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sábado, 23 de diciembre de 2017

Método deductivo en la Antigua Grecia.

Método deductivo

Aristóteles, gracias a la descripción que daba de los silogismos, pudo dar también la explicación de un tipo de razonamiento llamado razonamiento deductivo

Platón y la deducción 

Básicamente, la definición de un razonamiento deductivo es también parecida a la definición del silogismo.

''Toda conclusión que es que resulta de una o más premisas'' 

Podríamos decir que uno de los primeros en realizar el método deductivo fue Platón en sus diferentes obras. Platón desarrollaba sus razonamientos a partir de las cosas más conocidas para luego afirmar las específicas, es decir, partir de lo general a lo particular.

Veamos un ejemplo:

Premisa 1: Todos los humanos son mortales
Premisa 2: Sócrates es humano
Conclusión: Sócrates es mortal

El razonamiento deductivo puede partir por tres cosas esenciales:

  1. Cuando es clara la sustancia o esencia de lo que se habla.
  2. Cuando se tiene evidencia sensible de lo que se habla.
  3. Cuando se debe proceder de lo general a lo particular.


Si bien podemos ver muchos ejemplos de deducción en Platón, quien describe sistemáticamente el método deductivo (y el inductivo) es Aristóteles

Aristóteles y la deducción

Aristóteles pone un punto muy importante entre la deducción y la demostración, pues se puede pensar inmediatamente que una deducción es una demostración, pero no es así. La deducción siempre va a ser más general, mientras que la demostración es específica; se fija en una premisa particular. 

La deducción debe ser siempre perfecta para que tenga sentido. Se debe partir de una generalidad, o como la llama Aristóteles, una universalidad. Por lo tanto, la universalidad de las premisas es el fundamento de la deducción.

Los estoicos y la deducción 

Los estoicos siempre diferían entre Platón y Aristóteles cuando se hablaba de lógica. Los estoicos dividían los razonamientos en dos:

  • Demostrativos
  • Apodícticos

Estos razonamientos o bien demuestran una cosa nueva o anapodíctica (sin lugar a duda o discusión). Veamos un ejemplo de este razonamiento de los estoicos:

Premisa 1:Si hay luz es de día. 
Premisa 2: Hay luz.
Conclusión: Es de día.

Las dos primeras premisas se demuestran por sí misma y por lo tanto, la conclusión es innecesaria: aquí tenemos un razonamiento anapodíctico. 

Conclusión

El método deductivo es usado hasta el día de hoy sobre todo en los períodos finales de estudios formales; por ejemplo, en el proceso de tesis. Hoy en día existen muchas formas de ver el método deductivo, así como también el inductivo (y a veces se combinan en las líneas de investigación) No está demás saber las distintas visiones de la deducción en los temas de lógica y el razonamiento silogístico. 

martes, 31 de enero de 2017

San Agustín de Hipona - Sobre la verdadera religión (389).

El título de este libro trae a la vez una pregunta muy importante ¿cuál es la verdadera religión? Puede parecernos una eterna búsqueda porque implicaría hacer una revisión de todas las religiones existentes. En este libro San Agustín de Hipona ataca a todas las disciplinas que van en contra de la religión, incluso ataca a la filosofía griega y, como podría esperarse, a la religión y filosofía maniquea. No veremos aquí una descripción de todas las religiones como bien podríamos pensar, sino que veremos cómo debería ser una verdadera religión. Veamos cómo puede lograr algo tan difícil el doctor de la gracia.

Referencias:

(1) En ese tiempo habían religiones como la maniquea, donatista, judía, apolinarista, arrianista y otros paganos. No existía aún la religión evangélica y mucho menos los testigos de Jehová (aunque en realidad estos eran los antiguos arrianos). 
(2) Algunas tribus de Escandinavia se convirtieron al cristianismo por este mismo hecho. 


SOBRE LA VERDADERA RELIGIÓN

Capítulo I: Contra la filosofía griega

Los filósofos sólo creían en dioses que representaban una creencia popular colectiva y de hecho, algunos no creían en ellos a pesar de que todo el pueblo sí. 

Uno de los más grandes filósofos de la historia fue el mismísimo Sócrates, quien siempre mantuvo que las cosas creadas por la naturaleza eran mucho más valiosas que las creadas por el hombre. 

Luego Platón diría que el hombre debía acercarse mucho más a las cosas inteligibles que a las sensibles. Ya habíamos visto con San Agustín que todo y absolutamente todo está bajo el ojo de la divina providencia, incluso las cosas materiales porque al tener ellas forma, ellas también participan del bien. Las ideas de Platón contra el mundo sensible hacen que el hombre se harte justamente del mismo mundo. Lo que pasa, es que si el hombre rechaza el mundo sensible, está rechazando al mismo tiempo la creación de Dios. 

Por lo demás, Agustín nos dice que si Platón o Sócrates existieran hoy, lo más probable es que fueran igual de católicos que él, pues muchos de sus seguidores (los académicos por ejemplo) se han convertido al catolicismo sin problemas. 


Capítulo II: La verdadera religión es la católica

San Agustín asegura que la filosofía y la religión son la misma cosa, pues una es la búsqueda de la sabiduría y la sabiduría como dijimos en otras partes es Dios mismo. 

La Iglesia Católica difiere de las otras religiones(1) en cuanto que ésta es la más espiritual de todas. El paganismo siempre tiene confusiones con su doctrina al adorar múltiples dioses, pero ellos no son solamente los que se alejan de Dios, sino que también aquellos que son monoteístas pero adoran a Dios de otra forma; por ejemplo, los judíos. Según San Agustín, los judíos solo buscan el premio de los bienes temporales cuando adoran a Dios, y no los espirituales como sí lo hace la Iglesia. En todo caso, Agustín nos dice que incluso hasta estas religiones que no son católicas, pero sí son monoteístas, consultan a la Iglesia Católica pues ni ellas pueden darse a entender. 

Capítulo III: Las otras religiones

Uno de los primeros que habló sobre las herejías fue San Pablo al decir:

''Conviene que haya muchas herejías, para que los probados ya se manifiesten entre nosotros''
(1-Colosenses 2:19)

Los herejes para la Iglesia Católica son útiles pues esto les ayuda a estar alertas de las argumentaciones que ellos pueden tener en contra de los católicos. 

Los errores que evitan que el ser humano pueda adorar a Dios es justamente cuando el hombre o ama sólo el alma, o sólo el cuerpo, o solo su imaginación, o al conjunto de alguna de las tres cosas. Agustín recomienda ir más allá de todas estas cosas y creer en Dios más que en las cosas que son inferiores a él. 

Capítulo IV: La vida del hombre

Cuando el hombre se une a la vida terrenal y carnal no vive una vida feliz. El amor por las cosas que perecen tarde o temprano lo volcará a la tristeza porque las cosas corporales perecen; de hecho, en esto consiste justamente los dolores del alma, en añorar las cosas que están sometidas al cambio. 

Los hombres no se corrompen exteriormente, son ellos mismos los que voluntariamente eligen el mal. De aquí que San Agustín establezca que el pecado es un mal absolutamente voluntario. De hecho, no podríamos decir que el pecado fuera un mal si no tiene voluntariedad, pues lo que se hace por necesidad (obligación) no podemos decir que es bueno ni malo. Por otro lado, el hombre no está totalmente perdido cuando comete el pecado, pues al mismo tiempo es capaz de arrepentirse y enmendar lo hecho. 

Sólo un hombre fue capaz de retirarse de las cosas carnales y de las pasiones que esta conlleva y este fue Jesús. Todos los hombres adoraban las cosas carnales y terrenales mientras él las despreció todas. Resistió toda clase de castigos y no quiso rebelarse jamás contra sus enemigos, sino que todo lo contrario llevó a cabo su destino. 

Dios y sus creaturas

Es normal que el hombre tenga reproches sobre las distintas desgracias que le ocurren. Muchas de ellas debemos aceptar que nacen de su propia voluntad, o de la voluntad de otro hombre. Es necesario preguntarse ¿por qué Dios creó al hombre? simplemente para que fuese y fuese sobre todo bueno, pues no hay nada en ser nada. ¿De dónde creó Dios el hombre? lo creó de la nada, pues no necesita de nada para crear lo que quiera. 

No obstante, todas las cosas son buenas incluso aunque sean vicios o la misma muerte porque todo tiene que tener existencia para ser, y como lo que existe es lo verdadero y lo verdadero es bueno, entonces todas las cosas que existen son verdaderas y buenas. 


Capítulo V: Los vicios de la vida

Como dijimos en el capítulo anterior que incluso hasta lso vicios pertenecen al bien, tenemos que el mal no está por ninguna parte. Es más, cuando los hombres pecaron no lo hicieron desde el mal, sino que cambiaron los bienes inteligibles por los bienes sensibles. 

Ni siquiera el árbol de la sabiduría sería malo porque lo verdaderamente malo es el mandato transgredido, y lo malo proviene justamente cuando vemos lo superficial y no lo esencial de las cosas. 

El vicio por otros hombres

Eran muchos los que en tiempos de San Agustín trataban de persuadir a los hombres a que se unieran a una religión politeísta. Sin embargo, el hombre debe quedarse con la religión monoteísta, porque de la unidad comienza todo. Además, los hombres que son politeístas siguen creyendo por lo menos en una unidad de dioses que los sirven. 

Por otro lado, la religión católica ya probó que es la única y verdadera a través de los milagros realizados por Jesús. En efecto, ¿en qué religión se pudo revivir a los muertos? ¿en qué religión un hombre pudo revivir al tercer día? de las otras se dice que ninguna pudo hacer tal cosa(3)

¿Por qué ahora no existen los milagros como fue en el tiempo de Jesús? La providencia lo hizo con la intención de que el hombre no siguiera dependiendo de lo que ve o de lo que oye. El hombre, a base de estos milagros realizados, debe creer en Dios y que el milagro puede ocurrirle a él siempre y cuando esté con Dios. 

Capítulo VI: El conocimiento de Dios

El alma es capaz de caer en el vicio y por lo tanto en el mal, aunque también puede reivindicarse. ¿Cómo? la única forma de que sea elevada es que pueda ser instruida con los ojos de la mente. Debe alejarse de la adoración a las cosas sensibles y contemplar sólo la unidad. En efecto, Dios es la unidad misma y si el hombre tiende a esta unidad podrá instruir su alma y vivir una vida feliz. 

La unidad

La unidad es un término inconcebible y a la vez está en nosotros siempre. En efecto, nuestro cuerpo está hecho de partes, pero la unidad permite que estas partes se unan y puedan hacer lo que hacen. 

La pluralidad es lo más básico de captar, pero la unidad nunca podremos verla porque la unidad no tiene cuerpo. El cuerpo sólo puede ser posible por la pluralidad y la unidad, pero la unidad no la podremos ver. 

Problemas con los sentidos

Agustín creía al igual que Aristóteles que habían sentidos ''privilegiados'', ellos son la vista y la audición, pues los otros son más bien complementarios a otros. Sin embargo, no por eso quiere decir que nos ''engañen'', pues de repente vemos cosas que no son como deberían ser. Por ejemplo, cuando un remo se introduce en el agua, su forma cambia completamente y cuando se saca su forma es otra (o más bien la original). Si nosotros nos dejamos engañar por el agua, esto no quiere decir que el ojo nos engañó sino que nuestra mente es la que nos engaña. 

Por eso, San Agustín tampoco cree en los fantasmas, pues estas serían imágenes mentales que corresponden a un mal juicio. Si tenemos a un fallecido y sabemos que su cuerpo está aquí, es una incongruencia que su cuerpo esté nuevamente en este mundo. 

Adorar a Dios

Buscar la razón es buscar a Dios. El medio por el cual debemos alcanzar a la providencia, es guiarse por el mismo creador y no por las obras que él hace. Por supuesto, siempre será más importante el creador de cosas hermosas que las mismas cosas hermosas. 

Cuando ponemos la felicidad en el lugar de las cosas sensibles y perecibles, entonces tendremos que estar conscientes de que sufriremos en cualquier momento por la pérdida de aquellas. Por lo tanto, cuando ponemos la felicidad en estas cosas pues nunca seremos felices. 

Capítulo VI: El amor a Dios

Ya sabemos que San Agustín consideraba que el pecado más grave de todos era la soberbia. No debemos despreciar ninguna cosa de este mundo, por más terrenal que ésta sea porque hasta esa misma cosa tiene la oportunidad de elevarse y ser mucho más de lo que es. 

Recordemos que este desprecio por las cosas materiales viene dada por Platón en su teoría de la alegoría de la caverna; esta idea abraza las cosas inteligibles y desprecia las sensibles de modo que el hombre pueda alcanzar la autosuficiencia. Sin embargo, para San Agustí, despreciar las cosas sensibles sería un acto horrible de soberbia. 

Deseo de invencibilidad 

Todos los hombres quisieran ser invencibles para vivir siempre con sus seres queridos. Para San Agustín, vivir bajo los preceptos divinos es vivir de manera inmortal, pues los preceptos son cosas divinas y todo lo divino es inmortal. ¿Cómo podría ser esto? veamos una de las cosas que dijo Cristo sobre los enemigos. 

''Pero yo os digo; amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen''
(Mateo 5:44)

Lo primero que podría decirse de esto es que no tiene ningún mérito odiar a los enemigos, cualquiera puede hacerlo sin problemas, pero es mucho más difícil (y por lo tanto más meritorio) amar a los enemigos. Además, si yo amo a mis enemigos, seré más que invencible porque nadie podrá hacerme daño si considero que todos son ''amigos''. 

Amor al prójimo 

Nadie es autosuficiente a los ojos de Dios y es por eso que el hombre necesita a su prójimo, no sólo en momentos de dificultad sino que en todo momento. El hombre usa del prójimo para practica su solidaridad y generosidad, así como también practica con los enemigos la paciencia. 

Capítulo VII: El estudio de las Sargadas Escrituras

Lo primero para el estudio de las Sagradas Escrituras es tener la curiosidad necesaria. Lo otro es tener en cuenta que mucho de las Sagradas Escrituras son alegorías que pretenden aleccionarnos en el estudio de Dios. 

Muchos han abortado el estudio de las Sagradas Escrituras considerándola muy difícil de comprender, o de que cada uno entiende por sí sólo cada palabra; sin embargo, la verdad es que esto ocurre por la simple falta de curiosidad de saber la verdad porque es mucho más fácil tener una propia interpretación de las cosas más que conocer realmente la verdad. 

Eso sí, todos los hombres son capaces de acercarse a las Sagradas Escrituras y más aún podrán entenderlas porque el entendimiento procede del bien, y de acuerdo con la idea de que todo es verdadero porque existe, y todo lo que es verdadero es bueno, entonces todos podemos entender las Sagradas Escrituras. 

Capítulo VIII: Exhortación a la verdadera religión

San Agustín nos invita a abrazar una religión donde no se adore a las cosas terrenales, ni mucho menos a las cosas que son artificiales, es decir, aquellas que son creadas por el hombre. Sin embargo, tampoco se debe adorar a los hombres artífices de las cosas hechas, como tampoco a los animales ya que estos son inferiores al hombre más ignorante que exista. 

Finalmente, adoremos al Dios omnipotente que hizo que todas las cosas fueran totalmente buenas y que, aunque exista la maldad en el sentido sensorial todas estas cosas tienen la oportunidad para ser buenas. 

Conclusión

San Agustín arrasa con este tratado a todas las religiones de su tiempo, incluyendo la filosofía griega por la manos de Sócrates y Platón. Todas estas cosas son superadas una vez que se adora y se alcanza el conocimiento divino de Dios. Aquí vemos las enseñanzas clásicas de la biblia que, aparte de que nos lleve a adorar a Dios, también nos llevan a mirar al otro y quererlo a través de la misericordia o piedad. Ciertamente que todas estas enseñanzas de San Agustín son tan difíciles como seguir los preceptos platónicos de la filosofía, pues, ¿cómo podemos desligarnos de todo lo sensible cuando ya estamos tan acostumbrados? La verdad es que debemos tener mucha voluntad para superarlo.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Platón - Las Leyes (Libro V y VI: Fundación del estado (II) / Magistraturas).

El siguiente libro presenta la segunda parte de la fundación del estado mientras que el libro VI se refiere a las magistraturas y clases de funcionarios. No solo es importante conocer la filosofía detrás de éste excelente libro, sino que también las descripciones históricas que contiene. En el primer libro veremos las características del Estado descritas por el Ateniense (de hecho,él es el único que habla en éste libro) y el segundo la descripción de las magistraturas y de los funcionarios de éste. Ya veremos que aquí yacen las principales ideas de las conocidas Ciudades-Estado que dominaban con mucha preponderancia en el siglo IV a. C.

Definiciones:

(1) Vesta: Diosa de la mitología romana que representaba el hogar.
(2) Júpiter: Dios romano del cielo. Es el equivalente a Zeus en la mitología griega.
(3) Minerva: Diosa de la mitología romana que representaba la sabiduría.
(4) Taxiarcas: Infantería de 125 hombres.
(5) Monodía: Composición musical para una sola voz.
(6) Dracma: Antigua moneda de Grecia en la época de las ciudades-Estado.
(7) Juno: Diosa de la mitología romana que representaba la maternidad.
(8) Decuplo: Cantidad diez veces mayor que otra.


Referencias:

(1) En esta oración se ve el Comunismo de Platón, ya descrito en La República.
(2) Un rasgo machista propio de la época de los griegos.



Libro V
Fundación del estado (en proyecto).


El alma, el cuerpo y el Estado


Después de dios, el alma es lo más sagrado que tiene el ser humano. En el alma se encuentran dos partes, una que manda y otra que obedece. Siempre hay que dar primacía a la parte que manda en el alma, es por esto que no se le debe conceder libertad a la parte que obedece.

Hay actitudes del ser humano que deshonran el alma. Una de ellas es preferir la belleza a la virtud porque al preferir la belleza se esta prefiriendo al cuerpo en vez del alma. Otra forma de deshonrarla es preferir la acumulación de riquezas y rechazar la virtud, ya que estamos prefiriendo lo material antes de lo espiritual.

Así, el orden de importancia del ser humano sería éste:
  1. Dios.
  2. El alma.
  3. El cuerpo.

Sobre los deberes

El mayor de los bienes ya sean para los dioses y los hombres es la verdad. Quien quiera ser feliz, entonces tendrá que acercarse lo más posible a la verdad; cabe destacar que quien dice verdades, es a la vez digno de confianza, quien no se complace en mentir, siempre será indigno de confianza. El que no comete injusticia debe ser honrado, pero el que no sufre a pesar de que los demás sean injustos con él, tiene muchos más honores. Para que el Estado pueda ejercer bien su poder, necesita de ciudadanos que le sean fieles y propaguen la virtud entre todos los ciudadanos.

El Ateniense dice que el hombre tiene una enfermedad que nace con él. Se trata de el ''amor propio'', es decir, las personas que aman por sobre todo a sí mismos antes que todo lo demás, incluso, la verdad. El hombre solo debe amar la verdad y la justicia por sobre todas las cosas. Por otro lado, en los momentos de adversidad, los hombres deben siempre ser confiados si no han incurrido en injusticia alguna, y si llegasen a pasar algún mal, serán los mismos dioses los que se encargaran de mitigar ese mal.

Los hombres tienen 4 estados de vida que son los más honrosos y los que deben ser considerados y abrazados por el hombre:

  1. La templanza.
  2. La razón.
  3. El valor.
  4. La salud.
y otros 4 que son sus contrarios:
  1. La intemperancia. 
  2. La demencia.
  3. La cobardía.
  4. Las enfermedades.

Naturalmente, son los primeros estados los que el hombre debe abrazar por sobre todo, ya que estos son los que proporcionan la felicidad y el bienestar al hombre. 

Lo fundamental del Estado.

Existen dos cosas fundamentales en el Estado según el Ateniense. Una es el establecimiento de los magistrados y la otra el establecimiento de las leyes en base a las cuales los magistrados deben gobernar. Los magistrados tienen dos medio par promulgar las leyes, uno suave y otro violento. Si emplea el medio suave, le será muy difícil lograr establecerlas, pero en cambio con el medio violento su trabajo no será arduo y además será rápido. Es así como el magistrado debe ''depurar'' o ''purificar'' el Estado.

El Ateniense recomienda que la manera de purificar el Estado (o conformarlo) debe ser poco a poco y con muchas precauciones. Otra de las purificaciones, o en otro sentido, la salud del Estado es que los ricos den parte de su fortuna a los más pobres(1). Una de las cosas que podrá mantener al Estado de manera prolongada, es la obediencia a las leyes y el rechazo a la riqueza.


Conformación y administración del Estado

Administración de ciudadanos.

Para administrar bien las riquezas, primero se deben organizar a los ciudadanos por clases sociales, contar estas clases sociales, obtener un resultado de la suma de estas clases y distribuir tierras y habitantes en proporciones iguales. A modo de ejemplo, el Ateniense propone un número de ciudadanos entre los que se repartirán las tierras, este numero será el 5.040. 

Por otro lado, el legislador también debe tener sumo respeto por los dioses o demonios que se adoren en al ciudad, así como también los objetos sagrados que se encuentren, los legisladores no pueden tocar dichos objetos. En lo que sí puede intervenir el legislador, es en la correcta distribución de lugares sagrados para los ciudadanos, ya sean estos bosques, montañas u otros lugares. Debe fijar todo los lugares convenientes al culto.

El estado, el gobierno y las leyes deben ser la primera prioridad en la ciudad y para ésto, todos los ciudadanos deben abogar por tener cosas en común, incluso hasta la familia. Eso sí, los ciudadanos no pueden trabajar en común, esto se debe según el Ateniense a que sería muy dificultoso que se hiciera en esos tiempos. 

Por otra parte, la tierra que es otorgada a cierto ciudadano, no es propiedad de él, sino que del Estado. La herencia de la tierra debe ser a un solo hijo, a ese hijo que el padre más estima o más crea que sea conveniente entregar. La familia que posea muchos hijos o por el contrario tenga pocos, tendrán que ser organizados de modo que estos no sobrepasen el número ya asignado (5.040), esto puede hacer a través de prohibiciones o otorgamiento de honores a quien tenga mas hijos. El Estado se deberá encargar de que los ciudadanos no sobrepasen ese número. 

El legislador en el Estado.

El legislador debe velar por el cumplimiento de la ley, por las riquezas del Estado y por la felicidad de los ciudadanos. El Ateniense dice a Megilo y a Clinias que sería imposible que el legislador pudiera estar obrando en dos cosas que son imposibles, es decir, permitir que los ciudadanos se enriquezcan y a la vez sean felices y tengan virtud; por lo tanto, el legislador solo podrá hacer lo que le sea posible y más conveniente para a ciudad, que los ciudadanos sean felices y tengan virtud. Debe procurar también que los ciudadanos no se hagan excesivamente ricos o excesivamente pobres; sobretodo excesivamente ricos, ya que esto no corresponde a la virtud.

Conformación de la ciudad.

La ciudad debe estar situada en el centro del país y amurallada. Debe levantarse un edificio justo en el corazón de la misma y ponerle de nombre ''ciudadela'' y estará consagrado a Vesta(1), a Jupiter(2) y a Minerva(3)

La ciudad será dividida en 12 partes iguales, ya sea en términos de tierra y ciudadanos; el legislador es quien será el responsable de tal división. Cada ciudadano tendrá dos domicilios, uno cerca del Estado y otro en los extremos de éste. 

Terminado su argumento el Ateniense , éste recomienda a Clinias que tome en cuenta todos los consejos y descripciones que acaba de hacer del Estado. Clinias responde afirmativamente.


Libro VI
Magistraturas y diferentes clases de funcionarios.


Elección de magistrados


Hay dos ordenes políticos en la ciudad:
  1. La institución de las magistraturas, con la elección de las personas para desempeñarlas, el número de ellas y su calidad.
  2. La prescripción de las leyes a cada una de las magistraturas, el numero de ellas y su calidad.
El Ateniense le dice a Clinias que justamente el problema de su ciudad es que no cuenta con buenos magistrados. El Ateniense advierte a Clinias tener mucho cuidado con las elecciones y a quien eligen como magistrado en la ciudad de Knosos y sobre todo, en la colonia que pretenden fundar. El Ateniense le aconseja lo siguiente:
  • Que los knosienses escojan quienes van a la nueva colonia. Deben ser 37 ciudadanos: 19 nuevos ciudadanos y los 17 de la misma Knosa. Clinias estará entre los knosienses.
  • En la elección de magistrados, todas las personas que lleven armas podrán ejercer la votación. La elección debe llevarse a cabo en el templo más sagrado de la ciudad.
  • La elección debe comprender al principio 300 magistrados, de estos 300 se tienen que elegir 100 y de estos 100 se elegirán finalmente a 37 magistrados.
  • No se podrá ser magistrado más de 20 años y tampoco se puede conferir antes de los 50 años. El que sea elegido a los 60 años durará solo 10 años. 

Las distintas funciones

Los generales.

Los generales de guerra deben tener Taxiarcas(4) que sirvan como auxiliares. Estos generales tienen que ser de la ciudad y serán designados por los magistrados según quien saque mayor número de votos. A esto se les añade el cargo de cuidar de la ciudad contra los enemigos y animales feroces, es decir, que sirvan como guardianes de la ciudad.

Los senadores.

El senado se compondrá de 360 senadores y se dividirán en 90 de modo que se tomen de cada clase 90 senadores. Los senadores serán elegidos por los ciudadanos obligatoriamente, sobre todo el primer día de fundación de la ciudad.

Los sacerdotes.

Deben existir en la ciudad sacerdotes y sacerdotisas que estén al servicio de los dioses. También estos serán elegidos a elección y lo que concierne a las leyes y religiosidades, se consultará al oráculo de Delfos cualquier deliberación. La duración del cargo de sacerdote durará un año y deben fluctuar la edad de 60 años, no menos. 


Interpretes.

Los interpretes son los que interpretan al oráculo de Delfos. Cada tribu debe tener uno por elección y es un cargo vitalicio. 

Los jueces.

Todos los jueces y magistrados están obligados a responder de sus juicios y administración. Si algún trabajador cometiera una injusticia ya sea con su superior o con su empleado, sería severamente castigado.

Los agrónomos.


Esta profesión durará dos años y debe estar a cargo de las personas que coman en el comedor propuesto por el Estado. Quien esté comiendo fuera de estos comedores designados por el Estado, serán castigados.


Los magistrados y la música.

Ningún ciudadano puede faltar a las asambleas, ya que esto implicaría una multa a quien lo haga. 

Los magistrados deben impartir la música y la gimnasia en dos modos: unos dando la instrucción y otros dando los ejercicios. Por instrucción nos referiremos a las personas que vigilan el comportamiento de los estudiantes en las escuelas y por ejercicios a las personas que coordinen los ejercicios tanto de la música como de la gimnasia. Los ejercicios gimnásticos sean de hombres o caballos tendrán a los mismos directores, en cambio en los ejercicios musicales habrán dos directores: unos encargados de la monodia(5) y otros para el canto de los coros. 

Para dirigir la monodia bastará solo un hombre que los dirija y este debe tener 30 años. Mientras que para los bailes y la orquesta se necesitará solo un hombre que pase los 40 años para dirigirlas. 

Los presidentes de los coros serán elegidos en una asamblea (manteniendo la misma idea de quien falte a ésta será multado) por elección. El que gane en la elección será presidente por un año en los coros. Luego se deben elegir los árbitros de ejercicios gimnásticos. Se deberán presentar 20 candidatos a serlo y de ellos se elegirán 3.

La educación en cuanto a los dos sexos.

Solo un magistrado de más de 50 años puede ocuparse de la educación de los jóvenes de ambos sexos. Debe tener descendencia legítima, hijos e hijas. El Ateniense dice que esta es una de las magistraturas más importantes, puesto que se ocupa de la educación de los jóvenes desde temprana edad para que en el futuro sean buenos hombres.

El tribunal.

Se deben establecer 2 tribunales: 
  1. Para particulares: Cuando un ciudadano sienta que sus derechos han sido violados por otro y lo cite a tribunales para solucionar su problema.
  2. Para públicos: Cuando un ciudadano ha cometido un perjuicio al Estado.
Es indispensable que en los crímenes de Estado se encuentren presentes todos los ciudadanos en el juicio. Esto es debido a que cuando el Estado es dañado, todos los ciudadanos se encuentran en la misma condición. 


El  matrimonio en las leyes.

El trabajo del pintor, según el Ateniense, es cargar el color o suavizarlo según él lo pretenda. La idea es que cada pintura sea renovada y mejorada ca da vez más, en un intento de llegar a la perfección. La labor del legislador se le asemeja mucho, puesto que éste debe renovar y mejorar las leyes también, deben siempre acercarse a la perfección. 

Por otro lado, también enseñará a un estudiante o discípulo que se ocupara de la misma forma que se ocupó él de las leyes. 

La religión y el matrimonio.

Cada tribu (las 12 establecidas) debe tener un dios protector en la ciudad. Se harán altares en cada tribu y además se deben hacer sacrificios dos meses al mes. 

Los motivos del sacrificio son:
  1. Para honrar a los dioses.
  2. Para facilitar la familiaridad y toda relación con los ciudadanos.
Con respecto al matrimonio y a la unión de parejas, es debido que alguien que tenga muchos bienes y sea rico esté con alguien que no tenga tantos. El Ateniense dice que la igualdad y la proporción siempre serán mejores que los excesos.

El Ateniense advierte que emplear esta ley, en un principio puede causar controversia. Sería difícil que los ricos se casen con los pobres; por esta razón, esta ley debe introducirse lentamente por la vía de la persuasión y no por un decreto directo. Quien no contraiga matrimonio más allá de la edad de 35 años, tendrá que pagar una multa anual de 100 dracmas(6). Dicho dinero se consagra a Juno(7) y si no paga en el plazo acordado se le condenará con el decuplo(8). 

Las promesa de matrimonio será llevada a cabo por el padre, si éste no se encontrara por alguna razón, será el abuelo quien se encargue y a falta de éste serán los hermanos por parte del padre que se encarguen. En las fiestas no se podrán invitar a mas de cinco personas por cada parte (padre y madre). El gasto debe ser proporcionado a la renta de cada pareja. Quien no se atenga a estas reglas será severamente castigado. 

Quien se case debe tener en cuenta lo siguiente:
  • Las dos casas entregadas por el Estado, deben ser destinadas: Una para el nacimiento y la otra para la educación de los hijos.
  • Debe separarse de su padre y de su madre. 
  • Fijar su morada y vivir en ella. Las casas tanto de los padres con como de la nueva pareja deben estar alejadas, pero de igual manera deben visitarse. 
Los matrimonios deben seguir comiendo en los comedores comunes, tal y cómo lo hacían antes de adquirir matrimonio. Los hijos deben ser bien educados en cuanto al cuerpo y el alma

Los templos religiosos deben ser erigidos alrededor de la plaza pública. Cerca de los templos estarán los edificios de los magistrados y de los tribunales. En cuanto a las murallas, el Ateniense no parece estar de acuerdo con ellas debido a que éstas representan debilidad y cobardía. Una sensación de querer decir que en esa ciudad no se hace nada para atacar. Sin embargo, el Ateniense también admite que es absolutamente necesario en tiempos de guerra, por eso, expresa que mientras la ciudad más parezca una sola casa, la defensa será impenetrable. 


Los esclavos.

La primera descripción que el Ateniense hace de los esclavos, es que estos deben ser fieles y afectuosos para con sus amos. Sin embargo, también dice que muchas personas dicen que los esclavos no tienen sentimientos de virtud y mucho menos son capaces de tenerla. Estos también reciben castigos dependiendo de las cosas que hagan y su comportamiento general, estos castigos hacen sus almas aún más esclavas. Dicen, según el Ateniense, que cuando el hombre cae en la esclavitud, Júpiter le arranca la mitad del alma. 

El Ateniense admite que la condición de esclavo es la más ignominiosa y embarazosa que existe, pero se puede llevar de mejor manera aplicando las siguiente medidas:
  • No tener esclavos que sean de una misma nación, es decir, tener esclavos de distintas naciones para hacer más llevadera la esclavitud.
  • Tratarlos bien y darles equidad. Si queremos ser hombres justos, debemos serlo en todos los ámbitos.
  • Dejar bien establecida la diferencia entre amo y esclavo. Si se trata al esclavo como un familiar o como un igual, la autoridad y obediencia se debilitará.

La mujer y el Estado.

El Ateniense nos dice que el tema de las mujeres ha sido tomado en cuenta muy poco y ésta es una de las razones por las que se gobierna mal en cada uno de ellos. Es difícil, según el Ateniense prescribir leyes para las mujeres, ya que estas son menos inclinadas que los hombres hacia la virtud(2). Además, sería difícil que las mujeres pudieran someterse a la vida en común igual que el hombre, esto debido a que ya son muchos años que hombres y mujeres llevan una vida de forma privada. 

Sin embargo, los dialogantes se proponen descubrir si la vida en común puede aplicarse a las mujeres. El Ateniense se dispone a describirla siguiente situación.

Para los hombres hay 3 clases de apetitos y necesidades. Los dos primeros apetitos son las dos primeras necesidades, comer y beber. El tercer deseo o inclinación es la perpetuación de la especie. Estas 3 inclinaciones en exceso nos dirigen a la enfermedad que el Ateniense nombra como ''placer'' y no que no se debe caer en él, sino más bien dirigirse hacia la virtud. Para éstas 3 ''enfermedades'' se darán 3 remedios: El temor, la ley y la recta razón.

Solo después de que una pareja supere estas cosas en el matrimonio, luego se debe inculcar a los hijos y ahí se podrá determinar si las comidas en común son viables para las mujeres. 



Conclusión

Como vemos, los magistrados deben dar todo para el bien del Estado al igual que los ciudadanos. Se repite la idea de las comidas en común que ya se habían tratado en la República, así como también el respeto a la religiosidad y al culto en las 12 tribus establecidas. En mi opinión, el tema que más se extiende en este libro, es el tema del matrimonio. Es interesante saber lo estricto que era Platón para establecer los matrimonios y los castigos existentes al transgredir alguna ley en el matrimonio; por ejemplo, contraer matrimonio antes de los 35 años. Se dice que es bueno que la mujer quede embarazada antes de los 35 años. ¿Habrá sabido Platón este asunto en las mujeres?