sábado, 22 de abril de 2017

San Agustín de Hipona - Las confesiones (Libro XIII: Interpretación alegórica del Génesis) (397).

Seguimos con la interpretación del Génesis, pero esta vez lo haremos desde la perspectiva alegórica, es decir, ayudándonos más del espíritu que de la letra como bien lo dice Corintios 2:6 en el segundo libro: ''La letra mata y el espíritu vivifica''. Como hemos dicho incontables veces (más bien como San Agustín de Hipona dijo incontables veces), el análisis literal de las Sagradas Escrituras no nos deja ver el fondo de lo que realmente significan. Veamos este último libro de las Confesiones que nos trae el santo de Hipona.

Referencias:

(1) En efecto, en esos tiempos el concepto de hombre servía para referirse tanto al hombre como a la mujer. 

Las Confesiones

LIBRO XIII: INTERPRETACIÓN ALEGÓRICA DEL GÉNESIS

El mérito de los espiritual por sobre lo terrenal

Todas las cosas estaban en confusión, en caos y en tinieblas las cuales no significaban nada (porque las tinieblas son la nada absoluta). Dios fue quien dio luz a todas las cosas dándoles existencia a cada una de ellas. Cabe destacar que este mundo fue hecho creado a una cierta semejanza a las cosas más divinas, por eso en la biblia se dice que también el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios. 

Pero ¿cómo se entiende lo que Dios dijo después ''Hágase la luz''? porque bien podríamos decir que ''hacerse la luz'' es dar la esencia espiritual a las cosas. San Agustín dice que en el principio de la creación, las cosas ya tenían cierta divinidad y que al decir ''Hágase la luz'' se completaba. 

El concepto de Trinidad

El concepto de Trinidad ha sido unos de los más discutidos durante la historia, e incluso hasta nuestros días cuesta entender. 

Dilema con el Espíritu Santo

Si existe una Trinidad y nos basamos en la lectura del Génesis, entonces ¿cómo podemos entender esto si el Espíritu Santo apareció cuando se hizo la luz? ¿Y el Verbo (o el hijo) dónde se realizó? San Agustín nos dice que el verbo se hizo en el principio, pero el Espíritu Santo después. 

Para dar solución a esto, San Agustín toma la frase de la biblia ''se cierne'' es decir, el espíritu de Dios (el Espíritu Santo) se cierne sobre las cosas para darles vida. El Espíritu Santo se cierne en todas las cosas que existen desde el mismísimo principio.  

Ahora, bajo la premisa anterior puede surgir una nueva duda: si el Espíritu Santo se cernía sobre las cosas ¿acaso no hacía lo mismo el Padre y el Hijo? Obviamente, si son una trinidad entonces se tiene que decir necesariamente que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se cernían sobre las cosas. Sin embargo, ¿por qué en la biblia se nombra sólo al Espíritu Santo (que en este caso se cernía sobre las aguas)? De acuerdo con San Agustín, es el mismo don de Dios el que dirige al Espíritu Santo y por lo tanto, mientras el Espíritu Santo esté en cierto lugar, también lo estará la Trinidad. 

Entendiendo la conformación de la Trinidad

Así como la Trinidad es el Padre, el hijo y el Espíritu Santo, el ser humano también tiene una especie de Trinidad entendida en términos de ''ser'':

- Ser
- Conocer
- Querer

Cada una de ellas comprende otras tres cosas que se toman de la vida práctica que serían la vida, la mente y la esencia. La misma manera tiene la Santísima Trinidad para unirse, por supuesto, no es exactamente lo mismo que nosotros, pero se entiende alegóricamente que la Santísima Trinidad son estas tres cosas: Padre, hijo y Espíritu Santo. 


El conocimiento sobre Dios

Así como el hombre es como la luna y Dios como el sol, entendiendo que la luna es cambiante y el sol siempre es uno, la ciencia y el conocimiento exacto de las cosas es como la luna, pero Dios es mucho más que esto, pues la Sabiduría está por sobre el conocimiento. 

El conocimiento de Dios lo tiene el alma, y el alma proviene de la creación de la tierra, entendiendo por ''tierra'' la creación de todas las cosas ya sena visibles o invisibles. No obstante, el alma siempre va a ser mejor que la materia y cuando esta se deja llevar por el pecado de la soberbia, se muere. Por lo tanto, no podemos dejar nuestra alma en las cosas materiales, pero tampoco dejarla al conocimiento soberbio de la ciencia, pues así se dice:

''No os acomodeis al mundo presente''
(Romanos 12:2)

Lo que significa que el alma no puede quedar atrapada en nada que este mundo tenga (soberbia o materia). El hombre debe acercarse a Dios y amar a Dios para encontrar la felicidad.

Los hombres fueron hechos a imagen y semejanza de Dios, pero bien podemos distinguir al macho y a la hembra(1). Si bien los hombres se distinguen corporalmente, todas las almas son iguales

Bendición de los animales

¿Qué pasa con los animales y las cosas de la tierra? ¿Acaso ellas no son bendecidas o no pueden ser bendecidas? en efecto, el único que puede ser bendecido es el hombre a través del bautismo, pero ni las cosas ni los animales pueden tener tal cosa. ¿Será que  las cosas fueron creadas en vano para no ser bendecidas? No, porque ya se podría tomar como bendición cuando Dios dijo:

''Creced y multiplicaos''
(Génesis 1:28)

Esto por supuesto, se aplica a todos los seres vivos que existen en el mundo; sólo quedaría pensar en las cosas de la naturaleza. 

Propósito de la naturaleza

¿Qué dice realmente la biblia en cuanto a la naturaleza? Veamos lo que dice el Génesis en cuando a ella. 

''Toda hierba de semilla que existe sobre la haz de  toda la tierra y todo árbol que lleva fruto de semilla, todo animal terrestre, para toda ave de los cielos y para todo ser animado que se arrastra sobre la tierra''
(Génesis 1:30)

Todas las cosas naturales fueron creadas para el uso y el alimento humano; por lo que no habría ningún pecado en comerlas o usarlas; cosa contraria a la doctrina maniquea o judía quienes sólo comían cierto tipo de alimentos. 

La totalidad de la creación de las cosas es supremamente buena, ya que toda existencia es buena, y si existe es verdadera y como verdadera es buena. 

Conclusión

Con la palabra ''Amén'' se termina el último libro de las confesiones de San Agustín. Podríamos decir que este libro es un agradecimiento final a todas las cosas hechas por Dios que en su totalidad son buenas. En cuanto la interpretación del Génesis, la verdad que noes muy diferente a las que hemos visto en contra de los maniqueos. Por lo demás, aún queda un voluminoso texto de la interpretación del Génesis que es mucho más extensa que está. Dejamos las confesiones de San Agustín para movernos por otros libros.

1 comentario:

  1. Gran final aunque las Confesiones podrian tenernos ocupados de x vida puesto que se ha escrito mucho sobre esta gran obra

    ResponderEliminar