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sábado, 8 de julio de 2017

San Agustín de Hipona - La ciudad de Dios (Libro XVII: Desde los profetas hasta Cristo) (413).

En la entrada anterior vimos la historia desde Noé hasta los profetas, y ahora veremos lo que nos falta ver de los profetas hasta llegar a Jesús de Nazareth. Esta puede ser perfectamente una guía para cualquier persona que quiera saber de la biblia y sus acontecimientos históricos. Podríamos decir que lo que se verá a continuación es un manual de cómo entender lo hecho por las distintas figuras religiosas de cada uno de los libros bíblicos. Dejemos a San Agustín de Hipona hacer la propia interpretación de los hechos y después nosotros construyamos la nuestra.

Referencias:

(1) Aunque bien podría decirse que el mesías al que los judíos se refieren revive tan literalmente como se dice, es decir, con cuerpo y alma. 


LA CIUDAD DE DIOS

LIBRO XVII: DESDE LOS PROFETAS HASTA CRISTO

La promesa hecha a Abraham


El largo camino que debieron recorrer todas las generaciones de hombres par alcanzar la tierra prometida continúa sin detención. Fue a Abraham a quien le fue prometida esta tierra, pero nunca la vio ciertamente en vida, fueron otros los hombres que se asentaron en esta y la tuvieron que proteger. 

San Agustín salta desde Josué hasta los jueces que, en el orden de la biblia se sigue de la siguiente manera: Noé, Sem, Taré, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, los jueces y Samuel. 

Acontecimientos de Samuel y Saúl

Samuel

Luego de la historia de los jueces comienza la historia de Samuel y Saúl. Samuel fue un profeta y juez perteneciente a la tribu de Leví que vivió en Israel junto con su madre Ana. Ana era estéril y no podía dar a luz un hijo, pero tal como la historia de Sara, esposa de Abraham, Dios le dio la fecundidad para que naciera Samuel. De hecho, Ana pudo dar a luz a 7 hijos siendo el último Samuel. 

En la adultez, Samuel ejerció el sacerdocio, además de ser juez en la misma tierra prometida. Su madre siempre lo había dejado al cuidado del sacerdote Elí quien lo instruyó en las S.E., luego el mismo Samuel tomó su lugar como sacerdote oficial. 

Saúl

Es considerado el primer rey de Israel, aunque por la reprobación que tuvo San Agustín no lo considera el primer rey; al contrario, considera el primer rey de Israel a David. 

Su reprobación consistió en no acatar las instrucciones que le daba Samuel, quien le permitió ser el rey de Israel. Saúl iba a atacar a lso filisteos que azotaban a Israel, pero antes de ello debía ofrecer sacrificios a Dios. Sin embargo, el único permitido para hacer eso era Samuel; por lo tanto, Saúl, al no poder esperar a Samuel hizo el sacrificio él mismo. Esto decepcionó tanto a Samuel que éste comenzó a buscar a otro ungido de Dios. 

Samuel bendijo a David para ser el siguiente rey de Israel; debemos recordar que David ya había luchado contra Goliat y había vencido; debido a esto, Saúl se puso celoso y conspiró contra David para matarlo. De ahí que Samuel le haya dicho:

Si hubieras cumplido la orden del Señor, tu Dios, él consolidaría tu reino sobre Israel para siempre. En cambio, ahora tu reino no durará.
(1 Reyes 13:13-14)

Saúl fue atacado por los filisteos y estos ganaron dando la derrota total de Saúl. Antes que lo capturaran, Saúl pidió a su escudero que lo matara, pero este se negó a hacerlo lo que lo obligó a suicidarse. Así termina el reino de Saúl y comienza el de David. 

Acontecimientos del rey David y del rey Salomón

David

Una de las primeras acciones del rey David fue construir el conocido Templo de Jerusalén. Mucho se dice que este templo fue construído para el sucesor que sería Salomón, pero San Agustín aclara enfáticamente que no fue hechos para él. Recordemos que Salomón se volvió a los dioses paganos además de ingresar mujeres y concubinas al templo. La verdad es que el templo de David fué construído para Cristo en un acto profético. 

Los salmos son los cantos que el rey David componía como profecía de lo venidero. 

Salomón

El reino de Salomón empezó muy bien respetando los preceptos de Dios, pero ya con el tiempo Salomón se vio influenciado por las creencias de otros dioses. Ciertamente la tierra y el templo prometido a David no era para Salomón sino que para Cristo. De hecho, ya en los salmos podemos ver referencias a Cristo y como David lo vaticinaba. 

Veamos los vaticinios salmo por salmo:

Salmo 44: La unción


''Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la gracia, el Señor te bendice eternamente. Cíñete al flanco la espada, valiente: es tu gala y tu orgullo; cabalga victorioso por la verdad y la justicia, tu diestra te enseñe a realizar proezas. Tus flechas son agudas, los pueblos se rinden, se acobardan los enemigos del rey. Tu trono, ¡oh Dios!, permanece para siempre; cetro de rectitud es tu cetro real; has amado la justicia y odiado la impiedad: por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con aceite de júbilo entre todos tus compañeros. A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos, desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas. Hijas de reyes salen a tu encuentro''

Por supuesto, la frase ''te ha ungido con aceite de júbilo'' se refiere a alguien que ha sido bendecido, y después de David el único que es bendecido fue Jesús. La frase ''entre todos tus compañeros'' se refiere a los mismos cristianos que posteriormente siguieron su doctrina. 

Salmo 109: A la derecha de Dios

''Oráculo del Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha y haré de tus enemigos estrado de tus pies''

Quien se sienta a la derecha es claramente Jesús, pues es el único a quien se puede referir como ''el Señor de mi Señor'' Siendo el primero Dios y el segundo Jesús. Sin embargo, la tarea de dejar a los enemigos bajo sus pies no ha quedado acabada, está en proceso y en palabras de San Agustín ''se verá al final'' (sin más que aclarar). 

Salmo 3: Salvación por Jesús

''Yo me dormí y me entregué a un profundo sueño, y me levanté porque el Señor me tomó bajo su amparo''

De acuerdo con San Agustín, quedarse dormido en un profundo sueño es la muerte, mientras que quien lo tomó desde la resurrección fue el mismo Jesús. 

Salmo 40: Posteridad de Jesús

''Mis enemigos me desean lo peor: a ver si muere y se acaba su apellido. El que viene a verme habla con fingimiento''

Por supuesto, los enemigos de Jesús sólo querían verlo muerto, y por ''a verme con fingimiento'' quiere decir la traición que sufrió por sus supuestos ''amigos'' o ''fieles''. Por otro lado, San Agustín asocia estos pasajes de David con la persecución Judía contra Cristo. 

Salmo 15: Alma incorruptible

''Mi carne descansa en la esperanza porque no abandonarás mi alma en el abismo ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción''

Es Jesús quien tiene su carne en la esperanza porque su alma no se fue al infierno al ser siervo de Dios. Los judíos, en opinión de San Agustín, siguen esperando al Mesías que no es Cristo, pues dicen que el mesías no moriría, pero esta frase en la interpretación de San Agustín dice que Cristo, si bien murió en cuerpo sigue viviendo en alma. 

Salmo 67: Resurrección de Jesús

''Nuestro Dios es un Dios que salva, y el Señor saldrá de la muerte''

Nada puede ser más claro que este Salmo con respecto a la profecía de Jesús. Es innegable que se trata de Jesús resucitando entre los muertos, por lo tanto, deberíamos decir que David sí se refería a Jesús como el próximo profeta(1)

Salmo 68: Infidelidad de los judíos

''En mi comida echaron hiel; para mi sed vinagre''

San Agustín interpreta esto como el pensamiento o la profecía de David sobre los que traicionarían o entregarían a Jesús por todos los medios posibles. 

Acontecimientos en Judá e Israel

Luego de la muerte de Salomón la tierra quedó dividida en dos reinos: Judá e Israel. No podemos ver en este período que se haya hecho una alusión a Jesús en el ámbito profético, seguramente a que los dos reinos estaban gobernados por Roboam quien era el hijo del rey Salomón y estaba entregado a los dioses paganos. 

Desde el reinado de Roboam surgieron profetas de gran importancia como lo fue Elías y su discípulo Eliseo. 

Conclusión

Hasta aquí llegamos con la historia de los profetas y algunas cosas de Jesús de Nazareth. Es importantísimo aquí hacer constatar el pensamiento y la interpretación de San Agustín en cuanto a las S.E., pues este no es de menor importancia para los argumentos católicos y cristianos. Aquí está nada más ni nada menos que la justificación de considerar a Jesús el mesías. Pueden haber mil disensiones y discusiones en cuanto a la figura de Cristo, pero me parece que fuera de todo (de si es el mesías o no), no podemos negar (por lo menos hasta donde llega el relato de la biblia) que Cristo fue bueno e hizo lo que pudo para que los demás lo fueran.