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sábado, 23 de noviembre de 2019

Razones seminales



Razones seminales

Las razones seminales son aquellas partes de la razón divina de donde surgen las cosas. Esto quiere decir que todas las cosas tienen un poco de la divinidad, al ser la misma divinidad quien las crea. Dios creó al mundo a partir de una semilla con ciertas potencialidades que con el paso del tiempo se desarrolla y constituye en un ser. 

Estoicos

Esta teoría pertenece principalmente a los estoicos y neoplatónicos. De hecho, los estoicos hablaban de las razones seminales cuando hablaban del pneuma (espíritu) que es el contenido esencial de todas las cosas que existen. La traducción griega es logoi spermatiko que viene a su vez de la teoría de Anaxágoras quien también planteaba una teoría similar. Podríamos decir que en verdad, el verdadero orígen de esta idea la tiene el filósofo presocrático Anaxágoras. 

Neoplatónicos

Los neoplatónicos aceptaron el logoi spermatiko, pero su traducción cambió a ''razones seminales'' donde la palabra ''seminal'' significa ''semilla''. Para los neoplatónicos estas se encontraban en todas las cosas existentes. 

Plotino

Plotino discrepa totalmente de los neoplatónicos diciendo que la razón seminal se encuentra en el alma, quizás volviendo y reviviendo la idea de los estoicos. 

San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino

Por supuesto, San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino considerarán a las razones seminales como propiedades de todas las cosas que tienen vida. Es decir, todas aquellas cosas que tienen movimiento y pueden desplazarse o razonar como lo hacen los seres humanos. 

Sin embargo, especialmente Santo Tomás de Aquino dice que es finalmente Dios el que mueve la naturaleza, luego la naturaleza hace lo suyo según Dios. Es así que las razones seminales consideradas divinas son responsables de los milagros, pues el hombre común sin razón seminal no podría hacer ningún milagro. 

San Alberto Magno

Debido a la gran investigación que Alberto Magno hizo sobre los minerales, además de las lecturas que dio a los tratados de Avicena, el santo pudo dar cuenta de dicho ''poder mineralizador'', pero que él llamará ''poder formativo''. Esta vez vemos que la teoría aristotélica vuelve a aparecer alejando a Dios de las razones seminales. 

Alberto Magno, apoyado por la teoría de la Generación Espontánea de Aristóteles, observará que algunas piedras son formadas por ciertas condiciones que no se deben a un ''formador externo'', tal y como se explica en la teoría del hilemorfismo donde debe existir una causa eficiente. Esto rápidamente lo llevará a sacar la conclusión de la que la materia en sí misma tiene un principio formador. Un principio formador que lleva en su interior y que a partir de este puede originar otro ser en base a dicha forma que se encuentra en la materia.

Sin embargo, hay ciertas dudas que pueden presentarse porque bien podríamos preguntarnos ¿de dónde viene el principio formador que tiene la materia? y la respuesta sería que viene predeterminado en cada ser (cada materia). Por lo tanto, estaríamos aquí frente a una teoría de orientación platónica, ya que estamos hablando de estructuras pre-existentes en un cuerpo, tal y como lo diría Platón con respecto a las ideas. 

De ahí que exista una ''incoación'' que significa ''inicio'' y ''formae'' que es la misma forma. Esto podría entenderse como una especie de razón seminal ya que tiene que ver con el principio que luego da forma a una cosa. 

San Buenaventura

San Buenaventura siguiendo los preceptos de sus antecesores dirá igualmente que en la materia se encuentra una razón seminal, es decir, los gérmenes que luego determinará la naturaleza.

Si Dios tiene es el que tiene la ratio causalis (razón causal o causa de todo) la naturaleza tiene la ratio seminal (el germen de todo lo que existe en la naturaleza. De este modo, a Dios se le deja de atribuir absolutamente todo lo que la naturaleza origina, pues la naturaleza lo hace de manera propia a través de la razón seminal. 

Podríamos decir que la razón seminal de San Buenaventura es una afirmación de la incoación de la forma de San Alberto Magno



Conclusión

Podríamos decir que las razones seminales son el orígen de las especies de los cristianos. Estas incoaciones (como las llamara San Alberto Magno) son las justificaciones que tienen para describir la causalidad de las cosas que ocurren en la naturaleza. La descripción y la teoría de las razones seminales no termina aquí, pues muchos científicos y filósofos se encargarán de estudiarla en detalle en los próximos años. 


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