miércoles, 4 de noviembre de 2020

Erasmo de Rotterdam - El Elogio de la locura (1511)


Erasmo de Rotterdam nació en Róterdam, el 28 de Octubre de 1467 y murió el 12 de Julio de 1536. En este libro titulado ''El elogio de la locura'' Erasmo pretende hablar como si él fuera la locura misma (note que en la lectura se refiere a sí mismo con una connotación femenina a modo de personificar la locura). La primera parte del capítulo, se denosta a la figura de los sabios, sobre todo a lo de los estoicos de quienes se dicen que se alejan de los placeres; sin embargo Erasmo nos dice que ellos también buscan el placer aunque sea en un mínimo, ya que el deseo de conocimiento, también es un placer. Si bien el libro comienza a modo de sátira contra los sabios, hay un argumento de protesta contra los eclesiásticos de la época.

Un libro que denigra a los sabios y filósofos, pero que paradojalmente, contiene mucho razonamiento filosófico. 

Definiciones:

(1) San Cristóbal: Fue un gigante Cananeo que tras su conversión al cristianismo ayudó a todas las personas a que pudieran atravesar un río, ya que con su tamaño podía transportarlas. Cuenta la leyenda que un día llevo al niño Jesús entre sus hombros; San Cristóbal, sorprendido por el peso del niño, pregunto porque pesaba tanto y Jesús respondió: ''Porque llevo los pecados del mundo''.

(2) Santa Bárbara: Fue una virgen y mártir católica del Siglo III d.C.  

(3) Referencia a Aristóteles de su libro ''Metafísica''.

(4) Referencia a Tales de Mileto quien tratando de descifrar el misterio de las constelaciones, cuando iba caminando, no dio cuenta de un pozo que estaba bajo sus pies y murió ahogado.


Genealogía de la locura

Nombre: Morias (Mωρίας en griego).

Padre: Plutón. (Hades en la cultura griega).

Madre: Neotete (Hebe en la mitología griega, ninfa de la juventud).

Amamantadoras: Borrachera (Methe en griego) e Ignorancia (Apaedia en griego).

SéquitoFilautía (El amor propio).
              Kolakia (Adulación).
              Lethe (Olvido).
              Misoponia (Pereza).
              Hedoné (Voluptuosidad).
              Anoia (Demencia).
              Tryfe (Apatía).

Lugar de nacimiento: Delos, Grecia.




Declamación de Erasmo de Rotterdam
Habla la locura



La locura en las edades:

Una de las premisas fundamentales del libro, procede de un extracto de una obra de Sófocles llamada ''Ayax''. El extracto es el siguiente:
''Vida tan feliz, la de quienes no piensan en nada. La ignorancia proporciona la vida más feliz''.
La etapa más feliz del ser humano es la infancia. Los niños al ser faltos de sensatez en la tierna infancia (debido a que están en las primeras etapas del aprendizaje) nos hacen reír, nos hacen abrazarlos y nos hacen quererlos. Esto sin duda para Erasmo, sería producto de la locura y no del raciocinio ni mucho menos.

Por otra parte, así como el niño va creciendo y adquiere experiencia y madurez, toda esa ternura que tenía en su infancia, pareciera ser que ya no está. Ésta vuelve cuando llega la vejez y la persona está más próxima a la muerte. Y así como a los niños se los guía en la tierna infancia, a los adultos lo guían los dioses. La vejez también es guiada y es por esto que existe el dicho popular de la vejez conocida como ''la segunda infancia''.

La formula que describe Erasmo para éste proceso, lo hace a través de la locura, es decir, la locura lleva el espíritu del individuo al río de ''Lethe'' (Olvido). Es ahí donde el espíritu va tomando grandes tragos del río mientras poco a poco, se va transformando en niño.

Bien se objeta a Erasmo, que los viejos deliran y alucinan con el avance de la edad, sin embargo, los niños también desvarían. La pregunta de Erasmo es clave ''¿No es justamente la falta de sentido lo que más nos gusta de los niños?'' Por otro lado, el anciano no sufre del estrés y la angustia del sabio. Está libre de tomar una copa de vino, mientras que el sabio lo reflexionará. No es casualidad, dice Erasmo, que sean los viejos los que quieran pasar tiempo con los niños y viceversa; de aquí el dicho ''Dios junta a cada oveja con su pareja''.

Erasmo establece ciertas similitudes entre los dos:
  • Boca sin dientes.
  • Pequeña estatura.
  • Gusto por la leche.
  • El balbuceo.
  • La cháchara.
  • El olvido.
  • La falta de reflexión.
La locura dice que entregándose a ella, se gozara de felicidad y juventud eterna; a menos que se le junte con los sabios que viven obsesionados con los dilemas filosóficos.




La locura en los hombres:

Según los estoicos, dejarse llevar por la razón es alcanzar la sabiduría, mientras que dejarse llevar por las pasiones, es alcanzar la estupidez. Sin embargo, es Júpiter quién dota al hombre mucho más de pasión que de razón; entiéndase por razón al cerebro y por pasión el cuerpo (por eso se dice que está mas dotado de pasión que de razón).

Siguiendo esta explicación, la locura dice que la razón no puede más que gritar para que el cuerpo no se deje arrastrar por las pasiones, siendo esto la mayoría de las veces inútil. De todas formas, el hombre es en general serio y muy rígido, además de estar preocupado de manejar los asuntos de la vida, sobre todo los estoicos. Pero también están las mujeres quienes con su dulzura y encanto, suavizan ésta rigidez del hombre. 

La locura en este caso denigra a la mujer tratándola de un ser humano estúpido y que esa es su naturaleza, por otro lado, también destaca que la misma locura que tienen las mujeres, las ha llevado a conquistar a los hombres en ciertos aspectos; por ejemplo, la coquetería que una mujer demuestra para atraer a un hombre; el cual cae inevitablemente.

La fiesta es una de las ocasiones en donde la locura se presenta y que además, es indispensable para un momento agradable. De nada serviría una fiesta triste y tampoco una vida triste, ya que no merecería llamarse como tal.

Como dijimos anteriormente, Erasmo relaciona la locura con las pasiones y a su vez, la relaciona con los placeres (en el ejemplo anterior, las mujeres y la fiesta). Y así como la amistad también es un placer que se da el hombre, aquí también se encuentra la locura. Dice la locura: La amistad no puede ocurrir de manera triste o aburrida. Lo mismo ocurre en el matrimonio y en conclusión, sin la locura, no podrían existir las relaciones humanas. 

Erasmo introduce además el concepto de Filautía con el cual quiere expresar que el amor a uno mismo, es el único que puede hacernos querer al otro. La locura, reconoce a la Filautía como su propia hermana, no hay mayor placer que quererse a sí mismo.


La locura en las hazañas y las guerras:

Principalmente para las guerras, no se necesitaron hombres llenos de problemas o tristes que apenas se podían mantener en pie; al contrario, se necesitaban jóvenes atrevidos, valientes, sin el concepto de juicio para rendir en la guerra. Erasmo admite que para la estrategia militar, la capacidad y criterio (más no la filosofía) se necesita indudablemente, sobre todo la figura del general; sin embargo, quienes verdaderamente ganan la guerra, son los ladrones, los bribones, sicarios, tramposos y estafadores. 

Erasmo también se refiere a Sócrates (tratando de reducir la importancia de la filosofía) diciendo que el oráculo de Delfos lo nombró sabio, pero sin ningún motivo aparente. Además, fue la misma sabiduría lo que lo llevó a la muerte.

Así como su discípulo, Platón, al tratar de defender a Sócrates, se puso muy nervioso y apenas pudo articular palabra, según Erasmo. Teofrasto al tratar de hablar en una asamblea, de repente quedó mudo e Isócrates quien jamás pudo abrir la boca tratando de insultar a los soldados. Erasmo cita a Fabio Quintiliano cuando éste decía que tales reacciones en frente de una multitud, correspondía a un orador inteligente y consciente del peligro que corría, pero Erasmo critica: si estas personas no pueden con las palabras, ¿Cómo podrán empuñar un arma?

Para terminar con el alegato contra los sabios y filósofos, la locura termina así:

En todo caso, resultaría soportable que estos filósofos fuesen como burros tocando la lira en las cuestiones públicas, si en los demás problemas de la vida también no fuesen inútiles. Invita a comer a un sabio y aburrirá a cualquiera con su silencio lúgubre o con preguntitas impertinentes. Llévalo a una fiesta, y te parecerá un camello dando vueltas. Lánzalo a un espectáculo público y su misma cara borrará la alegría del pueblo. 
Otra característica de la locura en la guerra, es la sed de gloria. Ésta es solo guiada por la locura, ya que si se quiere alcanzar, las consecuencias no pueden ser medidas ni reflexionadas. Incluso, Erasmo considera la locura dentro de la prudencia. ¿Porque? ¿Cómo se podría adjudicar la prudencia a los sabios, quien no puede articular palabra frente a una multitud? En este caso, sería mejor adjudicarla al insensato quien no se detiene ante nada y quien no tiene miedo al peligro.

El sabio, por otro lado, se queda enfrascado en sus libros y no afronta o experimenta los peligros como el insensato. Ésta es una ventaja de la locura que libre de escrúpulos y miedos, es capaz de lograr sus acometidos.


La locura y las artes:

La locura está presente en las artes por medio de las máscaras. Si en una obra los actores se quitaran las máscaras y mostraran quienes son en verdad, la obra estaría arruinada. ''Desenmascarar la ilusión es arruinar el drama'' y justamente, es la ilusión lo que atrae el público. Por lo demás, la vida de cada uno es casi como una comedia o una obra de cualquier género, ¿no es cierto que cada uno desempeña un papel distinto dependiendo de las situaciones? ¿o a veces incluso sigue solamente un solo papel?

Los sabios por una parte dicen que vivir en la locura, en la ilusión, en la ignorancia y en la estupidez, es vivir en la desgracia. Erasmo dice que justamente éste es el objeto del vivir, ya que el ser humano nace ignorante y muere también así. Nadie puede conocer ni hacer todas las cosas que quisiera, nada tiene de malo ser fiel a su propia especia, de lo contrario, tendríamos que lamentarnos siempre de que no podemos volar, de caminar en cuatro patas o poseer los agudos sentidos de ciertos animales. Y lo mismo podríamos decir de los otros animales. Habría que preguntarse ¿es el caballo infeliz por no conocer la gramática? ¿lo es el toro al no conocer la gimnasia? En efecto, no lo son; por lo tanto, el hombre tampoco debiera serlo por su limitada naturaleza.

Erasmo menciona la felicidad que había en la Edad de oro mitológica la cual refiere Hesíodo en uno de sus poemas. Nadie tenía conflictos, la dialéctica era inservible al no haber conflictos, la gramática era innecesaria al hablar todos un mismo idioma, pareciera ser que la ignorancia (quien amamantó a la locura) mantiene feliz al ser humano cuando se aleja cada vez más de los estudios rigurosos. Sin embargo, a medida que la Edad de oro se fue acabando, el ser humano se comenzó a ser más sabio y empezó a complicarse.

La locura y los gobernantes:

Los sabios no entregan más que noticias tristes al gobernante. Los reyes tienen a sus sabios no más que por prestigio, al contrario de los payasos que dan risas, diversión y buenas noticias a los reyes. Por otro lado, los reyes no son considerados muy felices por parte de Erasmo, ya que no pueden tener amigos, sino que solamente aduladores, personas que siempre haga lisonjas a ellos en vez de verdades (que es lo que realmente hace un amigo). Luego, los reyes no quieren saber la verdad.

De este modo, los insensatos o payasos pueden decir la verdad, y ésta sonará divertida; en cambio, si los sabios dicen la verdad, pueden ser ejecutados.

La locura, la religión y las supersticiones:

La locura dice aceptar a ese tipo de personas que inventan fábulas e historias que implican superstición. Mientras más increíbles sean, más las creen reales y disfrutan de ellas. Erasmo dice que no solamente se utiliza para acabar con el tedio, sino que también para el provecho de algunos curas y predicadores (desde aquí se comienzan las críticas al conglomerado eclesiástico de la época). Un ejemplo de ésto es ver como algunas personas dicen que no morirán con solo ver la estatua de San Cristóbal (1) o quien saluda a una imagen de Santa Barbara (2), saldrá intacto de la guerra.

Hay quienes asignan poderes especiales a cada Santo religioso. Muchos incluso atribuyen a ellos más poderes que al niño Jesús o al mismísimo Dios. Son los mismos curas los que aceptan y fomentan este tipo de cosas porque según Erasmo, sino fuera así, el bolsillo de estos se vería gravemente afectado. Todo esto sería vinculado a la locura, a pesar de haber una conveniencia en ciertas personas como los curas.

Uno de los seguidores de la locura es la Filautía (el amor propio), que se encuentra en las religiones; por ejemplo:

  • Los británicos se atribuyen la belleza, la música y la buena mesa.
  • Los escoceses se atribuyen la nobleza, de sus reyes y su dialéctica
  • Los franceses se atribuyen los buenos modales.
  • Los italianos se atribuyen las ciencias teológicas.
  • Los griegos se atribuyen todo el tiempo las viejas glorias de sus héroes.
  • Los turcos se atribuyen la religión, burlándose de todas las demás religiones llamándolas supersticiones.   
  • Los Judíos se atribuyen al verdadero Mesías y se aferran a que lo encontrarán.
  • Los españoles se atribuyen el poderío militar.
  • Los alemanes se atribuyen la magia.
Sin la Filautía, las religiones no podrían existir en absoluto y esta sería la clave para ser feliz porque la felicidad no esta en el uso de las cosas, sino que está en la opinión que se tiene de ellas. Con esto la locura quiere decir, que el espíritu de los hombres solo capta la apariencia de las cosas y no la realidad en sí misma. Erasmo ejemplifica esto en el sermón de una iglesia; todos estarán bostezando y generalmente se aburren. Pero si alguien gritara o se manifestara en medio del sermón pidiendo perdón, todas las personas comienzan a hablar y a escuchar con atención las anécdotas que llevaron a esta persona a interrumpir el sermón; es decir, las personas se enfocan mucho más en la apariencia (las anécdotas) que lo realmente serio (el sermón).

Erasmo dice: ''¡Que fácil es lograr ésta felicidad! Por el contrario, cuan difícil es entender las cosas reales, aunque sean insignificantes como la gramática''.

Insiste que viviendo así se es más feliz. Vivir de las apariencias conduce a la felicidad, aún más que vivir de las realidades. ¿Es más feliz quien gasta una fortuna en cosas reales? ¿o es más feliz quien disfruta una cosa creyendo que es tan real como la original?

Un ejemplo lo pone Erasmo. Un día un ciudadano compro joyas falsas a su esposa. Éste la convenció de que las joyas eran reales y su precio era incalculable. La esposa creyó y pensando que eran autenticas, se maravillo contemplándolas. Si se maravillaba contemplándolas ¿importaría que fueran realmente auténticas? Así, el marido se evitaba gastos, y la esposa estaba feliz.

En el mito de la caverna de Platón ¿Que diferencia hay entre los esclavos que estaban en el fondo de la caverna viendo las figuras, encantados y satisfechos con su realidad y el filósofo o sabio que se encontraba fuera de la caverna y contempla las cosas como son? Entre los esclavos, existe una ventaja y es que no les cuesta nada quedarse satisfechos y que encima, es una felicidad compartida.

La locura y las distintas clases sociales de la época:


Los comerciantes

Erasmo comienza describiendo a los comerciantes y parte diciendo que son la clase más estúpida, debido a que son ellos los que pueden engañar a través de la alteración de los precios, la defraudación, el abuso y la mentira. Mientras que los demás ciudadanos los llaman honorables con la intención de conseguir algún bien que estos haya conseguido con sus métodos.

Los gramáticos

Según Erasmo, ésta es la clase mas desdichada que existe. Siempre se les ve harapientos y miserables en sus escuelas. La enseñanza los vuelve mas irascibles, más viejos y más intolerantes; por el griterío se vuelven sordos. Sin embargo, gracias a la locura ellos pueden caminar orgullosos en sus salas de clase castigando a sus alumnos y haciéndose respetar entre ellos (seguramente aquí esta presente Tryfe).

Los poetas

Ninguna otra clase de hombres ama más a la locura que los poetas. Kolakia y Filautía son las compañeras que acompañan siempre a los poetas. Seguros en sus versos, se adjudican al inmortalidad y el gusto de los dioses (se decía que los poetas escribían las cosas que los dioses les dictaban).

Los retóricos 

Existen retóricos que son sabios y que escriben las cosas con una serie de reglas. Muchos de ellos incluso han escrito como la gente se debe reír de un chiste o cuales son las claves para reír; sin embargo, Erasmo dice que no son precisamente estos los que están en la cofradía de la locura, sino que son los retóricos que solo dicen disparates. Mientras más disparates escriba el retórico, más risas y aceptación tendrá del vulgo.

Los abogados

Siempre quieren formar parte de la gente culta, y su glosa se confunde con la de los sofistas y dialécticos. Con la misma glosa, son capaces de llegar a la charlatanería con variadas mujeres. Sin embargo, en toda su arrogancia, existe la locura, ya que ahí se encuentra la Filautía.

Los filósofos

Personas que dicen siempre tener la verdad y que la dictaminan sobre el vulgo. Ellos son los que a través de formulas y mundos infinitos crean otras realidades; describen el alma y otorgan categorías al ser (3). Se olvidan de sí mismos y no pueden ver que hay una fosa gigante a sus pies (4). La Filautía pareciera estar en ellos.

Los teólogos

Estas personas podrían ser las más dogmáticas y si alguien no esta de acuerdo con sus aseveraciones, lo acusan de hereje. Sin embargo, la Filautía que ellos poseen, los hace sentir como en un tercer cielo mirando desde allí, a todos los humanos como si fueran un rebaño, despreciándolos y compadeciéndose de ellos.


Crítica a la religión y su séquito:

Los religiosos y monjes son las personas que están más alejadas de la religión. Se alejan tanto que incluso su educación va en decadencia. Incluso, Erasmo dice que la gente en ese tiempo consideraba mala suerte toparse con uno de ellos por casualidad en la ciudad. Sin embargo, en la iglesia son devotos. A pesar de mendigar limosnas y hospedaje, la gente se los da; y todo esto, a costa de los pobres. De esta manera, los religiosos pretenden darnos las enseñanzas y la imagen de los apóstoles quienes fomentaban las buenas acciones.

Por otro lado, existe la obsesión de calcular milimétricamente la vestimenta que utilizan para la iglesia. Y con esto, suelen despreciarse unos a otros por quienes no llevan una buena vestimenta. Otros pretenden dar la imagen de que se privan del dinero viéndolo como veneno, pero no se privan del vino y las mujeres.

Estos religiosos se preocupan y se esfuerzan de vivir su vida, sin tener la voluntad de parecerse a Cristo, pero sí por diferenciarse de los demás. No les parece suficiente ser cristianos, sino que además tienden a tener otras características como: franciscanos, jacobistas, agustinos o brigidenses. Por cierto, Cristo no se fijará en todos estos atributos, sino que se fijará en si fueron caritativos o no.

Alguna vez Erasmo escuchó hablar a un teólogo octogenario quien creía que todo lo que se podía decir de Jesús, estaba ya en cada una de sus letras.

En latín existen 3 casos para denominar la palabra ''Jesús'':

  • Primer caso: Jesús que termina en ''-s''
  • Segundo caso: Jesum que termina en ''-m''
  • Tercer caso: Jesu que termina en ''-u'' 
Con esto el teólogo quería decir: Jesús es lo sumo, lo medio y lo último. De este modo, los teólogos, los curas y los religiosos han querido manipular las mentes de las personas de la época con astucias retóricas como estas.

Respecto a los sumos pontífices, que son los representantes de Cristo, Erasmo se pregunta si ellos podrían actuar como Cristo; es decir, si serían capaces de vivir como él: con fatigas, pobreza, entrega y solidaridad. Probablemente, si ellos optaran por tomar una vida como la de Cristo, tendrían que renunciar a todas sus ventajas como representantes de él. Éstos piensan que él está feliz mientras ellos cumplan sus papeles de obispos o de sacerdotes. Por último, se quejan y se enervan cuando son criticados por sus acciones alternándolas como pecado, pero si defienden enérgicamente la obligación del diezmo al pueblo.


La insensatez y las referencias bíblicas:


La defensa a la insensatez u/o estupidez es fundamentada a través de referencias bíblicas:


  • Ecclesiastes 1:15''Es infinito el número de insensatos''


  • Jeremías 10:14: ''Todo hombre se embrutece con su sabiduría''



Erasmo dice que solamente se le puede atribuir la sabiduría a Dios:


  • Jeremías 9:23: ''El sabio no se ufane de su saber''


No se puede ufanar el hombre de tener sabiduría, ya que no la tiene.



Una referencia a la Filautía aparece en la biblia:


  • Ecclesiastes 1:2: ''Vanidad de vanidades, todo es vanidad''


Otra se encuentra en Ecclesiastes relacionando el constante cambio en los humanos y la única forma de Dios que se mantiene a través del tiempo:


  • Ecclesiastes 27:11: ''El insensato cambia como la luna, pero el sabio permanece como el sol''


El rey Salomón, hijo del rey David, también habla de los insensatos:


  • Proverbios 15:21: ''Divierte su poco juicio al insensato''


Erasmo interpreta este dicho diciendo que no hay nada agradable sin la estupidez.



Por otra parte, advierte también los problemas que trae la sabiduría:


  • Ecclesiastes 1:18 ''Porque mucha sabiduría trae mucha aflicción, 
    y el que acumula ciencia, acumula dolor''.

La humildad del insensato interpretada en la biblia por Erasmo se encuentra en Ecclesiastes:


  • Ecclesiastes 10:13: ''El insensato va por su camino llamando estúpidos a todos.''
La interpretación es la siguiente: El sabio siempre se mira a si mismo como si no hubiera nadie como él, en cambio, el necio va diciendo que todos son como él. Esto quiere decir que el insensato no se cree superior a los demás.

El elogio mas claro a la locura y la insensatez, se ve en Corintios:


  • Corintios 5:13 ''Porque si estamos locos, es para Dios''.
  • Corintios 1:25 ''La locura de Dios es más sabia que la de los hombres''.


Analizando de manera general y recordando las sagradas escrituras, no es raro que Dios haya prohibido a Adán y Eva comer del árbol de la sabiduría. Además, la insensatez siempre se ha encontrado favorable a los cielos. Siempre que se pide perdón por la insensatez, Dios entrega su misericordia. Para demostrar esto, Erasmo cita breves pasajes de la Biblia.

Números: Aarón pide perdón a su esposa:

''Perdón, no nos exijas cuentas del pecado que hemos cometido insensatamente''.

Reyes: Saúl pide perdón a David:

''He sido un estúpido, me he equivocado totalmente''.

Jesús en la cruz:

''Padre perdónalos porque no saben lo que hacen''


La locura y el alma.

Erasmo vincula la locura en el alma aludiendo a pensamiento tanto cristianos como platónicos, ya que ambos coinciden en muchas cosas:

  1. En primer lugar, el alma está sumida y atada por los lazos del cuerpo; por lo tanto, no puede contemplarse ni saber la verdad.
  2. En segundo lugar, la filosofía según Platón, prepara para la muerte porque aparta el alma de las cosas corporales o visibles; lo mismo que hace la muerte.
Cuando el alma controla bien los órganos del cuerpo, el alma está en sus cabales. Sin embargo, cuando el alma intenta escapar del cuerpo, el alma entra en un estado de locura; como si intentara escapar de su ''cárcel''. Es por esto que cuando los humanos antes de experimentar la muerte, pronuncian discursos inspiradores antes de dejar su vida, éste proceso es donde el alma quiere dejar el cuerpo. 

Los dos tipos de locura:
  • Existe un tipo de locura que proviene desde el infierno y es la que llena de sed de gloria a los hombres, lo que los anima para la batalla y
  • Existe otro tipo de locura que proviene de la libertad de las angustias y preocupaciones de la vida.

El segundo tipo de locura se ve representado en una carta que Cicerón hace a Ático. Éste ciudadano de Argos iba al teatro, se sentaba, aplaudía y se divertía. Creía estar viendo comedias cuando en realidad en el teatro no había nada ni nadie. Una vez que su familia lo ayudó y dio de beber medicinas para que no lo hiciera más, pronuncio las siguientes palabras:
''Me han matado amigos. No se protege, se mata a quien han quitado el placer, arrancándole por la fuerza el delirio de la mente''. 


Conclusión

Muy interesante es la perspectiva que da Erasmo de Rotterdam al concepto de locura. La interpretación de las sagradas escrituras a modo de defensa de la locura, es increíblemente ingenioso. El tema de la locura ha sido estudiado por psicólogos, psiquiatras y filósofos incluso hasta el día de hoy. Por otra parte, es interesante la crítica que hace al conglomerado eclesiástico de esos tiempos que incluso aún en estos tiempos nos hace sentido y nos hace tomar mucha reflexión. Como dije al principio, un libro que presenta una paradoja debido a que se aborrece la sabiduría, pero que se hace al mismo tiempo. 

martes, 3 de noviembre de 2020

La Familia Médici (Siglo XIV - Siglo XVIII)


La Familia Médici fue una familia de banqueros italianos y una dinastía política que comenzó a ganar prominencia bajo Cosimo de Médici en la República de Florencia durante la primera mitad del siglo XV. La familia se originó en la región de Mugello de la Toscana y fue prosperando gradualmente hasta que pudo financiar el Banco Médici. Este banco fue el más grande de Europa durante el siglo XV y facilitó el ascenso de los Médici al poder político en Florencia, aunque oficialmente siguieron siendo ciudadanos en lugar de monarcas hasta el siglo XVI. La importancia de esta familia es tremenda en la historia y es por eso que hemos decidido abordarla aquí en los siguientes apuntes de filosofía

LA FAMILIA MEDICI

Orígenes

Cuando nos referimos a los orígenes de la familia Medici, es necesario remontarnos a un valle de la Toscana al norte de Florencia, Mugello. Ya antes de la familia Medici existían otras como los Alberti y los Ubaldini, de hecho fue Carlomagno en el año 801 quien le dio a esta familia ''El señorío de la alegre ciudad de Mugello''. 

Los Medici tiene. antecedentes desde el siglo XII en Mugello, donde sus miembros se dedicaron al comercio, al tejido y a la agricultura. Se dice que tuvieron un origen humilde, pero eso aún está en discusión.  

Uno de los primeros personajes que podríamos nombrar es Medico di Potrone que es la figura fundadora del linaje. Aunque no alcanzó la prominencia que los Médici obtendrían más tarde, su familia se estableció como terratenientes y comerciantes en la región de Florencia. Su nombre, "Medico", dio origen al apellido "Médici", que significa "médico" en italiano. Se dice que pudo haber descendido de un hijo ilegítimo de Carlomagno, pero no se sabe con certeza. 

Luego tenemos a Bono dei Potrone, también conocido como Buono de' Medici, es uno de los miembros más antiguos y menos documentados de la familia Médici, que vivió en Florencia alrededor del siglo XI. Su vida se desarrolló en un período en el que Florencia aún no había alcanzado su prominencia económica y cultural, y los Médici eran simplemente una familia más entre muchas en la región toscana.

Posteriormente, Bernardo di Potrone, a veces conocido como Bernardo de' Medici, es mencionado como un descendiente de Medico di Potrone, el supuesto fundador del linaje de la familia Médici. Al igual que otros miembros tempranos de la familia Médici, se presume que Bernardo estuvo involucrado en actividades comerciales y agrícolas, que eran comunes entre las familias de la clase media-alta de Florencia en ese tiempo.

Solo sería Giambuono de' Medici uno de los primeros miembros documentados de la familia Médici y figura importante en los orígenes de esta familia que llegaría a ser fundamental en la historia de Florencia y del Renacimiento italiano. Aunque hay poca información detallada sobre su vida, Giambuono es relevante por su papel en establecer las bases económicas y sociales de los Médici en Florencia. Es descendiente de Medico di Potrone, el ancestro más antiguo conocido de la familia Médici. El nombre "Giambuono" significa "buen Juan" en italiano, lo que sugiere que era una persona respetada en su comunidad. Giambuono fue un comerciante y terrateniente en la región de Florencia. Su implicación en el comercio es significativa porque marca el comienzo del interés de los Médici en los asuntos económicos y comerciales, que más tarde se desarrollarían en su imperio bancario. Algunos historiadores no lo consideran como un Medici. 

Tuvo varios hijos que contribuyeron a consolidar la posición de la familia en Florencia y sentaron las bases para el futuro poder e influencia de los Médici en la ciudad.

Chiarissimo I es quizás el hijo más conocido de Giambuono. Nacido a mediados del siglo XIII, continuó la tradición familiar en el comercio y las finanzas. Se le acredita con haber comenzado la rama principal de los Médici, que eventualmente daría lugar a figuras prominentes como Giovanni di Bicci de' Medici, Cosme el Viejo, y Lorenzo el Magnífico.

Fue efectivamente miembro del Consejo de la ciudad de Florencia, un hecho que subraya la creciente influencia de la familia en la política local desde tiempos tempranos. La participación en el Consejo de la ciudad, conocido como el "Consiglio," indica que Giambuono ya tenía una posición respetable en la sociedad florentina.  El Mercado Vecchio era una zona central y muy concurrida en la ciudad, conocida por su actividad comercial y su importancia económica. Tener propiedades en esta área no solo era un signo de riqueza, sino también de la influencia y prestigio que la familia comenzaba a acumular.

Uno de los hijos de Giambuono fue Buonagiunta de' Medici quien continuó el legado de la familia. La descendencia de Buonagiunta ayudó a establecer las bases para la expansión y el éxito futuro de los Médici, pero en aquella rama menor que es, evidentemente, la menos conocida.

Sin embargo, el más conocido fue Chiarissimo I de' Medici (también conocido como Chiarissimo de' Medici) fue un importante miembro temprano de la familia Médici en Florencia, que vivió en el siglo XIII. Es conocido por ser uno de los primeros representantes de la familia que se estableció firmemente en la sociedad florentina y contribuyó a la consolidación de la posición de los Médici como comerciantes y terratenientes.

Filippo es el hijo de Chairisimo, aunque se sabe menos sobre su vida en comparación con su padre. Al igual que otros miembros de la familia en esta época, probablemente estuvo involucrado en el comercio y la gestión de propiedades. "Chiarissimo": En italiano, "chiarissimo" es un superlativo de "chiaro", que significa "claro" o "brillante". "Chiarissimo" se traduce como "muy claro" o "brillantemente claro", y se usa para denotar algo que es extremadamente claro o destacado en su calidad.

El hijo de Chiarissimo fue Ranieri de' Medici fue otro miembro notable de la familia Médici, aunque su figura no es tan conocida como la de algunos de sus contemporáneos más prominentes. Su nombre, "Ranieri," era relativamente común en la época y se deriva del germánico "Rainer," que significa "consejero del ejército" o "gobernante que protege." Aunque la información específica sobre su vida y actividades es limitada, Ranieri formó parte de la generación temprana de los Médici, contribuyendo al crecimiento y la influencia de la familia en Florencia.

Ranieri fue el padre de Averardo de' Medici (también conocido como Averardo I). Averardo continuó el legado de la familia en el comercio y la gestión de propiedades.

Su trabajo en la administración de las propiedades familiares y en el comercio ayudó a preparar el terreno para el éxito de su hijo, Giovanni di Bicci de' Medici, quien fundaría el Banco Médici y llevaría a la familia a la prominencia.

El hijo de Averardo se llamaría Averardo de Averardo de Medici. Fue elegido prior de la ciudad de Florencia, un cargo importante en la administración local que le permitió participar en la toma de decisiones gubernamentales. En el año 1314 ocupó el puesto de confalonero de Justicia, una posición que implicaba responsabilidades en la justicia y el gobierno de la República de Florencia. Averardo fue elegido por Pietro d'Angiò, conde de Gravina y capitán general del bando güelfo en Toscana y Romaña. Esta elección fue en nombre de su hermano Roberto, rey de Nápoles. La elección se produjo en un contexto de guerra contra el gibelino Uguccione della Faggiola, lo que muestra el papel de Averardo en el contexto político y militar de la época.

En 1311, Teghia de' Sizi cedió a Averardo la mitad del patrocinio de la iglesia de San Tommaso en Florencia, probablemente por razones económicas. Este patrocinio fue significativo para la influencia social y religiosa de la familia MédiciAverardo fue uno de los primeros Médici en acumular riqueza significativa a través de la actividad mercantil. Su éxito en el comercio y en la acumulación de propiedades ayudó a establecer la base económica sobre la cual sus descendientes construirían su fortuna.

Los hijos de Averardo fundaron la empresa Filii Averardi, que se dedicaba a la actividad bancaria. Esta empresa fue una de las primeras iniciativas bancarias de la familia Médici. La empresa operó hasta 1330, y su existencia muestra cómo la familia Médici comenzó a involucrarse en el sector financiero, lo que sería fundamental para su éxito futuro con la fundación del Banco Médici por Giovanni di Bicci de' Medici.

Uno de los hijos de Averardo se llamaba Salvestro di Alamanno. Sus hermanos eran Buey y Contar, quienes a su vez tenían a sus hijos Julián y Francisco; Jacob, Foligno y John respectivamente. Salvestro comenzó su carrera política en 1358 como Prior de las Artes y fue elegido Capitán de Pistoia en 1360. En 1378, como gonfalonero de Justicia, emprendió una política anti-güelfa, introduciendo leyes para reducir el poder de la nobleza y contrarrestar su influencia en la política.

En 1378 estalló el Levantamiento de Ciompi, una revuelta de trabajadores, especialmente del sector textil, que buscaban participación política y la creación de nuevas artes. Durante la revuelta, Salvestro apoyó a los Ciompi y sus demandas contra la oligarquía, y fue nombrado Caballero Gobernador de la República el 21 de julio de 1378, recibiendo parte de los ingresos fiscales.

Sin embargo, la revuelta pronto se volvió violenta y desorganizada. Salvestro jugó un papel crucial en la contrarrevuelta contra los Ciompi, que fueron finalmente derrotados en 1382. Posteriormente, Salvestro fue acusado de tiranía y desterrado en 1382, cuando la facción güelfa de los Albizi tomó el control.

Finalmente, tenemos a Averardo di Chiarissimo de' Medici, conocido como Bicci de' Medici (1320–1363), fue un destacado político italiano de la familia Médici. Su nombre "Bicci" es una forma abreviada de Averardo, que alude al legendario caballero Averardo, del cual los Médici afirmaban descender. Sus hijos serían Giovanni di Bicci de' Medici: Casado con Piccarda Bueri, se convertiría en una figura crucial para la familia Médici, fundando el Banco dei Medici. Francesco di Bicci de' Medici (fallecido en 1402): Casado con Selvaggia Gianfigliazzi y luego con Francesca Balducci .Antonia di Bicci de' Medici: Casada con Angelo Ardinghelli.

Ascenso al poder

Juan de Médici

En la mayor parte del siglo XIII, la ciudad de Siena, Italia, fue la líder en asuntos bancarios. Sin embargo, en 1298 una de las familias más ricas de Europa quedaría en la banca rota: los Bonsignoris. De este modo, Siena pierde su estatus como una ciudad próspera y rica. A su pérdida de estatus le sigue Florencia en el siglo XIV con la familia Albizzi. Los contrincantes en poder de la familia Albizzi eran justamente los Médici. Los Médici controlaban el banco de Médici, en ese entonces, el banco más grande de Europa. Pero ¿cómo llegaron los Médici al poder?

Todo comienza con Juan de Médici (también llamado Giovanni di Bicci di Médici) que fue un banquero en la Florencia de la Edad Media. De su padre, Averardo de Médici, solamente se sabe la herencia que dejó la cual era de muy poco dinero, y además debía ser repartida entre una viuda y cinco hijos, dejando la parte más pequeña a Juan. 

Sin embargo, su tío, Vieri de Médici, fue un prominente banquero de Francia que ayudó a Juan a insertarse en el sistema bancario de Florencia. 

A diferencia de todos los miembros de la familia, Vieri se dedicó a la administración financiera. Alcanzó a articular uno de los banco más poderosos en toda Florencia. Era un hombre muy respetado en la ciudad, incluso lo nombraron como caballero del pueblo. 

Juan de Médici obtuvo una buena posición en el banco gracias a los consejos de su tío, quedándose con la administración del banco después de su muerte. El hermano de Juan, Francesco, también entraría a la administración del banco, siendo un socio minoritario en 1382, mientras que el mismo Juan administraría la sucursal en Roma en el año 1385. Desde ese momento, Juan de Médici vio su fortuna crecer más y más. El crecimiento de su banco llegó hasta la adquisición del banco papal, es decir, los Médici  lograron ser administradores de las cuentas de la iglesia. En el año 1386 se casaría con Piccarda Bueri, quien el daría la dote de 1500 florines, lo que llevó a Juan a tener un próspero progreso en sus negocios. De hecho, gracias a la dote, Juan de Medici pudo comprar la sucursal del banco que se encontraba en Roma. 

Piccarda se ocupaba de los asuntos del hogar, pero cuando Juan tenía que viajar por asuntos de negocio, su esposa se preocupaba por la situación del banco en Florencia. Tuvieron cuatro hijos: Cosme, Lorenzo, Antonio y Damiano.

El banco de la familia Médici fue fundado el año 1397 con un capital de 10.000 florines y se volvió el interés principal de toda la familia. Sus alcances llegaban desde el norte de las ciudades-Estado de Italia, además de otros países. De hecho podríamos decir que el banco de la familia Médici se transformó en lo que hoy conoceríamos como una compañía multinacional. Pagaba 428 florines de impuesto, mientras que el banco que lo secundaba pagaba 44 florines.

Juan de Médici se volvió propietario de dos talleres de lana en Florencia y era miembro de dos gremios:

  1. Arte della Lana
  2. Arte del cambio
En el año 1403 sirvió como juez en el panel que escogió Lorenzo Gilbherti para el diseño de bronce del Baptisterio de Florencia y fundó la construcción de la sacristía en la iglesia de San Lorenzo en el año 1418. La sacristía diseñada fue por Filippo Brunelleschi, un destacado arquitecto de la época, fue construida entre 1421 y 1428, es la única obra arquitectónica completada íntegramente por el gran arquitecto. Concebida como un ambiente independiente pero comunicante con la iglesia, la sacristía presenta una sala principal de planta cuadrada y un pequeño anexo en el lado sur, cuyo lado mide un tercio de la sala principal. Este anexo está acompañado por dos pequeños cuartos de servicio con bóvedas de cañón, una de las aplicaciones más antiguas de este tipo de techado en la arquitectura renacentista. La sacristía refleja la habilidad de Brunelleschi para integrar funcionalidad y estética, mostrando su influencia en la evolución del Renacimiento a través de un diseño preciso y el uso innovador del espacio. Todo lo relativo a la Basílica de San Lorenzo fue financiada por Juan.  

En el año 1413, el banco de Roma que era administrado por los Medici era el banco más privilegiado, ya que comenzó a llevar las cuentas papales. Juan era muy amigo del anti papa Juan XXII. El banco recaudaba los diezmos y una parte de ellos era para la familia. Sin embargo, dicho cuasimonopolio duró solamente dos años, ya que el papa habría sido depuesto por el Concilio de Constanza en 1415. Los Medici tuvieron que compartir las ganancias con otras familias como los Spini y los Alberti.

Entre los años 1378 y 1417 ocurrió el Gran Cisma de Occidente donde tres papas se disputaban el poder. Tres obispos de Aviñon, Francia, se disputaban el papado mientras que otro más en Roma también lo ambicionaba. En general, los eclesiásticos no querían que los obispos franceses fueran papas ya que estos estaban muy influenciados por el rey Felipe el Hermoso. Hubo un fuerte apoyo para que el nuevo papa fuera romano y Juan de Médici apoyó esa medida. Como recompensa, una vez que el nuevo papa en Roma fue elegido, Juan de Médici recibió una recompensa: el control total de la Cámara Apostólica de Florencia, la institución central de financiamiento de la iglesia en ese tiempo.

En el año 1429, Juan de Médici era el hombre más rico de toda Florencia, tal y como lo muestra el reporte de impuestos del mismo año. En febrero de ese mismo año Juan de Médici fallece a los 69 años y deja todo su patrimonio a su hijo Cosimo de Médici, apodado ''el Viejo''.

Antes de morir, Juan les pide a sus hijos a propósito de su madre "que la respetaran y no le quitaran los honores merecidos". 

El padre fundador

Cosimo de Médici

Juan de Médici (o Giovanni) había dejado el manejo del banco a sus hijos en 1420. Juan arreglaría el matrimonio de uno de sus hijos que era Cosimo quien se casaría con Contessina de Bardi, una muchacha de la alta nobleza, con el objeto de sostener la alta influencia que tenía la familia.

El poder de Cosimo radicaba en su riqueza y todas las familias temían que pudiera ejercer su poder contra ellas. Los Albizzi eran enemigos anti-Médici y deseaban acabar con la familia cuanto antes. De hecho, Rinaldo degli Albizzi lo hizo arrestar en el año 1433 acusándolo de malversación; no obstante, Cosimo logró anular la pena debido a su influencia con el papa Eugenio IV. Luego de triunfar en este encuentro, Cosimo desterró a Rinaldo y fue nombrado alférez en ese mismo año. 

Con este cargo de alta importancia política, Cosimo pudo extender su influencia y política exterior en toda Italia y en el extranjero. En todo caso, la mayor parte de esta expansión se debió a la alta fortuna y herencia que le dejó su padre. Llegó a tener muchos acuerdos con los estados enemigos como lo fue el Estado de Milán. Fue el hombre que dio los mayores ingresos a la familia. 

Cosimo, como alférez pertenecería a la Signoria; órgano de gobierno de Florencia. Estos solo podían ser elegidos entre los miembros de los gremios de la ciudad, como el padre de Cosimo era miembro de dos gremios, fue muy fácil para Cosimo entrar en la Signoria.

Mecenazgo

Como amante de la cultura y las artes, Cosimo impulsó la investigación y financió a todas las bibliotecas e instituciones de educación de Italia; en pocas palabras, Cosimo de Médici fundó lo que se llamaría el mecenazgo y por lo tanto, él sería el primer mecenas de la historia. En esos años, Italia se convertiría en el centro de la cultura, oradores, poetas y filósofos eran financiados con altas sumas al igual que los artistas. 

Era conocido por su gran memoria, pasión por la agricultura y su generosidad hacia la cultura y los artistas. Mantenía un profundo interés en las letras latinas y tenía un trato respetuoso y grave con grandes figuras intelectuales. En su vida familiar, tuvo una relación armoniosa con su esposa Contessina de' Bardi y sus hijos Giovanni y Piero. Contessina, dedicada al hogar y a los niños, también aceptó y educó al hijo ilegítimo de Cosimo, Carlo, fruto de una relación extramatrimonial con una esclava circasiana llamada Maddalena. A pesar de su origen, Carlo fue integrado en la familia y recibió una educación adecuada.

Cosimo muere en el año 1464 y su sucesor sería Lorenzo de Médici apodado ''El Magnífico''.

A modo de resumen, si Juan de Médici fue el que inició todo con respecto a los bancos y a la iglesia; Cosimo de Médici ejercería la influencia política, cultural y financiera.

Lorenzo el Magnífico

Pedro (Piero) de Cosme de Médici era hijo de Cosimo de Médici. Pedro siempre estuvo muy enfermo y no tuvo mucha influencia en su padre. Gobernó de facto en Florencia luego de la muerte de su padre y su duración en el mandato fue de 1464 hasta 1469. El motivo de la muerte fue por la enfermedad de la gota, una enfermedad que consiste en la acumulación de cristales en distintas partes del cuerpo. 

Por lo tanto, su hijo Lorenzo de Médici sería el escogido para continuar con la herencia de los Médici. Tuvo que ocuparse del mando a los 20 años, por lo que todo pensaron que sería finalmente manipulado por los verdaderos gobernantes; sin embargo, esto no fue así. Fue un gobernador conciliador, sobre todo con el Reino de Nápoles que era muy beligerante con Florencia; esto fue logrado en 1480 después de la guerra contra Fernando I de Napoles. 

Conspiración de los Pazzi

Sin embargo, por otro lado tenía a la familia de los Pazzi quienes atentaron dos veces contra su vida. La conspiración de los Pazzi contra los Medici surgió en un contexto de tensión entre las dos familias y el Papa Sixto IV. El Papa Sixto IV, tras ser elegido en 1471, deseaba apoderarse de los territorios florentinos y beneficiar a sus sobrinos, así como financiar costosos proyectos en Roma, como la reorganización de la Biblioteca Vaticana. Los Pazzi, que habían perdido la administración de las finanzas papales a favor de los Medici, también tenían intereses en contra de la familia gobernante de Florencia. La chispa para la conspiración fue la cuestión de la herencia de Beatriz Borromei, esposa de Giovanni de' Pazzi. Lorenzo de' Medici promulgó una ley que afectó la herencia de Beatriz, evitando que aumentara el patrimonio de los Pazzi. Lorenzo acusó a los Pazzi de haber prestado al Papa treinta mil ducados para que su sobrino pudiera tomar posesión del condado de Imola, cerca de los territorios florentinos. Esta acción iba en contra de las directrices de Lorenzo, quien había prohibido a los bancos florentinos conceder préstamos al Papa.

La conspiración contra los Medici se consolidó en agosto de 1477, impulsada principalmente por Jacopo y Francesco de' Pazzi, con la participación del arzobispo de Pisa, Francesco Salviati. Su objetivo era eliminar a los Medici y colocar a Girolamo Riario al mando de Florencia. La muerte del cardenal Latino Orsini, tío de Clarice Orsini (esposa de Lorenzo de' Medici), pudo haber acelerado la conspiración.

El Papa Sixto IV buscó apoyo externo de la República de Siena, el rey de Nápoles y las ciudades papales. Aunque recomendó evitar derramamiento de sangre, los conspiradores planearon eliminar físicamente a los Medici. El líder de la acción, Giovan Battista Montesecco, se negó a realizar el asesinato, y fue reemplazado por los sacerdotes Stefano da Bagnone y Antonio Maffei da Volterra.

Una carta cifrada reveló que Federico da Montefeltro, duque de Urbino, proporcionó tropas para apoyar a los conspiradores, aunque su nombre fue omitido en la confesión publicada por Lorenzo. La conspiración preveía que Lorenzo Giustini y Gianfrancesco Mauruzzi da Tolentino lideraran las tropas hacia Florencia para apoyar a los conspiradores.

El plan inicial de la conspiración contra los Medici era envenenarlos durante un banquete en abril de 1478, pero fue frustrado por la repentina indisposición de Giuliano. Posteriormente, la conspiración se trasladó a la misa en la catedral de Santa María del Fiore el 26 de abril, donde los conspiradores, liderados por Stefano da Bagnone y Antonio Maffei, intentaron asesinar a Lorenzo y Giuliano. Giuliano fue atacado y asesinado, pero Lorenzo logró escapar al refugiarse en la sacristía.

La reacción popular contra los conspiradores fue violenta. Jacopo de' Pazzi y otros conspiradores fueron ejecutados públicamente, y Bernardo Bandini fue capturado y ejecutado más tarde. Los sacerdotes implicados también fueron torturados y ejecutados. Lorenzo, sin mancharse las manos con sangre, se benefició de la furia popular y la venganza contra los Pazzi, que resultó en la confiscación de sus bienes y la prohibición de su nombre en documentos oficiales.

No tuvieron éxito contra Lorenzo, pero sí contra su hermano menor Juliano.

Fracasos bancarios

Aumentó el mecenazgo auspiciando a muchos grandes artistas como sería Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. Al igual que su abuelo, financió a las instituciones educativas y a las bibliotecas para que desarrollaran investigación. En contraparte, Lorenzo desatendió mucho los negocios del banco de la familia. De hecho, perdió las filiales de Londres, Brujas y Lyon. 

La decadencia de la sucursal de los Médici en Lyon comenzó con su casi quiebra debido a la corrupción de su director, siendo salvada por Francesco Sassetti. Las dificultades se agravaron con problemas en las sucursales de Londres y Brujas, exacerbadas por la oposición de comerciantes y representantes políticos interesados en el comercio con Londres. La sucursal, disuelta como sociedad en 1465 y reincorporada en 1467, enfrentó serios problemas financieros. Angelo Tani fue enviado para recuperar deudas, pero su esfuerzo se vio obstaculizado por la falta de apoyo interno y la inestabilidad política, especialmente la Guerra de las Rosas. Aunque se realizaron algunos pagos, la sucursal terminó su liquidación en 1478 con una pérdida total de 51,533 florines de oro.

Tras la quiebra de la sucursal de Londres, la sucursal de Brujas, bajo el control de Tommaso Portinari, asumió la responsabilidad de la deuda londinense. Portinari, quien había dirigido la sucursal durante décadas, realizó préstamos masivos a la corte de Borgoña y sufrió pérdidas significativas debido a naufragios y piratería. Su gestión también estuvo marcada por irregularidades y posibles fraudes, incluyendo la negativa a devolver depósitos y acusaciones infundadas contra Angelo Tani. La sucursal de Brujas fue liquidada en 1478 con una pérdida total aproximada de 70,000 florines de oro, una cifra que podría ser aún mayor. Lorenzo el Magnífico, disgustado con la gestión, envió a un agente para cerrar la empresa y revisar los libros. Portinari, enfrentando el cierre inevitable, regresó a Florencia en dificultades económicas y murió en 1501 en el hospital de Santa María Nueva, fundado por su antepasado. Su hijo rechazó la herencia debido a las deudas acumuladas.

Matrimonio con Clarice Orsini

En marzo de 1467, Lucrezia Tornabuoni, madre de Lorenzo de' Medici, viajó a Roma con el propósito de encontrar una esposa para su hijo. Conoció a Clarice Orsini y, tras una evaluación positiva, decidió que era una buena candidata. La búsqueda de la novia se centró en vincular a Lorenzo con una familia noble romana, en línea con la práctica de combinar nuevas riquezas con antiguos títulos nobiliarios. Las negociaciones para el matrimonio se iniciaron en 1468 y se realizaron en secreto, con el matrimonio por poderes celebrado en diciembre del mismo año. Clarice y su familia esperaron a Lorenzo en Roma, pero él no pudo ir debido a compromisos en Florencia y la salud de su padre. Finalmente, aunque Clarice se alegró de la victoria de Lorenzo en un torneo, él no viajó a Roma ni siquiera después del evento.

Clarice Orsini partió hacia Florencia el 15 de mayo de 1469, escoltada por familiares de Lorenzo de' Medici. Su viaje, que atravesó la Toscana, fue recibido con celebraciones en cada ciudad. Llegó a Florencia el 2 de junio y se alojó en el palacio de los Alessandri. El 4 de junio, fue recibida con una procesión y un banquete en el Palacio Medici, y el 5 de junio en la residencia de Carlo de' Medici. Finalmente, el 7 de junio, se instaló en el palacio de su marido después de una misa en la Basílica de San Lorenzo.

El problema con Savonarola

Los últimos años de Lorenzo de' Medici estuvieron marcados por la creciente influencia moral del fraile dominico Girolamo Savonarola. Savonarola, llamado inicialmente por Lorenzo en 1482 por su reputación como orador, fue expulsado de Florencia debido a fracasos iniciales y retornó en 1490 por insistencia de Lorenzo. El regreso de Savonarola, que se convirtió en prior del convento de San Marcos en 1491, intensificó la agitación en la ciudad. Savonarola acusó a Lorenzo de corromper las costumbres con su paganismo clásico y de suprimir las libertades republicanas. A pesar de las críticas, Lorenzo permaneció sereno y, aunque su relación con Savonarola fue tensa, compartía con él la necesidad de reforma en la Iglesia.

En 1498, sin el apoyo francés, Girolamo Savonarola fue arrestado y juzgado por herejía por el partido de los Medici. Su captura en el convento de San Marco fue violenta, con enfrentamientos durante el asalto nocturno. Tras ser torturado, Savonarola fue condenado a muerte junto con dos de sus hermanos. El 23 de mayo de 1498, fue ahorcado y quemado en la Piazza della Signoria, en una ejecución pública. Las cenizas de los condenados fueron arrojadas al Arno para evitar veneración. Posteriormente, se colocó una placa conmemorativa en el lugar de su ejecución, que ahora está marcado por una lápida de granito rojo.

Muerte

A partir de mediados de la década de 1480, la salud de Lorenzo de' Medici se deterioró debido a una forma hereditaria de artrosis o artritis reumatoide. A pesar de buscar alivio en balnearios toscanos, su condición empeoró. Viudo desde 1488, Lorenzo sufrió una crisis definitiva en la primavera de 1492, falleciendo a los 43 años el 8 de abril debido a una gangrena provocada por una úlcera. Su muerte dejó a Florencia consternada. Fue enterrado el 9 de abril en la Sacristía Vieja de San Lorenzo, y décadas después sus restos fueron trasladados a la Sacristía Nueva, donde Miguel Ángel preparó un sarcófago para él y su hermano Giuliano.

Un Médici en el papado

Aunque entre los Médici existieron cuatro papas: Leon X, Clemente VII, Pío IV  y Leo XI, nosotros solo nos referiremos a Clemente VII por ser este el más conocido.

Luego de Lorenzo encontramos una lista de gobernantes provisorios que no se destacaron altamente por su gestión. 

  1. Pedro II de Médici
  2. Lorenzo II de Médici

El hijo de Lorenzo II de Médici sería Julio de Medici. En el año 1519, cuando muere Lorenzo II de Medici, Julio se convierte en  gobernador civil y también en arzobispo de Florencia y en el año 1523 se transforma en cardenal. Fue uno de los personajes más influyentes en la curia y su camino a ser papa no sería difícil. Esta influencia llegaría a Adriano IV quien dejaría su poder como sucesor a Julio de Médici, quien tomaría como nombre Clemente VII en el año 1523, el mismo año que se hizo cardenal. 

Sin embargo, Clemente VII no tuvo una gestión eficiente ni en lo religioso ni en lo político. En su papado surgieron problemas con el rey de Inglaterra Enrique VIII quien quería anular su matrimonio para casarse con otra mujer. Como Clemente VII nunca accedió a aquella petición, Italia rompió sus relaciones con Inglaterra y el rey Enrique VIII fundaría otra religión en respuesta. 

Con el hecho del saqueo de Roma en 1527 y el levantamiento de Florencia, Clemente VII huyó de Italia, lo que provocó un levantamiento en Florencia además del exilio de los Médici en ese mismo año. La República de Florencia se volvería a favor de Francia, pero no pudo resistir mucho tiempo pues en 1529 tuvo que firmar la Paz de Camrai con el emperador Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico.

Luego de estar exiliado, el papa Clemente firma el Tratado de Barcelona (1529) para posteriormente coronar a Carlos V como emperador, y reconoce la hegemonía española en Italia. Esto también venía con la condición de restaurar el poder de los Médici nuevamente en Florencia. Al año siguiente, la República de Florencia fue asediada y los Médici volvieron al poder, sin embargo, Florencia ya no tiene más la connotación de república, sino que de Gran Ducado de la Toscana.

Duques de la Toscana

Luego de la muerte de Clemente VII, quien seguiría a cargo de la familia sería Alejandro de Medici, hijo ilegítimo de Lorenzo el Magnífico. El papa le daría Florencia cuando solo tenía 19 años, por lo tanto, Alejandro de Médici alcanzó a ser primer Duque de la República de Florencia. Su reinado fue relativamente corto y de acuerdo con los antecedentes, se dijo que su gobierno fue cruel y despótico (algo que no es confirmado por los historiadores). 

Su muerte pasó inadvertida para no causar estragos y los que estaban a favor de los Médici hicieron que el próximo heredero fuera Cosme I de Medici, quien era muy distinto a Alejandro de Medici. Cosme pasaría de ser Duque de Florencia a Duque de la Toscana. 

Cosme I y Ferndinando de Médici

Cosimo de Médici

Este heredero de los Médici tuvo muchísimo más éxito que sus predecesores. Aumentó de manera considerable el mecenazo de las artes y la arquitectura. Expandió Florencia y construyó nuevas fortificaciones, murallas, cárceles, entre otros. 

Un conocido capítulo de su gobierno fue muy destacable: la captura de Siena. Esta fue una ciudad que se rebeló contra el emperador y llamó a los franceses para independizarse. Cosme pidió autorización al rey Carlos V para atacar Siena y apoderarse nuevamente de esta. 

Ferdinando asumió con entusiasmo el gobierno de Toscana. Él ordenó el drenaje de las marismas toscanas, construyó una red de carreteras en el sur de la Toscana y cultivó el comercio en Livorno.  

Para aumentar la industria de la seda toscana, supervisó la plantación de moreras a lo largo de las carreteras principales (los gusanos de seda se alimentan de hojas de morera). En asuntos exteriores, alejó a Toscana de la hegemonía de los Habsburgo al casarse con el primer candidato al matrimonio de Alessandro y Cristina de Lorena, nieta de Catalina de Médici. La reacción española fue construir una ciudadela en su parte de la isla de Elba. Para fortalecer la nueva alianza franco-toscana, casó a su sobrina, Marie, con Enrique IV de Francia. Enrique declaró explícitamente que defendería la Toscana de la agresión española, pero luego renegó, después de lo cual Ferdinando se vio obligado a casar a su heredero, Cosimo, con María Maddalena de Austria para apaciguar a España (donde la hermana de María Maddalena, Margarita, era la reina consorte titular). Ferdinando también patrocinó una expedición toscana al Nuevo Mundo con la intención de establecer una colonia toscana, una empresa que no trajo ningún resultado para adquisiciones coloniales permanentes.

A pesar de todos estos incentivos para el crecimiento económico y la prosperidad, la población de Florencia en los albores del siglo XVII era de apenas 75.000 habitantes, mucho más pequeña que las otras capitales de Italia: Roma, Milán, Venecia, Palermo y Nápoles. Se cree que Francesco y Ferdinando, debido a la laxa distinción entre los Medici y la propiedad estatal toscana, fueron más ricos que su antepasado, Cosimo de Medici, el fundador de la dinastía. Solo el Gran Duque tenía la prerrogativa de explotar los recursos minerales y salinos del estado, y las fortunas de los Medici estaban directamente ligadas a la economía toscana. 

Siglo XVII

Ferdinando, aunque ya no era cardenal, ejerció mucha influencia en los sucesivos cónclaves. En 1605, Ferdinando logró que su candidato, Alessandro de Medici, fuera elegido Papa León XI. Murió el mismo mes, pero su sucesor, el Papa Pablo V, también estaba a favor de los Medici. La política exterior pro-papal de Fernando, sin embargo, tuvo inconvenientes. Toscana estaba invadida por órdenes religiosas, no todas las cuales estaban obligadas a pagar impuestos. Ferdinando murió en 1609, dejando un reino próspero; su inacción en los asuntos internacionales, sin embargo, tendría consecuencias de largo alcance en el futuro.

En Francia, Marie de Medici actuaba como regente de su hijo, Luis XIII. Luis repudió su política a favor de los Habsburgo en 1617. Vivió el resto de su vida privada de cualquier influencia política.

El sucesor de Ferdinando, Cosimo II, reinó menos de 12 años. Se casó con María Maddalena de Austria, con quien tuvo sus ocho hijos, entre ellos Margherita de Medici, Ferdinando II de Medici y Anna de Medici. Es más recordado como el mecenas del astrónomo Galileo Galilei, cuyo tratado de 1610, Sidereus Nuncius, le fue dedicado, de hecho, Galileo también sería tutor en matemáticas del mecenas. Cosimo murió de tuberculosis (tuberculosis) en 1621. 

El hijo mayor de Cosimo, Ferdinando, aún no tenía la madurez legal para sucederlo, por lo que María Maddalena y su abuela, Cristina de Lorena, actuaron como regentes. Su regencia colectiva se conoce como Turtici. El temperamento de María Maddelana era análogo al de Cristina, y juntos alinearon a Toscana con el papado, duplicaron el clero toscano y permitieron que ocurriera el juicio por herejía de Galileo Galilei. A la muerte del último duque de Urbino (Francesco Maria II), en lugar de reclamar el ducado para Fernando, que estaba casado con la nieta y heredera del duque de Urbino, Vittoria della Rovere, permitieron que el papa Urbano VIII lo anexara. En 1626, prohibieron que cualquier súbdito toscano fuera educado fuera del Gran Ducado, una ley posteriormente revocada, pero resucitada por el nieto de María Maddalena, Cosme III. Harold Acton, un historiador anglo-italiano, atribuyó el declive de Toscana a la regencia de Turtici. 

El Gran Duque Ferdinado estaba obsesionado con la nueva tecnología y tenía una variedad de higrómetros, barómetros, termómetros y telescopios instalados en el Palazzo Pitti. En 1657, Leopoldo de Medici, el hermano menor del Gran Duque, estableció la Academia del Cimento, organizada para atraer científicos a Florencia de toda la Toscana para su estudio mutuo.

Toscana participó en las Guerras de Castro (la última vez que la Toscana mediterránea estuvo involucrada en un conflicto) e infligió una derrota a las fuerzas del Papa Urbano VIII en 1643. El esfuerzo bélico fue costoso y el tesoro estaba tan vacío debido a ello que cuando se pagó a los mercenarios de Castro, el estado ya no podía permitirse pagar intereses sobre los bonos del gobierno, con el resultado de que la tasa de interés se redujo en un 0,75%.  En ese momento, la economía era tan decrépita que el comercio de trueque se hizo frecuente en los mercados rurales. 

Ferdinando murió el 23 de mayo de 1670 aquejado de apoplejía e hidropesía. Fue enterrado en la Basílica de San Lorenzo, necrópolis de los Medici. En el momento de su muerte, la población del gran ducado era de 730,594; las calles estaban llenas de césped y los edificios al borde del colapso en Pisa. 

El matrimonio de Ferdinando con Vittoria della Rovere produjo dos hijos: Cosimo III de Medici, Gran Duque de Toscana, y Francesco Maria de Medici, Duque de Rovere y Montefeltro. Tras la muerte de Vittoria en 1694, sus posesiones alodiales, los ducados de Rovere y Montefeltro, pasaron a su hijo menor.

La Caída de los Médici

Cosimo III se casó con Marguerite Louise d'Orléans, nieta de Enrique IV de Francia y María de Médicis. Una pareja sumamente descontenta, esta unión produjo tres hijos, Anna Maria Luisa de Medici, Electress Palatine, y el último Gran Duque Mediceano de Toscana, Gian Gastone de Medici.

Johann Wilhelm, elector palatino, esposa de Anna Maria Luisa, obtuvo con éxito la dignidad de Alteza Real para el Gran Duque y su familia en 1691, a pesar de que no tenían derecho a ningún reino. Cosimo pagaba con frecuencia al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, su señor feudal nominal, cuotas exorbitantes, y envió municiones al emperador durante la batalla de Viena.

Los Medici carecían de herederos varones y, en 1705, la tesorería del Gran Ducado estaba prácticamente en quiebra. En comparación con el siglo XVII, la población de Florencia se redujo en un 50% y la población del gran ducado en su conjunto se redujo en un 40% estimado. Cosimo trató desesperadamente de llegar a un acuerdo con las potencias europeas, pero el estatus legal de Toscana era muy complicado: el área del gran ducado que anteriormente comprendía la República de Siena era técnicamente un feudo español, mientras que se pensaba que el territorio de la antigua República de Florencia era estar bajo soberanía imperial. Tras la muerte de su primer hijo, Cosimo contempló la restauración de la república florentina tras la muerte de Anna Maria Luisa. La restauración de la república implicaría la renuncia de Siena al Sacro Imperio Romano Germánico, pero, a pesar de todo, fue respaldado con vehemencia por su gobierno. Europa ignoró en gran medida el plan de Cosimo. Sólo Gran Bretaña y la República Holandesa le dieron crédito, y el plan finalmente murió con Cosimo III en 1723.

En 1718, Gran Bretaña, Francia y la República Holandesa (también más tarde, Austria) seleccionaron a Don Carlos de España, el hijo mayor de Isabel Farnesio y Felipe V de España, como heredero toscano. En 1722, la electora ni siquiera fue reconocida como heredera, y Cosimo se redujo a espectador en las conferencias para el futuro de la Toscana. El 25 de octubre de 1723, seis días antes de su muerte, el gran duque Cosimo difundió una proclama final ordenando que Toscana permaneciera independiente: Anna Maria Luisa triunfaría sin inhibiciones en Toscana después de Gian Gastone, y el gran duque se reservó el derecho de elegir a su sucesor. Sin embargo, estas porciones de su proclamación fueron completamente ignoradas y murió unos días después.

Gian Gastone despreciaba a la electora por diseñar su catastrófico matrimonio con Anna Maria Franziska de Sajonia-Lauenburg; mientras ella aborrecía las políticas liberales de su hermano, él derogó todos los estatutos antisemitas de su padre. Gian Gastone se deleitó en disgustarla. El 25 de octubre de 1731, un destacamento español ocupó Florencia en representación de Don Carlos, que desembarcó en Toscana en diciembre del mismo año. Los ruspanti, el decrépito séquito de Gian Gastone, detestaban a la electora y ella a ellos. La duquesa Violante de Baviera, cuñada de Gian Gastone, intentó retirar al gran duque de la esfera de influencia de los Ruspanti organizando banquetes. Su conducta en los banquetes fue menos que regia; a menudo vomitaba repetidamente en su servilleta, eructaba y obsequiaba a los presentes con bromas socialmente inapropiadas. Después de un esguince de tobillo en 1731, permaneció confinado en su cama por el resto de su vida. Violante limpiaba ocasionalmente la cama, que a menudo olía a heces.

En 1736, después de la Guerra de Sucesión Polaca, Don Carlos fue expulsado de la Toscana y Francisco III de Lorena fue nombrado heredero en su lugar. En enero de 1737, las tropas españolas se retiraron de la Toscana y fueron reemplazadas por austriacos.

Gian Gastone murió el 9 de julio de 1737, rodeado de prelados y su hermana. El príncipe de Craon le ofreció a Anna Maria Luisa una regencia nominal hasta que el nuevo gran duque pudiera peregrinar a Toscana, pero la rechazó. Tras la muerte de su hermano, recibió todas las posesiones alodiales de la Casa de Medici.

Anna Maria Luisa firmó el Patto di Famiglia ("pacto familiar") el 31 de octubre de 1737. En colaboración con el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y el Gran Duque Francisco de Lorena, legó todos los bienes personales de los Medici al Estado toscano, siempre que nada fuera sacado de Florencia.

Los "Lorrainers", como se llamaba a las fuerzas de ocupación, eran odiados popularmente, pero el regente, el príncipe de Craon, permitió que la electora viviera imperturbable en el Palazzo Pitti. Se ocupó de financiar y supervisar la construcción de la Basílica de San Lorenzo, iniciada en 1604 por Ferdinando I, a un costo para el Estado de 1.000 coronas semanales.

La electora donó gran parte de su fortuna a la caridad: 4.000 libras esterlinas al mes. El 19 de febrero de 1743 murió y la gran línea ducal de la Casa de los Medici murió con ella. Los florentinos la enterraron en la cripta que ayudó a completar San Lorenzo.

La extinción de la principal dinastía Medici y la adhesión en 1737 de Francis Stephen, duque de Lorena y esposo de María Teresa de Austria, llevaron a la inclusión temporal de Toscana en los territorios de la corona austriaca. La línea de los Príncipes de Ottajano, una rama existente de la Casa de los Medici que podía heredar el gran ducado de Toscana cuando el último varón de la rama mayor murió en 1737, podría haber continuado como soberanos de Medici si no hubiera sido por la intervención de Las principales potencias de Europa, que asignaron la soberanía de Florencia a otros lugares.

Como consecuencia, el gran ducado expiró y el territorio se convirtió en una segunda generación de la dinastía Habsburgo-Lorena. El primer gran duque de la nueva dinastía, Francisco I, era tatara-tatara-tataranieto de Francisco I de Medici, por lo que continuó la dinastía de los Médicis en el trono de Toscana a través de la línea femenina. Los Habsburgo fueron depuestos a favor de la Casa de Borbón-Parma en 1801 (ellos mismos depuestos en 1807), pero luego fueron restaurados en el Congreso de Viena. Toscana se convirtió en una provincia del Reino Unido de Italia en 1861. Sin embargo, varias ramas existentes de la Casa de los Medici continúan existiendo actualmente, incluidos los Príncipes de Ottajano, los Medici Tornaquinci y los Condes Medici de Verona de Caprara y Gavardo.

Conclusión

Sin duda que la familia Médici tuvo muchos éxitos y su legado fue muy duradero. La influencia que todos los miembros de la familia fue clave para alcanzar a tener tal poder de control sobre las provincias de Italia. Pero al igual como ellos derrotaron a la familia de Albizzi, los Médici fueron desplazados por los Hasburgos. En consecuencia, el desarrollo de las familias no es un asunto de divinidades o méritos, sino que más bien es un asunto de poder. 

viernes, 30 de octubre de 2020

La usura en las distintas religiones


La usura

La usura es la práctica de hacer préstamos que contienen intereses excesivos, con el objeto de que el prestamista se enriquezca. El término también tiene su origen legal, pues es definido como un cobro excesivo por parte del prestador, exceso que está más allá de la ley. Hoy vamos a ver su historia en las distintas religiones, pues algunas la condenan y otras no.


Usura en las religiones

En los primeros tiempos de la civilización, la usura fue condenada tanto por religiosos como por filósofos. De hecho, el mismo Moisés la condenaba totalmente. Se percibía como una práctica injusta, ilegal e inmoral. 

Imperio Romano

La banca romana no era muy distinta a la de ahora. Las tasas de interés más bajas de los préstamos  iban desde el 4% al 6%, pero también habían unas tasas más altas que alcanzaban el 15% y el 40%. Se cotizaba mensualmente y las tasas más comunes eran las de múltiplos de 12.

Por supuesto, el préstamo era una actividad privada que se les otorgaba a las personas altamente morosas. Por cierto, estos préstamos tampoco eran regulados por ley y solo se daba en una pequeña escala. 

Judaísmo

En el judaísmo la usura estaba prohibida entre ellos, por lo tanto, si se realizaba un préstamo este debía ser considerado como caridad y no préstamo. Sin embargo, sí estaba permitido cargar intereses a los préstamos cuando se trataba de no-judíos. 

En la Edad Media, los judíos fueron ostrizados de la sociedad tanto por la Iglesia como por los gremios. Fueron empujados hacia ocupaciones consideradas inferiores socialmente, tales como el impuesto, la renta, el préstamo, entre otros. 

Con el tiempo, los judíos moderaron sus tasas de interés, y fue tanto así que el Rabbi Isaac Abrabanel especificó que la rubrica de intereses no se aplicaba a cristianos ni musulmanes, ya que sus bases religiosas son compartidas por el judaísmo. 

Cristianismo

Los cristianos, tomando el Antiguo Testamento, establecían que la práctica de cargar intereses a un préstamos era condenable. El dar dinero a otro debe ser un acto de caridad, no de interés propio. Hacer lucro de los préstamos significa explotar a las personas a quienes se le otorga dicho préstamo.

Fue tanta la condena que los mismos cristianos establecieron que quien hiciera usura no podría bautizarse, aún menos tener un entierro cristiano. 

Desde un lado más teológico, ya en el siglo XI el usurero se iba al infierno sin ninguna duda. En este siglo se comenzaba a reanudar la vida urbana y el comercio tomaba forma, sin embargo, la influencia de los burgueses era insignificante. 

Luego, en el siglo XII la actividad comercial comienza a tener mucha mayor fuerza, y los burgos alrededor de los castillos han comenzado a aumentar. De este modo, la iglesia comienza a ver un beneficio a través de los burgos y comienza a suavizar su condena al burgués. En ese mismo siglo se inventa el concepto de ''purgatorio'', que es justamente el lugar donde iría el usurero (ya no directamente al infierno), y de ahí tiene dos caminos: el cielo o el infierno. El usurero era considerado un ''ladrón del tiempo''. 

En el siglo XIII, la actividad de los burgos se iba incrementando más y más. La iglesia consideraba que si bien los usureros irían al purgatorio, ahora el purgatorio tenía una sola salida: el cielo. Es decir, se pasa por el purgatorio, se sufre, y luego se va al cielo. 

Finalmente, en el siglo XIV la iglesia entra en una lógica mercantil. Comienza el período de Venta de Indulgencias; los usureros podían comprar el perdón de la iglesia para no irse al infierno. Era el perdón asegurado en vida. 

Islam

Cualquier tipo de interés es prohibido en el islam, de hecho, los musulmanes dicen que el comercio no es distinto del interés. De este modo, los musulmanes han tratado de atraer inversores a los países, pero siempre y cuando obedezcan las reglas del Corán. Los conceptos de prestar y pedir prestado son para el islam actos de caridad, no de codicia. Son transacciones sociales destinadas a ayudar a otros. 


Conclusión

Como vemos, hay unas miradas distintas dependiendo de cada religión. Por un lado, los judíos no la condenaban si se las cargaba a personas que no fueran de la comunidad, los cristianos la permitieron paulatinamente, y como podemos ver, los musulmanes siempre la rechazaron. Sin embargo, aquí solo comprendemos una parte de la historia de la usura ¿cómo será el concepto de usura para estas religiones ahora en nuestros tiempos?

jueves, 29 de octubre de 2020

El concepto de mal por los romanos


El concepto de mal para los romanos

El mal es conocido por todos en cuanto a que es algo de lo que deseamos abstenernos. Desde el mundo cristiano se dice que el mal es la privación del bien, es decir, el mal es falta de bien. Otros dicen que el mal no es nada y el bien es algo. 

Hoy veremos el concepto de mal para los romanos, puesto que este todos ellos tienen una opinión bastante acorde.

Neoplatonicos

Marco Aurelio

El filósofo y emperador romano Marco Aurelio comprendía perfectamente el concepto de mal por parte de los estoicos. En efecto, los estoicos básicamente se inclinaban a que el mal era ausencia de bien, es decir, el mal representa al no-ser, mientras que el bien representa el ser. 

Esto quiere decir a su vez que todo lo que existe es bueno, y todo lo que no existe es malo

Plotino

Plotino también hace patente las opiniones de Marco Aurelio. Sin  embargo, Plotino reconoce en el mal una existencia, pero una existencia que es dependiente del bien. En este caso, para Plotino el mal sería la materia misma; en consecuencia, para Plotino la materia es el no-ser

¿Cómo puede entenderse que la materia existiendo sea el no-ser? la materia no tiene una deficiencia parcial en cuanto al bien, que es perfecto, sino que tiene una deficiencia absoluta. En efecto, todo lo de este mundo es imperfecto, absolutamente nada es perfecto. Si esto es así, entonces la imperfección es absoluta en la materia. De hecho, la materia ni siquiera tiene al ser que lo creó. 

Cristianos

San Agustín de Hipona

Tanto en Clemente de Alejandría y Orígenes, el mal es tomado de la misma forma que lo tomó Plotino. Para San Agustín, el mal también sería una privación, pero además de eso, añade el santo, no es ninguna sustancia porque si fuera sustancia entonces sería bien. En este sentido, Agustín de Hipona disiente totalmente de Plotino quién ponía el mal en la materia. 

Si pudieramos poner el bien y el mal en una categoría, podríamos hacerlo de la siguiente forma:


Bien:

  1. Verdadero
  2. Ser
  3. Orden


Mal:
  1. Falso
  2. No-ser
  3. Desorden


De esta forma, el mal es absoluta ausencia mientras que el bien siempre va a ser algo. 


Conclusión

En contraposición a muchas teorías filosóficas donde al mal se le da una existencia, los romanos coinciden en que el mal es ausencia. En efecto, si bien todos tienen su propia opinión, la verdad es que el mal pertenece inevitablemente al no-ser. No obstante, aunque desde la mirada cristiana tiene cierto sentido, es difícil pensar en que el mal no existe, habiendo tanto ilícito y perjurio.