jueves, 13 de noviembre de 2014

Platón - Las Leyes (Libro III y IV: Decadencia de estados (II) / Fundación del estado).

Sin duda que la decadencia de estados es un tema que aún es problema en el mundo de hoy. Dicen que cada país tiene el gobierno que se merece, pero ésta es una frase conformista e insuficiente para explicar el fondo de todo este asunto. Platón, tratando de dar una explicación al comportamiento de los Estados de ese tiempo, nos lleva a descubrir un contexto histórico y una aproximación al funcionamiento y los deberes del Estado.

Definiciones:

(1) Estadios: Unidad de longitud en Grecia que correspondía a 174,125 metros.


Referencias:

(1) En lo relativo al justo medio, Aristóteles en su ''Ética a Nicómaco'' menciona que la virtud está en el justo medio.
(2) Esta relación de gobiernos es vista también en el Libro VIII de La República.
(3) Los Éforos eran magistrados del Estado Dorio de Grecia. 
(4) Dios de la mitología romana que representaba el tiempo. Suele ser confundido con Cronos dios griego del tiempo.
(5) Tema ampliamente discutido en el Libro I de La República.
(6) Pregunta modificada para dejarla más clara y sintetizada.


Libro III
Decadencia de estados (prevención)

¿Como se formaron los Estados?

Los 3 personajes se remontan a los tiempos mas lejanos para describir como se formaron los Estados. Indudablemente, Clinias le dice al Ateniense que sería muy difícil determinar como se originaron, pero el Ateniense le replica que seguramente, muchos estados se han visto destruidos y otros han permanecido. Muchos de ellos han pasado del vicio a la virtud y de la virtud al vicio. 

Clinias acepta esta deducción y el Ateniense trata de hacerle comprender la antigua historia de los diluvios y enfermedades que acabaron con los hombres en tiempos remotos y que incluso algunos sobrevivieron.

Tomemos por un momento al hombre que sobrevivió al diluvio. Éste pudo conseguirlo seguramente gracias a estar ubicado en la parte más alta de una montaña donde además se conservaron restos de genero humano. En cambio, las ciudades que se sitúan en la costa, perdieron todo rastro y vestigio de género humano. 

El diluvio, la ciudad y la montaña.

Los que vivían en la montaña ignoraban los vicios y problemas que tenía el hombre civilizado. El Ateniense trata de hacer un símil entre las ciudades devastadas por desastres naturales y los Estados que son devastados ya sean por malas políticas o malos gobernadores. De los Estados derrumbados solo quedan pueblos vacíos y medios inapropiados para subsistir en él. Sin embargo, el Ateniense dice que de éste estado de cosas se heredaron las sociedades, las artes las leyes y los gobiernos. ¿Cómo es esto posible? se pregunta Clinias. El Ateniense le explica que sería imposible que el hombre de la montaña pudiera saber algo de leyes o de problemas de la ciudad (recordemos que el hombre de la montaña no sabía nada de los problemas del hombre de la ciudad y mucho menos como resolverlos). El hombre de las montañas, en un sentido más metafórico, le tendría miedo al diluvio y desde ahí no podría construir ni artes, ni leyes, ni gobierno alguno al estar desentendido de las ciudades. 

El gobierno patriarcal.

Es así como el Ateniense explica que los hombres que sobrevivieron a tal diluvio, se vieron en la necesidad de formar una nueva sociedad, eso si, sin contar con la civilización que estaba, ya que todo eso fue arrebatado por el diluvio. Aparte de comenzar a crear sociedades, también tuvieron que prescribir leyes, es decir, inventar un lenguaje para comunicarse y por último, crear un gobierno. El único gobierno del cual pudo haber vestigio sería el patriarcal. Homero en un pasaje de la Odisea tiene un extracto sobre este gobierno:

''No hay entre ellos deliberaciones en asambleas, ni se administra justicia. Viven en cavernas profundas  en las cimas de las más altas montañas, y allí cada uno da leyes a su mujer y a sus hijos, sin cuidarse de sus vecinos'' La odisea, Capítulo IX.

Este tipo de gobierno se formaban por familias independientes que a causa de los desastres naturales, debían dispersarse. Entre ellos, el más ancianos era el que gobernaba y éste le traspasaba su poder a su hijo y así sucesivamente. Todos estos gobernadores de las familias tuvieron que determinar costumbres, tradiciones y por lo tanto, leyes. Es así como se llega al origen de la legislación. Luego de esta forma de gobierno, viene en seguida la aristocracia o la monarquía. 

El Ateniense aún advierte una tercera clase de gobierno que describe Homero en la Illíada.

''Dárdano construyó una ciudad llamada Dardania. Las murallas sagradas de Illión, ciudad formada por la reunión de diferentes pueblos, aún no se habían levantado en la llanura; continuaban viviendo al pie del monte Ida, de donde nacen tantas fuentes'' La Illíada Capítulo XX.

De aquí se puede deducir que ''los hombres de la montaña'' de los cuales habíamos hablado, después de olvidado el desastre del diluvio, habían bajado de la montaña para crear una ciudad.

Mientras estos 3 tipos de Estado se iban desarrollando a lo largo de la historia, el Ateniense dice que la coordinación de estos 3 sería perfecta siempre y cuando hubiera dos Estados protectores y vengadores de las leyes mientras el tercero intentara infringirlas. 

La legislación en los estados

No obstante, las dificultad estaría en la legislación de estos 3 Estados. Esto es debido a que el legislador puede verse en una difícil situación cuando este pretende hacer un reparto más equitativo económicamente, ya que siempre habrán dos posturas y se tendrá que optar por la más justa. 

Por otro lado, estos estados se destruyeron y no pudieron seguir avanzando. El Ateniense y Clinias se proponen desarrollar el por qué de este hundimiento.

Cuando un hombre tiene un objeto que le proporciona ventaja ¿Puede ser que todo le salga bien? Si un gobernador quiere que el Estado subsista, necesita de buenos soldados, los mejores. Así, podría someter a los Estados inferiores y prescribir leyes y normas a los griegos. El Ateniense dice que los hombres siempre esperan que sus deseos se acomoden con su alma y si no es con esta, que sea en gran parte en su condición humana, así como también piden lo mejor para sus familias.

Los deseos de los hombres con frecuencia son pedidos a los dioses. Pero estos deseos no pueden ser sometidos a la voluntad del hombre, sino que la voluntad debe someterse al uso de la razón de los hombres (De ahí lo peligroso de tener deseos que la razón no guía).  Es la sabiduría lo que los Estados y los legisladores deben pedir a los dioses. 

La mayor de las ignorancias se presenta cuando a algo bueno y bello se le presenta aversión. Cuando algo que se reconoce malo se le ama. Y ese es el fin de todo Estado, confundir la entrega del amor las cosas malas. La ignorancia en fin consta de la disposición del alma a las cosas que están en contra de la ciencia y la razón.

¿Quienes mandan?

En todo orden de cosas, hay jefes o superiores que ejercen poder sobre los que deben ser sometidos. A éstos poderes El Ateniense los llama ''títulos'': 

  • En la familia, los padres son los que mandan a sus hijos ya sea en un estado pequeño grande y esto es normal y natural. 
  • Los títulos de nobleza ejercen poder sobre los que son inferiores.
  • Los ancianos deben tomar el mando y los jóvenes deben obedecer.
  • Los dueños con derecho a someter a un esclavo.
  • Los más fuertes mandan sobre los más débiles.
El Ateniense propone dos títulos más...
  • El más sabio somete al más débil.
  • El afortunado someta al menos afortunado.
El Ateniense advierte a Clinias y a Megilo que el legislador debe tener precaución con estos contrarios debido a que puede existir la posibilidad de una sedición. Es por eso que nada puede llevarse al extremo, todas las disposiciones del alma deben ir acorde al justo medio(1). 

La monarquía y la democracia.

Según el Ateniense, hay dos clases de constituciones políticas: La monarquía y la democracia. 

La monarquía esta relacionada con los Persas y la democracia con los atenienses. Estas dos clases de constituciones políticas deben tener mezclas de otras constituciones. No deben ejercerse solamente en su único aspecto, sino más bien deben ser las dos eclécticas. 

El Ateniense dice que los persas y los atenienses se han alejado del justo medio. Pero en Lacedemonia si se ha conservado esta postura del justo medio. 

Si se quiere crear un Estado que dure a través de tiempo, éste se debe fundar en la distribución equitativa del desprecio y la estimación. En primer lugar, las disposiciones del alma deben ir en armonía con la templanza. En segundo lugar, la templanza con el cuerpo y en tercero la fortuna y las riquezas. Si el legislador o el Estado corrompen este orden, no cometerán sino injusticias y el Estado se derrumbará.

Clinias le dice al Ateniense que los ciudadanos de Creta se proponen fundar una nueva colonia. Clinias al estar feliz de encontrarse con Megilo y el Ateniense, les dice que por favor le den consejos sobre como formar una ciudad. El Ateniense y Megilo responden afirmativamente.

Finalmente, ya sea en un estado o de forma particular, no se debe propasar el justo medio, es decir, los estados deben estar entre la estricta obediencia y el libertinaje; las dos formas de exceso de la monarquía y la democracia.


Libro IV
Fundación del estado

La formación de la ciudad


Para formar una ciudad, Clinias dice que ésta debe estar alejada del mar, debe estar a 80 estadios(1) lejos del mar. Sin embargo, existirá acceso a la costa por todos los lados, además, no carecerá de ningún suministro y no habrá cerca de ella ninguna ciudad. El territorio de la ciudad será más montañoso que llano (igual a los territorios de Grecia). 

El Ateniense, dice que dejar la ciudad lejos del mar es una buena idea, pero sí ésta ciudad necesitará de legisladores o gobernadores divinos.

Por otro lado, será difícil cosechar en terrenos montañosos y por lo tanto, difícil será el comercio que se ejerza en la ciudad. Por esta razón, la ciudad deberá ocuparse de los árboles para obtener algún recurso; esto le servirá para hacer naves y transportes.

Según el Ateniense, es ventajoso que un Estado no tenga los mismos atributos malos que tenga otro. Así como ésta ciudad no tiene recursos del suelo, ni muchos recursos en general, al mismo tiempo representa una ventaja debido a que no sería una ciudad con muchas riquezas y por ende, no sería una ciudad ambiciosa. A una ciudad el conviene estar lejos del mar porque así sería menos visible para el enemigo, la mayoría de las ciudades se ubican en el mar y son de fácil acceso; a eso se refería el Ateniense en que no hay que imitar las cosas malas del enemigo.


¿Cómo debe ser un legislador?

Las leyes no se hicieron gracias a los hombres, sino que gracias a las diversos acontecimientos que pasan en la vida. Una guerra, por ejemplo, una vez que azota al Estado implicaría la proposición de nuevas leyes; por otro lado, la pobreza también es una situación que implica nuevas leyes para superarla. De esta manera, son los acontecimientos históricos los que dan vida a las leyes y no los hombres.

El Ateniense argumenta que es Dios y la suerte los que dominan este mundo y de esta forma, el hombre puede crear leyes a base de los acontecimientos. Pero hay aún una tercera forma la cual un Estado debe tener y esa es el arte. El arte ayuda a que la ciudad pueda abastecerse de servicios; por ejemplo, en un incendio será imprescindible el arte de apagar incendios. Y si la persona que apaga incendios tiene un talento innato que potencie su arte, mejor todavía.

¿Qué es lo que pediría un legislador para dar leyes a un Estado? Seguramente, dice el Ateniense, el legislador pediría un Estado gobernado por un tirano; que el tirano sea joven; que tenga memoria, penetración, valor, elevación de sentimientos y virtud. Con todo esto, el Ateniense dice que este será uno de los mejores Estados y habría una buena legislación. Clinias y Megilo se preguntan como sería esto posible y el Ateniense les responde.

El mejor Estado y legislación.

Dios hace que un Estado tenga la mejor de las situaciones. En segundo lugar se necesitan dos jefes (El tirano y el legislador) idealmente como hemos descrito anteriormente. El Ateniense dice que a medida que crece el numero de gobernantes, más difícil será llevar la empresa de gobernar un Estado y mientras el numero es menor, más fácil será.

Para que un Estado pueda ser el mejor, necesita primero pasar por la tiranía; en segundo lugar, el gobierno monárquico; en tercer lugar, democracia; y el cuarto, la oligarquía(2). Así, el gobierno de uno sería más fácil debido a que en los gobiernos con muchos gobernantes hay mas disensión. La tiranía facilita el paso de un gobierno a otro.

¿Que gobierno se pretende establecer en la ciudad a formar? El Ateniense les pide a Clinias y a Megilo que describan los gobiernos de sus ciudades. Los dos responden que el gobierno de sus ciudades se acercarían mucho más a la Tiranía que a cualquier otro gobierno, ambos exclaman que ésto es debido a los Éforos(3) quienes ejercían tiránicamente su poder. El Ateniense dice que nunca es conveniente que exista una parte señora y otra esclava, ya que la autoridad siempre será ejercida por la parte señora. 

El mito del gobierno de Saturno(4).

En la época de Saturno todos vivían felices, ya que la tierra daba recursos en abundancia. Al ver Saturno que el hombre era incapaz de gobernar sin recurrir a la licencia y a la injusticia, puso a otros seres muchos más superiores que los seres humanos para gobernarlos, los demonios. Estos eran gobernadores excelsos que gobernaban a los hombres de manera correcta. 

Así es como los hombres deben acercarse a ejercer el gobierno como lo hacía Cronos. Deben guiar al Estado y a ellos mismos hacía su parte inmortal (el alma), para ejercer un buen gobierno. Por otro lado, hacer leyes que vengan desde el uso de razón de los hombres porque estos serán los preceptos de las familias y del Estado. 

Las leyes y el legislador

El Ateniense al comprobar que existen varios tipos de gobierno, se pregunta ¿Sería posible decir que hay varios tipos de leyes? Dicen que las leyes no tienen por objetivo la guerra, ni la virtud en su conjunto, sino solamente lo que atañe al interés del más fuerte(5). En efecto, es el más fuerte quien hace las leyes en el Estado y además, los demás ciudadanos deben obedecerlas porque de lo contrario serán castigados. Hasta ahora, el Ateniense admite que así es la naturaleza porque, como lo habían dicho anteriormente, los padres mandan a los hijos, los ancianos a los jóvenes y los hombres ilustres bajo los que no son ilustrados.

Se teme generalmente que uno de los vencidos, o que tenga menor autoridad, se rebele contra los más poderosos y que el Estado esté en constante peligro a causa de la venganza de los vencidos. Por eso, es adecuado hacer leyes que beneficien a todos y no solamente a algunos (sobre todo a los que ejercen el poder). En añadidura, el Ateniense dice que el sacrificio a Dios debe ser considerado siempre para que las leyes puedan estar sustentadas bajo el poder divino.

El Ateniense pone ahora en conocimiento lo que debe hacer un legislador. Comienza contando el libro del poeta Hesíodo donde dice que'' el camino del vicio es llano y fácil mientras que el de la virtud es escarpado y dificultoso''. Clinias y Megilo afirman que el poeta tenia mucha razón al decir esto, sin embargo, el Ateniense quiere hacerles ver otra perspectiva. 


El Ateniense hace una situación hipotética en donde se le pregunta al legislador:


  • ¿No hemos oído de tu boca hace poco que no es conveniente dejar a los poetas en libertad de decir lo que quieran, porque, por no conocer las leyes, causarían muy grandes desordenes en el Estado?
Clinias y Megilo asienten ante la pregunta hipotéticamente planteada de el Ateniense. Y en seguida continúa: 

  • ¿No es cierto que cuando los poetas están en el trípode de las musas no son dueños de sí mismos y como si fueran otras personas, comienzan a imitar la realidad presentándonos contradicciones con la misma ?(6)


Lo que quiere decir el Ateniense es que entre el dicho de Hesíodo y lo que debe hacer un legislador, existe una contradicción. El legislador no puede tener en cuenta contradicciones, ya que las leyes siempre deben ser muy claras. Por otra parte, debe persuadir a sus ciudadanos de dichas leyes, no se puede legislar al modo que los médicos tratan las enfermedades porque siempre difieren en las soluciones.

Los médicos.

El Ateniense dice que existen dos clases de médicos; unos que han aprendido por instrucción de un superior; y otro que es médico por vocación e igualmente enseña.   

En la ciudad hay personas que son libres y esclavos. Los esclavos siempre se sirven de otros eslavos para que le curen, en cuanto al médico de éste enfermo, siempre va apresurado curando a otros enfermos y no se centra en uno, sino en varios esclavos y encima sin dar explicaciones de la enfermedad. Por el contrario, el médico de vocación es el que trata con hombres libres como él y a éstos dedica mucho más tiempo y cuidado. 

Los 3 dialogantes acuerdan en que es la última característica la que debe estar también en un legislador, debe existir alguien dedicado a tal oficio y a tal objeto, en vez de estar dedicado a múltiples objetos. El primer método se llamará método sencillo y el segundo método doble.

Lo que debería hacer el legislador.

¿No es cierto que el Estado se funda con la unión de dos sexos que posteriormente conformarán una familia? Pues es en éste punto donde es preciso comenzar a fundar leyes en el Estado, en el matrimonio. Las leyes que debería promulgar el legislador para fundar el Estado son las siguientes:
  • Todos están obligados a casarse entre los 30 y 35 años. Quien no lo haga será castigado con una multa correspondiente (Método sencillo).
  • Todo el mundo se casara desde la edad de 30 a 35 años. (Método doble).
La diferencia entre estos dos métodos es que el primero hay una instrucción en la que no hay reflexión o pensamiento; solamente se debe obedecer mientras que en la segunda se deja a la reflexión de cada uno. Es preciso no emplear la fuerza en las leyes, sino más bien moderar la fuerza por medio de la persuasión.

Clinias y Megilo acuerdan que es el segundo el más apropiado para fundar la ciudad. El método doble tiene dos propósitos en realidad, uno es presentar la ley y otro es el preámbulo de la ley para que ésta se entienda. Una vez que la ley se logre entender, no habrá necesidad de amenazas y castigos.




Conclusión



Verdaderamente interesante las ideas que Platón postula en éste libro. El contexto histórico que se desprende de éste libro es amplio y muy claro en cuanto a la fundación del Estado. Por otro lado, la importancia del legislador en promulgar leyes y que éstas sean lo más claras posibles (recuerden el ''preámbulo''). Seguiremos analizando éste libro el cual fue uno de los últimos que nos dejó el filósofo.

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