Probablemente este sea uno de los textos de Al-Ghazali que más se acerca a la razón más que a la religión. Veremos muchas cosas que nos puedan recordar a San Agustín de Hipona (como lo han hecho los demás textos), sin perder la originalidad de Islam. Quizás por Al-Ghazali no sea correcto llamar a este libro ''un desarrollo de la razón'', pero si un desarrollo de la ''ciencia religiosa''. Veamos otros de los intentos por Al-Ghazali de engrandecer la religión por sobre la filosofía.
Referencias:
(1) Algo muy platónico para alguien que decía estar en contra de los filósofos. En todo caso, debemos decir que a lo largo de la vida de Al-Ghazali, este se acercó bastante al platonismo en un comienzo. Luego se desprendió de todo.
(2) Entre ellos Aristóteles.
Referencias:
(1) Algo muy platónico para alguien que decía estar en contra de los filósofos. En todo caso, debemos decir que a lo largo de la vida de Al-Ghazali, este se acercó bastante al platonismo en un comienzo. Luego se desprendió de todo.
(2) Entre ellos Aristóteles.
El Justo Balance
Capítulo I: Las reglas del conocimiento
Las disputas
Lo que nos presente Al-Ghazali en esta primera parte del libro es enfocarse al conocimiento puro, y dejar de lado la posición de la opinión. La opinión es el orígen de la disputa y es por eso que Al-Ghazali dice que se debe tener un punto en común donde se alcance el verdadero conocimiento.
Para alcanzarlo, la discusión no puede estar basada en la destrucción del otro. En palabras del Corán, Al-Ghazali trata de ilustrar este punto con la discusión que el rey Nemrod (nieto de Noé) tiene con Abraham (Descendiente de Sem)
Abraham: Mi sustentador es quien da la vida y la muerte (refiriéndose a Dios).
Nemrod: Yo también doy la vida o la muerte.
Abraham: ¡En verdad! Dios hace que el sol salga por el este, hazlo tu, salir por el oeste.
De acuerdo con Al-Ghazali, la intención de Abraham no era destruir a Nemrod, sino que más bien darle vida y salvación. Cuando un argumento es tan irrebatible como el que presenta Abraham en esta obra, entonces no se pueden tener dudas y al mismo tiempo se rescata a la personas que ha dudado.
Seguir al iluminado
No hay que transgredir en la discusión, todo debe hacerse con el justo balance del conocimiento. Sin embargo ¿como se alcanza ese justo balance? Al-Ghazali nos dice que entre los hombres racionales no puede haber acuerdo, ya que estos siempre difieren entre sí.
Seguramente, Al-Ghazali se refiere a Platón, Aristóteles, San Agustín, Plotino, que si bien compartían algunas cosas esenciales, también diferían enormemente el uno con el otro. Por eso, Al-Ghazali dice que los hombres deben guiarse por un Imam, es decir, por un iluminado que tenga su mente más allá del conocimiento: en la iluminación.
¿Quién será este iluminado? el mismo Mahoma quien fue iluminado por el arcángel Gabriel para ser el mensajero de Dios.
Blance y justicia innata
Al-Ghazali se hace una pregunta interesante ¿cómo sabemos que existe balance? poniendo un ejemplo en un bazar, Al-Ghazali nos dice que siempre que se va a comprar se debe entregar el dinero y recibir un producto a cambio. Este es el balance natural de las relaciones comerciales que corresponde a cierto balance. ¿De dónde viene este concepto de balance? su principio es difícil de determinar pues tendríamos que escudriñar en los misterios de la mente.
Pareciera ser que el sentido de justicia y balance en todas las relaciones (y estos conceptos son siempre los más deseados) son innatos en la mente humana. El ser humano siempre busca la justicia para él o para los suyos.
Otro ejemplo sería decir ¿cómo sabemos que una piedra es más pesada que otra? si respondemos que lo sabemos por experiencia o por sentidos, la respuesta sería insuficiente; sería como decir ''porque así se ve'', ''porque así es'' y todas estas frases denotan opinión, no conocimiento.
Discernimiento entre la opinión y el conocimiento
Pareciera ser que el sentido de justicia y balance en todas las relaciones (y estos conceptos son siempre los más deseados) son innatos en la mente humana. El ser humano siempre busca la justicia para él o para los suyos.
Otro ejemplo sería decir ¿cómo sabemos que una piedra es más pesada que otra? si respondemos que lo sabemos por experiencia o por sentidos, la respuesta sería insuficiente; sería como decir ''porque así se ve'', ''porque así es'' y todas estas frases denotan opinión, no conocimiento.
Discernimiento entre la opinión y el conocimiento
Bien podría decir un hombre:
En este caso, Al Ghazali respondería de la siguiente manera:
A lo que el hombre contestaría:
Al Ghazali responde:
Lo que quiere decir el filósofo con esto (aparte de dar la introducción el segundo libro) es que los conocimientos sensibles no son tan importantes como los esenciales(1)
''No necesito saber la definición de balance para saber que una piedra es más pesada que otra. No necesito saber de música para disfrutar una bella sonoridad. No se necesita consultar a los grandes maestros para saber sobre el balance. Además, sería muy engorroso saber el balance de cada cosa''.
En este caso, Al Ghazali respondería de la siguiente manera:
''Si te muestro el balance que concierne a estos temas y explica cada uno de los balances que existen en este mundo, como usarlos y aún mejor que esa sonoridad que sientes ¿podrías creer en aquello?''
A lo que el hombre contestaría:
''¡Por supuesto que sí! ¿Cómo podría no creerlo si es tan claro como lo dices?''
Al Ghazali responde:
''Veo en tí, amigo mío, una señal de inteligencia. Creeme y te mostraré las reglas del justo balance, es decir, del verdadero conocimiento''
Lo que quiere decir el filósofo con esto (aparte de dar la introducción el segundo libro) es que los conocimientos sensibles no son tan importantes como los esenciales(1)
Capítulo II: La gran regla de la equivalencia
Entre los balances que existen en el mundo, el más grande de ellos es el que se realizará el día del juicio.
La gran equivalencia es aquella que está de acuerdo con las con dos cosas sean de la misma materia o no. Es una distribución espiritual que se cierne en las cosas.
Análisis del debate entre Abraham y Nemrod
Volvamos al debate entre Abraham y Nemrod. Recordemos que Nemrod quiso hacer ver a Abraham que él es muchísimo más poderoso que su Dios, porque da y quita la vida a los hombres. Sin embargo, Abraham revierte la situación diciendo que si él no es capaz de hacer que el sol aparezca por el Este, entonces Dios es más poderoso que él. Veámoslo lógicamente:
Primera Premisa: Quien quiera que haga al sol levantarse...
Segunda Premisa: Mi Dios puede hacerlo
Por supuesto, la conclusión está claro por medio de estas dos premisas. Como no solo Nemrod sino que ningún humano puede levantar el sol, entonces es sabido que Dios es el único que puede hacerlo.
Al-Ghazali nos dice que se le puede reprochar que se le diga que en otras materias Nemrod puede ser perfectamente comparable a Dios. Sin embargo, veamos el silogismo completamente
Primera Premisa: Quien haga al sol levantarse es Dios.
Segunda Premisa: Mi Señor puede hacerlo.
Conclusión: Mi Señor es Dios
Por supuesto, la habilidad de hacer levantarse al sol no es un atributo que pertenezca a los hombres, y como Nemrod es hombre éste no puede levantar el sol y por lo tanto no es una divinidad. Aquí quedaría más que claro que Nemrod no es Dios.
De todas maneras, Al-Ghazali insiste en que de esto puede dudarse, sobre todo si se trata de hombres escépticos. Sin embargo, nada se puede dudar de los sentidos cuando van unidos del conocimiento. Debemos aceptar la primera premisa como algo general e imposible para el ser humano.
Todo lo que es posible tiene una causa
Por supuesto, todo lo que es posible de existir tiene una causa y todo esto lo vemos día a día en los animales. Para hablar de causa siempre debemos tener en cuenta que la causa es cognoscible, en otras palabras, el agente de la existencia debe ser cognoscible.
El cuerpo del hombre está diseñado con un orden tal que de estar en desorden se muere. Su organización no tolera la desorganización y cuando esta ocurre enferma, perjudica, daña o muere. Como Dios es entendible a través de las premisas, entonces bien es la causa cognoscible del hombre.
La gran equivalencia es aquella que está de acuerdo con las con dos cosas sean de la misma materia o no. Es una distribución espiritual que se cierne en las cosas.
Análisis del debate entre Abraham y Nemrod
Volvamos al debate entre Abraham y Nemrod. Recordemos que Nemrod quiso hacer ver a Abraham que él es muchísimo más poderoso que su Dios, porque da y quita la vida a los hombres. Sin embargo, Abraham revierte la situación diciendo que si él no es capaz de hacer que el sol aparezca por el Este, entonces Dios es más poderoso que él. Veámoslo lógicamente:
Primera Premisa: Quien quiera que haga al sol levantarse...
Segunda Premisa: Mi Dios puede hacerlo
Por supuesto, la conclusión está claro por medio de estas dos premisas. Como no solo Nemrod sino que ningún humano puede levantar el sol, entonces es sabido que Dios es el único que puede hacerlo.
Al-Ghazali nos dice que se le puede reprochar que se le diga que en otras materias Nemrod puede ser perfectamente comparable a Dios. Sin embargo, veamos el silogismo completamente
Primera Premisa: Quien haga al sol levantarse es Dios.
Segunda Premisa: Mi Señor puede hacerlo.
Conclusión: Mi Señor es Dios
Por supuesto, la habilidad de hacer levantarse al sol no es un atributo que pertenezca a los hombres, y como Nemrod es hombre éste no puede levantar el sol y por lo tanto no es una divinidad. Aquí quedaría más que claro que Nemrod no es Dios.
De todas maneras, Al-Ghazali insiste en que de esto puede dudarse, sobre todo si se trata de hombres escépticos. Sin embargo, nada se puede dudar de los sentidos cuando van unidos del conocimiento. Debemos aceptar la primera premisa como algo general e imposible para el ser humano.
Todo lo que es posible tiene una causa
Por supuesto, todo lo que es posible de existir tiene una causa y todo esto lo vemos día a día en los animales. Para hablar de causa siempre debemos tener en cuenta que la causa es cognoscible, en otras palabras, el agente de la existencia debe ser cognoscible.
El cuerpo del hombre está diseñado con un orden tal que de estar en desorden se muere. Su organización no tolera la desorganización y cuando esta ocurre enferma, perjudica, daña o muere. Como Dios es entendible a través de las premisas, entonces bien es la causa cognoscible del hombre.
Capítulo III: La regla media de la medición
Deducción
Se tenía una antigua creencia de que los astros eran más divinos que los hombres y que el resto de los seres(2). Por supuesto, de acuerdo a las Sagradas Escrituras nada puede ser más divino que Dios.
Al-Ghazali nos quiere dar más ejemplos sobre este tipo de razonamientos que están basados en el Método Deductivo, que dominaba en esta época.
Premisa 1: Los hijos de Dios no son castigados.
Premisa 2: Tú eres castigado.
Conclusión: Tú no eres hijo de Dios.
Tal como lo dirían los estoicos con el razonamiento anapodíctico, las dos primeras premisas ya están dando la conclusión obvia. La P1 nos habla sobre algo conocido por experiencia. La P2 nos habla sobre lo que es particular a la vista (yo veo que eres castigado). Por lo tanto, la demostración en la C. se hace obvia.
Otro ejemplo de deducción se da en el siguiente ejemplo:
Premisa 1: Todo amigo desea conocer a su maestro
Premisa 2: Los judíos no desean conocer a Dios
Conclusión: Los judíos no son amigos de Dios
Esta premisa tiene un componente negativo que le quita una característica esencial a una definición que en este caso serían los judíos.
Otro ejemplo se puede ver en la esencia de Dios. Para Al-Ghazali, Dios no es una sustancia que se puede encontrar en un lugar, pues Dios es increado. Todas las otras cosas que existen tienen causa y por eso todo aquello es particular y no universal. De aquí, Al-Ghazali afirma incluso que Dios no es una sustancia:
Premisa 1: Dios no es accidente porque un accidente no vive y no conoce.
Premisa 2: Dios es viviente y conocedor.
Conclusión: Dios no es un accidente.
En contraste con el otro silogismo, este parte con una premisa negativa y luego con otra afirmativa, añadiendo una conclusión que se puede deducir de las dos premisas anteriores.
Premisa 1: Los hijos de Dios no son castigados.
Premisa 2: Tú eres castigado.
Conclusión: Tú no eres hijo de Dios.
Tal como lo dirían los estoicos con el razonamiento anapodíctico, las dos primeras premisas ya están dando la conclusión obvia. La P1 nos habla sobre algo conocido por experiencia. La P2 nos habla sobre lo que es particular a la vista (yo veo que eres castigado). Por lo tanto, la demostración en la C. se hace obvia.
Otro ejemplo de deducción se da en el siguiente ejemplo:
Premisa 1: Todo amigo desea conocer a su maestro
Premisa 2: Los judíos no desean conocer a Dios
Conclusión: Los judíos no son amigos de Dios
Esta premisa tiene un componente negativo que le quita una característica esencial a una definición que en este caso serían los judíos.
Otro ejemplo se puede ver en la esencia de Dios. Para Al-Ghazali, Dios no es una sustancia que se puede encontrar en un lugar, pues Dios es increado. Todas las otras cosas que existen tienen causa y por eso todo aquello es particular y no universal. De aquí, Al-Ghazali afirma incluso que Dios no es una sustancia:
Premisa 1: Dios no es accidente porque un accidente no vive y no conoce.
Premisa 2: Dios es viviente y conocedor.
Conclusión: Dios no es un accidente.
En contraste con el otro silogismo, este parte con una premisa negativa y luego con otra afirmativa, añadiendo una conclusión que se puede deducir de las dos premisas anteriores.
Capítulo IV: La pequeña regla de la medición
Hay un silogismo en el Corán que es algo confuso de entender.
''Ellos no alaban a Dios en su verdadero valor cuando dicen: Dios nunca ha revelado algo a un mortal. Sin embargo ¿quién llevó el libro a Moisés, una luz y una guía al hombre?''
Veamos este pasaje del Corán como un pasaje:
Premisa 1: Moisés es un hombre.
Premisa 2: A Moisés le fue dada la Escritura.
La premisa es más particular que universal, pue a sólo un hombre se le fue dada la Escritura. Sin embargo, hay algunas cosas que pueden inducir a error si se toman las premisas pequeñas. Veamos el siguiente ejemplo:
Premisa 1: Sólo los animales con patas se desplazan
Premisa 2: Las serpientes no tienen patas
Conclusión: Las serpientes no se desplazan
Como vemos, las premisas llevan a una conclusión errónea.
Hay otro ejemplo que es mucho más complicado y oscuro que involucra la lógica y la moral. Veamoslo.
Premisa 1: Toda mentira es mala en sí misma.
Premisa 2: Un hombre dijo una mentira.
Conclusión: Ese hombre está mal en sí mismo.
Al-Ghazali nos dice evidentemente que la mentira es algo malo en sí mismo, pero se deben considerar ciertos casos. Si un tirano quiere matar a un ciudadano y te pregunta: ''¿Dónde está tu amigo?'' y el amigo dice ''No sé'' entonces le estaría haciendo un bien a un amigo, a través de una mentira.
Es en este caso que hay algo que va mucho más allá de las premisas y esta es la experiencia que tenga el ser humano. Se debe poner mucha atención a los silogismos que envuelven estas premisas particulares (oscuras como las llama Al-Ghazali).
Conclusión
Al fin vemos algo de lógica en los libros de Al-Ghazali. Ciertamente, cuando escuché que Al-Ghazali era un hombre que estaba en contra de los filósofos, no pensé que pudiera realizar semejante trabajo de lógica en base al razonamiento deductivo. Sin duda que las curiosidades que nos presenta al filósofo son considerables, pues ponen a prueba racional los versículos del Corán. Este libro no termina aquí, aún faltan muchos libros de ver.