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domingo, 23 de agosto de 2020

Nicolás de Cusa - Sobre el génesis (De genes) (1445)




Nada más impresionante como descubrir el génesis de todas las cosas que existen en este mundo. El presente texto se basa en una conversación que sostuvo Nicolás de Cusa con un amigo llamado Conrad, en el cual debaten sobre el génesis de todas las cosas. Evidentemente, este diálogo está entregado desde una perspectiva cristiana, por lo que si recuerdan ustedes la historia bíblica, o aun más el mismo Génesis, entonces estaremos en camino a entender este diálogo mucho mejor. 

De Genes
Sobre el génesis de todas las cosas


Conrad tiene una pregunta para Nicolás de Cusa algo compleja. El fin y el comienzo tienen algo de idéntico, pero también el curso intermedio que une a estos dos. Si el principio, el medio y el fin coinciden, ¿cómo es que esta igualdad entre estos tres elementos puede llamarse causa? porque en algún momento Dios creó todas las cosas. 

Para responder a esta pregunta, Nicolás de Cusa comienza considerando algunas ideas.


  1. Algo (o alguien) se vuelve conocible por medio de escrutinio. En efecto, es el escrutinio lo que hace que una cosa sea conocible y otra ignorada. 
  2. La absoluta semejanza no puede existir de algo que es otro. 
  3. La absoluta semejanza solo puede generar semejanza
  4. Aquello que es otro, solo puede generar otro
  5. Por lo tanto, la absoluta semejanza no puede ser generado por algo que sea distinto a él
  6. Por lo tanto, es simple, eterna, sin límites, infinita, inalterable, etc.
Se dice además que Dios es uno en sí mismo. Bajo esa frase, muchos han puesto atención más a que es uno y no al ''sí mismo'', dejando la semejanza en último lugar. 

En la semejanza, lo que es universal y lo que es particular es lo mismo. por lo tanto en Dios que es uno y el mismo todo es igual. De esto se diría también que tanto el ser como el no-ser son también absolutamente semejantes en esta igualdad. 


Creación

Para averiguar el comienzo del mundo, debemos establecer que Dios no hizo que la duración del mundo tuviera un comienzo, aparte del mundo en sí mismo. Por lo tanto, el mundo tiene su propio tiempo, su propio comienzo. 

En consecuencia, la duración del mundo es imposible mesurarla porque no tiene un tiempo superior por el cual pueda guiarse. En efecto ¿cómo podría mesurarse el tiempo del mundo si el ''tiempo'' de Dios es desconocido e inconmensurable?

Sin embargo, Conrad establece que el mundo sí tiene una duración y puede inferirse esta por los escritos de Moisés. Este tiempo fue desde hace 7000 años antes de Cristo. No obstante, Nicolás de Cusa nos dice que Moisés solo menciona esta cantidad de años para que el hombre pueda entender en términos conocidos de que el mundo se creó hace muchos años. Por lo tanto, lo dicho por Moisés pensémoslo como una metáfora. 

En tanto a las cosas sensibles, es necesario pensarlas como la semejanza de aquello que es perfecto. Todas las cosas tienen una cierta semejanza con su agente u autor; por ejemplo, la vasija es creada por el soplador de vidrio. En la mente de este soplador está la vasija y con esta él logra construirla, lo que se traduce en que las creaciones parten de la mente del autor. Así mismo, Dios hizo todas las cosas. Ahora, si el soplador quisiera inventar otra vasija diferente de la que hizo, entonces tendrá que recurrir a los mismos materiales por los cuales hizo la primera. Esta es la forma en que se igualan todas las cosas, su materia prima es la misma pero sus accidentes son diferentes. 

De un modo parecido ocurren las cosas inteligibles. En efecto, del silencio luego ocurren las palabras. Primero están aquellos sonidos indistinguibles que poco a poco configuran un articulado de palabras racional. En ese sentido, tenemos que lo inteligible nace de la misma forma, es decir, de la nada, de la ausencia. 

Sin embargo, no es exactamente de una nada de la que proviene sino que más bien de un intelecto superior que existe. Este intelecto es el que arma estas palabras y las reproduce; dicho intelecto es Dios.


Conclusión

Vemos entonces que Nicolás de Cusa sigue la tradición de muchos filósofos de la Edad Media, en declarar que es el intelecto el gran creador. Tanto la creación sensible como la creación intelectual son fijadas en la mente del creador, pero aún queda en incógnita cuándo se creó el mundo. Es algo que Nicolás de Cusa no averigua en mayor detalle aplicando la docta ignorancia, pues, el mundo fue creado, pero cómo fue creado no podemos saberlo. 

martes, 18 de agosto de 2020

Las Virtudes Cardinales


Las Virtudes Cardinales

Las Virtudes Cardinales son un conjunto de virtudes que se consideraban esenciales en el ser humano. El concepto de virtud varía de filósofo en filósofo, pero el primero en establecer fue Platón. Luego será retomado por diversos filósofos que agregarán esto a su propia filosofía. 

Platón

El libro IV de la República de Platón que versa sobre la ciudad del alma relata las virtudes cardinales. Esta parte de la República consiste en un diálogo que sostiene Sócrates y Glaucón sobre los valores que deben tener una ciudad. 

Prudencia

Primero, Sócrates dice que deben encontrarse 4 cualidades de la ciudad. La cualidad que aquí se revisará, será la prudencia.

Sócrates dice que la ciudad que están construyendo es bastante prudente, pero no lo es por los conocimientos que se abordan en dicha ciudad, sino por el número de habitantes que desempeñen un rol, es decir, distribuir la ciudad de manera tal que profesiones como la de artesanos, existan en mayor número que la de los guardianes, puesto que estos son los verdaderos jefes de la ciudad

Así, llama Glaucón y Sócrates una ciudad prudente en sus determinaciones.

Valor

El valor como característica de la ciudad es fundamental sobre todo en una guerra. El valor debe verse entendido en este aspecto como la educación que reciben los guardianes tanto de la sociedad como de la crianza, es decir, se les debe enseñar desde pequeños las cosas que hay que temer y las que no. La gimnasia y la música serían los elementos educadores donde se les enseñará a los guardianes a tener valor y por lo tanto, a la ciudad.

Tenemos la segunda característica de la ciudad: El valor.

Moderación

La moderación sería el tercer elemento que debiera tener la ciudad. Sócrates lo describe de ésta manera:

La moderación es un orden y dominio que consiste en la contención de los placeres y en la concupiscencia según la expresión de los que afirman ser dueño de sí mismos, aunque debo decir que desconozco sentido en el cual se lo expresa. ´
Sin embargo, dice Sócrates que ser dueño de sí mismo, es ridículo debido que al mismo tiempo ser esclavo de sí mismo porque todas estas expresiones se refieren a una misma persona.

Sócrates para resolver este dilema, plantea que hay una parte en el ser humano que es buena y otra que es mala. Cuando la buena logra someter a la mala, somos dueños de nosotros mismos; cuando la parte mala logra someter a la buena, somos esclavos de nosotros mismos y seremos llamados intemperantes. 

Así, es común que en la ciudad se encuentre un mayor número de personas que son dominadas por su parte mala, y un menor número de personas que son dominadas por su parte buena y que finalmente son ellos los que gobiernan la ciudad.

Se describe entonces el tercer aspecto que debe tener una ciudad: moderación.

Justicia

Sócrates, dice a Glaucón que la justicia, consistía que cada uno debía hacer lo suyo y no multiplicar sus actividades (o no dedicarse a múltiples actividades). Para que se puedan ver bien las virtudes de una ciudad, debemos observar que cada ciudadano ejerza su propia profesión. 

Si un ciudadano como un zapatero quisiera hacer el trabajo de un alfarero, sería injusto que el zapatero los hiciera, ya que los alfareros quedarían sin empleo. Por lo tanto, la justicia de la ciudad consistirá en que cada uno lleva hacer lo suyo según su profesión.




Sócrates nos dice que estas mismas características, deben verse en retratadas en el hombre justo. Y así se crearía la ciudad perfecta.

Marco Tulio Cicerón

Marco Tulio Cicerón en un texto llamado ''Sobre los deberes'' retoma las virtudes cardinales desde otro punto de vista. 

De estas virtudes proviene lo que llamamos honestidad y a su vez estas virtudes nos ofrecen dos maneras de trabajar; la moderación y el valor, orden y equilibrio; la prudencia y la justicia, la búsqueda de la verdad. 



Deberes
Virtudes cardinales

Prudencia
Justicia
Valor
Moderación
Honestidad
Modo de trabajar
Orden y equilibrio
Búsqueda de la verdad

Este es un cuadro que se va entendiendo de izquierda a derecha; es decir, la honestidad es el resultado final. 

La honestidad también tiene que ver con el concepto de decencia y decoro. Todas las cosas que se hacen con justicia son decorosas mientras las que se hacen injustamente son indecorosas. 

El decoro

Para el decoro hay dos especies: uno general que se encuentra en todas las virtudes y otro especial que es subordinado a todas las virtudes. 

General: Todas las acciones que distinguen al hombre de los demás anuimales

Especial: Cuando a todas esas virtudes aparece la moderación y la prudencia. 

Las injusticias

Existen dos modos de cometer injusticia: una es cuando se hace daño y otra es cuando pudiendo hacer algo no se hace. El primero lo mueve la avaricia, pues se intenta conseguir algo, y el segundo es movido por el miedo. Por supuesto, la injusticia será aún más grave cuando sea premeditada que involuntaria. 

En este punto Cicerón lanza una crítica a su gran inspirador Platón, pues este último decía que los filósofos tenía que alabarceles porque están dedicados al ejercicio de descubrir la verdad; sin embargo, ¿qué consecuencias tiene esto? que los filósofos se alejen de la sociedad y no atiendan las injusticias que hay en una ciudad. Esto, por supuesto, pertenece al segundo género de injusticia propuesto por Cicerón, ''quien sabe de una injusticia y no hace nada para detenerla''. 

Es también importante saber tratar las injusticias que proceden del otro, es decir, cuando es el otro quien agrede por medio de la venganza u otras razones. Lo que debe hacerse en esta situación es siempre negociar, porque el uso de la fuerza es propio de bestias.

Un escenario distinto sería el de una guerra, pues esta se hace para conseguir la paz. Aunque se gane la guerra no se debe matar a quienes no fueron salvajes con el bando contrario. Por lo demás, las guerras no son justas a menos que estas se hayan declarado de manera formal y correspondiente. 

Plotino

Plotino es otro de los filósofos que aborda las virtudes cardinales señalando su importancia con referencia al alma. 

El alma debe conducirse por medio de la virtud para alcanzar a dios, pero no se deben olvidar las virtudes cívicas. Estas virtudes son las que controlan las pasiones que tenemos dentro, que también eran conocidas como las virtudes cardinales(2).

Virtudes cardinales y cívicas

  • Valor
  • Moderación
  • Prudencia
  • Justicia

Sin embargo, hay un cuestionamiento a estas, porque, ¿será que solamente con las virtudes del alma estamos más cerca de dios? Pensemos en Heracles (Hércules) quien solamente tenía virtudes cívicas ¿no se asemejaba a un dios?

Plotino nos ayuda a resolver esto con el símil de la semejanza. Es decir, cuando un trozo de madera se acerca al fuego este se vuelve caliente. Así mismo, las virtudes cardinales hacen que las virtudes cívicas se asemejen a las virtudes superiores. 

Virtudes superiores

¿Cómo se llega al tipo de virtudes superiores? la única forma es ''purificando'' las acciones. ¿Cómo se logra dicha purificación? cuando cumplimos exactamente todas las virtudes cívicas. Ahí ocurrirá el ''asemejamiento'' a dios. 

Una cosa interesante que nos dice Plotino es que lo divino no está en la disposición del alma; en otras palabras, el alma sería otra cosa aparte de lo divino. Por lo tanto, lo divino no necesita virtud. Y eso no es todo porque no sólo lo divino no necesita virtud, sino que tampoco la inteligencia. 

Esto se debe a que la bondad de la divinidad es absoluta y la del alma no. La del alma tiene límites, pero la divinidad es permanentemente buena. La inteligencia tampoco necesita virtud y no está ligada al alma, porque de ser así, el alma entonces no cometería ningún error. 

San Agustín de Hipona

El Santo de Hipona también aporta desde el cristianismo con el desarrollo de las virtudes cardinales.

El camino para que el alma pueda llegar hacia Dios es el camino de las virtudes cardinales:

Templanza: es lo principal para acercarse a Dios, pues evitará que no entremos en los extremos.

Fortaleza: para no temer a la muerte ni a la adversidad. 

Justicia: para que alma no caiga en la soberbia porque un alma racional sólo puede dominar una alma animal. 

Prudencia: para que el alma sepa cuál es su lugar en las hipóstasis, no debe estar ni por sobre Dios ni por debajo de lo cuerpos. 


Estas virtudes cardinales no se encuentran en el mundo de la carne sino que moran en el cielo para siempre. De hecho, si estas virtudes son lo que son, entonces deberían estar en el cielo eternas, más que ser sensibles en este mundo. 

También nos habla de la presencia de estas en las Sagradas Escrituras.

Templanza:

De estas cuatro virtudes cardinales propuestas por Platón, la Templanza está muy presente en las sagradas escrituras. Para Agustín es la templanza la que da purificación e incorruptibilidad al hombre. Esta es la única que puede acercarnos más a Dios y alejarnos de las pasiones carnales de la vida. 

El mismo San Pablo es quien sostiene que la codicia es la raíz de todos los males del hombre. El apóstol nos dice que es necesario deshacerse del primer hombre, que es Adán, que cometió el pecado de prevaricación(1) y hacerse con el hombre nuevo que sería el mismo Jesús. Así dice el apóstol San Pablo:

''El primer hombre es terrestre, formado de la tierra; el segundo es celestial, descendido del cielo''

Justamente esta es la función de la templanza, vestir al hombre con la imagen de Jesús y dejar al hombre pecador de Adán. En este sentido, lo que dice Agustín es tremendamente platónico, pues nos pide que nos deshagamos de todo lo corpóreo y abracemos lo inteligible. Todo lo corpóreo es visible y todo lo inteligible es lo invisible, así lo dice el apóstol San Pablo en el segundo libro de Colosenses 4:18:

''No fijéis vuestra atención en lo visible, sino en lo invisible; pues lo visible es temporal, más lo invisible es eterno''

De ahí que se condene todo lo que sea pagano, pues ellos adoraban al sol y los demás astros como dioses. No se puede amar lo que es corpóreo, sino que se debe amar lo invisible. 

Por otro lado, la gloria humana se condena totalmente en el Nuevo Testamento. Ya decía el apóstol San Pablo en el Galatas 1:10: 

''Si pretendiera agradar a los hombres, no sería esclavo de Cristo''

Aunque el apóstol también condena la filosofía en el Colosenses 2:8

''Estad en guardia para no ser seducidos por la filosofía y los elementos de este mundo''

Lo que quiere decir el apóstol es que más que se abrace la filosofía, que sería la búsqueda de la verdad, hay que abrazar la sabiduría que pertenece a Dios. 

El apóstol nos dice que ''no hay que buscar semejanza con este mundo'' y por eso no hay que amar ni desear las cosas de este mundo. En el Antiguo Testamento es lo mismo, sobre todo con lo dicho en el Eclesiastés donde Oheleth, nombra todas las cosas que desprecia de este mundo. 

Fortaleza:

Esta virtud sólo se puede encontrar en Dios porque es él mismo quien la otorga. Por supuesto, esta fuerza no será dada a las personas que están prendidas de las cosas materiales, al contrario, esas personas siempre serán débiles. 

Con esta fortaleza se podrá resistir hasta las penurias más duras del mundo, puesto que así lo sobrevivió Job al ser despojado de todo lo que tenía. Si bien se quejó con Dios al principio, luego recobró su fuerza y aceptó su destino. 

Justicia:

El concepto de Justicia está reducido prácticamente a la obediencia hacia Dios. No se puede servir a dos señores y entre servir a un hombre y servir a Dios, entonces no se tendrá problemas de discernir a quién seguir y por lo tanto, hacer justicia. 

Prudencia:



También hay poco que decir sobre la Prudencia, al ser esta el descubrimiento del objeto de nuestros amores. Sin la prudencia no ser podría conseguir ninguna de las virtudes anteriormente nombradas, pues es esta la que nos dio el cuidado. 

Finalmente, tenemos las cuatro virtudes cardinales, que Agustín les nombrará por ''costumbres''. Así, por conclusión podemos decir que estas son justamente las cuatro costumbres de la Iglesia Católica.

Mencio (postconfucianismo)

El filósofo Mencio del postconfusianismo también aborda el tema de las virtudes cardinales, añadiendo otros conceptos enraizados en la filosofía de Confucio. 

De acuerdo con Mencio, la naturaleza humana es buena al tener jen como un concepto innato dentro de él. Podríamos decir que Mencio une sus propias virtudes cardinales:
  • Virtud
  • Rectitud
  • Decoro
  • Sabiduría

Para que el ser humano alcance estas virtudes basta con que el hombre siga sus concepciones innatas que son buenas. El exceso de estas virtudes cardinales serían los vicios que son todo lo contrario; por lo tanto, un hombre nunca debería olvidar a su ''niño interior'', pues en la inocencia y la obediencia de los niños se encuentra la sabiduría. 

Sus conceptos de naturaleza del hombre serán el xing y el xin que se refiere a las acciones del espíritu. Esto hace que el hombre comprenda los conceptos de compasión y bondad para con los otros seres humanos. Lo que diferencia a un hombre de un animal no es tanto su raciocinio intelectual, sino más bien su naturaleza moral.

Al igual que Confucio, Mencio enfatiza (quizás mucho más que Confucio) la adoración y atención a los antiguos como Yao y Shun. La idea del Mandato del Cielo era reconocida por Mencio, pero era un tanto más diferente que la de Confucio

Para Mencio, el Mandato del Cielo (ming) estaba en la gente más que en la virtud del rey de la dinastía. Así decía Mencio:

''El cielo ve como la gente ve y escucha como la gente escucha''

De alguna manera, Mencio sitúa el Mandato del Cielo en el querer de la gente. No tenía problemas con el concepto de revolución porque la voluntad del Cielo es la voluntad de la gente. 

Finalmente, Mencio junta el xing con el ming en una especie de dialéctica que el hombre debe complementar para alcanzar la plenitud y la concepción moral. 

Santo Tomás de Aquino


En cuanto a las virtudes cardinales (justicia, templanza, prudencia y fortaleza), Tomás de Aquino aprueba todas las características y definiciones que el obispo de Hipona ofrece. Es preciso destacar en este punto que San Agustín es mencionado una infinidad de veces por el aquinate, otorgando una autoridad no sólo en el ámbito filosófico sino que también en el religioso: San Agustín sería el gran maestro exegeta del Nuevo Testamento. 

Conclusión

Algunos otros filósofos han seguido retomando las virtudes cardinales, pero ninguno con tanta fuerza como los filósofos griegos, romanos y medievales. Tenemos una visión amplia de lo que son las virtudes cardinales, pero ahora falta el ponerlas en práctica, es decir, no basta solo con conocerlas sino que también hacerlas realidad. 

lunes, 17 de agosto de 2020

La Docta Ignorancia


La Docta Ignorancia

Si bien la docta ignorancia es un término acuñado por el texto de Nicolás de Cusa, la verdad es que luego de la explicación del cusano este se ha transformado en un genuino concepto. 

¿En qué consiste la docta ignorancia? esta quiere decir que frente a toda la magnitud y misterio de Dios, es prudente que sostengamos nuestra ignorancia ante ellos afirmando la existencia de estos. 

Como el ser humano no es capaz de comprender la verdadera naturaleza de Dios, por ejemplo, el infinito, entonces se debe reconocer la ignorancia de la naturaleza de Dios afirmando su existencia sin más. Esto nos lleva a ir más allá de la razón, es decir, a la especulación sobre la divinidad. 

Dios y la infinitud

Una de las cosas que sostiene la docta ignorancia, es que Dios está en todas las cosas de manera absoluta, pero del mismo modo no es posible que sea una cosa. En otras palabras, Dios precede a las contradicciones: no es nada pero tampoco es algo. ¿Por qué? porque si decimos que es nada, entonces negaríamos su existencia y si fuera algo, entonces tendríamos que decir que es tal cosa, pero se incurriría en un error decir que es algo, pues ''algo'' no comprendería la naturaleza de Dios inabarcable que además es incognoscible. 

Como no hay proporción de lo finito a lo infinito y además, como no se puede medir aquello que es excedido, entonces no se llegaría al máximo absoluto. De este modo, no hay una igualdad de cosas, es decir, todas se diferencian cuando se toman medidas. Las cosas pueden ser semejantes, pero nunca iguales. 

Debido a esto, el entendimiento no puede entender con exactitud la verdad de las cosas; solo las medidas, las semejanzas. Por lo tanto, el entendimiento, que no es la verdad, nunca va a comprender la verdad con exactitud, sino que solamente aquello que se asemeje a ella. 

En consecuencia, la quididad de las cosas, que bien ha sido explicada por la mayoría de los filósofos, no ha podido ser encontrada en su sustancia. Mientras más sepamos que no podemos encontrar la verdad, más doctos seremos. 

Dios y las creaturas

Nuestro entendimiento no alcanza el ser de las criaturas. Las criaturas no pueden ser o no ser, indefectiblemente sino que más bien son una combinación de ambas, están sujetas al devenir. Por lo tanto, las criaturas no están en el ser ni el no ser, pero eso aborrece el entendimiento humano. 

Por otro lado, tenemos que las criaturas son pluralidades, es decir, no son unidades como sí lo es Dios. Sin embargo, del mismo modo, si las criaturas están dentro de Dios ¿podríamos decir que las criaturas son eternas si están dentro de Dios? por un lado tendríamos que decir que sí, pues Dios es eterno y lo que esté dentro de él también sería eterno; por otro lado no, porque es evidente que las cosas materiales (las criaturas en este caso) perecen. 

Ambas cosas, es decir, tanto la unidad y pluralidad en una criatura, como la eternidad y la no eternidad en la misma no se comprender por el entendimiento humano. Es imposible conciliarlo y por ello, la ignorancia nos lleva nuevamente a plantearnos que en realidad comprender estas cosas hasta ese punto (ignorar cómo es que la criatura es unidad y pluralidad, eterna y no eterna) nos hace tener el entendimiento adecuado. 


Otros filósofos que han expresado la docta ignorancia

En primer lugar, en filosofía conocimos la docta ignorancia de parte de Sócrates, desde ahí hablamos de una docta ignorancia ''socrática''. Esta consistía en reconocer y estar consciente de la propia ignorancia. Esto no quiere decir que el autor, en este caso Sócrates, no tenga ningún conocimiento; sino que en verdad él está consciente de sus propias limitaciones con respecto a un determinado tema. De ahí su famosa frase:

''Solo sé que nada sé''

Sin embargo, el concepto de Docta Ignorancia va tomando otro prisma bajo la perspectiva religiosa. Es decir, se concibe la docta ignorancia como aquel conocimiento que establece que existen limitaciones de nuestro entendimiento con respecto a Dios. Eso es a la vez ser docto, pues se reconoce que es un concepto tan inalcanzable pero que a su vez existe. 


Los siguientes filósofos han expresado la docta ignorancia de una u otra manera.

Pseudo-Dionisio: 

''La más perfecta ignorancia es conocimiento''

''Dios es la oposición de los opuestos''

San Agustín de Hipona:

''La forma de comprender a Dios es más por la ignorancia que por el intelecto''

''Sé quién es, sé que existe, pero no sé qué tipo de cosa es''

Al-Ghazali:

''Si alguien sabe demostrativamente la necesaria imposibilidad de comprender a Dios, entonces aquella persona es un conocedor; porque sabe que Dios no puede ser comprendido''



Estos maestros han hablado conscientes o inconscientemente sobre la docta ignorancia.


Criticas a la Docta Ignorancia

Las criticas más avezadas provienen del teólogo inglés John Weck quien lo critica fuertemente en su libro ''De ignota  literatura''. El teólogo no da crédito a lo que el cusano expresa cuando dice:

''Comprender incomprensiblemente lo incomprensible''

De hecho, el mismo John Weck utiliza términos que el mismo cusano ocupa:

''El pensamiento estimula el conocer''

Este modo de pensar lo sostuvo también Aristóteles en su metafísica, por lo que es natural que el ser humano tiene el estímulo de conocer. ¿Cómo es que el ser humano conoce? a través de algo conocido para luego llegar a aquello que es desconocido.

Por lo tanto, la inferencia de algo desconocido se logra por aquello que es conocido; en consecuencia, el objetivo final es hacer que lo desconocido se manifieste. 


Por el contrario, Nicolás de Cusa dice que el conocimiento es no-conocer, a pesar de que él mismo distingue la privación y la distinción. Dice el cusano que la verdad es inaprensible y siendo así, entonces quedar en la ignorancia de aquello es conocimiento. 

Acceda al siguiente link para ver la crítica completa de John Weck:
https://filosofiapuntes.blogspot.com/2020/08/john-weck-contra-nicolas-de-cusa-sobre.html

Sin embargo, luego de esta critica Nicolás de Cusa acudió al Colegio de Cardenales donde un profesor lo tranquilizó ante las críticas del teólogo. Al final, la docta ignorancia queda posicionada como un concepto a considerar luego de que se rebatieran las críticas de John Weck. 


Conclusión

La Docta Ignorancia aún nos dará que hablar en la lógica que se desarrollará siglos después. Entretanto, hasta que no hayamos revisado aquellos argumentos más contemporáneos, veamos la Docta Ignorancia como una teoría propia del cusano, desarrollada con la intención de entender un poco más la doctrina cristiana en cuanto a Dios. 

sábado, 15 de agosto de 2020

Nicolás de Cusa - Apología de la docta ignorancia (Apologia Doctae Ignorantiae) (1449)



Ha pasado algún tiempo después de que Nicolás de Cusa fuera criticado fuertemente por el teólogo John Weck, en referencia al concepto del cusano de ''Docta Ignorancia''. Por supuesto, nuestro filósofo no se queda atrás y ahora nos da la entrega de su respuesta a la critica de John Weck. Si recuerdan en nuestros artículos, este pareciera ser una situación similar a la que ocurrió con San Anselmo de Canterbury cuando habló del argumento ontológico donde recibió una fuerte crítica por parte de Gaunilo. Veamos como se defiende el cusano ante tales criticas. 


Apologia Doctae Ignorantiae
Respuesta de Nicolás de Cusa contra John Weck



Advertencia a Nicolás de Cusa

El cusano es advertido por un profesor del Colegio de Cardenales que no discuta con John Weck. En ese momento, el profesor le dice que Nicolás es tan sabio como lo era Sócrates con respecto a los atenienses. El cusano y el profesor se envuelven en un diálogo.

Profesor: eres tan sabio como Sócrates respecto a los atenienses

Nicolás: ¿en qué se diferenciaba Sócrates con los atenienses?

Profesor: en que él sabía reconocer su ignorancia y los demás atenienses no. 

Es como mirar el sol que tiene mucho brillo como para mirarlo directamente. Por lo tanto, se sabe que está el sol, pero no se puede contemplar en sí porque nuestra vista quedaría arruinada. En consecuencia, quien pregunta ¿qué tan brillante es el sol? y responde ''no sé'', sabe que no sabe pues tiene evidencia de que existe, pero no sabe la cantidad de brillo que tiene el sol. 

John Weck y sus sentencias

Ambos discuten cómo es que John Weck supo del texto de la Docta Ignorancia, pero el profesor le dice que no tiene idea. Él lo había compartido con gente de confianza y de un momento a otro todos lo conocieron.

Luego se supo que John Weck pertenecía a una especie de secta que todavía afirmaba el aristotelismo como una forma de llegar a Dios. Estos hombres no aceptan las coincidencias entre contrarios, porque, naturalmente, contradicen las enseñanzas de Aristóteles. 

El profesor apoya a Nicolás de Cusa diciendo que Weck no comprende la dimensión de Dios, quien es abosluto e inefable. Comprende todas las cosas de este mundo porque es infinito, de lo contrario no las podría comprender. Sin embargo, no podemos ver esta esencia de Dios, no es imposible como humanos. Pero a través de la Docta Ignorancia, sabemos que Dios no puede ser visto en su esencia. 

El teólogo John Weck dice que:


''El intelecto si puede concebir la quididad de las cosas a través de la imagen y de la semejanza''

Sin embargo, se contradice porque desde las imágenes nada verdadero se puede extraer. Recordemos que las imágenes sobre algo solo representan la verdad, no son la verdad misma. 

No obstante, a pesar de que es cierto que Dios nos hizo a imagen y semejanza y de que por medio de las imágenes no se puede llegar a un conocimiento verdadero, entonces no queda más que decir que Dios es inteligible pero a la vez también es ininteligible. Bajo este respecto no nos queda más que la docta ignorancia. 

La Docta Ignorancia en los estudiosos

Nicolás de Cusa pregunta a su profesor si es que algún estudioso teólogo había dado con el concepto de Docta Ignorancia, a lo que responde que en ciertos aforismos puede verse este concepto. Así, el maestro nombra a una serie de teólogos que identificaron la docta ignorancia.

Pseudo-Dionisio: 

''La más perfecta ignorancia es conocimiento''

''Dios es la oposición de los opuestos''

San Agustín de Hipona:

''La forma de comprender a Dios es más por la ignorancia que por el intelecto''

''Sé quién es, sé que existe, pero no sé qué tipo de cosa es''

Al-Ghazali:

''Si alguien sabe demostrativamente la necesaria imposibilidad de comprender a Dios, entonces aquella persona es un conocedor; porque sabe que Dios no puede ser comprendido''


Estos maestros han hablado conscientes o inconscientemente sobre la docta ignorancia.

Los opuestos y Dios

John Weck, tomando las oraciones de Nicolás de Cusa, nos dice que de acuerdo con el cusano, como Dios es todas las cosas, entonces Dios sería divino y criatura a la vez. 

El profesor de Nicolás de Cusa nos dice que John Weck no ha entendido que la imagen (las criaturas) no son la verdad, es decir, no se puede confundir la imagen de la creación con la creación misma ni mucho menos con el creador. En otras palabras, la causa no es efecto al mismo tiempo. 

Dios está en todas las cosas, así como el número 1 está en todo el resto de los números. Si no estuviera el número 1, los números restantes no podrían seguir creciendo. 

En este sentido, el profesor da algunas recomendaciones a Nicolás de Cusa:

  1. Guardar silencio ante estas acusaciones
  2. Entender que John Weck no entiende la docta ignorancia
  3. No creer que alguien a quien Dios no ha concedido, ha comprendido todos los misterios de la teología

Después de esto, el cusano pregunta porqué cree él que este hombre lo acusa de ocasionar perjuicio a la doctrina católica. El profesor le dice que es simplemente la envidia y el desconocimiento de varios teólogos. 

John Weck y la Santísima Trinidad

El teólogo John Weck nombra unos dichos de Nicolás de Cusa, diciendo que además estos correspondían al Maestro Eckhart:

''Todas las cosas coinciden con Dios. Esto es absolutamente evidente porque Dios es el máximo y no puede ser comparado con lo más o con lo menos. Por lo tanto, nada es opuesto a él. Dios es la totalidad de las cosas. Por eso, ningún nombre puede serle apropiado a causa de la ausencia de otorgamiento a una cosa incomprensible'.

Sin embargo, este pensamiento no aparece en el libro de Nicolás de Cusa, y no se sabe de dónde es que John Weck sacó esta conclusión y estos pasajes. 

John Weck dice que esta oración destruye totalmente la trinidad, pero la verdad es que solamente explica lo incomprensible que es, ya que, por mucho tiempo, la doctrina de la Santísima Trinidad es de fe y no de razón. 

John Weck y el universo


John Weck utiliza la palabra ''universo'' como verbo y no como sustantivo, en el punto del cusano cuando este plantea:

''Jesús comprende todas las criaturas''

John Weck dice que Nicolás de Cusa está excediendo la naturaleza de Cristo, el cual solamente era hombre, universalizándolo con aquella oración.

Sin embargo, tenemos que si Dios está en la tierra, entonces la tierra no es tierra sino que es Dios. John Weck dice que esto rompe con la doctrina de la simplicidad, pero el teólogo si debiera entender que Dios es la perfección de todas las cosas y como tal, entonces Dios debiera ser en todas las cosas. 

El texto termina con la conclusión de que John Weck estaba equivocado en sus planteamientos, y el profesor dice a Nicolás de Cusa que no se preocupe por tales interpelaciones. 

Conclusión

Una excelente defensa para Nicolás de Cusa quien se verá libre de la probable condena que le hubiese tocado. No corrió la misma suerte que otros filósofos y teólogos que dieron un punto de vista distinto al de la iglesia. Creo que fue muy inteligente de su parte recurrir a un profesor de la Catedral para que lo apoyara frente a tales acusaciones. Por lo que vemos, el concepto de docta ignorancia sigue siendo válido. 

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martes, 11 de agosto de 2020

John Wenck (contra Nicolás de Cusa) - Sobre el conocimiento ignorado (De ignota literatura) (1443)



Esta es una obra relativa a Nicolás de Cusa, es decir, no fue escrita por el cusano sino más bien por John Wenck: un filósofo escolástico y aristotélico. El concepto de ''Docta Ignorancia'' ha sido puesto en duda y calificado como dañino por este docto filósofo. En efecto, el concepto de docta ignorancia puede ser difícil de entender primeramente, ya que es asumir que existen cosas incomprensibles y esta condición hace que el conocimiento de algo más allá se detenga. Veamos esta crítica del filósofo John Wenck para posteriormente conocer la respuesta de Nicolás de Cusa.

Referencias:

(1) Era una profesión de fe en la Edad Media llevada a cabo por el credo de San Atanasiano. Es una doctrina de fe
(2) Creencias que sitúan al hombre como el centro del universo.

De Ignota Literatura
Crítica de John Wenck a la docta ignorancia

Tal como San Anselmo de Canterbury o San Agustín de Hipona, Nicolás de Cusa también fue refutado por un pensador. John Wenck alega que el concepto de docta ignorancia es dañino y perjudicial para Dios, Cristo y la iglesia. Para Wenck, los argumentos de la docta ignorancia no solo son incompatibles con la fe sino que además son ofensivos. 


La Docta Ignorancia se contradice

En primer lugar, ya tenemos que en Salmos 45:11 nos dice:


''Escucha, hija, mira pon atención;... que es tu señor''

Hay quienes leen la biblia de manera muy ociosa y es ahí cuando dice el Mateo 20:6

''¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?''

Si estos hombres no tienen la fe al comprender las Sagradas Escrituras, entonces las leen en vano, es decir, deben leerlas con fe y no por mera curiosidad que es la que justamente lleva al ocio. 

Y esto se confirma en Romano 1:21

''Se volvieron vanos en sus pensamientos y sus corazones fueron ensombrecidos''

La lección de Dios es que debemos estar firmes con él, ya que de otra forma nuestros pensamientos serán vanos. Debemos conocer a Dios verdaderamente y no caer en elucubraciones inútiles. Ocupar las mentes con la docta ignorancia, en realidad no es una ocupación necesaria; todo lo contrario. 

Nicolás de Cusa, en contra del sentido común, dice que conoció la docta ignorancia a través de Dios. Sin embargo, si la verdad de Dios es incomprensible ¿cómo es que podemos comprender lo que es incomprensible? Por otro lado, Nicolás de Cusa nos dice:

''Comprender incomprensiblemente lo incomprensible''

Además, Nicolas de Cusa agrega:

''Todo el intelecto del esfuerzo humano se encuentran en la simplicidad donde los contradictorios coinciden''

Él llama a esta simplicidad ''Dios'' y que este, en realidad y en base a las sagradas escrituras, no coincide con nada corporal de este mundo. Es decir, Dios no coincide con un contrario, pero Nicolás de Cusa dice que lo simple coincide con lo contradictorio. 

Por otro lado, esto además interfiere tremendamente en el principio de no contradicción donde una cosa que es no puede no ser. En efecto, Nicolás de Cusa no atiende las enseñanzas de los antiguos griegos sobre este principio lógico. 

Pensamiento y conocimiento en la Docta Ignorancia

Nicolás de Cusa dice:

''Las cosas más simples y más abstractas son entendidas en una unidad''

Esto quiere decir, en efecto, que nada de lo que se encuentra en la unidad tiene alguna diferenciación.

John Wenck tratará de refutar esta idea utilizando más razonamientos del mismo Nicolás de Cusa. Decía el cusano:

''El pensamiento estimula el conocer''

Este modo de pensar lo sostuvo también Aristóteles en su metafísica, por lo que es natural que el ser humano tiene el estímulo de conocer. ¿Cómo es que el ser humano conoce? a través de algo conocido para luego llegar a aquello que es desconocido.

Por lo tanto, la inferencia de algo desconocido se logra por aquello que es conocido; en consecuencia, el objetivo final es hacer que lo desconocido se manifieste. 

Por el contrario, Nicolás de Cusa dice que el conocimiento es no-conocer, a pesar de que él mismo distingue la privación y la distinción. Dice el cusano que la verdad es inaprensible y siendo así, entonces quedar en la ignorancia de aquello es conocimiento. 

Sin embargo, la misma biblia dice en Sabiduría 13:5

''Pues partiendo de la grandeza y la belleza de lo creado, se puede reflexionar y llegar a su creador'' 

Así, el cusano se pierde totalmente en sus pensamientos oscuros y en efecto, el mismo filósofo no podrá entender ni glorificar a Dios de la manera correcta. De hecho, con este tipo de pensamientos rechaza las enseñanzas de Dios.

Corolario de la Docta Ignorancia

John Weck usará un corolario de una tesis establecida por Nicolás de Cusa.

Tesis 1:

''Todas las cosas coinciden con Dios. Esto es absolutamente evidente porque Dios es el máximo y no puede ser comparado con lo más o con lo menos. Por lo tanto, nada es opuesto a él. Dios es la totalidad de las cosas. Por eso, ningún nombre puede serle apropiado a causa de la ausencia de otorgamiento a una cosa incomprensible''.

De acuerdo con John Weck, esta tesis fue expuesta por el Maestro Eckhart. Recordemos que Eckhart fue acusado de hereje por sus teorías sobre la Santísima Trinidad, donde se decía que Dios, al no tener una verdadera forma de como referirse a él, entonces no sería ni padre, ni hijo ni espíritu Santo, lo que enardeció al papa y a los teólogos de su tiempo. 

Por lo tanto, Weck usa esta tesis de Nicolás de Cusa a modo de comparar su doctrina con la del Maestro Eckhart.

Primer corolario

''Por medio de la absoluta maximalidad todas las cosas son lo que ellas son porque la absoluta maximalidad es el ser absoluto, en cuya ausencia no puede existir nada''.

Esto también lo establece el Maestro Eckhart diciendo:

''El ser es Dios. Si este fuera otro que Dios, entonces Dios no existiría, o si el existiera, existiría gracias a otro''. 

Luego añade:


''El comienzo donde Dios creó todas las cosas, el cielo y la tierra, es la misma eternidad, y donde fue y es, será la emanación de sus tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo)''

''Entonces, cuando se me pregunte por qué Dios no creó el mundo antes, contestaré porque él no fue capaz debido a que antes ya había mundo''


Todo esto es refutable, de acuerdo con Wenck, con el versículo de Sabiduría que dice:

''Tú has hecho todas las cosas en medida, número y peso; porque el gran poder siempre te ha pertenecido''

Segundo corolario:

''La absoluta maximalidad contiene todas las cosas por sí misma y está comprendida en todas las cosas. Por comparación, la naturaleza es contracta''

Si esto es así, entonces todas las cosas del mundo son divinas. Además esto traería necesariamente la composición de Dios por las cosas que él mismo abarca. 

Tesis 2:

''La verdad precisa es incomprensible porque es infinita, y porque no tiene comparación con nada que se conozca''.


Sin embargo, ya decíamos que el mismo Nicolás de Cusa decía que había que entender la verdad de manera incomprensible, en otras palabras, no comprender incomprensiblemente la verdad. Pero si Dios es la verdad ¿cómo es que puede decirse que lo es si es incomprensible? 

La verdad es que todo esto va en contra de las sagradas escrituras cuyas palabras señalan que el hombre fue hecho a semejanza de Dios. 

Primer corolario:

''No pueden existir dos cosas iguales en este mundo''

No obstante, cuando se observa la lógica aristotélica se puede ver que la igualdad puede darse cuantitativamente. Además, todas las cosas de este mundo son limitadas, es decir, pueden llegar a tener una misma cantidad (por eso son limitadas). Por lo tanto, existirían cosas iguales en este mundo en términos cuantitativos. 

Segundo corolario:

''Un intelecto finito no puede comprender precisamente la verdad de las cosas de ninguna manera''

Pero el intelecto sí puede reconocer la debilidad o la incapacidad de no conocer esa verdad. Entonces, habría una contradicción porque el intelecto sí puede alcanzar la limitación de la verdad. 

Tesis 3:

''La quididad de las cosas no es aprehensible en su pureza''

El intelecto si puede concebir la quididad de las cosas a través de la imagen y de la semejanza. 

Primer corolario:

''El mínimo coincide con el máximo porque obviamente el máximo comprende todo''

Esto aplicado a Dios destruye toda la lógica aristotélica. En efecto, si Dios es todas las cosas incluyendo las creaturas, entonces será imposible que Dios las haya creado porque ya estaban en él. 

Segundo corolario:

''El máximo absoluto es todas las cosas y al mismo tiempo no es ninguna''

Este mismo corolario del cusano destruiría la idea de que Dios existe. El filósofo agrega además que Dios puede ser creatura y al mismo tiempo no serlo, algo que rompe con el principio de no-contradicción.

Tesis 4: 

''Todas las cosas tienen una cierta comparación con otras. Una comparación que es incomprensible para nosotros. Todas las cosas forman parte de una unidad, el máximo, y esta unidad a la vez es todas estas cosas''

Esto daría a entender que todas las cosas son divinas y en ese sentido no habría ninguna comparación que hacer. 

Primer corolario

''Como Dios es indiferenciado, entonces tenemos que ir más allá de su simplicidad. Esto es así, porque el máximo no puede ser las cosas que conocemos o concebimos''

Sin embargo, Juan 3:2 dice:


''Cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es''


Segundo corolario:

''Nuestra ignorancia nos enseñará, incomprensiblemente, como pensar más correctamente sobre las cosas más elevadas''

¿Cómo puede la ignorancia enseñarnos si la instrucción es lo más elemental de la enseñanza? Este corolario destruye nuestro conocimiento y pone a la ignorancia en el más alto lugar.

En ese caso, el cusano pone como a ejemplo a Sócrates quien justamente exclamaba que solo sabía que no sabía. Pero eso, aunque parezca exiguo, es un conocimiento al fin y al cabo. 

Tesis 4:

''Lo que sea que sea posible, el máximo es en acto y máximo''

Esto quiere decir que incluso Dios podría ser posible, y cuando se habla de posible quiere decir ''creatura''. En efecto, si todo es posible, entonces es posible que Dios sea criatura. 

Primer corolario:

''El máximo es todas las cosas y no cualquiera de todas las cosas a la vez. En otras palabras, es todas las cosas y no es algo''

Evidentemente esto encierra una contradicción. Decir ''es todas las cosas'' ya es decir que es algo.

Segundo corolario:

''La sabiduría en realidad es una profunda ignorancia''

Otra contradicción, pues quien está por el buen camino del conocimiento tendrá que dar un paso atrás, o mucho más que un paso atrás tendrá que resignarse a no saber. 

Tercer corolario:

''La esencia de lo máximo es la esencia de Dios. Esto es evidente porque el máximo es el tamaño y medida de todas las cosas''

Sin embargo, Nicolás de Cusa también dice que Dios excede aquellas esencias. 

Tesis 6:

''Para comprender el concepto de Santísima Trinidad se debe abrazar la simplicidad y las contradicciones, y hacerlo antes de que estas se conciban''

Nicolás de Cusa quiere decir que antes de la simplicidad y las contradicciones, Dios ya estaba. 

Es verdad que Dios precede a todo, pero abrazar las contradicciones ya no sería algo beneficioso, sino que todo lo contrario. La Docta Ignorancia sería a este respecto, una falsa apariencia de conocimiento en vez de falta de conocimiento (que es lo que se pretende demostrar).


Primer corolario: 

''Cada ángulo o triángulo es en cada uno de ellos otro ángulo y triángulo, y ellos son todo un máximo''

Es evidente que los ángulos y triángulos no son más que las figuras geométricas que representan. 

Segundo corolario:

''La identidad de la trinidad precede a todo lo relativo a las oposiciones''

Esto contradice a todo aquello relacionado con el Símbolo Atanasiano(1). En efecto, nada hay antes o después de la Trinidad. 

Tercer corolario:

''Todas las cosas están en Dios. En Dios todas las cosas son Dios''

Este es el corolario de la docta ignorancia más dañino porque de ser así, la contingencia de las cosas sería necesaria. 

Tesis 7:

''La creación siempre existió. Sin embargo, Dios no se mezcla con la creación aunque sí Dios es todas las cosas''


Esto destruye la teoría de la creación bíblica, pues la creación no siempre ha existido. 

Primer corolario:

''La absoluta quididad del sol no es otra que la absoluta quididad de la luna. Esto es evidente porque Dios es la quididad de todas las cosas''

Confunde la quididad de las cosas plurales con las de Dios.

Tesis 8:

''En el universo, cada cosa es el universo''

Es imposible que una parte sea un todo del todo

Primer corolario:

''El alma del mundo es desarrollada en la mente divina''

Ahora está añadiendo la complejidad en el alma. Los filósofos no tienen la misma opinión. 

Segundo corolario:

''El movimiento absoluto está en reposo y es Dios''

Contradice la doctrina del primer motor inmóvil.

Tesis 9:

''Dios es el centro del universo y de todas las cosas''

Esto va en contra de las creencias que se tienen del espacio(2)

Primer corolario:

''Dios es la luz en la cual no hay oscuridad''

Entonces se acepta que la igualdad exista en la realidad, cosa que el cusano rechazaba. 

Segundo corolario:

''El máximo absoluto está máximamente en todas las cosas, pero también es máximamente infinito cuando se contrae en las cosas''

Esto hace que la potencialidad y la actualidad sean una misma cosa, lo cual es imposible.

Tercer corolario:

''El máximo contracto no añade nada al máximo absoluto. Esto es evidente porque el máximo absoluto no es otro que todas las cosas''

Esto quiere decir que las criaturas son tan iguales como el creador. 

Cuarto corolario:

''Jesús comprende todas las criaturas''

Excede la naturaleza de Cristo, universalizándolo. 

Tesis 10:

''Dios está en todas las cosas''

Quiere decir que la humanidad y la divinidad son una misma cosa lo cual es herejía.

Primer corolario:

''Desde que la humanidad de Cristo es máxima, esta comprende la posibilidad completa de las especies''

Divide y destruye la individualización de Cristo en humano. Es decir, quiere decir que Cristo no fue un humano sino que un hombre universal. 

Segundo corolario:

''Unido con la divinidad, la humanidad de Jesús es completa absolutamente''

También destruye la verdadera humanidad de Jesús como hombre. En efecto, Jesús no tuvo un alma absoluta sino como la de cualquier hombre que vino a este mundo. 

Tercer corolario:

''Cristo y los hombres tienen la misma humanidad y por lo tanto puede ser igualmente de incorruptibles''

Contradice la humanidad particular con una especie de humanidad universal.
Conclusión

Realmente increíble la crítica de John Weck a Nicolás de Cusa. Pareciera ser que todo a punta a que su contendor quiere acusarlo de panteísmo, doctrina condenada por la iglesia católica. Recordemos que para el cristianismo todos tenemos una semilla divina que no es Dios en sí mismo, de ahí el gran debate que surge. Sin embargo, tenemos que esperar nuevamente la respuesta que dará Nicolás de Cusa a esta respuesta de John Weck.