jueves, 15 de febrero de 2024

Malakut, El Mundo Imaginal

 


Malakut (Mundo Imaginal)

El concepto que veremos ahora es utilizado por ciertos filósofos musulmanes a la hora de hablar de un ''mundo intermedio''. La cuestión principal es que este no es un término sacado fruto de alguna especulación, pues el Corán lo nombra a propósito del creador:

''El reino del cielo y de la tierra, y de lo que hay entre ellos'' 

(Corán 13:15)

Para identificar este mundo tendremos que hacer una comparación entre otros dos mundos adyacentes. 

Mulk

En primer lugar tenemos el reino llamado Mulk (que también es la sura 67 del Corán) el cual es considerado como aquel reino que representa el plano físico y que puede ser percibido por los cinco sentidos. Por cierto, el este mundo estaría influenciado por el mundo imaginal. 

Malakut

El concepto de Malakut (Mundo Imaginal) es aquel que está entre el cielo y la tierra. Se entiende en general que este mundo se limitaba al conocimiento de los espíritus, ángeles, genios o demonios. Sin embargo, este mundo no puede ser percibido por los cinco sentidos y tampoco con la inteligencia, pero puede ejercer influencia en el hombre de manera constante por medio del Shaitán que es el genio maligno que tienta a los hombres a pecar. Por otro lado, están los Djinn que se muestran más benignos y solidarios con el ser humano. Adicionalmente, las almas de los seres humanos también se encuentran en este reino.

El filósofo al-Ghazali es uno de los que menciona este mundo teniéndolo como aquel mundo en que se percibe la realidad tal y como es, mientras que en el primer mundo (Mulk) sería el mundo de la mera apariencia. En este sentido, al-Ghazali confirma la superioridad del Malakut frente al Mulk. Es el mundo inteligible frente al mundo material.

Ahora bien, para al-Ghazali existía un alam al-Jabarut, que si bien no era considerado un reino además de los ya mencionados, era un elemento que conectaba el mundo sensible y el inteligible. 

No es sino con Suhrawardi que alam al-Jabarut se convertiría en un tercer reino independiente de Mulk y Malakut, que es donde en realidad reside Alá. No obstante, Suhrawardi también nos habla de un cuarto reino llamado alam al-Mithal, que es identificado como el Mundo de las Imágenes Suspendidas.

Es un estado que ha sido alcanzado por quienes han sido bendecidos y por los ascetas que oran de forma pura. Estos pueden escapar a un estado intermedio llamado el de las ''Imágenes suspendidas''. En ese estado ellos pueden llamar las imágenes a seres; por ejemplo, traer sabores, sonidos, formas y cualquier cosa que ellos deseen. 

Una vez que ciertos hombres han escapado del mundo de las fortalezas, ellos poseerán las sombras del mundo de las formas suspendidas de acuerdo a sus cualidades morales. Pero estas formas no son las que Platón describía, que en su totalidad son todas buenas y luminosas, pues en este mundo también hay formas malas. Por ejemplo, se ha comprobado que muchos hombres han visto demonios en lugares como Darband y Miyanaj. El mismo Suhrawardi dice que ha experimentado estas formas alguna vez. 

Hay veces que el Malakut y el alam al-Mithal se tratan indistintamente, otras se hace diferencia como lo vimos anteriormente, es decir, Malakut como Reino Imaginal y el alam al-Mithal como Reino de las Imágenes suspendidas. 

Otros autores han identificado estos dos reinos como Hurqalya, el cual se describe como un mundo que tiene las mismas cualidades de estos mundos. También se dice que este reino está más allá del Monte Qaf, uno de los montes legendarios de la cultura mística iraní. 

Este mundo imaginal es el paso del ascenso del ser o de su descenso al hombre. Es el lugar propicio para las formas no sensibles, lo que hace que todo lo que es perteneciente con el mundo inferior, tiene también su correspondencia con el mundo superior. Contiene en sí misma su propia historia y su propia geografía, y el medio para conocer este mundo es a través de la imaginación. De hecho, Mulla Sadra lo llamaría imaginación creadora. 


Conclusión

La exploración de los reinos intermedios en la filosofía musulmana revela un universo de significados más allá de lo perceptible por los sentidos físicos. Desde el Mulk hasta el alam al-Mithal, estos mundos proporcionan un puente entre lo material y lo espiritual, donde la imaginación actúa como la llave para desbloquear sus secretos. Más allá de la mera especulación, estos conceptos tienen raíces en las escrituras sagradas y en las experiencias místicas de los filósofos. El Malakut y el alam al-Mithal representan un dominio donde las formas y las realidades no sensibles encuentran expresión, revelando una conexión intrínseca entre el mundo terrenal y el divino. En este viaje esotérico, el alma humana puede ascender a través de los reinos intermedios, alcanzando un entendimiento más profundo de la realidad y su conexión con lo trascendental. La imaginación, entonces, no solo se convierte en una herramienta para la exploración, sino en un acto de creación que permite al individuo manifestar la esencia misma del universo. En última instancia, esta visión nos invita a trascender los límites de la percepción sensorial y a sumergirnos en la vastedad de la experiencia espiritual.

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