domingo, 1 de abril de 2018

Averroes - La destrucción de la destrucción (Libro XI: Conocimiento de Dios con respecto al género y la especie).

De alguna manera ya vimos lo que se había hablado sobre el género y la especie, pero esta vez lo veremos desde la perspectiva del conocimiento de Dios. Una cosa es poner en duda el gran conocimiento humano, pero otra muy distinta es poner en duda el inmenso conocimiento de Dios sobre sus criaturas y sobre sí mismo. Veamos lo que nos tiene ahora el comentador más conocido como Averroes.

Referencias:

(1) No estoy muy seguro, pero este argumento podría ser una falacia de falsa analogía de parte de Al-Ghazali. Es como comparar la facultad de respirar bajo el agua de un pez con el del hombre, y decir que como el pez tiene dicha facultad el hombre sería inferior a éste. Luego tendríamos que preguntarnos ¿cómo un animal con razón es inferior que uno que no la tiene?

La Destrucción de la Destrucción



Undécima discusión: Conocimiento de Dios con respecto al género y la especie



El conocimiento de Dios sobre universales y particulares

Al-Ghazali expone la visión de los filósofos con respecto al conocimiento y a la voluntad de Dios. 

''Al-Ghazali dice: los filósofos dicen que Dios conoce todo lo que son los Universales y lo que es eterno con el mismo. Es decir, que Dios puede conocer todo lo que es igual a él y a sí mismo''.

La verdad es que los filósofos consideran a Dios desprovisto de sentidos, pero provisto con voluntad, poder y excelencia. Los teólogos de la época de Al-Ghazali decían que Dios era tal como un hombre, pero sin sentidos y sin estar sometido al tiempo, es decir, sustancia pura. 

En todo caso, todo lo dicho por Al-Ghazali es una introducción para comenzar con el análisis.


''Al-Ghazali dice: los filósofos dicen que Dios no tiene cuerpo porque no está sometido al cuerpo. Si esto es así, entonces Dios si tendría atributos que es justamente lo que quieren negar siempre los filósofos''. 

En efecto, lo que es pura sustancia no está sometido al cuerpo, porque todo lo que tiene un cuerpo, regresivamente vuelve a la sustancia primera que sería aquella que está en puro acto. La materia, que pertenece al cuerpo, es solo un obstáculo para el intelecto y es por eso que el Ser Primero esta desprovisto de esto. 

Movimientos y acto de Dios

Al-Ghazali expone la manera en que los filósofos ven los actos de Dios. 


''Al-Ghazali dice: existen dos modos en una acción: voluntario e involuntario. Los filósofos dicen que la acción del conocimiento de Dios es involuntaria porque el mundo es consecuencia de su sola esencia.

Al-Ghazali interpreta mal a los filósofos, pues si esto fuera así entonces si habría voluntad, es decir, la posesión de conocimiento ya hace que un ser tenga voluntad.

Lo que dice Al-Ghazali con respecto a los actos de Dios si son voluntarios o involuntarios es falso, pues Dios no está desprovisto de voluntad además que esta voluntad es divina. 

Recordando un argumento anterior:


''Al-Ghazali dice: los filósofos dicen que Dios se conoce sólo a sí mismo. Pero si esto ocurre, ¿cómo es posible que los seres inferiores se conozcan a sí mismo y además conozcan a Dios, y Dios no los conozca a ellos ya que sólo se conoce a sí mismo?''

Este no es más que un argumento retórico, pues se combina la moral con la racionalidad(1)

''Al-Ghazali dice: es un gran error decir que Dios no conoce a los particulares, pues de ser así no podríamos hablar de un ser perfecto. Cuando el hombre no conoce un ser esto se debe a su imperfección, y para mejorarla solo debe entrar a conocer: de ahí que alcance su perfección. Sin embargo, no dar a Dios el poder omnipotente que tiene es un error''.

El gran error de Al-Ghazali es comparar la omnipotencia de Dios con el modo de conocer del hombre. No es apropiado comprar la divinidad con lo empírico, además de que es imposible dividir el conocimiento de Dios en dos y decir que conoce esto y no lo otro. El conocimiento del hombre sí es divisible entre lo que conoce y no, pero además de eso su conocimiento puede caer en lo falso y lo verdadero. El conocimiento de Dios, es decir, que el conozca algo  desconozca lo otro es siempre verdadero, porque el puede conocer la imperfección no sobre la misma imperfección, sin que a través de un conocimiento perfecto (que no lleva ninguna imperfección). 


Conclusión

Con esto finalizamos quizás la eterna discusión sobre si Dios conoce a los particulares o no. La argumentación de Averroes parece ser coherene pues cuando un ser tiene características definidas, estas no se pueden modificar por cuestiones morales, es decir, si son de tal y tal manera la comparación moral no jugaría ninguna ventaja o desventaja: simplemente es así.

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