Después de revisar y analizar los libros precedentes (que por lo demás se ocupaban de los temas más tangibles y materiales) ahora pasamos a un tema mucho más, si se me permite decirlo, ''místico''. Ya dejamos por el momento las cosas que se refieren a la materia, a los estados de aquella y a la sensibilidad. Concentrémonos ahora a lo que entendemos por ''Alma''. Este no es un tratado como el Fedón o el Fedro de Platón, al contrario, lo que veremos en este tratado es el intento de responder a la pregunta eterna, ¿existe el alma? ¿cuáles son sus propiedades si existe? Pareciera ser que para Aristóteles, el alma evidentemente existe, lo que se cuestiona son sus propiedades y su naturaleza. Veamos el lado místico (aunque paradójicamente bastante terrenal) de nuestro filósofo.
Definiciones:
(1) Demon: divinidad indeterminada en la cultura griega.
(2) Entelequia: Aristóteles lo definía como ''lo que tiene fin en sí mismo''.
(3) Desiderativa: que expresa deseo.
Referencias:
(1) Lo contrario al concepto del primer motor de Aristóteles, donde lo inmóvil puede mover a lo otro sin ser movido.
(2) En el libro VIII de la Física vemos la teoría principal de Anaxágoras.
(3) Supongo que puede ser el Critias de Platón.
(4) Lease ''animal'' como planta y ''animales vivientes'' como mamífero.
(5) Quedará más claro en el libro III del presente tratado.
(6) Teoría compartida con Platón, ya que todas estas cosas estaban en el mundo inteligible.
(?) ¿Será que entonces el intelecto sí es perfecto?
(7) Para mayor entendimiento entre lo simple y lo compuesto véase Fedón.
(?) Similar a la duda que se planteó anteriormente.
Definiciones:
(1) Demon: divinidad indeterminada en la cultura griega.
(2) Entelequia: Aristóteles lo definía como ''lo que tiene fin en sí mismo''.
(3) Desiderativa: que expresa deseo.
Referencias:
(1) Lo contrario al concepto del primer motor de Aristóteles, donde lo inmóvil puede mover a lo otro sin ser movido.
(2) En el libro VIII de la Física vemos la teoría principal de Anaxágoras.
(3) Supongo que puede ser el Critias de Platón.
(4) Lease ''animal'' como planta y ''animales vivientes'' como mamífero.
(5) Quedará más claro en el libro III del presente tratado.
(6) Teoría compartida con Platón, ya que todas estas cosas estaban en el mundo inteligible.
(?) ¿Será que entonces el intelecto sí es perfecto?
(7) Para mayor entendimiento entre lo simple y lo compuesto véase Fedón.
(?) Similar a la duda que se planteó anteriormente.
Acerca del alma
LIBRO I: ANTECEDENTES DEL CONCEPTO DE ALMA
Cuestiones sobre el alma
Una de las cosas más valiosas que Aristóteles considera investigar es el alma. Tanto es así que nuestro filósofo decía que ésta era el principio de todos los animales.
Debido a la dificultad que emplea investigar el alma, Aristóteles intenta comenzar a desarrollarla del mismo modo que se han investigado los temas anteriores; a través del genero y la especie; a través de la sustancia y accidente; si es totalidad o parte; y potencia o acto.
Por otra parte, hay que investigar en qué medida el alma está relacionada con el cuerpo. Sabemos que algunas afecciones del cuerpo pareciera que pueden afectar en el alma (encolerizarse, envalentonarse, apetecer, etc). No obstante, Aristóteles considera que la acción de inteligir parece ser exclusivamente de ella.
Ahora, si el alma tiene afecciones exclusivas solo de ella, entonces puede prescindir del cuerpo. Pero si no es exclusivo de ella, entonces el alma depende del cuerpo. Resolvamos esta duda en lo sucesivo.
Pero esto representa una gran dificultad porque si fuera así, el alma no podría conocer a los compuestos de los elementos; por ejemplo, los huesos, la carne o al mismísimo hombre. A menos que en el alma hubiera huesos y carne, el razonamiento de Empédocles estaría correcto.
Por otro lado, ¿será correcto que las partes de un animal que están constituidas de tierra como el hueso, el tendón o el pelo, puedan percibir a los demás objetos de tierra? Evidentemente que no perciben, pues no tienen dicha propiedad.
Las partes del alma
¿Es posible que el alma tenga partes? si realiza una acción ¿la realiza como un todo o en partes? Recordemos que incluso Platón en el Fedro dividía el alma en tres partes partes; una racional, una irascible y otra concupiscible. Sin embargo, ¿qué es lo que mantiene unida al alma siendo que es divisible? El cuerpo no podría ser, ya que según la doctrina platónica, el alma es independiente del cuerpo, pero entonces ¿lo unirá algo más? si es así, entonces no podríamos decir que el alma es principio. Evidentemente, el caso de la división del alma encierra una dificultad.
Debido a la dificultad que emplea investigar el alma, Aristóteles intenta comenzar a desarrollarla del mismo modo que se han investigado los temas anteriores; a través del genero y la especie; a través de la sustancia y accidente; si es totalidad o parte; y potencia o acto.
Por otra parte, hay que investigar en qué medida el alma está relacionada con el cuerpo. Sabemos que algunas afecciones del cuerpo pareciera que pueden afectar en el alma (encolerizarse, envalentonarse, apetecer, etc). No obstante, Aristóteles considera que la acción de inteligir parece ser exclusivamente de ella.
Ahora, si el alma tiene afecciones exclusivas solo de ella, entonces puede prescindir del cuerpo. Pero si no es exclusivo de ella, entonces el alma depende del cuerpo. Resolvamos esta duda en lo sucesivo.
Conceptos antiguos del alma
Como en muchos tratados de física y naturaleza, vamos a proceder investigando lo dicho por otros filósofos acerca del alma.
Establezcamos que existen objetos animados e inanimados. El alma pareciera pertenecer al primer tipo de objetos y en efecto, los antiguos la han definido como cierto motor en los seres. Es obvio que pensaran estos algunos filósofos, ya que con la sola observación podemos evidenciar que todo animal se mueve por algo que debe mover(1).
Veamos algunas opiniones:
Demócrito de Abdera: El alma es de tipo caliente y tiene una forma esférica, ya que los átomos también lo son así. De hecho, los átomos de fuego tienen la misma naturaleza que los átomos del alma. Además, el alma tendría u propio movimiento al ser esférica y de forma caliente.
Anaxágoras de Clazómenas: El alma es el intelecto porque es el intelecto (nous)(2) el que inició el movimiento del universo (lo que quiere decir que el alma también tiene movimiento). De hecho, éste filósofo afirmaba que todos los animales tienen alma. Sin embargo, ¿podemos decir que todos los animales tienen alma si ésta es intelecto?
Empédocles de Agrigento: El alma está compuesta de los cuatro elementos sublunares (fuego, aire, tierra y aire). Es llamada también Demon(1) lo que le da un carácter divino, contraria totalmente al cuerpo.
Platón: Al igual que Empédocles de Agrigento, Platón en el Timeo considera el alma un compuesta de los cuatro elementos. Por otro lado, todo animal proviene de la idea de lo Uno en sí.
Tales de Mileto: Según los escritos de Platón y Aristóteles, éste filósofo decía que el alma estaba incluso en las cosas inanimadas, pues el imán, siendo una cosa inanimada, puede mover a los cuerpos.
Diógenes de Apolonia: Al igual que Anaxímenes, Diógenes pensaba que el alma esta constituida de aire, por ser principio y además por el ser el cuerpo más ligero.
Alcmeón de Crotona: El alma es inmortal pues tiene semejanza con los dioses y seres divinos (los astros en general) estos están siempre en movimiento.
Hipón de Samos: El alma proviene del agua porque el semen de los animales es húmedo.
Critias(3): El alma es sangre, puesto que la naturaleza del alma y de la sangre es sentir.
Haciendo un resumen de todas las teorías aquí postuladas, podemos ver que se rescatan tres características: movimiento, sensación e incorporeidad.
Críticas a los conceptos precedentes del alma
El movimiento
Las primeras observaciones se hacen al concepto de movimiento en el alma. Aristóteles no está en absoluto de acuerdo con que el alma pueda moverse en sí misma, ni tampoco cree que esta sea capaz de movimiento. Esto se debe a la teoría planteada en el libro VIII de la Física donde se desarrolla el concepto del primer motor, pero veamos más en detalle.
Si el alma se mueve, entonces debe tener cuatro tipos de movimiento; traslación, alteración, corrupción y crecimiento. Ahora, si tiene estos tipos de movimientos, entonces el alma también tiene un lugar natural que le corresponde. Por otro lado, el movimiento natural que esta tenga (si es que lo tiene), el alma entonces podrá ser movida y además movida violentamente; lo mismo ocurre con el reposo. Además, si el movimiento del alma es hacia arriba, entonces será fuego y si se mueve hacia abajo será tierra.
El cuerpo está sometido al movimiento de traslación y si el alma está en el cuerpo, el alma también se movería por traslación. No obstante, si el alma se moviera por sí misma, ésta podría salir y entrar del cuerpo cuando quisiera lo cual es imposible.
Crítica a la teoría platónica
En el Timeo veíamos que el alma está ligada al cuerpo y es ésta la que le imprime movimiento. Y ya que el alma está compuesto de los cuatro elementos, entonces también tendrá magnitud. Por otro lado, lo que le imprime movimiento, según Platón, es el intelecto porque, al igual que Anaxágoras, el filósofo pensaba que el intelecto es lo que originó el Universo y que además se mueve de manera circular.
Pero si el alma es una magnitud ¿cómo es que puede inteligir? y si el alma es eterna ¿cómo se moverá el intelecto? ¿de manera circular o rectilínea? Obviamente tendría que ser de manera esférica, pero ¿es realmente el intelecto algo eterno? Definitivamente no, sea este práctico o teórico, todo intelecto tiene un límite. Por último, el intelecto parece más bien estar en reposo que en movimiento, puesto que no de ser así no se detendría nunca.
Alma y armonía
Hemos visto en algunos tratados de Platón que el alma es una especie de armonía. Entendamos la armonía en este contexto como la combinación y mezcla de contrarios. Sin embargo, esto no es posible.
Primeramente, la armonía no es un movimiento, lo cual entraría en contradicción con lo expuesto por él mismo Platón de que la armonía se mueven en sí misma. De hecho, para Aristóteles, sería más apropiado designar la armonía a los cuerpos más que al alma, puesto que estos sí tienen contrarios (el amor y el odio, la virtud y el vicio, etc).
La combinación de afecciones que se presentan en los hombres (enojo, alegría, aprende, etc.), en general también se llaman movimientos. Se dice que estas afecciones se producen en el alma, pero en el caso de la irritación ¿quién se enoja? ¿el alma o el hombre? Si es el alma quien puede irritarse, entonces, aquella también puede construir o tejer, lo cual es absurdo. Por esto podemos comprobar que el alma es más bien la receptora de todas estas afecciones, y en cuanto a las sensaciones, podemos decir que se originan en ella, pero el movimiento no. Es decir, el punto final y de partida de las afecciones es el alma, pero no su movimiento.
El alma es un número
Este también pareciera ser un absurdo según Aristóteles. ¿Será posible que una unidad pueda moverse si es indivisible? si el alma es un número, entonces quienes dicen que el alma tienen movimiento caerían en una contradicción, pues lo indivisible no se mueve.
El alma y los elementos
Según los antiguos pensadores era necesario que el alma estuviera compuesta de elementos, pues esta era la única forma por la que podían conocer los elementos. Como decía Empédocles, ''todo se conoce por lo semejante; el fuego por el fuego, el agua por el agua, etc''.
Pero esto representa una gran dificultad porque si fuera así, el alma no podría conocer a los compuestos de los elementos; por ejemplo, los huesos, la carne o al mismísimo hombre. A menos que en el alma hubiera huesos y carne, el razonamiento de Empédocles estaría correcto.
Por otro lado, ¿será correcto que las partes de un animal que están constituidas de tierra como el hueso, el tendón o el pelo, puedan percibir a los demás objetos de tierra? Evidentemente que no perciben, pues no tienen dicha propiedad.
Las partes del alma
¿Es posible que el alma tenga partes? si realiza una acción ¿la realiza como un todo o en partes? Recordemos que incluso Platón en el Fedro dividía el alma en tres partes partes; una racional, una irascible y otra concupiscible. Sin embargo, ¿qué es lo que mantiene unida al alma siendo que es divisible? El cuerpo no podría ser, ya que según la doctrina platónica, el alma es independiente del cuerpo, pero entonces ¿lo unirá algo más? si es así, entonces no podríamos decir que el alma es principio. Evidentemente, el caso de la división del alma encierra una dificultad.
LIBRO II: SOBRE LOS SENTIDOS EN GENERAL
Definición del alma por Aristóteles
Todo cuerpo está formado por una entidad y la única forma en que puede ser entendida, es por medio de la materia.
En la naturaleza, existen cuerpos que tienen vida y otros no; los que tienen vida se caracterizan por auto-alimentación, crecimiento y envejecimiento. Por lo tanto, todo cuerpo que tenga vida, tiene entidad. Además, en un sentido lógico, el cuerpo no es algo que se predique de un sujeto (es decir, no es accidente), sino más bien es sujeto y materia.
Si un cuerpo tiene vida y la vida es entidad, entonces el cuerpo es algo distinto de la vida; por lo tanto, el alma es una entidad que se ubica en el cuerpo. Por último, la entidad para Aristóteles es una entelequia(2) en el sentido de la ciencia, ya que ésta es primera que la materia. Así, el alma sería la identidad definitoria de la materia.
¿Podríamos decir que un hacha tiene alma? Puede confundirnos el decir ''ser hacha'', pues es así como definimos la identidad de las cosas. Sin embargo, el alma tiene que ver con cuerpos que tienen otras propiedades; estos cuerpos son los que tienen principio de movimiento y reposo.
Ahora, el alma no está separada del cuerpo, de hecho, el animal es un compuesto de alma y cuerpo, no puede vivir sin eso. Si lo aplicamos en términos aristotélicos, deberíamos decir que el cuerpo es la materia y el alma la forma; recordemos también que la materia no puede existir sin la forma.
El alma: sensación e intelecto
Para comenzar la investigación, digamos que lo animado se distingue de lo inanimado por ser viviente y el otro no. También se diferencian por alimentarse, envejecer y desarrollarse.
En efecto, hay animales que no tienen ni movimiento ni lugar; por ejemplo, todo tipo de plantas. En efecto, estos animales carecen de algunos principios del ''vivir'', por eso, llamamos a estos solamente ''animales'' y no ''animales vivientes''. La diferencia entre un animal y un ser viviente, es que el animal solo puede tener sensación.
Facultades del alma
En efecto, hay animales que no tienen ni movimiento ni lugar; por ejemplo, todo tipo de plantas. En efecto, estos animales carecen de algunos principios del ''vivir'', por eso, llamamos a estos solamente ''animales'' y no ''animales vivientes''. La diferencia entre un animal y un ser viviente, es que el animal solo puede tener sensación.
Facultades del alma
El tacto es la sanción más primitiva del ser humano. La habilidad de los animales(4) que se puede dar sin el tacto es la capacidad de alimentarse, pues estas se alimentan del sol y del agua.
En general, el alma tiene la facultad nutritiva, sensitiva, discursiva y móvil.
No obstante, existen algunas dificultades cuando se presentan estos enunciados. Hay algunas plantas que, aunque se las corten en trozos, pareciera ser que siguen viviendo; el mismo caso pareciera estar en los insectos. Cuando estos animales son cortados, la parte cortada sigue viviendo, lo que quiere decir, que dicha parte se mueve y siente, y si es así, entonces podremos encontrar en dicha parte la apetencia; por lo tanto, aquí también deberá existir un alma.
Pero, lo que no parece estar dentro de la parte cortada de dicho cuerpo es el intelecto. Esto da a concluir que posiblemente existan dos características del alma; ser sensible e intelectiva.
En general, el alma tiene la facultad nutritiva, sensitiva, discursiva y móvil.
No obstante, existen algunas dificultades cuando se presentan estos enunciados. Hay algunas plantas que, aunque se las corten en trozos, pareciera ser que siguen viviendo; el mismo caso pareciera estar en los insectos. Cuando estos animales son cortados, la parte cortada sigue viviendo, lo que quiere decir, que dicha parte se mueve y siente, y si es así, entonces podremos encontrar en dicha parte la apetencia; por lo tanto, aquí también deberá existir un alma.
Pero, lo que no parece estar dentro de la parte cortada de dicho cuerpo es el intelecto. Esto da a concluir que posiblemente existan dos características del alma; ser sensible e intelectiva.
El alma: nutrición y sensación
Decíamos ya que las plantas se da solamente la facultad nutritiva y en otros animales se da ésta, y además la sensitiva. Si pensamos que la nutrición es una especie de deseo frente al alimento, entonces también diremos que en estos animales se da la facultad desiderativa(3). De hecho, el apetito, el impulso y la voluntad son tres clases de deseo. En este sentido, también podría decirse que la facultad nutritiva tiene que ver con la sensación, lo que significaría que las plantas también puede sentir...(5).
Los animales que tienen la facultad sensitiva, también tienen la facultad desiderativa. Finalmente, existen otros animales que tienen, además de estas facultades, la facultad motora, discursiva e intelectual; dicho animal es el hombre.
Nutrición y movimiento
La nutrición representa una de las necesidades más básicas del alma. No solo permite que los animales se alimenten de las cosas, sino que también permite la generación de otros animales. La generación hace que los animales sean perpetuos (ya que generan más especies) y el alimento es fundamental en este proceso.
Alma como causa del cuerpo
El alma también es principio y causa del cuerpo; es decir, es la entidad y el movimiento del cuerpo.
La materia (que es potencia) no puede estar entendida sin su entidad (que es en potencia). En este sentido el cuerpo sería materia y potencia, mientras que el alma sería forma (o entelequia) y acto.
También el alma es causa en cuanto a fin, ya que la naturaleza siempre obra con un fin. Cada fin se obtiene a través de a nutrición y el movimiento. En otras palabras, el alma está en todo lo que tenga nutrición y movimiento.
Alimento del alma
Veíamos anteriormente en la teoría de Empédocles, que lo semejante se une con lo semejante; en el caso de la alimentación, podríamos decir que lo semejante se alimenta de lo semejante. Sin embargo, sucede que algunas veces el fuego es alimentado con el agua (si esta es inflamable), pero no al revés.
Por otro lado, el alimento padece una cierta afección cuando se introduce en un cuerpo, es digerido. Entonces ¿cuando el alimento es alimento? ¿cuando no es digerido o más bien digerido? La respuesta es simple, cuando el alimento está sin digerir ''lo contrario se alimenta de lo contrario'' (cuerpo y alimento) y cuando es digerido ''lo semejante se alimenta de lo semejante''.
Alma como causa del cuerpo
El alma también es principio y causa del cuerpo; es decir, es la entidad y el movimiento del cuerpo.
La materia (que es potencia) no puede estar entendida sin su entidad (que es en potencia). En este sentido el cuerpo sería materia y potencia, mientras que el alma sería forma (o entelequia) y acto.
También el alma es causa en cuanto a fin, ya que la naturaleza siempre obra con un fin. Cada fin se obtiene a través de a nutrición y el movimiento. En otras palabras, el alma está en todo lo que tenga nutrición y movimiento.
Alimento del alma
Veíamos anteriormente en la teoría de Empédocles, que lo semejante se une con lo semejante; en el caso de la alimentación, podríamos decir que lo semejante se alimenta de lo semejante. Sin embargo, sucede que algunas veces el fuego es alimentado con el agua (si esta es inflamable), pero no al revés.
Por otro lado, el alimento padece una cierta afección cuando se introduce en un cuerpo, es digerido. Entonces ¿cuando el alimento es alimento? ¿cuando no es digerido o más bien digerido? La respuesta es simple, cuando el alimento está sin digerir ''lo contrario se alimenta de lo contrario'' (cuerpo y alimento) y cuando es digerido ''lo semejante se alimenta de lo semejante''.
Sensación y conocimiento sensible
La palabra sensación puede entenderse de dos maneras: como potencia y como acto. El primer sentido de sensación que tiene un cuerpo, se da gracias al progenitor de éste. La capacidad de sensibilidad corresponderá a la sensación en potencia, mientras que el ejercicio de la ciencia corresponderá a la sensación en acto.
Obviamente, la sensación siempre se da gracias a un objeto externo. Es decir, cierto objeto siempre tendrá la posibilidad de padecer afección por parte de otro, lo que nos hace reconocer aquí la sensación en potencia. En cuanto al acto sería un poco difícil establecer si la sensación puede estar así porque, para sentir, el objeto necesita un agente que le haga sentir. Cuando finalmente pueda sentir, entonces se encontrará la sensación en acto.
Obviamente, la sensación siempre se da gracias a un objeto externo. Es decir, cierto objeto siempre tendrá la posibilidad de padecer afección por parte de otro, lo que nos hace reconocer aquí la sensación en potencia. En cuanto al acto sería un poco difícil establecer si la sensación puede estar así porque, para sentir, el objeto necesita un agente que le haga sentir. Cuando finalmente pueda sentir, entonces se encontrará la sensación en acto.
Sentidos propios y comunes
De acuerdo con Aristóteles, existen tres objetos de la sensación. Dos se dan por sí mismos y uno se da por accidente.
El primer tipo de sensación pertenece a los objetos que solo pueden ser percibidos por una sensación: la audición del sonido, la visión del color, el gusto del sabor. A estos los llamaremos sentidos propios.
El segundo tipo de sensación pertenece a los objetos que son percibidos por varios más: el movimiento, la inmovilidad, el número, la figura y el tamaño. Todas ellas se pueden sentir y ver. A estos los llamaremos sentidos comunes.
El tercer tipo de sensación se da por accidente; por ejemplo, decir ''esto blanco es el hijo de Daries''. Obviamente, un puede decir que eso blanco es el hijo de Daries prescindiendo de la palabra blanco. No por ser blanco se deja de ser hijo.
En fin, las sensaciones por excelencia son las dos primeras mencionadas.
La visión
El objeto de vista es la visión. Una de las cosas que más representa la visión es el color, pues éste es el que hace que podamos ver las cosas en su verdadera esencia. El color es un agente que mueve lo transparente en acto y lo hace su naturaleza. Además el color no es visible si no hay luz.
La luz y la oscuridad
Antes de hablar de la luz definamos lo que es transparente. La transparencia tiene que ver con lo que es visible en cuanto a un color ajeno a él (a lo transparente); por ejemplo, el agua y el aire.
La luz es lo que hace que la transparencia este en acto, pues cuando lo vemos, ésta está solo en potencia porque solo vemos los colores.
La oscuridad representa a los cuerpos transparentes en potencia.
El color
La luz es lo que hace que la transparencia este en acto, pues cuando lo vemos, ésta está solo en potencia porque solo vemos los colores.
La oscuridad representa a los cuerpos transparentes en potencia.
El color
El color solo puede ser visible gracias a la luz, es decir, no por sí mismo. La función del color es poner en movimiento lo transparente, y lo que se ocupa de poner lo transparente en acto es la luz.
El oído y la voz
El sonido es otro concepto que se puede entender a través del acto y la potencia. Hay cosas que naturalmente no tienen sonido como la lana y la esponja, mientras hay otras que si tienen como el metal, el bronce y en general los objetos duros y lisos.
Similar a la visión, el sonido necesita de un segundo objeto, es decir, necesita de un agente para ser producido. El sonido se produce por el choque de dos objetos, donde el aire sale expulsado hacia nuestros oídos; es así como podemos escucharlo. También se puede escuchar en el agua, pero con menos intensidad.
Similar a la visión, el sonido necesita de un segundo objeto, es decir, necesita de un agente para ser producido. El sonido se produce por el choque de dos objetos, donde el aire sale expulsado hacia nuestros oídos; es así como podemos escucharlo. También se puede escuchar en el agua, pero con menos intensidad.
Un objeto que produzca sonido es aquel que puede mover el aire de manera continua hasta que llega a nuestros oídos. En todo caso, el aire en sí es fácilmente disgregable, pero cuando es compacto se convierte en sonido.
El sonido en acto se entiende de la misma manera que la luz. Así como los colores no pueden verse si no hay luz, lo agudo y lo grave no pueden escucharse si no hay sonido. Lo agudo se entiende como ''lo que mueve mucho en poco tiempo'' y lo grave como ''lo que mueve poco en mucho tiempo''.
La voz
Solo el ser que es animado puede tener voz, a excepción de algunos animales que a pesar de ser animados no tienen; por ejemplo, los peces. Esto se debe a que la voz, si bien es un sonido, debe hacerse con un órgano específico del cuerpo, la laringe.
La laringe es uno de esos órganos específicos junto con la tráquea. Aristóteles dirá que la voz se da por el golpe del aire inspirado que se produce en la tráquea. Es por esto que los peces no pueden tener voz, simplemente porque no tienen tráquea.
El olor y el olfato
Esta puede ser la facultad más torpe en el hombre, pero no en los restantes animales como los perros o los gatos.
Existen distintos tipos de olores para el olfato:
- Dulce
- Amargo
- Picante
- Áspero
- Ácido
- Untuoso
Todos estos tipos de olores corresponden directamente con el objeto; por ejemplo, la miel despide un olor dulce.
El medio del olfato
Está claro que el medio de los olores y el olfato es el aire. Aristóteles nos dice que no sólo puede ser el aire, sino que también el agua, ya que considera que los peces también pueden olfatear su alimento. Obviamente, los peces tienen una manera distinta de olfatear porque como habíamos dicho anteriormente, los peces no respiran.
Vemos finalmente que así como los sabores deben tener una propiedad húmeda para ser percibidos, el olfato debe tener una propiedad seca para ser percibido.
El gusto y el sabor
Este tipo de sensación no necesita de un medio o un cuerpo extraño para ser percibido (como la visión y la audición sí necesitan).
Para que el órgano del gusto pueda percibir los sabores, el objeto debe estar húmedo. Por otro lado, dicho órgano también debe estar húmedo, pero no en exceso pues impediría la percepción, al igual que si estuviera muy seco.
El tacto y lo tangible
Esta es la facultad que tiene mayor cobertura en cuanto a que puede percibir muchas sensaciones. Hay una dificultad en cuanto al órgano que hace que se perciban las cosas ¿a caso es la carne la que hace percibir las múltiples sensaciones del entorno? Si fuera así, entonces por la carne podríamos percibir lo dulce, lo salado, lo amargo, etc., lo cual no es posible.
Aristóteles nos dice que debe haber algo bajo la carne hecho de una fina capa de agua y aire, ya que para el sonido y el gusto se necesita agua para percibir. La carne si se podría considerar como un medio por el cual dicho órgano puede recibir las sensaciones de los objetos exteriores. Por lo tanto, la carne es un medio para el tacto.
Los sentidos en general
El sentido en general es la capacidad de sentir las cosas sensibles sin necesidad de materia. Los excesos que se produzcan en cada órgano sensorial, obstaculizarán la sensación de dichos órganos como en el caso de el gusto. Debe quedar claro, que la facultad del órgano para sentir siempre está en potencia, no puede estar en acto pues siempre tiene la posibilidad de sentir.
LIBRO III: FACULTADES Y SENSACIONES DEL ALMA
Sólo existen cinco sentidos
El gusto, el olfato, la audición, la visión y el tacto son los cinco sentidos que pueden existir y no hay más. Para cada uno hay un órgano específico en los cuerpos que permite conocerlos.
La prueba de esto es que cada órgano representa al menos un elemento del mundo sublunar (tierra, agua, fuego y aire). El oído compuesto de aire, el olfato compuesto de aire, la visión compuesta de agua, el tacto compuesto de tierra, el gusto compuesto de agua y el fuego es común a todos ellos o puede no formar parte de ninguno.
Tampoco es necesario que necesitemos un órgano especial para percibir las cosas como la magnitud, los números, la unidad, la figura, etc.(6) Estas figuras se pueden percibir gracias al concepto de movimiento; por ejemplo, la magnitud se puede percibir moviéndose. En cuanto al reposo, éste fácilmente se percibe por la ausencia de movimiento.
Sensibilidad
Todo lo que es visible, lo es porque está impregnado de algún color. Incluso podemos distinguir la oscuridad (en cierto sentido la vemos). Por otro lado, el color de la materia aún puede retenerse como una imagen sin necesidad de la materia.
Como habíamos dicho anteriormente, la audición siempre se da en el órgano en potencia y siempre hay un agente que produce el sonido.
En general, toda sensación está en potencia, ya que necesita una gente para sentir, mientras que las facultades; visión, audición, olfato, tacto y gusto, están en acto. Podemos recibir las formas de los objetos circundantes, más no podemos recibir su materia. Por ejemplo, podemos recibir por medio de las sensaciones las cualidades del gato, pero no podemos recibir la materia del gato.
La imaginación es un plano distinto de la sensación y el pensamiento. No es posible que la imaginación se forme sin la sensación, ni mucho menos, posteriormente, pensar. La imaginación está totalmente sometida a nuestra voluntad; la creación de imágenes, realidades, ficciones, etc. Todo eso está a nuestra voluntad. Además, la imaginación difiere de la sensación porque ésta última puede estar ya sea en potencia como en acto. Tampoco puede pertenecer al intelecto porque la imaginación puede errar en sus imágenes(?).
Por otro lado, la opinión no está sometida a nuestra voluntad porque siempre estaremos en la verdad o en el error con nuestra opinión.
En general, toda sensación está en potencia, ya que necesita una gente para sentir, mientras que las facultades; visión, audición, olfato, tacto y gusto, están en acto. Podemos recibir las formas de los objetos circundantes, más no podemos recibir su materia. Por ejemplo, podemos recibir por medio de las sensaciones las cualidades del gato, pero no podemos recibir la materia del gato.
Imaginación
Una de las características del alma es el movimiento (que ya habíamos dicho anteriormente) y la capacidad de inteligir y pensar.
Hemos visto ya en Platón la diferencia entre sentir e inteligir, y también en Aristóteles se aplica el mismo caso. No es lo mismo sentir que inteligir, de hecho, en lo inteligible pueden haber errores, pero en la sensibilidad nunca los habrá porque se recibe la realidad tal cual es.
Hemos visto ya en Platón la diferencia entre sentir e inteligir, y también en Aristóteles se aplica el mismo caso. No es lo mismo sentir que inteligir, de hecho, en lo inteligible pueden haber errores, pero en la sensibilidad nunca los habrá porque se recibe la realidad tal cual es.
La imaginación es un plano distinto de la sensación y el pensamiento. No es posible que la imaginación se forme sin la sensación, ni mucho menos, posteriormente, pensar. La imaginación está totalmente sometida a nuestra voluntad; la creación de imágenes, realidades, ficciones, etc. Todo eso está a nuestra voluntad. Además, la imaginación difiere de la sensación porque ésta última puede estar ya sea en potencia como en acto. Tampoco puede pertenecer al intelecto porque la imaginación puede errar en sus imágenes(?).
Por otro lado, la opinión no está sometida a nuestra voluntad porque siempre estaremos en la verdad o en el error con nuestra opinión.
Intelecto
El alma puede conocer, inteligir y pensar gracias a esta facultad que posee. El intelecto no está vinculado al cuerpo, si fuera así, entonces éste podría estar sometido al frío, al calor y a las demás afecciones del cuerpo. Aquí es donde Aristóteles acepta el platonismo, pero solo en la parte de lo que es inteligible, pues el cuerpo en Aristóteles está ''separado'' del cuerpo sólo en su parte inteligible.
En todo caso, el intelecto sí discierne lo que el cuerpo puede sentir, es decir, puede percibir y entender lo que es el frío y el calor.
Intelecto pasivo y activo
Para Aristóteles existen dos tipos de intelecto; uno que llega a ser todas las cosas (pasivo) y otro que hace todas las cosas (activo). Se puede hacer una similitud con lo que entendemos por el agente y el paciente.
El intelecto necesita un principio pasivo que padezca de todo, éste principio es la materia. Luego tenemos otro intelecto que representa otro principio que consiste en darle forma a dicha materia o hacerla inteligible. Los dos principios se necesitan el uno al otro.
Intelecto: objetos simples y compuestos(7)
Cuando el intelecto se da en aquellos objetos que son simples, el error no puede tener lugar. En cambio la intelección de los objetos compuestos caen o en error o en verdad.
Intelecto e imaginación
Habíamos dicho anteriormente que la imaginación no es sensación, pero que no se puede dar sin esta (en efecto, ¿qué podríamos imaginar si antes no sentimos?); por otro lado, el intelecto no puede darse sin la imaginación. El alma jamás puede inteligir si no está a imaginación de por medio. Por lo tanto, el intelecto intelige las formas en las imágenes.
Existen muchos ejemplos de esto. Podemos decir que el intelecto trata de predecir el futuro a través de imágenes, y se forma de cierto modo una imagen o una predicción que puede estar en lo erróneo como en lo correcto. Todo esto lo hace el intelecto siempre con la ayuda de la materia.
La facultad nutritiva, sensitiva e intelectiva no son las que mueven el alma
Esto ya lo habíamos hablado en el primer libro de este tratado (y en otros más como la Física). Comencemos diciendo que lo primero que mueve al animal es el envejecimiento y el desarrollo continuo.
La potencia nutritiva (o la facultad nutritiva) no es la que necesariamente mueve al animal. En efecto, es un movimiento, éste se mueve por el deseo y el placer de alimentarse.
La potencia sensitiva (o la facultad sensitiva) tampoco es la que mueve al animal. La razón de esto es que es evidente que el animal, a pesar de sentir y tener sensación, sin embargo no se mueven.
La potencia intelectiva (o la facultad intelectual) tampoco es la que mueve al animal. De hecho, el intelecto no tiene que ver con nada que implique practica (quizás en de un modo abstracto). Por ejemplo, alguien puede saber todo sobre la medicina, pero no por eso la ejerce.
El deseo y el intelecto como movimiento del alma
No obstante todas las facultades mencionadas anteriormente, el deseo y el intelecto son los que mueven el alma. Si bien es cierto que dijimos que el intelecto no mueve el alma, nos referimos aquí al movimiento práctico y no teórico.
Principalmente es el deseo lo que mueve al alma. El intelecto práctico se mueve en tanto que se ve influenciado por el deseo. Pensándolo también de otro modo, podríamos decir que el motor principal que mueve al alma, es el objeto deseable.
Descomponiendo los dos conceptos, fundamentalmente, es el deseo el que mueve al alma; sin embargo, el deseo está sometido tanto al error como al acierto; por lo tanto, es necesario que el deseo esté combinado con el intelecto porque el intelecto nunca se equivoca(?). Aunque de todas formas, es posible que el alma se deje llevar solamente por el deseo (a pesar de que pueda equivocarse).
Los motores
De todo lo hablado anteriormente, Aristóteles nos dice que existen por lo menos tres motores:
Principio de movimiento (o primer motor): el deseo y el intelecto.
Aquello con que mueve: el cuerpo.
Lo que es movido: el animal.
En cuanto al primero, podemos decir que es de dos formas; motor móvil e inmóvil. El primero tiene que ver con la facultad desiderativa y el otro tiene que ver con el bien realizable a través de la acción.
Imaginación y opinión
En los animales imperfectos (aquellos que solo poseen el sentido el tacto) podemos ver que tienen el sentido del placer y el dolor; por lo tanto, en ellos puede darse el apetito. Falta ver si en ellos se puede dar la imaginación.
En efecto, la imaginación sensitiva sí se da en los animales irracionales, mientras que la facultad desiderativa se da en los animales racionales (el hombre). En otras palabras, dichos animales pueden formarse una imagen a partir de muchas. Lo que no puede alcanzar es la deliberación, es decir, la mayor parte de las veces se dejan arrastrar por los deseos.
Tipos de almas
Todos los seres vivientes poseen el alma nutritiva. Los seres que son generados necesariamente se desarrollan, maduran y envejecen; es imposible que esto suceda sin alimentación.
La sensación no se da en todos los seres vivientes, pues hay seres que tienen cuerpos simples, pero los animales (que son seres vivientes) sí tienen sensación. De hecho, los animales que poseen el alma nutritiva necesitan de la sensación (principalmente del tacto), de otra forma, no podrían alimentarse.
Órganos sensoriales
Queda sentado pues, que uno de lo sentidos más importantes en los cuerpos es el tacto. En los cuerpos simples (fuego, tierra, agua y aire) sólo uno de ellos tiene a capacidad de sentir sin la necesidad de un medio, la tierra. Estos cuerpos simples son los que se encuentran en el cuerpo humano y gracias a la tierra es que podemos sentir directamente las cosas.
Se insiste en que el sentido más importante es el tacto y que este puede ser destruido a través del exceso. Además, para Aristóteles los demás sentidos son algo accesorio o para que el animal tenga una mejor existencia, pero es el tacto el sentido imprescindible.
Resumen de los tipos de alma
Alma sensitiva: presente en todos los seres vivos; hombres y animales.
Alma vegetativa: presente en todos los seres vivos; hombres, animales y plantas. Permite la nutrición, el desarrollo y el envejecimiento.
Alma intelectiva: sólo presente en los hombres; permite que el hombre tenga voluntad y entendimiento.
Conclusión
Como vemos en este tratado, Aristóteles (a pesar de hablar de cosas abstractas como lo es el alma), no deja de lado el lado científico y natural, y lo liga sin ningún miramiento al alma. Sinceramente, hay muchas contradicciones en este libro, además de algunas que no concuerdan con otros libros (sobre todo ''Historia de los animales'' o ''Breves tratados de naturaleza''). Sin embargo, es notable la conexión del alma con su filosofía de la materia y la forma. Este ha sido un tratado que mantiene la filosofía aristotélica frente a la especulación platónica.