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sábado, 16 de junio de 2018

San Anselmo de Canterbury - De Veritate (Capítulos I-X) (1080 - 1085)

Este tema puede ser uno de los más interesantes en la historia de la humanidad ¿qué es la verdad o dónde está la verdad? esta interrogante la podemos ver tanto en filósofos creyentes como no creyentes pues es un concepto que trasciende a todos. La búsqueda de la verdad puede ser la base de la filosofía como muchos dicen, pero el método para alcanzarla es el más difícil. Veamos qué nos ofrece San Anselmo de Canterbury en este breve tratado sobre la verdad. 

De Veritate

Capítulo I: La verdad no tiene principio ni fin

Este se basa en el diálogo entre un maestro y su estudiante. El estudiante es curioso de algunas cosas sobre la verdad, además de lo escruto en el libro Monologion de Anselmo

El Estudiante le pregunta al Maestro por qué se dice que la verdad no tiene principio ni fin, y si es que esta realmente se encuentra en Dios o no. El Maestro acepta responder la pregunta con toda amabilidad. 

Capítulo II: Las dos verdades de una oración

El Maestro hace una pregunta clave: 

''¿Cuando una oración es verdadera?''

El Estudiante dice que es cuando la oración habla afirmativa o negativamente sobre cómo las cosas realmente son. El Maestro luego le pregunta: ''entonces lo que dice la oración es la verdad de la misma'', a lo que el estudiante responde ''no, pues todo lo que es verdadero debe participar de la verdad y lo dicho por la oración, siendo éste dicho verdadero, no es la verdad de la oración sino que más bien la causa de que la oración sea verdad. Por lo tanto, la verdad de la oración debe estar en la oración misma. 

Tendríamos que la oración establece lo que algo es, y cuando lo hace establece la verdad, no tanto en palabra práctica sino que también en su significado.

Sin embargo, el problema acaece cuando decimos que la oración dice algo que no es verdadero. Si la oración dice algo que no es verdadero, entonces no contiene la verdad en sí misma pero al mismo tiempo está haciendo aquello que le corresponde que es señalar que aquello no es verdadero. 

Las oraciones en general, dice el Maestro, tienen dos significaciones:

  1. Cuando recibe la capacidad de significar
  2. Como está diseñada para significar

La primera, si bien es una función de la oración, la verdad es que la segunda es la que siempre actúa. Ya sea afirmativamente o negativamente, la oración está diseñada para significar lo que quiere significar. Por ejemplo, una oración como ''es de día'' cumple perfectamente la función de significar aquello que es; sin embargo, cuando digo que ''es de día'' y no lo es entonces estoy usando mal la función de la oración.

Otro ejemplo sería decir: ''el hombre es un animal'' y ''el hombre no es una piedra''. En este caso, la primera oración significa correctamente que lo que es es, mientras que la otra establece que lo que no es no es. Si se hace de modo contrario (lo que es no es y lo que no es es) entonces caeríamos en un error y no podríamos 

Esto sería todo en cuanto a la significación de las oraciones en cuanto a la verdad.

Capítulo III: La verdad del pensamiento

Los pensamientos también pueden ser falsos o verdaderos, y esto se expresa cuando pensamos en que una cosa puede ser y no puede ser. Por lo tanto, quien piensa que lo que es es, estará en lo correcto y quien piensa que lo que no es no es también estará en lo correcto. 


Capítulo IV: La verdad de la voluntad

En la biblia dice el siguiente verso:

''El (el diablo) ha sido homicida, y no ha permanecido en la verdad''
(Juan 8:44)

Como vemos, la biblia dice que es el diablo quien persiste en la mentira. El diablo estuvo en algún momento en la verdad y luego deserto de ella para estar en la mentira. Por lo tanto, la verdad también se establece como algo de voluntad.

El Maestro le relata todo esto al estudiante, y es ahí cuando el Estudiante dice que la verdad de la voluntad subyace en la rectitud del ser humano (rectitudo). Si el diablo no hubiese desertado de la verdad, no habría pecado y el pecado se comete por falta de rectitud. 

Capítulo V: La verdad de la acción natural y la no-natural

No solamente la verdad está en acciones naturales sino que también en aquellas que no lo son. Ya sabemos por el capítulo anterior que la verdad está en la rectitud y la rectitud es una acción. 

Tenemos aquellas acciones que son naturales como la del fuego cuya acción se centra en calentar las cosas. Cuando el fuego cumple su función de calentar un objeto, entonces el fuego hace lo que le es apropiado, y por lo tanto, este hace lo que es recto. Esta sería la acción natural.

Por otro lado, tenemos la verdad basada en la acción no natural la cual es muy fácil de entender si consideramos lo que dice el Maestro. Por ejemplo, cuando se dice la frase ''es de día'' y resulta que sí es de día. Ahí está la acción no natural.

Capítulo VI: La verdad de los sentidos

Esta es una pregunta que en tiempos de Platón hacía mucho sentido ¿Nos engañan los sentidos? La respuesta naturalmente es que sí, pues no siempre vemos lo que verdaderamente es. Por ejemplo, cuando se ve un objeto a través de un vidrio, el objeto puede cambiar de forma o de color y en la realidad vemos que no es así. 

Bajo esta observación, el Estudiante dice que hay tanto mentira como verdad en los sentidos. Sin embargo, el Maestro dice que esto no es en todos los casos. Aún más, el Maestro asegura que más que los sentidos es nuestra opinión la que nos engaña.

Así pasa cuando nos asustamos de una estatua de dragón la cual no puede hacernos daño alguno o cuando confundimos a una persona con otra. No es que la vista nos haya engañado, sino que más bien es el juicio

De hecho, en el ejemplo del ojo viendo a través del vidrio es verdad que cambia de color, pero esto es un efecto natural de aquellas cosas. No nos engañan porque esa es la propiedad de todo aquello. 




Capítulo VII: La verdad en el ser de las cosas

Siendo que la verdad está en el Ser Supremo y este es la verdad, entonces la verdad de las cosas es el mismo Ser Supremo. Por lo tanto, todo lo que existe es verdadero, y lo que existe falsamente no existe definitivamente. 

De esto además se deriva que al estar el Ser Supremo en todas las cosas, también se dice que las cosas son rectas (rectitudo). Por lo tanto, todas las cosas que existen son tanto rectas como verdaderas en cuanto está el Ser Supremo en ellas.

Capítulo VIII: Los distintos términos de ''deber'', ''no deber'', ''ser'' y ''no ser''

Sin embargo, ¿cómo podemos decir que las cosas son verdaderas y cómo deben ser siendo que hay algunas que son evidentemente falsas?

Una de las cosas que el Estudiante dice es que no es posible que Dios conceda que una cosa que el mal deba ser puesto que el mal es el no deber. Pero al mismo tiempo, el mal existe y por lo tanto se crea una confusión porque a manera de existencia debe ser pero por su característica no debe ser.

El Maestro entonces lo cuestiona y le pregunta si es que Dios ha hecho algo malo entonces. También explica que es Dios quien permite a los hombres bajo su propia voluntad hacer el mal. ¿Pero cómo se explica que el bien y el mal están en un solo ser si se dijo que todos los seres eran buenos?

El Maestro responde diciendo que los seres se basan en dos acciones: activas y pasivas. Toda acción necesita algo activo y algo pasivo. De ahí que el pecador reciba su castigo, pues quien castiga al pecador es el activo mientras el pecador es el pasivo. Ahí se tienen dos acciones realizadas al mismo tiempo, lo cual además nos habla de la rectitud en ellas.


Capítulo IX: Toda acción significa o bien algo verdadero o algo falso

En efecto, la bondad y la verdad también están en las acciones realizadas. Por ejemplo, si vas por un camino y vez algunas hierbas pero no sabes cuales son venenosas y cuales no, y luego vez a una persona que sí sabe y comiéndose la saludable diciendo ''come de esta hierba'' y te ofrece la venenosa ¿sería un acto de verdad? Por supuesto que no. 

Lo que quiere decir el Maestro al Estudiante, es que un acto verdadero es un acto moral. Y como la verdad tiene que ver con la rectitud, entonces debemos decir que el hombre debe dedicarse a este tipo de actos: morales, verdaderos y rectos que en fin los tres serían la misma cosa. 

Capítulo X: La Suprema Verdad

Todo lo que es verdadero es aquello que está en el Ser Supremo. ada fuera de él es verdadero, por lo que el acercamiento a él nos llevará a la verdad. Ahora ¿puede tener la verdad u comienzo y un final? De ninguna manera, pues si fuera así entonces la verdad nunca fue tal. Al contrario, sería verdad y luego no lo que es absurdo. 

Así, tanto el Ser Supremo como la verdad se entienden como cosas que no tienen un comienzo ni tampoco un final. 

Conclusión

Imposible ignorar todo lo que ha dicho Anselmo. Aunque esto no se vincula a sus principales teorías sobre la existencia de Dios, nos deja un largo camino que recorrer sobre el tema de la verdad. Me pareció interesante la observación que hizo sobre los sentidos, pues por muchos siglos se ha dicho que los sentidos nos engañan totalmente, pero aquí vemos algunos ejemplos en los que no nos puede engañar. 

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