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sábado, 21 de septiembre de 2019

Santo Tomás de Aquino - De mixtione elementorum (Sobre la mezcla de los elementos) (1271)

Los cuatro elementos en Platón

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Este es otro texto opúsculo de Santo Tomás de Aquino en relación a la mezcla de los elementos, es decir, si los elementos de la naturaleza: aire, agua, fuego y tierra pueden mezclarse y formar una sola solución, o si en realidad estos son independientes cada uno. Sin embargo, se puede observar que en algunas cosas hay elementos que destacan o sobreviven más que otros; por lo tanto, vale preguntarse ¿será que se mezclan o son independientes uno de otro?


De mixtorum elementorum


Hay ciertos hombres que afirman que los elementos no se mezclan y otros que sí. Sin embargo, si la forma substancial no permanece, entonces no podemos hablar de mezcla sino que de corrupción de algunos elementos. 

Un elemento es aquello por lo que algo está principalmente constituido y es indivisible de acuerdo con las especies. Un cuerpo mezclado no estaría compuesto de cuerpos simples si estos después no puede permanecer. Es imposible, de hecho, que los cuerpos admitan distintas formas en el mismo respecto. 

Las diversas partes de la materia subsisten por medio de las formas de los elementos que admitan la noción de muchos cuierpos: esta sí sería una forma para que distintas partes se pudieran mezclar. Sin embargo, tampoco es posible decir que existen muchos cuerpos al mismo tiempo pues el cuerpo es uno solo. 

Por lo tanto, los cuatro elementos no existirán mezclados en un cuerpo. En efecto, los contrarios no pueden estar en un mismo lugar así como el agua y el fuego, que son contrarios, no pueden mezclarse (al menos en su forma substancial). 

Cuando los elementos se ''mezclan'' o se reúnen, estos siempre están entre la forma substancial y la forma accidental, es decir no alcanzan a concretarse. No obstante, esto también es imposible porque no existe un intermedio entre lo accidental y lo substancial. Esto sería tan improbable como tener algo entremedio de la afirmación y la negación. 

Además, esto también significa que la forma acepta una gradación, esto es, un más y un menos lo cual resultaría absurdo. Un ser no puede ser más o menos ser que otro, verbigracia, el fuego no puede ser más o menos fuego de lo que es. 

Sin embargo, parece ser que algunas partes pueden estar unidas entre sí en un cuerpo compuesto. Pero no es correcto decir que están mezcladas; así, el estagirita (Aristóteles) nos dice que los elementos no están mezclados en el cuerpo por acto sino que más bien por virtud: el agua humedece, el fuego calienta, etc.

Conclusión

Interesante conclusión de Santo Tomás de Aquino, complementaria por supuesto a las reflexiones de Aristóteles como por ejemplo, aquellas que se hicieron en libros como ''Sobre la generación y la Corrupción'' y ''Física'', cuyos postulados eran tremendamente vigentes en la época del aquinate. Este no será el único libro donde Santo Tomás se soporte en las teorías aristotélicas. 

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