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viernes, 7 de septiembre de 2018

Maimónides - Guía de los Perplejos (Libro I: Antropomorfismo) (Parte I: Conceptos de la Torah) (1190).

Es uno de los libros mas influyentes en la religión judía, de hecho, sería la primera vez que se habla del judaísmo en términos filosóficos. Vemos aquí la exigencia de Maimónides para encontrar una mirada más racional a las Sagradas Escrituras del judaísmo, sin embargo, este libro no encontrará pocos detractores, pues ya desde su texto ''Mishná Torah'' a Maimónides se le había perseguido por tratar de reconciliar la doctrina aristotélica con la Torah. El siguiente tratado parecerá un desarrollo filológico en los primeros 20 capítulos, pero ya veremos que no lo es. Tengan paciencia porque es mucho vocabulario.


Referencias:

(1) En el sentido que Dios no es visible para el ojo humano.


Definición:

(1) Elohim: significa ''dioses''


Guía de los Perplejos


LIBRO I: ANTROPOMORFISMO
(Parte I: Conceptos)

Capítulo I: Imagen y semejanza


Existe una confusión cuando se piensa en el siguiente versículo del Génesis:

''Hagamos a un hombre a nuestra imagen y semejanza''
(Génesis 1:26)

Muchos tienden a pensar que esto puede referir a que Dios tiene cuerpo de humano. Sin embargo, Dios es total esencia, total incorporeidad.

Concepto de Selem (imagen) y Demut (semejanza)

Maimónides deja en claro al menos tres conceptos para describir la incorporeidad de Dios:

  1. Toar: forma
  2. Selem: imagen
  3. Demut: semejanza

Cuando se dice ''a imagen'' quiere decir que se hace la parte intelectiva del hombre y no su figura externa como se podría imaginar, es decir, no se trata de la apariencia sino que de lo interno. 

En otras palabras, la imagen de Dios es en verdad la percepción del hombre, la percepción intelectiva. Esta percepción es comparada con la de Dios y por eso se dice que es a ''imagen'' de Dios. 

Capítulo II: El bien y el mal

El problema del bien y el mal es recurrente en el Génesis. Este se da primeramente en el relato de Adán y Eva, donde Maimónides se cuestiona, a partir de lo dicho por un sabio judío, que si Adán tenía inteligencia antes de comer el fruto. 

Maimónides dice que el hombre fue inteligente incluso antes de comer el fruto, pues él era imagen y semejanza de Dios. En ese estado, Adán no podía comprender el principio de las verdades probables o de carácter moral. De ahí que Adán comenzará a dar rienda a sus impulsos naturaleza humana.  

Desde ese momento, cuando Adán come el fruto, pierde la facultad intelectiva y por lo tanto queda en calidad de Elohim(1). Es decir, ''conocedores del bien y el mal'' pero esto no significa que sean conocedores de lo verdadero y de lo falso.


Capítulo III: La forma y la figura en Dios

Temuna y Tabnit

Desde este capítulo, Maimónides se propone analizar cada concepto de la Torah que puede tomarse como una confusión. Uno de ellos es el Temuna y Tabnit. 

Ambas palabras significan ''forma''. Tabnit es tomada como la forma de cualquier cosa: la de un triángulo, un rectángulo, un árbol, etc. Por otro lado, Temuna tiene al menos 3 significados diferentes:

  1. Las cosas que se perciben
  2. Las formas de la imaginación
  3. La idea de un objeto captada solo por la inteligencia

Esta última acepción es la que se utiliza en la biblia con respecto a la esencia de Dios. 

Capítulo IV y V: Ver, Mirar y Contemplar

Estos tres verbos se dicen de tres maneras en la lengua hebrea:

  1. Raa: ver
  2. Hibbit: mirar
  3. Hasa: contemplar

El primer verbo (Raa) significa ver con la inteligencia, mientras que Hibbit se emplea con sentido figurado como cuando se dice que Moisés tuvo miedo de ''mirar'' a Dios(1). Finalmente Hasa significa ''percibir mentalmente'' en sentido figurado. 

Debe remarcarse que ninguno de estos verbos se debe tomar en al forma literal de las sensaciones, sino que al contrario, de forma figurada e intelectiva. 

Capítulo VI y VII: Las palabras Ich, Icha y Yalad


Ahora tenemos los siguientes conceptos:

  1. Ich: hombre
  2. Icha: mujer
  3. Yalad: engendrar

Obviamente, ich e icha se toman de manera figurada para mencionar tanto al hombre como la mujer, interpretándose también como ''hermano'' y ''hermana''. 

La palabra yalad significa ''engendrar'' pero también toma otros conceptos como ''crear'', ya sea cosas tangibles o del pensamiento.

Capítulo VIII y IX: Las palabras Makom y Kisse

Tenemos luego otras dos palabras aplicada a Dios

  1. Makom: lugar
  2. Kisse: trono

Básicamente cuando se aplica Makom a Dios, quiere decir la altísima condición de su existencia. No que Dios está en un determinado lugar. 

Por otro lado, por supuesto, la palabra Kisse no quiere significar que Dios está en un trono como lo conoceríamos visualmente. Al contrario, ''trono'' quiere decir que Dios gobierna en toda su majestad, pues la excelencia es una característica que está en sí misma, es decir, es inherente a él. 

Capítulo X: Las palabras Ala y Yarad

Aquí tenemos el significado de las siguientes palabras Ala y Yarad:

  1. Ala: subir/ascender
  2. Yarad: bajar/descender

Estos términos se aplican tanto en el ámbito tangible como en el intelectual. Se aplica tanto cuando el hombre baja del intelecto o su fortuna ha bajado. También puede significar la grandeza de poder en cuanto a Dios o a un profeta. 

Capítulo XI, XII y XIII: Yachab, Kam y Amad

Veamos ahora el de los siguientes verbos que tienen que ver con la posición:



  1. Yachab: sentado
  2. Kam: levantarse
  3. Amad: estar de pie

Yachab no solo quiere decir sentado en cuanto al uso cotidiano, sino que también quiere decir ''permanente'', ''inmutable''. Su cambio se ve en el siguiente versículo:

''Mas tu Señor permaneces (techeb) para siempre''
(Salmos 102:12)

La palabra Kam no solamente quiere decir ''levantarse'' en tanto uso cotidiano, sino que también quiere decir ''emprender'' o ''prometer''. Claro, cuando uno emprende algo necesariamente debe levantarse. 

Amad quiere decir también ''permanecer erguido'', ''firme'' por lo que cuando esto se aplica a Dios. Cuando se dice que la justicia de Dios es eterna, se dice que también es firme, que no tambalea. 

Capítulo XIV, XV y XVI: Las palabras Adam, Nasab y Sur

Tenemos ahora las siguientes palabras:

  1. Adam: hombre
  2. Nasab: ponerse o pararse
  3. Sur: roca

El término Adam, que es el mismo que se usa para hablar de la primera creación humana de Dios, también tiene el significado de ''plebe'' o ''pueblo''. Al igual que Yasab, Nasab quiere decir pararse o quedarse para siempre. Finalmente, tenemos la palabra Sur que significa ''roca'' en su sentido común, pero también quiere decir en el contexto de las Sagradas Escrituras, el orígen de las cosas como lo dice Isaías:

''Mirad la roca de donde fuisteis cortados''
(Isaías 51:1)

Así hay muchos otros versículos que quieren indicarnos el origen de las cosas.

Capítulo XVII, XVIII, XIX y XX: Las palabras Karab, Male y Ram

Ahora tenemos las siguientes palabras:

  1. Karab: acercarse
  2. Male: llenar
  3. Ram: alto

Aparte de que Karab signifique ''acercarse'' en el sentido amplio, también quiere decirlo en un sentido espiritual; como por ejemplo, me acerqué más a Dios. La palabra Male puede significar dos cosas: por un lado cumplir los mandatos y lograr el más alto objetivo como cuando se dice que Dios llena la tierra de su gloria. 

Finalmente, tenemos el concepto Ram que significa ''alto'' no solo en espacio, pero también en dignidad, grandeza y honor. Para Dios, esta palabra debe tomarse en la segunda acepción antes dicha: grandeza.

Capítulo XXI, XXII, XXIII, XXIV: Las palabras Abar, Bo, Yasa y Halak

En estos capítulos veremos las siguientes palabras:


  1. Abar: pasar
  2. Bo: venir
  3. Yasa: salir
  4. Halak: andar o caminar

Además de su verbo cotidiano, Abar quiere decir ''presencia'' de lo divino en las Sagradas Escrituras; presencia misma que los profetas vieron en sus visiones. Bo quiere decir ''venir'', pero en las Sagradas Escrituras esto refiere a los acontecimientos venideros. Yasa se aplica para la aparición de alguna cosa que estaba oculta; por ejemplo, ''y la palabra salió de su boca''.

Finalmente, la palabra Halak se usa en sentido figurado cada vez que se mencione a Dios. Significa la manifestación de algo espiritual, como por ejemplo, cuando se decía que la protección divina se aleja ''andando''. 

Capítulo XXV, XXVI, XXVII, XVIII, XIX y XXX: Las palabras Chacan, Regel, Asab y Acal.

A continuación tenemos las siguientes palabras:

  1. Chacan: morar
  2. Regel: causa
  3. Asab: irritarse
  4. Acal: comer

Chacan se toma de manera figurada con los objetos inanimados para decir que estos se mueven. Regel quiere decir causa, pero también se usa de manera concreta para decir ''pie''. De ahí que se traduzca ''bajo sus pies'' como causa. Tenemos la palabra Asad que significa ''irritarse'',  como cuando Dios lanza su ''furia'' contra quienes lo desobedecen, pero esto quiere decir en verdad, en sentido figurado, que Dios no advertía a los profetas de lo que se vendría. En otras palabras, que Dios decretaba los acontecimientos, pero sin advertir a los profetas. 

Finalmente tenemos la palabra Acal que significa ''comer''. En el Talmud ya se interpretaba la palabra ''comer'' como ''dar sabiduría'', o ''alimentarse de sabiduría''.

Resumen de lo abordado

¿Por qué toda esta interpretación o exégesis? Todo esto ha sido abordado con el propósito de demostrar una sola cosa: la necesaria interpretación de las Sagradas Escrituras. Imaginemos lo difícil que debió haber sido para los traductores del Antiguo Testamento, tratar de interpretar la biblia literalmente. En efecto, podrían resultar cosas ridículas como la corporeidad de Dios que es justamente lo que Maimónides está tratando de refutar.

La importancia de entender los textos sagrados no es una cuestión simple, pues de aquí emergen las reglas que la comunidad judía impondrá a sus nuevas generaciones.

Conclusión

Tal y como lo hubiese hecho San Agustín de Hipona 600 o 500 años antes, Maimónides lo traspasa al pueblo judío. No es que Maimónides se haya inspirado ni mucho menos haya buscado en los escritos de San Agustín. Esta es una interpretación única del filosofo judío para todo aquel que se interese en la lingüística hebrea y en la Torá.

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