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viernes, 19 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Senectute (Sobre la vejez) (44 a.C.).

Todos nos preguntamos cómo sería posible una vida de senectud decente y apacible. Seguramente, la vejez es una etapa en la que el cuerpo se prepara para su expiración total de este mundo. ¿Cómo vamos a saber cómo prepararlo? Marco Tulio Cicerón nos los explica en este brevísimo tratado sobre la senectud. Cabe destacar que este es un tratado que ha traspasado todas las épocas; incluso, la primera traducción de este libro (al inglés) fue hecha por el mismísimo Benjamin Franklin. También, el segundo presidente de los Estados Unidos mencionará en la historia que aquél sería su libro Favorito. Este es un diálogo dedicado a su amigo Catón el Viejo.

Referencias:

(1) La palabra Senador viene de ''senes'' que a su vez significa viejo.

DE SENECTUTE


Conversación entre Catón El viejo y Escipión

Catón comienza diciendo que es siempre típico que el más jóven quiere alcanzar la adultez, pero cuando llega quiere deshacerse de ella cuanto antes. No se debe mirar así la vejez como si fuera algo malo que nos fuera a pasar. 

Lo importante es siempre pasar por este mundo acciones buenas porque de lo contrario, ¿qué se recordará cuando seamos viejos? Siempre es necesario que dejemos alguna obra nuestra que sea buena para todos y para nosotros. 

Cosas que la vejez agrava (según la opinión general)

Los negocios

La primera cosa que dicen que la vejez agrava son los negocios, sin embargo, cuando se es más viejo se es más sabio y por lo tanto, los negocios serían mejores. Por otro lado, solo los ancianos pueden ser senadores(1). 

La fuerza de juventud

No se debe sentir mal por perder las fuerzas de la juventud, puesto que la vejez ha otorgado de fuerza suficiente a los ancianos para mantener sus negocios y sus vidas. 

El mismo Catón, que a ese tiempo tenía 81 años, no extraña aquella fuerza que tenía antes, pues ahora solo quiere descansar. Además, si cuando joven se ejercitó y se cuidó la salud, el temor de enfermarse en la vejez será nulo; de lo contrario, vendrán todos los achaques. 

Carencia de placer

Pero ¿qué mejor que alejarse de los placeres que nos llevan a la perdición? cuando se es jóven, los ímpetus traicionan y luego caemos en la enfermedad de la naturaleza. Cuando se es viejo ya sólo se querrá la virtud en vez de los placeres, lo que es mucho mejor que tener el deseo desenfrenado del placer que sucede en la juventud. 

La cercanía con la muerte

Es cierto que mientras más viejos somos, más cerca de la muerte estamos. Sin embargo, no debemos olvidar que la muerte no sólo está en la vejez, sino que también en la juventud. En efecto, los jóvenes por su temeridad se enfrentan en la guerra a los enemigos y mueren por lo mismo; por otro lado, también se muere por enfermedades y estas no discriminan edad. 

Por lo tanto, ¿para qué temer tanto? la muerte está siempre presente en nuestra vida. 


Conclusión

Clarísima la posición que tiene Cicerón sobre la vejez, es uno de los mejores momentos de la vida. Debemos recordar que es el año 44 a. C., y que sólo faltan meses para que el gran orador sea asesinado. Probablemente, al saber que su oposición al gobierno de la república le traería problemas, Cicerón comenzó a escribir estas obras de alto contenido filosófico, pues ¿qué más filosófico que hablar sobre la muerte? Seguiremos con más temas de Cicerón, aunque ya van quedando pocos...

2 comentarios:

  1. Los felicito por publicar escritos sobre Cicerón y otros filósofos clásicos. Son muy profundos y amenos. Sobre la tercera edad añadiría:
    La actitud ante este deterioro puede ser muy distinta de una persona a otra. Hay quienes hacen de la necesidad, virtud, como reza el dicho popular. Hay que conocer y aceptar los propios límites; lo más difícil es admitirlos, pero se logra si nos lo hacen ver con serenidad y amor. Lo importante es irse preparando para esta etapa final; hacer planes con el tiempo que nos queda. Hacer lo que no habíamos podido hacer: caminar por parajes hermosos, leer unos libros, escuchar música, hacer poesía, pintar, escribir, viajar, reanudar amistades, realizar alguna obra de beneficencia o de misericordia, etc. Lo importante es cuidar a nuestros ancianos para que puedan vivir mejor su vejez y morir mejor, con tranquilidad y paz. Pero no faltan los hijos ingratos que no tienen paciencia con sus ancianos o hacen nada por ellos, o quizás hasta los maltratan, después de que han recibido la vida de ellos y tal vez mucho más. Una señora mayor recibió este mensaje de sus tres hijos: “Fuiste una buena madre pero nosotros no vamos a ver por tu vejez pues no podemos y no queremos. La neta”. Un sabio comentó que una vejez deshumanizada es un fracaso de la civilización.

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    1. Muchas gracias a ti por tu increíble post. Eso me ayuda a seguir trabajando en este blog.

      Nuevamente muchísimas gracias

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