Tenemos aquí presente un trabajo de San Anselmo de Canterbury que trata sobre la fe y su fundamento racional. De hecho, el título de esta obra iba a ser ''Un ejemplo de meditación sobre la base racional de la fe'' o ''Buscando el entendimiento de la fe'', sin embargo, para hacer una relación con su anterior libro llamado Monologion, Anselmo decide titular este libro ''Proslogion''. Este fue otro de los pedidos de sus hermanos benedictinos quienes necesitaban explicar la fe por medio de la razón. Veamos qué nos encontramos en este interesante tratado.
PROSLOGION
Capítulos I: Despertar la mente para contemplar a Dios
Anselmo hace una invitación al lector a concentrarse en las Sagradas Escrituras, pues hace muchas alusiones a esta misma.
Una de las cosas que dice es que el mismísimo Dios es inaccesible, pero ¿cómo puede saberse de él si es inaccesible? El hombre fue hecho para ver a Dios pero ¿por qué no lo ve? San Anselmo, con una característica agustiniana, anhela conocer algún día a Dios diciendo que aunque su intelecto no pueda llegar a aquello, aunque sea pudiera llegar a conocer ''algo de él''.
Capítulo II: Dios verdaderamente existe
Argumento ontológico
Dios es aquello que de lo cual nada más grande puede ser pensado. De hecho, incluso un idiota puede comprender esto, pues si ya se le dice que ''Dios es aquello por lo cual nada más grande puede ser pensado'', el puro pensamiento de esto harà reconocer la existencia de Dios.
Este ejemplo puede ser muy parecido al del pintor; por ejemplo, un pintor piensa en una imagen, pero esta imagen no existe a priori. Solo comenzará a existir una vez que se ponga a trabajar y a crearla; por lo tanto, el pintor tiene el entendimiento de lo que quiere dibujar.
Capítulo III: No puede pensarse que Dios no exista
Si seguimos con la misma frase ''Dios es aquello por lo cual nada más grande puede ser pensado'', entonces podríamos decir que aquello que es más grande no existe ni en el entendimiento ni en la realidad; en pocas palabras, no existe. Al dejar sin existencia aquello, entonces se deduce que Dios sí es lo más grande que existe.
Capítulo IV - XI: Características de Dios
Existencia
Una de las cosas más fundamentales de entender de Dios es su perfección. En el libro anterior llamado Monologion, Anselmo nos decía que Dios era tanto justicia, bondad y eternidad. No obstante, lo que añade aquí Anselmo es mucho más fundamental: la existencia. En efecto, nada que se considere perfecto puede no existir. Y como Dios es perfecto, entonces Dios necesariamente debe existir.
Percepción
Dios no es corpóreo, pero puede ser percibido por nuestro entendimiento. Una vez que es percibido entonces podemos decir que existe, aunque no tengamos un alcance perfecto de su ser.
Omnipotencia
Nadie puede ser perfecto si no es omnipotente y tampoco si no existe. Como Dios es el Se Supremo de todos los seres, entonces éste tiene el control sobre todos tanto para hacerlos caer como para hacerlos enaltecer.
Piadoso e impasible
Pareciera ser una contradicción en primera instancia, pero la verdad es que no es así. Anselmo explica que cuando Dios tiene piedad con un hombre, Dios no sufre o se alegra con él, pues no habría motivo que un ser perfecto ''sufra'' alguna emoción.
Sin embargo, Anselmo mismo se pregunta cómo se puede ser piadoso si al mismo tiempo Dios puede hacer que alguien que merezca la muerte eterna, tenga la vida eterna. Anselmo dice que si Dios no pudiera perdonar a aquellos que hacen el mal, entonces no podría ser piadoso. No obstante, ¿podríamos decir que es piadoso con unos y con otros no? de ser así, el mismo Anselmo le ruega a Dios tener la habilidad de hacer esto.
Capítulo XII- XVII: Dios con respecto a otros seres
Dios es eterno, pero existen otros seres que también lo son ¿cómo pueden vivir seres eternos y Dios al mismo tiempo? Esto se debe a que Dios tiene una característica particular con respecto a los otros seres. No podríamos decir que Dios es omnipotente si no está en todas partes, por lo cual debemos decir que es eterno y contiene a todos los otros seres sean divinos o no.
Ahora, hablando Anselmo sólo de sí mismo, este se pregunta:
''Si te conozco Dios, ¿cómo es que no te he experimentado? ¿cómo es que no doy testimonio sensible de ti?
El alma, dice Anselmo, está oscurecida por las cuestiones humanas, y no logra comprender la inmensidad de Dios. Dios sería una luz casi inaccesible para el entendimiento humano, del cual se puede saber muchas cosas, pero no su verdad intrínseca.
Anselmo, en comparación con San Agustín, no se pregunta dónde està Dios sino que se pregunta por la comprensión de este. A pesar de tener múltiples características, Anselmo dice que no puede aún conocer a Dios.
Anselmo, en comparación con San Agustín, no se pregunta dónde està Dios sino que se pregunta por la comprensión de este. A pesar de tener múltiples características, Anselmo dice que no puede aún conocer a Dios.
Capítulo XVIII - XXIV: Dios en un lugar o espacio
Sin estar sometido al tiempo ni al lugar Dios está en todas partes y contiene a todas las cosas existentes. Existe a través de todos los tiempos por lo que no podemos decir que Dios fue ayer, es ahora o serà en el futuro, sino que él mismo es ayer, presente y futuro.
Podría preguntarse què pasa con aquellos seres que son igualmente eternos. Bueno, Anselmo nos dice que estos seres igual de eternos están sostenidos por la eternidad de Dios, es decir, no pueden vivir sin él.
Capítulos XXV - XXVI: La bondad de Dios frente a las otras cosas
¿Qué ama Dios de nosotros? ¿qué quiere Dios de nosotros? ¿Nuestra alma o nuestro cuerpo? es natural que se responda que Dios quiera nuestra alma, pero la verdad es que quiere ambos. Ninguna creación de Dios puede ser rechazada por él mismo siendo que él la creó. El alma y el cuerpo son cosas bondadosas y el hombre debe querer a ambas, aunque inclinarse más por el alma luego de fallecer.
En fin, Anselmo nos quiere decir con esto que la adoración a Dios nos acercará siempre a la felicidad. ¿Cómo conocer a Dios si él mismo dice que es incomprensible e inaccesible? solo a través de la intuición podremos reconocerlo.
Conclusión
El argumento ontológico puede ser un argumento convincente para cualquiera que quiera entender la existencia de Dios. En los últimos tiempos, el argumento ontológico ha sido refutado una y otra vez por el agnosticismo y ateísmo, e incluso por cristianos que no aceptan la existencia de Dios ''a priori'' (como por ejemplo Santo Tomás de Aquino). Sin embargo, aunque el argumento ontológico sea poco convincente hoy, tenemos el trabajo de pensarlo y ver de qué manera este es erróneo y quien sabe, a lo mejor podríamos estar equivocados y éste argumento sí tiene un asidero.