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miércoles, 17 de julio de 2019

Santo Tomás de Aquino - De substantiis separatis (Sobre las sustancias separadas) (Parte V: Maniqueos y la tradición cristiana) (1268)

Loa maniqueos creían en dos fuerzas opuestas
que dominaban el mundo: el bien y el mal

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¿Quienes eran los maniqueos? si recordamos bien, estos eran un antiguo grupo de intelectuales sectarios que tenían ideas contrarias a los cristianos. San Agustín de Hipona fue el máximo enemigo dialéctico de estos pero esto no hizo que desaparecieran; al contrario, se dice que los maniqueos mantuvieron su vigencia hasta fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Santo Tomás de Aquino arremete contra estos en cuanto a su idea de las sustancias separadas. Veamos qué es lo que nos trae el aquinate. 

De substantiis 
separatis


Parte VI: Maniqueos


Visión maniquea

Como sabemos, los maniqueos establecían dos principios metafísicos independientes: el bien y el mal. Estos tienen una serie de características que nombraremos a continuación:

  1. Dos principios
  2. Ambos son infinitos e incorpóreos
  3. El dominio del mundo lo tiene tanto el bien como el mal

Santo Tomás de Aquino se propone refutar estos argumentos tal como lo hiciera su predecesor en el siglo V.

Refutación de Santo Tomás de Aquino

Veremos las refutaciones en orden:

Dos principios (bien y mal): es imposible que el bien subsista con el mal ya que el primero es acto y perfección, mientras que el mal carece de ambas. El mal es la privación del bien, tal como la muerte es la privación de la vida. 

El mal es algo que no alcanza ni acto ni perfección; por ejemplo, un constructor es llamado ''malo'' cuando no puede construir una casa, es decir, no puede completar el acto ni la perfección de una casa.

Ambos son infinitos e incorpóreos: es imposible que un cuerpo tenga un poder intelectivo porque entonces ese cuerpo conocería todas las cosas, lo cual es absurdo. El bien y el mal son intelectivos y por eso mismo no son cuerpos. 

El dominio del mundo lo tiene tanto el bien como el mal: todo dominio o gobierno tiene una dirección y un fin, tal como lo tiene el bien. Sin embargo, el mal no tiene un fin ya que es una privación, no es algo que se perfeccione o complete por lo tanto no puede tener un dominio. 

Los maniqueos cometían estos errores porque transferían las características del mundo particular al mundo universal, lo cual es el gran problema de lógica incluso con el mundo cristiano.


 Creación de los ángeles según los cristianos

Ya que se han visto todos los puntos de vista de los predecesores de Santo Tomás de Aquino, ahora el aquinate procede a revelar su punto de vista desde la fe cristiana. 

Para Santo Tomás, las criaturas celestiales o las sustancias separadas fueron todas creadas por Dios. La explicación de esto la tiene la obra del Pseudo Dionisio llamada ''Jerarquía Celestial'' específicamente en el capítulo cuatro de dicho texto. Algunas de sus citas son:

''Las sustancias celestiales fueron las primeras en ser creadas y participar en Dios''

''Tienen una esencia parecida a la de Dios, así como también un ser y una vida''

Si bien esto puede ser cierto, para las enseñanzas cristianas no sería apropiado decir que tienen una esencia, una sustancia, un ser y una vida independiente. Debemos comprender que todo esto es gracias a Dios y no solo eso sino que también es de Dios. Así dicen algunas Sagradas Escrituras:


''Él es la vida de los vivientes''
(Deuteronomio 3:20)

Por lo tanto, las palabras del Pseudo Dionisio podrían interpretarse incluso como si estos fueran seres eternos, lo que repugna a la visión cristiana. 

El problema es que las Sagradas Escrituras no se refieren a la creación de los ángeles. Es por esto que Santo Tomás busca en el Pseudo Dionisio algunas pistas y también lo hace con San Agustín de Hipona, quien en el libro XI de La Ciudad de Dios nos dice.

''Los ángeles ya existían cuando los cielos fueron creados''

San Agustín nos dice que es posible que los ángeles fueran creados primero que todo, aunque también se guarda algunas dudas con respecto a esto. Dice que de ser creado con los cielos, es decir, la creación del mundo, entonces los ángeles nacerían de la luz producida por Dios.

Santo Tomás de Aquino considera todas las opiniones tanto de los Padres de la Iglesia (Patrística), pero la más acertada en su opinión es la del mismo San Agustín de Hipona

La naturaleza de los ángeles

Algunos intelectuales cristianos decían que los ángeles tenían cuerpos ya que en la misma biblia se describían con ciertas corporalidades. Santo Tomás de Aquino nos dice que los ángeles no son corpóreos, aunque sí son hechos de materia y forma. La solución a esto es que los ángeles tienen más forma que materia, al estar más cercanos a Dios. 

Sin embargo, en la biblia se mencionan dos aparentes contradicciones en cuanto a los ángeles:

''Tú haces a tus  ángeles espíritu''
(Salmo 102:20,21)

''Y uno de los serafines voló hacia mi''
(Isaías 6:6,2)

Por otro lado, hay pasajes de la escritura en que Dios concede poderes a los ángeles. Por esto, podemos decir que los ángeles se presentaban a los profetas de forma corporal gracias a Dios. De este modo, pareciera ser que esencialmente los ángeles son inmateriales, pero para propósitos de la tierra, los ángeles toman forma corporal. 

Otra pregunta fundamental es que si los ángeles tienen un lugar. El concepto de ''lugar'' es algo propio de las cosas corporales. Por lo tanto, de acuerdo con el aquinate los ángeles sí tendrían un lugar, pero lo sería al modo espiritual. 

La naturaleza del mal


El último tema de este tratado es justamente el mal como una privación del bien. Cuando los ángeles deciden por sí mismos abandonar los cielos se privaron ellos mismos del bien. En este sentido, entonces se debe decir que estos ángeles inclinados al mal no son esencialmente malos, sino que buenos. 

También se debe decir que estos ángeles deben ser ángeles inclinados más a la materia y alejados del intelecto. Dentro de las jerarquías estos son los últimos ángeles, además de estar más cerca de la corporeidad. 

Conclusión

Era de esperarse que esta última parte la dedicara a las enseñanzas cristianas de la época. Sin embargo, es interesante observar como Tomás de Aquino adhiere a las ideas de San Agustín de Hipona y a ciertas otras del Pseudo Dionisio. Lo otro interesante fue haber utilizado la teoría de los maniqueos para reafirmar aún más su teoría de las sustancias separadas Me parece que fue un excelente final para tal obra. Ahora debemos prepararnos para la magna obra de Santo Tomás de Aquino...
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1 comentario:

  1. Más clara no puede ser la explicación que se presentan en cada una de las entradas de este Blog. Ahora un tema tan controversial para el pensamiento religioso expuesto de forma abreviada pero completa.

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