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sábado, 2 de febrero de 2019

Santo Tomás de Aquino - Comentarios a Aristóteles

Santo Tomás de Aquino y Aristóteles

En la biografía de Santo Tomás de Aquino habíamos hablado sobre las diferencias que tienen estos dos filósofos. Sin embargo, nos queda ahondar aún en profundidad las diferencias de manera muy clara, ya que anteriormente lo hicimos de manera superficial.

Cuando un cristiano toma de manera filosófica los escritos de Aristóteles, inmediatamente se dará cuenta que mucho de sus principios no concuerdan con las Sagradas Escrituras, ni con la teología actual. No obstante, lo que decía en su tiempo Aristóteles no tiene menos verdad de lo que fue antes. 

San Alberto Magno, como habíamos visto en este blog, presenta a Aristóteles como una de las mentes más brillantes y más científicas del Mundo Conocido. El mismo maestro de Santo Tomás ya estaba tratando de incluir el pensamiento aristotélico en el cristianismo con resultados efectivos. Sin embargo, Santo Tomás iría mucho más allá. 

Pero ¿por qué integrar a Aristóteles a las mentes cristianas? porque Platón (y los neoplatónicos) se equivocaban mucho en sus reflexiones. Aristóteles traía más sentido común y más estudios con lo que se daba una formalidad al cristianismo; un terreno fuerte en donde pisar. El estagirita y el aquinate se reúnen en uno solo. 

Integrando a Aristóteles

Integrar a Aristóteles en la doctrina cristiana no era un trabajo fácil. Santo Tomás tuvo que encontrar en el estagirita todo aquello que pudiera integrarlo, pero era difícil, sobre todo por su idea de la eternidad del mundo.

Todos los teólogos de aquel tiempo estaban mucho más del lado de Platón, pues Aristóteles estaba más del lado de la materia que de la espiritualidad como sí estaba Platón. 

No obstante, Santo Tomás advertía a los platónicos que el filósofo ateniense también se equivocaba. Y no solo se equivocaba sino que San Agustín de Hipona, claro seguidor de las doctrinas platónicas, podía incluso aceptar las ideas aristotélicas, como por ejemplo, la creación del mundo aceptada por ambos. 

Así, Santo Tomás debió probar a todos que Aristóteles no estaba alejado de las Sagradas Escrituras. Que el mismo Dios estaba relacionado con ellas, sin duda alguna. 

Dificultades en la integración

Una de las cosas más difíciles de integrar para Santo Tomás de Aquino fue la idea de un mundo eterno. Aristóteles nos decía que el mundo era eterno porque la materia no tiene un contrario por donde provenir. En efecto, la materia no tiene límites hasta que llega la forma. 

Era una teoría difícil de rebatir y aún más de que la comunidad cristiana la aceptara, ya que implicaría que Dios no era el único eterno lo que sería una contradicción grave. 

Ahora, Santo Tomás dice que Aristóteles sólamente dice que el mundo no proviene de la naturaleza, es decir, que no viene de la materia por lo que aún está abierta la posibilidad de considerarlo en el cristianismo. 

Comentarios de Santo Tomás a Aristóteles

Teniendo la ventaja de que su maestro San Alberto Magno había comentado y estudiado todas las obras de Aristóteles, además de escribirlas para los estudiantes de las Universidades, Santo Tomás comentó la mayoría de los tratados de Aristóteles. En esa época, Santo Tomás tenía muchos libros que estudiar por lo que el tiempo se hacía aún más corto. Sin embargo, pudo comentar algunas de sus obras. 

A continuación veremos unas de las cuantas obras que Santo Tomás analizó.

Peri hermeneias (sobre la interpretación)

Este es el segundo tratado de lógica de Aristóteles donde se presentan todos conceptos de verbo, palabra, proposición, enunciación, etc. 

Recordemos que Platón en su Crátilo (o del lenguaje) decía que las palabras provenían de forma natural directamente de las cosas. Aristóteles decían que las palabras en realidad eran una convención de los hombres. Para Santo Tomás, el verbo no es una composición sino que un ser real. Un ser que es abstraído en el intelecto de modo absoluto. 

En otras palabras, para Platón las palabras provenían de las naturaleza de las cosas; para Aristóteles, son sólo nombres; para Santo Tomás, son un ser real en el intelecto. 

Física

Santo Tomás comenta de buena forma todo lo que hay en el libro de la física de Aristóteles. De hecho, será uno de sus libros fundamentales para luego explicar su propia filosofía. Es tan así, que el mismo Santo Tomás utiliza este texto para criticar los malentendidos que a juicio de él, Averroes había cometido. 

Lo que más puede rescatar es aquello del primer motor y su movimiento eterno y su influencia en los demás seres. Acuerda completamente con el estagirita. 

Sobre el cielo

Recordemos que en este libro se describen todas las teorías que Aristóteles tenía sobre el cielo, sobre todo su geocentrismo y círculos concéntricos que giraban alrededor de la tierra. Si bien muchas cosas son aceptadas de buena manera, Santo Tomás dice que estas teorías no pueden darse por ciertas tan prontamente;: siempre deben rendir exámenes para probar su vigencia y autenticidad. 

Para Aristóteles, un movimiento local debe ser necesariamente circular o recto, o una composición de ambos. No obstante, Santo Tomás no opina de igual manera y extrapola los principios de la geometría con la física. 

Quizás, con una de las cosas que más topa Santo Tomás de Aquino con Aristóteles, es el tema de la eternidad del cielo. El estagirita decía que el cielo siempre es el mismo y no es modificado por nada, pero el Aquinate nos dice que la verdad es que el cielo es movido por algo más. En efecto, si el cielo es parte del Universo del creador, entonces este debe seguir siendo movido por algo más. De esta forma, hace encajar nuevamente la doctrina cristiana.

Generación y Corrupción

Tomás acordaba con la mayoría de las cosas del tratado Acerca de la Generación y la Corrupción de Aristóteles. Quizás, lo que pudiera haber agregado Santo Tomás se relaciona con los seres intermedios y aquellos animales que presentan algunas curiosidades como las lagartijas, cuyas partes parecen estar vivas después de separadas. 

Meteorológicos

Especial dedicación tuvo Santo Tomás al libro de los meteorológicos destacando la importancia de estudiar las cosas específicas de la naturaleza y la realidad. 

Sobre el alma

Es aquí donde vemos algunas críticas y comentarios que van ensamblando la doctrina de Santo Tomás. Para el Aquinate es importante separar el intelecto de la materia y sin embargo, puede estar en potencia con respecto a las cosas en el sentido de que recibe la información de ellas. 

Une el concepto de intelecto agente y el intelecto posible, éste último el que retiene las imágenes. Estos dos intelectos están en la mente del hombre y no están separados del sujeto como lo postulaba Averroes. Para Santo Tomás, el intelecto se encarga sobre los juicios entre lo bueno y lo malo, mientras que los sentidos se encargan del placer o la aversión. 

Luego, cuando llega a la parte del alma, Santo Tomás la describe el alma de la siguiente manera:


''anima est quodammodo omnia''
(El alma es omnisciente)

Esto quiere decir que para Santo Tomás, el alma tiene un carácter universal, está presente en todas partes. De otra manera ¿cómo es que comprendemos la naturaleza de las cosas? el Aquinate nos dice que el alma tiene la forma de todas las cosas y es por eso que la puede comprender. Por eso es que el hombre, en vez de tener todas las cosas en su interior para comprenderlas, tiene el alma que le sirve como conocedora de todas ellas. 

Metafísica

De acuerdo con Santo Tomás, Aristóteles asume la existencia de un creador supremo del mundo, es decir, reconoce la existencia de Dios cuando establece que el primer motor es el que mueve y no puede ser movido. 

La interpretación del texto de Aristóteles no pretende refutar  o criticar la obra de la Metafísica, al contrario, pretende dar una perfecta legitimidad a las enseñanzas y metafísica cristiana. Santo Tomás trata de hacer totalmente suya las teorías aristotélicas, y demostrar a los cristianos neoplatónicos que las ideas del estagirita no están alejadas de Dios. 

Un problema grande que Santo Tomás tuvo que enfrentar en las interpretaciones, era la idea de que Aristóteles no aceptaba que el Ser Supremo conociera las cosas del mundo terrenal. Frente a tal teoría que pareciera acabar con el cristianismo, Santo Tomás lo toma desde otra arista, diciendo que el estagirita quería decir que los conocimiento terrenales no recibe su conocimiento universal del mundo. 

Ética a Nicómaco

Otro de los grandes libros comentados por Santo Tomás es la Ética a Nicómaco donde hace un importante cambio. Recordemos que Aristóteles nos hablaba de la importancia del punto medio, de estar en lo que es moderado y no en los extremos. Por ejemplo, el punto medio entre un temerario y un cobarde, es el valiente; alguien que es sensato frente a los peligros y no rehuye de los enfrentamientos. Es ahí donde se encuentra el hombre sabio, en el medio de los extremos. 

Sin embargo, Santo Tomás de Aquino va mucho más allá en sus planteamientos diciendo que el hombre virtuoso es el que impone el justo medio. Aristóteles nos plantea la medianía solo desde los puntos entre dos extremos, Santo Tomás nos dice que es la virtud la que establece el justo medio y no la comparación entre deficiencia y exceso. El Aquinate quiere decirnos basado en la doctrina cristiana que se es bueno no por una comparación de lo malo, sino por las virtudes que representan la bondad y la cristiandad. 

Es aquí donde Santo Tomás introduce el concepto de sindéresis que se desarrolla en la Edad Media. Este consiste en un conocimiento innato en el hombre cuando discierne entre el bien y el mal. 

Tomismo aristotélico

La influencia de Aristóteles en el Aquinate es total, tanto así que se comenzó a configurar una doctrina basada e inspirada en estos dos filósofos: el tomismo aristotélico. Podríamos decir básicamente que el tomismo aristotélico es la interpretación que Santo Tomás dio de todos los textos del estagirita. 

Conclusión

Aunque la influencia aristotélica comienza en San Alberto Magno, es finalmente Santo Tomás de Aquino quien cristianiza completamente a Aristóteles poniéndolo en una posición fundamental e importante para la Iglesia. Se acaba por lo tanto la visión platónica y neoplatónica del cristianismo, es decir, la teoría de todos los padres de la Iglesia anteriores a Santo Tomás y San Alberto. Seguiremos viendo algunas diferencias entre Santo Tomás y otros filósofos. 

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