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domingo, 18 de noviembre de 2018

La Piedra Filosofal

La Piedra Filosofal

Uno de los secretos más interesantes de la Edad Media es la Piedra Filosofal de la cual todos estaban interesados. Esta piedra concedía poderes increíbles como la inmortalidad y la sabiduría absoluta a quienes la portaran. La veracidad de su existencia siempre estuvo en duda, aunque mucho se habló de ella en el mundo antiguo.

Características

La verdad es que la definición de la Piedra Filosofal es muy extraña, ya que la mayoría de sus descubridores se referían a ella en poesías, sobre todo los más antiguos. 

Se dice que no es una piedra propiamente tal, de hecho, se decía que podía ser un compuesto casi líquido que utilizaban los alquimistas. Otros los describen como un polvo rojo o amarillo. Como sea que fuese su fabricación era muy peligrosa, pues los compuestos eran nocivos para la salud del hombre. 

Las descripciones para realizar la Piedra Filosofal son muy esotéricas y simbólicas. Su interpretación es muy difícil, pero se dice que uno de los ingredientes principales fue el mercurio. La mezcla de otros ingredientes aún está en debate, aunque lo que sí se sabe es que debe estar mezclada siempre con fuego. 

Muy pocos tuvieron éxito en crear esta dichosa piedra, muchos murieron o se volvieron locos, pero se dice que sólo algunos lo lograron. La ambición de obtenerla era muy grande, ya que esta piedra permitiría la transmutación del plomo en oro. Esta idea era muy fácil de captar, pues era muy simple ver cómo la naturaleza es cambiante; por ejemplo, que la uva se convirtiera en vino. 

La explicación de cómo esta piedra podría conceder tal cosa es que los alquimistas creían que todos lo demás metales aparte del oro eran imperfectos. Por lo tanto, esta Piedra Filosofal quitaría todas esas imperfecciones transformando así los metales en oro.

Historia de la Piedra Filosofal

María la Judía

Esta mujer vivió entre los siglos I y III de nuestra era siendo al primera alquimista de la humanidad. Entre sus técnicas alquimistas, María la Judía fue la inventora del conocido ''baño María'' que se utiliza hasta en nuestros días. 

Musulmanes


Siglos después, aunque la alquimia estuvo prohibida por los romanos, en la Edad Media volvió a surgir con la figura de los musulmanes. Estos la consideraban un eficaz medio para la comprensión de la naturaleza mineralógica, y por lo tanto también creían en la Piedra Filosofal. Sin embargo, la autoridad de muchas  otras autoridades intelectuales de renombre considerarían a la alquimia como algo falso e innecesario como lo asentó el mismo Avicena

Alberto Magno

En el siglo XIII, un intelectual de la orden de los dominicos escribiría un tratado sobre los minerales donde defiende la idea de la transmutación de los metales, aunque no precisa o exactamente la de la Piedra Filosofal. Este filósofo es San Alberto Magno

Cuenta la leyenda que a pesar de no creer tanto en la Piedra Filosofal, la verdad es que Alberto sí la tendría entre sus manos. Cuando su discípulo Santo Tomás de Aquino estaba a punto de morir, Alberto Magno se la pasó para que se fuera a la tumba con ella. 

Nicolás Flamel

Tiempo después se sabría de un alquimista rabino escribano llamado Nicolás Flamel que también se dedicó al descubrimiento de la Piedra Filosofal, a pesar de ser pobre. Puede ser que Flamel haya conseguido crear dicha piedra con sus estudios sobre un libro misterioso que le habían dado. 

Lamentablemente el libro era muy difícil de entender ya que estaba en hebreo, lo que lo obligó a dirigirse a España. Ahí se encuentra con un rabino para la traducción, quien además le dice que este era un libro del profeta Abraham. 

Años más tarde, Flamel logra traducir toda la obra y descubrir la fabricación de la Piedra Filosofal. Se dice que Flamel pudo convertir plomo en plata en 1382 y consiguientemente en oro. 

Lo consiguió, podríamos pensar. De hecho, esto se deducía por la construcción de edificios que el mismo Flamel había comprado en París (que de hecho aún existe), además de generosas donaciones a los pobres. Se dice que fingió su muerte para proteger el secreto de la Piedra Filosofal. 

Período posterior a Flamel

Desde el descubrimiento de Flamel, todo los alquimistas de la Edad Media trataron de construir la piedra filosofal pero sin éxito. Todos sus intentos terminaron en charlatanería, engaño y robos. Obsesionó desde los hombres más simples hasta gobernadores de alto prestigio. 

Falsos alquimistas vendieron la Piedra Filosofal engañando a los crédulos por doquier. Muchos gobernadores, emperadores y reyes prohibieron la alquimia por las múltiples estafas que se suscitaban en las ciudades. La alquimia y la búsqueda de la Piedra Filosofal quedarían condenadas a la prohibición, a la falsedad, al engaño y finalmente a la pseudociencia. 

No obstante, así tal como lo dice su nombre, la alquimia sería una ''casi'' ciencia, por lo cual algo se puede rescatar de ella. Es por esto que su nombre pasa a cambiar a simplemente ''química'' para diferenciarse de su otra concepción ''alquimia'' cuya traducción sería ''la química''.

Conclusión

Ciertamente la alquimia ya no estaría vigente como una ciencia formal de la que todos se puedan servir. Sin embargo, los alquimistas dieron los primeros pasos para comprender los conceptos como sublimación, transmutación, cristalización o destilación que hoy en día son fundamentales en la química moderna. Esperaremos a ver, si es que puede ser así, si la alquimia puede volver a enseñarnos algo en el presente. 

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