El Gran Comentario, también conocido como Mafatih al-Ghayb (Las Llaves del Misterio) o Al-Tafsir al-Kabir (El Gran Comentario), es una de las obras más monumentales de la exégesis coránica en la historia del Islam, escrita por el influyente teólogo, filósofo y exegeta islámico Fakhr al-Din al-Razi (1149-1209). Este extenso comentario es ampliamente respetado en el ámbito académico islámico debido a su profundidad, complejidad y riqueza interpretativa, abordando no solo los significados del Corán, sino también diversos temas filosóficos, teológicos y científicos que estaban en debate en su época. Veamos lo que nos trae este interesante filósofo.
EL GRAN COMENTARIO
Introducción
Fakhr al-Din al-Razi plantea una obra monumental en la que profundiza en la interpretación del Corán, abordando temas complejos de teología, filosofía y exégesis. Razi inicia la obra con alabanzas a Dios y expresa su deseo de ofrecer una obra que abarque las ciencias contenidas en el Corán, especialmente en la sura inicial, la Al-Fatiha. Su propósito es demostrar la posibilidad de extraer miles de cuestiones teológicas, legales y filosóficas de un solo verso, utilizando argumentos lógicos y un análisis detallado.
LIBRO I: CIENCIAS DERIVADAS DE LA ISTI‘ADHA (Busco refugio en Dios del Satán rechazado)
PARTE I: LOS ASPECTOS LITERALES DE LA ISTI'ADHA
Capítulo I: La palabra ''Kalima'' y sus parecidos
Para tener el alcance de la palabra se deben considerar las siguientes indagaciones:
Indagación 1: Definición de Sonido
Abu Ali ibn Sina (Avicena) define el sonido como un fenómeno que surge de las ondas de presión del aire generadas entre un objeto que golpea y otro que es golpeado. Es decir, el sonido no es un objeto material, sino un evento o proceso que se produce debido al movimiento de partículas de aire como resultado de una colisión. Sin embargo, esta definición es cuestionada porque no explica la esencia del sonido, sino únicamente la causa de su producción. Según el autor, la esencia del sonido es algo percibido directamente por el oído, y definirlo mediante causas físicas podría ser insuficiente o impreciso.
Indagación 1: Tipos de palabras
Fakhr al-Din al-Razi divide las palabras en tres categorías principales: nombres (sustantivos), verbos y partículas. La categorización inicial se basa en su capacidad para actuar como sujeto o predicado. Un nombre es aquello que puede ser sujeto o predicado, un verbo solo puede ser predicado, y una partícula no puede ser ni sujeto ni predicado. Al-Razi examina esta clasificación desde un punto crítico, señalando las limitaciones y suposiciones implícitas, como la idea de que los verbos y las partículas no pueden ser sujetos, una afirmación que analiza en profundidad.
Indagación 2: Sobre la capacidad de los verbos y partículas para ser sujetos
Al-Razi cuestiona la afirmación de que los verbos y partículas no pueden ser sujetos. Presenta ejemplos en los que verbos y partículas pueden interpretarse como sujetos bajo ciertas condiciones, refutando la idea de que esta imposibilidad sea universal. Argumenta que las palabras como "daraba" (golpeó) o "idrib" (golpear) pueden ser consideradas sujetos en contextos específicos, lo que muestra que estas categorías tienen una flexibilidad que los gramáticos tradicionales no han reconocido del todo.
Indagación 3: Sobre los nombres que no califican como sujetos
Aunque se acepta generalmente que los nombres pueden ser sujetos, Al-Razi analiza casos especiales como idhā (cuando), kayfa (cómo) y ayna (dónde), que son nombres pero no cumplen la función de sujeto de manera convencional. Examina las respuestas de gramáticos anteriores, como ‘Abd al-Qāhir al-Jurjānī, quien sostuvo que estas palabras denotan significados abstractos que pueden ser sujetos en un sentido más amplio. Sin embargo, Al-Razi rechaza esta defensa, argumentando que estos nombres no califican como sujetos en el sentido estricto.
Indagación 4: Segunda categorización de palabras
Propone una segunda clasificación basada en si una palabra tiene un significado independiente o no. Si no tiene un significado independiente, es una partícula. Si tiene un significado independiente y está asociada con un tiempo específico, es un verbo. Si no está asociada con el tiempo, es un nombre. Esta categorización enfatiza el papel del tiempo en la distinción entre nombres y verbos.
Indagación 5: Definiciones del nombre
Al-Razi revisa definiciones propuestas por gramáticos anteriores para el nombre:
- "Un nombre es aquello que puede ser sujeto o complemento de un verbo."
- "Un nombre es una palabra que denota un significado en sí misma sin referencia al tiempo."
- "Un nombre es algo que merece flexión gramatical de forma intrínseca."
Indagación 6: Signos del nombre
Los signos que identifican un nombre pueden ser verbales o semánticos. Entre los signos verbales están el uso del artículo definido (al-), el plural roto y sufijos para el dual. Entre los signos semánticos están su capacidad para ser sujeto, objeto, o genitivo en anexos. Estas características permiten distinguir los nombres de otras categorías gramaticales.
Indagación 7: Definiciones del verbo
El verbo es definido como "una palabra que denota que un sustantivo verbal está establecido para algo en un tiempo específico". Al-Razi analiza definiciones anteriores, como la de Sibawayh, quien lo describe como una forma derivada de un sustantivo verbal, y la de Zamajsharí, quien lo asocia con la unión de un evento con el tiempo. Aunque ambas son útiles, Al-Razi prefiere una definición más precisa que subraya la relación directa entre el verbo y un tiempo definido.
Indagación 8: Definiciones de la partícula
Una partícula es "aquello cuyo significado no es independiente, sino que existe solo en relación con otras palabras". Al-Razi explora cómo las partículas funcionan como conectores gramaticales, y su dependencia semántica las distingue claramente de nombres y verbos. Estas palabras son esenciales para formar frases coherentes, pero carecen de un significado autónomo.
Indagación 9: El agente no especificado
Al-Razi aborda el caso de verbos que implican acciones sin especificar al agente. Por ejemplo, "golpear" denota una acción realizada por alguien no especificado. Discute las implicaciones filosóficas de esta característica, explorando cómo el significado de estos verbos depende del contexto y de elementos adicionales dentro de la frase.
Indagación 10: Definiciones problemáticas de la partícula
Critica definiciones tradicionales de la partícula que la describen como "aquello que existe en algo más". Argumenta que estas definiciones podrían aplicarse a atributos o accidentes, confundiendo así la distinción entre partículas y otras categorías gramaticales.
Indagación 11: Combinaciones de palabras
Examina las posibles combinaciones de nombres, verbos y partículas. Las combinaciones válidas incluyen frases nominales (nombre + nombre) y frases verbales (verbo + nombre). También analiza casos complejos, como el vocativo (yā Zayd, "¡Oh, Zayd!") y el uso de partículas como predicados, demostrando cómo estas estructuras crean significado dentro de una oración.
Indagación 12: Oraciones compuestas
Finalmente, Al-Razi analiza oraciones compuestas, como las condicionales, formadas por partículas como in (si) y fa- (entonces). Estas oraciones combinan cláusulas simples en estructuras más complejas, mostrando cómo los diferentes tipos de palabras interactúan para construir significados.
Capítulo IV: Varias categorizaciones de los sustantivos
Fakhr al-Din al-Razi clasifica los sustantivos en tres categorías principales: los nombres propios, los nombres genéricos y los nombres derivados. Los nombres propios identifican individuos específicos, como "Usama", que designa a un león particular, y no atribuyen características compartidas a varios sujetos. Los nombres genéricos, por otro lado, se refieren a toda una especie o género, como "asad", que designa al león en general. Finalmente, los nombres derivados expresan una cualidad específica que un sujeto posee, como "aswad" (negro), que indica la cualidad de negrura en algo.
Reglas sobre los Nombres Propios
Al-Razi señala que los nombres propios no atribuyen cualidades ni propiedades adicionales a sus referentes, sino que simplemente identifican de manera exclusiva a un individuo. Sin embargo, argumenta que esto no significa que carezcan de significado, ya que cumplen la función de especificar a su referente particular. También establece que los nombres propios son esenciales para expresar ciertos conceptos o juicios, ya que permiten señalar aquello a lo que se refieren de forma directa.
En su análisis, también distingue entre los nombres genéricos y los propios, explicando que, mientras los nombres genéricos describen características compartidas por varios individuos, los nombres propios son asignados para designar exclusivamente a cada individuo de forma separada. Por ejemplo, "asad" se usa para referirse a los leones en general, mientras que "Usama" es un nombre propio que puede asignarse a un león específico.
Categorías de los Nombres Propios
Al-Razi divide los nombres propios en varias subcategorías según su estructura y uso. Un nombre propio puede ser un nombre simple, como "Ibrahim" o "Musa", un título, como "Israel", o un agnomen (kunya), como "Abu Lahab". Además, señala que algunas entidades poseen combinaciones de estas categorías, como el caso del león, que puede llamarse "Usama" (nombre propio) y "Abu al-Harith" (agnomen).
También analiza cómo algunos nombres propios pueden derivarse de características específicas, como ocurre en el caso de los apodos. Por ejemplo, un hombre puede ser conocido como "Abu Talib" por tener un hijo llamado Talib, o se le puede dar un agnomen basado en cualidades esperadas, como "Abu al-Fadl" (padre de la virtud), para expresar optimismo o deseo. Asimismo, los nombres pueden surgir por razones contrarias, como "Abu al-Hayya" (padre de los vivos), que puede asignarse de manera irónica para referirse a la muerte.
El Proceso de Transferencia y Modificación de los Nombres
Fakhr al-Din al-Razi también describe cómo los nombres genéricos pueden transformarse en nombres propios con el tiempo debido al uso común. Por ejemplo, "al-Najm", que originalmente significa "estrella" en general, llegó a aplicarse específicamente a las Pléyades. De manera similar, los nombres derivados pueden convertirse en nombres propios, como en el caso de "Subhan" (glorificación) y "Kaysan" (traición), que pasan de ser términos generales a nombres específicos.
Por último, Al-Razi detalla cómo los nombres pueden ser simples o compuestos. Los nombres simples, como "Zayd", son unitarios, mientras que los nombres compuestos, como "Abd Allah" (siervo de Dios), combinan dos elementos que están relacionados mediante anexión o atribución. Este análisis estructural de los nombres propios enfatiza su importancia en la precisión del lenguaje y en las funciones comunicativas esenciales.
Capítulo V: Reglas que conciernen los sustantivos genéricos y derivados
[Segundo: Nombres Genéricos]
[Tercero: Nombres Derivados]
Indagación 1: Entendiendo la flexión
Razi plantea dos posibles explicaciones etimológicas para el término i‘rab (flexión). La primera sugiere que proviene del verbo a‘raba, que significa "expresar lo que hay dentro de uno mismo", implicando que la flexión clarifica el significado de las palabras. La segunda deriva del uso en el que i‘rab se relaciona con corregir y eliminar algo defectuoso, como al "arreglar" un libro. Esto implica que la flexión no solo da claridad al significado, sino que también remedia la ambigüedad y el error en el discurso.
Indagación 2: La relación entre la palabra y la quididad
Se establece que cuando una palabra se acuña para representar una quididad (esencia o naturaleza), y esta es susceptible a diversos cambios, la palabra misma debe reflejar tales cambios a través de la flexión. La raíz del término permanece constante, mientras los cambios en las terminaciones reflejan estados semánticos diferentes. Esto fundamenta la necesidad de la flexión como un recurso para expresar las múltiples realidades de un concepto único.
Indagación 3: Verbo y partícula como estados accidentales
En esta sección, Razi argumenta que los verbos y las partículas representan estados accidentales de las quididades. Sin embargo, son los nombres los que refieren a las esencias mismas y, por tanto, son los más aptos para ser flexionados. Esto refuerza la idea de que la flexión, en su origen, está más relacionada con los sustantivos que con los verbos o partículas, ya que estos últimos no expresan directamente la esencia sino sus accidentes.
Indagación 4: La flexión específica de los finales de las palabras
Se analiza por qué la flexión ocurre específicamente al final de las palabras. La razón principal es que los cambios accidentales no afectan una esencia hasta que esta existe completamente. En las palabras, la esencia se completa al pronunciar su última letra. Por lo tanto, las marcas de flexión deben aparecer en esta etapa final. Además, se justifica que los cambios en las letras iniciales y medias se utilizan para señalar formas o estructuras generales de las palabras, reservándose el final para reflejar los cambios de estado semántico.
Indagación 5: Naturaleza conceptual de la flexión
Razi argumenta que la flexión no se refiere únicamente a las vocales o silencios al final de las palabras, pues estas también están presentes en palabras no flexionadas. En cambio, la flexión se refiere a que las palabras sean "merecedoras" de ciertos cambios debido a factores perceptibles. Este concepto de "merecimiento" se entiende como una cuestión conceptual más que perceptible, reforzando que la flexión es un fenómeno intelectual, no simplemente físico.
Indagación 6: Movimiento y vocalización
Se explica que la descripción de las letras como "movidas" (mutaharik) o "quietas" (sakin) es metafórica, ya que el movimiento y la quietud son atributos de los cuerpos, y las letras no son cuerpos. En cambio, una vocal representa un sonido específico que sigue inmediatamente a la pronunciación de una letra. La ausencia de una vocal implica que la letra no está seguida por ese sonido, reforzando que el término haraka (movimiento) tiene un uso técnico y no literal.
Indagación 7: Tipos de vocales
Las vocales se dividen en explícitas y transitorias. Las explícitas son las tres principales: fatha (a), kasra (i) y damma (u). También hay combinaciones de estas vocales, como sonidos intermedios, que alcanzan un total de nueve. Estas vocales pueden ser largas o cortas, lo que suma hasta dieciocho variaciones. Finalmente, se menciona una "vocal transitoria", que es difícil de identificar auditivamente y se considera una excepción.
Indagación 8: Variaciones según dialectos
Se menciona cómo las vocales dependen de particularidades dialectales y fonéticas, por lo que no pueden limitarse a un número fijo. Razi cita ejemplos como un dialecto persa en el que ciertas vocales tienen pronunciaciones únicas, mostrando cómo la diversidad lingüística afecta la percepción y el uso de las vocales.
Indagación 9: Cronología entre letras y vocales
Se argumenta que las vocales siguen cronológicamente a las letras en el proceso de pronunciación. Las letras plosivas, por ejemplo, se forman al final de la contención del aire y las vocales emergen inmediatamente después. Este orden demuestra que las letras preceden a las vocales tanto en su existencia como en su pronunciación.
Indagación 10: Relación entre vocales y letras largas
Razi explica que las vocales son partes iniciales de las letras largas (alif, waw y ya). Por ejemplo, al alargar una vocal, aparece la letra larga correspondiente, lo que confirma que las vocales son, en esencia, las formas breves de estas letras.
Indagación 11: Imposibilidad de iniciar con una letra no vocalizada
Se debate la posibilidad de comenzar una palabra con una letra sin vocalizar. Según algunos, esto es imposible, ya que las vocales son necesarias para completar la pronunciación. Otros opinan que la vocalización ocurre después de la pronunciación de la letra, por lo que no es un requisito inicial.
Indagación 12: Pesadez de las vocales
Se argumenta que la vocal damma es la más pesada debido al esfuerzo físico requerido para formarla, ya que implica cerrar los labios con fuerza. La kasra es más ligera porque requiere menos esfuerzo muscular, mientras que la fatha es la más liviana. Esto se correlaciona con la fuerza y el grado de apertura involucrados en cada sonido.
Indagación 13: Nombres para las vocales en palabras flexionadas y no flexionadas
En palabras flexionadas, las vocales se llaman raf (nominativo), nasb (acusativo) y jarr (genitivo). En palabras no flexionadas, las mismas vocales se llaman fatha, damma y kasra, mostrando que los nombres reflejan la función gramatical más que el sonido en sí.
Indagación 14: Diferencia entre vocales en palabras flexionadas y no flexionadas
Se debate si las vocales al final de las palabras no flexionadas son equivalentes a las de las palabras flexionadas. Mientras algunos afirman que son conceptualmente iguales, otros señalan que difieren en su función y justificación.
Indagación 15: Formación de las vocales
Razi describe cómo cada vocal implica un movimiento físico específico en la boca. Por ejemplo, damma requiere un movimiento circular de los labios, mientras que fatha implica abrir la boca. Estas acciones físicas reflejan los nombres tradicionales asignados a las vocales.
Indagación 16: Relación entre nombres de vocales y estados gramaticales
Se discute cómo los nombres tradicionales de las vocales, como fatha o damma, se aplican tanto a palabras flexionadas como no flexionadas. Algunos autores prefieren reservar términos específicos para cada categoría, mientras que otros usan los mismos nombres indistintamente.
Indagación 17: Concepto de "rutas de movimiento"
Sibawayh describe las vocales como "rutas de movimiento" (majari), refiriéndose al flujo del aliento durante su pronunciación. Aunque esta definición ha sido cuestionada, Razi defiende que las vocales representan el resultado del movimiento del aire y, por tanto, la metáfora es adecuada.
Indagación 18: Definición de la flexión
La flexión (i‘rab) se define como la variación en los finales de las palabras debido a los diferentes agentes que actúan sobre ellas, lo que resulta en cambios en las vocales o letras finales. Estos cambios son conceptuales más que perceptibles, ya que reflejan estados semánticos más que físicos.
Indagación 19: Tipos de flexión
La flexión se clasifica en tres tipos: por vocal, por letra y tácita. Cada tipo depende de las características específicas de las palabras y de cómo estas reaccionan a los agentes gramaticales.
Indagación 20: Flexión por vocal como forma original
Se argumenta que la flexión por vocal es la forma original, ya que estas representan estados accidentales de las palabras. Las letras, en cambio, se utilizan en casos específicos debido a su afinidad con las vocales.
Indagación 21: Sustantivos flexionados y no flexionados
Los sustantivos flexionados (murab) pueden usar todas las vocales de flexión, mientras que los no flexionados (mabni) permanecen invariables. Los primeros reflejan mejor los cambios semánticos debido a su variabilidad.
Indagación 22: Factores que impiden la flexión completa
Se identifican nueve factores que pueden limitar la flexión de un sustantivo, como ser un nombre propio, un plural de forma irregular o tener una forma verbal. Estos factores hacen que el sustantivo sea similar a un verbo, reduciendo su capacidad de flexionarse completamente.
Indagación 23: Relación entre sustantivos y verbos
Se explica cómo los sustantivos que se asemejan a los verbos pierden algunos signos de flexión, como la nunación. Esto refleja su estado intermedio entre los sustantivos plenos y los verbos.
Indagación 24: Restauración de la flexión
Cuando un sustantivo que normalmente no se flexiona es definido por un artículo o anexado a otro nombre, recupera su capacidad de flexionarse, mostrando que su estado limitado es solo una característica incidental.
Indagación 25: Casos gramaticales y funciones
Los casos nominativo, acusativo y genitivo tienen funciones específicas: el nominativo indica el sujeto, el acusativo el objeto y el genitivo la relación de posesión. Estos roles reflejan las jerarquías semánticas dentro de la oración.
Indagación 26: Prioridad del sujeto sobre el objeto
Se argumenta que el sujeto tiene prioridad sobre el objeto porque un verbo no puede existir sin un sujeto, pero sí puede prescindir de un objeto. Por esta razón, el caso nominativo es el más destacado y se asigna al sujeto.
Indagación 27: Objetos acusativos múltiples
Se identifican varios tipos de objetos acusativos, como el directo, el de propósito y el de tiempo o lugar. Estos reflejan las múltiples formas en que una acción puede relacionarse con otros elementos dentro de una oración.
Capítulo VII: Inflexión de los verbos
El capítulo aborda los verbos y su relación con los sujetos desde una perspectiva gramatical. A diferencia del uso teológico, en gramática los verbos se centran en cómo las acciones se atribuyen a los sujetos. Por ejemplo, en "Zayd murió", "murió" es un verbo que atribuye la acción a Zayd, independientemente de si esta fue voluntaria o involuntaria.
Indagación 1: El Sujeto y el Objeto de los Verbos
El verbo expresa que una acción ocurre sobre o para algo, siendo este el sujeto. Aunque las acciones también pueden afectar objetos, los verbos intransitivos demuestran que un verbo requiere necesariamente un sujeto, pero no siempre un objeto.
Indagación 2: El Orden de los Verbos y los Sujetos
El verbo debe preceder al sujeto tanto conceptualmente como en el orden sintáctico. Esto refleja el proceso natural de comprender primero una acción antes de atribuírsela a una entidad específica. Por ejemplo, en "Zayd golpeó", el verbo "golpeó" introduce la idea de una acción que luego se atribuye al sujeto, Zayd.
Indagación 3: El Sujeto como Parte del Verbo
El sujeto es parte integral del significado del verbo. Esto se observa en cómo los verbos con pronombres sujetos (por ejemplo, "golpeé") están estructurados en árabe. El sujeto está intrínsecamente vinculado al verbo, a diferencia del objeto, que permanece externo. Desde una perspectiva lógica, el verbo implica que la acción pertenece a un sujeto específico, lo que lo convierte en un componente necesario del verbo.
Indagación 4: Prioridad de los Pronombres sobre los Sustantivos Explícitos
En ciertos contextos, los pronombres pueden preceder a sus referencias explícitas. Por ejemplo, en "Su sirviente golpeó a Zayd", el pronombre "su" se refiere a Zayd, incluso si aparece antes de que el sustantivo sea mencionado. Este fenómeno generalmente se evita en el árabe clásico, pero puede encontrarse en contextos poéticos o retóricos.
Indagación 5: El Sujeto como Sustantivo Explícito, Pronombre Aparente o Implícito
El sujeto de un verbo puede ser:
- Explícito, como en "Zayd golpeó".
- Pronombre aparente, como en "Golpeé" (donde el pronombre es el sujeto).
- Implícito, como en "Zayd golpeó", donde el sujeto se deduce del contexto de la oración.
Indagación 6: Los Verbos Implícitos
En algunos casos, los verbos no se expresan explícitamente sino que se implican en el contexto. Por ejemplo, en "¿Quién lo hizo? Zayd", el verbo "hizo" está implícito en la respuesta.
Indagación 7: La Interacción de Dos Verbos con un Solo Sustantivo
Cuando dos verbos son seguidos por un único sustantivo, determinar cuál actúa como agente puede ser complejo:
- Si los verbos expresan la misma acción: Por lo general, el verbo más cercano al sustantivo es tratado como el agente.
- Si los verbos expresan acciones distintas: La proximidad suele determinar cuál verbo actúa como agente, aunque algunos argumentos favorecen al primer verbo para evitar que un pronombre anteceda a su referente.
Indagación 8: Ejemplos en la Poesía Árabe
En poesía, los verbos y sus sujetos a menudo interactúan de maneras que requieren interpretaciones matizadas. Por ejemplo, en un poema de Imru’ al-Qays, dos verbos se relacionan con distintos objetos y significados, demostrando la flexibilidad y profundidad de la sintaxis árabe.
En resumen, estas indagaciones ofrecen un análisis profundo sobre la isti'adha y la recitación del Corán, abordando tanto cuestiones prácticas como interpretaciones legales, con un enfoque en la armonización entre textos coránicos y tradiciones proféticas.
Capítulo IX: Indagaciones Racionales sobre la Isti'adha
Estos pilares se analizan a través del lenguaje, la razón y la espiritualidad.
Primer Pilar: La Istiadha
Indagación 1: Derivación Lingüística
La palabra "istiadha" proviene de raíces que significan "buscar protección" o "apego". La interpretación más común es que implica buscar refugio en la misericordia y protección de Dios. Respecto al término "shaytán" (Satanás), puede derivar de "distancia" o "falsedad", mientras que "rajim" (arrojado) se refiere a su condena divina.
Indagación 2: Consideración Racional de su Validez
La istiadha depende del reconocimiento de nuestra incapacidad de garantizar beneficios o evitar daños sin la ayuda de Dios. Este acto combina conocimiento, un estado interno de humildad y la acción de suplicar a Dios. Así, la verdadera búsqueda de refugio surge del conocimiento de Dios como omnisciente, omnipotente y generoso.
Indagación 3: Libre Albedrío y Preordenación
El debate sobre el libre albedrío y la predestinación se refleja en la istiadha. Mientras que los fatalistas y los voluntaristas ofrecen posturas extremas, se propone una posición intermedia basada en el "kasb" (adquisición). La búsqueda de refugio implica reconocer tanto nuestra agencia limitada como la supremacía de la voluntad divina.
Segundo Pilar: El Refugio (Dios)
La búsqueda de refugio se dirige a Dios directamente o a Sus "palabras perfectas", que representan Su poder absoluto y voluntad creativa. Este refugio puede entenderse como una conexión con los ángeles, quienes actúan como mediadores espirituales que protegen a los humanos.
Tercer Pilar: El Buscador
Los ejemplos del Corán y la Sunnah muestran a los profetas y creyentes buscando refugio en Dios ante diversas amenazas. Esto destaca la importancia de este acto como un elemento esencial de la fe.
Cuarto Pilar: De Quién se Busca Refugio
Indagación 1: La Existencia de los Jinns y Satanás
Hay consenso en que los jinns y Satanás son seres reales, aunque invisibles. Los defensores argumentan que son entidades sutiles capaces de influir en los humanos. Las pruebas incluyen referencias en el Corán y hadices.
Indagación 2: Pruebas Coránicas y Proféticas
El Corán y numerosos hadices confirman la existencia de los jinns y Satanás, así como su interacción con los humanos.
Indagación 3: Los Jinns y su Creación
Los jinns están creados del fuego. Esta composición no contradice su capacidad de vida, ya que los médicos afirman que la vida humana depende del calor innato.
Indagación 4: Origen del Término "Jinn"
La palabra "jinn" se deriva de "ocultar" o "proteger". Esto refleja su naturaleza oculta para los sentidos humanos.
Indagación 5: Diferencias entre Ángeles, Jinns y Demonios
Los jinns son distintos de los ángeles y los demonios. Mientras que los jinns incluyen seres piadosos y malvados, los demonios son exclusivamente perversos.
Indagación 6: Posesión por Jinns
Hay un debate sobre si los jinns pueden poseer cuerpos humanos. Los que afirman esta capacidad citan pruebas coránicas y proféticas, mientras que los negadores argumentan que Satanás solo puede incitar mediante susurros.
Indagación 7: Naturaleza Física de los Jinns
Los jinns comen, beben y se reproducen, lo que los distingue de los ángeles, que son seres puramente espirituales.
Indagación 8: Método de los Susurros
Satanás afecta a los humanos a través de susurros y tentaciones internas. Esto se interpreta como un proceso psicológico influido por fuerzas espirituales.
Indagación 9: Explicación de Ghazali sobre los Susurros
Ghazali compara el corazón con un espejo o una presa que recibe influencias externas e internas. Los pensamientos surgen como estados accidentales que son inducidos por factores internos o externos, como Satanás o los ángeles.
Indagación 10: Influencia de Satanás
El papel de Satanás se limita a recordar o incitar a los humanos a realizar acciones específicas. Sin embargo, su capacidad de influir está subordinada al conocimiento y al decreto de Dios.
Indagación 11: Naturaleza de los Pensamientos
Se debate si los pensamientos son reales o imaginarios. Mientras que los filósofos sostienen que son construcciones mentales, otros creen que pueden ser inspirados por entidades externas, como ángeles o demonios.
Indagación 12: Límites del poder
Fakhr al-Din al-Razi examina una creencia común que otorga a los demonios capacidades extraordinarias, como dar vida, crear cuerpos o transformar seres humanos. Estas afirmaciones son refutadas categóricamente por las escuelas teológicas islámicas. Los Ash‘aríes, por ejemplo, sostienen que la creación y transformación son prerrogativas exclusivas de Dios, mientras que los Mu‘tazilíes, aunque reconocen cierta capacidad creativa en los humanos, niegan que los demonios puedan poseer habilidades similares. Según ellos, los demonios son cuerpos materiales que carecen de la capacidad necesaria para realizar estos actos, pues dicha habilidad requiere un atributo especial que solo pertenece a Dios.
Los Mu‘tazilíes presentan tres argumentos para negar la capacidad de los demonios de crear cuerpos. Primero, afirman que los demonios son cuerpos materiales, lo que limita sus habilidades a las de cualquier objeto físico, una premisa que Razi critica por falta de pruebas sólidas. Segundo, argumentan que ningún cuerpo puede actuar sin una habilidad adicional, basada en la igualdad esencial de los cuerpos: si un cuerpo pudiera actuar por sí mismo, todos los cuerpos compartirían esa capacidad. Tercero, sostienen que la habilidad humana para actuar es insuficiente para crear cuerpos, lo que implicaría que tampoco los demonios pueden hacerlo. Sin embargo, Razi cuestiona este razonamiento, sugiriendo que podría existir una habilidad desconocida que permita actos extraordinarios.
El filosofo aborda también la cuestión de si los jinns tienen conocimiento del ghayb (lo oculto). Según el Corán, los jinns que servían al profeta Salomón no se dieron cuenta de su muerte durante un tiempo, lo que demuestra su incapacidad para conocer el ghayb. Sin embargo, algunos opinan que los jinns pueden acceder a información oculta escuchando a los ángeles o utilizando métodos desconocidos. Razi rechaza estas ideas, subrayando que solo Dios tiene conocimiento pleno de lo oculto y que cualquier especulación al respecto lleva a conjeturas infundadas.
Razi conecta estas discusiones con la súplica islámica "Busco refugio en Dios", explicando que esta invocación abarca tres categorías principales. Primero, protege contra la ignorancia, que incluye la incredulidad (kufr) y la innovación (bid‘ah), ya que el conocimiento humano es limitado mientras que lo que se puede conocer es infinito. Segundo, busca protección contra el pecado, ya que los actos prohibidos son innumerables y abarcan todos los aspectos de la vida religiosa. Tercero, pide refugio contra el sufrimiento y las calamidades, desde enfermedades hasta desastres naturales y pobreza, reflejando la vulnerabilidad humana frente a estas dificultades.
Capítulo X: Alusiones espirituales a la Isti'adha
Primeros puntos: la búsqueda de refugio y su significado
Razi inicia con la idea de que el acto de decir "Busco refugio en Dios" implica un reconocimiento de la dependencia del ser humano hacia el Creador. Este gesto simboliza el paso de lo contingente a lo necesario, confesando la impotencia del ser humano y su necesidad de la ayuda divina. A través de esta declaración, se afirma que solo Dios puede desviar el daño y otorgar beneficios, destacando que esta confesión refuerza la conexión espiritual y la sumisión del siervo a su Señor.
El segundo punto enfatiza que admitir la impotencia propia y la omnipotencia divina es la única vía hacia la cercanía con Dios. Razi cita palabras proféticas para ilustrar cómo el reconocimiento de la propia ignorancia, debilidad y bajeza conduce a una comprensión más profunda de la grandeza de Dios. Este reconocimiento no solo transforma el entendimiento espiritual, sino que guía a una mayor humildad y dependencia en las acciones.
Razi aborda la importancia de buscar refugio en Dios como un medio para resistir las influencias de Satanás, quien es el enemigo interno e invisible del ser humano. Destaca que esta resistencia es aún más importante que la lucha contra enemigos externos, ya que los ataques internos ponen en peligro la fe y la certeza. Aquí, el istiadha es un acto crucial de protección espiritual y una afirmación del compromiso del creyente con el bien.
En otro punto, Razi resalta que el corazón del creyente es el lugar más noble, un espacio donde se manifiesta el conocimiento divino. Sin embargo, este debe mantenerse puro, y buscar refugio en Dios antes de recitar el Corán simboliza la limpieza espiritual necesaria para recibir las palabras divinas. Este acto conecta al creyente directamente con la majestad y misericordia de Dios.
Razi analiza que el uso del nombre "Dios" (Allah) en la fórmula del istiadha tiene un propósito específico: invocar los atributos de poder, sabiduría y justicia divina. Esto disuade al creyente de pecar, ya que reconoce que Dios no solo es consciente de todas las acciones, sino también justo en su retribución. Además, se subraya que el acto de buscar refugio en Dios es un rechazo activo de las influencias del pecado y una reafirmación del compromiso con la pureza espiritual.
Razi reflexiona sobre la enemistad de Satanás hacia el ser humano, resaltando que, aunque este ser fue creado para adorar, su rebelión lo convirtió en un enemigo jurado de la humanidad. Los creyentes, al enfrentarse a esta amenaza, deben recordar constantemente su vulnerabilidad y buscar refugio en la protección divina para resistir sus influencias.
En los últimos puntos, Razi subraya la responsabilidad del creyente de mantener su corazón como un espacio limpio para la presencia divina, reconociendo que es a través de la conexión con Dios que se logra la fortaleza para resistir el mal. Este esfuerzo continuo no solo acerca al creyente a Dios, sino que también refuerza su compromiso con la verdad y la justicia.
Capítulo XI: Indagaciones adicionales asociadas con la isti'adha
Primera categoría de indagaciones: La formulación de "Buscar refugio en Dios"
Segunda categoría de indagaciones: La partícula "bi'"
Tercera categoría de indagaciones: La partícula "min"
Cuarta categoría de indagaciones: Reflexiones sobre Satanás
Indagación 1: El significado del preámbulo "En el Nombre de Dios"
Al-Rāzī examina la frase inicial "En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso" desde un punto de vista lingüístico y teológico. Analiza cómo el término bi (en) establece una relación implícita entre las palabras y argumenta que la frase puede interpretarse con un verbo o un sustantivo implícito, ya sea antes o después de la fórmula explícita. Por ejemplo, puede significar "Comienzo en el Nombre de Dios" (con un verbo implícito) o "El comienzo de mi acción está en el Nombre de Dios" (con un sustantivo implícito). Al-Rāzī concluye que mencionar a Dios primero es preferible porque refleja Su precedencia ontológica y magnifica Su posición. Además, explica que empezar con el Nombre de Dios muestra dependencia divina antes de considerar cualquier acción personal.
Indagación 2: ¿Es preferible implicar un verbo o un sustantivo?
En este análisis, al-Rāzī discute si el verbo o el sustantivo implícito es más adecuado en la fórmula "En el Nombre de Dios". Algunos estudiosos sugieren que un verbo implícito, como "Yo comienzo", es más natural debido al flujo narrativo del Corán. Otros argumentan que un sustantivo implícito como "El comienzo" es más apropiado porque subraya la relación directa entre Dios y Su creación, independiente de las acciones humanas. Al-Rāzī considera que ambos enfoques son válidos, pero enfatiza que el sustantivo refuerza la idea de que Dios es la causa última y primordial.
Indagación 3: La relación entre preposición y genitivo en la fórmula
Al-Rāzī analiza las estructuras gramaticales de la frase, específicamente cómo la preposición bi en bi’smi (en el Nombre) establece una relación genitiva con los atributos de Dios, como al-Raḥmān (el Compasivo) y al-Raḥīm (el Misericordioso). Explica que esta construcción resalta la conexión inseparable entre el Nombre de Dios y Sus atributos, enfatizando que los nombres no solo describen a Dios, sino que también reflejan Su esencia y acciones.
Indagación 4: El significado del "Nombre"
El autor explora la relación entre el término nombre y la esencia de Dios. Sostiene que un nombre es una convención lingüística que conecta una palabra con una realidad específica. En el contexto de bi’smi, el término resalta la trascendencia de Dios y la nobleza inherente de Su mención. Para al-Rāzī, el uso del término Nombre enfatiza que Dios precede todas las cosas en existencia y que Su mención debe preceder cualquier otra.
Indagación 5: ¿Por qué se incluye el "Nombre" en la fórmula?
Al-Rāzī responde a la crítica de que el término Nombre podría ser innecesario, ya que podría simplificarse a "En Dios". Argumenta que incluir Nombre tiene beneficios profundos: señala la supremacía de la mención de Dios sobre cualquier otra mención y subraya que Su Nombre es tan sublime como Su esencia. Este uso también diferencia la fórmula de un juramento, destacando su propósito devocional y litúrgico.
Capítulo II: La recitación y la escritura del Basmala
Sección I: Indagaciones sobre la Recitación
Indagación 1: Puntos de Detención
La detención durante la recitación del Corán puede clasificarse en tres categorías: incompleta, suficiente y completa. Una detención incompleta ocurre cuando la frase no es comprensible por sí sola. La suficiente es comprensible pero está conectada al contexto siguiente, mientras que la completa separa una frase autónoma. Por ejemplo, en el verso "En el nombre de Dios, el Compasivo", la detención es incompleta hasta que se agrega "el Misericordioso". Esto ilustra cómo las detenciones afectan la coherencia y la recitación.
Indagación 2: La Letra Lam
La pronunciación del lam en Allah se realiza con velarización, especialmente tras vocales abiertas (fatha) o redondeadas (damma). Esto refleja la magnificación asociada al nombre divino, contrastando con el lam suave que se pronuncia únicamente con la punta de la lengua.
Indagación 3: Propósito de la Velarización
El lam velarizado enfatiza la reverencia hacia Dios. Su pronunciación exige mayor esfuerzo, lo que, según las tradiciones espirituales, simboliza un recuerdo más profundo de lo divino, ya que involucra toda la lengua, implicando una devoción total.
Indagación 4: Relación con Otros Sonidos
El lam velarizado se distingue de su forma ligera, similar a las diferencias entre otras consonantes árabes como sin y sad. Sin embargo, no se consideran letras completamente diferentes, sino variantes fonéticas.
Indagación 5: Asimilación del Lam
La asimilación ocurre cuando dos lam consecutivos se fusionan en palabras como Allah. Este fenómeno simplifica la pronunciación y refleja reglas gramaticales específicas del árabe clásico.
Indagación 6: Implicaciones Espirituales de la Asimilación
La desaparición del lam del artículo definido en Allah simboliza la disolución de la gnosis individual ante la Presencia Divina. Este proceso espiritual subraya la trascendencia de Dios sobre las limitaciones humanas.
Indagación 7: Pronunciación del Nombre Allah
No es permitido omitir la segunda alif en Allah salvo en contextos poéticos, donde el ritmo o la métrica lo justifican. Este detalle técnico también genera preguntas legales sobre su validez en juramentos y rituales.
Indagación 9: Pronunciación de al-Rahmān
La duplicación de la ra en al-Rahmān deriva de la asimilación del artículo definido. Este proceso lingüístico depende de la proximidad de los puntos de articulación de las letras, lo que facilita su pronunciación.
Indagación 11: Flexión Gramatical
Aunque al-Rahmān y al-Rahīm son genitivos por concordar con Allah, pueden interpretarse en otros casos gramaticales dependiendo del contexto y significado atribuido.
Sección II: Indagaciones sobre la Escritura
Indagación 1: Modificación de la Escritura del Bā
El bā en bi’smi Allāh se eleva gráficamente como indicación de la eliminación de la alif. Esta modificación también busca magnificar visualmente el nombre divino al inicio del Corán.
Indagación 2: Significados Espirituales del Bā
El bā, humilde en su forma escrita, se eleva al asociarse con el nombre de Dios. Esto sugiere que la conexión con Dios puede elevar espiritualmente al ser humano.
Indagación 3: Eliminación de la Alif
La alif de ism en bi’smi Allāh se omite para aligerar la escritura debido a su uso frecuente. En contextos menos comunes, como iqra’ bi’smi rabbik, se conserva para mantener claridad semántica.
Indagación 4: Escritura de Allah con dos Lam
El nombre Allah se escribe con doble lam por razones lingüísticas y espirituales, como evitar confusiones con otras palabras (ilah) y magnificar el nombre divino.
Indagación 5: Omisión del Final Hā’
El hā final de Allah puede omitirse para evitar repeticiones visuales de letras similares, un detalle estilístico en la caligrafía árabe.
Indagación 6: Implicaciones Místicas
El análisis místico de la palabra Allah relaciona sus letras con un proceso espiritual. Desde lo más bajo de la garganta hasta la punta de la lengua, las letras simbolizan la ascensión del alma hacia lo divino y su eventual retorno a la unidad.
Indagación 7: Escritura de al-Rahmān
La eliminación de la alif en al-Rahmān busca aligerar su escritura, siempre que no comprometa su forma esencial. Esto no es aplicable a palabras como al-Rahīm, donde su omisión podría causar confusión.
Capítulo III: Concerniente al nombre
Sección I: Indagaciones basadas en la transmisión
- Se formó a partir del imperativo ismū similar a ud‘ū ("llama").
- Se derivó de ismi, como ramayta ("lanzaste"), pero se sustantivó y declinó, dejando de ser un verbo. Este proceso refleja cómo algunas palabras se desarrollan desde verbos y adquieren una nueva función gramatical.
Sección II: Indagaciones basadas en la razón
- Los Karramitas y los Ash‘aritas afirman que el nombre es equivalente al referente.
- Otros sostienen que el nombre es distinto tanto del referente como del acto de nombrar.
- Fakhr al-Din al-Razi concluye que el nombre no es idéntico ni al referente ni al acto de nombrar.
El autor considera que esta discusión no tiene valor práctico ni teórico, ya que:
- Si el nombre y el referente son lo mismo, la exploración lleva a una conclusión trivial.
- Si son distintos, la pregunta es irrelevante porque la distinción es obvia.
Por lo tanto, según el autor, esta cuestión no merece una mayor exploración.
Indagación 3: Pruebas de que el nombre no puede ser el referente
- El nombre puede existir aunque el referente no, como cuando se menciona algo inexistente.
- Los nombres son múltiples para un único referente (sinónimos) y un nombre puede tener varios referentes (homónimos). Esto demuestra que no son lo mismo.
- La relación entre nombre y referente es de anexión (iḍāfa), como la posesión, lo que implica que deben ser distintos.
- Los nombres constan de sonidos pasajeros, mientras que los referentes pueden ser entidades permanentes.
- El Corán menciona que los nombres de Dios son múltiples, pero Dios mismo es único, lo que refuerza esta distinción.
- Los nombres son conceptos simples que describen una esencia, mientras que los verbos son compuestos, indicando una acción y tiempo.
- Los nombres no necesitan verbos para existir, pero los verbos requieren agentes (expresados con nombres).
- Dos nombres pueden formar una oración completa, mientras que dos verbos no.
- Aquellos que describen una esencia (dhāt).
- Los que denotan una acción específica.
- Los que describen una característica relacional.
- Combinaciones de atributos activos, relacionales o eliminativos.
- Nombre que denota un estado eliminativo (ṣifa salbiyya): Por ejemplo, "ciego" o "pobre", que describen la ausencia de algo.
- Nombre que combina un atributo actual y relacional: Por ejemplo, "sabio" o "poderoso", donde el atributo actual (como sabiduría o poder) está vinculado a una relación con objetos o sujetos externos.
- Nombre que combina un atributo actual y eliminativo: Como decir "poderoso y no impedido por nada", lo cual combina la afirmación de un atributo con la negación de obstáculos.
- Nombre que combina un atributo relacional y eliminativo: Ejemplo: awwal ("el primero"), que denota ser previo a todo (relacional) y no precedido por nada (eliminativo). Otro ejemplo es qayyūm ("el autosuficiente sustentador"), que implica independencia total (eliminativo) y la capacidad de sostener a otros (relacional).
- Nombre que combina atributos actuales, relacionales y eliminativos: Este combina los tres tipos de atributos y es el más completo en su significado.
- Algunos lo identifican como Dhu al-Jalāl wa al-Ikrām ("El Poseedor de Majestad y Generosidad").
- Otros lo consideran al-Ḥayy al-Qayyūm ("El Viviente, el Sustentador").
- Muchos afirman que es Allah, dado que este es tratado como el nombre propio que denota la esencia divina.
- Algunos sostienen que el Ism Allah al-A‘ẓam es el nombre Allah, y esta opinión es la más probable según Fakhr al-Din al-Razi. Esto se debe a que Allah es tratado como un nombre propio que denota directamente la esencia divina. Si esto es correcto, entonces este nombre hace referencia exclusivamente a Su esencia, diferenciándose de otros nombres que pueden denotar atributos o cualidades divinas.
Sección II: Nombres que denotan modalidades de existencia
Los términos que describen las modalidades de la existencia de Dios apuntan a destacar su trascendencia y eternidad. Entre ellos se encuentran:
1. Preeterno (Azali):
Este término implica que Dios no tiene un comienzo en el tiempo; su existencia no está condicionada por el devenir temporal. Es un concepto crucial en la teología islámica, ya que refuerza la idea de que Dios no está sujeto a las limitaciones de la creación, como el tiempo o el espacio. La preeternidad subraya que Dios existe antes de toda cosa creada y no depende de ninguna causa para su existencia.
2. Eterno (Abadi):
La eternidad de Dios se refiere a su existencia sin fin. Esto implica que, mientras toda la creación es finita y puede llegar a su conclusión, Dios es infinito y perpetuo. En el Corán, esta idea se encuentra en versículos como: "Todo perecerá salvo Su rostro" (Q.28:88), lo que subraya la inmortalidad de Dios frente a la transitoriedad de las cosas creadas.
3. Perpetuo (Dā'im):
A diferencia de "eterno", este término enfatiza la continuidad de la existencia divina. "Dā'im" se usa para describir la persistencia y estabilidad inalterable de Dios en todas las eras y circunstancias. Este atributo implica que, aunque el universo cambie, Dios permanece constante y no sufre alteración alguna.
4. Autoexistente (Qayyūm):
El término "qayyūm" aparece en el Corán en el Ayat al-Kursi (Q.2:255): "Él es el Viviente, el Autoexistente". Este atributo destaca que Dios es autosuficiente, que no depende de nada ni de nadie, mientras que todo lo demás depende de Él. Es una reafirmación de su total independencia y supremacía.
5. Absoluto:
En la teología islámica, el concepto de absolutidad implica que la existencia de Dios no tiene restricciones ni condiciones. Su ser es puro y completo, no limitado por ninguna dualidad o imperfección. Esto se opone a la naturaleza contingente de la creación, que depende de factores externos para existir.
Estos nombres y atributos no solo recalcan la singularidad y supremacía de Dios, sino que también ayudan a los creyentes a comprender su papel como el único ser cuya existencia no está sujeta a ningún tipo de limitación.
Sección III: Atributos actuales además de la existencia
Los atributos divinos, además de su existencia, han sido objeto de extensas discusiones en la teología islámica. Se refieren a cualidades específicas que caracterizan la esencia y los actos de Dios, como el conocimiento, el poder, la vida, la voluntad, el habla, y más.
1. Conocimiento (ʿIlm):
Dios es descrito como el Omnisciente, con conocimiento absoluto de todo lo que existe, ha existido y existirá. Su conocimiento no es adquirido ni depende de algo externo, ya que es inherente a su esencia. El Corán refuerza esto al declarar: "Él sabe lo que está en los cielos y en la tierra" (Q.57:4). Además, su conocimiento incluye tanto lo manifiesto como lo oculto, lo pasado, presente y futuro, lo cual trasciende la comprensión humana.
2. Poder (Qudra):
El poder de Dios es ilimitado y abarca todas las posibilidades. Él es capaz de crear, mantener y destruir sin esfuerzo ni restricción alguna. Este atributo es fundamental para entender su relación con la creación, ya que todo lo que existe depende de su poder. El Corán lo expresa claramente: "Cuando Él decreta un asunto, le dice: '¡Sé!' y es" (Q.2:117). La omnipotencia divina destaca su capacidad para actuar sin necesidad de intermediarios o agentes.
3. Vida (Hayāt):
El atributo de la vida es la base de todos los demás atributos activos. Dios es el Viviente (al-Hayy), lo que implica que su existencia no es estática ni inerte, sino dinámica y plena de vitalidad. Su vida no es comparable con la de los seres creados, ya que es eterna, autosuficiente y no depende de procesos biológicos. Este atributo asegura que Dios tiene la capacidad de conocer, querer y actuar.
4. Voluntad (Irāda):
Dios posee una voluntad absoluta y soberana, lo que significa que todo ocurre según su decreto. Esto abarca tanto los actos de creación como los acontecimientos en el universo. Sin embargo, los teólogos han debatido cómo armonizar la voluntad divina con la libertad humana. En general, se sostiene que la voluntad de Dios siempre se cumple, aunque permita cierta libertad limitada a las criaturas.
5. Habla (Kalām):
El habla de Dios se entiende como su capacidad para comunicar su voluntad y conocimiento a través de los profetas y las escrituras reveladas. Aunque el Corán es considerado la palabra eterna de Dios, los teólogos han discutido si su "kalām" es inherente a su esencia o una manifestación creada. En cualquier caso, este atributo refuerza la idea de que Dios interactúa con su creación de manera directa.
6. Perfección:
Los atributos de Dios no son partes separadas de su esencia, sino que son perfectos y completos en sí mismos. Esto significa que no se contradicen ni se limitan mutuamente. Por ejemplo, el conocimiento de Dios no restringe su poder, y su voluntad no disminuye su sabiduría.
Estos atributos sirven como una base para que los creyentes comprendan la grandeza y la cercanía de Dios. Mientras que su esencia es trascendente y está más allá de la comprensión humana, sus atributos revelan aspectos de su interacción con el mundo y los seres humanos. La reflexión sobre ellos inspira devoción, humildad y un sentido profundo de conexión con lo divino.
Capítulo VI: Nombres que denotan atributos relativos
Fakhr al-Dīn al-Rāzī
aborda los conceptos teológicos islámicos relacionados con la esencia,
atributos y acciones de Dios, centrados en su trascendencia y perfección
absoluta. La argumentación sigue tres líneas principales: eliminaciones para la
esencia, eliminaciones para los atributos y eliminaciones para las acciones,
respaldadas por citas coránicas.
Eliminaciones para la
esencia
Fakhr al-Din al-Razi subraya que la esencia de Dios es completamente distinta de cualquier otra
cosa. Dios no es sustancia, cuerpo, espacio, ni depende de algo externo. Este
principio se refuerza con la idea de que Su esencia y atributos son únicos y no
limitados por las categorías humanas. Las características eliminadas incluyen
cualquier dependencia o necesidad, como se refleja en las declaraciones del
Corán sobre Su autosuficiencia y trascendencia.
Eliminaciones para los
atributos
Los atributos divinos no
pueden implicar imperfección ni contradecir Su perfección. Se eliminan
características como el sueño, el olvido, la ignorancia o la incapacidad. Cada
eliminación refuerza la perfección de Dios, garantizando que Sus atributos como
conocimiento, poder, autosuficiencia y unicidad estén libres de defectos. Estas
cualidades se ilustran con referencias coránicas que afirman Su omnipotencia y
omnisciencia absolutas.
Eliminaciones para las
acciones
Dios no realiza acciones
que impliquen imperfección, injusticia o futilidad. No crea sin propósito, ni
actúa por diversión o vanidad. Además, no desea el mal, la corrupción o la
injusticia, ni beneficia personalmente de la obediencia de Sus criaturas. Las
acciones de Dios son siempre justas, y Su voluntad es incuestionable,
reflejando Su autoridad absoluta.
Nombres relacionados con
estos conceptos
El texto finaliza mencionando algunos nombres de Dios que encapsulan estos principios, como al-Quddūs (el Santo) para indicar Su perfección, y al-Ghani (el Autosuficiente), que refuerza Su independencia. Estos nombres eliminativos subrayan Su trascendencia sobre las limitaciones humanas y Su misericordia.
Capítulo VII: Nombres que denotan una combinación atributos actuales y relativos
1. Nombres
relacionados con el poder y la capacidad (qudra)
El capítulo aborda
nombres divinos que denotan poder en el Corán, como al-Qādir ("Él
es capaz de enviar calamidades..."), al-Qādirun ("Determinamos,
y somos los mejores para determinar"), y al-Muqtadir ("Perfecto
en habilidad"). También analiza términos como malik/mulk ("Dueño
del Día del Juicio"), subrayando la superioridad del soberano divino
frente al humano. Se introducen conceptos cercanos como quwwa (fuerza)
en expresiones como Dhū al-Quwwa ("Poseedor de fuerza
firme").
2. Nombres
relacionados con el conocimiento ('ilm)
Incluyen nombres
derivados de "conocimiento", como al-‘Alīm ("El
Conocedor") y al-Khabīr ("El Informado").
También menciona al-Hakīm (sabio), relacionado con el juicio
perfecto, y al-Laṭīf ("El Sutil"), que combina el
conocimiento minucioso con la capacidad de otorgar beneficios de maneras
misteriosas.
3. Nombres
relacionados con el habla (kalām)
Se exploran formas del
verbo hablar, como en kalām ("Dios habló
directamente a Moisés"), qawl ("Tu Señor dijo a los
ángeles"), y amr (mandato). Resalta que estos términos
expresan el poder comunicativo y directivo de Dios.
4. Nombres
relacionados con la voluntad (irāda)
Términos como irāda (voluntad)
y riḍā (agrado) reflejan la intención y el beneplácito divino.
También se incluyen maḥabba (amor) y karāha (rechazo),
destacando cómo Dios manifiesta su cercanía o desaprobación hacia los actos
humanos.
5. Nombres
relacionados con la audición (sam‘) y la visión (baṣar)
Dios es al-Samī‘ ("El
Oyente") y al-Baṣīr ("El Vidente"), cualidades
que subrayan su capacidad absoluta para percibir todo, mientras que su
naturaleza trasciende cualquier limitación física.
6. Nombres que
combinan atributos relativos y eliminativos
Se analizan nombres
como al-Awwal ("El Primero") y al-Akhir ("El
Último"), que combinan aspectos relacionales (precedencia y eternidad) y
eliminativos (la imposibilidad de ser superado). También al-Ẓāhir ("El
Manifiesto") y al-Bāṭin ("El Oculto") reflejan
esta dualidad.
7. Nombres que
abarcan la esencia y los atributos
Al-Ḥayy ("El
Viviente") resume existencia, eternidad y autosuficiencia divina,
abarcando tanto atributos de trascendencia como relacionales.
8. Nombres
discutidos
Nombres como al-‘Aẓīm ("El
Grandioso") y al-Kabīr ("El Grande") se
examinan en sus connotaciones posibles de corporeidad, refutando las
interpretaciones antropomorfistas y reafirmando su carácter absoluto y
trascendente.
9. Nombres divinos
pronominales
Los pronombres Ana ("Yo"), Anta ("Tú")
y Huwa ("Él") son usados para denotar a Dios en
niveles de proximidad. "Yo" implica la autoafirmación divina;
"Tú" establece un vínculo íntimo entre el siervo y Dios; y
"Él" resalta la incomprensibilidad de Su esencia.
Reflexión final sobre
"Huwa" ("Él")
El nombre "Huwa" encarna un significado profundo de trascendencia, donde el ser humano reconoce su nulidad frente a Dios. Este término se convierte en el recuerdo más noble, pues implica la autoanulación del siervo y su total enfoque en la unicidad divina. La repetición de "Huwa" simboliza un anhelo incesante por Dios y un estado de cercanía espiritual que trasciende toda forma de conocimiento conceptual.
Capítulo VIII: Lo que resta de los problemas relativos a los nombres divinos
Indagación 1: ¿Están los nombres delimitados por la
revelación?
Los eruditos difieren sobre si los nombres de Dios
están exclusivamente delimitados por la revelación (tawqīf) o si pueden
ser de origen convencional (iṣṭilāḥ). Tres posturas se presentan:
1. Primera postura: Sólo se pueden usar
nombres o atributos de Dios presentes en el Corán o en hadices auténticos.
2.Segunda postura: Se pueden emplear
nombres adicionales siempre que el significado sea compatible con la majestad
divina.
3.
Postura de Ghazali: Diferencia entre
nombres (ism), que deben ser revelados, y atributos (ṣifa), que
no tienen esta restricción. Ejemplo: "Mi nombre es Muhammad", pero
mis atributos pueden ser "alto" o "sabio".
Se argumenta que algunos nombres, como al-Rabb (Señor),
tienen ejemplos autorizados en la tradición islámica, pero otros términos
como faqīh (jurista) o mubīn (claro) no son
apropiados para Dios debido a limitaciones en sus significados humanos.
Indagación 2: Palabras problemáticas en su significado
literal
Existen palabras en el Corán que, tomadas
literalmente, parecerían atribuir características inadecuadas a Dios, como:
- Mofa (makr,
"Dios trama"),
- Ira (ghaḍab,
"Dios se enoja"),
- Asombro (ta‘ajjub,
"Dios se asombra"),
- Vergüenza (ḥayā’,
"Dios no se avergüenza de...").
Estos términos deben interpretarse de forma
metafórica. Por ejemplo, "ira" no implica emoción como en los
humanos, sino consecuencias divinas (castigo). De igual modo, "trama"
indica superioridad divina sobre los planes humanos.
Indagación 3: Los mil nombres de Dios
Algunas tradiciones sugieren que Dios tiene 1,000
nombres en diferentes revelaciones: el Corán, la Torá, los Evangelios, los
Salmos y en la Tabla Preservada (al-Lawḥ al-Maḥfūẓ), aunque no todos se
han transmitido. El número de nombres y atributos divinos es infinito porque
refleja la infinita sabiduría y misericordia de Dios, visibles en la creación.
Ejemplo: Al estudiar los detalles del cuerpo humano,
se descubren innumerables manifestaciones de la sabiduría divina, cada una
conectada a un Nombre de Dios. La inmensidad de estas manifestaciones respalda
la idea de la infinitud de los nombres divinos.
Indagación 4: Fórmulas misteriosas e incomprensibles
Existen fórmulas de recuerdo y súplicas (adhkār)
que parecen incomprensibles. Se argumenta que:
- Si
estas palabras no significan nada, carecen de beneficio.
- Si
evocan el recuerdo de los atributos de Dios, son válidas. La repetición de
estas palabras puede ayudar a liberar el alma de lo corporal y dirigirla
hacia lo divino, incluso si el significado no se comprende completamente.
Indagación 5: Conexión entre los nombres divinos y las
almas
Cada Nombre de Dios está asociado a un significado
particular. Cuando un alma refleja ese significado, se conecta con ese Nombre,
lo que permite beneficiarse espiritualmente. Por ejemplo, una persona inclinada
a la misericordia puede encontrar una conexión especial al recordar nombres
como al-Raḥīm (El Misericordioso).
El sufí Abu al-Najib al-Suhrawardi recomendaba a sus
discípulos usar los Nombres Divinos para alcanzar estados espirituales
específicos, dependiendo de la naturaleza de sus almas. Esto destaca cómo las
cualidades inherentes de un alma facilitan su afinidad con ciertos Nombres
divinos.
Capítulo IX: El nombre de Allah
Indagación 1: ¿Es un
nombre derivado?
La opinión predominante
entre los gramáticos, como al-Khalil y Sibawayh, y la mayoría de los juristas,
sostiene que "Allah" es un nombre propio (‘alam)
que no está derivado (mushtaq) de ninguna raíz. Esto se justifica con
los siguientes argumentos:
1. Si
fuese derivado, tendría un significado universal y no exclusivo. La afirmación
"No hay dios excepto Allah" perdería su sentido de monoteísmo puro,
ya que "Allah" podría aplicarse a otros entes.
2. Cuando
se mencionan nombres junto con atributos, el nombre propio precede a los
atributos. Por ejemplo, decimos "Allah, el Sabio, el Poderoso", y no
al revés.
3. El
Corán afirma: "¿Conoces algún semejante [samiyy] a Él?"
(Q.19:65). Esto demuestra que "Allah" es único y no derivado.
Objeciones a esta
postura: Algunos argumentan que "Allah" podría
ser un adjetivo porque:
- En el Corán, se dice: "Él es
Allah en los cielos" (Q.6:3), lo cual sugiere un atributo y no un
nombre propio.
- Si "Allah" fuese un nombre
propio, no tendría sentido usarlo para identificar algo que ya es único.
Respuesta a las
objeciones: La interpretación de que
"Allah" sea un atributo no es correcta. El término puede ser un
nombre propio incluso si no indica características físicas o tangibles. Además,
los gramáticos coinciden en que "Allah" se usa para referirse exclusivamente
a Dios.
Indagación 2: Posibles
derivaciones
Algunos opinan que
"Allah" podría derivar de la raíz árabe:
A. De Alaha ("adorar")
- Según esta visión, "Allah"
significa "el Adorado". Aunque este significado se adoptó
posteriormente, Dios siempre fue digno de adoración desde la eternidad.
- La adoración debe ser un acto de
reverencia absoluta hacia Dios, no un medio para obtener recompensas o
evitar castigos, pues eso indica ignorancia y falta de amor verdadero
hacia Él.
Objeción a esta
derivación: Si "Allah" significa
"adorado", entonces no podría haber sido tal en la preeternidad, ya
que no existían adoradores.
B. De Wuliyya ("repose,
descansar")
- Este significado sugiere que las
mentes y espíritus encuentran tranquilidad en la mención de Dios. Esto se
conecta con el versículo: "En el recuerdo de Dios encuentran las
mentes satisfacción" (Q.13:28).
C. De Malah ("perder
la mente")
- Aquí, "Allah" implicaría el
estado de aquellos que se pierden en la majestad y unicidad divina,
quedando embelesados por Su grandeza.
D. De ‘Ala ("ser
elevado")
- Dios está por encima de todas las
cosas creadas y contingentes. Este significado subraya Su trascendencia y
perfección única.
E. De Haliha ("estar
confundido")
- La confusión aquí proviene de la
incapacidad de la mente humana para comprender plenamente la esencia de
Dios, lo que lleva a aceptar la inmensidad de Su realidad.
F. De Iltaha ("ser
oculto")
- Dios es oculto debido a Su propia
sublimidad. Al igual que la luz del sol puede ser tan intensa que no la
percibimos directamente, la esencia divina está más allá de nuestra
capacidad intelectual.
G. De Ila ("ser
dependiente")
- Todo ser creado depende de Dios para
existir y sobrevivir. En tiempos de crisis, incluso los incrédulos tienden
a volverse hacia Él.
Indagación 3: Derivación
lingüística
Algunos opinan que
"Allah" no es un término árabe, sino que deriva del siríaco o arameo,
donde términos similares como Allaha o Rahman existen.
Sin embargo, esta similitud no niega que "Allah" sea un término
genuinamente árabe, como lo confirman varios versículos coránicos que usan el
término exclusivamente.
Indagación 4:
Exclusividad del nombre "Allah"
"Allah" es único en comparación con otros nombres divinos. Nadie más puede apropiarse de este nombre sin modificarlo, como ocurre con ídolos que se designan como "el dios de tal cosa". Además:
- Es el único nombre usado en la shahada (testimonio de fe) para ingresar al Islam. Decir "No hay dios sino Allah" es suficiente, mientras que usar cualquier otro nombre divino no lo es.
- La estructura del nombre es única. Si se eliminan letras progresivamente, los remanentes (Lillah, Lahu, Hu) siguen refiriéndose a Dios.
- Abrarca todos los atributos divinos: Mientras que otros nombres divinos enfatizan atributos específicos, como la compasión (ar-Rahman) o el conocimiento (al-‘Alim), "Allah" incluye todos los atributos en su significado.
- Es central en la fe: La mención de "Allah" es suficiente para expresar el monoteísmo y establecer una conexión directa con Dios.
Capítulo X: Los nombres de Al-Rahman y Al-Rahim
Fakhr al-Din al-Razi, en su reflexión,
examina la naturaleza de lo beneficioso y necesario en la vida terrenal y en el
Más Allá. Establece una categorización de los bienes y males en cuatro tipos:
los beneficiosos pero no necesarios, los necesarios y beneficiosos, los
necesarios pero no beneficiosos, y aquellos que no son ni beneficiosos ni
necesarios. Este análisis sirve para distinguir entre los bienes temporales,
que cesan con la muerte, y los bienes eternos, como el conocimiento de Dios, cuya
ausencia conduce a la muerte espiritual y al sufrimiento eterno del alma.
- La primera categoría incluye cosas que son beneficiosas pero no necesarias. Estas son útiles para la vida, pero no esenciales para la supervivencia o la realización espiritual. Ejemplos de ello serían los bienes materiales, como la riqueza o el confort. Son deseables en el mundo terrenal, pero no tienen impacto en el destino eterno del alma, ya que una persona puede vivir sin ellos.
- La segunda categoría abarca aquellas cosas que son necesarias y beneficiosas. Estas no solo son esenciales para la existencia, sino que también contribuyen significativamente al bienestar físico y espiritual. En la vida terrenal, ejemplos de esto serían el aire o los alimentos, que son indispensables para la supervivencia. Sin embargo, desde una perspectiva espiritual, Razi destaca el conocimiento de Dios (gnosis) como el bien supremo en esta categoría. Este conocimiento es necesario para la vida del alma, ya que su ausencia conduce a la muerte espiritual y al sufrimiento eterno. Es beneficioso tanto en esta vida como en el Más Allá, asegurando el bienestar eterno del alma.
- La tercera categoría se refiere a las cosas que son necesarias pero no beneficiosas. Estas son inevitables en la vida de muchas personas, pero no aportan un beneficio positivo y, a menudo, pueden ser perjudiciales. Ejemplos incluyen la pobreza, la enfermedad o la vejez, que son realidades de la existencia humana, pero que no contribuyen directamente al bienestar. Razi enmarca estas experiencias como pruebas dentro del plan divino, que pueden purificar el alma o redirigirla hacia el bien.
- Finalmente, la cuarta categoría corresponde a aquellas cosas que no son ni beneficiosas ni necesarias. Estas incluyen condiciones o circunstancias que carecen de valor tanto en la vida terrenal como en el Más Allá. Un ejemplo destacado por Razi es el castigo eterno en el Más Allá, que no aporta ningún beneficio al alma y es resultado del alejamiento de Dios. En el mundo terrenal, esto podría incluir actos triviales o inmorales que no tienen un propósito constructivo ni contribuyen al desarrollo espiritual.
Razi describe la "gnosis de Dios" como un
bien esencial y necesario tanto en esta vida como en la otra. Sin esta conexión
divina, el corazón humano muere espiritualmente, llevando a un estado de dolor
eterno, el cual compara con la segunda muerte en el Más Allá, mucho más severa
que la primera, ya que dura para siempre. También compara la gnosis con el aire
que mantiene la vida del corazón, destacando su papel para equilibrar y
purificar las dudas y corrupciones del alma.
Profundiza en la relación entre los seres
humanos y Dios, destacando que toda misericordia, generosidad y bondad se
originan únicamente en Dios. Según Razi, aunque parezca que otras personas
muestran misericordia, en realidad esta proviene de Dios, quien crea en sus
corazones la motivación para actuar con compasión. De esta manera, la
misericordia y los beneficios percibidos de otros seres son en última instancia
una extensión de la misericordia divina.
Además, Razi argumenta que la misericordia de Dios es
incomparablemente superior a cualquier otra forma de bondad. Esto se debe a
varias razones: Dios es perfecto y no necesita nada, mientras que las acciones
humanas suelen estar motivadas por intereses personales o la búsqueda de algún
beneficio. También subraya que Dios, en su omnisciencia y omnipotencia, conoce
perfectamente las necesidades de cada individuo y puede satisfacerlas en todo
momento, a diferencia de los seres humanos, que están limitados en su
conocimiento y capacidades.
Finalmente, Razi concluye que Dios es el único digno de ser considerado verdaderamente misericordioso y generoso. Aun cuando se conceda que otros puedan mostrar misericordia, esta siempre será inferior, menos perfecta y menos deseable que la misericordia divina. La relación con Dios, en este contexto, se presenta como el bien supremo, ya que ser siervo de Dios es mucho más elevado que cualquier relación de servidumbre o dependencia hacia otros.
Capítulo XI: Alusión espiritual de la Basmala
Punto 1: La verdadera
fuente de curación es Dios
En una historia inicial,
un hombre enfermo encuentra alivio al consumir una hierba del desierto después
de recurrir a Dios en busca de ayuda. Más tarde, al intentar curarse nuevamente
con la misma hierba, su enfermedad se agrava. Dios le explica que en la primera
ocasión obtuvo la curación porque confió en Él, mientras que en la segunda puso
su fe en la hierba misma. Esta anécdota subraya una lección fundamental: toda
ayuda y todo remedio proceden de Dios, y no de los medios materiales. La
historia invita a reflexionar sobre la dependencia total del Creador como
fuente última de bienestar y sanación.
Punto 2: La vigilancia
divina nunca cesa
Se narra la historia de
una mujer piadosa que, tras pasar la noche en oración, se duerme. Un ladrón
entra en su casa y le roba ropa, pero se pierde al intentar salir, siendo
incapaz de escapar tres veces consecutivas. Finalmente, una voz divina le
ordena dejar lo robado y marcharse. Este relato simboliza la protección
constante que Dios ofrece a quienes son fieles a Él, incluso en los momentos en
que no están conscientes o en vigilia. Resalta la omnipresencia de Dios y Su
papel como guardián de los creyentes.
Punto 3: La paz entre
criaturas refleja la paz con Dios
Se menciona a un místico
cuya relación espiritual con Dios era tan profunda que los lobos no atacaban a
sus ovejas. Cuando un testigo le pregunta cómo es posible esa paz entre
depredadores y presas, el místico responde que ocurre porque él ha hecho las paces
con Dios. Esta respuesta sugiere que la armonía entre las criaturas es una
manifestación de la paz interior y la relación espiritual de un ser humano con
su Creador.
Punto 4: La ligereza del
camino divino
La frase "En el
nombre de Dios" no solo inaugura actos devotos, sino que simboliza la
facilidad, ligereza y bondad con las que Dios guía a Sus siervos. Al-Rāzī
destaca que el simple acto de invocar a Dios antes de emprender cualquier
acción alinea al ser humano con un propósito superior, simplificando los
desafíos espirituales y materiales.
Punto 5: El impacto de
escribir el nombre de Dios
En una historia sobre el
faraón, se relata que escribió "En el nombre de Dios" en la puerta de
su palacio antes de proclamarse dios. Aunque su incredulidad lo condenó, esta
inscripción le otorgó cierta protección divina. Al-Rāzī usa este ejemplo para
enfatizar que quienes inscriben el nombre de Dios en sus corazones desde el
inicio de su vida alcanzan un destino mucho más noble, pues interiorizan Su
presencia y guía.
Punto 6: La misericordia
incomparable de Dios
En una anécdota, un
mendigo llega a una puerta lujosa y se queja de que la generosidad del dueño no
corresponde con la magnificencia de la entrada. Este contraste se usa para
ilustrar que la misericordia humana es limitada y no puede compararse con la de
Dios, quien siempre responde con abundancia a las necesidades de Sus siervos.
La generosidad divina, simbolizada por Sus nombres compasivos, supera toda
medida y asegura Su bondad incluso para los más pecadores.
Punto 7: Los nombres
divinos y el balance entre poder y misericordia
El nombre Allah representa
el poder y el dominio absoluto de Dios sobre toda la creación, mientras que los
nombres Al-Raḥmān (el Compasivo) y Al-Raḥīm (el
Misericordioso) destacan que Su misericordia prevalece sobre Su poder. Este
equilibrio refleja la relación de Dios con la humanidad, priorizando siempre el
perdón y la bondad sobre el castigo.
Punto 8: La protección
del nombre de Dios
La frase "En el
nombre de Dios" actúa como un sello divino que protege al creyente de las
fuerzas del mal, de la misma forma que un soberano marca sus posesiones para
prevenir abusos. Al iniciar cualquier acción con estas palabras, el creyente se
coloca bajo la protección directa de Dios, alejándose de la influencia de
Satanás y asegurando el éxito espiritual.
Punto 9: La importancia
del recuerdo constante de Dios
El Profeta Muhammad
relata que un anillo con la inscripción "No hay dios sino Dios" fue
modificado por Gabriel para incluir también el nombre de Abu Bakr, llamado
"El Veraz". Este gesto subraya la importancia del recuerdo de Dios y
la inclusión de los creyentes en Su cercanía a través de actos constantes de
devoción.
Punto 10: El uso de la
frase en momentos críticos
En la historia de Noé y
el arca, decir "En el nombre de Dios" al embarcar garantiza la
salvación durante el diluvio. Del mismo modo, el rey Salomón incluye esta frase
en una carta dirigida a Bilqis, la reina de Saba, demostrando que la invocación
del nombre de Dios no solo asegura éxito personal, sino que también transmite
autoridad divina.
Punto 11: Reconocimiento
de los tres niveles de los creyentes
Al-Rāzī relaciona los
nombres divinos con tres tipos de creyentes: los virtuosos (asociados con
Allah), los intermedios (Al-Raḥmān) y los que cometen errores (Al-Raḥīm). Este
esquema muestra cómo Dios adapta Su relación con los individuos según sus
circunstancias espirituales, ofreciendo siempre misericordia y guía.
Punto 12: La relación
personal con el nombre de Dios
Al-Rāzī reflexiona sobre
cómo el nombre de Dios acompaña al creyente en todos los momentos clave:
durante la vida, en la muerte, en el Juicio Final y hasta la entrada al
Paraíso. Esto refuerza la idea de una conexión inquebrantable entre el siervo y
su Señor.
Punto 13: La compasión
divina oculta nuestras faltas
Dios conoce las faltas
más íntimas de cada persona, aquellas que ni los seres más cercanos aceptarían.
Sin embargo, las oculta con Su misericordia, permitiendo que el creyente
mantenga su dignidad. Este acto de ocultamiento refleja la generosidad infinita
de Dios y Su amor incondicional.
Punto 14: La frase como
un acto de devoción total
El respeto por el nombre
de Dios, incluso en gestos simples como recoger un papel con Su inscripción, es
un acto de devoción que genera enormes recompensas espirituales. Incluso los
pecadores más grandes pueden beneficiarse de este respeto hacia lo divino.
Punto 15: Protección
espiritual en todos los actos
Desde el inicio de un
viaje hasta los momentos más íntimos de la vida cotidiana, decir "En el
nombre de Dios" asegura protección y bendiciones. Esta frase convierte los
actos ordinarios en devocionales, alineándolos con la voluntad divina.
Punto 16: El poder del
nombre de Dios sobre la enfermedad
Relatos de curaciones
milagrosas atribuidas a la frase "En el nombre de Dios" ilustran su
capacidad para sanar no solo el cuerpo, sino también el alma, destacando su
importancia en el ámbito espiritual.
Punto 17: La purificación
del cuerpo y el alma
El recuerdo de Dios
durante la ablución purifica tanto el cuerpo como el alma. Este acto simboliza
una limpieza integral, necesaria para acercarse a Dios con sinceridad y pureza.
Punto 18: La demostración
de la verdad del Islam
Khalid b. al-Walid
demuestra la verdad de la fe islámica consumiendo veneno tras invocar el nombre
de Dios y permaneciendo ileso. Este milagro convence a los incrédulos de la
autenticidad de su religión.
Punto 19: La redención a
través de las generaciones
Jesús observa cómo un
niño, al aprender a decir "En el nombre de Dios", redime a su padre
pecador, mostrando cómo los actos piadosos de los descendientes benefician
espiritualmente a sus ancestros.
Punto 20: La persistencia
del recuerdo divino
Incluso en estados de
impureza ritual, los creyentes pueden recitar "En el nombre de Dios",
lo que demuestra la importancia inquebrantable de mantener una conexión
constante con el Creador.
Punto 21: La misericordia
de Dios en el Más Allá
Dios muestra misericordia
en cada etapa del Más Allá: en la tumba, durante el Juicio, en la balanza, y al
cruzar el puente hacia el Paraíso.
Punto 22: La esperanza en
el Día del Juicio
Un hombre lleva la frase
"En el nombre de Dios" inscrita en su sudario, confiando en que será
tratado con la misericordia asociada a esa declaración.
Punto 23: El simbolismo
numérico de la frase
La frase tiene 19 letras,
aludiendo a los 19 guardianes del Infierno y simbolizando protección contra
ellos. También corresponde al número de horas del día fuera de las cinco
oraciones obligatorias, para las cuales expía los pecados.
Punto 24: Ausencia de la
frase en contextos de lucha
La frase no aparece en
capítulos que ordenan combatir, para evitar asociar la misericordia con el acto
de la lucha. Esto subraya que la creación está destinada a la bondad y no a la
violencia.
Nombre 1: Fiirif//lt al-Kirii/J (La Apertura del Libro)
El primer nombre de esta sura deriva de su función en la apertura de los textos escritos, círculos de enseñanza y oraciones. También se le atribuye el título por ser la primera sura revelada desde el cielo.
Nombre 2: Sirat al-Hamd (La Sura de la Alabanza)
Se le llama así porque inicia con la palabra "alabanza" (al-hamd).
Nombre 3: Umm al-Qur'an (La Fuente del Corán)
Este título tiene varias explicaciones:
- Representa el origen, ya que la sura aborda las cuatro materias principales del Corán: divinidad, el más allá, la profecía y el decreto divino.
- Resume los principios fundamentales de los libros revelados: alabanza a Dios, actos de servidumbre y búsqueda de orientación.
- Representa la esencia del conocimiento religioso: los atributos de Dios, sus mandatos y la purificación espiritual.
Nombre 4: al-Sab' al-Mathani (Las Siete Repetidas)
Se llama así por varias razones:
- Es recitada en cada ciclo de oración.
- Consta de siete versos, cada uno con un significado profundo, y simboliza las siete puertas del Infierno, que se cierran para quien la recita.
Nombre 5: al-Wafiya (La Completa)
Se le otorga este título porque no admite división en la oración, a diferencia de otras suras.
Nombre 6: al-Kafiya (La Suficiente)
Este nombre destaca porque la sura es suficiente en sí misma y puede sustituir otras lecturas, pero no es reemplazada por ninguna otra.
Nombre 7: al-Asis (La Fundación)
La sura se considera el fundamento de la fe y la oración, conteniendo los conceptos esenciales de adoración y devoción.
Nombre 8: al-Shifa (La Cura)
Es conocida como una cura para dolencias espirituales y físicas, ya que aborda los fundamentos, las acciones y las iluminaciones divinas necesarias para la sanación integral.
Nombre 9: al-Salah (La Oración)
Es llamada así porque forma parte esencial de la oración islámica, dividiéndose entre el siervo y Dios en sus significados.
Nombre 10: al-Su'al (La Petición)
Este nombre refleja su énfasis en la súplica por guía divina, resaltando que la gnosis y la guía son los mayores objetivos.
Nombre 11: Sirat al-Shukr (La Sura de la Gratitud)
Se llama así porque alaba a Dios por su generosidad y bondad.
Nombre 12: Sirat al-Du'a' (La Sura de la Súplicas)
Este título subraya el verso que pide guía divina: Guíanos por el camino recto.
Capítulo II: De las virtudes de este Sura
Indagación 1: Momento de la Revelación
Existen tres opiniones principales sobre el momento de la revelación de Al-Fatiha:
- Mequí: Según varios relatos, incluyendo el de ‘Ali b. Abi Talib, esta sura fue revelada en La Meca desde un tesoro bajo el Trono Divino. Apoyada por narraciones que afirman que fue lo primero revelado al Profeta Muhammad tras escuchar la voz angelical.
- Mediní: Algunos opinan que fue revelada en Medina, aunque esta postura es rechazada por la mayoría de los estudiosos debido a su contradicción con las pruebas que la sitúan en La Meca.
- Mequí-Mediní: Algunos estudiosos creen que fue revelada dos veces, primero en La Meca y luego en Medina, lo que refleja su importancia al ser repetida.
Indagación 2: Explicación de su Virtud
- Se relata que el Profeta Muhammad dijo que Al-Fatiha es una cura para cualquier veneno y que su recitación puede proteger contra el castigo divino. Es considerada como un resumen de las escrituras divinas previas (Torá, Evangelio, Salmos y el Criterio), reuniendo los conocimientos fundamentales de las ciencias religiosas: fundamentos, ramas y purificaciones espirituales.
- Los estudiosos destacan que esta sura contiene todos los objetivos divinos de las escrituras anteriores, lo que la convierte en un texto central del Corán.
Indagación 3: Características Únicas
- Según al-Razi, Al-Fatiha excluye siete letras específicas del alfabeto árabe (tha, jim, kha, zay, shin, za’, fa’) porque estas están asociadas con conceptos de castigo, como destrucción, infierno, desgracia, exhalación violenta, sombra maligna y otros términos relacionados con el sufrimiento.
- La ausencia de estas letras simboliza que quien recita esta sura se protege de los siete niveles del Infierno.
Indagación 1: Pruebas de la existencia de Dios
La existencia de Dios se establece mediante razonamientos discursivos. Los principales argumentos presentados son:
- Dependencia del mundo creado: Todo lo que existe requiere un creador y sustentador. La frase "Señor de los mundos" indica que todo depende de Dios no solo para su creación, sino también para su mantenimiento continuo.
- El orden del universo: La existencia de un mundo organizado y con propósito apunta a la necesidad de un ser omnipotente y sabio.
- Ausencia de ciertas letras: En Al-Fatiha, se omiten ciertas letras asociadas con conceptos de castigo y maldad, simbolizando la protección de quienes recitan la sura.
Indagación 2: Trascendencia de Dios
- Dios trasciende el tiempo, el espacio y la dirección. Al ser el creador de todas las cosas, incluidas el espacio y el tiempo, no puede estar limitado por ellas.
- Esto refuta doctrinas como el antropomorfismo y la encarnación, subrayando que Dios es absolutamente independiente de su creación.
Indagación 3: Acción voluntaria de Dios
Dios actúa por voluntad y no por necesidad. Esto lo hace merecedor de alabanza, ya que sus acciones son deliberadas y orientadas al beneficio de su creación.
Indagación 4: Perfección y bondad divina
- La prevalencia del bienestar y la bondad en el universo indica que Dios es misericordioso y generoso.
- Cada cambio en el mundo, desde su creación hasta su mantenimiento, demuestra su poder y su voluntad. Esto inspira alabanza y agradecimiento.
Indagación 5: Relación entre la creación y la alabanza
La creación refleja la sabiduría, el poder y la misericordia de Dios. La alabanza a Dios es un reconocimiento de su papel como fuente de todo bien y justicia.
Sección II: Por qué Dios merece alabanza
- Dios es "El Compasivo, El Misericordioso" porque proporciona bienestar a sus siervos y justicia en el Día del Juicio.
- Los momentos de sufrimiento también son una oportunidad para recibir recompensas en el más allá, reafirmando la generosidad divina.
Sección III: Estructura espiritual de Al-Fatiha
- Sharia (Ley): Representada en "A Ti te adoramos," donde el siervo expresa su devoción a Dios.
- Tariqa (Camino): Reflejada en "Y de Ti buscamos ayuda," indicando el reconocimiento de la dependencia total en Dios.
- Haqiqa (Realidad): Expresada en "Guíanos por el camino recto," simbolizando la conexión con Dios a través de la guía espiritual.
Sección IV: La enseñanza de Al-Fatiha
- El ser humano, al reflexionar sobre los beneficios y las pruebas de este mundo, se da cuenta de que todo procede de Dios.
- La frase "Señor de los mundos" abarca la responsabilidad de Dios como creador y sustentador de todo.
- La sura finaliza con un llamado a buscar el camino recto, evitando los errores de los que se han desviado o han incurrido en ira.
Indagación 1: La Recitación Obligatoria en la Oración
En este apartado, Fakhr al-Din al-Razi aborda la cuestión de si la recitación del Corán es obligatoria durante la oración. Inicia afirmando que existe consenso entre los eruditos sobre esta obligación, aunque menciona excepciones, como ciertas posturas atribuibles a al-Ahkam y otros estudiosos que sugieren lo contrario.
Razi utiliza el versículo del Corán:
"Establece la oración al declinar el sol hasta la oscuridad de la noche, y la recitación del amanecer" (Corán 17:78),I
Interpretando que "recitación" (qira’a) alude específicamente al acto de recitar el Corán. En este contexto, la orden de "establecer" implica obligatoriedad. Esta posición se refuerza mediante el uso de hadices, como el de Abu al-Darda', donde un hombre preguntó al Profeta si había recitación en la oración, a lo que el Profeta respondió afirmativamente.
El autor también señala la práctica constante del Profeta y sus compañeros, quienes recitaban el Corán en todas sus oraciones, lo que establece un modelo a seguir para los creyentes. Argumenta que la recitación no solo es obligatoria, sino que forma una parte esencial de la oración, cuya omisión afecta su validez.
Indagación 2: La Obligatoriedad de Al-Fatiha
Esta sección se centra en la cuestión específica de si la recitación de la sura Al-Fatiha es obligatoria durante la oración. Razi presenta dos posturas principales:
- La postura shafií: Considera que la recitación de Al-Fatiha es un requisito indispensable para la validez de la oración. Incluso omitir una sola letra invalida la oración.
- La postura hanafí: Argumenta que Al-Fatiha no es estrictamente obligatoria, pero su recitación es preferible. En su lugar, cualquier pasaje breve del Corán cumpliría con el requisito.
Razi defiende la postura shafií utilizando los siguientes argumentos:
- Práctica profética: El Profeta recitaba Al-Fatiha de manera constante en sus oraciones. Esta consistencia refuerza su carácter obligatorio.
- Versículos coránicos: Razi cita versículos como:"Seguidme: Allah os amará" (Corán 3:31)y"Quienes contradigan las órdenes del Mensajero deben tener cuidado, no sea que una tribulación les alcance o que sufran un severo castigo" (Corán 24:63).Estos versículos exhortan a los creyentes a seguir las acciones y enseñanzas del Profeta, lo que incluye su práctica de recitar Al-Fatiha.
- Consenso de la comunidad: Aunque existan debates sobre la naturaleza de esta obligatoriedad, Razi señala que la comunidad musulmana ha aceptado mayoritariamente la recitación de Al-Fatiha como una práctica común e integral de la oración.
Además, refuta la postura hanafí al señalar que considerar válida una oración sin Al-Fatiha equivale a ignorar el consenso de los compañeros del Profeta y el modelo que establecieron.
Indagación 3: Interpretación de los Hadices
Razi examina varios hadices que abordan directamente la relación entre la recitación de Al-Fatiha y la validez de la oración. Uno de los más destacados dice:
"No hay oración sin la apertura del libro (Al-Fatiha)."
Los hanafíes interpretan esta negación como una falta de perfección, no como una invalidez literal de la oración. Según ellos, la oración sin Al-Fatiha es válida, pero incompleta. Sin embargo, Razi argumenta que la redacción y el contexto del hadiz indican que la oración sin Al-Fatiha no cumple con los requisitos esenciales para ser aceptada.
Finalmente, menciona un hadiz donde el Profeta enseñó a un compañero cómo realizar la oración correctamente, instruyéndole específicamente a recitar Al-Fatiha después de pronunciar el takbir (Allah Akbar) al iniciar la oración. Según Razi, este relato muestra que la recitación de Al-Fatiha es un componente esencial de la oración.
Indagación 4: ¿Es "En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso" un verso del Corán?
Shafi'í:
Sostiene que "En el Nombre de Dios, el Compasivo,
el Misericordioso" (bismillāh al-raḥmān al-raḥīm) es un verso al inicio de
Al-Fatiha y debe ser recitado. También es parte de cada sura, excepto Surat
al-Tawba (Corán 9:1).
Malikí y Awza'í:
Consideran que la bismillah no es parte del Corán
excepto en Surat al-Naml (Corán 27:30), donde aparece explícitamente. Según
esta postura, no se recita en oraciones, salvo en ciertos casos como las
oraciones nocturnas durante Ramadán.
Hanafi:
Adopta una posición intermedia. Aunque no se incluye
como verso oficial de las suras, se recita en silencio al inicio de las
oraciones como práctica devocional.
Indagación 5
Sobre si es un tema abierto a interpretación:
Algunos estudiosos argumentan que este asunto puede
tratarse con pruebas no concluyentes (ẓannī) como reportes individuales (āḥād),
mientras que otros lo consideran una cuestión definitiva (qaṭ‘ī).
La mayoría de los juristas concuerda en que no se
puede confirmar o negar su carácter como verso del Corán sin pruebas textuales
sólidas.
Pruebas textuales y narrativas:
Shafi'í argumenta que la recitación de la bismillah es
parte del Corán basada en reportes proféticos y en que está escrita al inicio
de cada sura en el códice del Corán (muṣḥaf).
Malik y otros replican que su presencia al inicio de
cada sura es una convención para separarlas, no una indicación de que sea un
verso.
Argumentos de consenso y práctica:
Según los Malikíes y Hanafiés, la ausencia de consenso
definitivo entre los compañeros del Profeta indica que no es obligatoria como
verso del Corán.
Shafi'í cita hadices que mencionan la bismillah como
parte integral de la Al-Fatiha y, por lo tanto, como parte del Corán
Indagación 6: ¿Es la Bismillah parte de la sura
Al-Fatiha?
Posturas y evidencias:
Los recitadores de Medina y Basora, junto con los
juristas de Kufa, sostienen que la bismillah no es parte de la Al-Fatiha.
Por otro lado, los recitadores de La Meca y Kufa, así
como la mayoría de los juristas del Hiyaz, afirman que es un verso de
Al-Fatiha. Esta posición es respaldada por Shafi'í, quien utiliza las
siguientes evidencias:
Narraciones de Umm Salama e Ibn Abbas, quienes
indicaron que el Profeta contaba la bismillah como el primer verso de
Al-Fatiha.
Hadices que mencionan que la bismillah es uno de los
"siete versos" referidos en el Corán 15:87.
Malik y Abu Hanifa sostienen que la bismillah no es un
verso de Al-Fatiha y presentan argumentos en contra basados en la práctica de
omitirla en voz alta durante la recitación en las oraciones.
Evidencia lingüística y estructural:
Los partidarios de que la bismillah es un verso de Al-Fatiha argumentan que la estructura de la sura se ajusta a los siete versos si se incluye la bismillah. De lo contrario, habría dificultades para identificar las divisiones de los versos.
Indagación 7: ¿Cuántos versos tiene la sura Al-Fatiha?
Acuerdo general:
La mayoría de las escuelas coinciden en que Al-Fatiha
consta de siete versos, basándose en el Corán 15:87 que se refiere a los
"siete versos repetidos".
Sin embargo, las diferencias surgen en cómo se cuentan
estos siete versos:
Shafi'í: Incluye la bismillah como el primer verso y
considera el último como un único verso: "Guíanos por el camino recto, el
camino de aquellos a quienes has agraciado, no de aquellos que incurrieron en
Tu ira, ni de los que están desviados."
Hanafi: No incluye la bismillah como verso y divide el
último en dos versos distintos: "El camino de aquellos a quienes has
agraciado" y "No de aquellos que incurrieron en Tu ira, ni de los que
están desviados."
Evidencia estructural y lingüística:
Shafi'í argumenta que es más coherente incluir la
bismillah para alcanzar siete versos completos.
Hanafi responde que dividir el último verso en dos
refleja mejor la pausa natural en la recitación.
Indagación 8: ¿Es la Bismillah un verso al inicio de
otras suras?
Posturas principales:
Shafi'í: Sostiene que la bismillah es un verso
independiente al inicio de todas las suras, excepto Surat al-Tawba (Corán 9).
Argumenta que su inclusión en el texto coránico es prueba de su carácter como
verso.
Hanafi y Malikí: Rechazan esta afirmación y consideran
que la bismillah no forma parte del Corán salvo en Surat al-Naml (Corán 27:30).
Argumentos:
Shafi'í presenta pruebas de la escritura de la
bismillah al inicio de todas las suras en los códices coránicos (muṣḥaf), lo
cual indica su carácter como parte del Corán.
Los opositores argumentan que la bismillah fue añadida
para distinguir las suras, no como un verso divino obligatorio.
Hadices y consenso:
Shafi'í cita reportes que mencionan que el Profeta
comenzaba cada sura con la bismillah, lo que sugiere que se recitaba como parte
de la revelación.
Los Malikí y Hanafi replican que la práctica no fue
uniforme entre los compañeros del Profeta, lo que indica que no hay consenso
sobre su estatus.
Indagación 10: Cuestiones Variadas (Tafriq) Relacionadas con la Basmala
Asunto 1: Recitación audible de la bismillah en
oraciones silenciosas
Los shiíes argumentan que la tradición profética
(sunna) es recitar la bismillah en voz alta tanto en las oraciones audibles
como en las silenciosas.
Mayoría suní: Sostienen que esto no es obligatorio y
consideran que la bismillah debe ser recitada en voz baja en las oraciones
silenciosas.
Asunto 2: Escritura de la bismillah en el Corán
Los que opinan que no es un verso del Corán plantean
dos explicaciones principales:
La bismillah fue incluida para marcar la separación
entre suras. Según esta visión, ahora que estas divisiones son bien conocidas,
su escritura no sería esencial.
Es parte del Corán, pero no de las suras en sí, ya que
Dios ordenó su escritura al inicio de cada sura.
Asunto 3: Obligación de recitar la bismillah en la
oración
Quienes sostienen que la bismillah es parte de
Al-Fatiha consideran que su recitación es obligatoria en la oración.
Abu Hanifa y sus seguidores: Afirman que debe
recitarse en voz baja.
Malik: Declara que no debe recitarse en las oraciones
obligatorias, pero puede recitarse opcionalmente en las voluntarias.
Asunto 4: Obligación de repetirla en cada ciclo
(rak'a)
Según Shafi'í, es obligatorio recitar la bismillah al
inicio de cada ciclo (rak'a), citando el dicho del Profeta: "Cualquier
asunto significativo que no sea iniciado con 'En el nombre de Dios' está
cortado".
Abu Hanifa: No considera necesario repetirla después
de haberla recitado al inicio de la oración.
Asunto 5: Recitación múltiple en una oración
Abu Hanifa permite la recitación de la bismillah al
inicio de la oración y no necesariamente al inicio de cada sura recitada. Sin
embargo, considera preferible recitarla con cada nueva sura.
Asunto 6: Recitación de la bismillah por personas en
estado de impureza
Las opiniones varían:
Mayoría: Prohíben la recitación de la bismillah para
personas menstruantes o en estado de impureza mayor.
Shafi'í: Sostiene que está prohibido.
Asunto 7: Recomendación durante la ablución (wudu)
Existe consenso sobre que la bismillah es recomendada
antes de realizar la ablución. Sin embargo, Shafi'í y la mayoría no la
consideran obligatoria, citando que no aparece en el verso coránico que
prescribe la ablución (Q.5:6).
Asunto 8: Sacrificio de animales sin pronunciar la
bismillah
Debate sobre si es permisible consumir carne de un
animal sacrificado sin recitar la bismillah. Los textos coránicos indican que
no debe comerse carne sobre la cual no se haya pronunciado el nombre de Dios
(Q.6:121).
Asunto 9: Recomendación general de recitar la
bismillah
La bismillah se recomienda antes de realizar diversas
actividades diarias:
Comer, beber, dormir, levantarse, entrar o salir de
lugares, etc.
Se menciona incluso en el momento de recibir al recién nacido y al colocarlo en la tumba, considerando que debería ser su última y primera declaración en este mundo y el próximo.
Indagación 11: Recitación
del Corán en Traducción
Posición Inicial
La traducción del Corán
no es suficiente para que la oración sea válida, independientemente de si la
persona es capaz de recitar en árabe o no.
Abu Hanifa: Permite
recitar en traducción tanto para quienes pueden como para quienes no pueden
recitar en árabe.
Abu Yusuf y Muhammad:
Permiten la recitación en traducción solo para quienes no pueden recitar en
árabe.
Pruebas de la Invalidez
de la Traducción
La práctica del Profeta y los Califas Rectamente Guiados
El Profeta recitó siempre
el Corán en árabe, tal como fue revelado. Su ejemplo es obligatorio debido al
verso: "...y seguidle" (Q.7:158).
Los Califas continuaron
esta práctica, y el Profeta ordenó seguir su ejemplo.
Consenso de los Compañeros del Profeta
Ninguno de ellos recitó
algo distinto al Corán en árabe durante sus oraciones, estableciendo un
consenso práctico.
Versos del Corán sobre su carácter único en árabe
"De hecho, esto es
una revelación del Señor de los mundos... en una lengua árabe clara"
(Q.26:192-195).
El Corán, por su
naturaleza, está en árabe. Una traducción no es equivalente al Corán.
Declaraciones del Profeta sobre la autenticidad del Corán
El Profeta indicó que
solo lo que él y sus compañeros practicaron sería aceptado como parte de la
verdadera religión. Esto incluye la recitación en árabe.
El significado literal y la inimitabilidad del Corán
La traducción no puede
replicar las características inimitables del Corán en forma, contenido o
estructura.
Refutaciones a los
Argumentos de Abu Hanifa
Traducción y el concepto de recitación válida
Recitar en traducción no
es recitar el Corán. Según el verso: "Recitad del Corán lo que os sea
fácil" (Q.73:20), la obligación es específica a las palabras árabes del
Corán.
La traducción es un
discurso humano y no puede cumplir con los requisitos de recitación válida.
Evidencias lingüísticas y
narrativas
El Corán fue revelado en
árabe porque los primeros receptores eran árabes. Los versos como "...no
hemos enviado un Mensajero sino en la lengua de su pueblo" (Q.14:4)
refuerzan que su esencia está ligada al idioma árabe.
Incongruencias en la aceptación de traducciones
Permitir la recitación en
traducción llevaría a aceptar diferentes versiones, lo que resultaría en
divisiones y contradicciones dentro de la práctica islámica.
Impacto de permitir la traducción
Si se permitiera, las comunidades podrían preferir sus propios idiomas, lo que amenazaría la preservación del Corán en su forma original. Esto sería inaceptable desde la perspectiva islámica.
Indagación 12: ¿Recita el Seguidor en la Oración?
Posiciones Principales
Shafi’i (nueva escuela): Es obligatorio que el
seguidor recite la Fatihah, ya sea que el imam recite en voz alta o baja.
Shafi’i (vieja escuela): Obligatorio solo si el imam
recita en voz baja.
Abu Hanifa: Desaconseja que el seguidor recite en
todos los casos.
Evidencias de la Posición Shafi’i (Recitar es
Obligatorio)
Mandato Divino:
"Recitad del Corán lo que os sea fácil"
(Q.73:20) aplica tanto a quienes oran individualmente como a los seguidores en
oración.
La recitación del Profeta muestra que esto es
obligatorio: "...y seguidle" (Q.7:158).
Dichos del Profeta:
"No hay oración sin la Apertura del Libro
(Fatihah)".
Cuando el Profeta enseñó a orar a un beduino, le
ordenó recitar la Fatihah en cada ciclo.
Hadices sobre la Deficiencia de la Oración sin la Fatihah:
Abu Hurayra relató que el Profeta dijo: "Quien
realiza una oración sin recitar la Apertura del Libro, su oración es deficiente
e incompleta."
Se deduce que la recitación de la Fatihah es
obligatoria incluso detrás del imam.
Concomitancia de la Recitación en Oración:
La oración es un acto de recuerdo a Dios, y el Profeta
dijo: "La mejor de las acciones es la recitación del Corán."
Estar en silencio mientras no se puede oír al imam es
una omisión de este deber.
Principio de Precaución:
Recitar la Fatihah en cada ciclo es una acción más
cautelosa y completa, por lo que debe considerarse obligatoria.
Evidencias de Abu Hanifa (Recitar No es Obligatorio)
Versículo del Corán:
"Cuando se recite el Corán, escuchadlo con
atención y permaneced en silencio para que se os tenga misericordia"
(Q.7:204).
Abu Hanifa interpretó esto como un mandato para el
seguidor de permanecer en silencio mientras el imam recita.
Hadices sobre Seguir al Imam:
Se argumenta que seguir al imam implica no recitar
detrás de él, ya que el imam actúa en representación de la congregación.
Refutación a las Evidencias de Abu Hanifa
Sobre el Versículo (Q.7:204):
Shafi’i argumenta que este versículo no se aplica al
caso de la oración congregacional, sino a situaciones generales de escucha del
Corán.
Sobre Seguir al Imam:
Seguir al imam no excluye la recitación de la Fatihah,
ya que esta es una parte esencial de la oración individual y congregacional.
Sobre Hadices Contradictorios:
Las narraciones que indican silencio no son
concluyentes frente a los múltiples hadices que enfatizan la importancia de
recitar la Fatihah en todas las situaciones.
Capítulo V: Exégesis del Surat al-Fatiha
Exégesis de "Toda alabanza es para Dios" (Versículo 2)
Beneficio 1: Sutilezas léxicas
Se analizan tres palabras relacionadas: ḥamd (alabanza), madh (elogio), y shukr (agradecimiento). Se establecen diferencias:
- Madh puede dirigirse a entidades vivas o no vivas, mientras que ḥamd solo a seres conscientes.
- Madh puede darse sin un acto previo de bondad, mientras que ḥamd requiere bondad previa.
- Shukr se limita al agradecimiento por bondades recibidas, mientras que ḥamd incluye atributos intrínsecos y acciones.
Beneficio 2: Superioridad de "Toda alabanza es para Dios" sobre "Yo alabo a Dios"
- "Yo alabo a Dios" implica que el hablante tiene capacidad limitada para alabar a Dios, mientras que "Toda alabanza es para Dios" reconoce la alabanza divina como inherente y eterna.
- La frase "Toda alabanza es para Dios" afirma que la alabanza es un derecho de Dios, independientemente de la acción humana.
- Reconoce la alabanza universal hacia Dios por todos los seres, lo que supera cualquier alabanza individual.
Beneficio 3: Significado de la preposición "li" en "Al-ḥamdu li-Llāh"
Beneficio 4: Relación con los ocho portales del Paraíso
Se afirma que quien pronuncia "Al-ḥamdu li-Llāh" genuinamente abrirá las ocho puertas del Paraíso.
Beneficio 5: Singularidad de "Al-ḥamdu li-Llāh"
El uso del singular con el artículo definido resalta que toda alabanza en su totalidad pertenece a Dios, negando la alabanza absoluta a cualquier otro ser.
Beneficio 6: Exclusividad de la alabanza divina
Dado que todos los favores provienen de Dios, nadie más merece ser alabado absolutamente. Esto se refuerza con argumentos racionales y revelación.
Beneficio 7: Incapacidad humana para alabar completamente a Dios
- Los favores de Dios son infinitos, por lo que es imposible para los humanos enumerarlos o agradecerlos adecuadamente.
- Incluso el acto de agradecer requiere la guía y el favor divino, creando una dependencia infinita.
Beneficio 8: Recompensa infinita por la alabanza
Cuando un siervo pronuncia "Toda alabanza es para Dios", recibe recompensas infinitas, porque la frase refleja el reconocimiento de los favores ilimitados de Dios.
Beneficio 9: La existencia como favor supremo
La existencia es superior a la no existencia, y todo lo que existe depende del favor y la misericordia de Dios. Por ello, la alabanza a Dios incluye toda la creación.
Beneficio 10: Prioridad de la alabanza sobre la glorificación
Aunque algunas fórmulas combinan glorificación (tasbih) y alabanza (ḥamd), la alabanza precede porque implica tanto la perfección de Dios como Su bondad hacia la creación.
Beneficio 11: Conexión con el pasado y el futuro
La alabanza reconoce favores pasados y abre puertas a nuevos favores. Así, cierra caminos al castigo y abre las puertas de la misericordia.
Beneficio 12: Contexto apropiado para la alabanza
Se enfatiza la necesidad de usar "Toda alabanza es para Dios" en momentos relevantes, como en favores religiosos superiores a los mundanos.
Beneficio 13: Origen y destino de la alabanza
La primera palabra de Adán fue "Toda alabanza es para Dios", y será la última pronunciada por los habitantes del Paraíso, mostrando su importancia cósmica.
Beneficio 14: Declaración, no orden implícita
La frase no implica una orden (decid), sino que es una declaración de un hecho eterno: la alabanza pertenece inherentemente a Dios.
Beneficio 15: Reconciliación entre diferentes escuelas teológicas
La frase "Toda alabanza es para Dios" refuta ciertas posturas de los fatalistas (jabris) y los voluntaristas (qadaris), mostrando que todo favor, incluida la fe, proviene de Dios.
Beneficio 16: Obligación del agradecimiento
La obligación de alabar a Dios es intrínseca y racional, aunque también esté confirmada por la revelación.
Beneficio 17: Naturaleza del ḥamd
La alabanza no se limita a palabras, sino que incluye acciones del corazón (reconocimiento de la perfección divina), la lengua (expresiones de alabanza) y los miembros (acciones de obediencia).
Esta exégesis destaca la profundidad y universalidad de la frase Al-ḥamdu li-Llāh, reafirmando que toda alabanza pertenece únicamente a Dios.
Exégesis de "Señor de los mundos" (Versículo 2)
Beneficio 1: El mundo como señal de la existencia de Dios
Se clasifica todo lo existente en dos tipos:
- Existente necesario: Solo Dios, cuya existencia es por sí misma.
- Existentes contingentes: Todo lo demás, conocido colectivamente como "el mundo" (ʿālam), ya que todo fuera de Dios señala Su existencia.
Los existentes contingentes se dividen en:
- Objetos espaciales: Incluyen cuerpos (ajsām), divididos en:
- Cuerpos elevados: Esferas celestiales y cuerpos celestes.
- Cuerpos bajos: La tierra y los elementos (agua, aire, fuego).
- Propiedades espaciales: Accidentes (aʿrāḍ), como cualidades que subsisten en los objetos espaciales.
- Espíritus: Pueden ser bajos (genios buenos o demonios) o elevados (ángeles y espíritus de las esferas).
Dios es llamado "Dios de los mundos" porque los trae de la no existencia a la existencia, y "Señor de los mundos" porque los sostiene y mantiene.
Beneficio 2: Dos tipos de señorío (Rabb)
El término Rabb implica cuidado y provisión. Se distinguen dos tipos:
- Cuidado interesado: El beneficio recae en quien cuida (ejemplo: el ser humano cuida animales para su utilidad).
- Cuidado desinteresado: Solo aplica a Dios, quien cuida sin buscar recompensa ni beneficio personal.
El cuidado de Dios es perfecto y universal, sin limitaciones.
Beneficio 3: Razones para la alabanza
Se alaba por:
- Perfección intrínseca: Dios es perfecto en Su esencia y atributos, sin defectos.
- Bondad y generosidad: Dios otorga favores.
- Esperanza o miedo: Se le alaba buscando Su recompensa o temiendo Su castigo.
- Soberanía: Dios es "Señor del Día del Juicio".
Beneficio 4: Ejemplos del cuidado divino
- El desarrollo humano: Desde una gota de esperma hasta un ser humano completo con sentidos y facultades.
- El crecimiento vegetal: Una semilla que se transforma en un árbol con frutos complejos.
- El universo: Los ciclos del día y la noche, las estrellas como guías y el sol y la luna como medidas del tiempo.
Estos ejemplos demuestran la sabiduría y el cuidado perfectos de Dios.
Beneficio 5: La conexión entre "Alabanza" y "Señor de los mundos"
La anexión de "Señor de los mundos" a "Toda alabanza es para Dios" indica que el señorío de Dios es la base de Su derecho a ser alabado. Esto refleja Su perfección absoluta y Su cuidado continuo por todo lo creado.
Beneficio 6: La singularidad del cuidado divino
Dios cuida a Sus siervos como si no hubiera otros siervos, mientras que los siervos actúan como si tuvieran otros señores. Este cuidado incluye protección constante, incluso cuando el siervo actúa con ingratitud o pecado.
Beneficio 7: Debate teológico sobre el señorío
- Muʿtazilis (Voluntaristas): Argumentan que Dios no sería "Señor" si causara daño, como crear incredulidad y luego castigar por ella.
- Ashʿaris (Jabris): Responden que Dios es Señor porque toda bondad, incluida la fe, proviene exclusivamente de Su misericordia.
Beneficio 8: Superioridad del Nombre Allah sobre Rabb
Aunque "Allah" es más noble como nombre, "Rabb" enfatiza el cuidado y la cercanía de Dios con los siervos. Por esta razón, los suplicantes suelen recurrir a "Rabb" en sus oraciones, resaltando Su atributo de cuidado paternal.
Exégesis de "El Compasivo, el Misericordioso" (Versículo 3)
Beneficio 1: Significados y relatos de la compasión divina
Dios es ar-Raḥmān (Compasivo) y ar-Raḥīm (Misericordioso), y Su misericordia trasciende las capacidades humanas de bondad. Ejemplos narrados ilustran la amplitud de Su compasión:
- La provisión para el necesitado: Una historia relata cómo un cuervo lleva alimento a un hombre encadenado, mostrando cómo la bondad divina se manifiesta incluso a través de medios inusuales.
- Protección en circunstancias difíciles: Un relato de un escorpión que salva a un hombre de una serpiente venenosa demuestra que la misericordia de Dios opera incluso a través de las criaturas más improbables.
Estos ejemplos resaltan que la bondad divina es universal, tanto en situaciones evidentes como ocultas.
Beneficio 2: Apariencia vs. realidad de la misericordia
Las acciones de Dios pueden parecer duras o incomprensibles, pero contienen misericordia y sabiduría:
- Apariencia de misericordia, realidad de tribulación: Un padre que consiente excesivamente a su hijo parece misericordioso, pero en realidad causa daño.
- Apariencia de tribulación, realidad de misericordia: Un padre que disciplina a su hijo parece severo, pero en realidad busca su bienestar.
Dios actúa según una sabiduría superior, y los desafíos pueden ser instrumentos para purificar el espíritu y acercar al ser humano a la eternidad. La historia de Moisés y al-Jidr (Q.18:79-82) ilustra cómo las acciones aparentemente negativas tienen propósitos beneficiosos ocultos.
Beneficio 3: Diferencia entre "ar-Raḥmān" y "ar-Raḥīm"
- Ar-Raḥmān: Nombre exclusivo de Dios, que denota misericordia ilimitada y universal.
- Ar-Raḥīm: Puede aplicarse a los seres humanos, indicando misericordia más específica o limitada.
Dios utiliza ambos nombres para que los siervos se sientan libres de pedir tanto grandes como pequeñas necesidades, desde cuestiones trascendentales hasta lo mundano.
Beneficio 4: Misericordia infinita en contraste con las acciones humanas
Dios es ar-Raḥmān porque crea lo que los humanos no pueden imaginar, como la complejidad del cuerpo humano. Es ar-Raḥīm porque acepta las obras imperfectas de los humanos y, a cambio, otorga recompensas perfectas, como el Paraíso.
Beneficio 5: Ejemplo de la misericordia en acción
Un relato describe a un joven incapaz de recitar la shahada en su lecho de muerte debido al rencor de su madre. Cuando la madre lo perdonó, el joven pudo testificar la unicidad de Dios. Este evento demuestra cómo incluso una misericordia limitada en los humanos puede salvar vidas; con mayor razón, la misericordia divina, que es ilimitada, rescatará a los creyentes.
Beneficio 6: Misericordia del Profeta Muhammad (la paz sea con él)
El Profeta fue descrito como una misericordia para los mundos (Q.21:107). Su compasión se manifestó tanto en la vida terrenal como en el Más Allá, rogando por el perdón de su nación incluso en el Día del Juicio. Esto muestra que la misericordia profética es solo un reflejo de la inmensa misericordia divina.
Beneficio 7: Debate teológico sobre la misericordia divina
- Muʿtazilis (Voluntaristas): Argumentan que Dios no sería misericordioso si creara incredulidad y luego castigara por ella.
- Ashʿaris (Jabris): Responden que la fe, como el mayor favor, proviene exclusivamente de Dios, demostrando Su misericordia absoluta.
Exégesis de "Dueño del Día del Juicio" (Maliki Yawm ad-Din)
Beneficio 1: La Necesidad del Día del Juicio
El Día del Juicio (Yawm ad-Din) es esencial para distinguir entre los justos y los pecadores y para garantizar que cada acción reciba su justa recompensa o castigo. La justicia divina requiere que todos los actos sean juzgados, como dice el Corán:
- "¿Trataremos a quienes creen y hacen el bien igual que a los que siembran el mal?" (Q.38:28).
- "Cada alma será recompensada según lo que haya esforzado" (Q.20:15).
Dios, siendo absolutamente justo, no puede dejar que las injusticias permanezcan sin resolver, ya que esto contradiría Su perfección. Por lo tanto, lo que no se juzga en este mundo debe ser ajustado en el próximo.
Un relato describe cómo incluso pequeñas acciones serán tomadas en cuenta. Un hombre cuyo saldo de buenas acciones resulta insuficiente será salvado por el peso de la frase "No hay más dios que Dios", demostrando la magnitud de este testimonio en la balanza divina.
Beneficio 2: Lecturas alternativas de "Maliki Yawm ad-Din"
El término Malik puede leerse de dos maneras:
- Mālik (Dueño): Enfatiza el dominio total de Dios sobre la creación.
- Malik (Soberano): Resalta Su autoridad y justicia.
Argumentos a favor de Mālik:
- Representa un dominio absoluto, mayor que la autoridad de un soberano, porque un dueño tiene control total sobre su posesión, incluso sobre su destino.
- Los esclavos están sujetos completamente a su dueño, mientras que los súbditos pueden liberarse de un soberano terrenal.
Argumentos a favor de Malik:
- La soberanía implica nobleza y reverencia, cualidades destacadas en el contexto del Día del Juicio.
- La referencia a Dios como "Soberano de la humanidad" en otros versos sugiere que la soberanía es superior al dominio.
Ambas lecturas son válidas y ofrecen perspectivas complementarias: Mālik denota cuidado y misericordia, mientras que Malik resalta autoridad y justicia.
Beneficio 3: El Dominio Divino
El dominio de Dios incluye la capacidad de dar existencia, alterar estados y aniquilar. Esto no se limita a lo que existe, sino que también abarca lo que no existe aún. Este poder absoluto demuestra que solo Dios puede ser Mālik y Malik del Día del Juicio, ya que la resurrección y el juicio requieren un control total sobre la existencia y el conocimiento.
Beneficio 4: Relación con los nombres divinos previos
El verso reúne cinco nombres de Dios:
- Allah: Nombre exclusivo que abarca todos los atributos divinos.
- Ar-Raḥmān y Ar-Raḥīm: Representan la compasión y misericordia universal y específica.
- Al-Mālik o Al-Malik: Indican dominio y soberanía.
Dios es el Creador que otorga favores, el Compasivo que perdona, y el Dueño que juzga con justicia. Esto refuerza que Su misericordia y Su soberanía se entrelazan, demostrando que incluso el juicio es un acto de justicia misericordiosa.
Beneficio 5: Justicia y Misericordia en el Juicio
El Día del Juicio es el cumplimiento de la justicia divina perfecta, como se menciona:
- "Pondremos las balanzas de la justicia en el Día del Juicio, y nadie será tratado injustamente" (Q.21:47).
Un relato sobre Anushirwan, un gobernante conocido por su justicia, ilustra cómo la rectitud de un soberano influye incluso en la naturaleza, subrayando que un soberano justo trae bienestar a sus súbditos. Si esto es cierto para gobernantes terrenales, ¿cuánto más cierto será para Dios, el Soberano del Día del Juicio?
Beneficio 6: Debate Teológico
- Muʿtazilis: Argumentan que si Dios crea los actos de las personas, entonces no puede haber responsabilidad.
- Ashʿaris: Responden que, aunque Dios crea los actos, los humanos son responsables de sus elecciones.
La posición predominante es que Dios, siendo el Dueño del Día del Juicio, es tanto el Creador de las acciones como el Juez que evalúa la intención y el esfuerzo de cada individuo.
Exégesis de "Solo a Ti adoramos" (Verso 5)
Beneficio 1: Definición de adoración y exclusividad hacia Dios
La adoración ('ibāda) se refiere a actos realizados para exaltar al objeto venerado. Su exclusividad hacia Dios se fundamenta en razones teológicas:
- La adoración representa el grado más alto de magnificación, adecuado únicamente para quien concede los mayores favores: Dios, quien otorga la vida y todo lo necesario para el bienestar.
- La creación de la vida y de los bienes beneficiosos demuestra que solo Dios merece ser adorado.
Dios se describe en este versículo con cinco atributos: Señor de todos, el Compasivo, el Misericordioso, el Soberano del Día del Juicio. Estos reflejan el poder, el conocimiento y la bondad de Dios, estableciendo que únicamente Él debe ser objeto de adoración.
Beneficio 2: Monoteísmo Puro
La frase "Solo a Ti adoramos" implica que nadie más es digno de adoración. El monoteísmo se refuerza al contrarrestar las creencias politeístas, que dividen la devoción entre lo creado (ídolos, elementos naturales, espíritus, entre otros). La exclusividad de la adoración demuestra la grandeza de Dios y descalifica a todo lo demás como objeto de culto.
Beneficio 3: Prioridad del pronombre "a Ti"
El uso del pronombre "a Ti" al inicio ("Solo a Ti adoramos") resalta:
- La centralidad de Dios como destinatario único de la adoración.
- El reconocimiento del siervo de su dependencia absoluta de Dios.
- La eliminación de cualquier posibilidad de asociar otros objetos de culto con Dios, reforzando el monoteísmo.
Beneficio 4: La comunidad en la adoración
El plural "adoramos" resalta la importancia de la adoración colectiva. También incluye al siervo entre los fieles y evita la arrogancia de presentarse como único adorador. Este enfoque colectivo refuerza la humildad y eleva la oración a un nivel superior.
Beneficio 5: El deleite en la adoración
Quien comprende los beneficios de la adoración encuentra en ella una fuente de gozo. La adoración conecta al siervo con Dios, iluminando su corazón, ennobleciendo su lengua y embelleciendo sus acciones. Esto representa el estado más perfecto y alegre del ser humano, tanto en el presente como en el futuro.
Beneficio 6: Los dos ejes fundamentales
La relación entre el conocimiento de la divinidad de Dios y la servidumbre humana constituye la esencia de la adoración. Este equilibrio entre la grandeza divina y la humildad del siervo se refleja en la frase "Solo a Ti adoramos y solo en Ti buscamos ayuda".
Beneficio 7: Cambio de perspectiva en el discurso
El cambio del lenguaje de la tercera persona ("Dios") a la segunda persona ("a Ti") simboliza un acercamiento del siervo hacia Dios. Este cambio subraya la cercanía que se logra a través de la adoración, transformando la relación en una interacción directa y personal.
Exégesis de "Guíanos por el camino recto" (Verso 6)
Beneficio 1: La naturaleza de la guía
- Problema: Un adorador, ya creyente, pide guía aunque ya está guiado. Los sabios lo resolvieron explicando:
- Imitar las virtudes proféticas: Pedir el camino de los pueblos antiguos que soportaron dificultades por agradar a Dios, como Noé, quien rezaba por su pueblo a pesar de su sufrimiento. Esto resalta la búsqueda de virtudes como paciencia y perseverancia.
- Equilibrio entre extremos: El "camino recto" evita los excesos y las deficiencias en acciones y carácter, representando el camino medio de la justicia.
- Buscar conocimiento más profundo: Aunque los creyentes están guiados, siguen buscando mayor comprensión de los atributos y la sabiduría de Dios.
- Camino de devoción absoluta: El camino recto refleja una devoción inquebrantable, como la de los profetas que obedecieron a Dios en pruebas extremas.
- Unidad contra las distracciones: El camino recto protege de las influencias del deseo, la ira y otras distracciones, asegurando un viaje seguro hacia el Paraíso.
- Imitar las virtudes proféticas: Pedir el camino de los pueblos antiguos que soportaron dificultades por agradar a Dios, como Noé, quien rezaba por su pueblo a pesar de su sufrimiento. Esto resalta la búsqueda de virtudes como paciencia y perseverancia.
- Equilibrio entre extremos: El "camino recto" evita los excesos y las deficiencias en acciones y carácter, representando el camino medio de la justicia.
- Buscar conocimiento más profundo: Aunque los creyentes están guiados, siguen buscando mayor comprensión de los atributos y la sabiduría de Dios.
- Camino de devoción absoluta: El camino recto refleja una devoción inquebrantable, como la de los profetas que obedecieron a Dios en pruebas extremas.
- Unidad contra las distracciones: El camino recto protege de las influencias del deseo, la ira y otras distracciones, asegurando un viaje seguro hacia el Paraíso.
Beneficio 2: Súplica colectiva
- La forma colectiva, "Guíanos", refuerza la aceptación al incluir a la comunidad, aumentando la probabilidad de que la súplica de alguien sea aceptada.
- Las salutaciones al Profeta enmarcan la oración, ya que estas están garantizadas de ser aceptadas, incrementando la posibilidad de que la petición central sea concedida.
Beneficio 3: Definición del camino recto
- El "camino recto" se considera:
- El más corto y directo hacia Dios.
- Único, en contraste con los caminos desviados, y claramente identificable.
- Seguro, al evitar peligros asociados a caminos torcidos.
- Inmutable, en comparación con los caminos cambiantes y poco fiables.
- El más corto y directo hacia Dios.
- Único, en contraste con los caminos desviados, y claramente identificable.
- Seguro, al evitar peligros asociados a caminos torcidos.
- Inmutable, en comparación con los caminos cambiantes y poco fiables.
Exégesis de "El camino de aquellos a quienes has favorecido" (Verso 7)
Beneficio 1: La definición de favor
- Algunos opinan que el "favor" se refiere a cualquier beneficio realizado con bondad, mientras que otros insisten en que debe ser un acto bueno y beneficioso.
- En esencia, todo beneficio, ya sea material o espiritual, proviene de Dios: desde la creación y el sustento hasta la guía para la fe y el arrepentimiento.
Beneficio 2: Los primeros favores de Dios
- La vida es el primer favor de Dios, ya que sin ella no se pueden disfrutar otros beneficios. La razón y las Escrituras lo confirman, como en el verso: "Él es quien os dio la vida" (Q.2:28).
Beneficio 3: El favor otorgado a los incrédulos
- Hay debate sobre si Dios otorga favores a los incrédulos. Algunos afirman que los favores se limitan a los creyentes, mientras que otros reconocen que los incrédulos reciben favores materiales, aunque carecen del favor más valioso: la fe.
Exégesis de "No de aquellos que han incurrido en Tu ira, ni de aquellos que están extraviados" (Verso 7)
Beneficio 1: Los destinatarios de la ira y el extravío
- Según la opinión común, "aquellos que han incurrido en Tu ira" son los judíos, mientras que "aquellos que están extraviados" son los cristianos. Sin embargo, otros sugieren interpretaciones más amplias, incluyendo a todos los pecadores (ira) y los ignorantes (extraviados).
Beneficio 2: La imposibilidad de contradicción divina
- Como Dios declara que están extraviados, es imposible que se conviertan en creyentes sin contradecir la verdad divina, lo que es absurdo.
Beneficio 3: Infalibilidad de los profetas
- Los profetas y ángeles nunca actúan fuera del camino recto, ya que esto los excluiría de aquellos favorecidos por Dios, lo que sería contrario a la verdad divina.
Beneficio 4: Comprensión metafórica de la ira divina
- La ira de Dios no debe entenderse literalmente, ya que en Dios no hay emociones humanas. Más bien, la ira divina se refiere a Su intención de castigar.
Beneficio 9: La dualidad del temor y la esperanza
- La mención de "aquellos favorecidos" inspira esperanza, mientras que la de "los que incurrieron en ira" y "los extraviados" genera temor. Esta combinación refuerza la fe.
Beneficio 10: Grupos aceptados y rechazados
- Los favorecidos combinan conocimiento de la verdad y buenas acciones. Los que solo tienen acciones caen en ira, mientras que los que carecen de conocimiento caen en extravío.
1. El Estudio del Final de Sūrat al-Baqarah
Este apartado analiza los versículos finales de la sura Al-Baqarah (Corán 2:285-286). Según el autor, estos versículos abarcan siete principios fundamentales que describen la relación del ser humano con Dios, organizados de la siguiente manera:
Creencias fundamentales:
- Fe en Dios, Sus ángeles, Sus libros y Sus mensajeros.
- Aceptación de todos los mensajeros sin establecer distinciones jerárquicas entre ellos.
Actitudes de servidumbre:
- "Oímos y obedecemos": Representa el comienzo del viaje espiritual, que se basa en la obediencia absoluta.
- "Tu perdón buscamos, Señor nuestro": Refleja la dependencia total del perdón y misericordia de Dios, dejando de lado el enfoque en las propias acciones.
Destino final:
- "A Ti es el retorno": Resume el destino inevitable de toda la creación hacia Dios.
El autor divide estos aspectos en tres etapas del camino espiritual: el inicio (conocimiento de Dios y Su grandeza), el medio (obediencia y arrepentimiento) y el fin (el retorno a Dios).
Este apartado analiza los versículos finales de la sura Al-Baqarah (Corán 2:285-286). Según el autor, estos versículos abarcan siete principios fundamentales que describen la relación del ser humano con Dios, organizados de la siguiente manera:
Creencias fundamentales:
- Fe en Dios, Sus ángeles, Sus libros y Sus mensajeros.
- Aceptación de todos los mensajeros sin establecer distinciones jerárquicas entre ellos.
Actitudes de servidumbre:
- "Oímos y obedecemos": Representa el comienzo del viaje espiritual, que se basa en la obediencia absoluta.
- "Tu perdón buscamos, Señor nuestro": Refleja la dependencia total del perdón y misericordia de Dios, dejando de lado el enfoque en las propias acciones.
Destino final:
- "A Ti es el retorno": Resume el destino inevitable de toda la creación hacia Dios.
El autor divide estos aspectos en tres etapas del camino espiritual: el inicio (conocimiento de Dios y Su grandeza), el medio (obediencia y arrepentimiento) y el fin (el retorno a Dios).
2. Las Siete Estaciones del Conocimiento
En esta sección, el autor asocia los siete aspectos fundamentales mencionados anteriormente con las súplicas que se encuentran en el último versículo de Sūrat al-Baqarah (Corán 2:286). Cada súplica representa una estación clave en el camino del conocimiento y la práctica espiritual:
"Señor nuestro, no nos castigues si olvidamos o erramos":
- Representa el recuerdo de Dios (dhikr), la herramienta esencial contra el olvido y los errores.
"No nos impongas cargas como las que impusiste a quienes nos precedieron":
- Es una súplica para ser liberado de cargas espirituales y obligaciones abrumadoras.
"No nos impongas más de lo que podemos soportar":
- Enfocado en la misericordia divina y en la capacidad del ser humano de sobrellevar las pruebas de la vida.
"Perdónanos":
- Se refiere a la necesidad de expiación y el reconocimiento del Señorío de Dios como Juez supremo.
"Y absuélvenos":
- Representa el deseo de reconciliación total con Dios.
"Y ten misericordia de nosotros":
- Subraya la importancia de la misericordia divina para la guía y la salvación.
"Sé nuestro protector contra los que niegan la fe":
- Pide protección y ayuda en la lucha contra las fuerzas externas que desvían del camino recto.
En esta sección, el autor asocia los siete aspectos fundamentales mencionados anteriormente con las súplicas que se encuentran en el último versículo de Sūrat al-Baqarah (Corán 2:286). Cada súplica representa una estación clave en el camino del conocimiento y la práctica espiritual:
"Señor nuestro, no nos castigues si olvidamos o erramos":
- Representa el recuerdo de Dios (dhikr), la herramienta esencial contra el olvido y los errores.
"No nos impongas cargas como las que impusiste a quienes nos precedieron":
- Es una súplica para ser liberado de cargas espirituales y obligaciones abrumadoras.
"No nos impongas más de lo que podemos soportar":
- Enfocado en la misericordia divina y en la capacidad del ser humano de sobrellevar las pruebas de la vida.
"Perdónanos":
- Se refiere a la necesidad de expiación y el reconocimiento del Señorío de Dios como Juez supremo.
"Y absuélvenos":
- Representa el deseo de reconciliación total con Dios.
"Y ten misericordia de nosotros":
- Subraya la importancia de la misericordia divina para la guía y la salvación.
"Sé nuestro protector contra los que niegan la fe":
- Pide protección y ayuda en la lucha contra las fuerzas externas que desvían del camino recto.
3. Cómo la Sura Al-Fātiḥa Contiene Todo el Conocimiento Necesario del Principio, el Medio y el Fin
El autor describe cómo la sura Al-Fātiḥa encapsula el conocimiento esencial del comienzo, el desarrollo y el final del viaje espiritual:
"Toda alabanza es para Dios, Señor de los mundos":
- Prueba de la existencia del Creador y reconocimiento de Su grandeza y atributos de perfección.
"El Compasivo, el Misericordioso":
- Expresa Su misericordia en este mundo y en el Más Allá.
"Dueño del Día del Juicio":
- Subraya la justicia divina y la promesa de un Día en que se recompensará a los justos y se castigará a los opresores.
"A Ti te adoramos y de Ti buscamos ayuda":
- Representa el compromiso humano con la obediencia a Dios y el reconocimiento de la dependencia total de Su ayuda.
"Guíanos por el camino recto":
- Una súplica para recibir la guía divina hacia la rectitud y el éxito espiritual.
"El camino de aquellos a quienes has favorecido":
- Se refiere a los profetas, los justos y los que han seguido la senda correcta.
"No el de aquellos que han incurrido en Tu ira, ni el de los extraviados":
- Evita los errores de quienes se han desviado o han rechazado la verdad.
El autor describe cómo la sura Al-Fātiḥa encapsula el conocimiento esencial del comienzo, el desarrollo y el final del viaje espiritual:
"Toda alabanza es para Dios, Señor de los mundos":
- Prueba de la existencia del Creador y reconocimiento de Su grandeza y atributos de perfección.
"El Compasivo, el Misericordioso":
- Expresa Su misericordia en este mundo y en el Más Allá.
"Dueño del Día del Juicio":
- Subraya la justicia divina y la promesa de un Día en que se recompensará a los justos y se castigará a los opresores.
"A Ti te adoramos y de Ti buscamos ayuda":
- Representa el compromiso humano con la obediencia a Dios y el reconocimiento de la dependencia total de Su ayuda.
"Guíanos por el camino recto":
- Una súplica para recibir la guía divina hacia la rectitud y el éxito espiritual.
"El camino de aquellos a quienes has favorecido":
- Se refiere a los profetas, los justos y los que han seguido la senda correcta.
"No el de aquellos que han incurrido en Tu ira, ni el de los extraviados":
- Evita los errores de quienes se han desviado o han rechazado la verdad.
4. La División de la Oración en Dos Mitades
En esta sección, el autor explica cómo el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) describió que la oración (Ṣalāh) se divide en dos mitades: una para Dios y otra para el siervo. Según un ḥadīth, Dios dice:
"He dividido la oración entre Mí y Mi siervo en dos mitades, y Mi siervo tendrá lo que pida".
A continuación, el autor detalla cómo cada frase de la sura Al-Fātiḥa representa esta división:
"En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso":
Dios dice: "Mi siervo Me ha recordado".
"Toda alabanza es para Dios, Señor de los mundos":
Dios dice: "Mi siervo Me ha alabado".
"El Compasivo, el Misericordioso":
Dios dice: "Mi siervo Me ha exaltado".
"Dueño del Día del Juicio":
Dios dice: "Mi siervo Me ha glorificado y ha confiado en Mí completamente".
"A Ti te adoramos y de Ti buscamos ayuda":
Dios dice: "Esto es entre Mí y Mi siervo, y Mi siervo tendrá lo que pida".
"Guíanos por el camino recto":
Dios dice: "Esto es para Mi siervo, y Mi siervo tendrá lo que pida".
En esta sección, el autor explica cómo el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) describió que la oración (Ṣalāh) se divide en dos mitades: una para Dios y otra para el siervo. Según un ḥadīth, Dios dice:
"He dividido la oración entre Mí y Mi siervo en dos mitades, y Mi siervo tendrá lo que pida".
A continuación, el autor detalla cómo cada frase de la sura Al-Fātiḥa representa esta división:
"En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso":
Dios dice: "Mi siervo Me ha recordado"."Toda alabanza es para Dios, Señor de los mundos":
Dios dice: "Mi siervo Me ha alabado"."El Compasivo, el Misericordioso":
Dios dice: "Mi siervo Me ha exaltado"."Dueño del Día del Juicio":
Dios dice: "Mi siervo Me ha glorificado y ha confiado en Mí completamente"."A Ti te adoramos y de Ti buscamos ayuda":
Dios dice: "Esto es entre Mí y Mi siervo, y Mi siervo tendrá lo que pida"."Guíanos por el camino recto":
Dios dice: "Esto es para Mi siervo, y Mi siervo tendrá lo que pida".
Beneficios Espirituales de Esta División
El Propósito de la Oración:
La oración combina la necesidad del siervo de conocer a Dios (Señorío) y de reconocer su propia servidumbre (adoración). Esto refleja el pacto establecido entre Dios y la humanidad: "He creado a los genios y a los hombres solo para que Me adoren" (Corán 51:56).
La Naturaleza de la Oración:
La oración es la vía para observar este pacto. Por ello, Dios hizo de Al-Fātiḥa un pilar esencial de la oración, pues abarca tanto el conocimiento de Dios como la expresión de adoración.
El Carácter Obligatorio de Al-Fātiḥa:
El autor resalta que recitar Al-Fātiḥa es un componente obligatorio de la oración, basándose en varios argumentos:
- El Profeta siempre la recitó en sus oraciones, lo que establece un ejemplo obligatorio para los musulmanes.
- Es aceptada universalmente por la comunidad musulmana como una parte esencial de la oración.
- Un ḥadīth dice: "No hay oración sin la apertura del Libro (Al-Fātiḥa)".
El Significado Espiritual de Al-Fātiḥa:
- Al recitarla, el siervo refleja sobre la grandeza y perfección de Dios.
- Representa una súplica que abarca todos los aspectos de la vida del siervo: su inicio, su medio y su final.
El autor concluye que esta estructura de la oración como "mitades" simboliza la relación directa entre Dios y el ser humano: una interacción continua de alabanza, dependencia y respuesta divina.
El Propósito de la Oración:
La oración combina la necesidad del siervo de conocer a Dios (Señorío) y de reconocer su propia servidumbre (adoración). Esto refleja el pacto establecido entre Dios y la humanidad: "He creado a los genios y a los hombres solo para que Me adoren" (Corán 51:56).La Naturaleza de la Oración:
La oración es la vía para observar este pacto. Por ello, Dios hizo de Al-Fātiḥa un pilar esencial de la oración, pues abarca tanto el conocimiento de Dios como la expresión de adoración.El Carácter Obligatorio de Al-Fātiḥa:
El autor resalta que recitar Al-Fātiḥa es un componente obligatorio de la oración, basándose en varios argumentos:- El Profeta siempre la recitó en sus oraciones, lo que establece un ejemplo obligatorio para los musulmanes.
- Es aceptada universalmente por la comunidad musulmana como una parte esencial de la oración.
- Un ḥadīth dice: "No hay oración sin la apertura del Libro (Al-Fātiḥa)".
El Significado Espiritual de Al-Fātiḥa:
- Al recitarla, el siervo refleja sobre la grandeza y perfección de Dios.
- Representa una súplica que abarca todos los aspectos de la vida del siervo: su inicio, su medio y su final.
El autor concluye que esta estructura de la oración como "mitades" simboliza la relación directa entre Dios y el ser humano: una interacción continua de alabanza, dependencia y respuesta divina.
1. La Alabanza como Primer Acto de la Creación
El texto explica que el primer acto de la creación estuvo marcado por la alabanza. Adán, al estornudar, dijo: "Toda alabanza es para Dios", reflejando las primeras palabras pronunciadas tanto por el intelecto como por el primer ser humano. Esta alabanza se convirtió en el inicio de toda la creación y, consecuentemente, en el primer verso del Corán, enfatizando su importancia universal.
El texto explica que el primer acto de la creación estuvo marcado por la alabanza. Adán, al estornudar, dijo: "Toda alabanza es para Dios", reflejando las primeras palabras pronunciadas tanto por el intelecto como por el primer ser humano. Esta alabanza se convirtió en el inicio de toda la creación y, consecuentemente, en el primer verso del Corán, enfatizando su importancia universal.
2. La Misericordia Prevalece sobre el Castigo
Se destaca que la misericordia de Dios antecede a Su ira, como se indica en el ḥadīth que afirma: "Mi misericordia precede Mi ira". Esto establece que los actos de misericordia y favor divinos son inherentes al inicio de toda creación, siendo también la esencia del mensaje divino en el Corán.
Se destaca que la misericordia de Dios antecede a Su ira, como se indica en el ḥadīth que afirma: "Mi misericordia precede Mi ira". Esto establece que los actos de misericordia y favor divinos son inherentes al inicio de toda creación, siendo también la esencia del mensaje divino en el Corán.
3. Muhammad como el Más Alabado
El Profeta Muhammad es descrito como el más agradecido y alabado de todos los seres humanos. Esto implica que recibió más favores y misericordias de Dios, lo que se refleja en el verso: "No te enviamos sino como una misericordia para los mundos" (Q.21:107).
El Profeta Muhammad es descrito como el más agradecido y alabado de todos los seres humanos. Esto implica que recibió más favores y misericordias de Dios, lo que se refleja en el verso: "No te enviamos sino como una misericordia para los mundos" (Q.21:107).
4. Nombres Divinos y Proféticos Relacionados con la Misericordia
Se establece un paralelo entre los nombres de Dios y los del Profeta, ambos relacionados con la misericordia. Los nombres divinos como al-Raḥmān y al-Raḥīm enfatizan esta cualidad, mientras que los nombres proféticos como Muḥammad y Aḥmad reflejan alabanza y misericordia, mostrando una conexión intrínseca entre ambos.
Se establece un paralelo entre los nombres de Dios y los del Profeta, ambos relacionados con la misericordia. Los nombres divinos como al-Raḥmān y al-Raḥīm enfatizan esta cualidad, mientras que los nombres proféticos como Muḥammad y Aḥmad reflejan alabanza y misericordia, mostrando una conexión intrínseca entre ambos.
5. Relación entre los Nombres Divinos y el Día del Juicio
Se menciona que en el Día del Juicio, el Profeta estará al frente de los creyentes con cinco nombres relacionados con la misericordia, mientras que detrás estarán cinco nombres divinos, también relacionados con la misericordia. Esto simboliza la protección y guía divina a través de la misericordia tanto humana como celestial.
Se menciona que en el Día del Juicio, el Profeta estará al frente de los creyentes con cinco nombres relacionados con la misericordia, mientras que detrás estarán cinco nombres divinos, también relacionados con la misericordia. Esto simboliza la protección y guía divina a través de la misericordia tanto humana como celestial.
6. Correlación entre los Nombres Divinos y el Siervo
El texto vincula cinco nombres divinos (Allah, al-Rabb, al-Raḥmān, al-Raḥīm, Malik Yawm al-Dīn) con cinco estados del siervo, representando la adoración, la búsqueda de ayuda, la guía, la estabilidad y la recompensa divina. Estos nombres reflejan la relación del siervo con Dios en cada aspecto de la vida.
El texto vincula cinco nombres divinos (Allah, al-Rabb, al-Raḥmān, al-Raḥīm, Malik Yawm al-Dīn) con cinco estados del siervo, representando la adoración, la búsqueda de ayuda, la guía, la estabilidad y la recompensa divina. Estos nombres reflejan la relación del siervo con Dios en cada aspecto de la vida.
7. El Ser Humano como Composición de Cinco Elementos
El ser humano se describe como una combinación de cuerpo, ego satánico, ego apetitivo, ego irascible y esencia angelical-racional. Cada uno de estos aspectos se conecta con un nombre divino, mostrando cómo Dios interactúa con las diferentes dimensiones del ser humano.
El ser humano se describe como una combinación de cuerpo, ego satánico, ego apetitivo, ego irascible y esencia angelical-racional. Cada uno de estos aspectos se conecta con un nombre divino, mostrando cómo Dios interactúa con las diferentes dimensiones del ser humano.
8. Las Cinco Direcciones de la Qibla
Las cinco direcciones de la qibla (Jerusalén, la Kaaba, la Casa Frecuentada, el Trono y la Presencia Divina) se asocian con los cinco nombres divinos, simbolizando la conexión entre las dimensiones físicas y espirituales del culto.
Las cinco direcciones de la qibla (Jerusalén, la Kaaba, la Casa Frecuentada, el Trono y la Presencia Divina) se asocian con los cinco nombres divinos, simbolizando la conexión entre las dimensiones físicas y espirituales del culto.
9. Las Cinco Estaciones del Recuerdo
Los nombres divinos también se correlacionan con las cinco frases del recuerdo (dhikr): Subḥān Allāh (Gloria a Dios), Al-ḥamdu li-llāh (Toda alabanza es para Dios), Lā ilāha illa Allāh (No hay más dios que Dios), Allāhu Akbar (Dios es el más grande), y Lā ḥawla wa-lā quwwata illā bi-llāh (No hay fuerza ni poder excepto en Dios).
Los nombres divinos también se correlacionan con las cinco frases del recuerdo (dhikr): Subḥān Allāh (Gloria a Dios), Al-ḥamdu li-llāh (Toda alabanza es para Dios), Lā ilāha illa Allāh (No hay más dios que Dios), Allāhu Akbar (Dios es el más grande), y Lā ḥawla wa-lā quwwata illā bi-llāh (No hay fuerza ni poder excepto en Dios).
10. Necesidades del Siervo en el Más Allá
Se enumeran las cinco necesidades del siervo: protección de daños mundanos, obtención de beneficios, salvación del Infierno, entrada al Paraíso y servicio puro a Dios. Cada necesidad se relaciona con un nombre divino que refleja la dependencia del siervo en la misericordia divina.
Esta sección enfatiza la centralidad de la misericordia y la alabanza en la relación entre Dios y Su creación, estableciendo la base espiritual para el culto y la conexión humana con lo divino.
Conclusión
El Gran Comentario (o la gran exégesis) de Fakhr al-Dīn al-Rāzī es un testimonio de la riqueza intelectual y espiritual del islam clásico. Aunque algunos críticos la consideran excesivamente técnica o discursiva en ciertos pasajes, su amplitud y profundidad la convierten en una obra única que sigue inspirando estudiosos hasta el día de hoy. Al-Rāzī no solo comenta el Corán; lo convierte en una fuente para explorar las grandes preguntas de la humanidad, ofreciendo una visión que abarca desde lo cósmico hasta lo íntimamente humano
Se enumeran las cinco necesidades del siervo: protección de daños mundanos, obtención de beneficios, salvación del Infierno, entrada al Paraíso y servicio puro a Dios. Cada necesidad se relaciona con un nombre divino que refleja la dependencia del siervo en la misericordia divina.
Esta sección enfatiza la centralidad de la misericordia y la alabanza en la relación entre Dios y Su creación, estableciendo la base espiritual para el culto y la conexión humana con lo divino.
Conclusión
El Gran Comentario (o la gran exégesis) de Fakhr al-Dīn al-Rāzī es un testimonio de la riqueza intelectual y espiritual del islam clásico. Aunque algunos críticos la consideran excesivamente técnica o discursiva en ciertos pasajes, su amplitud y profundidad la convierten en una obra única que sigue inspirando estudiosos hasta el día de hoy. Al-Rāzī no solo comenta el Corán; lo convierte en una fuente para explorar las grandes preguntas de la humanidad, ofreciendo una visión que abarca desde lo cósmico hasta lo íntimamente humano