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lunes, 1 de mayo de 2017

San Agustín de Hipona - La Trinidad (Libro II: Naturaleza del Espíritu Santo) (399).

''Graves son las dificultades que los hombres han tenido por buscar a Dios''. Así comienza el segundo libro de San Agustín de Hipona quien ahora nos presentará la teoría que trata sobre el Espíritu Santo. Pero no sólo veremos la doctrina cristiana tratando de explicar la unión del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sino que también hablaremos de concebir los tres conceptos juntos en la mente del hombre. Una hazaña que tiene una gran importancia en el pensamiento filosófico y cristiano. Veamos lo que nos trae ahora el santo de Hipona.

Referencias:

(1) El Yom Kippur es el día judío del arrepentimiento. En realidad, primero se debe hablar del Yamim Noraim que son los considerados ''Días Terribles'' que son días de reflexión y arrepentimiento judíos. Comienza con el Rosh Hashaná (Año nuevo judío) y termina con el Yom Kippur, que es el día del arrepentimiento. 


Definiciones:

(1) Epifanía: manifestación o aparición religiosa.
(2) Teofanía: manifestación o aparición de Dios.

LA TRINIDAD

LIBRO II: NATURALEZA DEL ESPÍRITU SANTO

Procedimientos para entender la Trinidad


Dijimos en el libro anterior que el Padre es igual al hijo, pero que también podía ser inferior al hijo. No podemos decir que el Hijo no es Dios, porque si fuera así entonces no podríamos nombrarlo Trinidad. Por lo tanto, el Hijo tendrá que ser Dios de Dios, pero el Padre sólamente será Dios pues nunca ha sido engendrado. 

En lo sucesivo, todo esta interpretación exegética será aplicada al Espíritu Santo. 

El concepto de Espíritu Santo

Resta saber cómo se entiende el Espíritu Santo y es la misma biblia la que nos da algunas respuestas. 

''Cuando venga el abogado, que yo de parte del Padre os enviaré, el Espíritu de verdad, que procede del Padre. Él dará testimonio de mi. Al proceder del Padre se dice que no hablará de sí mismo; y así como el hijo no es inferior porque haya dicho: El hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que viere hacer el Padre''
(Juan 15:26)

Podríamos decir que el Espíritu Santo también es inferior al Padre como también lo es el Hijo. Sin embargo, San Agustín aclara en este pasaje de la biblia que el Espíritu Santo sólo proviene del Padre, no que es engendrado por el Padre porque si fuera así, entonces el Espíritu Santo tendría que ser criatura y no sustancia coeterna. 

La misión del Espíritu Santo

La misión del Hijo la conocemos por la obra de Jesús, pero ¿cuál es la misión del Espíritu Santo? Primero que todo, deberíamos saber a dónde se envió el Espíritu Santo, pero ¿cómo podría enviar al Espíritu Santo, si Dios dice: ''Yo lleno el cielo y la tierra''? San Agustín responde que el Espíritu Santo fue enviado a donde ya se encontraba. El Padre no puede estar sin su Espíritu y por lo tanto, el Espíritu también estaba en todos lados. Así lo confirma la biblia:

¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿A dónde huir de tu presencia?
(Salmos 138:8-7) 

Con esto podemos deducir que los tres conceptos están unidos todo el tiempo, incluso cuando son ''enviados'' porque la presencia del Padre atraviesa todos los límites. 

¿Cuál es la misión entonces del Espíritu Santo? recordemos los símbolos entregados por la biblia, pues muchas veces se dice que el Espíritu Santo está representado por una paloma. También se ha hablado sobre lenguas de fuego que se relataron en el libro de los hechos. Todo esto nos dice que la misión del Espíritu Santo es mostrarse ante los ojos de los hombres como señales. No obstante, esto no debe apresurarnos a decir que la naturaleza del Espíritu Santo es corporal, sino que la manifestación de la sustancia del mismo se revela como una epifanía(1)

Inmortalidad del Espíritu Santo

En comparación al Padre, pareciera ser que el único que es inmortal es el Padre pues este nunca se ha encarnado en una criatura mortal,como sí lo han hecho el Hijo y el Espíritu Santo. Pero no se debe olvidar que las formas de criaturas que se formaron con el Hijo (Jesús) y el Espíritu Santo (paloma) son sustancias inmortales que toman su forma carnal para enseñarnos las profecías de las S.E.


Epifanías, teofanías(2) o apariciones en las Sagradas Escrituras

Dios habló a Adán en muchas oportunidades ¿cómo es que un Dios puede hablar? Dios lo hizo para poner a prueba a Adán y sus palabra equivale justamente al Hijo. Recordemos que la palabra(Verbo) es el mismo Hijo de Dios; por lo tanto, todas las apariciones que tuvieron los profetas comprende una cosa: que fue el mismo Padre quien se apareció para, a través de su Verbo, hablar con los profetas. 

Ahora, ¿habrá realmente escuchado Adán a Dios? es decir, ¿habrá tenido audición o solamente entendió lo que Dios dijo? lo que quiere decir San Agustín aquí, es que Adán no pudo haber escuchado a Dios por medio del cuerpo sino que por medio del entendimiento. En otras palabras, Adán no vio o oyó a Dios con los sentidos del cuerpo, sino que por medio del alma. 

La encina de Mambré

Esta puede ser una de las teofanías más conocidas de las S.E. y que San Agustín se propone investigar. 

Erase que Abraham había salido pasado el Yom Kippur(1) y tenía muchos dolores debido a la circuncisión. A pesar de esto, Abraham no dejaba de ser bueno y hospitalario con la gente que se acercaba. 

Un día, Abraham, cansado por el dolor y el sol que lo quejaba, decidió apoyarse en la sombra de una encina. En ese momento, Abraham vio a tres hombres parados en frente de él y el profeta se puso feliz porque hace mucho tiempo que no tenía huéspedes.

Le dijo a Sara que preparara harina para hacer unas tortas para los visitantes. Una vez que comieron preguntaron a Abraham dónde estaba Sara a lo que Abraham respondió que un poco ocupada en la tienda, y el visitante le dijo que pasado un tiempo Sara tendría un hijo, y así fue. 

Por supuesto, aquí habló el Hijo a través de sus ángeles que tomaron forma humana para que Abraham pudiera comprender lo que estaba viendo. 

La visión de Lot

Lot tuvo una experiencia parecida a Abraham, pero Lot vio a dos visitantes que los trató como si fueran verdaderos ángeles. Una vez que les convidó atenderlos los ángeles dijeron lo siguiente:

''Salvando, salva tu vida. No mires atrás ni te detengas en toda esta llanura; corre al monte, no sea que perezcas''
(Génesis 19:17-19) 

A lo que Lot respondió:

''No, Señor, por favor; pues vuestro siervo ha hallado gracia en vuestra presencia''
(Génesis 19:17-19) 

¿Por qué Lot habló en singular cuando eran dos los ángeles? porque a pesar de que los sentidos le decían que eran dos personas, Lot pudo discernir a través del alma que era el Señor mismo. En otras palabras, Lot pudo percibir la unicidad de la S.T. 

La zarza ardiendo

El relato de la zarza corresponde a Moisés cuando fue guiado para llevar a su pueblo fuera de Egipto. El relato sigue así:

''Apacentaba Moisés las ovejas de Jetro, su suegro, sacerdote en Madián; guió el ganado más allá del desierto y llegó al monte de Dios Horeb. Y se le apareció el ángel del Señor en una llama de fuego, en medio de una zarza, y él miró, y vió que la zarza ardía en fuego y la zarza no se consumía. 

Y dijo Moisés: Iré y veré esta gran visión y por qué la zarza no se consume. Y viendo el Señor que se acercaba para ver, llamólo en medio de la zarza y dijo: Yo soy el Dios de tu Padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob''
(Éxodo 3: 1-6) 

Sabemos que aquí se nombran como si los dioses de los patriarcas fueran cada uno por separado, pero esto debe entenderse en un sentido único, es decir, que solamente hay un Dios para ellos tres. 

En la cumbre del Sinaí

Esta es una de las historias más conocidas de la Biblia, pues es donde Moisés llega a la cumbre del Sinaí para reunirse con Dios y formar las tablas de la ley. La biblia dice que Moisés ''entró'' a una nube y así el pueblo lo vio.   

San Agustín no se atreve a decir si ese mismo que habló a Moisés fue el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo, pero dice estar más inclinado a que fue el Espíritu Santo. Lejos está de los humanos poder ver el ''cuerpo'' de cualquier parte de la S.T., pues esta no es accesible a los ojos humanos.  

Conclusión

No nos puede bastar una mera descripción de la relación entre Padre e Hijo, pues faltaría describir al gran Espíritu Santo, representado en todas las epifanías o teofanías de la biblia. ¿Por qué San Agustín no dedica un libro exclusivo al Padre? puede ser porque en definitiva, todos entendemos quién es el Padre, por lo que restaría investigar a los otros dos. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que aún son separables los res por sí sólos. Quizás, en lo sucesivo, veamos las razones del porqué Dios es uno y trino. 

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