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domingo, 15 de enero de 2017

San Agustín de Hipona - Sobre el Génesis contra los maniqueos (Libro I: La creación) (388).

Es el libro que ha servido como referencia para figurarnos cómo o de dónde ha podido surgir la humanidad. Por supuesto que ha tenido muchas interpretaciones y muchos comentarios, y los maniqueos no estaban exentos de ellos. En el fondo, todos tenemos nuestra visión del universo y cómo este se creó, pero San Agustín de Hipona nos muestra este mismo Génesis desde la perspectiva católica que lo caracteriza. Por supuesto esto no será una lectura literal del primer libro de la biblia, sino más bien una aclaración o interpretación filosófica para defender el catolicismo. En cualquier caso, veamos qué nos puede decir el doctor de la gracia contra los maniqueos. Podemos tomar estos apuntes como apuntes del Génesis por San Agustín de Hipona.

Referencias:

(1) Se utiliza la misma lógica de Plotino, al posicionar la luz que conocemos como una copia y la luz de Dios como divina. 
(2) Quiere decir que no pertenece a la realidad.
(3) Hoy en día que las plantas no tengan sentidos es cuestionable. Muchos científicos han señalado que las plantas incluso tienen nuestros cinco sentidos. 
(4) Para entender el concepto de orden en San Agustín léase el siguiente enlace.

SOBRE EL GÉNESIS CONTRA LOS MANIQUEOS

LIBRO I: LA CREACIÓN

Capítulo I: Enseñar a los dispuestos

En el libro anterior hablamos bastante de las creencias maniqueas y su doctrina tanto teórica como práctica. Una nueva crítica surge desde las inmediaciones de Roma, y Agustín está dispuesto a refutar la visión que los maniqueos tienen del Génesis. 

Agustín se quejaba de la actitud de los maniqueos para con los católicos, pero también la entiende desde el punto de vista de San Pablo:

''Es necesario que haya herejías, para que entre vosotros se manifiesten los buenos''

Eso sí, los que quieran aprender la doctrina católica también deben estar dispuestos a aprender y a dejar su vieja doctrina si la nueva convence. 

Capítulo II: Dios, el tiempo y la creación

Los maniqueos manifiestan sus primeras críticas al Génesis con el siguiente versículo:

''En el principio hizo Dios el cielo y la tierra''

¿En qué principio si en el mismo tiempo del principio hizo el cielo y la tierra? En efecto, Agustín divide dicho principio en dos: como tiempo y Cristo. Dios no hizo todo en el principio del tiempo, sino que en el principio de Cristo, es decir, en el verbo el cual es primero y que llevaba dentro de él. 

Agustín identifica al verbo con Cristo porque es el verbo el que hizo todas las cosas, y el verbo estaba en el Padre. Por otro lado, si cometemos el error de decir que Dios hizo el cielo y la tierra en el principio del tiempo, entonces tendremos que aceptar que antes del principio no existía el tiempo. 

Dios creó el tiempo y antes de él no existía dicho tiempo. Los maniqueos dicen que en qué momento a Dios se le ocurrió o ''le agrado'' levantarse y hacer el tiempo, pero esto es ridículo porque esto sugiere que exista un tiempo donde Dios no hizo nada y por otro lado se dice que Dios comienza a hacer algo en otro tiempo ¿hay acaso dos tiempos que se intercalan en espacios? Por supuesto que no. 

Por lo demás, este mundo no tiene el mismo tiempo de Dios, es decir, los tiempos de Dios y del mundo no son ''coeternos''. Así mismo, todas las cosas son buenas pero no con la misma bondad de Dios. De alguna manera, lo dicho aquí por San Agustín nos puede recordar a las hipóstasis de Plotino, donde todo el mundo corpóreo imita al ''mundo inteligible'' del Uno. 

Capítulo III: Invisibilidad e deformidad de la tierra

Junto con el tiempo, Dios hizo el cielo y la tierra y la tierra era informe e invisible. Lo maniqueos objetan ¿cómo es posible que ya la tierra era informe e invisible si Dios se supone que la estaba haciendo? Agustín dice que Dios hizo que la tierra fuera informe e invisible y a partir de allí fue creando la materia visible que conocemos en este mundo. 

Lo otro que dice el Génesis es ''Las tinieblas envolvían el abismo'', para los maniqueos esto significa que Dios estaba envuelto en las tinieblas. No obstante, San Agustín nos dice que Dios no estaba en las tinieblas formando el universo, sino que pertenecía a otra especie de luz(1)


Capítulo VI: Las tinieblas no son nada en sí

Luego del pasaje ''Las tinieblas envolvían el abismo'', Dios dijo ''Hágase la luz''. En este pasaje tenemos que entender que las tinieblas no son una cosa, es decir, la tiniebla es nada. Por supuesto, la tiniebla es ausencia de luz, y la ausencia misma es la nada. 

¿Pero cómo? ¿acaso no podemos decir que el silencio es ausencia de ruido, diciendo al mismo tiempo que el silencio es algo? pero el silencio no tiene presencia o por lo menos no tiene una existencia positiva(2). Por ejemplo, no podemos decir que el desnudo es ausencia de la vestimenta, pues el ser humano nunca está despojado de su piel ni de nada; el ser humano siempre es algo, la palabra desnudo solo la utilizamos como referencia a una vacuidad. Por lo tanto, todo lo que represente vacuidad es tomado como si fuera nada:

Vacuidad: Silencio, tinieblas, desnudo, etc. 

Los maniqueos insisten en decir que creó las tinieblas que antes estaban sobre la luz, pero Agustín dice que las tinieblas al ser vacuas y sin características, no podemos decir que es algo, pues para ser algo debe ser generado y nada puede generar a la nada. 

Capítulo V: El espíritu de Dios en las aguas

El versículo del Génesis dice ''Y el espíritu de Dios era llevado sobre el agua''. Fácilmente podemos estimar el pensamiento maniqueo ¿acaso las aguas son la morada de Dios? Agustín nos dice que Dios no es llevado en el sentido como una cosa lleva a otra. La potencia de Dios es la que es llevada sobre el agua y no el agua sobre la potencia. 

Capítulo VI y VII: La materia informe

La procedencia de la materia informe es la misma nada. ¿Es eso posible? Pensemos en el artesano que crea sus materiales, éste va a tener que hacerlo con alguna materia prima (madera, piedra, mármol, etc.). En cambio, Dios no necesita ninguna materia al ser todopoderoso y es por eso que sus seres y objetos provienen de lo más sublime; él es el creador de la materia y no tiene necesidad de servirse de ella para crear. 

¿A qué se le llama materia informe? básicamente se le llama al fuego, aire, agua y tierra, ya que estas sin la forma serían informes y además, las primeras materias que existieron. 

Capítulo VIII: Los maniqueos y el versículo 4

El versículo completo del Génesis es el siguiente:

''Hágase la luz y la luz fue hecha. Y vio Dios que la luz era buena''

¿Cuál sería la crítica que hacen los maniqueos? básicamente que al decir Dios que al ver la luz dijo que era buena, entonces eso significa que Dios no conocía la luz. Sin embargo, incluso hasta el mismo artesano se asombra de su obra y no por eso decimos que esa obra no la conocía, pues la tenía en su alma. Dios así tenía en su alma la idea de la luz y dijo que era buena al verla. 

Capítulo IX y X: El primer día

El siguiente versículo reza así:

''Y fue hecha la tarde y fue hecha la mañana''

Era de esperar que los maniqueos objetaran la lógica de que debería haber sido la mañana primero y después la tarde. Lo que Agustín nos dice a este respecto es que la mañana es el fin de la noche y por lo tanto el fin del día. La tarde es el comienzo del día y la mañana hace el fin de la noche (o de las tinieblas). 

Capítulo XI y XII: La formación del agua

El siguiente versículo es el siguiente:

''Y dijo Dios hágase el firmamento en medio del agua, y se divida el agua del agua; y así se hizo. E hizo Dios el firmamento y dividió el agua que está sobre el firmamento y el agua que está debajo de él y llamó Dios al firmamento cielo, y Dios vio que era bueno''

Los maniqueos en realidad no critican este pasaje, pero San Agustín lo quiere explicar de todas formas. ¿Qué significa que el agua estuviera sobre el firmamento? recordemos que el agua es una de las materias informes y por lo tanto es de mucha mayor importancia que el cielo (el cual es visible ante la materia informe). 

Sigue hablando Dios sobre el agua en el pasaje siguiente:

''Congreguese el agua que está debajo del cielo en un sólo lugar y aparezca la árida y así se hizo. Y fue reunida el agua que estaba debajo del cielo en un solo conjunto y apareció la árida y llamó Dios a la árida, tierra; y a la reunión del agua le dio el nombre de mar;y vio Dios que era bueno''


Aquí sí que tenemos una critica de los maniqueos, pues si el agua estaba repleta por todos lados ¿cómo se pudo reunir en un solo sitio? la operación que se realiza aquí es que el agua informe (e invisible) se transforme en agua visible, es decir, esta agua visible es la que se reúne en un sólo sitio, pues la materia informe no tiene límites. 


Capítulo XIII: Nacimiento de hierbas venenosas e inútiles

Ahora se nombra el nacimiento de ciertas plantas:

''Y Dios dijo: germine la tierra hierba del alimento que lleve especie según especie y semejanza, y árbol fructífero que lleve fruto y la semilla de él tenga en sí misma la semejanza de él; 

y así se hizo; y brotó la tierra hierba alimenticia llevando semilla según su especie y árbol fructífero que engendra fruto, y la semilla de él es en sí según la semejanza de él y según su género sobre la tierra;

 y Dios vio que era bueno y hecha la tarde, fue hecha la mañana. Día tercero'' (Génesis 3, 17-19)

Los maniqueos dicen que si es verdad que Dios produjo todos los árboles y plantas ¿qué necesidad hubo de hacer plantas espinosas, venenosas y otras de las que no se obtienen frutos? Estas se originaron para demostrar al hombre la gravedad de su pecado. Las plantas no sufren siendo venenosas, espinosas o infértiles pues ellas no tienen sentidos(3). En consecuencia, lo dañino de las plantas fue hecho para vergüenza del hombre y para que recuerde el pecado que ha hecho. 

Capítulo XIV: Formación de los astros y del tiempo

Seguimos con el cuarto día descrito en el Génesis:

''Y Dios dijo: háganse los astros en el firmamento del cielo de tal modo que iluminen la tierra y dividan el día y la noche, y sean señales de los tiempos, de los días y de los años y brillen en el firmamento del cielo de forma que iluminen la tierra, y así se hizo; e hizo Dios dos luminares, uno grande y otro pequeño, el luminar mayor para el comienzo del día y el luminar para el comienzo de la noche y las estrellas''. 

''Y colocó Dios estos astros en el firmamento del cielo para que brillen sobre la tierra y presidan el día y la noche y dividan el día y la noche; y vio Dios que eran buenos, y fue hecha la tarde y fue hecha la mañana. Día cuarto''

Los maniqueos tienen una duda razonable ¿cómo es que pasaron cuatro días si los astros sólo se constituyeron al cuarto? ¿cómo pasó el primer, el segundo y el tercero sin el sol? No olvidemos que antes de que se crearan los astros ya se había creado el tiempo; por lo tanto, simplemente se contará el tiempo de un día. El ejemplo es similar como al de un hombre que está en una caverna sin exponerse al sol; este tendrá que contar el tiempo según pasen las horas y los minutos. 

Por otro lado, los astros más grandes siempre son los representantes de las cosas que son en especie; por ejemplo, el sol tiene la presencia más grande en el día, como la luna de la noche. 

Capítulo XV: El aire y el agua

Seguimos con el día quinto en el Génesis:

''Y Dios dijo: produzcan las aguas reptiles vivientes y aves que vuelen sobre la tierra y debajo del firmamento del cielo, y así se hizo: E hizo Dios hizo grandes peces y toda vida de animal y reptil, la que produjeron las aguas según el género de cada uno y toda clase de aves según la especie de cada una.

Y vio Dios que eran buenos, y Dios los bendijo diciendo: creced y multiplicaos y llenad de aguas el mar, y las aves se multipliquen sobre la tierra; y hecha la tarde fue hecha la mañana. Día quinto''

Los maniqueos replican en este pasaje que no es posible que las aves nazcan del agua, pues ahí sólo pertenecen los peces. No obstante, es bastante conocido que en cierto modo el agua es aire, o que por lo menos puede hacerse agua al condensarse. 

Capítulo XVI: ¿Por qué se crearon los animales dañinos?

Luego se relata el Génesis en cuanto a los animales dañinos:

''Y Dios dijo: produzca la tierra alma viviente según el género propio de los cuadrúpedos, de serpientes y de bestias de la tierra, y así se hizo; e hizo Dios las bestias de la tierra según su género y los animales que pacen según su género y todos los reptiles según su género, y vio Dios que eran buenos''

¿Qué necesidad, preguntan los maniqueos, tuvo Dios para crear a los animales dañinos en el agua, en la tierra y en el aire?  Agustín admite que no entiende el verdadero propósito de la existencia de dichos animales. No sabe por qué motivo hubo de crearse moscas, ratones, ranas o gusanos, pero en todo caso, sí se puede ver la grandeza de Dios en ellos, pues todos ellos tienen la perfección en cuanto necesitan orden(4) para ser lo que son (seis patas, dos alas, dos ojos, etc.).  

Por lo tanto, la grandeza de Dios no sólo está en los ricos manjares o en los paisajes hermosos, sino que también puede estar en el animal más pequeño como una hormiga porque todo en este mundo está bajo el orden de la providencia. 

Capítulo XVII: El hombre a semejanza de Dios

La relación entre Dios y el hombre se encuentra en el siguiente versículo de Génesis:

''Y dijo Dios: hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra y tenga dominio en los peces del mar y en las aves del cielo y en todos los animales y en todas las fieras y en toda la tierra y en todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra. Día sexto''

Incluso en nuestros tiempos se pone en duda la sentencia de que el hombre tiene semejanza con Dios. Es así como preguntan los maniqueos ¿Acaso Dios tiene orejas, piernas, ojos, entrañas y todo lo que nosotros necesitamos para la existencia? Agustín nos dice que no es que Dios sea humano, sino que más bien para que pueda ser comprensible Dios ''toma forma'' de  facultades humanas y por eso se habla de ''el ojo de Dios'', ''la sombra de Dios'' o ''la voz de Dios''. 

Es la misma semejanza que puede darse con un soldado: decimos que la espada es del caballero, pero la espada no es parte del caballero, sino que es propiedad de él.

Capítulo XVIII, XIX y XX: La vida del hombre

Los maniqueos se preguntaban ¿de qué modo recibió el hombre el dominio sobre los animales si de hecho hay animales que lo pueden dañar y matar? Agustín responde que debido al pecado de Adán los hombres no pueden tener el dominio total de todos los animales, además de ser dañados por ellos. 

La fuerza del hombre consistirá justamente en el dominio sobre muchas bestias, mientras que su debilidad se representará en las bestias que no puede controlar.

Multiplicación de la especie

Luego se discute un versículo del Génesis:

''Hombre y mujer los creó; y los bendijo Dios diciendo: creced y mutiplicaos y engendrad y llenad la tierra''  

Los maniqueos se preguntan ¿cómo es posible que se hayan unido hombre y mujer antes del pecado cometido por Adán? la unión de ellos fue casta y pura y no por medio del acto carnal. Su unión sólo se puede entender (antes del pecado) como una unión espiritual. 

Capítulo XXI: Todas las cosas son buenas

Con relación al título del capítulo, el Génesis dice lo siguiente:

''Y vio Dios que eran en gran manera buenas todas las cosas que hizo''

Y en efecto así son las cosas buenas en cuanto todas ellas forma parte de una unidad. El Universo es una unidad completa y por eso es hermoso, si vemos cada cosa de manera particular, quizás nunca podremos apreciar la grandeza de Dios, pero bastará que entendamos el concepto de orden y unidad para apreciar la creación. 

Capítulo XXII : El descanso en el hombre

Ahora basta hablar del séptimo día descrito en el Génesis:

''Descansó al séptimo día de todas sus obras y bendijo al día séptimo, y los santificó porque descansó de sus obras''


Fácil es imaginar hacia dónde va la crítica de los maniqueos, pues inmediatamente preguntan ¿cómo es que Dios descansó al séptimo día? ¿Acaso Dios es susceptible de fatiga o algo parecido? Más contradicción hay cuando los maniqueos presentan en el Nuevo Testamento el siguiente versículo:

''Mi padre hasta ahora trabaja'' (Juan 5:17)

Con esto los maniqueos quieren decir que los dos testamentos se contradicen totalmente. 

El error de los maniqueos, dice San Agustín, es entender el descanso y el trabajo de manera carnal y no espiritual. La explicación de que en el séptimo día Dios descansó, solamente se puede entender como una alegoría y no como una cuestión humana. Es decir, el séptimo día es descanso en cuanto a que Dios quiere decir que son los humanos los que deben descansar en el séptimo día. 

Capítulo XXIII y XXIV: Los siete días y las siete edades del mundo

San Agustín insiste en analizar los siete días nombrados por el Génesis y lo hará uno por uno. 

Primer día (Infancia)

Este representa el primer día donde Dios creó la luz. Es la infancia del mundo homologada como las edades del hombre. San Agustín relaciona este período como el intervalo entre la vida de Adán hasta Noé. 

Segundo día (Puerilidad)

Aquí se crearon las cosas como el firmamento y el agua; Agustín llama a esta edad puerilidad. Esta edad se extiende desde Noé hasta Abraham. 

Tercer día (Adolescencia)

En esta edad se separaron las aguas con la tierra. Fue una edad llena de desobediencias hacia Dios como la insistencia del pueblo de Israel en creer en otros Dioses. Esta edad se extiende desde Abraham hasta David (14 generaciones). 

Cuarto día (juventud)

Aquí se crearon los astros del firmamento que representaban la verdad, pues el brillo de los astros son los que permiten ver todo. Esta edad se extiende desde David hasta la transmigración a Babilonia. 

Quinto día (vejez)

En esta edad se crearon los animales y al hombre como tal, y por otro lado también crece su dominio sobre los animales. Esta edad se extiende desde la transmigración a Babilonia hasta Jesús de Nazaret.

Sexto día (Senectud) 

Por esta edad el hombre comienza a abrazar las cosas más espirituales y por eso se entrega a las cosas inteligibles. Jesús mismo es quien trae el sentido espiritual a Israel y se intenta rescatar a algunos hombres de la tentación de la carne y del mundo corpóreo en general. Se extiende desde el nacimiento hasta la muerte de Jesús de Nazaret.

Séptimo día (¿Muerte?)

Finalmente, en el séptimo día, los hombres descansarán de todas sus edades así como de todos sus trabajos. Se extiende de la muerte Jesús de Nazaret en adelante.

Como podemos notar más en profundidad, las primeras cinco edades tratan sobre los cinco sentidos del hombre y su desarrollo posterior. Las últimas dos edades tratan sobre la vida espiritual y cognoscitiva del hombre. 




Conclusión

Me parecen muy razonables las dudas de los maniqueos, puesto que aún esas preguntas persiguen a la iglesia sin tregua. Si bien las respuestas de Agustín son verosímiles y tienen mucha verdad, tampoco me resultan lo bastante convincentes; de hecho, me parece muy doctrinal su pensamiento lo cual también es entendible porque esa era la mirada que él protegía. Muchas cosas son resueltas con lógica; por ejemplo, la vacuidad de los extremos, la utilización del tiempo, la materia informe, etc. Pero creo que aún hay detalles en cuanto a los animales peligrosos y a las plantas peligrosas. La respuesta me parece muy doctrinal, pero bueno hay que ver que tenemos más adelante.