Apocatástasis
Este término significa en griego ''restaurar'' y se aplica a la teoría cristiana de que al final de los tiempos todo será exactamente como el principio. Esta teoría la convocó Orígenes que fue un padre de la iglesia (patrística) inspirado en la doctrina del origen creada por los estoicos.
Explicación
El cuerpo y el mundo entero nacieron del pecado original nombra en la biblia. Dios comenzó a dar cuerpos a aquellas almas que estaban más lejos de él.; sin embargo, el cuerpo no es algo malo (como lo pensaban los platónicos o los gnósticos), sino que es el instrumento del alma. Así, Orígenes creía en una preexistencia del alma.
La visión del mundo para Orígenes es sucesiva y no contemporánea o paralela, es decir, después de este mundo hay otro. Esto significa que para todas las almas, pecadoras o no, estará la oportunidad de expiar sus culpas y así ser perdonadas.
Sin embargo, dependiendo de cómo haya sido la expiación el hombre que pase al otro mundo podría ser demonio, ángel, hombre de nuevo o cualquier animal. Los hombres tienen el libre albedrío y por lo tanto siempre podrán elegir entre el bien y el mal.
El caso de Cristo es excepcional, pues vino una sola vez a este mundo y su encarnación permanecerá siempre.
En el caso de Dios, bueno, si él es el principio, entonces él tiene que ser el fin. El mal no puede permanecer como dominio del mundo, y es por eso que el mal sería solo una opción, pues el hombre podrá decidir cambiar. Todo depende del recto uso de la libertad y así todos volverán a Dios una vez que sus almas se recompongan.
Consecuencias
Esto significa que no existiría un infierno eterno porque hasta el mismo Satanás podría cambiar. Podría pensarse también que el hombre no tenga la disposición de buscar el bien, pues de todas maneras va a cambiar en la sucesión del mundo.
La Iglesia no aprueba la apocatástasis de ninguna manera, sobre todo en el Concilio de Constantinopla II, donde se rechazó toda teoría origenista. La Iglesia apunta a que Orígenes tuvo un mal entendido sobre lo que representa el concepto del libre albedrío.
Respuestas de San Agustín de Hipona
El santo de Hipona puso muchas objeciones a esta teoría. Una de ellas proviene de la biblia, pues esta misma dice que el fuego y el infierno son eternos.
''Más te vale entrar manco en la vida que entrar las manos al horno, al fuego que no se apaga, donde su gusano no muere y su fuego no se apaga''
(Isaías 66:24)
''Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser echado con los ojos al horno, donde su gusano no muere y su fuego no se apagará''
(Marcos 9:42-47)
Para todas estas opiniones hay una diferente respuesta, pero siendo bien concretos y precisos, podríamos decir que las palabras de San Pablo retratan mucho mejor la respuesta a todo este tipo de opiniones.
Muchos son los hombres que aseguran que las penas del infierno e incluso que el mismo infierno no es eterno. En otras palabras, estos hombres creen que finalmente todos serán perdonados y se encontrarán con Dios sean amigos o enemigos.
El máximo exponente de esta idea fue uno de los primeros padres de la Iglesia llamado Orígenes(1). Esto socava todo intento de bondad por parte de los hombres, pues ¿de qué servirá ser bueno si todos finalmente serán buenos con Dios al final de este mundo?
Otro grupo de cristianos asegura que Dios indultará a todos los pecadores sin importar cuán grave haya sido la falta que cometieron. También servirá como excusa todos los tormentos que hayan sufrido, es decir, los tormentos de sus vida justifican lo malos que fueron.
Una tercera opinión dice que a los hombres se les liberará de todos los suplicios a los que pudieran ser sometidos en el futuro, pero siempre y cuando se sometan a todos los sacramentos. Luego si cometen algún pecado éste será perdonado.
Una cuarta opinión exclama que no importa si cometieron grandes pecados, mientras hayan sido bautizados y sacramentados siempre recibirán la bendición de Dios al final.
Una quinta opinión dice que quien tenga una deleznable, pero al mismo tiempo es Católico podrá superar todas las penas del infierno. Las sufrirá, pero finalmente estará con Dios de todas formas.
Una última opinión dice que un hombre detestable que, si bien fue malvado pero dio muchas limosnas en su vida, será perdonado del fuego eterno.
Una quinta opinión dice que quien tenga una deleznable, pero al mismo tiempo es Católico podrá superar todas las penas del infierno. Las sufrirá, pero finalmente estará con Dios de todas formas.
Una última opinión dice que un hombre detestable que, si bien fue malvado pero dio muchas limosnas en su vida, será perdonado del fuego eterno.
''Las acciones que proceden de los bajos instintos son conocidas: lujuria, inmoralidad, libertinaje, idolatría, magia, enemistad, discordia, rivalidad, arrebatos de ira, egoísmos, partidismos, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas por el estilo. Y os prevengo como ya os previne, que los que se dan a eso no heredarán el reino de Dios''
(Gálatas 5:19-21)
Esto ya nos quiere decir que nadie que cometa estos pecados podrá heredar el reino de Dios, por más contribuciones que haya hecho. Ahora, en el caso de las limosnas tenemos que ver la verdadera intención de quien las da ¿las da por alejarse del infierno o porque realmente quiere ayudar al prójimo? todas estas cosas serán consideradas en el juicio final.
Conclusión
Como podemos ver, el concepto de mérito es algo intransable en la doctrina cristiana. Todos deben hacer el bien porque el infierno si es eterno, por lo que nadie se salvará si no sigue los mandamientos. Sin embargo, tiene algo de lógica que el mundo vuelva a ser como era después de una sucesiva destrucción. Es más, parece ser mucho más atrayente la doctrina de Orígenes, aunque también haría pensar que el hombre puede hacer lo que quiera mientras se arrepienta. Sin duda un tema difícil.