureísmo. Veamos que nos tiene que decir el gran orador. 

Referencias:

(1) No hay mucha información de Jerónimo, salvo en los libros de Cicerón y Diógenes Laercio.
(2) Parece haber dos clases de placeres: el primero en movimiento que es experimentado en el momento; y el otro que es cuando dura en el tiempo (placer estable). 
(3) Los romanos decidieron que los cónsules siempre debieran ser dos porque así uno podría moderar el poder del otro.
(4) En el libro anterior, en la sección del hombre epicúreo. 

De Finibus Bonorum et Malorum

LIBRO II: CRÍTICA AL EPICUREÍSMO


Cicerón pone en claro que no le gusta parecer un gran filósofo refutando argumentos, sino que más bien quiere ser moderado debatiendo punto por punto lo planteado. 

Conceptos a rebatir

Definición 

Se vuelve a refutar el concepto de definición porque Epicuro lo rechazaba totalmente; sin embargo, Cicerón asegura que el mismo Epicuro lo utilizaba sin darse cuenta. Esto queda claro, pues es obvio que para saber qué es el placer es necesario definirlo bien. 

Inmediatamente, Torcuato defiende a su maestro diciendo que el concepto de placer no es necesario definirlo: todos saben lo que es el placer. Pero Cicerón insiste que ni el mismo Epicuro entiende bien su propio concepto. 

Hubo en Grecia un filósofo muy destacado que también habló del placer. Su nombre era Jerónimo de Rodas(1), quien decía que el placer era ausencia de dolor. El filósofo también decía que el placer no debía buscarse por sí mismo porque una cosa es carecer de dolor y otra es estar alegre. Torcuato acepta a regañadientes esta definición y siguen la discusión.

Es claro que cuando se tiene sed y ésta se sacia se siente cierto placer, pero ¿qué pasa luego de saciar la sed? ¿Acaso no es el mismo placer que se experimentó al momento de aplacar la sed? Torcuato nos dice que no es el mismo placer, es uno diferente. El segundo placer es un placer estable, mientras el que se experimentó al momento de aplacar la sed está en movimiento(2)

Término medio entre placer y dolor

Sin embargo, decíamos en el libro anterior que la ausencia de dolor es el placer supremo. ¿Será lo mismo la ausencia de dolor que el placer supremo? Torcuato cae en un error, pues la ausencia de dolor ya no es el placer supremo, sino más bien un placer estable

Cabe preguntarse, cuando no sentimos ni dolor ni placer ¿estamos en un estado de placer supremo? Pongamos un ejemplo, quien prepara vino sin tener sed, ¿se encuentra en el placer supremo? Torcuato no responde a esta pregunta, y pide que en vez de hablar dialécticamente, se hable por medio de la oratoria, aunque ese es precisamente el problema de Epicuro, pues de mucha exposición oratoria no analiza los puntos en que está débil. 

Además, la obstinación de aceptar la dicotomía placer/dolor nos llevaría a tener una vida en exceso, pues, según los epicúreos, vivir bien sería vivir con buen gusto, pero no todos los con buen gusto viven bien porque, en la antigua Grecia, estos sibaritas terminaban vomitando encima de la mesa tratando de colmar todos sus placeres. 

Debe existir un término que excluya el placer para vivir una vida moderada y no llena de excesos. En todo caso, si el supremo placer es ausencia de dolor ¿por qué no el supremo dolor es ausencia de placer? (cosa que los epicúreos nunca tomaron en cuenta).  

División de los deseos

Para Cicerón, la división de los deseos de la filosofía epicúrea en:

Naturales y necesarios
Naturales e innecesarios
Artificiales e innecesarios

Es errónea pues está fragmentando dos grandes géneros: naturales y artificiales. Lo correcto hubiera sido ordenar entre deseos naturales y artificiales. 

Las pasiones necesitan límites

Esto también lo decía el filósofo Epicuro, pero en el libro anterior habíamos visto que la pasión sólo podría llevar al dolor. Para Cicerón, las pasiones no pueden tener límites pues son esencialmente malas; por ejemplo, sería absurdo decir que alguien es moderadamente adúltero. 


Otros autores que hablaron sobre el placer

Epicuro no fue el único que habló sobre el placer, también estuvieron otros griegos hablando de él, incluyendo a Platón y Aristóteles, pero a estos últimos los veremos después. 

Aristipo de Cirene

Fundador de la escuela cirenaica, Aristipo postulaba que el placer era el bien mismo. Para éste filósofo, el supremo bien no es nada más ni nada menos que el mismísimo placer. Básicamente, mientras más placer, mayor felicidad habrá en el hombre. 

Jerónimo de Rodas

Por otro lado teníamos al ya mencionado Jerónimo de Rodas, quien postulaba que el supremo bien era la ausencia de dolor. 

Carnéades de Cirene

Otro filósofo de la Academia quien postulaba que el supremo bien es la inclinación natural.

Todos estos autores a los ojos de Cicerón están equivocados, pues el placer no puede estar al lado del supremo bien. De hecho, no es el placer el que determina el bien, sino la razón. 

Cicerón lanza una fuerte crítica a toda la escuela cirenaica, diciendo que esta considera al hombre como una bestia que de lo único que debe preocuparse es de satisfacerse, pensando sólo en sí mismo. Por el contrario, Cicerón nos dice que lo importante en la filosofía es la virtud y aquella sólo se puede lograr bajo el principio aristotélico: comprender y obrar. 

La moral estoica contra la moral epicúrea

La moral, de acuerdo con las palabras de Cicerón, existe de manera independiente de la ventaja o de la desventaja que pudiera proporcionar. En otras palabras, la moral es un concepto que se prefiere en sí mismo y no por el placer que produzca. 

Por otro lado, la moral no está relacionada con el placer, pues el placer sólo se relaciona con los sentidos. Como decía Platón en el Fedro:

''La vista es el mejor de los sentidos, pero con él no vemos la sabiduría''

Encima de esto, la moralidad es importantísima y más elevada que el; por ejemplo, imaginémonos la situación de Pompeyo Magno, quien en el año 50 a.C. (antes de su rivalidad con Julio César) no tuvo compañero como cónsul(3). Esto quiere decir que Pompeyo podría haber hecho todo tipo de injusticias teniendo el poder como cónsul; sin embargo, no lo hizo porque era uno de los romanos más moderados de toda la República. 

Un ejemplo más fácil sería este: imaginemos que un amigo nos encarga la herencia de su hija. Debemos pasar esa herencia a la hija, pero, si seguimos nuestros impulsos naturales (como el placer) ¿qué deberíamos hacer? si nos quedamos con la fortuna seremos epicúreos porque seguiríamos la lógica del placer. 

¿A quienes recordamos más?

Grecia y Roma tiene a sus héroes y estos han hecho todo por salvarla de todas sus invasiones. En todo caso, no sólo los héroes guerreros, sino que también legisladores, estrategas o administradores, son recordados por sus grandes hazañas; la historiografía los registra. 

En cambio, ¿recordamos a quienes se colmaron de placeres todo el tiempo? es más digno de alabanza un hombre que da la vida por su patria, a quien da la vida por los placeres, pues lo último no tiene nada de noble. 

Utilidad y placer confrontados... 

Ciertas situaciones difíciles nos hacen replantearnos el placer y la utilidad. El amor, según Cicerón, es ver colmado de placeres a esa persona que amamos, a pesar de que a nosotros no se nos de ningún provecho. Un epicúreo podrá decir que para él o ella será placentero tener tales sentimientos, pero no olvidemos que la filosofía epicúrea se basa en el utilitarismo; es decir, si el placer me es más provechoso, tendré que elegirlo. 

Lamentablemente, para un epicúreo la amistad durará mientras dure la utilidad. ¿Qué clase de amistad podría ser esa basada en la utilidad? El mismo Torcuato nos dijo que la amistad debe buscarse por su utilidad(4). Si hemos de ser buenos amigos, entonces amémonos por nosotros mismos y no por las utilidades de dicha amistad.  


El fin de los hombres

Si fuera porque el placer sea el bien supremo, entonces lo animales son los seres de mayor alabanza que existen. ¿Tendremos que volver a ser animales para ser felices? El hombre, dice Cicerón, está para cosas más altas a construir y hacer. 

Finalmente, Cicerón le pide a Torcuato que no piense ni siquiera en los héroes de la antigua Grecia, sino que solamente piense en los héroes de Roma y vea si alguno de ellos ha sido alabado por procurarse placeres. A este respecto, Torcuato no responde, pero da a entender que el diálogo aún no termina. 

Conclusión

Una fuerte crítica al epicureísmo y al placer en todas sus formas que en todo caso, nada más se esperaba de un estoico. Pero, ¿dónde está el placer finalmente? ¿acaso nada es querido por sí mismo a menos que tenga placer? Si el placer está unido a la utilidad, entonces nada sería gustoso por sí mismo, sino que por su utilidad. Verdaderamente, Torcuato tendrá una difícil defensa de su maestro porque hasta ahora, lo dicho por Cicerón parece irrefutable. Sin embargo, en el próximo diálogo ya no estará Torcuato.