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domingo, 10 de marzo de 2019

Santo Tomás de Aquino - De emptione et venditione ad tempus (1262)

Esta es una pequeña carta escrita por Santo Tomás de Aquino dando respuesta a dos hombres con respecto al tema de la usura. Como vemos, el aquinate no se cerraba a otros temas como se pudiera pensar. Los temas económicos e incluso los legales era también parte de su amplia gama de conocimientos. Por supuesto, el cristianismo no aceptaría la usura en primera instancia, pero debemos ver cuál es la opinión de Santo Tomás con respecto a este terrible acto.

Referencias:

(1) Lo que hoy llamaríamos ''intereses''.


De emptione et venditione


Introducción

Esta carta va para Juan de Viterbo, profesor en Florencia, quien tenía algunas dudas sobre compras y ventas a los círculos de mercaderes de la Toscana. Para responder a las dudas, Santo Tomás de Aquino acude al Arzobispo electo de Capua, Marino de Éboli, y al Cardenal dominico, Hugh de San Cher. 

Capítulo I: Compra y tiempo

Los mercaderes de la Toscana han pedido aplazar los pagos tres meses con la intención de facilitar el comercio. Estos dan la garantía de que es por una cuestión práctica y no por usura ni algo parecido. Bajo aquel respecto hay dos posibilidades que el vendedor considera a la hora de vender.


  1. Que el vendedor exceda el monto por el precio acordado esperando el pago. 
  2. Que el vendedor haga justo el precio por el cual se espera el producto. 
En la primera opción se produce lo que se conoce como usura, mientras el otro caso está exento de usura. También habría usura si en el tiempo en el que el vendedor espera que el comprador le pague, y en ese intervalo de tiempo comenzara a cobrar más(1). En este caso, el comprador ya no estaría pagando el objeto sino que el tiempo. 

Capítulo II: El precio justo sin ver el mérito


Los mercaderes de la Toscana venden ropa traída de Lagny-sur-Marne, por lo cual tienen que esperar hasta la pascua para recibir el pago. Vender la ropa por más del precio normal es usura, pero si ellos venden su valor tal cual, entonces no hay usura. 

Capítulo III: La usura como pecado

Muchos mercaderes se excusan de cobrar tiempo una vez que los compradores se atrasan en pagar, ya que necesitan recibir una indemnización. Sin embargo, esto también es usura y ninguna justificación es posible para un pecado que es considerado mortal. Los hombres que ayudan a transportar la ropa a estos usureros también pecan mortalmente porque abastecen a estos hombres. 

Capítulo IV: La usura no es excusable de ninguna forma

Si un comprador tiene una deuda con un producto y este paga el producto en deuda con un monto menor, entonces el vendedor no podrá sumarle dinero por el tiempo en que se demore. El precio debería quedar intacto para que no cometa la usura. 

Conclusión

Vemos en esta carta la parte religiosa de Santo Tomás de Aquino reprochando a los mercaderes de la Toscana por los precios que cobran a sus deudores. Recordemos que la usura es un pecado mortal y por ello, si los mercaderes quieren salvarse de ir al infierno tendrán que retractarse de cometer usura. Realmente es un tema por el cual, el día de hoy, Santo Tomás estaría decepcionado pues todo el comercio funciona con intereses, e incluso son vitales para sus negocios. 

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