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miércoles, 7 de octubre de 2020

Teoría de la expiación


Teoría de la expiación

¿Qué es la expiación? en el DRAE se define de la siguiente manera:

''Borrar las culpas, purificarse de ellas por medio de algún sacrificio''

Platón la consideró como el medio para curar las enfermedades del alma, siendo el concepto clave la justicia, es decir, la justicia libera tanto de la intemperancia como de la misma injusticia. 

Antiguo Testamento

Sin embargo, mucho antes de Platón el Antiguo Testamento ya nos hablaba de la expiación, en hebreo, ''kippum''. En el judaísmo, la expiación es el proceso de causar una transgresión (pecar) para luego ser perdonado. 

De acuerdo con los rabinos, la forma de lograr la expiación es a través del arrepentimiento. El rabino Eliazar decía: ''arrepiéntete un día antes de tu muerte''. El arrepentimiento también debe ir unido a la confesión, la restitución, la tribulación, la experiencia cercana a la muerte y la ocurrencia del Yom Kippur (día de la expiación para los judíos). 

Nuevo Testamento

La expiación en el Nuevo Testamento se comprende en metáforas de sacrificio, chivo expiatorio y redención para representar el significado de la muerte de Cristo. El apóstol Pablo es la fuente principal de estas metáforas, pero estas también aparecen en otras fuentes. 

Teorías filosóficas

Teoría del rescate de la expiación

De acuerdo con el filósofo de la patrística Orígenes, la muerte de Cristo fue una salvación que fue ''pagada'' al diablo. En efecto, se dice que Adán y Eva entregaron la humanidad al diablo por medio de su pecado. Por lo tanto, se necesitó de que Dios devolviera el pago al diablo por medio de la muerte de Cristo. 

San Agustín de Hipona apoya la teoría del rescate diciendo que ''vino el redentor y el engañador fue vencido'', en cierto sentido, Cristo se sacrificó por todos nosotros para redimir a la humanidad; por lo tanto, Cristo nos rescató de esta deuda.

Teoría de la satisfacción 

Esta teoría fue creada por Anselmo de Canterbury, quien decía que Dios había sido defraudado por el pecado que habían cometido tanto Adán como Eva. La muerte de Cristo, último acto de obediencia, trajo a Dios el honor que se había transgredido. En otras palabras, él (Cristo) pagó el honor al Padre en vez de que la humanidad pagara ese costo. En palabras de Anselmo, Cristo satisfizo el honor que habíamos perdido con Adán y Eva. 

Para Santo Tomás de Aquino, la teoría es muy similar. Cristo pagó con su pasión y a cambió de eso mereció la salvación, no solo para él sino que para todos los miembros. Esa expiación fue darle a Dios más de lo que un hombre podía dar para compensar la ofensa. 

Teoría de la influencia moral

Esta teoría fue propagada por el gran pensador y filósofo Pedro Abelardo. La teoría básicamente sustenta que la muerte de Cristo se realizó por amor a Dios, una demostración que podía cambiar los corazones y las mentes de los pecadores, y que vuelvan a Dios. 

En consecuencia, Abelardo no acepta que Cristo se haya sacrificado para salvar a todos y pagar la deuda con el diablo, entendiendo así que el diablo es un oponente de Dios. Al mismo tiempo, objeta que se haya pagado una deuda de honor con Dios. 

¿Por qué? porque la teoría anterior implicaría pensar que Dios cambia de opinión una vez que Cristo se sacrifica por todos. En efecto, esto choca tremendamente con la idea de que Dios sea impasible y perfecto. 

Recordemos que Pedro Abelardo fue excomulgado por sus teorías de moral cristiana que se consideraron heréticas. Luego de un debate con Bernardo de Claraval todas sus obras serían censuradas.

El reformador antitrinitario, Fausto Socino, también adhirió a esta idea Pedro Abelardo diciendo que el sacrificio de Dios no cumplió ninguna satisfacción, sino que más bien dio un ejemplo de que ésa es la dedicación que se debe tener a Dios. 

Finalmente, en los tiempos posteriores, el pensamiento reformista toma las ideas de la influencia moral y las hace suyas. Es decir, en el sentido religioso, la teoría de la influencia moral los reformistas se quedaron con dicha teoría.

Conclusión

Claramente la teoría del rescate parece una idea maniquea donde a Dios se le opone un rival. La doctrina de Abelardo es sensata en el sentido de que calza con la idea de que Dios es impasible, que no tiene rival y que nada se le opone. Contra un ser perfecto no habría oposición ni siquiera por un ser que sea inferior, no existe. Por lo tanto, desde un punto de vista objetivo, estará bien considerar la muerte de Cristo como amor a Dios, o como un ejemplo de dedicación a Dios. 

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