Trascendencia
Un concepto que ocupamos en varias ocasiones para cosas que nos parecen importantes o que perduran en el tiempo. Sin embargo, también se ha utilizado para hablar de un principio divino, de un ser que está más allá de nosotros. En cualquiera de sus concepciones, hoy analizaremos el significado de esta palabra, y la visión que han tenido los filósofos a través de la historia.
Neoplatónicos
Platón ya había dicho que el bien está más allá de la sustancia, es decir, es todo aquello que nos indica al verdad y la bondad en las cosas. Plotino seguirá la misma línea de Platón agregando que el ''Uno'' no solo está más allá de la sustancia sino que también está más allá del ser.
Recordemos que el Uno es la máxima unidad que existe. Plotino nos decía que existía una unidad tal que no podía ser descrita, en efecto, si todo hay un ser que lo une todo, entonces no sería posible describirlo de una sola forma; tendría que ser de muchas maneras y no podríamos terminar nunca. Por lo tanto, esta unidad llamada ''Uno'' en realidad es tan abarcativa que podría mencionarse que es Dios. Proclo también nos dice algo parecido diciendo que más allá de las sustancias inteligibles está el Uno.
San Agustín de Hipona
Aunque San Agustín de Hipona no era neoplatónico (de hecho, discutía con ellos), el santo mostraba la importancia de la trascendencia en contraste a la naturaleza cambiante. San Agustín de Hipona llamaba al hombre a trascenderse a sí mismo por medio de la razón, pero para hacerlo tenía que pensar qué es aquella luz que proviene de la razón. En efecto, esa luz es Dios.
Medievales
Felipe el Canciller
Uno de los filósofos que inició la discusión sobre los trascendentales fue Felipe el Canciller. Este filósofo nos dice que el bien es una indivisión del acto con la potencia, es decir, el bien es uno cuando no hay diferencia entre lo actual y potencial. Lo mismo ocurre con la verdad, en efecto, cuando la verdad potencial y la verdad actual no se diferencian, entonces tenemos un trascendental.
Para el filósofo, tanto verdad y bondad serían trascendentales que tiene una unidad, una indivisión. Por lo tanto, la propiedad del trascendental sería: unidad, verdad y bien
Santo Tomás de Aquino
El aquinate, por su parte, había nombrado las propiedades de la trascendencia. Tomás de Aquino se refería por lo menos a seis:
- Ens (ente)
- Res (cosa)
- Unum (unidad)
- Aliquid (algo)
- Bonum (bondad)
- Verum (verdad)
Estas fueron las propiedades y conceptos más conocidos cuando se hablaba de trascendencia. En todo caso, lo trascendente para el aquinate era la indivisión de estos términos, en efecto, porque todo lo que se puede dividir se descompone y por lo tanto no tiene unidad ni trascendencia.
Conclusión
Lo trascendental podríamos vincularlo con el tema de los Universales hasta cierto punto. En efecto, tienen similitudes, pero pareciera ser que los trascendentales son más escasos. En todo caso, hay que ver también que los trascendentales no son un tema restrictivo a la Edad Media, ya que otros filósofos como Immanuel Kant o Karl Jaspers, ponen estos temas a la palestra.
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Fabuloso Gonza, que buen tema de seguro que más adelante seguirás refiriendote a este interesante concepto.
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