Querido y odiado por muchos Nicolás Maquiavelo fue uno de los filósofos más influyentes del Renacimiento. Considerado uno de los fundadores de las ciencias políticas, basado en todos los textos que nos han llegado cuyo valor es esencialmente político y filosófico. Toda su fama no se debe en absoluto a un formato ideal de un Estado o de los hombres, sino que se debe a su profundo análisis empírico y brutal sobre lo que él observaba. Atrás quedaría la visión tanto de Platón como de Aristóteles sobre la política. Ahora veremos un nuevo paradigma basado en la practicidad y en el interés individual.
Nicolás Maquiavelo
Infancia
Nicolás Maquiavelo nació en Florencia, Italia, siendo el tercer hijo de cuatro hermanos del abogado Bernardo di Niccolò Machiavelli y su esposa Bartolomea di Steffano Nelli. Se cree que la familia de Maquiavelo eran descendientes de los viejos marqueses de la Toscana, y de haber producido trece confalonieros de Justicia, quienes eran oficiales seleccionados por sorteo cada dos meses. Si bien fue una familia reconocida, en sus comienzos la vida de Nicolás fue muy dura. Así diría él mismo:
''Nací pobre y aprendí antes a sufrir que a gozar''
Maquiavelo nació en una era tumultuosa en la que los papas establecieron guerras adquisitivas contra las ciudades estado-italianas. Las alianzas político-militares cambiaban constantemente dando lugar a muchos enfrentamientos y gobiernos de poca duración.
El joven Maquiavelo fue enseñado en gramática, retórica y latín. Se dice que no aprendió griego, a pesar de que Florencia era conocida por ser el centro de estudios griegos más grande en Europa. Sin embargo, quizás, debido al contexto en el que se encontraba políticamente, a Maquiavelo siempre le interesó mucho más la política que las letras.
Todos estos cambios de poder los fue observando desde muy joven y poco a poco construiría su pensamiento en base a ello.
Carrera como diplomático
A pesar de sus estudios y su interés en la política, Nicolás Maquiavelo era un desconocido y su familia no era aristocrática como para que pudiera tener un puesto político. Luego de la ejecución del dominico fraile Girolamo Savonarola, el nombre de Nicolás Maquiavelo comenzó a resonar en la cancillería. En efecto, la Segunda Cancillería cuya jurisdicción comprendía los territorios florentinos estaba vacante, y Nicolás era el indicado para ocuparla. Sería Virgilio Adriani quien finalmente consolidaría esta posición a Maquiavelo, cuando solo tenía 29 años de edad.
En el año 1502, el confaloniero Piero Soderini convertía su cargo en vitalicio y junto a él estaba Maquiavelo, su más estrecho colaborador. Es aquí donde recibiría una serie de encargos diplomáticos, donde su experiencia y aprendizaje se plasmarían en sus textos.
Francia
Uno de sus deberes diplomáticos fue dirigirse a Francia para convencer al rey Luis XII, sucesor de Carlos VIII, de apoyar militarmente a Florencia y así dejar en cumplimiento la promesa de su predecesor. Sin embargo, Luis XII no quiso seguir cumpliendo lo de su predecesor, pues apoyar a Florencia era estar en contra de Pisa riesgo que el monarca no quería correr. Por lo tanto, esta es justamente la lección que saca Maquiavelo de Florencia: le falta poderío.
Así, Maquiavelo comprende que la base del respeto de un país y de las negociaciones se basa en tener los suficientes soldados y armas que respalden a dicho país, esta sería la base de todo Estado. Florencia carecía de este poder pues solo era una ciudad-estado.
Frustrado por no poder negociar con Luis XII, Maquiavelo recibe la orden de retirarse y aunque recibe elogios al regresar, el diplomático no queda satisfecho con la tarea.
En el año 1502 se casa con la paciente Marietta Corsini con quien tuvo seis hijos, de los que solo sobrevivieron cinco. No fue una relación honesta (tal y como era en esos años), pero se mantuvieron ocultando las apariencias.
Italia y César Borgia
Una de las figuras más destacadas por Maquiavelo sería César Borgia. Este noble y político italiano hijo nada más ni nada menos que de Rodrigo Borgia (futuro Papa Alejandro VI) se hizo con numerosos territorios y estableció una alianza con el Estado florentino.
Su padre lo nombraría duque de la Romaña (principados controlados por un monarca galo) luego de haberla conquistado. En ese momento, dos delegaciones diplomáticas de Maquiavelo se enviaron para hablar con César Borgia. El Valentino, como llamaban a César Borgia, quería que Florencia se aliara con él inmediatamente. Como él mismo decía:
''O César o nada''
Con esta actitud Maquiavelo dio cuenta de un ser totalmente amoral, imparable e implacable con sus enemigos. Uno de los sucesos más horribles que presenció Maquiavelo fue la ejecución de Ramiro de Lorca, quien sería expuesto en la Plaza Pública con su cuerpo partido en dos y su cabeza en una pica. Por cierto, este trabajo sucio no lo hizo César Borgia, sino que uno de sus súbditos. De ahí que Maquiavelo pensaría que el príncipe necesita que alguien realice el trabajo sucio por él.
En una ocasión, Maquiavelo tuvo la oportunidad de conversar con el gran Leonardo Da Vinci, puesto que era ingeniero militar en la corte de César Borgia. Ambos planearon una salida al mar para Florencia, para de este modo dejar a los pisanos sin acceso al mar. Sin embargo, a pesar de que se dio procedimiento a la idea, llevada por Maquiavelo, el ingeniero no fue Leonardo sino que otro. No obstante, debido a un desastre ocasionado con las primeras construcciones, este proyecto se pospuso por su dificultad y costo desproporcionado.
Otro acontecimiento que impresionó a Maquiavelo fue la degollación que César Borgia hizo a sus condottieri (comandantes mercenarios). Como no tenía a nadie para dirigir el ejército, Borgia decidió controlarlo él mismo personalmente. Inspirado en esta obra, Maquiavelo haría lo mismo en Florencia cuya autorización fue aprobada y su ministerio quedaría en manos de él mismo.
En el año 1503 muere el Papa Alejando VI, padre de César Borgia. Maquiavelo es enviado a Roma para informar sobre todo lo que ocurría con este acontecimiento. Pío III sería su sucesor pero solo por un brevísimo tiempo.
César Borgia estaba cansado, los años pasaban por encima de él y Maquiavelo veía los errores garrafales que cometía su modelo a seguir. Borgia daría los votos para elegir al nuevo Papa, pero el problema es que esos votos se los dio a un antiguo enemigo de su padre que sería Giulliano della Rovere, o como su nombre papal, Julio II. En efecto, Giulliano della Rovere le prometió fidelidad y lealtad a cambio de los votos y él los aceptó, craso error. Dicho y hecho, una vez nombrado pontífice, Julio II encerró a César Borgia.
Sacro Imperio Romano Germánico
El Sacro Imperio Romano Germánico era un enemigo poderoso del cual Florencia pensaba que podría aliarse con Francia. Es por esto que Maquiavelo, a través de la Signoria, es enviado a la corte imperial para que pudiera hacer algo frente a la situación del imperio con respecto a Florencia.
De acuerdo con Maquiavelo, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico era un hombre débil. No tenía poder de decisión y ante la critica más pequeña cedía su voluntad. No era de esperar que hubiese ningún ataque de parte del emperador a Florencia, por lo que Maquiavelo informó que la Signoria podría estar tranquila.
El Temible Julio II
El Papa Julio II fue tan temible como lo describía Maquiavelo. Se unió con los franceses para atacar Venecia, pero luego cambió de parecer para enfrentarse a los franceses. En esa oportunidad, el Papa convocó a una Liga Santa donde se encontrarían varios estados italianos (a excepción de Florencia) Inglaterra, Alemania, España y Suiza, para hacer frente a los franceses. Florencia estaba en aprietos y finalmente cedió ante el avance de las fuerzas del Papa. Caía Florencia y con ella Maquiavelo tuvo que huir al exilio.
Los Médici que habían sido expulsados de Florencia, ahora eran restituidos en la ciudad. Maquiavelo es buscado por haber sido colaborador de Piero Soderini (confaloniero de la antigua Florencia) por lo que sufriría duras represalias: su destitución, el exilio y un pago de mil florines (monto exorbitante para la época).
Retiro
En el año 1513, en una lista de posibles conspiradores contra la familia Médici organizada por Pietro Paolo Boscoli estaba el nombre de Maquiavelo. Esta fue la prueba definitiva para inculparlo de aquella conspiración por lo cual es encarcelado y torturado para que confesara. La confesión nunca se produjo pues que su nombre estuviera en la lista, no significaba que sí había conspirado. Sin embargo, fue torturado con una garrucha.
Al momento de llevar casi un mes tras las rejas, Julio II muere y lo sucede Juan de Médici, hijo de Lorenzo el Magnífico, quien llevaría el nombre de Leon X. Acto seguido, Maquiavelo es puesto en libertad por el mismísimo Papa.
Totalmente retirado, Maquiavelo pasaría sus días en Albergaccio, que era la granja familiar en Percussina. Desde esos años dedica toda su vida al campo y a la tranquilidad, después de haber tenido toda una vida llena de lujos. Por sí mismo, Maquiavelo llamaría a esta etapa de su vida de la siguiente forma:
''post res perditas''
(Después de la pérdida)
Es en esta etapa de su vida cuando se propone escribir su Magnum opus ''El Príncipe'', dedicada a los Médici pues esta familia sería la que le daría el respaldo al ex diplomático. La idea era volver a recuperar la confianza de los príncipes mediceos, y así lo logró haciendo grandes encargos a la familia, aunque nunca alcanzando el puesto tan importante que tuvo con el anterior régimen.
Desafortunadamente, los Médici fueron nuevamente derrocados y depuestos en Florencia. El régimen savonaroliano (para el que trabajaba Maquiavelo) lo aborreció porque ahora colaboraba con los banqueros. Por lo tanto, Maquiavelo sería repudiado por todo el gobierno actual y se retiraría nuevamente a una vida de pobreza.
Muerte
Nicolás Maquiavelo muere en 1527 a los 58 años de edad producto de una peritonitis aguda. En consecuencia, sus últimos días los pasó postrado en la cama y fue enterrado en la Iglesia de Santa Croce en Florencia. En su epitafio aparece el siguiente mensaje:
''Tanto nomini nullum par elogium''
(''Ningún elogio hará justicia a tan gran hombre'')
Todo el legado de Maquiavelo tuvo más acogida después de su muerte que durante su vida.
Pensamiento
Pragmatismo
Uno de los conceptos más esenciales que podemos ver en Nicolás Maquiavelo es su pragmatismo. No está decidido a mirar lo que se espera de un gobernante, o si es virtuoso o si sigue los patrones bíblicos, sino que se enfoca en los resultados efectivos de ellos. Algo que llamará ''verità effettuale'' que es la realidad efectiva de la acción política.
El colectivo y no el individual
Si recordamos bien, anterior a Maquiavelo existió un filósofo con las mismas intenciones de describir a un Príncipe. Ese filósofo fue Erasmo de Róterdam, quien en su obra ''Educación del Príncipe Cristiano'' sugiere una forma de gobernador ideal en una república. En este sentido, podemos decir que la obra ''El Príncipe'' de Maquiavelo es todo lo contrario a la obra de Erasmo.
A Maquiavelo no le importa si el Príncipe es cristiano o no. Lo importante es el colectivo, no el propio individuo. Ahora, si este individuo tiene las opciones para mejorar al colectivo, entonces no debe dudar ni un segundo en ejercer dicha acción, incluso si eso significa traicionar los propios principios.
Virtù
Muchos sostienen que la palabra ''virtù'' proviene de la palabra en latín ''virtus'' y esta a su vez se traduce en español como ''virtud''. Sin embargo, esta virtù de la que habla Maquiavelo no es la virtud cristiana que todos conocen. Tanto para el pensamiento griego como para el pensamiento medieval, podemos ver que la virtud engloba los siguientes conceptos.
Virtud:
- Castidad
- Templanza
- Caridad
- Paciencia
- Benevolencia
- Concordia
- Humildad
- Diligencia
- Justicia
- Disposición a realizar el bien
En cambio, la virtù de Maquiavelo comprende otros conceptos que difieren de los anteriores:
Virtù:
- Orgullo
- Habilidad
- Astucia
- Fortaleza
- Valentía
- Crueldad
- Vigor
- Osadía
- Dureza
- Disposición a hacer el mal (si es necesario)
Por cierto, las virtudes y la virtù señaladas no son correlativas, aunque sí hay muchas que son contrarias a las virtudes morales que expusimos anteriormente.
En El Príncipe, la palabra virtù es repetida 60 veces sin ser definida formalmente. Si bien ya entendemos que estas son las características que debe tener el príncipe, también nos dice Maquiavelo que el gobernador debe servirse de la suerte, es decir, no todo es la virtù, no es infalible, también se necesita suerte (o fortuna). En efecto, la fortuna es la diosa que rige nuestro destino y de la que uno no se puede librar. Sin embargo, el mismo Maquiavelo nos decía que podía llegar a ''domar'' a esta diosa.
¿Cómo es posible domarla? Maquiavelo señala que debe ser por medio de la virtù. Claro, la diosa favorece aquellos hombres que tienen valor, audacia, orgullo. Estas son las cosas por la que la diosa fortuna se ve atraída y seducida.
Por cierto, es claro que Maquiavelo se refiere a la diosa griega Tiqué, que es la diosa del destino y de la fortuna.
Ahora ¿por qué no sirven las virtudes cristianas? sirven siempre que cumplan el objetivo de la Razón de Estado, de lo contrario, son inútiles porque de acuerdo al florentino, las virtudes cristianas llevan a la inacción del príncipe y por lo tanto, de ser afectado por el primer golpe del enemigo.
Ética y política
Maquiavelo nos dice que si bien se debe actuar por el bien del colectivo como una Razón de Estado, sin importar los principios que uno tenga, la verdad es que tampoco llama a realizar el mal solo por realizarlo. El mal tiene que tener una justificación valedera, así como también hacer el bien: ambos necesitan justificación. Por lo tanto, se puede hacer tanto el bien como el mal, mientras la razón sea un bien mayor.
Lo que se quiere decir es que hay casos donde la crueldad sí está justificada; por ejemplo, cuando al gobernador le hacen daño. Incluso, hay casos en que Maquiavelo también aconseja al Príncipe no mantener su palabra si dicho acuerdo no otorga un beneficio; a contrario sensu, mantenerla si esta reporta un beneficio.
¿El fin justifica los medios?
Esta puede ser la frase que más se le atribuye erróneamente a Maquiavelo. Esta frase en realidad fue escrita por Napoleón Bonaparte en una de sus anotaciones al texto culmine del florentino.
Aunque esta frase puede coincidir con algunos razonamientos del filósofo, la verdad es que para Maquiavelo los medios deben ser buenos, es decir, deben ser prácticos para el contexto en que se utilizarán. Por lo tanto, podemos deducir de esto que no todos los medios son buenos para alcanzar un fin; si esto es así, entonces entendemos como consecuente que el fin no justifica los medios, si estos medios no nos llevan a un fin adecuado. El fin no puede justificar un mal medio.
Ahora bien, para Maquiavelo, el único fin justificable es la razón de Estado. En efecto, para Nicolás Maquiavelo, si no se puede sostener la razón de Estado siendo virtuoso (en el sentido cristiano, o ciceroniano) entonces se hará por medio de la virtù.
Lo maquiavélico
Si buscamos simplemente ''maquiavélico'' en el Diccionario de la Real Academia Española, nos encontraremos con que su tercera acepción dice: ''astuto o engañoso''. Si se busca ''maquiavelismo'' se tendrán dos interesantes definiciones:
- Doctrina política de Maquiavelo, escritor italiano del siglo XVI, fundada en la preeminencia de la razón de Estado sobre cualquier otra de carácter moral
- Modo de proceder con astucia, doblez y perfidia
Hoy en día cuando se dice que alguien es maquiavélico, se refiere justamente a esta connotación de astucia, de engaño. Sin embargo, hemos visto de qué se trata el pensamiento del filósofos florentino, por lo que considerar astuto o engañoso el concepto de maquiavélico, podría conducirnos a un error. Sin embargo, es así como ha quedado en el inconsciente colectivo la palabra maquiavélico, como algo malo.
Sin embargo, debo decir que la DRAE me sorprende con sus dos definiciones de maquiavelismo, pues la primera aborda perfectamente el pensamiento de Maquiavelo, mientras que la segunda recoge lo que se ha pensado de este término, y que, en cierto sentido, ha quedado mucho más en la posteridad.
Personalidad
A pesar de todo lo que se pueda pensar de Maquiavelo, la verdad es que en su vida fue muy simpático, alegre y leal. Le encantaba salir a tomar alcohol, las mujeres (aunque estuviera casado) y las largas conversaciones. Se le consideraba un tipo corriente, jovial y con mucho humor.
Influencia
La fama de Maquiavelo entre los filósofos no es escasa pues desde las áreas menos esperadas siempre se menciona. Sin embargo esto no queda solo restringido a los filósofos sino que también a emperadores y autoridades; por ejemplo, Napoleón Bonaparte fue un comentador de su obra El Príncipe. Podríamos nombrar tanto a James Harrington y Antonio Gramsci, pensadores políticos muy posteriores a Maquiavelo.
Entre los filósofos podemos nombrar a Francis Bacon destacando el pragmatismo del florentino, además de su honesto examen diciendo que el filósofo ''describe a los hombres por como son, no por como debieran ser''. Baruch Spinoza es otro de los que comenta sobre el filósofo dándole la etiqueta de ''defensor del Estado de derecho''. Jean Jacques Rousseau se referiría a su obra ''El Príncipe'' como un libro totalmente republicano.
Dirigiéndonos más adelante, Friederich Nietzsche divinizó la obra de Maquiavelo diciendo que no era posible alcanzar dicho príncipe de manera pura, sino que más bien podemos alcanzar solo una aproximación.
Obras
Las obras de Maquiavelo fueron extraordinariamente notables. Fueron traducidas a muchos idiomas. Muchos dicen que podrían verse como libros de autoayuda, pero esto no es correcto, todo lo contrario. Incluso el mismo Napoleón Bonaparte advierte que la lectura de su libro El Príncipe no debe ser abordada personalmente, es decir, aplicar todas las recomendaciones a la vida personal.
Estas son algunas de las obras que analizamos:
Como podemos ver tiene muchos textos, unos conocidos como El Príncipe o los Discursos sobre la primera década de Tito Livio; y otros no tanto como sus múltiples discursos políticos y de gobierno.
Conclusión
Realmente impresionante la vida y obra de Nicolás Maquiavelo. Es importante analizar todo su contexto, pues conocer la obra del filósofo es tan interesante como el relato de su vida. Si bien es verdad que esto no se aplica a todos los filósofos, la verdad es que con Maquiavelo es distinto, el florentino va explicando las cosas que debe hacer el príncipe por medio de lo que escucha, de lo que ve y de lo que ocurre alrededor. Por otro lado, es primera vez en la filosofía que vemos a un autor que hable de otro tipo de virtud, una no muy propia del cristianismo ni de los filósofos más idealistas.